Miscelánea
martes 9 de junio de 2020
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Una referencia de ‘la paz’ y pocos fieles Erika Ibargüen Ayub
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e iniciaron las celebraciones religiosas en algunos templos donde la condición es no dar la paz en la eucaristía —ni con el codo, ni con la mano, menos con el abrazo—, tampoco bendiciones, ni hacer la aspersión con el agua bendita; además, las personas deben sentarse a más de un metro de distancia la una de la otra en banquetas divididas. El miércoles, jueves y viernes pasados, los fieles de la parroquia María Reina —ubicada en la zona de Tembladerani de la ciudad de La Paz— asistieron a escuchar la acostumbrada misa, que desde hace más de dos meses no se celebraba a consecuencia del COVID-19, evitando aglomeraciones que pudiesen propagar este virus.
Jaime Michler, vicario de la parroquia, manifestó que la Iglesia católica mejora día a día la ‘nueva normalidad’ de celebración, después de estar acostumbrados a contar con miles y miles de feligreses y misas repletas. “Ahora es algo nuevo, poca gente y con muchos cuidados para no contagiarse”, dijo. Por ahora no están tocando la campana para evitar que sea un llamado masivo. “No queremos decirles a las personas que ya no pueden ingresar porque el cupo está completo, así que solo esperamos que vayan llegando aquellas que saben que retornamos a las celebraciones”, lamentó. Según las nuevas disposiciones del Gobierno nacional, los actos religiosos están permitidos siempre y cuando no excedan el 30% del aforo del lugar donde se realiza y se cumplan las medidas de bioseguridad para evitar que la pandemia se expanda.