sábado 23 de marzo de 2019 año XX n° 396 (el crápula) precio $ 50.-
eleslabon@eleslabon.com.ar www.eleslabon.com.ar periodicoeleslabon eleslabonciac
redaccionrosario.com
LA NUEVA MISERIA PLANIFICADA
A 43 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, un gobierno con los mismos objetivos económicos y políticos, empobrece y endeuda al país. La actualidad de los juicios a los genocidas. El Estado de derecho pisoteado. El macrismo en crisis. FACUNDO VITIELLO
FEMIMASA, SEGUNDA ENTREGA
EL HECHO QUE ANTICIPÓ EL PLAN DE EXTERMINIO DE LA DICTADURA
Las Flores para la seño
El Villazo judicial
CARLA SCOLARI
396 - 23/03/2019
Una maestra que trabaja desde hace casi 30 años en la escuela Nuestra Señora de Itatí, de la barriada de la zona sur, cuenta cómo da pelea a las ausencias del Estado en un territorio atravesado por violencias y estigmas.
Comienzan las indagatorias por la represión ilegal contra obreros metalúrgicos de Villa Constitución en 1975. Están citados a declarar 46 civiles, militares y policias de aquella cacería en Acindar.
política | el eslabón
página 2 | sábado 23 de marzo de 2019
JUICIO Y CASTIGO EN MODO SIGLO XXI
No hubo ni hay errores o excesos Días atrás se suicidó el más famoso de los forenses que avalaron crímenes de lesa humanidad, y el jefe de Gabinete pagó alguna vieja cuenta nombrando a la nieta de Roberto Viola. El único gobierno de raíz negacionista en Democracia transita sus últimos meses socavando el Estado el derecho. Por Horacio Çaró
E
L GOBIERNO DE MAURICIO Macri no ahorró uno solo de los posibles clichés que ostentan los negacionistas del horror genocida cometido por la dictadura cívico-militar entre 1976 y 1983. Detuvo en seco el impulso que el kirchnerismo le había dado a los juicios por crímenes de lesa humanidad, abogó desde las sombras y no tanto por el otorgamiento del beneficio de la prisión domiciliaria a los condenados o procesados por esos delitos, quiso imponer el 2 x 1, reivindicó cada vez que pudo a algunos de los más emblemáticos jerarcas de esa etapa, y planteó en forma desembozada un discurso que siempre cuestionó el número de desaparecidos que dejó aquel siniestro gobierno como espantoso saldo. Como cantaba la militancia del final de los años de plomo y principios de la etapa democrática, “no hubo errores, no hubo excesos, son todos criminales los milicos del Proceso”. El cántico venía a cuento de las explicaciones con que algunos capitostes castrenses, en complicidad con los medios de comunicación y algunos políticos embarrados hasta la cintura por su colaboracionismo, intentaban justificar lo actuado por la dictadura. El gobierno de Macri, surgido de las urnas pero claramente identificado con la alianza de poder que dio sustento al plan económico de aquellos años –el actual es casi un calco–, desliza a través del dispositivo mediático que los efectos devastadores de su programa se deben a errores y, en algunos casos, a excesos del mercado, que no comprende los fines loables de la gestión Cambiemos. Para la dictadura, hubiese sido imposible llevar adelante su plan de exterminio –indispensable para ejecutar el económico–, sin la concurrencia de factores de complicidad que incluían a un extendido sector del Poder Judicial y los medios masivos de comunicación, alimentados por las usinas de inteligencia militar, policial y civil formateadas para dar batalla a “la subversión”. Los grandes grupos económicos nacionales y multinacionales, principales beneficiarios del programa redactado en Washington por los burócratas del FMI de acuerdo al borrador garabateado por José Martínez de Hoz, fueron las anchas espaldas sobre las que se apoyaron los jerarcas militares que, como alguna vez fue definido el general Juan Lavalle, oficiaron de “espada sin cabeza”. Habría que agregar a ese mote, con bolsillos amplios. Nada de aquel entramado parece ajeno al descubierto hace apenas semanas por el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla al allanar la casona del falso abogado Marcelo D’Alessio. La documentación hallada –de la cual apenas el magistrado analizó una ínfima parte–, exhibe un esquema similar: fiscales, jueces, servicios de inteligencia orgánicos e
Periódico semanal fundado el 2 de septiembre de 1999 por Matías Ayastuy, Juan Emilio Basso Feresin, Julián Lafuente, Rodrigo Miró y Jerónimo Principiano. propietario: Asociación Civil Cadena Informativa Registro de Propiedad Intelectual Nº 234.810
inorgánicos, agencias de espionaje extranjeras, periodistas y medios de comunicación, todos ellos asociados a un Gobierno que ya no es militar sino que es administrado por los hijos de los mega empresarios que fueron verdaderos jefes de las Juntas que asolaron la Nación. Macri y sus secuaces, como entonces, vienen degradando desde que asumieron las garantías constitucionales, desmontando derechos adquiridos durante los tres gobiernos peronistas de 2003 a 2015, sembrando el odio político, promoviendo a niveles superlativos la venganza política, encarcelando opositores y armando causas amañadas para tener en jaque ya no sólo a sus adversarios, sino incluso a empresarios con los que deben saldar viejas cuentas o a quienes entregar como botín económico a los capitales norteamericanos. Sólo las formas democráticas impiden a esta piara depredadora ejecutar el exterminio de argentinas y argentinos que sobran en su criminal plan económico a la vieja usanza, pero lo hacen por goteo, abandonando a su suerte a jubilados, discapacitados, y a millones de personas en situación de vulnerabilidad social extrema, quitándoles medicamentos, subsidios, vacunas y hasta el alimento básico. La transferencia de recursos de los que menos tienen a la clase más angurrienta y parasitaria es idéntica a la perpetrada por los dictadores de los 70 y 80, y los actuales jerarcas llevan los mismos apellidos que aquellos, porque son sus hijos o descendientes: Macri, Peña Braun, Massot, Zorreguieta, Pinedo, Stanley, Martínez de Hoz, Rattazzi, Magnetto, Mitre. Algunos gobiernan, otros están asociados a los negocios que desde el Estado le sirven en bandeja aquellos, y algunos, como los Rocca, de Techint, fueron sostenes de esta nueva oligarquía hasta que sus dimensiones en el esquema económico global los transformaron en un apetitoso bocado para ser engullido por el empresariado yanqui.
producción periodística: Cooperativa de Trabajo La Masa directores: Ernesto Ávila y Laura Hintze editores: Santiago Garat y Manolo Robles. redacción: Luciano Couso, Horacio Çaró, Guillermo
Pasado y presente, dos casos emblemáticos La nieta Se conoció públicamente en los últimos días, pero a principios del mes pasado, el jefe de Gabinete Marcos Peña Braun designó –a partir del 1º de enero– a Silvia Nélida Viola, quien es nieta del ex presidente de facto Roberto Eduardo Viola. El cargo que se le asignó es directora Operativa de Enlace Parlamentario de la Dirección General de Relaciones Parlamentarias de la Secretaría de Relaciones Políticas y Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete de Ministros, y para formalizar el nombramiento debió hacerse “con autorización excepcional por no reunir los requisitos mínimos”, según consta en la “decisión administrativa” rubricada por Peña y Rogelio Frigerio, publicada en el Boletín Oficial. La descendiente del dictador que reemplazó a Jorge Rafael Videla –ejerció como presidente desde el 29 de marzo al 11 de diciembre de 1981–, es licenciada en Relaciones Públicas, tiene 33 años, y es la hija de «Robertito» Eduardo Viola, quien fuera uno de los 128 procesados por el fraude a la Administradora Tributaria de Entre Ríos (Ater). Viola fue juzgado y condenado en 1985 a 17 años en prisión, inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos, y pérdida del grado militar, fue indultado en 1990 por el entonces presidente Carlos Menem, y murió en 1994, antes de que se produjera la reapertura de las causas en su contra. Como publicó el portal de noticias La Insuperable, “la nieta del dictador Viola desde hace años se encuentra cerca del presidente Macri”, puesto que ya había sido funcionaria del Estado prestando servicios en el Ente de Turismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) hasta 2014. De allí, luego de renunciar, en 2016 fue
Griecco, Pablo Bilsky, Juane Basso, Eugenia Arpesella, Alfredo Montenegro, Laura Hintze, Facundo Paredes, Marcela Isaías, Silvia Carafa, Soledad Pascual, Juan Pablo de la Vega y Marcelo Valenzuela.
nombrada por el primo de Mauricio, Jorge Macri, en la Subsecretaría de Medios de Vicente López, pero el 16 de abril del año pasado, durante una audiencia en la que Mauricio Macri se reunió con el titular de la Unidad Plan Belgrano, Carlos José Vignolo, Silvia Nélida es presentada como asesora de Comunicación de Jefatura de Gabinete de Ministros. Hasta el momento no pudo establecerse qué deuda está pagando la familia Macri a la familia Viola, pero son evidentes dos cosas: por un lado, que deben ser compromisos importantes, puesto que se mantienen a lo largo de décadas, y por otro, que la ligazón entre este Gobierno y la dictadura excede todo rango simbólico, y se asienta en la ideología de los negocios. El Grupo Socma (Sociedades Macri), fue beneficiado con licitaciones monumentales durante la dictadura, y ese es el tipo de deudas que atraviesan el tiempo y el espacio: participó de la construcción la la represa Yacyretá; del puente Misiones-Encarnación; la central termoeléctrica de Río Tercero y de Luján de Cuyo; fundó Manliba (Mantenga Limpia a Buenos Aires), dedicada a la recolección de residuos, y adquirió nada menos que la empresa Fiat, una operación en la que el holding de los Macri produjo cierres de plantas y despidos a granel.
El forense En la semana que culmina se conoció el suicidio del médico forense Osvaldo Raffo, el mismo que como perito de parte de Sandra Arroyo Salgado, la viuda de Alberto Nisman, dictaminó que el fiscal había sido asesinado. Más allá de que todo el arco de medios hegemónicos siempre lo calificó de eminencia, el pasado de Raffo ofrece aristas que de algún modo explican tanto fervor por parte del establishment. Todo es brutal en torno de este afamado suicida, pero lo cierto es que en una nota necrológica publicada por el portal letrina Infobae, con un elocuente título –”Los últimos días de Osvaldo Raffo, el hombre que hablaba con muertos y asesinos”-, el autor recuerda una frase del perito estrella que arroja pistas acerca de una personalidad oscura y despreciable: “Mi padre trabajaba en un matadero. Quizá mi vocación de tanatólogo forense nació al ver tantas vacas muertas”. Pero como en muchos casos, la raíz del mal se va construyendo poco a poco, y durante la dictadura, cuando Raffo comenzaba a ingresar a su madurez –en 1976 tenía 45 años–, supo arraigarse como un verdadero crápula. En el artículo “Raffo, la pericia olvidada”, publicado en febrero de 2015 por el semanario El Eslabón, que lleva la firma de Juane Basso, se da cuenta del tipo de eminencia que era el favorito de los periodistas adictos a las gorras y birretes policiales. Aquella nota comienza con una frase del abogado Marcelo Parrilli, conocido por representar a organismos de DDHH y a familiares de desaparecidos durante los juicios por la Verdad
diseño gráfico: Javier García Alfaro, Aníbal Pérez, Leandro Gómez y Facundo Vitiello. fotografía: Manuel Costa, Andrés Macera, Paula Peña y Franco Trovato Fuoco. cierre de edición: Viernes 22 de marzo de 2019.
el eslabón integra la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra) y la cooperativa Diarios y Periódicos de Santa Fe (Dypsa). Mendoza 2836, depto. 4, Rosario
0341 4353719
3415508421
eleslabon@eleslabon.com.ar
www.eleslabon.com.ar
periodicoeleslabon
eleslabonciac
PRODUCIDO CON SOFTWARE LIBRE
el eslabón | política
sábado 23 de marzo de 2019 | página 3
y Justicia: “Osvaldo Raffo, el perito hoy estrella, fue el que la bonaerense empleó para cubrir a Patti en los fusilamientos de Cambiaso y Pereyra Rossi”. El estrellato a que hacía referencia Parrilli hace cuatro años se debía a que había sido presentado como perito de parte por Arroyo Salgado para que supervise los análisis forenses sobre el cuerpo de Nisman, y las nefastas referencias al pasado del profesional estaban vinculadas al secuestro, torturas y posteriores ejecuciones de los militantes montoneros Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi. El pasado y el presente se volvían a cruzar. Mientras salían a la luz los execrables antecedentes de Raffo en el episodio de las ejecuciones de Carlón y El Viejo, los apodos con que se conocía a los dos militantes, pocos días más tarde comenzaría el juicio oral por esos crímenes. Parrilli fue el primer abogado de la familia Cambiaso, y por aquellos días previos al juicio recordó que “Cambiaso y Pereyra Rossi habían sido secuestrados días antes, torturados y luego fusilados en un falso «enfrentamiento» en Lima (provincia de Buenos Aires)”. En la nota de el eslabón, se destaca que “Raffo no vio en su examen las lesiones sí observadas por los peritos pertenecientes al Cuerpo Médico Forense de la Justicia Federal que encontraron «golpes con o contra objeto duro y romo» en el cadáver de Eduardo Daniel Pereyra Rossi”. El detalle de las heridas y signos de tortura que consta en el expediente es aterrador y mucho más extenso, pero valga esa descripción para determinar que la “eminencia” trabajaba en consonancia con una banda de torturadores y asesinos. Basso señala en su nota que “según las crónicas que aparecieron el mismo día en que se conoció quiénes serían los peritos de parte que pondría la jueza Arroyo Salgado, Raf-
fo «es considerado el decano de los forenses argentinos»”, y que en el “repaso de su «extensa trayectoria»… en ningún momento se menciona que participó de la causa Cambiaso Pereyra Rossi”. Parrilli por entonces denunció que “Raffo dijo que Cambiaso y Pereyra Rossi no habían sido torturados y que los disparos de (el ex comisario Luis Abelardo) Patti habían sido a distancia”. Pero la realidad fue bien distinta: “El cuerpo de Cambiaso no tenía cara. Ahí había un agujero. Le dispararon a la cabeza a 25 centímetros de distancia. Todo bien, dijo Raffo”, recordó el abogado. Ayer con los milicos, hoy con el dispositivo de law fare que huele a podrido en Comodoro Py, Raffo se fue al infierno pegándose un balazo, dejando dos cartas, y un reguero de autopsias al gusto de los poderes más siniestros.
Juicio y Castigo en modo siglo XXI En 1985, con un desparpajo digno de un conferencista que diserta sobre hábitos alimentarios, el primer ministro de Economía de la dictadura, Joe Martínez de Hoz, declaró ante la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación: “Siendo yo presidente del Consejo Empresario Argentino, en el año 1975, fui con un grupo de empresarios a visitar a (el teniente general Jorge Rafael) Videla y le expusimos nuestra preocupación de que se estaba impidiendo la libertad de trabajo, la producción y la productividad, y que se debía asegurar el imperio del orden por sobre todas las cosas”. Está claro que lograron su objetivo, al costo de 30.000 mil desaparecidos y de la destrucción del aparato productivo industrial, una descomunal deuda externa, niveles inéditos
de desocupación, y el disciplinamiento social de vastos sectores que fueron permeables al adoctrinamiento amoral de empresarios y militares antinacionales. A propósito de ese poder económico local, el periodista y dirigente de la izquierda nacional Néstor Gorojovsky señala cómo debería disciplinarse y cambiar la cultura neoliberal a un “empresariado librecambista y meteco cuyo ánimo se define con tres palabras: ciegos, suicidas y tontos”. No es una fórmula simple, pero vale la pena tenerla en cuenta: “Se cambia colocando al Estado en el centro estratégico, productivo y dinámico de la vida nacional. Estableciendo el principio de la subsidiariedad de un sector privado forzado a enriquecerse al servicio de la Nación y no en su contra. Y, políticamente, ampliando sustancialmente las definiciones de traición a la Patria y terrorismo, para aplicarlas con puño de hierro y masiva intervención popular en la vida política”. El insoslayable ejemplo de los organismos de DDHH de pugnar en forma irrenunciable por el enjuiciamiento de los perpetradores de los crímenes de lesa humanidad y sus mandantes civiles debería servir para que la clase política no contaminada por ambas experiencias –aquella de la dictadura y ésta del macrismo– asuman el desafío de enjuiciar a los responsables de esta tragedia social que vive la Argentina desde diciembre de 2015. Es probable, entonces, que surjan cantos del tipo “No hay errores, los juzgaremos, a estos criminales del gobierno de Cambiemos”. Y habrá que hacerlo, el corpus normativo argentino contempla cada delito cometido por la actual administración en ejercicio de un poder que tuvo origen legítimo pero fue usado para vaciar las arcas de la Patria, sin importar el costo en vidas humanas.
EDITORIAL
Los juicios, sin prisa y con pausa, siguen marchando Por Juane Basso
C
ada vez más criminales de lesa humanidad vuelven a su casa gracias al instituto de la prisión domiciliaria. Según el último informe del Ministerio Público Fiscal de la Nación, la mayoría goza de ese estado, una tendencia que se invirtió desde la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada. De un total de 901 condenados, el 65 por ciento de los dinosaurios privados de su libertad por estas causas se pasea de la cama al living. Apenas arribó al gobierno, la Alianza Cambiemos comenzó a desandar la marcha de un proceso histórico que había adquirido una profundidad y ritmo inéditos durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner. Ese lineamiento general, que Mauricio Macri ya había expresado cuando se refirió al “curro de los derechos humanos” tuvo un correlato en sus políticas públicas, y rápidamente se expresó también en el Poder Judicial con fallos como el
2x1. Si no se pudo clausurar el juzgamiento a los represores de la dictadura, fue gracias a la resistencia popular. El vaciamiento de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, de los programas de preservación de sitios de memoria, de investigación sobre la dictadura, de protección de testigos, de resarcimiento a las víctimas del terrorismo de Estado, y de la connivencia con los grupos progenocidas sucedieron de inmediato. Pero si bien eso no detuvo el camino de juzgamiento a los represores, los datos duros del avance de las causas hablan de un claro retroceso. Según el último informe de La Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), presentado el 22 de marzo de este año, con relación al año anterior se registró una baja significativa en el ritmo de elevaciones a juicio, realización de los debates orales y dictado de sentencias. Al 15 de marzo último, de un total de 611 causas en trámite, el 40 por ciento se encuentra en etapa de instrucción, el 36 por
AVISOS DESTACADOS ALTOCERRO Soluciones Informáticas. Sistemas de puntos de venta, de gestión multirrubros. Integrados a contabilidad, implementación de redes y desarrollo web. 30 años de experiencia en pymes. Teléfonos 4211891 / 4473937
Abierto de 8.30 a 20.30. Teléfono 3416833175.
BIGBA CAFÉ Catamarca y Alsina, Rosario. Atendido por su dueña con alegría y buena onda.
CIELO DE TIERRA Pollos y huevos de campo. Escabeche de pollo. Dulces sin conservantes. Salames
BUENO BONITO Y BARATO Diseño editorial, volantes, afiches y revistas. Fotografía de estudio. Cobertura fotográfica y audiovisual de todo tipo de eventos. WhatsApp 3413359271.
y chorizos caseros. Pan rústico con semillas. Arándanos frescos y congelados. Kinotos en almíbar. Reparto a domicilio. Pedidos al Whatsapp 3413704865. CIEN VOLANDO Espacio para la praxis del movimiento sensible. Güemes 2648. Facebook: Cien Volando. GIMNASIO FIERROS ¡¡En musculación somos los mejores!! Profesora Alicia Ludueña. Teléfono
ciento obtuvo sentencia, el 17 por ciento tiene elevación a juicio y sólo el 2 por ciento está actualmente en juicio oral. Si bien a la fecha se encuentran en juicio 14 causas, entre febrero y marzo de 2019, se pospuso al menos el inicio de tres juicios. Suponiendo que en las 244 causas en instrucción se presente el requerimiento de elevación este año, como mínimo, la finalización del proceso demoraría hasta mediados de 2025. Las sentencias dictadas durante el 2018 fueron 17. Desde 2010 que no se registraba una cantidad menor a 20 sentencias por año. En 2018, obtuvieron sentencia un total de 108 personas, menos de la mitad que en 2017. De ellas, 91 fueron condenadas y 17 absueltas. Así, de las 17 sentencias dictadas en 2018, 7 fueron por uno, o máximo dos imputados. Con relación a las personas sentenciadas sólo el 27 por ciento de los condenados y el 15 por ciento de los absueltos tienen sentencia firme, lo cual indi-
3413048593. Casiano Casas 1853. Abierto de lunes a sábados de 13 a 21.30. MILO SORRENTINOS Y PIZZAS ARTESANALES ¡¡Los sorrentos del Pelado!! Hacé tu pedido con un día de anticipación. Teléfonos 3416631587 / 3413530730. MUNDO ARGENTINO Regalá a quieras los maravillosos pines de Mundo Argentino. En el centro de mi pecho. Teléfono 3415442334. www.mundoargentino.com.ar
ca que continúan las demoras en las instancias recursivas. Por último, el trabajo dedica una sección a la información sobre personas detenidas y las modalidades de arresto que cumplen. Allí, los datos muestran que se redujo significativamente el número de personas privadas de su libertad en el marco del proceso de juzgamiento, con un marcado descenso a un total de 977 a marzo de 2019. Además, se consolidó el arresto domiciliario como forma de detención predominante entre las personas privadas de su libertad por crímenes contra la humanidad (65 por ciento del total). A punto de que termine su mandato, que en materia de derechos humanos estuvo caracterizado por el negacionismo, Macri deja un proceso de memoria, verdad y justicia plagado de frenos y obstáculos, pero que no logró detener. Entre otras cosas, gracias movilizaciones populares como las que protagonizamos este domingo. Gracias por estar. Sigamos marchando.
COOPERATIVA GRÁFICA INK Cartelería integral. Vinilos, banners, ploteados vehiculares, corporeos, carteles luminosos. Teléfono 3416728184 graficainkestudio@gmail.com SOY MARVIN El técnico de tu PC. Servicio a domicilio. Limpieza de virus, formateo configuración de software, hardware y redes. Instalación y mantenimiento. Teléfono 3415699911 Facebook SoyMarvin Cerrito 1048 depto. “A”.
Anunciá en este espacio 3413143265 | eleslabon@eleslabon.com.ar
PSICÓLOGA Graciela B. Casella. Matrícula 0539. Italia 1570 3° B. Turnos al 3416182588. PSICÓLOGA Susana Copello. Matrícula 0381. Turnos al 3416874368. PSICÓLOGA Elsa Martín. Matrícula 1005. Turnos al 3415825625. PSICÓLOGO Valentín Gilardoni. Matrícula 6785. Italia 1118. Turnos al 3413006914.
economía el eslabón
página 4 | sábado 23 de marzo de 2019
CAMPEONES DEL AJUSTE
FMI y deuda, como en el 76 Hoy, igual que en la dictadura, las recetas ortodoxas del Fondo y el endeudamiento externo desenfrenado traen a la par un modelo de dependencia económica, con más desocupación y hambre para el pueblo argentino, como principales “logros” del macrismo. Por Guillermo Griecco
En un pirulo de tapa del diario BAE se recordó días atrás diferentes momentos de la relación entre la Argentina y el FMI. “El director gerente del Fondo Monetario Internacional comunicó al gobierno argentino su disposición a apoyar el programa de ajuste económico previamente acordado en Washington entre delegados argentinos y el FMI (1985); todas las medidas comprometidas con el FMI tienen como hilo conductor la necesidad de que el país fortalezca su debilidad fiscal para enfrentar las turbulencias provocadas por la crisis internacional, estableció el Fondo Monetario internacional (1997); el programa del Fondo con Argentina marcha sobre ruedas (2000); Jacques de Larosière, Michel Camdessus, Horst Köhler o Christine Lagarde. El nuevo FMI, tan parecido al viejo”.
L
A RELACIÓN ENTRE LA ARGENTINA y el Fondo Monetario Internacional (FMI) siempre fue espinosa, sobre todo para los que sufren las recetas de ajuste que engendra el organismo, es decir, la mayoría de la población. La presencia del Fondo en el país, con sus famosos “salvavidas” dolarizados y sus inspecciones oculares a la marcha de la economía nacional, está hermanada a crisis socioeconómicas, a pérdida de soberanía, a represión y muerte. Hoy, como en 1976 y otros momentos traumáticos para los argentinos, el FMI presta plata, la pelota de la deuda se hace cada vez más grande y sus planes económicos sólo cosechan resultados negativos desde el punto de vista del bienestar social. Los gobiernos de facto y de derecha elegidos por el voto popular facilitaron fornidos anabólicos para la deuda externa vía FMI, incluso estatizando deuda de empresas privadas en 1982, entre otras la del Grupo Macri, cuando Domingo Cavallo era presidente del Banco Central. Los sucesivos gobiernos pos dictadura del 76 quedaron atrapados en la telaraña del Fondo. En los 90, el FMI aprobó el plan de convertibilidad. El “uno a uno” fue mentiroso, ya que la derrota social, política, económica y cultural fue muy dura. El ex presidente Carlos Menem y su ex ministro de Economía Cavallo les ponían la alfombra roja a los técnicos del Fondo. A principios del tercer milenio fue igual: del blindaje, megacanje y promesas de déficit cero entre el FMI y la Alianza delarruísta quedó el default y la peor crisis institucional de la Argentina después del golpe de Estado de 1976. Tras el fugaz anuncio del fugaz presidente Adolfo Rodríguez Saá de suspender el pago de la deuda externa en medio de la hecatombe institucional, llegó el presidente interino Eduardo Duhalde y firmó los últimos acuerdos con el Fondo. Luego, el gobierno de Néstor Kirchner canceló en un pago la deuda con el FMI y suspendió las revisiones periódicas a las cuentas económicas argentas. Los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner siguieron por la misma senda pese al constante revoloteo de los fondos buitre, hasta que el experimento neoliberal de Mauricio Macri retomó abiertamente las relaciones carnales con el FMI, a tal punto de cederle el comando de la política económica y usar sus desembolsos como único sostén para intentar mantenerse en el poder, en medio de una economía en recesión con alta inflación, ajuste, despidos, caídas del poder adquisitivo y del consumo, y aumento de la pobreza. Típicos resultados de las recetas del Fondo.
La dictadura financiera La Argentina y el FMI se pusieron de novios
Vuelta al Fondo y al endeudamiento
en 1956, tras el derrocamiento del gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, relación bendecida por la denominada Revolución Libertadora, con el dictador Pedro Eugenio Aramburu a la cabeza, quien decidió incorporar al país al organismo internacional a través de un pedido de asistencia financiera. A partir de ese momento, hace más de medio siglo, la deuda externa empezó a crecer de manera exponencial y el país fue perdiendo independencia económica. La dictadura de Videla y compañía, con el sangriento golpe de Estado de 1976 y el plan económico neoliberal ideado por José Alfredo Martínez de Hoz y luego continuado por Lorenzo Sigaut, la deuda externa pasó de 8 mil millones a 45 mil millones de dólares en 1982, agujero negro que estuvo acompañado por un modelo de especulación financiera, inflación, apertura importadora, desindustrialización, contracción salarial. Bastante parecido al modelo que aplica el macrismo, con resultados, en otro contexto, obvio, casi idénticos. La dictadura cívico-militar del 76, que llevó adelante un genocidio contra el propio pueblo argentino, la jugaba de nacionalista pero seguía órdenes de Estados Unidos y el FMI. “A comienzos de 1976 se congelaron los salarios, se eliminaron los sistemas de control de precios y se incrementó el tipo de cambio, lo que produjo un rápido deterioro del 30 por ciento del salario real de las clases trabajadoras. A su vez, se sancionó una nueva ley de entidades financieras que permitía la libre movilidad de los capitales; y con el pretexto de controlar la inflación, se abrió la economía y se bajaron aranceles”, recordó la periodista y docente universitaria Inés Hayes en un artículo publicado en Canal Abierto. “La política económica de la dictadura fue
dejar de lado la actividad productiva y volcarse al crédito internacional, lo que se conoció como bicicleta financiera, que consistía en obtener dólares a una baja tasa de interés en el mercado internacional, colocarlos en el mercado interno con un diferencial de tasas de interés (en relación a la tasa internacional), para luego reconvertir dichos créditos nuevamente a dólares y retirarlos del país”, señaló Hayes. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. “A partir de 1976, el plan neoliberal de la dictadura se caracterizó por reducir los niveles de proteccionismo industrial, mientras que, de manera paralela, se encaró un proceso de apertura para la llegada de los capitales extranjeros”, se refirió en el artículo citado, al tiempo que se recordó que el abogado Alejandro Olmos, quien investigó la deuda fraudulenta de la dictadura, consiguió llevar a juicio la cuestión y “terminó con un fallo ejemplar en el año 2000, cuando se reconoció el carácter ilegal de todo el proceso de endeudamiento que comenzó en 1976”.
¡Estás igual! Después de que Wall Street le cerrara el grifo, el gobierno de Macri corrió a los brazos del Fondo en busca de un salvataje financiero, diciendo que el FMI había cambiado, que no era el mismo FMI que nos había llevado al desastre económico en otros momentos de la historia, como en el 76. Más, en uno de los últimos encuentros con la actual directora del organismo, Macri dijo que esperaba que la Argentina “termine enamorada” de Christine Lagarde. Pero las políticas del Fondo y sus resultados ¡están igual! Y enamoran poco y nada. Todo se ve como un gran retroceso donde la historia se repite como tragedia.
Con Macri en la Casa Rosada, volvieron las revisiones anuales del FMI y la pasada de gorra. En tres años de gestión, Cambiemos tiene el mérito de haber incrementado la deuda externa, con mercados internacionales y el Fondo, en un 70 por ciento, la pesada herencia de sesgo neoliberal que deberá afrontar el próximo gobierno. El año pasado, Christine Lagarde visitó el país y felicitó al gobierno de Cambiemos por el rumbo económico. Hace pocas semanas vino una misión del Fondo Monetario Internacional a la Argentina. Tras esa visita, el organismo publicó un documento donde elogió al gobierno de Macri por buen alumno y avaló un nuevo desembolso por más de 10 mil millones de dólares que se hará efectivo en las próximas semanas, como parte del paquete global del crédito de casi 57 millones de dólares. Además, el Fondo permitió que el oficialismo aumente los gastos en asistencia social en un año marcado por la compulsa electoral, al tiempo que reclamó un ajuste mayor, que recaerá sobre los sectores populares. El FMI y sus dólares sirven de puntal financiero para la campaña de Cambiemos, mientras los datos duros de la economía real dan muestra de una crisis de grandes magnitudes. Las recetas del Fondo y sus resultados actuales tienen puntos de contacto con el plan económico de la última dictadura cívico-militar. Mientras el macrismo derrocha optimismo y se aferra a los dólares y los mandatos del organismo, la economía argentina muestra signos de crisis productiva y de empleo, con una inflación indomable, devaluación y caída del salario real, con la industria trabajando a media máquina: todos frutos de un plan de ajuste y entrega que maduró a partir del regreso del FMI al control de la política económica nacional y el reendeudamiento externo, como sucedió en el 76.
el eslabón | sociedad
sábado 23 de marzo de 2019 | página 5
ORIGINARIOS, AFRODESCENDIENTES Y MURGUEROS ENTRE LOS 30.000
Los quisieron silenciar y blanquear, y no hubo caso Los indios y negros sufrieron durante la última dictadura las matanzas y la represión, una vez más, pero siguen de pie, dando pelea. Por Alfredo Montenegro
contextos socioculturales y la historia de los esclavizados. “El candombe estructura la cultura negra porteña, y el tambor marca el ritmo para los afroporteños, es su conexión sonora con sus ancestros: reviven a sus antepasados a través de la danza y el baile”.
L
AS LISTAS OFICIALES NO DAN cuenta de la pertenencia étnica de las víctimas del terrorismo de Estado. Pero hay numerosos registros de testimonios y declaraciones judiciales que dan cuenta de que hubo persecución contra los indios y negros, ya que muchos militares sostenían que había que seguir siendo “uno de los tres países más blancos del mundo, pues significa una gran ventaja en calidad humana”, según decía el ex general de división Albano Harguindeguy, adiestrado en la Escuela de las Américas de Panamá, considerado uno de los cerebros del llamado Proceso de Reorganizacion Nacional, en el que ocupó el poderoso cargo de ministro del Interior de Jorge Rafael Videla. El Chino Celestino Aigo trabajó como mecánico, ayudante en chapa y pintura, y también participó en reclamos de tierras para la comunidad mapuche de Aluminé. Luego, en la capital neuquina, militó el barrio Villa Florencia. Pero el 22 de agosto, cuando tenía 23 años, fue detenido y desapareció. Su hermana Teresa testimonió: “Él quería un futuro mejor”. Horacio Canelo, con sangre comechingón, fue militante peronista. Fue desaparecido en Córdoba el 13 de junio de 1979, tras ser visto por última vez en el centro clandestino de detención La Perla. “Nuestro derecho es preservar las costumbres, pero tenemos que entender que la interculturalidad debe ser el verdadero fin”, dice su hermana, al referirse a la lucha de las comunidades. Sergio Wensenlao Copa, tenía 20 años y era jornalero, en Orán, Salta. También la pelea de las comunidades por sus derechos lo acercó a la militancia en la Juventud Peronista. El 2 de septiembre de 1976 fue víctima del terrorismo de Estado y desapareció tras ser secuestrado en Banda Sur. Celestino Aigo, Abelardo Coifin, Juan Raúl Pichulmán, José Francisco Pichulmán, Pedro Santana, Avelino Bazán, Marina Vilte, Jesús Costilla y Eulogio Frites, son desaparecidos, cuyas historias de vidas fueron presentadas en una exposición del porteño Museo Etnográfico Ambrosetti, de Moreno 350 (a dos cuadras de plaza de Mayo). “Desafiando al silencio: pueblos indígenas y dictadura”, se llamó la muestra desplegada, desde septiembre de 2016 a septiembre de 2017.
Homogeneizar, sin minorías Las listas oficiales (Conadep) no dan cuenta de la pertenencia étnica de las víctimas del terrorismo de Estado. Sin embargo, hay numerosos registros de testimonios y declaraciones judiciales que confirman que hubo originarios secuestrados en centros clandestinos de detención o cárceles, desaparecidos, o que sufrieron el exilio interno y externo. En la muestra se consignaba que “en las décadas de 1960 y 1970 se crearon organizaciones indígenas locales y federaciones nacionales e internacionales que sostuvieron nuevos y antiguos reclamos, especialmente la recuperación de sus tierras”. Desde su organización en parlamentos, encuentros y coordinación de actividades con organizaciones sociales, grupos partidarios y el tendido de redes de comunicación y producción, cooperativas y propuestas de leyes, agitaron el movimiento por los derechos de las comunidades. Pero, durante el terrorismo de Estado, los
Murgeros sin camisas
Sergio Wensenlao Copa, jornalero en Salta, era militante de la JP y de las comunidades originpueblos originarios fueron perseguidos, junto con judíos (794 desaparecidos), homosexuales, lesbianas, ateos y Testigos de Jehová, entre otros, bajo el concepto discriminatorio de “minorías”. Gente que molestaba al momento de querer homogeneizar la sociedad.
Tambores de la memoria afro Adriana Izquierdo, detenida un mes antes del Mundial 78 por un operativo al mando de capitán de fragata Alfredo Astiz, estuvo presa 90 días en dos lugares. Uno debió estar cerca de la cancha de River, porque luego dijo que escuchaba el festejo de los goles, y fue liberada un mes después de concluida la Copa. Durante su detención fue quemada con cigarrillos y violada. La intención de apresarla fue motivada por el deseo de limpiar de “negros” la ciudad, para “europeizar” y blanquear la imagen de la Capital ante la visita de turistas. José Raúl Díaz “Sugus”, legajo de la Conadep 876, debió emigrar del Chaco en 1967. Luego se radicó en La Plata y estudió en el Colegio Nacional platense. También militó en el Grupo Revolución de Base las Fuerzas Argentinas de Liberación 22 de Agosto. Luego, mientras estudiaba antropología, fue secuestrado y desaparecido el 1º de enero del 76. Nilda Noemí Elía vivía en Santa Rosa de Lima, barrio periférico de Santa Fe con alta población afro. Era maestra parroquial y activista de la JP, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Movimiento Villero Peronista y Montoneros. Con su esposo armaron una cooperativa barrial para fabricar ladrillos. Pero debieron rajar a Buenos Aires y dejaron a sus hijos con la madre de Nilda, Otilia Acuña. En 1975, ella regresó por el cumple de un hijo, pero el 11 de abril fue asesinada por un grupo al mando del coronel Rolón. La esclavitud no terminó con la Asamblea del Año XIII. Siguió en el Patronato de la Infancia, en ingenios tucumanos y en la condición de “sirvientes”. Recién en 1861, con la Constitución, se supone que se prohibió. Pero como indica Osvaldo Bayer, un anuncio en un diario El Nacional de 1878, titulaba: “Entrega de indios”. El texto indicaba: “Los miércoles y los viernes se efec-
tuará la entrega de indios y chinas a las familias de esta ciudad, por medio de la Sociedad de Beneficencia”. Pablo Cirio, licenciado en Antropología de la UBA y director de la Cátedra Libre de Estudios Afroargentinos y Afrolatinoamericanos de la Universidad platense, investiga desde 2013 la historia de los afroargentinos del tronco colonial asesinados, detenidos y desaparecidos en la dictadura cívico militar. “Registramos casi cerca de treinta víctimas afrodescendientes del terrorismo, con hijos que ya son mayores y no son víctimas directas, pero padecen las consecuencias de esa persecución”, amplía Cirio. “Hay que tener en cuenta que cuando nosotros decimos «negro», en líneas generales, nos estamos refiriendo al color de piel. No todos los negros son negros, por eso se usa una categoría más amplia, que es la de afrodescendientes”, explica. “No fue lo mismo la detención de empresarios, estudiantes universitarios o un miembro de Montoneros. Si además eran afros, había una saña especial”, resalta. El fascismo añoraba la etapa “organizadora” anterior cuyo ideal era una nación “europea, católica, blanca y capitalista”. En este sentido, Cirio recordó al ex ministro del Interior, Albano Harguindeguy, quien en 1978 afirmó que la inmigración africana debía ser de “cuño europeo, siempre y cuando pretendamos seguir siendo uno de los tres países más blancos del mundo, pues significa una gran ventaja en calidad humana, que tenemos incluso sobre las naciones industrializadas”. A pesar del intento de blanquear a la Nación, tras la imposición del proyecto porteño y oligárquico, las masacres de comunidades originarias, afros y el sometimiento del gaucho en tropas y estancias, hoy están y resurgen con su identidad y reclamos con el surgimiento de nuevas organizaciones.
Esos cabecitas negras Luego con el mestizaje de originarios, afrodescendientes y el gauchaje del interior latente y agitado, desde el subsuelo de la patria sublevado aparecieron los “cabecitas negras”. El grupo de Cirio, utilizó como una herramienta de trabajo el estudiar la música en
Clara Kierszenowicz (Dana), Luis Mercadal (Lucho), Jorge Infantino (Tanito), y Marcelo Anibal Castello, son los identificados que desaparecieron de la murga “Los Descamisado de Liniers”. Julio César Abruzzese Rodríguez participaba de la murga Los Chiflados de Abasto y militante de la JP. Fue detenido y desaparecido el 11 de abril del 79. Sus compañeros dicen que “se lo llevaron por pensar, bailar y juntarse para defender la alegría trinchera”. Marcelo “Pichi” Castello, nacido en 1950, era también murguero, además de delegado gremial de la Foetra. Desapareció el 4 de febrero del 77. Clara “Dana” Kierszenowiz era actriz, pertenecía a la Juventud Peronista, era estudiante de Arquitectura y murguera. Se la llevaron el 28 octubre del 76. Jorge “Lucho” Gullo era montonero y murguista de la agrupación “Los alegres de Balbastro”, que funcionaba en el barrio de Flores Sur. Luis Mercadal, también era parte de los “Desca”, le gustaba la historia del tango, la calle Corrientes, sus librerías, y los escritores como Leopoldo Marechal, Oliverio Girondo y Alejandro Dolina.
Brazo armado de bombos y redoblantes Ese grupo nació en el barrio de Liniers, como brazo armado de redoblantes y silbatos. Eran pibes de Liniers que se sumaron al proyecto de liberación nacional y social, desde la JP, cual murga militante, entre el 73 y el 74 Con el lenguaje murguero adoptado para expresar la bronca, eran unos 20 y usaban como sede la Unidad Básica Descamisados. No usaban ropas carnavalescas (eran descamisados) y tenían un bombo de la murga Los Chiflados de Liniers y otros mangueados a la hinchada de Vélez, ya que algunos integrantes de la barra brava del Fortín también formaban parte de la murga.
Carnaval por la memoria La dictadura cívico militar prohibió eso tan peligroso como que la muchachada de un barrio tomara las calles y se expresara a los gritos, mofándose del autoritarismo y la represión. Por decreto, eliminaron los feriados en 1976. Pero no desapareció ni pudo prohibirse que las murgas volvieran a asomar en los clubes de barrio, plazas y veredas. Hasta que en 2010, una presidenta, una tal Cristina, restituyó la popular celebración. Quien fue detenido y sobrevivió fue Osvaldo López, aprisionado el 15 de julio de 1977. Estuvo cautivo en el edificio de Virrey Cevallos 630, en el que funcionaba un centro clandestino de detención del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea, a dos cuadras del departamento central de Policía. Hoy, Osvaldo es el coorinador del Espacio de la Memoria que funciona en el recuperado sitio donde funcionaba el centro de detención en el que él mismo estuvo detenido.
región | el eslabón
página 6 | sábado 23 de marzo de 2019
COMIENZA UN JUICIO HISTÓRICO
A saldar viejas cuentas A 44 años del Villazo, casi medio centenar de imputados entre civiles, militares y policías que participaron de la represión ilegal en Villa Constitución un año antes del Golpe serán indagados por la Justicia. Entre ellos, un ejecutivo de Acindar, símbolo de la comunión entre poder empresarial y genocidas.
Por Luciano Couso
C
UARENTA Y CUATRO AÑOS LES insumió a las víctimas de la represión ilegal desatada contra obreros metalúrgicos de Villa Constitución conseguir que un juez cite a declarar a 46 protagonistas civiles, militares y policiales de aquella “ocupación” armada a la ciudad que alberga a la acería Acindar, uno de cuyos directivos de entonces se transformó al año siguiente en el encargado de los asuntos económicos del plan genocida ejecutado por uniformados e ideado por hombres de traje. El 25 de marzo, a la jornada siguiente de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se iniciarán en el Juzgado Federal Nº 4 de Rosario las indagatorias a los posibles responsables penales de los delitos de lesa humanidad cometidos durante el hecho histórico conocido como el Villazo. El valor de esa causa radica en que la investigación no se detuvo en los ejecutores
uniformados de la represión ilegal –de indisimulable responsabilidad-, sino que avanzó sobre los civiles que participaban de la dirección empresarial de Acindar de aquellos años. Es decir, los beneficiarios del “palito de abollar ideologías” y autores intelectuales del modelo económico que comenzó a implementarse en 1976 a través, precisamente, de uno de los ejecutivos de la acería, José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía de la dictadura. El mismo que acuñó la frase “da lo mismo producir aceros que caramelos”, ejemplificadora del plan de desindustrialización, apertura de importaciones y ciclismo financiero que llevó adelante la última dictadura, nacionalista en lo político y neoliberal en lo económico. Cualquier parecido con las políticas actuales del Palacio de Hacienda no es mera coincidencia. Según explicó a el eslabón el fiscal del caso, Adolfo Villate, entre los llamados a declaración indagatoria que aceptó el juez dis-
pone “las de cuatro integrantes de la conducción Acindar” de entonces, entre ellos “gerentes y encargados de personal”. Pero, agregó, “uno de ellos fue integrantes del directorio en aquella época, de mayor rango que los anteriores”.
Re-tardado El retardo de la Justicia en investigar las responsabilidades penales del Villazo tiene una explicación histórico-política –fundada en las leyes de impunidad que impidieron el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de Estado desde fines de los 80 hasta comienzos de este siglo- y otra menos objetivable que consiste en la mora de seis años entre la denuncia presentada por los sobrevivientes y la decisión del juez, Marcelo Martín Bailaque, de hacer lugar a las indagatorias solicitadas por el fiscal Adolfo Villate. En marzo de 2017, Villate había solicitado 102 indagatorias a presuntos implicados en las tres decenas de asesinatos, tres centenas
de encarcelados y un millar de despidos que produjo el experimento de represión y disciplinamiento de la clase obrera a pequeña escala iniciado el 20 de marzo de 1975, que un año después se extendió a todo el país. En marzo de 2019, el juez hizo lugar a 46. El hecho histórico conocido como el Villazo, nacido de una larga huelga por el reconocimiento de una elección de la seccional de la UOM de Villa Constitución que fue respondida con una combinación de represión militar, policial y parapolicial, concentra con anticipación las características principales que distinguieron al plan sistemático de exterminio de opositores y de reconversión de las relaciones laborales y sociales de la Argentina a partir del golpe de 1976: represión ilegal, centros clandestinos de detención, acción conjunta de fuerzas de seguridad y patotas paraestatales, intento de aplastamiento del movimiento obrero organizado, disciplinamiento social de las disidencias políticas. El 26 de junio de 2013, ocho ex dirigentes gremiales de la seccional Villa Constitución de
el eslabón | región
la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) presentaron en los tribunales federales de Rosario un escrito para que se investiguen los secuestros y crímenes ocurridos en esa localidad. Patrocinados por una abogada de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y una asociación de ex presos políticos, los militantes pidieron a la Unidad Fiscal de Derechos Humanos que “se investigue la represión del movimiento sindical durante aquellos años”. La denuncia judicial está impulsada por Victorio Paulón, Zenón Sánchez, Agustín Luna, Cátulo Bogado, Miguel Alberto Simonovich, Luis Aliendro, Juan Actis y Roberto Justo Martínez, quienes integraban la Lista Marrón de la UOM de Villa Constitución, que a fines de 1974 ganó la conducción de la seccional sindical de los metalúrgicos.
Los hechos En 1974 la seccional Villa Constitución de la UOM, conducida a nivel nacional por el dirigente Lorenzo Miguel, estaba intervenida. El primer día de julio de ese año murió Juan Domingo Perón, mientras ejercía su tercera Presidencia. A cargo del Poder Ejecutivo quedó su viuda, María Estela Martínez, popularmente conocida como Isabelita, y del poder real el ministro de Bienestar Social y creador de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), el Brujo José López Rega. Los trabajadores metalúrgicos de Villa Constitución iniciaron medidas de fuerza para poder elegir a sus propios representantes. En Acindar se gestó una comisión interna encabezada por Alberto Piccinini, que se enfrentó a la conducción de Lorenzo Miguel. La empresa dirimió las diferencias inclinándose por una de las partes, con la que lograba un mejor entendimiento, e intervino en el conflicto con la expulsión de doce delegados. El conflicto derivó en una huelga iniciada en marzo de 1974. En ese contexto, la Policía Federal inauguró una sede en dependencias del Albergue de Solteros de Acindar, que se
sábado 23 de marzo de 2019 | página 7
convertiría en el primer centro clandestino de detenciones al año siguiente, antes del Golpe. De las centrales fabriles más importantes, los trabajadores tomaron en señal de protesta Marathon y Acindar y abandonaron Metcon, que había sido ocupada por la Gendarmería Nacional. Luego de una semana, los interventores de la UOM les informaron a los trabajadores que se llamaría a elecciones. A tal efecto se realizó una reunión, al cabo de la cual se supo que aquella promesa no sería llevada a cabo. “Por esa razón se decidió tomar de nuevo Acindar. La medida fue acompañada por todo el pueblo de Villa Constitución, en especial los comerciantes, que de diversas maneras colaboraron con los trabajadores: les enviaban comida y cosas que necesitaban”, reconstruyó la Fiscalía, a cargo de Villate, en base a los testimonios recogidos en la causa. Después de unos días, intervino el Ministerio de Trabajo de la Nación. La comisión interna de Acindar logró la reincorporación de los despedidos y la promesa de elecciones en 120 días a cambio de desocupar las empresas. Tras los comicios, triunfó la Lista Marrón, expresión del sindicalismo clasista y antiburocrático. El interregno hasta las elecciones -que se concretaron recién en noviembre de 1974estuvo signado por actos violentos y atentados con bombas a las sedes donde se reunían los representantes sindicales opuestos al oficialismo en la UOM. Ese triunfo -describió la Fiscalía en la contextualización histórica de su acusacióncambió radicalmente la situación y dio lugar a una serie de avances respecto a los derechos de los obreros que generaron numerosas tensiones con el sindicalismo ortodoxo. La investigadora de Flacso y del Conicet Victoria Basualdo, cuya tesis doctoral tuvo como objeto de estudio estos hechos, declaró en la causa que el triunfo de la lista Marrón “desencadenó una larga lista de reformas en el sindicato local, se mejoró la atención mé-
dica, se propuso crear un Policlínico que no existía, se trabajó con los delegados para elaborar anteproyectos de paritarias, se reactivaron los Congresos de Delegados entre Fábricas, y se logró una articulación con otros sectores de trabajadores locales, incluyendo trabajadores portuarios, ferroviarios, municipales, textiles, aceiteros, de comercio, bancarios y maestros entre muchos otros”. Basualdo explicó que con esos sectores “se lograron reivindicaciones económicas muy importantes para los trabajadores, aumentos de salarios en la mayor parte de las empresas y se concretaron acuerdos muy por encima de los convenios y lineamientos del gobierno”.
Serpiente Roja La tensa paz duró entre noviembre de 1974 y marzo del año siguiente. En febrero de 1975, Isabel y parte de sus ministros firmaron el decreto que habilitó en Tucumán el “Operativo Independencia”, que facultaba al “comando General del Ejército” a “ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán”. Para Villa Constitución no hubo formalismos administrativos. Al mes siguiente, la prensa se refirió a “información sobre una merma en la producción en lugares como San Nicolás y Villa Constitución, donde la UOM tienen filiales dirigidas por sindicalistas radicalizados”. Se iba preparando el terreno para la intervención. El mismo 20 de marzo el diario La Tribuna, que entonces se editaba en Rosario, presentó como principal título de portada: “Descubriose un vasto complot. Destinado a paralizar la industria pesada entre San Nicolás y nuestra ciudad”. Había comenzado lo que el ministro del Interior, Alberto Rocamora, denominó “Operativo Serpiente Roja del Paraná”, destinado a “combatir el complot a la in-
dustria pesada” que consistía en perseguir “a los subversivos”. El único conjurado contra la industria nacional era entonces directivo de Acindar e iba a convertirse en ministro de Economía. El “Operativo Serpiente Roja” consistió en la “ocupación” de Villa Constitución con militares, fuerzas de seguridad federales, bonaerenses y santafesinas, y las patotas de la Juventud Sindical y la Triple A. “Las autoridades políticas, en connivencia con los empresarios, y a través de las fuerzas armadas y de seguridad, decidieron aplicar un programa represivo en Villa Constitución, cuyos principales objetivos fueron disciplinar al movimiento obrero y avanzar en el proceso de concentración de las empresas siderúrgicas”, describió Villate en la acusación. En total, unos cuatro mil efectivos a bordo de 105 vehículos que “hicieron pinzas en las salidas de las fábricas y se llevaron detenidas alrededor de 300 personas” participaron del operativo de “ocupación” de la ciudad industrial. Los trabajadores iniciaron una huelga que se extendió durante sesenta días, que contó con el apoyo mayoritario de los metalúrgicos, de los sindicatos industriales del cordón y de las fuerzas democráticas. “A partir de ese momento -narró Villate-, se inició una verdadera cacería que perduró hasta el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y continuó con posterioridad, aunque adquiriendo otras características. La estrategia de aniquilamiento de la resistencia obrera fue notoria en todo el cordón industrial y, en nuestra zona, no sólo incluyó a Villa Constitución, sino también a Rosario, San Nicolás y San Lorenzo. Esa fue la dimensión de la represión a ese colectivo de trabajadores; todo estaba orientado a detener a una vanguardia sindical que cuestionaba al viejo modelo”. Una parte de los responsables de aquella cacería con fines políticos comenzará a rendir cuentas ante la Justicia este 25 de marzo.
página 8 | sábado 23 de marzo de 2019
la bola |
DICTADURA Y DEPORTE
El fútbol no se lo comió todo El ex defensor de Central, Ignacio Bogino, bicho raro dentro del ambiente de la redonda por su pasión por el dibujo, la literatura y la música, aplaude la movida de clubes que se expresan en favor de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Por Santiago Garat y Facundo Paredes
mocráticos tampoco pasa eso, creo que es el camino. Lo importante es debatir e interiorizarse, que así se puede crecer”.
E
L DEFENSOR ROSARINO ARRANCÓ en Morning Star, al que suele ir a ver cuando le queda un hueco durante su escasa estadía en la ciudad. En las paredes del club que alguna vez se llamó Evita La Estrella de la Mañana, cuelga la Celeste que el zaguero usó en Temperley, y que le obsequió a la humilde institución ubicada en Valparaíso y las vías del ferrocarril, y de la que siempre guarda buenos recuerdos. Después pasó a Central, donde debutó en Primera, ya como profesional, en 2008. Luego jugó un puñado de partidos en Arsenal de Sarandí, hasta que se calzó la camiseta que más usó en su carrera: la rojinegra de Patronato de Paraná, con la que disputó 116 encuentros y marcó 9 de los 10 goles que hizo en toda su trayectoria. El restante tanto lo convirtió defendiendo la del Gasolero. Ahora juega en Brown de Adrogué, donde tiene los partidos contados porque su retiro está a la vuelta de la esquina. Y el fin de semana jugará con la camiseta Tricolor, pero también con la de los derechos humanos, el mismo partido de las miles y miles de personas que marcharán en el marco del 43º aniversario del golpe cívicomilitar, gritando por Memoria, Verdad y Justicia. “Siempre trato de que mis compañeros del plantel se interioricen, para que esto no pase nunca más”, remarca Bogino, que también es dibujante, atributo que le valió para formar parte del plantel de Pelota de Papel, el libro escrito por ex y actuales futbolistas, que ya va por su tercera edición. “Este compromiso con la historia es impostergable y no se puede dejar más de lado”, afirma.
Golpe de realidad Nacho se crió y pasó su infancia y adolescencia en Echesortu, en las inmediaciones de Rioja y Avellaneda, donde tuvo sus primeros encuentros con la redonda. A los 21 se fue a Funes y arrancó su etapa en Rosario Central, y a los 23 atravesó la General Paz, y nunca más volvió a sus pagos, más que no sea de visita. Pero tiene claro que después de colgar los botines, algo que según adelanta no le falta mucho, volverá a instalarse en su ciudad natal. Los lujos que jamás tiró en el verde césped, tampoco los tuvo en su casa de pibe. “Fuimos una familia de clase media bastante ajustada, y el hecho de tener problemas económicos te hacía hablar de la situación”, recuerda este aguerrido zaguero, y cuenta: “Mi vieja, que era radical, siempre fue bastante política, y solía volcar los casos de actualidad a la mesa. En casa siempre estaba latente el tema político. De chico me tocó vivir todo el menemismo, esa ex-
La marcha del golazo
presión económica, cultural, muy parecida a la que se está viviendo ahora. Y esos años opresivos van generando conciencia y movimiento en uno”. De todas maneras, el interés por la historia y la realidad no quedaban entre las paredes de su casa. “Cuando terminé la secundaria y empecé a estudiar Publicidad empecé a ver materias como Sociología, Filosofía, Historia, en las que se iba hablando del tema, y creo que ahí empecé a tomar verdadera conciencia de lo que es tener en cuenta este tipo de sucesos, para que no se vuelvan a repetir, y para que las nuevas generaciones sean transformadas con hechos mejores que esos. Si bien siempre volvemos a cometer errores, y parece que la historia se repite, creo que en Argentina nunca más habrá gobiernos militares”, subraya el también conductor radial (ver aparte), y añade: “Después, obviamente que por necesidad propia uno se va interesando por la importancia de saber cómo estamos compuestos, por historia, y por capas y capas por las que fuimos pasando y que nos hacen lo que somos ahora. Desde el descubrimiento de América a la matanza indígena, de nada estamos exentos, somos el resultado de todo eso”.
La dictadura de la pelota El jugador ahora dirigido por el popular Pablo Vico –también conocido como el Ferguson del Conurbano, o incluso como Don Ramón (por su parecido con el personaje del Chavo)– reconoce que el mundo futbolero no le abre mucho el juego a los debates políticos. “Con el tema del fútbol me ha costado muchísimo poder volcar todo lo que uno quiere con este tipo de causas sociales, más que nada hasta que empecé a romper con eso, para darme cuenta que estamos en un lugar de privilegio, que como jugadores somos una voz escuchada, por lo que hay que tener responsabilidad y asumirla”, resalta Nacho, y señala a dos ex leprosos por su lucha en este sentido: “Es importante que los jugadores se manifiesten, que haya algunos destacados como Nahuel Guzmán, o lo que hizo Kurt Lutman, que son jugadores comprometidos y que significan un precedente para los chicos”. A pesar de ciertas limitaciones, Bogino celebra que en el deporte de la redonda “siempre salen este tipo de temas y uno trata de imponer su punto de vista. Siempre trato de que mis compañeros se interioricen, para que esto no pase más, que un Estado vaya fuera de la ley. Es el pueblo el que tiene que elegir y gobernar, aunque en gobiernos de-
“Cada vez que estoy en Rosario voy a las marchas del 24, pero en Buenos Aires me cuesta más porque estoy en zona sur, lejos, y porque a veces nos hacen entrenar, así que se me complica”, dice Nacho al ser consultado por su participación en la movida nacional en la que se recuerda el inicio de la etapa más sangrienta de la historia de nuestra patria, y aclara: “Pero siempre trato de estar activo, aunque sea hablando de eso con compañeros en el vestuario”. Bogino admite que aunque generalmente son excepciones, ha encontrado jugadores para tirar paredes en el campo de la memoria. “Siempre alguno hay. He tenido compañeros, uno o dos por plantel, que se expresaban de otra manera, y no sólo jugando a la pelota. El problema es que en este ambiente cuesta hablar, contar que uno es sensible, porque es un lugar muy conservador, machista, no da espacio para ese tipo de cosas, y entonces tendemos a meternos para adentro, a hablar lo menos posible y dedicarnos solo a jugar”, señala. “Pero en los planteles siempre hay un par que se van animando, y Pelota de Papel está lleno de jugadores que van por ese camino”, destaca, y enumera: “Tuve de compañero a Sebastián Vidal, que estudia Ciencia Política; a César Carignano, que ahora es periodista y escribía un libro cuando todavía jugaba. Y Leonardo Di Lorenzo, con quien empezamos a hacer un programa de radio. Esas cuestiones nos unían y fuimos generando vínculos y proyectos también, en paralelo”. Antes de despedirse, Bogino celebra que el deporte que abrazó de pequeño haya empezado a expresarse en los últimos tiempos contra el arco del olvido. “En la última marcha que estuve en Rosario, me crucé con las columnas de Central y de Newell’s y me pareció buenísimo”, dice con orgullo. “Recién ahí me enteré de todo ese movimiento en los clubes de la ciudad. Me parece genial y muy valorable también que lo puedan volcar a las pensiones para los chicos, porque los clubes cumplen un rol social muy importante y las generaciones de jugadores, mientras más se expresen, mayor resultado va a haber para los pibes que quieran jugar a la pelota y para los que lo consumen”. “Creo que todo esto es también el resultado de otros jugadores valientes que pudieron expresarse, mostrar el pañuelo cuando nadie lo mostraba, exhibir la camiseta con alguna frase, como hicieron Kurt y Mauro Amato, y ojalá se siga sumando mayor compromiso social, como el movimiento de las mujeres que es super importante y que también mueve al fútbol en todos los sentidos”.
| el eslabón
Su condición de ilustrador y futbolista le valió a Ignacio Bogino la chance de ser convocado al proyecto Pelota de Papel, en su segunda edición, en la que su dibujo acompañó el cuento El gol más lindo, de puño y letra del ex delantero César Carignano. “No había muchos libros en casa, pero siempre me potenciaron con el tema del dibujo, que me salía bien. Me ayudaron y no me frustraron, como le pasa a algunos chicos cuando no les sale algún modelo como le dicen que tiene que ser, y deja de hacer esas cosas”, rescata el artista, que además comenzó a incursionar en la literatura, y sigue: “Es algo que necesito, que no puedo estar si no hay un canal de expresión que caiga de mi. Me pasa con la música, la guitarra, ahora con el dibujo y escribiendo”. Así como dentro del campo de juego se enfrenta a cualquier delantero, también se le anima a la conducción radial y, junto con quien fuera su compañero en Temperley, Leonardo Di Lorenzo, lleva adelante el programa Final del juego, que se emite los lunes de 16 a 17, por FM La Patriada. “Siempre traté de separar al jugador de fútbol con el dibujante, o con el que leía, porque me enseñaron a ser sólo jugador, porque iba a descuidar mi trabajo. Una vez que llegué, que me hice como futbolista, pude romper ese ideal, esos estereotipos, y hacer las otras cosas que me gustaban y que también me hacían mejor jugador”, asegura el ex Canaya. “Pude despojarme de esos mandatos y juntar la literatura y el dibujo con el fútbol, llevar mis cosas a la concentración. Participé de Pelota de Papel, arranqué un taller literario. Me di cuenta que esa manera de mostrarme podía servir como ejemplo para otros compañeros de vestuario que tuvieran otro tipo de inquietudes, y puedan sentirse liberados de hacerlo”, reflexiona.
LITERATURA, DEPORTE Y DICTADURA
Encuentro cercano Por Santiago Garat
M
ariana conoció a Guille en un fogón en Capilla del Monte, en el camping que está al pie del cerro Uritorco. Había llegado con unas amigas con la idea de hacer cumbre una noche de luna llena que, según sus cálculos, sería la del día siguiente. El vino y el porro que pasaban de mano en mano, las chispas hipnóticas que se perdían en la oscuridad al ritmo del viento, y la voz endulzada de ese flaco de ojos negros que le hablaba de un país con oportunidades para todos, la sumergieron en un sopor alucinante. En un llano entre los árboles, a resguardo de miradas ajenas, se amaron en silencio y con pasión. Volvieron al grupo sin omitir palabra, y sin soltarse las manos. La mañana la despertó con resaca y un puñado de recuerdos, y la premura de sus amigas por ir al encuentro de seres de otro planeta. Al mes y medio, en la comodidad de su casa de Castelar, Mariana vomitó todas las verdades de su vida. Tenía 19 años y decidió, abrazada al inodoro, que si era varón sería Guillermo. Y si era nena, Luna. Luna nació en junio del 78, el mismo día que Argentina le metió 6 a Perú. Mariana pujaba entre lágrimas y culpa mientras Leopoldo Jacinto Luque, tirándose en palomita y con su melena al viento, empujaba la Tango al arco del autotrol, en la cancha de Central. Luna, hoy, esta noche de luna llena, cumple 40. Cuando sopla la velita que decora su torta, lo único que desea es saber qué carajo pasó con su viejo, militante peronista y montonero que fue visto por última vez con vida en un fogón en Capilla del Monte, en el camping que está al pie del cerro Uritorco.
FACUNDO VITIELLO
Dibuje, maestro
sábado 23 de marzo de 2019 | página 9
internacionales | el eslabón
página 10 | sábado 23 de marzo de 2019
UN SISTEMA REGIONAL PARA ANIQUILAR MILITANTES POLÍTICOS, SOCIALES Y SINDICALES
Sintonía criminal El Plan Cóndor coordinó las persecuciones y las masacres perpetradas por las dictaduras de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Nació en 1975 en la capital chilena y fue impulsado y monitoreado por EEUU, que además entrenó a los ejecutores en la Escuela de las Américas. Por Pablo Bilsky
que tenía su estación matriz en una instalación norteamericana del Canal de Panamá.
“
EL PLAN CÓNDOR FUE UN sistema formal de coordinación represiva entre los países del Cono Sur que funcionó desde mediados de la década del setenta hasta iniciados los años ochenta, para perseguir y eliminar a militantes políticos, sociales, sindicales y estudiantiles de nacionalidad argentina, uruguaya, chilena, paraguaya, boliviana y brasileña”. La definición se encuentra en el documento del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) titulado “Plan Cóndor. Una asociación ilícita para la desaparición forzada de personas”, que puede consultarse en Internet. El Centro Clandestino de Detención Automotores Orletti, en el barrio de Floresta, Buenos Aires, cumplió un papel fundamental dentro del plan. El estudio señala que su acta de fundación está fechada el 28 de noviembre de 1975 en Santiago de Chile, “durante la clausura de la Primera Reunión de Inteligencia Nacional, y lleva las firmas de los representantes de Inteligencia de la Argentina (Jorge Casas, capitán de navío, SIDE), Bolivia (Carlos Mena, mayor del Ejército), Chile (Manuel Contreras Sepúlveda, jefe de la DINA), Uruguay (José Fons, coronel del Ejército) y Paraguay (Benito Guanes Serrano, coronel del Ejército)”. El informe de Cels indica además que en el Archivo del Terror de Paraguay se encontró una copia de la invitación formal que la Dirección de Inteligencia Nacional chilena, la DINA, envió el 29 de octubre de ese año al Jefe de Policía de la República de Paraguay, General de División Francisco Brites, “para promover la coordinación y establecer algo similar a lo que tiene Interpol en París, pero dedicado a la subversión”. El documento firmado en Santiago de Chile brindó cobertura institucional a muchas de las actividades, relaciones y prácticas de inteligencia y represión que este conjunto de países latinoamericanos ya desarrollaban de modo bilateral. En el texto quedó documentado el comienzo de la cooperación formalizada entre las agencias de inteligencia del Cono Sur. “Se dan por iniciados a partir de esta fecha los contactos bilaterales o multilaterales a voluntad de los respectivos países aquí participantes para el intercambio de información subversiva, abriendo propios o nuevos carteles de antecedentes de los respectivos servicios”. El documento del Cels aclara que si bien ningún representante de Brasil firmó ese acuerdo inaugural, se comprobó la cooperación de ese país para actividades represivas contra opositores políticos de los países miembro. En el marco del Plan Cóndor, la coordinación represiva atravesó diferentes fases. La primera consistió en la creación de una base centralizada de información sobre los movimientos guerrilleros, partidos y grupos de izquierda, sindicalistas, religiosos, políticos y supuestos enemigos de los gobiernos autoritarios involucrados en el plan. En la segunda se identificó y atacó a los considerados “enemigos” políticos a nivel regional. En la tercera y última, indica el informe del Cels, se realizaron operativos fuera de la región para encontrar y eliminar personas que se hallaban en otros países de América y de Europa.
La operación genocida en documentos oficiales de EEUU La documentación desclasificada disponible muestra que varias agencias del gobierno de EEUU tuvieron un temprano conocimiento de los alcances de la coordinación represiva y no hicieron demasiados esfuerzos para dete-
El juicio por el Plan Cóndor en la Argentina
Se dan por iniciados a partir de esta fecha los contactos bilaterales o multilaterales a voluntad de los respectivos países aquí participantes para el intercambio de información subversiva. nerla hasta que pasó a la tercera fase, que resultó la más problemática porque ya no se podían mantener bajo sigilo las operaciones. De hecho, agrega el informe, la descripción detallada de las diferentes fases del Plan y de sus alcances surge de modo nítido del análisis de la documentación desclasificada por el Departamento de Estado yanqui, en la que se consigna que “Operación Cóndor es el nombre clave para la recolección, intercambio y almacenamiento de datos de inteligencia respecto de los llamados «izquierdistas», comunistas y marxistas, que fue establecida recientemente entre los servicios de inteligencia que cooperan en América del Sur a fin de eliminar actividades terroristas marxistas en el área. Además, «Operación Cóndor» apoya operaciones conjuntas contra blancos en los países miembros de «Operación Cóndor». Chile es el centro de «Operación Cóndor» y además de Chile sus miembros incluyen Argentina, Bolivia, Paraguay, y Uruguay. Brasil también ha acordado tentativamente a proveer información de inteligencia a «Operación Cóndor». Los miembros de «Operación Cóndor» que muestran más entusiasmo hasta la fecha han sido Argentina, Uruguay y Chile. Los últimos tres países se han embarcado en operaciones conjuntas, principalmente en Argentina, contra blancos terroristas”. El mismo documento del Departamento de Estado de EEUU, puntualiza el informe del Cels, explicita que esa tercera fase, extremadamente secreta, de la Operación Cóndor “implica la formación de equipos especiales por los países miembros para llevar a cabo sanciones hasta asesinatos contra terroristas o simpatizantes de organizaciones terroristas de los países miembros de «Operación Cóndor». Por ejemplo, si un terrorista o simpatizante de un país miembro de «Operación Cóndor» es ubicado en un país europeo, un equipo especial de «Operación Cóndor» sería enviado a ubicar y dar seguimiento al blanco. Una vez terminada la operación de ubicación y seguimiento, un segundo equipo de «Operación Cóndor» sería enviado para llevar a cabo la sanción de hecho
contra el blanco. A los equipos especiales se les emitirían documentos falsos de parte de los países miembros de «Operación Cóndor» y podrían estar compuestos exclusivamente por individuos de una de las naciones miembros de «Operación Cóndor» o podrían estar compuestos por un grupo mixto de varias naciones miembros de «Operación Cóndor». Los países europeos mencionados específicamente para operaciones posibles bajo la fase tercera de «Operación Cóndor» son Francia y Portugal”. Las reticencias respecto de esta fase final, no deben hacer perder de vista el rol fundamental de EEUU en la consolidación de las fases previas del Plan. El Cóndor llegó a tener un banco de datos computarizado con información de miles de individuos considerados como políticamente sospechosos y contaba con archivos de fotos, microfichas, informes de vigilancia, perfiles psicológicos, informes sobre pertenencias a organizaciones, historias personales y políticas, listado de familiares y amistades. Las computadoras para almacenar esa información fueron suministradas por la CIA ya que ningún otro país del continente disponía para ese entonces de la tecnología suficiente para hacerlo. Por otro lado, los países contaron para comunicarse entre sí con un sistema de comunicaciones protegidas que se conoció como Condortel,
Por primera vez, el Poder Judicial de un país dio por probado que el Plan Cóndor fue una asociación ilícita para desaparecer personas, más allá de las fronteras. Los alcances del Plan quedaron demostrados en su total magnitud. Por muchos motivos, se trató de un juicio con características particulares y de suma importancia regional: el cúmulo documental, las cientos de declaraciones de testigos en forma presencial y por videoconferencia desde sus países de residencia. Además del universo alcanzado de personas que resultaron víctimas entre las que se encuentran militantes políticos, sociales, sindicales o estudiantiles de distintas nacionalidades. Esta trama permitió dar cuenta de la existencia de un sistema formal de coordinación represiva entre las dictaduras de la Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia. En el veredicto del Tribunal Oral Federal N°1 se determinó que los imputados fueron parte de ese sistema criminal y que fueron responsables de algunas operaciones específicas en el marco del Plan. Por esas razones se condenó a la pena de 25 años a Santiago Omar Riveros y al ex militar uruguayo extraditado a la Argentina para este juicio, Manuel Juan Cordero Piacentini. A 20 años a Reynaldo Benito Bignone y a Rodolfo Emilio Feroglio. A la pena de 18 años a Humberto José Ramón Lobaiza. A Antonio Vañek, Eugenio Guañabens Perelló, Enrique Braulio Olea se los condenó a la pena de 13 años de prisión. A 12 años a Luis Sadi Pepa, Néstor Horacio Falcón, Eduardo Samuel Delío, Felipe Jorge Alespeiti y Carlos Humberto Caggiano Tedesco. Federico Antonio Minicucci fue condenado a 8 años. También se condenó a Miguel Ángel Furci, ex agente de Inteligencia, a la pena de 25 años de prisión por ser co-autor penalmente responsable por las privaciones ilegales de la libertad, agravadas por violencia y amenazas contra 67 personas, padecidas durante sus cautiverios en el Centro Clandestino de Detención Automotores Orletti. Juan Avelino Rodríguez y Carlos Horacio Tragant fueron absueltos. La lectura del veredicto fue el 27 de mayo de 2016. En septiembre de 2018, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal dejó firmes las condenas de Alespeiti, Riveros, Guañabens Perelló, Caggiano Tedesco y Vañek, Feroglio, Sadi Pepa y Falcón, condenados en la causa Cóndor. También dejó firme la condena de Furci, el único acusado en Orletti II.
Corrientes 450, Rosario www.aecrosario.org.ar 4400477 / 4491129
Teatro Asociación Empleados de Comercio
el eslabón | internacionales
sábado 23 de marzo de 2019 | página 11
UNA INSTITUCIÓN AL SERVICIO DE LOS GOLPISTAS DE TODO EL CONTINENTE
Instruyendo a genocidas La Escuela de las Américas enseña a torturar y matar. Se fundó en Panamá en 1946 y hoy todavía funciona. Con otro nombre, en otro lugar, pero con los mismos objetivos. Es el eje de la política exterior de EEUU hacia la región. KATELYN HUNTER
Por P. B.
Ecuador, El Salvador, Guatemala y Perú”, señala el texto en la página 52.
U
NA ESCUELA DESTINADA A entrenar golpistas, asesinos, genocidas y torturadores latinoamericanos, con programas de estudio en castellano especialmente diseñados para ese fin. Es una academia militar manejada por el Ejército de EEUU para convertir a los oficiales latinoamericanos en fuerzas de ocupación de sus propios países. Desde el Pentágono se la definió como “el eje de la política exterior de Estados Unidos”. Una fábrica de dictadores. La que entrenó a muchos de los asesinos que dieron el golpe en la Argentina el 24 de marzo de 1976. Y no es cosa del pasado: todavía existe, todavía funciona, y sigue haciendo lo mismo. Además, la Escuela de las Américas sólo es el más famoso centro de entrenamiento militar de torturadores y asesinos para América Latina. Pero no es el único. Dista mucho de serlo: hay 150 más en EEUU. Se trata de una institución al servicio del imperio, con más de 85 mil graduados desde su fundación en 1946. Hoy se llama Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental. Sigue muy activo. Continúa enseñando a matar, a torturar, a espiar, a dar golpes de Estado y, en los últimos años, a desarrollar las técnicas más sutiles para lograr estos objetivos a través de campañas de prensa, noticias falsas y persecución a través de armado de causas judiciales (“lawfare” o guerra judicial). Sus graduados produjeron genocidios en todo el continente: cientos de miles de muertos y desaparecidos. Los genocidas argentinos Leopoldo Fortunato Galtieri y Roberto Viola se encuentran entre los miles de asesinos que salieron de las filas de esa institución. En 1984, la Escuela de las Américas fue traslada al estado de Georgia, en EEUU, a petición del presidente panameño Jorge Illueca, que la describió como “la base más grande para la desestabilización en América Latina”. En el mismo año, uno de los principales diarios panameños la apodó “La Escuela de asesinos”. Argentina dejó de enviar militares a ese instituto en 2006. Bolivia en 2007. Venezuela en 2004. Ecuador y Nicaragua en 2012. En 1996, la prensa estadounidense dio a conocer la existencia de los manuales de entrenamiento, utilizados en la academia militar, que aconsejaban “aplicar torturas, chantaje, extorsión y pago de recompensa por enemigos muertos”. Similares denuncias fueron hechas en 1998 por el mayor Joseph Blair, un militar con veinte años de servicio en el Ejército de EEUU y tres como instructor en la Escuela de las Américas, en un video titulado An Insider Speaks Up (“Habla un testigo”).
Cinismo al palo
En mayo de 2000, en el marco de intensas protestas de militantes estadounidenses, especialmente del grupo School of America Watch (SOAW), el Congreso de EEUU cometió un gran acto de cinismo. Con 214 votos a favor y 204 en contra, decidió “cerrar” la Escuela de las Américas. Pero en esa misma votación, dispuso reemplazarla por el Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental, que funcionaría en el mismo edificio de la Escuela de las Américas, en Fort Benning, estado de Georgia. O sea: un mero cambio de nombre. La institución sigue hasta hoy, maquillada, con los mismos programas, con otros nombres, con los mismos objetivos, apenas encubiertos. “La Escuela de las América combate a los pobres”, sintetizó Roy Bourgeois, fundador de SOAW, quien padeció 4 años de cárcel por militar contra la escuela. “Nuestra lucha es por un cambio en la política exterior de EEUU”, agregó en su testimonio para el documental dirigido por John H. Smihula, Hidden in Plain Sight (“Oculto a la vista de todos”- 2003).
La tortura, un comercio execrable En el Capítulo V del Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), titulado “El Respaldo Doctrinario de la Represión”, se consigna que en el periodo de la dictadura, 1976 a 1983, “miles de personas fueron privadas ilegalmente de su libertad, torturadas y muertas como resultado de la aplicación de los procedimientos de lucha inspirados en la totalitaria Doctrina de Seguridad Nacional”. Se citan en este sentido las declaraciones del 4 de enero de 1981 del general Ramón Camps: “En Argentina recibimos primero
la influencia francesa y luego la norteamericana, aplicando cada una por separado y luego juntas, tomando conceptos de ambas hasta que llegó un momento en que predominó la norteamericana”. Amnistía Internacional publicó en 1999 un informe de 64 páginas titulado “Un comercio execrable: el comercio de la tortura”. Allí se considera a la Escuela de las Américas como especialista y comercializadora de esta práctica. “Los torturadores no nacen: alguien los educa, los entrena y los apoya. En muchos países dependen de la voluntad de gobiernos extranjeros dispuestos a proporcionarles no sólo material, sino también personal, instrucción y «conocimientos y experiencia». Poner fin a la tortura implica no sólo poner fin al comercio del material destinado a ese fin, sino también acabar con el comercio que contribuye a crear torturadores profesionales”, señala el informe en la página 49. Amnistía Internacional advierte, asimismo, que no es la única institución que comercia con el horror. “La Escuela de las Américas, ubicada en Fort Benning, Georgia, es el más conocido de los centros estadounidenses de instrucción militar, pero hay más de 150 centros en EEUU y en otros países donde se imparte formación a militares extranjeros. En septiembre de 1996, el Departamento de Defensa estadounidense dio a conocer datos según los cuales, entre 1982 y 1991, la Escuela había utilizado unos «manuales de instrucción sobre técnicas de inteligencia» que propugnaban las ejecuciones, la tortura, las palizas y el chantaje. Los manuales, redactados en español, se emplearon para capacitar a miles de agentes de las fuerzas de seguridad latinoamericanas, y se distribuyeron ejemplares en Colombia,
Según informa la página de la organización estadounidense School of America Watch (SOAW) en su capítulo “Razones para cerrar la Escuela de las Américas”, esta institución se ha caracterizado durante toda su historia por la práctica sistemática de las formas más cínicas del negacionismo. “La Escuela de las Américas no se ha hecho cargo de investigar a los militares instructores de la misma academia que prepararon manuales de torturas y formaron a miles de soldados latinoamericanos en materias contrarias a los derechos humanos. Muchos de ellos podrían seguir dando dudosa formación militar actualmente”, señala la organización que milita por el cierre de la institución. “No se ha hecho cargo de investigar a los instructores invitados, los que en varias ocasiones han sido reconocidos violadores de los derechos humanos o potenciales infractores de la ley como por ejemplo el caso del coronel colombiano Álvaro Quijano y el mayor Wilmer Mora quienes en 2008 fueron arrestados y sometidos a juicio por colaborar con el narcotráfico. Quijano y Mora fueron instructores en la Escuela de las Américas durante los años 2003 y 2004, donde impartieron cursos relativos a Operaciones para el Mantenimiento de Paz y Democracia Sustentable”, agrega el sitio de SOAW, en el que queda claro que el caso de esta institución no es diferente, en materia discursiva, al del resto de otras agencias imperiales: en nombre de la libertad y la democracia, EEUU comete crímenes de lesa humanidad, genocidios y atentados contra la democracia y la libertad. La organización denuncia que EEUU dice enseñar DDHH pero no los respeta. “Se opone al funcionamiento del Tribunal Penal Internacional. Basta recordar Guantánamo y Abu Grahib y las presiones por lograr inmunidad para los militares de EEUU que operan en esa región”, denuncia SOAW. “La Escuela de las Américas miente también al decir que su meta «incluye fortalecer la democracia, inculcar el respeto por el imperio de la ley y el acatamiento de los derechos humanos». Muchos de sus políticos y militares se muestran hostiles al nacimiento de regímenes progresistas en América Latina. De hecho en 2002 apoyaron a los golpistas venezolanos que pretendieron destituir por la fuerza al presidente Hugo Chávez. También hay fundadas sospechas que apoyan a grupos que trabajan por desestabilizar a los gobiernos de Cuba, Ecuador, Bolivia, entre otros”, agrega la página del grupo de militantes estadounidenses que lucha por el cierre de esta institución, que también denuncia que “esconde los listados de los nuevos estudiantes, que actualmente son secretos”.
femimasa | el eslabón
página 12 | sábado 23 de marzo de 2019
EL AMOR PARA IGUALAR EN OPORTUNIDADES
Maestra villera Laura Daoulatli es docente de la escuela Nuestra Señora de Itatí del barrio Las Flores. Hace casi 30 años que le da pelea a las ausencias del Estado en un territorio atravesado por las violencias y los estigmas. Siempre con optimismo, siempre con la esperanza de construir mejores horizontes. CARLA SCOLARI
Por Marcela Isaías
C
UANDO LAURA ERA UNA NENA tenía dos juegos preferidos: el fútbol y a la maestra. A los 24 ya estaba dando clases de música en la Escuela Nuestra Señora de Itatí, en el corazón del barrio Las Flores sur. Se enamoró de su oficio, en ese territorio carente de todo. Cada año eligió enseñar ahí, nunca irse del barrio. De los casi 30 que lleva en la docencia, 22 trabajó doble turno. Hasta que un día su cuerpo, mejor dicho su voz, dijo basta. Y a las “tareas diferentes” que le asignaron las convirtió en una biblioteca escolar que bautizó “Santiago Mac Guire”, en homenaje al ex sacerdote fundador de la Itatí. Laura Daoulatli se nombra “maestra villera”, como una señal de resistencia, por la historia y función social de la escuela que eligió para su vida. El 140 se detiene en la parada de la plaza Itatí, en Flor de Nácar al 7000, bien frente a la escuela. Bajan los últimos pasajeros que vienen del centro al sur, la mayoría mujeres. En la plaza hay trueque, la forma de subsistir que se vuelve a imponer para poder comer y vestirse. En la puerta de la escuela está Laura con un bebé en brazos. Es habitual que las ex alumnas muestren sus hijos a quienes fueron o son sus maestras. La reja se cierra y de la entrada hasta la biblioteca hay apenas unos pasos. Sobre el banco que oficia de escritorio hay un cuaderno grande con el escudo –igual de grande– de Rosario Central. Una de las identidades que Laura eligió tatuarse. De las paredes cuelgan las imágenes de Santiago Mac Guire, de los sacerdotes Enrique Angelelli y Carlos Mugica, y la de Pocho Lepratti. Y entre los libros, bien a la vista, el que reescribe los cuentos tradicionales infantiles en clave de ESI. También hay una bandera del Sadop Rosario, su sindicato. “Yo vengo de la educación pública, caí en la privada”, se ríe de la idea y agrega: “Tampoco era creyente…”. Y arranca con su historia personal. A la primera que menciona es a Zulema, su hermana mayor que falleció a los 39, una marca dolorosa en su vida. “Eso me destruyó”, admite casi a modo de confesión, mirando el nombre de Zulema tatuado en su mano y también en árabe sobre unos de sus brazos: “Por siempre hermanas”. Traduce e ironiza que con semejante sello “jamás podrá entrar a Estados Unidos”. Su mamá, la Negrita, provenía de una familia muy humilde de la zona sur de Rosario. Su papá, el Turco, tenía un origen más pudiente. “Mi abuelo era de Alepo, Siria”, lo nombra para apreciar su procedencia. “Soy bautizada en la iglesia San Jorge, mi papá era muy conservador. Mi mamá no creía y con la muerte de mi hermana menos”. La que siempre los empujó a estudiar a ella y a sus hermanos fue la Negrita. Los tres fueron a la primaria Las Heras, la N°66. “Adoro esa escuela”, acota a su relato. Laura hizo el secundario en el Superior, estudió tres años de abogacía, otros tres de violín, siempre en la Universidad Nacional de Rosario. Pasó por la Escuela de Música que fundó Jorge Fandermole y más tarde cursó el profesorado en la especialidad. “Esto ya se vislumbraba porque cuando era chica jugaba al fútbol y a la maestra. Y siempre era la maestra. Les enseñaba a mis primas. Hasta tengo algunas cosas incorporadas con la corrección de ese juego”, disfruta del recuerdo. ¿Maestra o directora? “¡No! Siempre maestra, porque yo con los cargos no me llevo bien”. Laura aprobó el examen de ingreso a Derecho en 1982, en tiempo de dictadura y de
restricciones para estudiar en la universidad pública. Quizás siguiendo los pasos de su hermana que ya era abogada. “Ahí milité un poquito, me focalicé en extensión universitaria. Mi papá era peronista y mi mamá radical, me enganché con un grupo de estudiantes, también algo en la Franja pero poco: nunca pude sostener una militancia partidaria, sí más social o sindical”. Con un grupo de estudiantes que conoció en la universidad, a principios de la vuelta a la democracia, los sábados por la mañana se juntaban en la esquina del Laurak Bat, de Santa Fe y Dorrego y se subían al 201 que los llevaba hasta Villa Banana. “Nos bajábamos en Gaboto y Felipe Moré, donde estaba bastante descampado. Íbamos hasta un saloncito que había hecho el padre José Luis Bayo, en la Iglesia Nuestra Señora de la Salud. En ese saloncito alfabetizábamos”. Apenas terminó el secundario comenzó a trabajar en un estudio contable. Mientras liquidaba sueldos y resolvía cuentas, estudiaba violín. Hasta que llega la propuesta de enseñar música en la Itatí: “Faltaban, siempre faltaron, docentes capacitadas para dar clases en esta especialidad. Ingresé con 24 años, el 9 de octubre de 1989. Al poco tiempo me ofrecieron otro cargo, dejé mi trabajo en el estudio contable y arranqué con el doble turno”. Laura dice que siempre aprendió y se formó junto a sus compañeras, en particular menciona en sus primeros años del oficio al padre Claudio Castricone y a Beatriz Silva, directora por entonces de la Itatí. Los que siguieron fueron años de alegrías y de dolor: con dos hijos pequeños se las ingeniaba para atender el doble turno, estudiar de noche el profesorado, asumir el divorcio, más tarde la muerte de quien fuera su esposo, de su hermana y cuidar de sus padres enfermos. “Una compañera siempre me dice que soy las tres M: Mujer, Madre y Maestra. En ese orden”, larga con una sonrisa. Laura habla de ese tiempo como “demoledor”. Pero como muchas tres M siguió adelante. Motivada desde su sindicato, también
aprobó la licenciatura en pedagogía social. Más “un montón de cursos”, en particular orientados a las problemáticas de género. En este ciclo escolar su nieto mayor –tiene otro de dos años y medio– comenzó el primer grado. Además de aprender a ser abuela, Laura creció como mamá escuchando a Ian, su hijo trans, a quien acompaña por estos días en los trámites para tener su nuevo documento de identidad. La educación sexual integral (ESI) atraviesa toda la conversación: la vida de la escuela, la diversidad sexual, responder a los abusos y maltratos naturalizados, desarmar “esos micro machismos que sostienen al patriarcado”, ayudar a “empoderar a otras mujeres” y mostrar que un mundo sin violencias es posible.
Ni pública ni privada La escuela de Las Flores está pegada a la parroquia Nuestra Señora de Itatí, en el predio también hay un comedor, más un servicio de orientación para la niñez y la juventud. “Acá no hay una escuela pública y una privada, acá hay escuela inclusiva o expulsiva. Y esta es una escuela inclusiva porque serlo no es incorporar chicos en forma numérica, sino darles herramientas para que pueden tener un futuro mejor, igualar en derechos, porque además se lo merecen”, fija posición ante las diferencias que en ese territorio ganado por los olvidos se vuelven absurdas. Laura sostiene que la autoridad se construye desde el saber y desde el afecto, el amor, porque “no hay otra para enseñar, para aprender”. Las Flores es el lugar por el que optó permanecer en su trabajo. “Elegí siempre quedarme en esta escuela porque me enamoré, porque pasé más tiempo de mi vida acá que en mi casa. Porque creé lazos de amistad con un montón de mujeres, de mamás”, habla y con la mirada recorre el cuarto que hace de biblioteca. En ese momento entra María, una maestra del turno tarde que fue alumna en la Itatí. La presenta, la abraza. Ella pregunta si sobra una silla, porque falta en el salón. Corre a atender el tim-
bre. Hablan de unas llaves. Todo en menos de 30 segundos. Instantes cotidianos que marcan el tiempo y la vida escolar. María se va y Laura retoma la charla. Habla sin pausa, de un tema pasa a otro con esa capacidad única que tienen las docentes de mantener en un mismo nivel de interés todo lo que acontece en una escuela. Quizás porque así se vive ese oficio: enseñar, cuidar recreos, atender a las familias vulneradas, compartir alegrías, reunir útiles, planificar paseos que igualen en oportunidades, como ir un día a desayunar al bar El Cairo (una actividad que surgió en el tercer grado tras leer un cuento sobre la ciudad) o llevar a los de séptimo a conocer el mar (“Eso fue hasta 2015. El nuevo gobierno terminó con el turismo social”); capacitarse y de paso marchar para alertar contra la violencia y también para mantener las condiciones dignas de trabajo. Laura cuenta que siempre charlan con sus compañeras y compañeros que en ese lugar de trabajo no pueden correr ni “la lástima” ni el “pobrecitos los chicos”. Dice que muchas veces, cuando se habla de “maestra barrial o maestra villera” aparecen el miedo a la palabra villa y el trato como si ellas fueran Quijotes. “Y no es así. Hablamos de maestra villera porque trabajamos en un barrio con miles de necesidades y estamos abandonados tanto por el Estado como de quien se tiene que hacer cargo, al menos de la manera que se espera. No queremos ser más el contenedor de otras instituciones, que nos donen lo que sobra. Porque cuando das, es desde un lugar solidario. No se trata de dar lo que no te sirve sino compartir lo que tenés”, reflexiona Laura. Y sin que se lo mencione, en la charla sobrevuela la queja orientada al Arzobispado de Rosario, de donde depende esta escuela. En la Itatí se hacen cargo de la falta de recursos, porque desde los arreglos hasta la pintura se pagan poniendo plata de los propios bolsillos. Por eso lamenta que el Estado no esté siempre. Pone el ejemplo de cuando se distribuyeron las netbooks, que se destinaban solo a las escuelas públicas, y
el eslabón | femimasa
la Itatí por ser privada jamás las recibió. “Ahí falla el Estado porque nosotros somos de gestión privada pero cumplimos una función social impresionante, como instrumento de resistencia. Y si bien es una escuela católica, te puedo asegurar que aquí se inscriben chicos que no están bautizados, que son evangélicos. Nosotros enseñamos, resistimos y soñamos como la escuela pública”, expresa. Laura tiene grabado en la espalda de su guardapolvo esa consigna (“enseña, resiste y sueña”) que motorizó la Escuela Itinerante impulsada, en 2017, por la CTERA.
Pocho y la virgen de Itatí En Laura los tatuajes no pasan inadvertidos, para cada uno tiene una razón que compartir. Extiende su brazo para que se lea “Las Flores sur”. Dice que es una marca de identidad. “Me lo hice luego de una situación difícil que viví. Hacía poco que daba clases y me di cuenta que una nena de doce años o menos era abusaba por el padrastro. Ni psicólogo teníamos entonces. Y yo hice lo que pude: hablé con la directora y hablé con la mamá, cosa que no se hace, lo aprendí después. Pero la nena se fue y no la vi más hasta hace dos años, que la encuentro (ya mayor) junto a la entrada. Fue terrible. Ves esa mirada que te dice «Yo te conté a vos, y no hiciste nada…». La abracé y le pedí perdón por todo lo que no pude y supe hacer. Es algo que quedó abierto para mí”. Esas marcas son las que también transformaron la escuela: con más clases de ESI, con la tarea a corto plazo de retomar encuentros con las mujeres del barrio, “en el centro de salud provincial, que está en el fondo”. En el fondo para donde señala Laura es para el lado del terraplén, el más al sur de la ciudad. “Otro país”, dice por el abandono que salta a la vista de cualquiera. Es el lugar donde hace dos semanas murió una nena de 10 años, quemada, en la casilla a la que su madrastra le prendió fuego.
sábado 23 de marzo de 2019 | página 13
Entre sus tatuajes también está uno que alude a Pocho Lepratti, “por el trabajo hormiga, el trabajo militante”. En esa mística de imágenes y rituales, aparece la de figura de la Virgen de Itatí. “Es identidad y respeto a las festividades del barrio, de la comunidad. Es importante respetarla como al Gauchito Gil”, opina Laura.
Entre balas y el hambre Laura dice que la enoja mucho cuando Las Flores sur trasciende solo por cuestiones negativas, por lo malo. Su experiencia de recorrer el barrio le habla también de otra realidad. Más allá de esta percepción, acepta la pregunta sobre qué significa enseñar en un territorio atravesado por las violencias, por el narcotráfico. Recuerda que hace unos cinco años, en plenos enfrentamientos entre diferentes bandas, casi la matan en la puerta de la escuela. Salía a buscar su auto, cuando un compañero le grita que no siga, que se detenga ahí. En ese instante pasa una moto y una balacera casi la arrasa. Estaba dirigida a unos pibes que fumaban en la vereda, era una amenaza para ellos. “Volví a la escuela y me puse a llorar. Mis compañeras me daban ánimo, me decían que yo era fuerte. Nosotras somos las que no queremos rotular, ni estigmatizar, pero no dimensionamos la peligrosidad de ese momento”, reconoce Laura y la charla se extiende por el recuerdo de los alumnos que se llevó la violencia. Laura vivió de cerca, desde la escuela, las crisis de los 90 y el 2001. Encuentra muchas similitudes con la actualidad. “La conexión con el ahora está en el hambre, en la pobreza, en la pérdida de derechos conquistados, en el abandono. No hay un peso”. Cuenta que cada tanto le preguntan por qué nunca se cambió de escuela. Y ella dice que es una cuestión de no aflojarle a la esperanza. “Algunos piensan que nos estancamos, que no progresamos, como si hacerlo significara ir a otro lugar. Para nosotras
progresar es otra cosa: es nutrirnos todos los días, tener herramientas para volcarlas acá y hacer una mejor escuela”. Y es cuando se entusiasma enumerando proyectos y experiencias pedagógicas bien valiosas. “Esta es una escuela donde a los chicos se los quiere mucho. No se quieren ir de acá. Hay nenes que con 8 años se ponen el despertador para llamar a sus hermanitos y venir a clases. Un chico que hace eso no vive la niñez en su casa ¿Y dónde la vive? Acá. En la escuela es niño. Es la única oreja que tiene ese chico”. Es uno de los ejemplos en los que se apoya Laura para hablar de estas infancias.
Santiago Mac Guire, siempre presente Los 22 años que Laura enseñó por la mañana y por la tarde tuvieron un costo para su cuerpo. Cuando iba estrenar clases en el secundario, en marzo de 2009, no pudo seguir. Los papeles asignan en estos casos “tareas diferentes” por no poder estar frente al aula. Laura no se quedó quieta: armó la biblioteca escolar, que además es una usina infinita de iniciativas. La llamó “Santiago Mac Guire”, en homenaje al ex sacerdote que fundó la escuela. “Me une a él una historia de amor y de admiración. Él también era profesor de música, además de teología y filosofía”, confía Laura sobre quien conoció personalmente cuando la escuela cumplió los 25 años, y Mac Guire se llegó hasta Las Flores. El educador falleció en 2001. Santiago Mac Guire era sacerdote tercermundista, en 1966, en el Bajo Saladillo, abrió un centro de salud, una escuela y una capilla, a la que llama Nuestra Señora de Itatí; “porque era un barrio de pescadores, donde había muchos trabajadores relacionados con la vida del río, que adoraban la imagen de Itatí”, relata Laura. Allí enseñaron desde el inicio las hermanas Beatriz y Marta Silva; también “una maestra muy
bella, María Magdalena Carey, de quien Santiago se enamora y deja los hábitos”. Eso ocurrió en 1968. En el Arzobispado estaba Guillermo Bolatti, fue todo un revuelo. Beatriz y Marta lograron sostener la escuela. Luego los militares también quisieron cerrarla. Pero las maestras consiguieron que en 1978 la escuela se mude a una casa muy humilde, en uno de los pasillos del barrio Las Flores. Más tarde se instala en el actual terreno. En 1971, a Santiago Mac Guire lo encarcelan junto a otros sacerdotes tercermundistas, como Juan Carlos Arroyo y Néstor García. Luego salen, hasta que el 18 de abril de 1978, un grupo de tareas intercepta a Mac Guire en inmediaciones de la Escuela Juan Manso (Mitre al 2300) cuando llevaba a uno de sus hijos a clase. Es ahí –continúa Laura– cuando la esposa le pide ayuda a Bolatti y éste le dice que “lo habían secuestrado los Montoneros”. Al tiempo un llamado avisa que “había aparecido en el Batallón 121”. Entre abril de 1978 y diciembre de 1983, Santiago Mac Guire pasó además por la Quinta de Funes, y las cárceles de Coronda, de Sierra Chica y de Rawson. Cuando Mac Guire estaba en Coronda un oficial del penal junto a Eugenio Zitelli (capellán de la Policía de Santa Fe que trabajó para la dictadura) reciben a uno de los familiares. Lo mandan a buscar a Santiago, quien aparece arrastrándose con el brazo destruido. Lo único que dijo fue: “El señor me asiste”. Santiago salió de la cárcel con su brazo inmóvil como consecuencia de la tortura, pero él jamás se quebró. Su imagen íntegra está siempre presente. “Yo estoy bautizada, aunque no tuve formación católica, pero cuando entré acá valora Laura - tomé el ejemplo de los sacerdotes que tuvieron tanta labor social, de entrega, como el padre Claudio y como Santiago. Creo desde entonces que el cielo es de los pobres. Cómo no creer”.
sociedad | el eslabón
página 14 | sábado 23 de marzo de 2019
AMOR E IDENTIDAD
“Mi pasado está hecho mierda” Katyana Curcio tiene 63 años y es una de las 30 travestis que recibió la reparación histórica por los crímenes de odio sufridos durante la dictadura militar en la provincia. Este 24 de marzo marchará por primera vez en su vida. ANDRÉS MACERA
Por Laura Hintze
L
OS PASOS DE KATYANA DISMINUyen a medida que camina. Tal vez ella no se da cuenta, pero a la par, aumenta el brillo de sus ojos y se le empieza a entrecortar la voz. Recorre el patio de la sede de Gobernación y bucea por su memoria. “Era allá”, arriesga. “No, allá”, intenta de nuevo, girando bruscamente. Katyana busca los que fueron sus calabozos: “el Pico H”, como le decían al pabellón de los homosexuales, donde podía terminar cada vez que ponía su pie, travesti y prohibido, en la calle; y el otro, el del Servicio de Informaciones, donde estuvo también, no por trava, sino por ser la novia de un pibe militante que aún está desaparecido. Katyana Curcio tiene 63 años y es una de las 30 personas transexuales que recibió en 2018 la reparación histórica de la provincia, que incluye una pensión económica vitalicia y el perdón del Estado por los crímenes sufridos sólo por ser travestis. Este domingo, a 43 años del golpe del ‘76, marchará por memoria, verdad y Justicia por primera vez en su vida. Cada 24 de marzo, siente tristeza. “No es un día para festejar, es un día para contar lo que pasaba y reflexionar. Para mí, no es un día muy ameno”, cuenta y dice que ella era “nunca todo”: nunca le interesó la política, nunca la entendió y nunca en su vida marchó por algo, aunque le parece bien, pero que ella no. Hasta este domingo. El 24 de marzo de 2019 será la primera vez que participe de una movilización y será con sus compañeras, las de la esquina, el Pico H y la reparación histórica que llegó para cambiarles todo. “Más que reparada, me siento reconocida”, dice. “Siento que reconocieron mi sufrimiento, ¿me entendés? Porque mi pasado no se puede reparar, mi pasado está hecho mierda”.
Amarse en tiempos de prohibición Llegó a Rosario a mediados de los ‘70 para “liberarse del todo”. No veía la hora de cumplir 18 años, dejar su San Nicolás natal y que las peleas con su papá (“un tano venido de la guerra, muuuuy machista”), cesen de una buena vez. Desde que tiene uso de razón, dice, siempre fue “muy mariquita”. “Ni a la pelota jugaba”, explica. Y cuenta: “Fui a un colegio religioso y fue un sufrimiento. Por suerte, los curas me echaron. Le dijeron a mí mamá que me tenía que hacer ver por un médico. «¿No se da cuenta que su hijo es extraño?», le decían”. Tenía sólo diez años cuando las autoridades del colegio la dejaron afuera por “raro”.
vieron las mismas normas) implicaba que exista una alta posibilidad de salir a la calle y quedar presa por 30, 60, 120 días. No era necesario estar ejerciendo la prostitución, cualquier atisbo de ser varón y tener rasgos femeninos, de mujer, alcanzaba para estar infringiendo la ley y ser sometida al Pico H, a golpes y a violaciones. Las travas caían y perdían todo: el alquiler en la pensión, sus pocas pertenencias, la posibilidad de sostener un trabajo o de ir a la escuela. Apenas menciona esas detenciones. Dice que el máximo que le tocó a ella fue de 40 días, porque no era muy rebelde, y porque siempre tenía escondidos entre su cuerpo algunos pesos para charlar con el comisario de turno. Sí habla de lo otro. De cuando se la llevaron por las cosas de Agustín. “Esos dos años presa estuve en el Servicio de Informaciones, en un pabellón de subversivos y después en Coronda. Fue espantoso”, recuerda. “Imaginate que en cada pabellón había como 150 hombres. Y yo. Tenía que acceder o acceder, ¿me entendés? Por suerte aprendí a pilotearla, a llevarme mejor con el que mandaba más, así fuera bien feo. Esa era la única manera de que me respeten un poco más”. Pero no cuenta demasiado. Dice lo justo y necesario, se le mezclan las fechas y lugares. Reconstruye de a poco. “Fue terrible”, resume. Y agrega: “Lo tengo casi borrado de mi cabeza”. “Me exilié en el ‘79 y volví en el ‘84, cuando volvió la democracia”, repasa. “Durante esos años estuve en Centroamérica. La única diferencia con Argentina fue que no caía presa, el maltrato y los abusos eran iguales. Cuando volví, las cosas no habían cambiado mucho para nosotras. La diferencia era que en la dictadura no volvías más. A muchas amigas no las vimos más. Fue una época muy fea y muy triste para todo el país. Dios quiera nunca se repita”.
Estar viva
Para ella, fue lo mejor, porque arrancó en la escuela pública: con amigas mujeres, guardapolvo y mocasines, nada de corbatas y camisas. “En la pública fui feliz”, compara, casi 50 años después. Fue de las pocas travestis de su época (y de esta época) que pasó por una buena experiencia educativa y pudo terminar la secundaria. Más tarde, continuaría sus estudios y se recibiría de enfermera y cosmetóloga, “y todo lo relacionado a la estética”, que es a lo que se dedica ahora. Cuando se pudo “ir a la mierda”, en busca de su liberación, llegó a una pensión céntrica rosarina. Y ahí conoció a Agustín. “No solamente estuve enamorada de él, sino que me sentía protegida. Él siempre me hablaba de la lucha por los derechos de cada uno, pero nunca pensé que eso era militar por algo. Después conocí a un montón de hombres y ninguno se compara con él. Por cómo me hacía sentir. Yo con él me sentía querida, apoyada y defendida”. Agustín era un pibe de Entre Ríos que vivía
en la misma pensión, en la habitación de al lado. Primero fueron amigos. Después se enamoraron y se mudaron juntos, a una misma habitación. Katyana y Agustín salieron durante un año y medio. Ella nunca supo que él era militante de algo, ella supone que de algún partido de izquierda, hasta que los militares allanaron la habitación y le encontraron libros, volantes y un mimeógrafo. Agustín ya llevaba cuatro días sin volver a casa y esa vez, se la llevaron a ella. Tenía 19 y estuvo detenida dos años y medio. Agustín continúa desaparecido.
“Si no vuelvo, no te preocupes” Cada vez que salía a la calle, le recordaba a Agustín: “Si no vuelvo, no te preocupes. Es porque caí presa”. Era la rutina trava de la época. A ellas les alcanzaba con ver que alguna no había vuelto a dormir para saber que había caído.Y entonces le preparaban comida, unos productos higiénicos y le llevaban. Ser travesti antes, durante y después de la dictadura militar (sí, hasta el 2010 se mantu-
Katyana Curcio vive sola en San Nicolás. Tiene una peluquería, un perro y tres perritas. Hasta hace poco tuvo novio. Ahora, vive para ella, sus mascotas, su negocio. También es actriz. Siempre hizo unipersonales, stand up, comedia, pero ahora es una de las protagonistas de Finalmente reparadas, la obra que realiza junto a cuatro amigas que también recibieron la reparación histórica. “Nunca había hecho drama y me cuesta mucho. Me quiebro, quedo re mal. A veces no puedo ni salir a saludar”, confiesa y muestra: mientras habla con el eslabón, las lágrimas empiezan a notarse en su mirada. A pesar de la tristeza, ella celebra las repercusiones que está teniendo la obra. “Traer la memoria es bueno. La gente tiene que saber lo que pasamos”, rescata. Y contó que en Venado Tuerto una chica se acercó a pedirles perdón “por no saber”. En Rosario, un ex policía hizo lo mismo. Pidió perdón y se presentó: era uno de las que las llevaba en cana. Para ella es fundamental poder contar en primera persona y decir, cada vez que pueda: “No es un cuento, es mi pasado, es real”. Pocas travestis han llegado a su edad. “Tengo una genética que no sabés”, dice, mientras toma un exprimido de naranja. “Mi madre falleció a los 103 y mi abuela a los 106. Y hace poco me hice un electro y me dio que tengo un corazón de 30”. A pocas cuadras del ex Servicios de Informaciones, del Pico H, dice que nunca había pensando en la vida que tiene ahora. Si vivía, era por los genes. Nunca había imaginado otra posibilidad. “Yo agradezco y celebro estar viva y contarte mi historia así. No escondida, sentada en un bar”.
el eslabón | contrapunto
sábado 23 de marzo de 2019 | página 15
MÚSICA Y MEMORIA
“El macrismo es el peor lugar al que pudimos ir a parar” La intérprete Liliana Herrero dejó sus impresiones sobre la realidad que atraviesa el país. El domingo 24 de marzo, junto a Juan Falú, compartirán su histórico repertorio en el Complejo Cultural Atlas. ALBERTO AMANTE
Por Gabriel Zuzek
mora cuando en su Villaguay natal, su padre escuchaba discos en vinilo. “Él era un melómano y amante de la música. Siempre estaba escuchando algo y eso nos formó, a mis hermanos y a mí, una sensibilidad artística y musical. Mi viejo escuchaba de todo; mucha música clásica, folklore, jazz, y tenía una gran discoteca”. Cuando era pequeña, Liliana tomó clases de piano con una maestra de música que vivía a la vuelta de su casa en Villaguay, y cuando creció se trajo consigo, a Rosario y Buenos Aires, parte de la colección de vinilos de su padre. “A mí me gusta escuchar vinilos y a veces no me llevo bien con las nuevas tecnologías porque el sonido es más comprimido. En los vinilos hay una rugosidad, como en la vida y la historia de los pueblos que está llena de rugosidades. Por eso creo que la tecnología debería corresponderse con esos procesos de la vida y no entrar tan raudamente en la globalización y el neoliberalismo”, afirma la entrerriana. El último trabajo de estudio que realizó es sobre once temas de su gran amigo Fito Paéz que lleva como título Canción sobre canción y ella se encarga de dejar en claro que no se trata de ningún tributo ni homenaje al autor rosarino. “A cada canción la agarro y la sacudo en mi interior, la despojo y sale lo que sale. Al interpretar, lo que hago es interrogar ese género cantando lo que a mí me resuena. Los temas se hacen y se piensan de nuevo; en eso consiste el arte; en pensar y sacar una canción de un lugar para ponerla en otro”.
L
A VOZ DE LILIANA HERRERO ES un susurro que cuando levanta vuelo y avanza, se transforma en un deslumbramiento desobediente, resistente, que se abre para siempre. Y no sólo cuando canta sino también cuando es entrevistada como lo fue en la nota que brindó el pasado miércoles en el programa Poné la Pava que se emite por Radio Rebelde Rosario, 99.3, de lunes a viernes de 7 a 12. Escucharla interpelar sobre la realidad que atraviesa la Argentina, tanto en el aspecto político, económico o cultural, es volver a recrear los vínculos entre la percepción, experiencia, memoria y también el recuerdo. En sus palabras hay un compás, una respiración narrativa que materializa los sentidos de los oyentes. Su obra y sus interpretaciones atraviesan los géneros y las generaciones; su llegada a Rosario desde Villaguay en 1966, la filosofía, su participación en la militancia peronista, conforman una artista de un universo enorme, casi inabarcable, pero sobre todo de sendero propio que dice, canta e interpreta sin tapujos, lo que tiene ganas.
Recital, marcha y testimonio Liliana Herrero y Juan Falú se presentarán en Rosario en el Complejo Atlas haciendo un recorrido por los temas folclóricos que grabaron en sus discos y canciones de nuestra música. Falú y Herrero editaron dos discos en conjunto. Leguizamón – Castilla (2000) y Falú – Dávalos (2004). La cita será en el marco de un nuevo aniversario del golpe de Estado en nuestro país, el domingo 24 de marzo a las 21. “El ciclo con Juan Falú lo vamos a hacer durante todo 2019 y está pensado para un concierto en cada estación del año. Éste que daremos el domingo corresponde al verano”, comentó Herrero en los micrófonos de Radio Rebelde Rosario. El dúo viene trabajando desde hace mucho tiempo versionando a autores considerados fundamentales y los frutos de ese trabajo son los bellísimos trabajos que abordaron el repertorio de Leguizamón-Castilla y el de Eduardo Falú y Jaime Dávalos. “Juan y yo tenemos la misma edad, por eso para nosotros y para nuestra generación es una fecha muy importante y siempre asistimos a la marcha por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, explica Liliana Herrero, y añade: “Esta
“El ciclo con Juan Falú lo vamos a hacer durante todo 2019 y está pensado para un concierto en cada estación del año. Éste que daremos el domingo corresponde al verano” vez, si la prueba de sonido nos lo permite, allí estaremos”. El pasado 20 de febrero, la cantante también estuvo en nuestra ciudad para prestar declaración en el marco de la megacausa por delitos de Lesa Humanidad denominada Feced III. Al respecto manifestó: “ Fue un momento muy conmovedor, porque estuve rodeada de compañeros y compañeras muy queridos. Me sentí muy protegida, cobijada, y por supuesto que declarar era algo que yo quería hacer. Por eso le exigí al Tribunal que en este tema de la Biblioteca Vigil, aparte de los crímenes, también se
considerase un genocidio económico y cultural, porque estamos hablando de la destrucción de más o menos 80 mil libros”. Además, Herrero agregó: “Al ir a declarar se forma como una especie de mapa interno que es necesario recuperar, aunque no se pueda hacer en su totalidad pero se rearma algo adentro de uno que es muy importante. Yo lo hice con mucha angustia pero también con mucha alegría”.
Esa musiquita y la interpretación Herrero no recuerda un sólo día de su vida sin estar acompañada de la música y reme-
Tsunami político y social En la entrevista realizada por el periodista Santiago Garat, integrante de este semanario, Liliana Herrero no le escapó a la situación actual económica, política y social que vive la sociedad argentina, y sostuvo que a “este gobierno lo vivo de dos formas; por un lado lo combato y por el otro lo padezco. Creo que después de la dictadura y en algunos casos es prácticamente igual, el macrismo es el peor lugar al que pudimos ir a parar”. Herrero argumentó que en la actualidad está haciendo varias giras por el país y a partir de ahí “hablo mucho con la gente, pero estoy alejada del corazón de las alianzas políticas”. Por último, la cantante sostuvo que Cambiemos “ha producido un tsunami” y por eso participa de todas las actividades que puede porque “lo padezco económicamente, culturalmente, y también emocionalmente”.
contratapa | el eslabón
página 16 | sábado 23 de marzo de 2019
Tirando paredes Por Hilo Negro (desde Cancha Rayada)
Y
o no sé, no. Pedro me contaba que cuando era pibe la maestra les dijo que iban a repasar las tablas y que a él le costaba mucho la del 7, especialmente cuando llegaba a 7x8, y viceversa. La del 9 le había encontrado la vuelta multiplicando por 10 y restando, pero en todas las operaciones le tenia que meter a la memoria, mucha memoria. En esa semana (la del repaso de las tablas) en el equipo donde jugaba tenían que aprovechar más al 7, que era un pibe veloz y gambeteador que tiraba bien los centros, pero había que encontrar un 8 con más juego, porque el que estaba era un empecinado en no moverse de la media cancha y preocupado por la marca. Aparte no tenia zurda como para asistir al wing. Pero con el tiempo aprendió, y el rendimiento por ese sector empezó a mejorar. En el barrio, por aquel entonces, 8 de cada 10 laburantes eran de la construc-
ción. Y de esos, 7 de cada 8 eran media cuchara. Pasaron los años, y con los compañeros de la UES le rendían un homenaje a los fusilados del 56 y Pedro se empezó a justificar con que por eso le costaba tanto el 7x8, que da 56 y que en los sueños quinieleros es “la caída”. Quizás se le habría incorporado por la memoria familiar. Lo que sí tenía claro era que con ese grupo de compañeros empezaron a incorporar en la memoria colectiva el año del nacimiento de la resistencia. Y que muchos sobrevivientes de aquella generación, que a mediados de los 70 intentaron desaparecer, hoy resisten con un aliado fundamental: La Memoria. ¿Sabes qué?, prosigue Pedro, el 56 en los oficios es el albañil. Y si nos convencemos de que por ahí pasa la mano, seguiremos construyendo la memoria aunque sea con medias cucharas. Todo esto me lo dice mientras pone el pie izquierdo como lo ponía aquel 8, como si fuera una cuchara de albañil, y nos detenemos a mirar un paredón de unas de
las fábricas del barrio (hoy casi inactiva) que está llena de historia. Esa pared en la que alguna vez se escribió el nombre de algún compañero mezclado con un
“Te quiero”, o un “Luche y vuelve", o “Aparición con vida”.Y por algún tiempo: “Ni Olvido ni Perdón” y “Memoria, Verdad y Justicia”.
¡SUSCRIBITE YA! ingresá tus datos en eleslabon.com.ar/suscribite y recibilo todos los sábados en donde quieras* por $150 mensuales.
* La distribución se realiza dentro de la ciudad de Rosario. Se abona al repartidor o mediante Rapipago, Pago Fácil, Red Link y por débito automático con tarjeta de crédito.