El Eslabón 416

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sábado 10 de agosto de 2019 año XX n° 416 (el enchastre) precio $ 50.-

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AL CARAJO

El clima político adverso sacó al Presidente del guión de Durán Barba y sus asesores de imagen, y mostró su verdadero rostro. Humores, discursos y contrastes de un cierre de campaña con dos modelos en pugna. Rosario, cuna de la esperanza.

FINAL CON NÚMEROS EN ROJO

SIGUEN FOGONEANDO LA GRIETA

La caída

Evita proscripta

416 - 10/08/2019

De jugar en primera directo a la D. El país encabeza el podio mundial de baja en actividad fabril, con 10,8%. El macrismo actualizó manuales marchitos conservadores y liberales y deja una bomba económica.

En cancha de Banfield, justo el día que se inauguraba una tribuna sin fosa ni alambrado para erradicar la violencia, la Policía impidió el ingreso de bombos y banderas con la imagen de Eva Perón.

Nueva Cuba

El oficio de escribir

Superpoderosas

En una nueva embestida contra la democracia, Donald Trump congeló todos los bienes venezolanos en Estados Unidos. El gobierno de Maduro presentó una denuncia ante la ONU y recibió el apoyo de su pueblo.

Luis Alberto Steinmann, que dirige junto a su compañera –la también escritora Rocío Muñoz Vergara– la editorial independiente El Salmón, presenta en la Biblioteca Argentina su primer libro de cuentos: No era yo.

Marcas locales y autogestivas apuestan a la lencería feminista con talles para todos los gustos. Tres historias de la batalla por la inclusión de todos los cuerpos, que crece paso a paso.


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MODELOS EN PUGNA, POLOS ENFRENTADOS

Gritos y susurros de campaña El contrapunto entre los discursos de Juntos por el Cambio (JpC) y el Frente de Todos (FdT) era obvio, esperable. Habrá que ver si algunos artilugios de Mauricio Macri tienen efecto electoral. El peronismo interpeló a un abanico mucho más amplio, y en clave paz y amor. MANUEL COSTA

Por Horacio Çaró

E

L MACRISMO YA PODRÍA REGIStrar su modelo de campaña bajo la sigla MOM, que sintetiza las tres palabras que lo representan, también, a la hora de gestionar: Miedo, Odio y Mentiras. Sus candidatos, especialmente el actual jefe de Estado, no dejaron de apelar al miedo al pasado, al odio político, social y racial, y a las mentiras y fake news. ¿Tendrá efecto en las urnas el próximo domingo, cuando comiencen a contarse los votos de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso)? No se sabe, pero es muy probable que a JpC le haya servido para retener su núcleo duro, uno de los objetivos del asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba. En el otro rincón del ring, la dupla integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner se manejó con la cautela de un tigre al que ya una vez se le escapó la misma presa, y sacó a relucir las dotes dialoguistas del primero y el carisma encantador de la segunda. En el cierre de campaña del peronismo en Rosario, con dos breves discursos, con palabras austeras de cara a un futuro que se vislumbra esperanzador pero con una ardua faena restauradora por acometer, las promesas tuvieron la densidad que requiere la hora. Esta columna intenta explorar lo que se dijo, cómo se dijo, y a quiénes se intentó interpelar por parte de las dos grandes fuerzas que dirimen este año dos modelos de país, sin lugar para terceras fuerzas que no están en el cono de sombra de la política por imperio de los dos polos mencionados, sino por su propia incapacidad para leer la historia y la coyuntura.

Frases hechas, palabras vacías, gestos vigorosos Pareciera que la intención de los estrategas de campaña de JpC gira en torno de la construcción de frases que tengan impacto, pero una falta casi total de contenido, ya sea político, social o meramente simbólico. Qué puede querer decir, sin mencionar a un sujeto, la frase de Macri con la que el diario La Nación tituló el cierre de campaña en Córdoba: “Tenemos que vencer la resignación y el cinismo”. Es obvio que ese enunciado cuenta con una construcción previa del sujeto hacia quien está dirigida la frase, pero aún así, si el kirchnerismo fuera el símbolo de la resignación y el cinismo, ¿cómo vencerlos? ¿Quiénes lo harán? Nada de eso parece importar cuando se plantea todo el tiempo que “lo hacemos juntos”, que se trabaja “en equipo”, la nada misma puede ser corporizada en cualquiera de esos dichos. La pequeña colección de frases revoleada en ese acto en la Docta ayuda en cierta medida a entender algo del sistema de signos y guiños que el macrismo pone en juego cuando está en campaña, algo que hace mejor que gestionar o administrar.

Periódico semanal fundado el 2 de septiembre de 1999 por Matías Ayastuy, Juan Emilio Basso Feresin, Julián Lafuente, Rodrigo Miró y Jerónimo Principiano. propietario: Asociación Civil Cadena Informativa Registro de Propiedad Intelectual Nº 234.810

*“Parece que fue ayer, pero hace cuatro años acá comenzó a gestarse la decisión de cambiar”. *“Es muy importante ir a votar el domingo. Se definen muchas cosas”. *“Qué lindo estar de vuelta acá, por favor. Estoy feliz de estar en esta provincia que es el corazón de la Argentina. Ya soy cordobés por adopción y con el cuartetazo me defiendo”. *“Acá se empezó a escuchar despacito una frase que después se volvió un grito ensordecedor, el «sí se puede». Todos entendimos que el «sí se puede» es un grito de rebeldía. Significa que sabemos que somos protagonistas de nuestro futuro”. ¿Cuántos de quienes estaban en ese lugar se pusieron a pensar que Macri les estaba diciendo que eran protagonistas de un presente que hace cuatro años era el futuro y que se traduce en desempleo, más pobreza, inflación galopante, una deuda impagable? No funciona así, se podrá argumentar, e incluso inferir que ahora Macri les propone ser nuevamente figuras centrales de lo que dejará en pie dentro de otros cuatro años y que eso es recibido con entusiasmo, pero ¿alcanza eso para pensar que alguien entiende algo de lo que aplaude? “El último año fue difícil, pero ustedes estuvieron y apoyaron, así que gracias de corazón”.

producción periodística: Cooperativa de Trabajo La Masa directores: Ernesto Ávila y Laura Hintze editores: Juane Basso y Manolo Robles. corrección: Santiago Garat.

Es muy fuerte, pero lo dice así. Los hechos se agolpan, nadie los provoca. Suceden. Pasan cosas, algunas fáciles, como que las empresas energéticas embolsen miles de millones de dólares. Otras difíciles, como eso de no llegar a fin de mes, comer salteado, vivir en la calle. ¿Con qué se decodifica ese discurso? ¿Es posible hacerlo o cabe, vaya la paradoja, dejarse llevar por la resignación y el cinismo? Y ahí cabe razonar que podría tratarse de una simple y llana proyección psicoanalítica llevada a la categoría de discurso político: una fuerza política cínica que opera sobre una sociedad resignada. Tal vez. “Córdoba tiene mucho para dar, pero para que esos sueños no se frenen tenemos que seguir en este camino. Tenemos que seguir venciendo el cinismo, la resignación y la desidia. Tenemos que poner el Estado al servicio de la gente y no de la política”. Serán frases hechas, pero nadie podrá decir que son livianitas. La desidia debe ser una de las palabras que más se utilizan, y casi siempre vinculada con las autoridades, ergo, con el Estado, con la polìtica, que es la única que puede darle un sentido colectivo al Estado. Ya se sabe qué tipo de rol y sentido le da el mercado. Y “la gente” son ellos, pero no todas y todos quienes rodeaban en 360º al Presidente-candidato. No los 5 mil asistentes a ese acto teatrali-

redacción: Horacio Çaró, Guillermo Griecco, Pablo Bilsky, Luciano Couso, Eugenia Arpesella, Alfredo Montenegro, Facundo Paredes, Gabriel Zuzek, Silvia Carafa, Soledad Pascual, Jerónimo Principiano, Juan Pablo de la Vega y Marcelo Valenzuela.

zado. “La gente” son Macri y sus socios, y al servicio de ellos debe estar el Estado, como lo viene estando desde el 10 de diciembre de 2015. Es interesante observar cómo Macri cerró esa suerte de círculo de sal en Córdoba, esa especie de hechizo –recordar que a Juliana Awada le dice “La Hechicera”– ese ritual popular con que se protege lo más preciado: la familia, el dinero, el poder. El Presidente lanzó: “Ahora tienen mucha más responsabilidad de la que tenían hace cuatro años. Tienen que ratificar todo lo que hicimos hace cuatro años y decir que esto vale la pena, que los cambios de raíz no se hacen de un día para el otro, que todo lo que hemos hecho no fue en vano. Todo eso empieza a decidirse en pocas horas”. ¿Un puente que une al cinismo con la perversión? Quizás. El capítulo mediterráneo concluyó con un párrafo memorable, que vale la pena transcribir completo, tal cual lo publicó La Nación, porque se trata de una construcción que acaso haya sido realizada vía cucaracha, dictado a control remoto, como lo hacen a veces los productores generales con los conductores de TV: “Este domingo se deciden muchas cosas. Se decide si seguimos avanzado hacia el futuro o si volvemos al pasado. Si seguimos dando batalla contra la delincuencia, mafias y corrupción. Se

diseño gráfico: Javier García Alfaro, Aníbal Pérez y Facundo Vitiello. fotografía: Manuel Costa, Andrés Macera, Paula Peña y Carla Scolari. cierre de edición: Viernes 9 de agosto de 2019.

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decide si se sigue respetando al que piensa distinto. Si seguimos integrándonos al mundo o le damos la espalda y seguimos en el estancamiento. Todo esto se define con tu voto. Por eso es importante que todos vayamos a votar el domingo”, dijo Macri. “Esta incertidumbre política hace daño”, dijo, sobre la paridad que se vive en la previa a las Paso contra la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Y agregó: “Cuanto antes confirmemos que vamos para adelante, más rápido vamos a avanzar”. Toda la carne en el asador. Nada improvisado. Habrá que ver que tan efectivo resulta a la hora de contar los votos, sobre todo en una capital de una provincia que en 2015 ayudó a Macri a ganar, donde Cambiemos cosechó el 70 por ciento de los sufragios. Cuando se sepa en realidad cuánto de aquellos sobrevive, también se sabrá cuánto puede sostener el marketing a un Gobierno que parece en retirada.

El alarido sobreactuado El cierre de campaña en el distrito que lo vio nacer en la política fue en el microestadio de Ferro Carril Oeste, según señaló el diario Crónica por una cuestión de cábala, ya que en 2015 y 2017 también utilizó las instalaciones del club de Caballito para cerrar la campaña en la Caba. Macri, al elogiar a sus socios políticos viejos y nuevos, como la Coalición Cívica, Confianza Pública, Evolución y el Socialismo sostuvo una frase curiosa, a la luz de los resultados de su gestión: “Las diferencias nos hace (sic) encontrar soluciones”. ¿Podría interpretarse que se debe a esos socios el no haber encontrado esas soluciones? ¿O serán menos las “diferencias” realmente existentes entre esas fuerzas y Juntos por el Cambio. Vale aclarar que los referentes de esos socios son Elisa Carrió (ausente en el acto, sin que los medios hegemónicos hayan dicho una palabra), Martín Lousteau, el socialista Roy Cortina, es decir, nadie que haga cuestionamientos de fondo al modelo de rapiña financiera, extractivista y rentista que enarbola este Gobierno. En Ferro Macri hizo mención a una obra concreta, lejos de las generalizaciones habituales: el entubamiento del arroyo Maldonado, que en realidad planificó, licitó y no llegó a ejecutar Aníbal Ibarra en 2004, cuando fue eyectado luego de la tragedia de Cromañón. Cuando recién asumió en la Ciudad de Buenos Aires, la avenida Juan B. Justo y toda una extensa zona de Palermo se inundó, como siempre ocurría, y Macri aprovechó aquel episodio para montar una escena que fue muy comentada en el cierre de campaña. “¿Quién vive en la zona de Juan B. Justo acá?”, preguntó el Presidente a sus seguidores. Y continuó, apelando a su carencia oratoria : “La primera lluvia, los botes en Juan B. Justo... y me llevan a una conferencia de prensa... Y los periodistas, implacables, me preguntaron «¿qué va a pasar?». Y les digo que estamos proyectando una obra que está bajo tierra. Y me preguntan: «¿El año que viene qué va a pasar?»”. Y entonces Macri sacó el mal actor que habita en sus entrañas: “Les dije que la obra recién la estábamos asignando, y que el año que viene se iba a volver a inundar y el otro también y en tres años también, pero que el cuarto año ya no se iba a inundar. ¡Y no se inundó más, carajo!”. No fue un grito, fue casi un alarido, sobreactuado, coucheado hasta la médula. Y la respuesta del público no tardó en surgir: “¡Borombombóm, borombombóm, para Mauricio, la reelección”. Luego Macri ensayó el famoso gesto del Topo

Gigio, instando al público para que entonara: “¡Sí, se puede!”. Y más tarde volvió a rememorar su paso por la jefatura de Gobierno de la Caba, cuando recordó la creación del Metrobús, e ironizó: “Ahora parece que el Metrobús estuvo siempre ahí y que hasta (Carlos) Gardel se lo tomaba”. Antes de cerrar su exótico discurso, simuló una autocrítica: “Sabemos que falta, pero también sabemos que en lo que hemos hechos tenemos que encontrar la esperanza para encarar la segunda etapa”. Y en una alarde de sensibilidad, afirmó que le “duele que los argentinos la estén pasando mal”, aunque lo justificó con otra frase armada: “Los cambios de raíz llevan su tiempo”. Volvió a sostener su batalla “contra las mafias, la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción”. Y regresó con algo que lo obsesiona: “Si se (sigue respetando) al que piensa distinto”. Que no haya podido sacar a relucir un solo logro de su mandato presidencial, y que haya tenido que resignarse a decir que “se puede llevar lo que se ha logrado en la Ciudad de Buenos Aires a toda la Argentina”, tal vez sea el la ratificación de que le habla a un público que no está esperando que diga mucho más, e incluso no le importa lo que diga, allí estará cuando haga falta apoyarlo con tal de que los negros peronistas, los K, o quien sea, “no vuelvan nunca más”. Un contrapunto interesante lo protagonizó Hugo Moyano, con un aporte que bien pudo salir de la boca de cualquiera de los intelectuales orgánicos del peronismo, cuando cuestionó el rescate que hizo Macri de su presunta obra que evita el desborde del arroyo Maldonado, y sentenció: “La ciudad se inunda de gente con necesidades extremas”. Esa metáfora, construida con las sólidas bases de una sociedad en estado de indigencia, abandono, inseguridad laboral, que se apoya en el desgarro de una comunidad a la que el régimen actual vino a desordenar, desarmó cualquier posible efecto positivo de un autobombo que debió remitir a otra época, porque la presente le niega al mandatario cualquier logro.

Una luz de esperanza sobre la multitud Más allá de lo que Alberto y CFK dijeron, cada uno cumpliendo un rol de campaña totalmente distinto, desde que se anunció quién sería el postulante a Presidente, lo cierto es que

el común denominador fue que nunca prometieron que un eventual retorno a la Casa Rosada sería un camino de rosas. Sin embargo, en el cierre de campaña del Frente de Todos en Rosario prevaleció la esperanza de que el ciclo inaugurado por Mauricio Macri en diciembre de 2015 culmine de una vez por todas. Como se publicó en Redacción Rosario, “el miedo no es zonzo”, y está más que claro el miedo del macrismo, luego de constatar lo que pasó el miércoles en el Monumento a la Bandera le dejó la íntima certeza de que ya no alcanzan los artilugios de Macri como cruel ilusionista cruel para ganar elecciones. La agenda de Alberto F. anterior al acto al que concurrieron alrededor de 200 mil personas incluyó a sectores que en su momento fueron la base de sustentación del armado institucional del macrismo. Reunión con empresarios que reclaman a gritos un Estado que priorice las pymes y no los bancos; la firma de un compromiso federal con los gobernadores para poner de pie nuevamente a la Argentina, la invitación de la mesa ejecutiva de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde el precandidato presidencial del Frente de Todos escuchó a todos y, acompañado por el gobernador electo de Santa Fe, Omar Perotti, y el primer candidato a diputado nacional, Marcos Cleri, abordó el tabú de las retenciones, que los anfitriones consideran casi el único tema que les interesa. Alberto F. sabe que no puede prometer otra cosa que trabajo y un cambio de dirección, y así lo hizo, señalando que va a “cambiar la Argentina en el primer semestre” si es elegido, para sacarla del pozo en que Macri la dejó, recordando: “Lo hicimos una vez y lo vamos a hacer otra vez”. Agradeció a su compañera de fórmula: “Si hoy estamos encarando este proyecto, nada hubiera sido posible sin la capacidad, la confianza y la visión de Cristina. Nunca más me voy a pelear con ella porque vamos a construir la Argentina que todos ustedes se merecen”. Nadie escondió al otro, como ocurrió con Macri, a quien evitaban exhibir en los actos de campaña y hasta en el doblez de las boletas que eran entregadas a los seguidores en la provincia de Buenos Aires porque es considerado piantavotos. Alberto tampoco escondió la historia de la que él mismo proviene: “Vamos a poner de pie a la Argentina como lo hicimos con Néstor en

el 2003”. Y agregó, como para que no queden dudas de que siempre son los mismos los que dejan detrás al país en llamas: “Estos mismos personajes me dejaron en un laberinto con Néstor y todos ustedes. Nos dejaron con 11 mil millones de dólares de reservas reales y una moneda que se devaluó al 400 por ciento. Lo hicimos una vez y lo vamos a hacer de nuevo. No lo voy a hacer yo, lo vamos a hacer todos”. Y en Rosario también dejó en claro la naturaleza del peronismo: “Nacimos para defender a la gente, para darle dignidad al pueblo. Tienen de mí la total certeza de que no los voy a defraudar. Si alguna vez me ven claudicar, salgan a la calle y recuérdenme que les estoy fallando”. No son sólo palabras diferentes, son contenidos que interpelan en forma diferente a un país que no es el de Macri y sus socios. Es el pueblo de la Patria profunda, que espera volver a ver sus vidas ordenadas por el trabajo, que anhela ver a sus hijos educados, bien alimentados, con futuro, con sueños realizables. Cuando Cristina habló antes que Alberto, preguntó: “Cuánta alegría. Mucha esperanza ¿no?”, la gente estalló, algunos reían, otros lloraban, pero todas y todos los presentes querían volver a tener futuro, ése que este modelo impiadoso les niega a rebencazos, balas de goma y gases. Se la vio radiante a Cristina, pero lo más importante es que se vio a una ciudad que marchó a la par de los discursos, en paz, con alegría, con mucha energía contenida. Gente que asentía cuando la ex mandataria soltó: “Necesitamos hacer esto porque los dirigentes de ningún partido duermen en la calle, ni su familia. Ninguno se queda sin trabajo, ni come una vez al día, y puede comprar los remedios, por eso los dirigentes tienen la obligación ética de ponerle fin a esto. No podíamos pensar cuatro años más de estas políticas”. La clave de cómo entender a un pueblo también se esconde en las palabras usadas para dirigirse a él: “Jamás imaginé que iba a ver las cosas que estamos viendo y viviendo. Nunca pensé volver a ver tanta gente y familias enteras viviendo en la calle”. CFK reclamó a la multitud que no chiflaran ni entonaran cánticos contra Macri, fue severa: “No. Están esperando eso para dividir a los argentinos”. Es notable que los acusados de generar una presunta grieta que existe desde siempre apuntalaron toda la campaña la reconciliación, y los que venían a cerrarla nunca dejaron de fogonear el odio. Cualquiera puede gritar la palabra carajo. Pudo hacerlo Hugo Chàvez, cuando exclamó: “¡Alca, Alca, al carajo!!!”. Puede hacerlo un títere de esos “¡yanquis de mierda!” a los que desafiaba el líder bolivariano. El efecto, la tonalidad, el contagio de la multitud nunca serán lo mismo. Macri pidió que lo voten sin dar argumentos, como si se tratara de un acto teologal, de pura fe. Tal vez por eso en el cierre de su campaña, Axel Kicillof decodificó esa súplica rumiante y desesperada, y lo hizo sin pelos en la lengua: “No dan argumentos porque no pueden hablar del presente, es una campaña muy extraña esta, no pueden hablar del presente, de la realidad, por eso no les queda más que la agresión. Tampoco pueden prometer nada por todo lo que prometieron y no cumplieron y sólo les queda esto, negar la realidad y atacar a los dirigentes opositores”. Se trata de eso, y mucho más. Para Macri y sus secuaces, se trata de negar al otro, al que sufre. Y la Patria, se sabe, la Patria es el otro.


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AL CARAJO

Yo estuve ahí el eslabón, como uno o una más entre miles, se metió entre la multitud de almas que se apretujó frente al Monumento Nacional a la Bandera para participar del acto de cierre del Frente de Todos. La crónica de una fiesta popular signada por el entusiasmo y la esperanza de “volver para ser mejores”. MANUEL COSTA

Por Silvia Carafa

E

L CIERRE DE CAMPAÑA DE LA fórmula Fernández-Fernández excedió los márgenes de militancia, adhesiones, simpatías y afines. Como en las tardes de clásico o en las previas de los grandes recitales, algo flotaba en el ambiente desde temprano. “Viene la jefa”, mentó irónico un taxista al desviar el recorrido cuando apenas comenzaba la tarde. “Menos mal que somos pocos”, dijo otra voz, con ironía inversa, cuando el río de gente se desconcentraba eufórica después de cuatro o más horas en el Monumento. En el medio había pasado de todo. Para empezar, la vida misma se multiplicada en mas de cien mil versiones. Y justamente de eso hablaban durante la espera del inicio del acto que ocurrió alrededor de las 19. Hablaban de ser felices, del bienestar para hijos y nietos y de aquella añorada tranquilidad de bolsillo de un pasado reciente, que así como estaban no podían planificar ni siquiera el mes ni hablar del futuro, y que habían venido para recuperar la vida en modo digno. Por eso estaban allí, decían. Expectantes y confiados, serenos y entusiastas, capaces de justificar el voto explícito colmados de argumentos. “¿Adónde se vio

que no hay que explicar por qué uno vota?”, preguntaron desde un grupo a la cronista, en una especie de picnic reflexivo, entre mates y camperas, recién llegados desde el sur provincial. “Estamos acá porque ama-

mos a Cristina y vamos a volver, porque queremos tiempos mejores, porque amamos a nuestro país, por mis hijas, mis nietos”, decían en consenso dos rosarinas llamadas igual: Verónica.

“Macri trabaja para algunos pocos, para los que tienen plata, que la reme él, que no pida esfuerzo, porque se burla de la gente, de quienes la pelean día a día”. La frase festejada entre cánticos de quienes las rodeaban, se repitió a lo largo de la tarde. Un emergente que confirmaba el poder de tracción de la ex presidenta, por más alambicada que se disponga su participación. Habían ido a verla, aplaudirla, a certificarle la adhesión de siempre o la recuperada, o con el crédito de los recién llegados a la convicción de la lucha colectiva. Porque no fueron pocos los que dijeron que habían sucumbido a las promesas de cambio y ahora querían ver “otra cosa”. “Estamos acá para hacer el aguante a Cristina, a Alberto y a todos los intendentes que vienen”, dijo Araceli, mientras buscaba un lugar en el pastito ya cerca del río, porque aún faltaban varias horas y los lugares con mayor expectativa visual del escenario estaban casi colmados. Gente, banderitas, banderas, remeras, tortas asadas, vendedores con bandejas de gaseosas por encima de sus cabezas, sólo por citar con trazo grueso. Algunos pregonaban sus mercancías, otros aguardaban sentados la empatía de los clientes por lo que ofrecían.


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sábado 10 de agosto de 2019 | página 5 JAVIER GARCÍA ALFARO

“Somos Nuevo Encuentro de Villa Gobernador Gálvez y vinimos a dar nuestra presencia y apoyo, estamos en un momento histórico, vamos a ganar y a retomar el rumbo de una Argentina nacional, popular y democrática, la que siempre quisimos construir, con vaivenes como este tropiezo que es Macri”, dijo Raúl, enfundando en una bandera que oficiaba de poncho. “Somos del grupo de Lisandro Viale, te voy a dejar este folleto”, dijo Carlos Paniagua mientras extendía el texto Un sueño de millones, Argentina para todos, con El y Ella es posible. Y evocó la figura del político santafesino del Partido Intransigente: “Inclaudicable, ético, que no dejó de luchar un solo día, un grupo de compañeros tomamos su legado y estamos formando un centro cultural con muchas ideas acá en Rosario”, comentó. Los redoblantes no cesaban, el sol definía contornos, la música del escenario llevaba la voz del Indio Solari a todos los rincones del área preparada, mientras la gente no paraba de llegar. Clima de fiesta. Estar ahí, una consigna encriptada que afloraba en sonrisas entre desconocidos, confiados en la pertenencia.

Estar ahí El acto tuvo por igual un sentido épico como reparatorio, como si hubiese mucho pendiente por resarcir. “Si a pesar de todo estoy acá parada, es por el amor de ustedes”, decía a modo de confesión más tarde Cristina desde el escenario en sintonía con la gente. “¿Alguna vez vio algo así?”, preguntó Elsa, quizás sin saber que su interrogante, en tanto retórico, no esperaba una respuesta sino la confirmación de que se estaba ante un hecho extraordinario. ¿Cuántas convocatorias políticas de cien mil personas se vieron en la ciudad en las últimas décadas? “Estoy trabajando y al mismo tiempo estoy para que el país cambie, para que venga la verdad de vuelta, que venga Cristina a cambiar las cosas de lugar, a que ponga las cosas en orden”, dijo Sebastián vendiendo “las banderas de los F”, mientras hacía coros a La Gran Bestia Pop. Imposible no levantar la vista y ver si en algunos de los balcones de esa costa vip, había alguien atisbando ese mosaico multicolor de vivencias. “Venimos para apoyar, por el futuro de los jóvenes que estamos estudiando queremos progresar, Macri cerró un montón de empresas y no hay laburo, estamos con Cristina y Alberto”, dijo Bárbara, una estudiante de ingeniería en alimentos. Más allá, Valenzuela Delia Emiliana, tal como se presentó, junto a su hijo y nieto Nicolás y Matías, fue categórica: “Apoyamos a Cristina y a Fernández porque van a sacar el país adelante”. “Vinimos porque queremos ver a Cristina, a Fernández también, y porque quiero un futuro mejor para nuestro país, las cosas están mal, no llegamos a fin de mes, eso que ahora tengo un micro emprendimiento, pero a veces me quedo con las cosas porque no me compran. Mi esposo quedó con una discapacidad por un accidente, no puede volver a trabajar, pero tenemos esperanza”, fue el testimonio de Marcela Beatriz Mantilla, de Granadero Baigorria, quien hizo un curso de panificación para llegar a fin de mes. Se autodefinió como “madre con todas las letras y luchadora, criando a un nieto”. En el medio

“Macri trabaja para algunos pocos, para los que tienen plata, que la reme él, que no pida esfuerzo, porque se burla de la gente, de quienes la pelean día a día” de redoblantes y petardos, entre humitos y trapos flameando, hubo un alto en la búsqueda de opiniones, en un paréntesis para asimilar el pleno que producía la claridad de clase que ella daba con una sonrisa, señalando a su familia, mirando el grabador. Había tanto de noble en el instante que el contraluz llegó al galope, como la petición de Macri, de desgajar el voto sin argumentos solamente con el me gusta de las blancas y perfumadas cabelleras nórdicas. Qué abismo, Señor, qué abismo.

Los cielos mayores El aguante y la emoción se potenciaban con el paso de las horas. De tanto en tanto, la voz del escenario daba alguna indicación, sugerencia o arengaba. El sol ya estaba en el poniente y las nubes hacían raros dibujos en abanicos sobre miles y miles de jóvenes, adultos, más que adultos, de familias enteras, de agrupaciones, militancia dura y gente suelta que decía haber “llegado por las suyas”. El abanico de arriba reflejaba al de abajo. Otros llegaban de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos, de ciudades cercanas y lejanas. “Por Cristina, por una Argentina mejor, por trabajo, educación y salud, por eso estamos acá”, dijo Alicia Moreno de Caballi-

to, Capital Federal. A su lado, de la agrupación La Nona y Malagueño, Raúl fue directo con respecto a Macri: “Este tipo nos está fundiendo”. Cuando las luces fueron necesarias, el escenario se transformó. El Monumento fue una bandera vertical y muy cerca, el Concejo brillaba en tono rosado. Los drones también brillaban y cuando se anunció la entrada de los candidatos, la multitud viró a fervor. Luego silencios y aplausos, otra vez a escuchar y cantar, mientras ha-

blaban “Cristina y Fernández”, como los nombraba la mayoría. El momento de los discursos casi fue breve comparado con la espera. Pero ya se sabe que en los rituales no cuentan los tiempos. Y así fue el acto de cierre de campaña del Frente de Todxs. Una comunicación visceral, a porfía, entre la esperanza que cien mil personas que fueron a dejar al pie del escenario y los encargados de concretarla. “Si me desvío, les pido que salgan a la calle”, prometió Fernández y llegó el aplauso final mientras la música de Fito Paéz hilvanaba una emoción común. Después el río de gente comenzó a serpentear por las calles aledañas, sin dejar de fluir por un largo rato, mientras comenzaban a desmontar las estructuras, juntar los restos de botellas y papeles con rapidez innecesaria. La noche ya caía en un lugar del mundo.


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SALDO NEGATIVO EN LA ERA AMARILLA

No fue magia, fue Macrisis El gobierno de Cambiemos tuvo un magro desempeño económico. Las políticas neoliberales de ajuste sumieron a la Argentina en la recesión y la llevaron al podio de los rankings regionales y mundiales de desempleo, caída del salario, pobreza, industricidio y endeudamiento externo. Por Guillermo Griecco

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L GOBIERNO LIDERADO POR EL empresario Mauricio Macri será recordado, entre otras cosas, por el hundimiento que provocó a partir del nuevo y a la vez viejo giro neoliberal que le imprimió a la Argentina. Sus políticas de ajuste y pro libre mercado, que Macri buscará profundizar si es reelecto presidente, llevaron al país a un retroceso socioeconómico de magnitud, como lo muestra la evolución de diferentes indicadores que nos colocan en los primeros lugares de los ranking regionales y mundiales de desempleo, pobreza, inseguridad alimentaria, caída de la producción industrial y del salario real, y, uff, otra vez, endeudamiento externo. Argentina cambió, para atrás. El macrismo actualizó manuales marchitos de gobiernos de derecha y conservadores y así se metió en la historia de las principales hecatombes económicas del país, al menos para lo que le toca en suerte a una porción mayoritaria de la sociedad. Las políticas económicas del macrismo, camufladas en los discursos de campaña de 2015 y los de ahora, sumieron a la Argentina en recesión, y no hay miras de que la cosa se revierta en el corto plazo, pese a los intentos del oficialismo por disimular la crisis en tiempos electorales. El blindaje mediático ayudó con los disimulos, en parte, ya que con los números en la mano y una coyuntura asfixiante para las mayorías populares es difícil esconder tanta mentira, tanto desastre, tanto malestar social. El ingeniero Macri recibió un país en proceso de desendeudamiento, situación que le facilitó la salida a los mercados de capitales a tomar nueva deuda, y de manera exponencial, hasta que le cerraron las compuertas en Wall Street y recurrió a los brazos “rescatistas” del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo con el que contrajo la mayor parte de la nueva deuda externa. En la actualidad, Argentina es el país con mayor nivel de endeudamiento de la región, con 88,5 por ciento sobre su producto bruto interno (PBI). La Argentina macrista tomó deuda por 190 mil millones de dólares e hizo crecer el rojo externo un 65 por ciento. El país encabeza el podio mundial de caída en actividad fabril, 10,8 por ciento en el último año, según un reporte sobre producción manufacturera global de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial. Esto se da a partir de la apertura económica, la importación deliberada, la dolarización de las tarifas en servicios públicos y el bombazo fulminante al mercado interno con derrumbe del consumo popular. Con una plataforma económica basada en el negocio financiero y la exportación primaria, el cierre de fábricas y las protestas de trabajadores en las puertas de los estableci-

mientos fue una constante desde la llegada de Cambiemos al poder. El Indec informó días atrás que la actividad industrial, con el sector automotriz como uno de los más chocados, registró en el primer semestre de este año una contracción del 9,4 por ciento contra igual período del año pasado. Así, la industria acumuló catorce meses consecutivos de caída libre. Hoy se producen en el país unos cien mil autos menos que en 2015. En tanto, la construcción, otro sector golpeado, bajó en junio 11,8 por ciento interanual. En junio pasado hubo derrumbes productivos en 14 de los 16 bloques de actividad relevados por la medición del Indec. En la era Macri, según datos oficiales, Argentina perdió más de 20 mil empresas. El país está tercero en aumento de la desocupación en el período 2015-2018 a nivel mundial, de acuerdo a un informe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas. La tasa de desempleo pasó del 6,5 a más del 10 por ciento, según las últimas cifras del Indec. Desde la asunción de Macri hubo una constante pérdida de puestos laborales, en el ámbito público y privado, como en sectores informales. Sólo en el último año se destruyeron más de 200 mil puestos de trabajo asalariado registrado del sector privado. El fabril es el sector que más empleo destruyó. A la constante caída del empleo, se sumó el aumento del subempleo, un incremento de la informalidad laboral y del cuentapropismo, y una estrepitosa caída del poder adquisitivo del salario. Según un estudio de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal), el primer trimestre de este año el salario real cayó en Argentina un 10 por ciento, aunque algunas estadísticas privadas locales

ya hablan de un 15 por ciento. El salario mínimo vital y móvil, las jubilaciones mínimas y las asignaciones familiares perdieron gran parte de su poder de compra desde que el país es gobernado por el macrismo, en tándem con el FMI. El caso del salario mínimo mensual medido en dólares es clarificador de lo que vino hacer Cambiemos: de 580 dólares que representaba un salario mínimo en 2015 pasó a 280 dólares en la actualidad. Antes, Argentina lideraba el ranking de salarios mínimos de países de América del Sur y ahora se ubica en el séptimo lugar. Con la liquidación de los bolsillos, frente a una inflación duplicada, que pasó del 25 al 50 por ciento anual, más la suba del desempleo, el macrismo, un gobierno de ricos para ricos, cumplió el objetivo auspiciado por el establishment empresarial de debilitar a la clase trabajadora. La caída del salario provocó un frenazo en el consumo y paralizó el mercado interno. El aumento de la pobreza y la indigencia se reflejaron en caídas sensibles, como en el consumo de leche y carne. Se quintuplicó el valor del dólar, de 9,50 a 47 pesos. La megadevaluación causó una redistribución regresiva del ingreso. Se dolarizaron tarifas de servicios públicos, combustibles y alimentos. La tasa de interés de referencia estaba en 38 puntos en 2015 y se fue a más del 60 por ciento, un récord mundial. Con Macri volvimos al mundo, al peor de los mundos. El gobierno de Cambiemos duplicó el riesgo país y lo llevó a 900 puntos. Con la revolución de la alegría, casi un millón de nuevos trabajadores pasaron a pagar impuesto a las Ganancias. Y de “pobreza cero”, ni hablemos.

Pobreza, minuto a minuto En el Día de San Cayetano, el santo del trabajo, organizaciones sociales plantaron ollas populares y marcharon junto a gremios en contra del “modelo de exclusión y hambre del macrismo”. Uno de los reclamos más fuertes que sonó en la procesión religiosa y de protesta fue la urgente declaración de la emergencia alimentaria. Este año volvió a multiplicarse la cantidad de fieles que pidieron ayuda a San Cayetano, personas de carne y hueso castigados por ausencias de derechos básicos durante el gobierno de la alianza Cambiemos. “El aumento de la pobreza y el hambre no es una catástrofe natural, es el resultado de una política deliberada de ajuste, destrucción del mercado interno, protección de los monopolios y complicidad con los especuladores financieros”, señalaron desde la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular

(Ctep), una de las tantas organizaciones que protagonizó la tradicional marcha del 7 de agosto por paz, pan, techo y trabajo. Argentina está entre los países del mundo que más aumentaron su inseguridad alimentaria moderada o grave, es decir personas que no acceden a una nutrición normal y hasta pasan hambre. En los últimos tres años casi seis millones de argentinos y argentinas se sumaron a la lista de inseguridad alimentaria, afectando al 32,1 por ciento de la población total. Los alimentos están cada vez más caros. Desde febrero de 2018, la inflación no baja del 2 por ciento mensual y está por encima del 50 por ciento anual. Este encarecimiento del costo de vida afecta, sobre todo, a sectores medios y bajos. Lejos de la promesa macrista de “pobreza cero”, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que dirige el economista Claudio Lozano, registró una suba minuto a minuto en los índices de pobreza e indigencia desde 2015. Los primeros tres meses de 2019 la pobreza llegó a afectar al 34,1 por ciento de la población, a un tercio, lo cual implica que 15,3 millones de personas son pobres en la Argentina, lo que representa por lo menos cuatro puntos porcentuales más que en 2015, según datos de la Universidad Católica, para tomar las cifras más elevadas que se conocieron en aquel momento. “La faceta más cruel, el hambre, alcanza a nada menos que al 7,1 por ciento de la población, que equivale a decir que actualmente más de tres millones son indigentes”, se explicó en el informe del IPyPP. “El aumento de la población supera en nueve veces el crecimiento demográfico, es decir, por cada niño que nace hay nueve personas que pasan a la pobreza. Para ofrecer otras medidas, diremos que por cada día que transcurre, en nuestro país se suman 10.885 pobres y 2.831 indigentes lo que equivale a decir que, cada hora arroja a la pobreza a 454 personas y a la indigencia a 118 y por minuto, son ocho pobres más y dos indigentes más”, se sostuvo en el documento. Al analizar el crecimiento de la pobreza y la indigencia en la era Macri, el reporte señaló el “derrumbe social como efecto del shock devaluatorio que tuvo lugar especialmente durante el año pasado cuando el valor del dólar prácticamente se duplicó. Lejos de detenerse, el sendero devaluatorio, aunque a un menor ritmo, se mantuvo firme. “El impacto en los precios fue inmediato y de relevancia: mientras 2018 culminó con una tasa del 47,1 por ciento, la inflación interanual del nivel general de precios a marzo del 2019 ascendió a 54,1 por ciento mientras para el rubro de alimento y bebidas fue aún mayor, del 62,7 por ciento. De esta manera, el objetivo de la política económica oficial logró consumarse por medio de un fuerte deterioro del salario real, del conjunto de prestaciones sociales y del resto de conceptos de ingresos de sectores populares”, se subrayó en el informe citado. Si el votante de Macri sabía de antemano que durante su gobierno el poder de compra de salarios y jubilaciones perdería por goleada contra la inflación, se dolarizarían precios de alimentos, combustibles y tarifas, se derrumbaría el consumo, cerrarían miles de empresas y comercios y se despedirían a miles y miles de trabajadores, aumentarían la pobreza y la indigencia, se reendeudaría al país de manera irracional, ¿lo hubiera elegido igual? Uno sospecha que una parte de ese electorado no, pero… no deja de llamar la atención que, pese al desastre económico y social de su gestión, aún mantenga chances de ser reelegido por cuatro años más.


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sábado 10 de agosto de 2019 | página 7

ENTREVISTA A GERMÁN MARTÍNEZ

“Hay que hablar con todo el mundo” El referente de la Corriente Nacional de la Militancia, analizó el escenario que va de las Paso a las generales. “Hay que dejar la calculadora de lado y poner la energía en explicar qué es lo que está en juego”, planteó. Smartmatic y el intento de manipulación del escrutinio por parte del gobierno. Por Juane Basso

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COSTUMBRADO A ANDAR DETRÁS de escena, más organizando campañas que protagonizándolas, a Germán Martínez le llegó el momento de ser candidato. Es el tercero de la lista de diputados del Frente de Todos que en Santa Fe encabeza Marcos Cleri. En una extensa entrevista con Noticias Piratas –programa que produce la cooperativa La Masa en Radio Universidad (sábados de 12 a 14, FM 103.3)–, el cientista político y referente de Unidad Ciudadana y la Corriente Nacional de la Militancia analizó el panorama que va de las Paso a las generales, y aseguró: “Lo que está en juego son dos dos modelos de país. Uno concentrado en poquísimas manos o uno que intenta integrar a todos”. —¿Cómo ves el clima social, el humor de la gente con relación a lo que se disputa en estas elecciones? —Nosotros tenemos habitualmente, todos los sábados, 25 y 35 mesas de la Corriente de la Militancia en distintos puntos de la ciudad y eso nos permite ir testeando la temperatura del ciudadano promedio que está a veces está más enojado en un momento, más decepcionado en otro, o con mayor nivel de esperanza. El clima es positivo de cara a las elecciones, entre otras cosas porque hubo algunos debates que se lograron instalar en la campaña de la mano de Alberto Fernández que repercuten en la calle. Ahora, esto no es contradictorio con una operación fuerte del gobierno de mostrar datos de dudosa procedencia, con la idea de instalar la sensación de que se están acercando a Alberto. Yo no sé cómo va a terminar todo esto, pero Antonio Cafiero tenía una frase en el ‘87 cuando competía por la gobernación en Buenos Aires: «Las encuestas pueden decir lo que quieran, pero la sensación térmica dice que ganamos». —Una de las grandes preocupaciones de estos comicios está centrada en la transmisión del escrutinio por la polémica empresa contrada del Gobierno, Smartmatic, lo que convierte al proceso de fiscalización en una clave de las elecciones. ¿Cómo llega el Frente de Todos a esa instancia? —Acá en Santa Fe tenemos una ventaja. Venimos de dos elecciones provinciales que nos permitieron diseñar la fiscalización en términos muy importantes, con dos grandes espacios. Por un lado, el sector de Omar Perotti y el nuestro de Unidad Ciudadana enfrentando al espacio conformado por Encuentro por Santa Fe, con María Eugenia

Bielsa. Y en las elecciones generales no solamente logramos unificar el dispositivo de fiscalización sino que además de eso, nos permitió cubrir ciento por ciento la totalidad de las mesas de votación e introducir muy bien un sistema propio de conteo rápido que nos dio exacto. Ahora estamos en otra etapa, no está más la boleta única, el rol del fiscal es más importante, porque se suma la tarea de reposición del voto a lo largo de la jornada, y empieza toda esta cuestión alrededor del sistema principalmente de transferencia de datos, es ahí donde está el principal cuestionamiento. En ese sentido, nuestros apoderados legales se han movido bien y han logrado que se pueda aplicar en todos lados lo que ya se venía haciendo en Santa Fe, que es que pueda haber fiscales informáticos en el centro de cómputos de recepción de los datos. Eso significa que en el Correo, hay fiscales de los partidos políticos que ven como van entrando los datos. Y se agregó que son fiscales informáticos en el lugar donde se transmite el dato, es decir que en cada una de las escuelas va a haber un fiscal del Frente de Todos al lado del donde se está escaneando y transmitiendo el dato al centro de cómputos. Además, a partir de una aplicación que se diseñó a nivel nacional, vamos a tener prácticamente un escrutinio paralelo. Hay que ver hasta dónde llegamos, porque una cosa es el Estado con toda su infraestructura, y otra cosa es una fuerza política, pero todos sabemos

que uno de los principales atributos que tiene nuestro espacio político es la militancia. Dicho todo esto, que son los cuidados para reducir daños, te digo que si la distancia es importante y tenemos un fiscal por mesa, no hay chance de que nos hagan fraude. Por eso necesitamos todo: laburar mucho el voto para tener la mayor distancia posible y tener un fiscal por mesa para que, además de reponer el voto, garantice un certificado electoral bien confeccionado, con todas las firmas, y que ese certificado sea transmitido por las autoridades de la escuela pero que al mismo tiempo el fiscal se quede una copia para que nosotros podamos contrastar esa información con la que va volcando el centro de cómputos. —Pensando los votos desde el punto de vista económico, con este modelo neoliberal han sido golpeados los sectores asalariados, los comerciantes, los jubilados y pensionados, los que reciben la Asignación Universal, los industriales, ¿no te parece que no la dan las cuentas al gobierno? —Muchos hacen especulaciones como la que mencionás, tomando como punto de referencia el resultado del balotaje de 2015, pero yo quiero ganar en primera vuelta. Para eso hay que cumplir una de las dos condiciones que prevé la Constitución Nacional: o sacar más del 45 por ciento de los votos, o sacar entre el 40 y el 45 y una diferencia de 10. Como esa segunda condición me parece difícil, porque más allá de que hay muchos afectados todos sabemos que el oficialismo es una fuerza política potente, competitiva en términos electorales, que tiene los medios de comunicación, las corporaciones económicas, un pedazo de la Justicia, que tiene todo eso acompañándolo yo supongo que va a ser difícil que saque menos de 35 puntos. Va a ser complicado ganarle por el 40 más 10. Hay que ir por el 45 por ciento de los votos. Necesitamos no solamente una cuestión de rechazo a Macri. En este momento, tanto pensando en las Paso como las generales, tiene que primar una cuestión de afecto con nuestra propuesta. Hay que dejar la calculadora y poner toda nuestra energía en hablar con cada uno, y explicarle qué es lo que está en juego, escuchar mucho, no enojarnos, no putearlos porque hayan votado a Macri en otro momento. Tratar de hablar con todo el

mundo y explicar que la nuestra es la única propuesta de país que le puede dar un futuro de esperanza a los argentinos y argentinas. —¿Y cómo describís que es lo que está en juego? —Vuelve a repetirse el escenario de 2015, donde quedan clarísimos los dos modelos de país que están en puja y los candidatos son los emergentes naturales de esos dos modelos. Tenés un modelo de país para pocos, concentrado en poquísimas manos, donde un puñado se beneficia y la mayoría la ve con la ñata contra el vidrio y eso tiene en Mauricio Macri su expresión política. Y por el otro lado estamos con un proyecto de país que intenta integrar a todos, inclusive a los que se ven beneficiados con Mauricio Macri, y esa es una diferencia sustancial de los dos modelos: con el nuestro hasta los que se ven beneficiados con Macri también se van a beneficiar, menos, pero se van a beneficiar. En cambio cuando gobiernan ellos, se beneficia solamente un minoría. Y este modelo de país para todos, creo que ha encontrado en Alberto Fernández una excelente síntesis electoral porque permite dos cosas fundamentales: una enorme capacidad de gestión y una enorme capacidad de negociación para ampliar los límites de nuestra fuerza y conformar una coalición de gobierno y una coalición legislativa que permita fortalecer nuestro espacio político de cara a la enormes transformaciones que vamos a tener que hacer en el rumbo económico. —¿Cómo se confronta políticamente con una maquinaria que no tiene ningún empacho en decir «no vamos a devaluar, no vamos a endeudarnos, no vamos a despedir, ni a perseguir a los opositores, etcétera», y después hace todo lo contrario? —En 2015 hubo una campaña mentirosa y engañosa. En la que Macri decía que no iba a tocar nada, que se iba a mantener lo que estaba bien. En el debate de Scioli con Macri quedó absolutamente claro eso. Hoy, en cambio, nos da más posibilidad a los militantes políticos de dejar en claro los dos modelos de país, porque Macri dice «Es por este camino, y más rápido». Y Alberto contesta: «Si es por este camino y más rápido, abróchense los cinturones de seguridad, porque van a seguir tirando argentinos y argentinas por la ventana». —Por otro lado, el peronismo, el movimiento nacional, logró reestablecer lazos, recuperarse de divisiones y fragmentaciones que tuvo en la última etapa del período 2003-2015, como con importantes sectores sindicales y otros espacios… —Cierto, me parece que a la recomposición superestructural de nuestro espacio político, recuperando vínculos con el movimiento obrero organizado, con otros sectores que nos habían acompañado en el 2011 y se habían ido en 2013, como el Frente Renovador. Recuperando vínculos con referentes como Felipe Solá. —Y ampliando hacia un sector que no estuvo incluso cuando se era gobierno, que tiene un peso simbólico importante, como el de Pino Solanas, Victoria Donda, Patria Grande, PTP… —Hoy hay movimientos muy diversos que están acompañando la propuesta de Alberto Fernández. Qué voy a ir a hacer con un integrante o adherente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), ¿lo voy a ir a retar porque antes estuvo en otro lugar político? No, hay que ir abrazarlo y decirle que salgamos a buscar a más argentinos y argentinas.


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ABSURDA PROHIBICIÓN EN EL FLORENCIO SOLA

Con Evita no La Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) impidió el ingreso de bombos y banderas con la imagen de Eva Duarte de Perón a la cancha de Banfield. “Son símbolos partidarios”, argumentaron. Por Santiago Garat y Facundo Paredes

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OS HINCHAS DE BANFIELD LLEgaron el pasado domingo a la puerta del estadio y, como es costumbre, accedieron al cacheo de la policía para poder ingresar los trapos, los bombos, los redoblantes y hasta algunos instrumentos de viento. Ese día, el Taladro recibía a Estudiantes de La Plata en el estadio Florencio Sola. Esa tarde, además, el club del sur bonaerense estrenaba una tribuna sin alambrado ni fosa, dando un gran paso en la lucha por la erradicación de la violencia en el fútbol argentino. Pero se encontraron con una orden directa de quienes justamente se encargan de prevenirla: no se puede entrar con nada que tenga la imagen de Eva Perón. No hubo forma, varios bombos y una bandera se quedaron afuera. “El argumento es que se trata de símbolos partidarios, eso es lo que usó como excusa la gente de Aprevide, que ya había hecho algo similar en la cancha de Sarmiento de Junín ¡que se llama Eva Perón!”, enfatiza Sergio Cherco Smietniansky, integrante del espacio Banfield por los Derechos Humanos. “Está claro que la figura, la dimensión histórica de Evita trasciende cualquier espacio partidario –continúa–. Y si lo llevamos al absurdo, desde el punto de vista técnico, hay tres fórmulas presidenciales de las que compiten el domingo que están integradas por gente que está vinculada al peronismo”. Smietniansky, que también participa de la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino, fustiga: “Hay algo mucho más grave todavía, que es ¿quién es Eva Perón? Es la gestora del voto universal en nuestro país, con lo cual tiene condición de prócer indiscutida. A los inquisidores siempre les gustó atacar a las mujeres, pero realmente es un absurdo. Así, el próximo paso puede ser que prohíban que se pague la entrada con los billetes de su imagen”. Lo más ridículo, es que en las instalaciones de la cancha, la imagen de la Abanderada de los humildes está tatuada en una de las paredes. “La figura de Evita está en dimensiones gigantes del lado de adentro del estadio porque está reconocida institucionalmente por el club”, remarca Sergio, y detalla: “Hay un mural de ella con el escudo de Banfield y el lema que se usa habitualmente, que es «El equipo de Evita»”. Cherco, que así es como le dice todo el mundo, se refiere a que en la definición del campeonato de 1951, en la que el Taladro llegó a la instancia final con Racing, la por entonces Primera Dama manifestó públicamente su deseo de que el club ubicado en la esquina de Peña y Arenales se quedara con el título. “El deseo de Evita tenía una lógica política, ya que por primera vez en la historia del profe-

sionalismo un equipo de los denominados chicos terminaba en la cumbre de un campeonato de Primera División, lo que rompía la eterna hegemonía de los cinco grandes”, publicó el propio Smietniansky en el portal InfoNews de Banfield. Aunque finalmente el vencedor fue el conjunto de Avellaneda, los hinchas del verdiblanco se apropiaron para siempre de la figura de la mujer que impulsó el voto de sus pares. “Los muchachos de la Revolución Libertadora tendrían que hacerle una denuncia por plagio a la Aprevide”, ironiza este fana y militante del Taladro, ya va por más: “Este no es un tema novedoso, pero sí es de una gravedad

institucional realmente inusitada. Es un escándalo político. Entonces San Martín también sería un símbolo partidario. Tampoco se podría ingresar alguna imagen de Yrigoyen, de Juan B. Justo o Alfredo Palacio. O en el caso de Banfield, con otro símbolo histórico como es Oscar Alende, de la Unión Cívica Radical intransigente. Es todo un absurdo, porque son figuras del patrimonio de la cultura popular de nuestro país”.

Una de cal y una de arena Casi en el mismo momento en que el mundo futbolero celebraba la iniciativa banfileña de quitar el alambrado de la tribuna Eliseo Víctor

Mouriño, luciendo al estilo europeo, el organismo que conduce Juan Manuel Lugones, mientras se jactaba de ese cambio cultural, impedía el ingreso de todo elemento que tuviera estampada la figura de la esposa del General Perón. “Una cosa no tiene nada que ver con la otra”, aclara este fanático de la institución del sur del Gran Buenos Aires al comparar el accionar del organismo de seguridad con lo que ocurrió en la grada que homenajea al ex futbolista que brilló con la verde y blanca entre fines de los 40 y principios de los 50, que luego le valió la capitanía de la Selección Argentina. “Es un mérito, el de poder jugar sin alambrados, que no tiene ningún vínculo con el


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Aprevide, que aplicando ese derecho de admisión a la figura de Evita lo que hace es generar violencia, porque está atentando contra los principios más elementales de la democracia, de la historia de nuestro país. Es un hecho violento cultural y políticamente”, afirma Sergio, y todavía con un dejo de bronca, reclama: “Quienes están a cargo deben dar explicaciones a la sociedad de lo ocurrido”. Con el lamentable episodio aún fresco, a la memoria de Cherco acuden situaciones similares, también en tiempos de Macri. “Puntualmente con lo de Santiago Maldonado, en dos ocasiones quisieron impedir el tema de la bandera, y la resistencia del público permitió que no la saquen”, rememora este socio del Taladro. “En la tercera el cerrojo era tan grande que se podían meter sólo los letreros, y en el cuarto partido directamente pasó un avión por arriba del estadio y tiró 30 mil volantes con la imagen de Santiago”, celebra, y recuerda que mientras el país buscaba el cuerpo del joven artesano, víctima de la represión de la Gendarmería, “había una cacería de brujas con cualquiera que se solidarizaba con esa causa”. Y más acá en el tiempo, lo mismo ocurrió con el pañuelo verde de la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito: “En varias canchas se les ha prohibido a las mujeres ingresar con pañuelos verdes.El caso resonante fue el repechaje de la Selección Argentina de fútbol femenino en Arsenal –menciona Smietniansky–, incluso contrariando lo que han manifestado públicamente muchas jugadoras”. En este sentido, este hombre de apellido difícil resalta el trabajo de la Coordinadora de Derechos Humanos, que nuclea a simpatizantes de todos los clubes de fútbol del país, incluído los dos grandes de Rosario: “Estamos planteando desde el organismo que el fútbol y los derechos humanos no son cuestiones disociadas”. Y asegura que la idea del grupo es “llevar el concepto básico, llevar los derechos humanos al fútbol, de empezar a subir la lucha de los derechos humanos desde la identidad que a cada uno nos toca”.

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“Así como históricamente se reivindicaba a las víctimas del terrorismo de Estado, a las y los compañeros detenidos y desaparecidos por su condición de trabajadores del Banco Nación, por estudiantes del Enam. A raíz de eso empezamos a cuestionarnos por qué los clubes de fútbol no habían hecho lo mismo”, se pregunta Sergio, y sigue: “Lo que buscaban era borrar la historia de esos compañeros y compañeras. Y como esa identidad existía, nos parece legítimo reivindicarlos desde ese punto”.

Le taladra la cabeza La situación del equipo ahora conducido por el ex goleador Hernán Crespo, no es tan cómoda como en otros tiempos. O por lo menos así lo ve Sergio Smietnianski: “Este año aparece un poquito más ajustado con el tema de los promedios. Lo tenemos que mirar aunque sea de reojo, algo que en los últimos años no estábamos acostumbrados”. Si bien el presente del conjunto bonaerense con respecto a la zona de descenso no es tan crítico como el de los rosarinos Central y Newell’s, la cosa no está para tirar manteca al techo, ni relajarse. “De todas maneras somos optimistas, y esperemos que lo resultados nos acompañen”. Por último, este incondicional seguidor de Banfield y habitual entre los tablones del Florencio Sola, resalta que “el club tiene un semillero muy bueno, por lo que este año se intentó hacer un mix con jugadores de experiencia”, y desea seguir sumando puntos “para que esto se siga manteniendo con Crespo a la cabeza del plantel”.


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SIN PEDIR PERMISO

Pibas superpoderosas Efímero, Janie Jones y Crema son marcas locales y autogestivas que apuestan a la lencería feminista y con talles para todos los gustos. Tres historias de una pelea por la inclusión de todos los cuerpos que crece paso a paso. BÁRBARA MARZETTI

Por Laura Hintze

LO QUE YO BUSCO ES QUE las clientas no sientan que les hacemos un favor o que tengan que pedir permiso. Yo veo la lencería que hacemos en tetas y culos gigantes y desborda sensualidad, la verdad. Se genera una complicidad hermosa entre nosotras. Todos los días respondo 30, 35 mensajes de gente que me agradece”, dice Lupa, creadora de la marca de lencería feminista Crema. Shirli, diseñadora de Efímero, una marca de características similares, coincide: “Hay un público súper agradecido. Pero que me agradezcan me parece innecesario. Las mujeres no deberían sentir que tienen que agradecer por tener un corpiño de su talle”. “Desde un principio hubo chicas que decían que gracias a mi ropa dejaron de usar algo incómodo o que no les gustaba. ¡Yo me volvía loca de emoción! Eso me hace sentir con superpoderes: hago algo que transforma a las pibas”, enfatiza Ayelén, creadora de la marca Janie Jones. Lupa, Shirli y Ayelén son tres pibas jóvenes y trabajadoras autogestivas que comparten una característica: hacen ropa interior feminista e inclusiva. Esto es, piensan cada una de sus prendas lejos de la hegemonía y cerca de todos los talles y para todos los gustos y deseos. Crema, Janie Jones y Efímero se venden porque sus modelos son tías, madres, estudiantes; gordas o diminutas, peludas, tatuadas, embarazadas, que amamantan. Y todas apuestan a que cada una se sienta sensual y cómoda dentro de sus realidades y para ellas mismas.

El talle único no es el único talle Las tres marcas consultadas para esta nota representan a un minúsculo grupo que crece pasito a pasito: el de pequeños emprendimientos o grandes marcas que se animan a ofrecer un amplio rango de talles sin diferenciar precios ni entrando en la lógica aburrida de lo especial o excepcional. El movimiento AnyBody Argentina lleva adelante un directorio que reconoce marcas de indumentarias que ofrecen una amplia gama de talles. Para este invierno de 2019, ese directorio cuenta con siete marcas con presencia nacional, 63 marcas y emprendimientos locales y 1155 puntos de venta en el país. El buscador ofrece sólo 11 resultados entre marcas y locales para toda la provincia de Santa Fe. Uno de ellos es Efímero. “Para nosotras es un gran beneficio que nos incluya Anybody, es una forma de que podamos estar todas las marcas juntas. Ofrecer una amplia gama de talles siempre nos trae complicaciones al momento de la venta y de conseguir locales para vender, de que entiendan que comprar un producto im-

plica comprar 10 talles de ese producto. Es toda una remada bárbara”, cuenta Shirli, diseñadora de la marca, integrada por cuatro pibas. Efímero nació hace 3 años y fue la primera experiencia de Shirli haciendo ropa interior. “Lo primero que enfocamos fue salirnos de esta idea de que es una ropa pensada para el hombre. ¿Por qué usamos esos corpiños tan incómodos? ¿Para quién? La idea es que eso sea para nosotras: que nos guste y nos sea cómoda”, relata la diseñadora. Otra de las decisiones de la marca fue la inclusión de talles. Efímero ofrece prendas que van del 1 al 10 y también a medida. No es, sin embargo, lo único que la hace inclusiva. Las imágenes de Efímero disrumpen

“Ofrecer una amplia gama de talles siempre nos trae complicaciones al momento de la venta y de conseguir locales para vender, de que entiendan que comprar un producto implica comprar 10 talles de ese producto. Es toda una remada bárbara” también porque sus modelos, por ejemplo, cayeron a las sesiones de fotos sin depilarse, sin siquiera proponérselo. Y eso ofendió a gran parte de sus seguidores. “Así como te empezas a plantear el por qué del push up, te planteas por qué y para quién te depilas. Y después la edad: ¿quiénes pueden usar esta ropa? ¿Por qué sólo chicas jóvenes? Sea el cuerpo que tengas, siempre vas a sufrir el comentario sobre tu cuerpo. Sucede con quienes salen de los estereotipos”. Los resultados de la decisión saltan a la vista. Las clientas de Efímero agradecen. “No nos piden que cambiemos cosas, recibimos, sobre todo, mucho agradecimiento. A mí me parece innecesario. Las mujeres no deben sentir que tienen que agradecer por tener un

corpiño de su talle. Es innecesario y me encantaría que haya muchas más marcas así”.

De pibas para pibas Ayelén atiende el teléfono desde su casa. “Estoy cortando tanguitas”, dice, mientras se prepara la entrevista con el eslabón. Su marca, Janie Jones, nació en octubre de 2012 y fue, probablemente, una de las primeras que innovó entre las marcas de diseño independientes y autogestivas. De ese momento a ahora, Ayelén festeja uno de los mayores cambios entre sus clientas: “Apenas arranqué, me decían que me iban a comprar cuando tengan un novio. Ahora las pibas lo quieren para ellas, para hacerse un regalo, para mimarse”.

Según Ayelén, la suya es una marca “de pibas para pibas”. Y cuenta: “Creo que fuimos una de las primeras en usar otra estética, lejos de las hegemonías. Siempre mostramos pibas solas, o pibas con otras pibas. Janie Jones nunca fue para los chabones”. Para ella, la idea de una marca inclusiva abarca mucho más que cumplir con los talles y necesidades (alergias, por ejemplo) de cada cuerpo. “Siempre que tengo la posibilidad, digo lo que quiero. Me parece muy importante que la piba que te banca y que le gusta lo que haces sepa qué políticas acompañan a las productoras independientes, por ejemplo. Tampoco me importa vender dos bombachas menos porque a una antiderechos no le gusta que pidamos por aborto le-

gal. Creo que todas esas decisiones transmiten una misma idea: que cualquier persona con cualquier cuerpo puede sentirse cómoda y sexy”.

Local, popular, democrática y feminista Crema es una marca de lencería feminista que nació a principios de este año. “Es un proyecto que busca que algo que siempre está relacionado a la banalidad, como la moda o la lencería, tenga una connotación política”, explica Lupa, su creadora. La marca no anda con chiquitajes y salió a luz cuando la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó su libro Sinceramente. “Una amiga tiene una librería –Arde Libros– y decidimos hacer un sorteo en las redes: el libro y el top Sinceramente, una transparencia con una estampa holográfica del título del libro”. La diseñadora recibió varias advertencias tras su decisión: iba a quedar muy marcada. “Si ese filtro era necesario, no había problema. Yo no creo que una macrista se sienta identificada con una marca que propone la libertad y la conquista de derechos en todas las materias posibles”. Crema se maneja por redes y su tienda virtual, y al igual que las marcas mencionadas, apuesta a la inclusión desde todos los frentes posibles: talles infinitos y mujeres empoderadas. “Las pibas hacemos esto por y para nosotras. Somos nosotras las que tenemos que aceptar nuestra ropa interior y eso ayuda que sea más fácil amigarse con nuestra sensualidad”, remarca Lupa. Para ella, lo más llamativo no fue sólo la cantidad de gente que agradece por ir más allá del talle 110 para corpiños, sino la cantidad de mujeres que pasaron los 35, 40 años y le agradecen por la posibilidad de regalarse esa imagen de una misma. “Todas tenemos algo en común. Con o sin rollos, sea la edad que tengamos, siempre nos hablan de nuestros cuerpos. A nadie le alcanza”, resume.


el eslabón | sociedad

sábado 10 de agosto de 2019 | página 11

PENSAMIENTO NACIONAL

Apuntes sobre La Revolución MANUEL COSTA

Por Gabriel Fernández*

P

REPARE EL MATE COMPAÑERO. A pocos días de las primeras elecciones decisivas del año, podemos charlar en confianza. Con la advertencia de siempre, renovada: nuestros análisis no tienen la intención de generar acuerdos, sino de ayudar a pensar. Si de lo conversado quedan conceptos picando como una Pulpo sobre un terreno irregular –eso es nuestro cerebro- entonces vale. A quién se le ocurre que a través de un artículo vamos a lograr unanimidad. Ni ahí. En las horas recientes observamos un recrudecimiento de cierta campaña “interior”. En las redes, venimos atosigados por ideologistas super peronistas que se posicionan en minoría que de tan sabia encarna las mayorías y juzga a los demás; a raíz de esa intensa propaganda se dispararon estas reflexiones discontinuas. En principio: la revolución es un lío. Todo anhelo de perfección y diseño estricto es barrido por la acción cotidiana que crea, inventa, improvisa sobre un perfil propio. Podemos hablar del asunto desde esta región del mundo, porque tenemos la experiencia. Hicimos la revolución, sólo que cuando la hacemos los argentinos queda devaluada por razones técnicas. 1945 y 2001, por situar. En otros lugares del mundo donde se realizó «La Revolución» con mayúsculas, escuadra y tiralíneas el efecto no ha perdurado con más intensidad que por estos pagos. Si queremos doblar la apuesta, digamos: la influencia del peronismo es superior a la registrada por corrientes dogmáticas en otros territorios. Sucede que la Revolución Peronista es un lío, y el Proyecto Nacional una guía que necesita instrumentarse paso a paso en cada área, en cada zona, pero no ofrece recetas específicas. Cuando se extrapolan soluciones circunstanciales y se las transforma en leyes a cumplir, se ideologiza la doctrina. Así, se coincide con el resto de los sectores, para quienes lo que hace el peronismo nunca da la medida, nunca responde a lo que debe ser. Seducidos, y abandonados. Para los que hablan de un camino perfecto, el movimiento irregular, mundano, discontinuo de nuestro gigante, suele tener sobras por un lado, faltantes por el otro. Durante mucho tiempo nos fatigaron con la idea de “las limitaciones del peronismo”. Esas limitaciones serían acciones borrosas a superar por la prístina labor de quienes sí saben cómo hay que hacer las cosas. La izquierda se lleva las palmas en semejantes observaciones, pero de un tiempo a esta parte el mismo comportamiento se percibe con energía en los super peronistas ideologizados.

Es más. Cuando se menoscaba la revolución en la Argentina puede percibirse el aroma del modelo de la Revolución Socialista. Y si no, no. Acá la revolución es Peronista y eso, en vez de situarnos por detrás de la verticalidad y la cerrazón, nos ubica delante. Esa es la Comunidad Organizada (1946-1955) y (20032015). Menciono los dos tramos porque el Proyecto Nacional no es un futuro perfecto por venir sino un presente mundano inexacto y en construcción continua. Y porque muchos militantes han vivido un período transformador y no se dieron cuenta pues los carteles indicadores de la revolución no eran los que esperaban. Es más. También late en ese menoscabo la ilusión de la victoria definitiva. Pero no hay

La versatilidad y la intransigencia, la dureza y el sentido de la oportunidad, la capacidad de lucha y de negociación han sido elementos básicos y no excluyentes en la configuración del quehacer nacional popular en la Argentina. victorias definitivas. A tal punto que el promocionado triunfo del Norte sobre el Sur estadounidense fue quebrado por el capital financiero que reimpulsó la renta cuando se pensaba que ese país tenía un irremediable destino industrial. Y el muro ruso cayó, por obra de las mismas manos. Ambas grandes naciones, para su reconversión, tuvieron que abrevar, el lustro reciente, en el peronismo. La política exterior lanzada en 1953, con raigambre previa, fue desplegada durante la Década Ganada de modo pleno, hasta convertir esta nación en orientadora de la gran batalla internacional entre los dos modelos en pugna. Esas son revoluciones, que tanto. Dos períodos en los cuales se señaló un sendero al mundo mientras se lo articulaba puertas

adentro. Que las realizaciones fueran defectuosas no es más que la ratificación de su vivacidad. En todos los objetores late la desconfianza hacia el peronismo, aunque posen como super peronistas para detectar cada falencia con afán detectivesco. La boba desconfianza de una franja de la militancia kirchnerista hacia “el peronismo” le privó de la densidad histórica pertinente para avanzar con más confianza; es decir, con apertura y menos sectarismo. La tonta desconfianza super peronista hacia “el kirchnerismo” daña las perspectivas de unidad presente en el marco de un debate que podría ser fructífero. Todo todo todo lo que se lee y se escucha a diario está destinado a hundir la industria argentina y desprestigiar a quienes la sostienen

directa ¡o indirectamente! El esquema de poder financiero y sus escuetos aliados sabe que el freno a la primarización de nuestra economía es el peronismo con sus variantes, con su movimiento obrero y sus luchas sociales. En vez de percibir semejante realidad que nos cae encima con toda la violencia oligárquica, tantos compañeros se hacen los trascendentes y pretenden explicar desde una filosofía elitista que el peronismo no es así, que fulano es marxista, perengano liberal y mengano, corrupto. El peronismo pasaría a ser, entonces, un ideal lejano que se concretará algún día, cuando haya verdaderos peronistas. ¿Fundarán alguna variante del PPI (Partido Peronista Intransigente)? mientras los demás, corroídos por las luchas cotidianas, nos lanzamos a elaborar el presente, en medio de la maleza. A veces, desmalezando; otras, aprovechando la vegetación tupida para imponer las tres banderas a como dé lugar. Quien no desea moverse en las turbias selvas de la política, a la cual califica como politiquería electorera, no desea hacer política nacional popular. Prefiere una autopista lisa y bien señalizada, donde cada cual va por su carril. A la usanza jaunbejustista desdeña la “política criolla” y quiere las cosas “bien claras”; donde los buenos sean buenos y los malos, malos. Lo difícil es admitir que Uno nunca sabe, como escribió el Negro. En ese marco de debate llama la atención una tendencia extrema a confundir doctrina con ideología, y a trasladar temporalmente frases sueltas del líder pronunciadas en circunstancias muy deter-

minadas. Ahora bien, sin negar la honradez de los difusores cabe preguntarse ¿de dónde surge esta campaña que hace de la pureza y las trayectorias rectas preceptos antes desconocidos para nuestro movimiento? ¿Desde cuándo un peronista, en vez mirar hacia dentro para atisbar el propio andar, asienta su conducta en señalar con el dedo las falencias de los otros? La versatilidad y la intransigencia, la dureza y el sentido de la oportunidad, la capacidad de lucha y de negociación han sido elementos básicos y no excluyentes en la configuración del quehacer nacional popular en la Argentina. De allí que en distintas etapas las caras visibles del movimiento puedan evidenciarse como recorrida de todo el espinel político con raíz peronista. Aún más curiosa que esa desmemoria reciente resulta la caracterización de las fórmulas que encabezarán el Frente de Todos en PASO y Octubre: la combinación de Alberto Fernández – Cristina Kirchner y de Axel Kicillof – Verónica Magario, es de las más peronistas presentadas históricamente desde la muerte del general Juan Domingo Perón al presente. Una recorrida por los nombres precedentes no vendría nada mal y cualquiera puede realizarlos en su propia cabeza, si refresca con franqueza. Así las cosas, la liebre ha saltado desde un perfil inesperado. Los que reclamaban amplitud ahora, con la amplitud –y el enorme respaldo del movimiento obrero organizado– patalean por la amplitud. Algo huele mal entre los puros. Cuando un elemento vivo se mantiene en la misma posición por demasiado tiempo, sin la energía vital que brinda el mismo caminar, tiende a descomponerse y emite un aroma desagradable. El peronismo es todo lo contrario: siempre en acción, ofrece luz y transformación, ayuda al tránsito de sangre fresca por todo el cuerpo, está listo para afrontar las más variadas contingencias. Las banderas cristalizadas, no flamean. * Director La Señal Medios / Sindical Federal / Área Periodística Radio Gráfica


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página 12 | sábado 10 de agosto de 2019

UNA NUEVA FASE DEL PROCESO GOLPISTA CONTRA LA DEMOCRACIA

Más bloqueo a Venezuela EEUU apretó aún más las clavijas con una profundización del asedio económico. El gobierno bolivariano denunció ante la ONU “violación al derecho internacional” y “terrorismo económico”. El pueblo salió a la calle a apoyar a Maduro. Por Pablo Bilsky

A

NTE LOS REITERADOS FRACAsos de la denominada oposición al gobierno de Nicolás Maduro, EEUU inició una nueva embestida contra el pueblo de Venezuela. El Imperio insiste con los bloqueos económicos, cada vez más estrictos, y con las provocaciones militares que tienen como finalidad justificar una invasión armada. El pueblo venezolano respondió con una enorme movilización en apoyo al gobierno el miércoles, y el gobierno de Venezuela denunció la injerencia, que viola las normas internacionales, ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). EEUU profundizó con esta nueva medida el alcance de sus sanciones al gobierno de Venezuela. “Todos los bienes e intereses en bienes del gobierno de Venezuela que se encuentran en Estados Unidos quedan bloqueados y no se pueden transferir, pagar, exportar, retirar o negociar con ellos de otra manera”, dispone un decreto firmado el lunes por el presidente Donald Trump. Si bien el gobierno de EEUU no detalló en la orden ejecutiva qué bienes posee Venezuela en territorio estadounidense, que serán los afectados por el bloqueo, es sabido que el principal activo estatal venezolano en EEUU es la petrolera Citgo, filial de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que viene siendo gravemente afectada por las medidas de EEUU. Trump justificó la medida en “la continua usurpación del poder por parte del ilegítimo régimen de Nicolás Maduro”, y por “los abusos contra los derechos humanos, la interferencia contra la libertad de expresión y el intento de socavar la autoridad del presidente interino designado por el parlamento, Juan Guaidó”. Venezuela ingresó a la lista de países que enfrentan represalias de Washington, entre ellos Cuba, Irán, Siria y Corea del Norte. “Es la primera vez en 30 años que usamos un congelamiento de bienes contra un gobierno en este hemisferio. Funcionó en Panamá, funcionó en Nicaragua una vez, y va a funcionar allí otra vez, y va a funcionar en Venezuela y Cuba”, afirmó el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, este martes de la ciudad de Lima, donde tuvo lugar la “Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela”. La reunión, convocada por el Grupo de Lima, que sigue los dictados de Washington, fue una suerte de coordinación de las futuras acciones contra Venezuela bajo el mando de Washington. Cancilleres y delegados de unos 40 países debatieron en Lima “sobre una salida a la crisis en Venezuela”, un día después de que Trump congelara todos los activos del gobierno venezolano en EEUU. Trump envió a su secretario de Comercio,

Wilbur Ross, y a su consejero de Seguridad Nacional, John Bolton. Los grandes ausentes fueron los representantes de los países que apoyan a la democracia y el gobierno legítimo de Venezuela: Cuba, Rusia, China y Turquía, que declinaron la invitación. En declaraciones a la cadena de televisión Fox, el asesor de Seguridad Nacional de EEUU, calificó a Venezuela como “un estado canalla” y lo comparó con Irán, Corea del Norte y Siria, al tiempo que dijo que EEUU hará lo que sea necesario para “garantizar que Maduro se quede sin medios para mantenerse financieramente”. “El tiempo del diálogo ha terminado, ahora es el momento para la acción”, señaló Bolton, al tiempo que aclaró que la orden ejecutiva (decreto) también “autoriza sanciones a las personas extranjeras que brinden apoyo, bienes o servicios a cualquier persona sancionada, incluido el gobierno de Venezuela”. Para Bolton, la profundización del bloqueo está “enviando una señal a terceros que desean hacer negocios con el régimen de Maduro”, dijo, dejando en claro que las amenazas no sólo incluyen a Venezuela, sino que a todos los países del mundo. “No hay necesidad de arriesgar sus intereses comerciales con los EEUU con el fin de

beneficiarse de un régimen corrupto y moribundo”, amenazó. “Estamos dando este paso para negarle a Maduro el acceso al sistema financiero global y para aislarlo aún más internacionalmente”, agregó Bolton. “En este hemisferio, es nuestro imperativo moral defender a nuestros vecinos contra cualquier amenaza, interna o externa, que socave la paz, la seguridad y la prosperidad”, señaló el asesor de la Casa Blanca. En su mensaje, Bolton también amenazó a países que apoyan a Venezuela, incluidos Cuba, Rusia, China e Irán, a los que acusó de apoyar las “atrocidades de un dictador brutal”. “Tanto para Rusia como para China, decimos que su apoyo al régimen de Maduro es intolerable”, señaló Bolton.

La respuesta del gobierno y el pueblo de venezuela El pueblo respondió en la calle, con una enorme movilización que tuvo lugar el miércoles. Las columnas marcharon desde la Plaza Morelos hasta el Panteón Nacional, en Caracas, en conmemoración de los 200 años de la Batalla de Boyacá y en rechazo a las nuevas sanciones que el gobierno estadounidense emitió contra Venezuela. Por su parte, el presidente de la República, Nicolás Maduro, decidió que no continuará el diálogo con los sectores de la oposición que se estaban desarrollando en Barbados. “El imperialismo se volvió loco y le dio una puñalada a la vida económica de nuestro país y ellos salieron a hacer fiesta, en esas condiciones no”, señaló el jefe de Estado. Antes de las declaraciones del presidente, apenas se conoció la medida, el gobierno chavista afirmó en un comunicado que el decreto de Trump formaliza el “criminal bloqueo económico, financiero y comercial ya en marcha”, que busca “forzar un cambio de régimen mediante acciones que afectan directamente a la sociedad venezolana”. Desde la marcha, el ministro para Relaciones Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, llamó a la máxima unión para vencer las dificultades ante las constantes agresiones y bloqueo financiero.

“Debemos mantenernos unidos. Seamos creativos y logremos todos los caminos alternativos para vencer este bloqueo”, expresó Arreaza. El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello también aseveró desde la marcha que la reciente orden ejecutiva del gobierno de EEUU es una agresión contra todo el país sin distinción política. “Una agresión de este tipo no es contra los chavistas nada más. Es una agresión contra todo un país que se ha levantado en un sentimiento de Patria, nacionalismo y de amor por nuestro país, por nuestro suelo patrio ante una nueva agresión del imperialismo”, señaló Cabello. “La medida ha levantado una ola de amor contra esta locura de los genocidas que gobiernan los EEUU. Lo intentaron con Cuba, Corea del Norte, Irán y aquí no han podido. Ponen a los pueblos a sufrir. A uno le sorprende el nivel de la desnaturalización de la política cuando hacen fiesta ante estas medidas. EEUU está absolutamente equivocado con Venezuela. No nos vamos a rendir, esto nos une más, el pueblo organizado”, expresó el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela. “Ni una sola gota de petróleo tendrán de Venezuela. Nosotros venceremos, seguiremos venciendo”, señaló Cabello, al tiempo que recordó que para el gobierno estadounidense la oposición venezolana es intrascendente debido a que no les informaron que se firmaría esta orden ejecutiva contra el país. “La oposición no sabía absolutamente nada de la decisión, tanto que mientras eso ocurría seguían llamando al diálogo y EEUU exige dentro de las cosas que dice, es que ya basta de diálogo, nosotros no nos vamos a cansar de dialogar con quien sea, donde sea por la paz del país”, dijo Cabello. Venezuela denunció ante la ONU la violación del derecho internacional. Envió al organismo dos cartas, una dirigida al Consejo seguridad, y otra al secretario general, solicitando su intervención ante este nuevo atropello al que calificaron de “terrorismo económico”.


el eslabón | ciudad

sábado 10 de agosto de 2019 | página 13

“EL AJUSTE EN SALUD MATA”

Continúan los reclamos de activistas del VIH Sin medicamentos ni respuestas de ningún nivel del Estado, la Asociación Civil Vox y la Mesa Positiva Rosario se sumaron al pedido nacional para que se garantice el acceso a los tratamientos necesarios para personas seropositivas.

A

NTE LOS CONTINUOS FALTANTES de medicación para tratamientos del VIH y la ausencia de respuestas por parte del Estado municipal, provincial y nacional, la Asociación Civil Vox y la Mesa Positiva Rosario se concentraron este jueves al mediodía en el PromuSida (Moreno 960). La actividad se replicó en todo el país bajo la consigna “El ajuste en salud mata”. La semana pasada, la Fundación Grupo Efecto Positivo difundió los datos de las compras de medicamentos del último año de la Dirección Nacional de SIDA y confirmó lo que activistas de todo el país ya llevan meses denunciando: peligra la entrega de medicación de más de 15 mil personas con VIH. Se constató, además, que desde este mes faltarán más de 17 medicamentos antirretrovilares. A fines de junio de este año, el eslabón se hizo eco de las denuncias de activistas del VIH que se mostraban en estado de alerta por dificultades a la hora de conseguir medicamentos en todo el país, Rosario incluido. En ese momento, se contaban dos casos de faltantes de medicamentos y el crecimiento de la entrega fraccionada de los esquemas: en vez de garantizarte un mes de tratamiento, comenzó a ser cada 10, 15 o 20 días. Un mes más tarde, la situación no cambió. “Esto va creciendo. Crece esto de que entregan la medicación fraccionada cada 15 días, va creciendo que cambian los esquemas arbitrariamente y se van sumando los medicamentos que faltan. Esta cuestión va en aumento y desde las responsabilidades y jerarquías en infectología, y de políticas relacionadas a VIH, sólo salen a desmentir esto y a decir que el gobierno nacional, desde un primer momento, garantizó el acceso a la medicación y lo seguirá haciendo”, informó Cristian Alberti, miembro del grupo de activistas Mesa Positiva, antes de la concentración. Alberti remarcó, además, que la postura negacionista se replicó también en los referentes locales. “Desde PromuSida salieron a decir que estas cuestiones son mentiras, señalando que desde un primer momento se garantizó la medicación y el acceso a la salud de todas las personas seropositivas. Según ellos, estamos utilizando estas fake news de cara a las elecciones para desestabilizar al gobierno nacional y que ganen los Fernández”, enfatizó el activista. La concentración, en ese sentido, incluyó, por un lado, que las organizaciones y asociaciones civiles que se convocan denuncien

ANDRÉS MACERA

“la irresponsabilidad” de los representantes de las políticas referidas al VIH en Rosario. Pero además, se sumó a una serie de reclamos que se llevaron adelante en todo el país, de Buenos Aires a Jujuy, pasando por provincias como Córdoba, Mendoza, La Rioja, San Luis, entre otras. “Queremos un compromiso a nivel nacional. Podemos generar algo en Rosario, pero esta situación se da en todo el país. Por eso salimos en varias localidades con una campaña cuya consigna es «El ajuste en salud mata»”. Tras la reunión, los y las activistas lograron el compromiso de funcionarios presentes para generar una reunión entre pacientes y médicos infectólogos donde se pueda poner en discusión el futuro de la salud y adherencia. Además, el próximo 15 de agosto se reunirán con el secretario de Salud Pública, Leonardo Caruana.

Los números que molestan El informe difundido por la Fundación Grupo Efecto Positivo (GEP) se conoció lue-

COOPERATIVA LA MASA Fábrica de comunicación autogestionada

go de solicitar a la Dirección Nacional de SIDA información oficial sobre compras públicas, stocks y adquisiciones proyectadas por esa Dirección para mantener la provisión pública de medicamentos para VIH, Tuberculosis y Hepatitis C a nivel nacional. Según los datos reportados, y tal como informó la Fundación mencionada, existen actualmente faltantes de medicamentos que integran los esquemas antirretrovirales utilizados por las 86.338 personas con VIH que se encuentran en tratamiento en Argentina. El análisis de la información, señalan desde la Fundación, arrojó resultados que dan cuenta de la inexistencia de stock de efavirenz y de las combinaciones darunavir/ritonavir y tenofovir/emtricitabina/efavirenz desde el mes de junio de 2019. Además, se pudo constatar que a partir de agosto no habrá disponibilidad de otros 15 medicamentos antirretrovirales. En los casos en los que no está iniciado el proceso de compra, resolverla de manera urgente demandará, por lo menos, tres meses.

Cabe recordar que con la eliminación del Ministerio de Salud de la Nación, la Dirección Nacional de SIDA sufrió un recorte de presupuesto de 1.724 millones de pesos en 2019, y desde 2015 ya renunciaron 3 directores de la dependencia. A la faltante de medicamentos se le suma la llegada de una carta de intimación a personas que perciben la pensión no contributiva por VIH. Desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación exigen un reempadronamiento que tiene como requisito presentar un certificado médico que demuestre que la persona tiene el 85 por ciento de la infección por VIH avanzada, es decir, estar en una etapa SIDA muy avanzada. “Además, esa información tiene que estar avalada por la junta médica del hospital donde te atendés”, explicó Alberti a este medio. Y agregó que “la carta documento cita algunos artículos confusos y que no tienen sustento a la hora de sacarle una pensión a alguien que tiene una enfermedad crónica”.

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página 14 | sábado 10 de agosto de 2019

ENTREVISTA A ERNÁN CIRIANNI

“Nos identifican como sujeto político, y está bueno” En el marco del lanzamiento del tercer anuario de Alegría en Rosario, uno de sus creadores cuenta la experiencia colectiva de historietizar el último año de la gestión Cambiemos sin morir en el intento. La presentación de la publicación será el sábado 10 de agosto en el Atlas. Por Juan Pablo de la Vega

A

CASI CUATRO AÑOS DE SU ATErrizaje en la Casa Rosada, la gestión de Cambiemos se mide en los fríos números de su economía y sus recortes, se cuantifica en la pesada deuda que nos deja como herencia, se degrada en sus discursos vacíos y huidizos, y se despelleja en las páginas de Alegría, la reconocida publicación virtual de humor gráfico político, que se puede ver en redes sociales como Facebook e Instagram, y que acaba de lanzar su tercer anuario en formato de libro. Alegría surgió del slogan “La revolución de la alegría”, que alguna vez acuñaron desde el equipo de Durán Barba. Con ánimo de despedir a la gestión nacional de una vez por todas, el colectivo de guionistas, dibujantes e historietistas presenta su tercer anuario. Ernán Cirianni es uno de los referentes del colectivo Alegría que el sábado 10 de agosto, a las 18.30, en el Complejo Cultural Atlas de Rosario (Mitre 645) presentará –con entrada libre y gratuita– su tercer anuario en el marco del Alegría Federal Tour 2019. Serán de la partida Diego Roth y Maximiliano Falcone, guionista y dibujante locales, y el comunicador Leandro Arteaga. Cirianni es argentino pero vivió desde muy chico en México. Cuando volvió a la Argentina, fue alumno de arquitectura, de animación cinematográfica y escenografía. Realizó varios talleres de historieta, incluso estudió con referentes como Rep, Elenio Pico y Pablo Sapia, y fue compañero de dibujantes como Liniers y Minaverry. En diálogo con el eslabón , Ernán adelanta contenidos del libraco de 240 páginas a todo color que tiene una provocadora tapa: una Lilita Carrió con una corona de espinas, entre sangre y delirio, obra del ilustrador Polaco Scalerandi. “Es el tercer año del macrismo retratado en dibujos. Como en los años anteriores, tiene trabajos especiales para el libro, que son las historietas mensuales, y además hay unos textos que acompañan lo que pasó en esos meses, como si fuera una infografía. Está ilustrado por dibujantes que estuvieron mucho tiempo antes en los anuarios. Y, como novedad, están los textos que ponen en situación, porque lo que tiene el humor gráfico político es que se pierde a veces la esencia del chiste cuando pasa un tiempo: ¿quién era

Triaca? Bueno, sí, fue demasiada mala sugestión, o porque estaba en silla de ruedas. Los primeros textos fueron de amigos, en la segunda fueron tuiteros famosos o de las redes sociales, y en esta ocasión conseguimos que haya dirigentes políticos importantes como (Jorge) Taiana; Liliana Manzur, que era directora del Incaa y que ahora es diputada nacional; Romina del Pla y Miriam Bregman”. Según el entender de Cirianni, las colaboraciones del tercer anuario, a pesar de no ser tan divertidas como las de amigos y tuiteros, de alguna manera reflejan cómo fue creciendo el trabajo de este colectivo artístico: “Pasamos de ser una página de humor a ser considerados una página política”, dice con orgullo, sobre un proceso que los encontró cruzando una y otra vez la brecha digital cotidiana y el objeto papel, más profundo y analítico. “Al principio los que estábamos en la revista no veníamos del humor gráfico, sino de la historieta, veníamos del papel y pasamos al humor gráfico digital, y de un tiempo a esta parte, al papel nuevamente. Fue confuso. Ahora hay autores más jóvenes, tipo Giraldes o Nolo, que incluso ya mandan las tiras o las historietas en formato perfecto para Instagram. A ellos también les motiva el papel, ver tu obra en un material que se conserva en segundos de atención en las redes sociales, y cosas como que la Revista Barcelona nos pide para publicar cada quince días una página de Alegría”. “Al principio era puro chiste –continúa Cirianni–. Por suerte había gente que tenía más capacidad de diseño, como Ariel LV y Diego Rey, y Otto, que hizo una página digital, y entendíamos que en las redes sociales las viñetas circulaban más rápido que en el papel. Nos costó, pero lo entendimos. De todas maneras, somos nostálgicos del papel. Por ejemplo, estuvimos en la marcha contra el 2 x 1 a los genocidas, que fue para mí la marcha más grande desde que volvió la democracia, y vendimos un montón de libros. Ese es el público al que apuntamos y está bueno eso de identificarnos como un sujeto político y que la gente nos identifique como eso”. Para el lanzamiento en Rosario, se presenta a Cirianni como “el mejor humorista gráfico de los últimos 50 años”, parafraseando otras de las tantas frases hechas del macrismo. Cirianni explica: “Es como si dijeran que Lío Messi va a ir a jugar un picado en Santiago del Estero, en

Perico o Misiones, y nunca llega”. Para finalizar, el dibujante cuenta que se vinculó con numerosos historietistas en festivales como Viñetas con Altura, en La Paz Bolivia: “Había una historieta que no era la que uno consumía. Uno seguía más lo gringo, o lo europeo, y me parecía que estaba bueno circular por festivales

como en Bolivia o Colombia. Con esto fui conociendo amigos. Y también está bueno que Alegría tenga una página internacional, por eso estamos vinculándonos con colectivos como Envidia, de Bolivia; El Lápiz, de España, y dibujantes de Brasil, aunque todavía tenemos que resolver el tema de traducir las viñetas”.


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sábado 10 de agosto de 2019 | página 15

LECTURAS

Los oficios terrestres El viernes 16 de agosto a las 19, en la Biblioteca Argentina (Pasaje Dr. Álvarez 1550), se presentará No era yo, el primer libro de cuentos de Luis Alberto Steinmann, editado por El Salmón, sello local que el autor co-dirige junto a su compañera, también escritora, Rocío Muñoz Vergara. Por Eugenia Arpesella

N

ACIÓ EN 1982 EN EL DORADO y se crió en Posadas, Misiones. También vivió en Buenos Aires y en Sevilla, España. Desde hace unos años Beto eligió Rosario, donde se dedica a la gestión cultural, y a escribir. En su perfil de autor hay un dato saliente, y es que siempre vivió cerca del río.También incursionó en todo tipo de oficios: hamburguesero, crupier, mozo, imprentero, poeta. De ahí toda la materia de la que están hechos estos cuentos. Lo “regional” que tanto se achaca a los autores de provincia, o del interior, no aparece en el libro como marca registrada o división política como la de los mapas, sino como expresividad pura. En los 16 relatos que componen No era yo, Beto construye los entornos donde ocurren las historias mediante una escritura fresca y sencilla, a veces impregnada de oralidad, y desde las reacciones y acciones de los personajes, incluido el narrador en primera persona. No hay connotación, ni remilgos, ni firuletes. Pasan cosas, a los personajes le pasan cosas, resuelven o se resignan, olvidan y siguen. En la triple frontera, en un yerbatal, entre cuatro paredes o en un subte en hora pico, el hombre de provincia va vestido con la mejor pilcha que tiene rumbo a una entrevista de trabajo en un bar cualquiera de la Capital. A lo chejoviano, o lo carveriano, los textos de Beto son las historias secundarias, las historias que no representan toda la vida sino sus partes discretas, situacio-

nes recortadas sobre la existencia común de un hombre, de una mujer, de su duración lenta, fatigosa, en la que, de a momentos, se ponen en juego los sentimientos más profundos, la moral de su época, y los gestos ante las pequeñas grandes circunstancias: la contienda cotidiana entre el fracaso total o un triunfo parcial, justo ahí donde se vislumbra lo contingente, lo fatal y la injusticia que acompaña a tantos. Un ejemplo formidable, es Eso no sirve para nada, cuento en el que un operario de fábrica que acaba de perder su trabajo, se sienta a ver la derrota de Bonavena frente a Cassius Clay en la histórica pelea en el Madison Square Garden. Otro de los temas del libro es el imaginario de los centros urbanos como depositarios de las mejores oportunidades, lejos del terruño. Desde el epígrafe lorquiano “Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa”, al último cuento que le da nombre al libro, Steinmann representa esa escisión que significa el exilio, el desarraigo, a partir de la construcción de una identidad en conflicto. El destierro, el desclasamiento, las dificultades económicas ponen a prueba a los personajes de Beto, con sus expectativas y desalientos. Como el sermón que el Obispo Usher, desde la soberbia y suntuosidad que le da el oficio divino, le diera a los pupilos del cuento de Rodolfo Walsh: “Cada hombre honrado debe aprender sus oficios terrestres”. Ese mandato que rige la vida de los pobres, es conjurado por los que habitan este puñado de historias. Por rebeldía, porque se hace lo que se puede, porque ya no se juega la honra, pero sí la vida.

Lo “regional” que tanto se achaca a los autores de provincia, o del interior, no aparece en el libro como marca registrada o división política como la de los mapas, sino como expresividad pura.

LAS NOTAS DEL COMENTADOR

Mirar la muerte* Por Roberto Retamoso

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A Lato Ferrarón, Amarú Luque, Pepo Briggiler, Adriana Estévez y Graciela Koatz, in memoriam.

No eran por ello tanatófilos, cultores de la muerte. No amaban la ausencia de la vida sino su presencia plena, mayestática. La muerte, así, aparecía en toda su crudeza como un evento inevitable, sin ser por ello trágico. Podía ser, por el contrario, tolerable, –incluso amigable– mirado en su faz instrumental: la muerte, la propia, o la del enemigo, no era más que un medio, un pasaje, un pasaporte, para arribar a un mundo nuevo, a un hombre nuevo, a un tiempo nuevo, que estarían hechos, naturalmente, con todas esas vidas segadas por la muerte.

Cuando la muerte no es algo lejano, ni natural –porque lo natural, a esa edad, es que se vea bien lejos– algo se trastoca. Algo altera el orden –¿natural?– de las cosas, haciendo que todo permute su lugar. Ellos tenían la muerte cerca, todos los días, o día a día. Y la miraban, con los ojos grandes, bien abiertos, sin miedo y sin angustia. Sabían que era una contingencia más, y no daban por ella más que lo que darían por la misma vida. No temían morir, porque vivir sin muerte, para ellos, no era vida.

*** La muerte, entonces, no era muerte. O no era aquello que suele entenderse

como muerte: la negación, la ausencia, la falta, el vacío. Y aunque muchos de ellos habían sido criados en una vida religiosa, hacían de la muerte una potencia, una fuerza vital que transformaba las cosas de raíz, sintiéndola no como una negación sino una afirmación alegre, absoluta. La afirmación de una vida nueva, más justa, más digna, más humana. *** Tenían, de tal modo, una mirada alegre en medio de una vida alegre. No significaba eso que fuesen negadores, alucinados jugadores que apostaban sin medir las consecuencias. Pero la cercanía de la muerte, su inminencia, jamás representaba un obstáculo, ni aún menos un temor capaz de hacerlos desistir de sus propósitos.

La muerte no era más que un acicate, un desafío, que los llevaba a buscarla para sentirse, así, más vivos cada día. *** Murieron, en consecuencia, del modo en que vivieron. Solos, acompañados únicamente por sus ideales. Y aunque no haya habido, en ese momento ni manos ni voces fraternas abrazándolos, aquí están, hechos carne, presencia, aliento cierto, en esta memoria inclaudicable que, pese a todo, los sigue manteniendo vivos.

* Por error, la semana pasada este texto se publicó incompleto. Esta es la versión original.


contratapa | el eslabón

página 16 | sábado 10 de agosto de 2019

Cinco pa’l peso FACUNDO VITIELLO

Por Hilo Negro (desde Cancha Rayada)

Y

o no sé, no. Con Pedro nos acordamos de cuando nos faltaban 5 para comprar la pelo de cuero, la número 5. A los meses, nos faltaban 5 para completar el pago de las camisetas, y Pedro se reservó la 5. Al año nos faltaban siempre 5 para la entrada del baile del club Las Palmeras o El Pino. Y también se acuerda de esa tarde lluviosa en la que nos faltaban 5 para la entrada a la matiné del Sol de Mayo, y de aquella vez que nos quedamos afuera del cirquito que por primera vez llegaba al barrio, porque nos faltaban 5 para la entrada. En el corralón de Biedma, me dice Pedro, a uno le faltaban 5 y como yo venía con propinas, metí la mano en el bolsillo. Pero no eran 5 mangos lo que estaba pidiendo al fiado, sino 5 bolsas de cemento. Cuando saltamos del Jockey al L&M, recuerdo que más de una vez nos faltaron 5 para el atado. Los primeros mangazos fueron a la abuela: para la pelo seguro, pero para los puchos no daba. Hasta que un día vi a un San Cayetano colgado con monedas y un par de billetes de 5, y le tomé prestado uno para los cigarros y para la inscripción para un torneo. Eso sí, antes de empezar a jugar, Pedro mangueó para reponerle los billetes al Santo, no sea cosa que nos jugara en contra. Una noche en La Sirena, nos quedamos hablando, militando, y entre café y café, nos gastamos hasta el último billete de 5. Volvimos a gamba al barrio, que quedaba mucho más lejos que 5 cuadras. Antes del 5 de cada mes, todos habían cobrado su sueldo y mi vieja, me dice Pedro, me mandaba a jugar 5 a la primera y 5 a los cinco. El otro día cuando nos enteramos que estos que nos gobiernan (por ahora)

quieren sacar el billete de 5, justo el que lleva la imagen del gran general San Martín, nos agarró una bronca bárbara. El que últimamente estaba ahí, junto a San Cayetano, colgadito de la cortina como haciendo el aguante. Yo lo miraba y parecía que decía: “¡Vamos, que volvemos.

Que volvemos TODOS!”. Bronca que se nos pasó el día de San Cayetano, estando cerca del Monumento, pasaditas las 5 de la tarde, cuando empezaron a llegar todos los 5 de nuestra historia, personal y colectiva, como para acompañarnos en ese domingo a que se empezaran a recuperar

las sonrisas, dejando atrás la angustia que nos agarra cuando nos faltan 5 para lo más básico. Meto la mano en el bolsillo y tengo dos San Martín que me alcanzan para cuatro bizcochos, para la mateada, que espero que desde el domingo tenga otro sabor para TODOS.


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