El Eslabón 422

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sábado 21 de septiembre de 2019 año XX n° 422 (el jefecito) precio $ 50.-

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Cansados de esperar al futuro, los pibes y las pibas de las escuelas secundarias asumen el protagonismo en la lucha contra el neoliberalismo macrista. El voto joven, la memoria, la libertad de expresión y la justicia social son algunos de los motores de su lucha.

ESTUDIANTES EN MARCHA UN MODELO PARA EL POSNEOLIBERALISMO

INDIGNACIÓN TANA

La agenda de Alberto

Siamo fuori

422 - 21/09/2019

Mientras la debacle macrista se profundiza, asoman las principales ideas del candidato del Frente de Todos: renegociación de la deuda y atención de la emergencia social, laboral e industrial, como prioridades.

FACUNDO VITIELLO

MANUEL COSTA

Una marea humana rodeó la sede central del Club Italiano ante los rumores de demolición del lugar, que sería codiciado para un negocio inmobiliario. En una semana se hicieron 400 nuevos socios.

Lobby patronal

Debates de cara al veinte

El otro bicentenario

Empresarios, y curiosamente algunos gremios también, ejercieron una fuerte presión para que Santa Fe adhiera a la nueva ley de ART, hija del macrismo y que reduce derechos a los trabajadores.

En el marco de sus 20 años, el eslabón organiza el lunes en el Atlas, a las 18, una charla con el ex ministro de Educación, Alberto Sileoni, Sonia Alesso, titular de Amsafé y Ctera , y su par de Sadop, Martín Lucero.

Es tal el ninguneo de la historiografía clásica porteña a la figura del caudillo santafesino Estanislao López, que los 200 años de la primera Constitución, piedra basal del federalismo americano, pasaron casi desapercibidos.


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ESTUDIANTES EN MARCHA

En las calles y en las urnas Los pibes y las pibas de las escuelas secundarias rosarinas le sumaron una nueva lectura a una consigna histórica, a 43 años de La noche de los lápices: que la historia también se escribe con el voto. Las voces, ansiedades y lecturas de los y las adolescentes que le ganaron al neoliberalismo y la subestimación. YAZMÍN QUIROGA

Por Laura Hintze

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IAN, OCTAVIO, CRISTIAN E IARA son cuatro de los y las miles de adolescentes que este lunes marcharon en todo el país a 43 años de La Noche de los Lápices. En Rosario, los Centros de Estudiantes decidieron plantarse con una bandera que engloba sus reclamos históricos y su militancia en estos últimos años: “Los lápices siguen escribiendo en las calles y en las urnas”. En diálogo con el eslabón, defendieron el voto joven, la militancia en las escuelas y su rol protagónico en la lucha por la defensa de la educación pública en años de neoliberalismo. “Fue duro”, dice Lian, de 15 años, alumna del Nacional 2. La adolescente se refiere con tristeza a no haber entrado en el padrón electoral este año. “Cumplo los 16 en noviembre y tenía ganas de votar, de poner mi boleta en la urna. Para mí es validar nuestros derechos y hacer lo que corresponde”. Octavio, de 18, y alumno del Politécnico, votó por primera vez este año. Es contundente con sus sensaciones: “Una experiencia única, inolvidable. Y eso: a seguir votando”. Este 2019 fue también el primer año en que Cristian, de 16, pudo ejercer su derecho al voto. Para él, levantarse a la mañana para ir a votar, para decidir quién querés que esté ahí, en el gobierno, y saber que podés derrotar al neoliberalismo, es, cuanto menos, muy importante. “Te sentís poderoso”, resume. Iara, por su parte, todavía espera que se le dé. Tiene 15, es alumna del colegio Jesús de Nazaret y le encantaría votar. Dice que para ella no estar en el padrón este año fue una frustración. “Tengo que seguir esperando”, subraya, ansiosa. “El voto joven está buenísimo. Es como una previa a los 18, como unos 15 para las chicas. Es como poder sentir lo que es nuestro derecho de votar democráticamente, que es lo mejor que tenemos”. Iara está segura de algo más: la primera vez que vote va a ser una experiencia “muy energética”.

El voto de los pibes y las pibas El Voto Joven se sancionó en 2012. Se trata de la reforma a la Ley de Ciudadanía, que extendió el derecho a votar en elecciones nacionales a los y las jóvenes de entre 16 y 18 años. Si bien para este segmento el voto es obligatorio, en caso de que se abstengan, no serán considerados infractores. Según datos del Ministerio del Interior de la Nación, desde su primera implementación en las elecciones legislativas de 2013, el padrón de jóvenes casi se duplicó, pasando de 627.364 electores en las primarias de 2013 a 1.129.824 en las generales de 2017. La participación siempre se mantuvo por encima de la mitad del padrón, a excepción de las primarias de 2015. Al momento, y según estas estadísticas, el máximo de participantes entre 16 y 18 en el país fue en las elecciones generales de 2015, con 605.331 votos. Un informe del diario La Nación de julio de

Periódico semanal fundado el 2 de septiembre de 1999 por Matías Ayastuy, Juan Emilio Basso Feresin, Julián Lafuente, Rodrigo Miró y Jerónimo Principiano. propietario: Asociación Civil Cadena Informativa Registro de Propiedad Intelectual Nº 234.810

este año indicó que, en 2019, la cifra de menores de edad habilitados para votar es menor que en los años anteriores: representa un 2,9 por ciento del total del padrón, contra el 3,4 de las elecciones de 2017. Según el mismo informe, la disminución fue por no haber cumplido la renovación obligatoria del DNI correspondiente a los 14 años, o porque, habiéndola hecho, no fueron debidamente incluidos en el padrón electoral. Antes de la sanción de la ley, la renovación del documento debía hacerse a los 16. Asimismo, con la sanción de la ley nacional, casi todas las provincias comenzaron a adaptar su legislación para permitir el voto joven en las elecciones provinciales. En 2012 se sumaron 9 provincias, en 2013 adhirieron 6, y entre 2014 y 2017 otras 5. Santa Cruz y Salta lo permiten de hecho, al utilizar para las elecciones provinciales el padrón nacional. A la fecha, el voto joven sólo no está previsto en Corrientes y Santa Fe. La provincia con más participación joven es Santiago del Estero, donde llega al 74 por ciento del total de pibes y pibas en el padrón. Santa Fe, por el contrario, se encuentra entre las tres últimas, alcanzando el 37 por ciento. Le siguen Chubut y Tierra del Fuego, con el 31.

Fundamentales Iara, Cristian, Lian y Octavio son un puñado de ese 37 por ciento de jóvenes santafesinos que apuestan a las urnas. Los

producción periodística: Cooperativa de Trabajo La Masa directores: Ernesto Ávila y Laura Hintze editores: Juane Basso y Manolo Robles. corrección: Santiago Garat.

cuatro coinciden y destacan la importancia del voto joven para impedir la reelección de un gobierno “que le hizo tan mal a la educación pública”. Pero también apuestan a que tienen mucho para decir y hacer, y le dan batalla a la subestimación. Para ellos y ellas es simple: son jóvenes pero habitan el mismo país, se sensibilizan de igual manera ante las injusticias y desde el momento en que se levantan todos los días para ir a la escuela son sujetos políticos. “Durante el gobierno de Macri, nuestro rol fue, es y va a seguir siendo fundamental”, considera Octavio, secretario de Asuntos Exteriores del Centro de Estudiantes del Politécnico. “Esta juventud viene con mucha conciencia social. Si bien hay un porcentaje al que no le interesa mucho, hay otro que sí. Y somos un gran porcentaje”, dice. Para Octavio es simple. Él, como tantos y tantas, se sumó a militar porque le gusta. “Me parece interesante y me gusta la política, saber de política. Somos el futuro y nos tenemos que informar”, añade. Iara coincide: los y las adolescentes fueron y son protagonistas en la pelea contra el macrismo. En ese sentido, considera que es fundamental, entre compañeros y compañeras de clase, militar el voto joven. “Muchas personas de nuestra edad no están interesadas en temas políticos o en lo que fue la política en nuestro país, por eso es muy importante que los más jóvenes se den cuenta que si hay un derecho, como

redacción: Horacio Çaró, Guillermo Griecco, Pablo Bilsky, Luciano Couso, Eugenia Arpesella, Alfredo Montenegro, Facundo Paredes, Gabriel Zuzek, Silvia Carafa, Soledad Pascual, Jerónimo Principiano, Juan Pablo de la Vega y Marcelo Valenzuela.

votar, hay que usarlo, porque es un derecho muy importante”, explica, refiriéndose también a la bandera que armaron para este 16 de septiembre: que los lápices escriben también en las urnas. “Para nosotros, aunque tengas 15, 16 o 17, es muy importante que te interese la política. El derecho a votar y la democracia nos marcan mucho y siempre. Muchos dicen que son todos iguales o qué sé yo, pero hay que entender que hacemos política todo el tiempo, hasta en las cosas mínimas. Somos el futuro de nuestro país y es muy importante que puedan entender que una adolescente puede opinar, que no importa su edad, vive en Argentina y tiene el mismo derecho que una persona de 40”, remarca. La primera marcha de Iara fue el año pasado, la marcha de Ni Una Menos, a la que fue con sus papás y sus amigas. Cuando habla de estar en la calle, se percibe el mismo entusiasmo que tiene la joven con la posibilidad de votar en pocos años. “Me encanta marchar. Me da mucha sensación de alegría saber que hay gente que está por lo mismo que una”, reconoce. Y agrega: “En la marcha del lunes, fue saber que todos recordamos a esas personas a las cuales les pasó tanto y tenían nuestra edad”.

“Hay que bancar siempre” “Los secundarios no somos ajenos a lo que pasa, a la realidad, no es un tema de adultos. Somos el presente y el futuro y te-

diseño gráfico: Javier García Alfaro, Aníbal Pérez, Diego Roth y Facundo Vitiello. fotografía: Manuel Costa, Andrés Macera, Paula Peña y Yazmín Quiroga. cierre de edición: Viernes 20 de septiembre de 2019.

el eslabón integra la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra) y la cooperativa Diarios y Periódicos de Santa Fe (Dypsa). Mendoza 2836, depto. 4, Rosario

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sábado 21 de septiembre de 2019 | página 3 JUANE BASSO

nemos que ser parte de esto, actuando como corresponde”, dice Lian Cuevas, de 15 años y parte del Centro de Estudiantes del Nacional 2. “Por eso cuando decimos que los lápices escriben en las urnas, también tiene que ver con sacar a este gobierno neoliberal que lo único que hace es reprimir y empeorar aún más la situación de los argentinos y las argentinas”, asegura. Para ella, la consigna levantada el pasado lunes tiene que ver también con el protagonismo asumido desde los Centros de Estudiantes Y eso es “bancar siempre”: sumarse a otras marchas y los reclamos de cada sector. Desde los gremios docentes hasta la emergencia alimentaria, desde Ni Una Menos al 24 de marzo. Lian cuenta que se sumó al Centro de Estudiantes este año con un objetivo: cambiar la situación y ayudar a que más chicos y chicas se metan en la política. “He logrado convencer a muchos de que no sirve ni el macrismo ni sus políticas, que abran los ojos y se den cuenta de a quién tienen que elegir. Con otros no pude, y tengo que aceptar la realidad”, admite. “No tenemos que hacernos los boludos y mirar para otro lado. Hay que afrontar las cosas y no decir que no voto porque son todos iguales, porque no es así. Con algunos comés y con otros no. Es imposible mirar para otro lado y hacer como si nada pasa, cuando en realidad pasan muchas cosas y está todo horriblemente mal. Por eso, para mí ir a votar es también dar un poco de esperanza para ver cómo se sale de esto, levantarse y mejorar un poco cada día”, concluye la joven.

Pibes poderosos En la Escuela Julieta Lanteri, de Mendoza al 7300, están preparando las primeras elecciones del Centro de Estudiantes, que ya existe desde hace unos cuatro años. Por eso Cristian, de 16, dice que un poco es el presidente y otro poco no: porque todavía no lo eligieron. Mientras tanto, para afuera dan otra batalla. “Es un año

de elecciones en donde podemos sacar a este gobierno que ha golpeado mucho a la educación pública. Que se pueda votar desde los 16 es muy significativo, porque vamos a poder vencer al neoliberalismo en las urnas”, explica Cristian. Para él, los y las jóvenes son sujetos políticos muy importantes. “Y en ese sentido, saber que podemos derrotar a alguien, también es algo muy poderoso”, afirma. Cristian tiene 16 y este año votó por pri-

mera vez. Cuenta que le decían “qué va a saber éste, si sólo quiere salir a bailar”, y que él sabe que todos los días, yendo a la escuela o haciendo cualquier actividad, hace política. Pero además él tiene una militancia activa: hace 3 años que forma parte del Centro de su escuela, y a la vez es parte de la agrupación Lobo Suelto (Patria Grande) y de la Federación de Centros de Estudiantes de Rosario, que nuclea a unas 22 escuelas de la ciudad. La primera vez que Cristian estuvo en

las calles fue a los 13 años: participó de la marcha del 24 de marzo con su Centro de Estudiantes. “En ese tiempo mi papá no me había dejado ir. Lo pude convencer y no paré nunca más”, cuenta. Y agrega: “La semana pasada un ex militante de la UES, Marcelo Valenzuela, fue a hablar a la escuela. Él nos dijo que lo más importante que uno puede hacer es lo colectivo. Y yo donde veo eso es en la calle. La mística que se vive es como...guau”.


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A 43, 50 Y 64 AÑOS: CRÓNICA DE LA MARCHA DEL 16 DE SEPTIEMBRE

Si el gorila Rial los viera, se muere muerto Miles de pibes y pibas salieron a la calle para recordar a las víctimas de La noche de los lápices, los rosariazos y el golpe del ‘55. Reclamos contra el ajuste y en defensa de la Educación Pública y la unidad obrera-estudiantil. YAZMÍN QUIROGA

Por Juane Basso

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E LES VE MUY FELICES DE ESTAR en la calle, de ser protagonistas, de reclamar lo que les corresponde. Expresan su preocupación por el presente económico de sus familias y sus docentes, los sueldos que no alcanzan, lo caro del transporte, las escuelas sin gas. Con sus pelos de colores, sus pañuelos verdes, las pibas van bien al frente. Los pibes no se quedan atrás. Tienen memoria, llevan pancartas con rostros de adolescentes que fueron víctimas del terrorismo de Estado durante la denominada “Noche de los Lápices”, hace exactamente 43 años, un 16 de septiembre pero de 1976. Exigen presupuesto para la Educación pública y juicio a castigo para todos los genocidas. La tarde, casi primaveral –la movilización comienza pasadas las 18–, se presenta ideal para darle con ganas al bombo y al redoblante. Hay mucha musculosa y ropa suelta. A la cabeza de la manifestación, en alto, una bandera dice “Federación Secundarios de Rosario”. Abajo, de barredora, otra asegura que “los lápices siguen escribiendo, en las calles y en las urnas”. En la esquina de Moreno y San Lorenzo, donde arranca la marcha, una ex militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de los setenta se emociona al ver pasar la multitud. Después se abraza y entrevera con otros veteranos ex presos políticos y sobrevivientes de la última dictadura cívico militar, que acompañan la movida desde la retaguardia. Tras la enorme columna de centros de estudiantes secundarios, viene otra grande del sector universitario. Atrás le siguen las organizaciones de derechos humanos, los sindicatos, los movimientos sociales y por último los partidos políticos. Hay de todos los sectores menos uno: el de la oficialista Alianza Cambiemos. La movilización es ruidosa y colorida. Y bien politizada. La pibada entona consignas de ayer y de hoy. Canciones que piden cárcel para los milicos o que pegan duro a Mauricio Macri. Hay mucho dibujo del pañuelo de las Madres en remeras y trapos varios. A lo largo de la marcha, estudiantes de teatro y danza realizan diversas intervenciones artísticas. Frente a la Catedral, en Córdoba y Buenos Aires, un pelotón de fusilamiento apunta contra un grupo estudiantes. Todos apoyan sus manos contra la pared de la Iglesia. Alguien da la orden y el bata-

“El mejor homenaje para les compañeres de La Noche de los Lápices y a cincuenta años del Rosariazo es continuar la lucha conjunta entre estudiantes y trabajadores contra las políticas del hambre y el terror” llón militar, que acaba de ser bendecido por un sacerdote, hace tronar sus armas, de madera. Las víctimas, con sus guardapolvos blancos, caen. Al toque resucitan y se repite el número. La jornada es densa desde el punto de ideológico. Ese tono se expresa en las demandas propias del movimiento estudiantil, pero también en las reivindicaciones de sindicatos, organizaciones sociales, el movimiento de mujeres y las organizaciones de derechos humanos contenidas en el documento que se lee desde el escenario, montado frente al Monumento Nacional a la Bandera. El discurso tiene un fuerte anclaje histórico. “A 43 años, los lápices siguen escribiendo en las calles en Defensa de la Educación Pública. A 50 años de los Rosariazos seguimos levantando las banderas de la unidad obrera estudiantil para enfrentar el ajuste”,

abre el texto. El documento recuerda que aquella generación luchaba “por una sociedad más justa, libre e igualitaria”. “Militaban por transformar la realidad, también contra una dictadura que retomó la políticas de entrega y explotación iniciadas el 16 de septiembre de 1955, bautizada por el pueblo como «Revolución Fusiladora»”, subraya. El contenido es muy crítico con el gobierno de Mauricio Macri. “Hoy vivimos como pueblo momentos difíciles. No solo en Argentina, en todo América Latina se vive una avanzada de proyectos neoliberales que buscan doblegarnos, buscan derrotar a los sectores populares”, destaca. Y añade: “La persecución política a les luchadores sociales tiene como claro ejemplo a Milagro Sala, presa política de este gobierno, y a diferentes líderes políticos en Argentina y América Latina”.

“Nosotres –continúa el texto leído así, con «e»– respondemos con más organización, en cada escuela, facultad e instituto y en las calles. Como pudimos ver el año pasado, la unidad y la organización de estudiantes, docentes y no docentes y trabajadores llevó a que ganemos las calles en el marco del paro nacional en pedido de mejora salarial y más presupuesto. Porque sin educación pública no hay futuro”. “El mejor homenaje para les compañeres de La Noche de los Lápices y a cincuenta años del Rosariazo es continuar la lucha conjunta entre estudiantes y trabajadores contra las políticas del hambre y el terror. Los llevamos con alegría, con fuerza, convencidos de que si el presente es de lucha el futuro es nuestro”, plantea hacia el final el documento. Y cierra: “Francisco López Montaner, María Claudia Falcone, Claudio De Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini: presentes”. Tras el discurso, la pibada se relaja. Pero la cosa no termina ahí, ahora vienen las bandas de música. Los más viejos emprenden la retirada. Los pibes y las pibas se sientan sobre el césped, en ronda, y comparten un mate o una cerveza. “Sepan que la Revolución Libertadora se hizo para que el hijo del barrendero muera barrendero”, había dicho el contraalmirante Arturo Rial sobre el golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955 que derrocó a Juan Perón. Si el milico gorila viera esta movilización... Son miles, desparramados por todo el parque. Es un despelote de gente, de militantes, de jóvenes peronistas, de izquierda, feministas, progresistas, “independientes”. Pero está todo organizado. Son los nietos y las nietas de los barrenderos que no pudieron desaparecer. Fueron hijos e hijas de barrenderos, entre otros y otras, quienes trajeron a Perón tras 18 años de exilio y abrazaron la lucha por la justicia social. Aunque poco después, a partir del golpe del 24 de marzo de 1976, aquella generación sufriera secuestros, torturas y desapariciones, como en La Noche de los Lápices del 16 septiembre de ese mismo '76. Hoy cientos de miles de pibes, en Rosario y en todo el país, con viejas y nuevas consignas, copan calles y plazas en defensa de la Educación pública, en memoria de quienes ya no están, para seguir la lucha por una patria donde los hijos y las hijas de los barrenderos, y de cualquier laburante, sean lo que sueñen ser. Si Rial los viera se muere muerto.


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PUBLICACIÓN ESTUDIANTIL

Adolescentes con voz propia Se dice en el Normal, la revista que produce el Centro de Estudiantes del Normal 3, es un espacio autogestivo en el que aprenden periodismo y hacen valer su derecho a la libre expresión. MANUEL COSTA

Por Marcela Isaías

la”, y “dar una mano si algún compañero se traba”, dicen. ¿Y a qué temas les dan prioridad? “A los temas que involucran a las y los estudiantes. A los estudiantes les gustan las cosas que son novedosas, que pueden ver, que en algún momento les pasaron de cerca y dijeron ‘Ah yo esto lo vi, pero no sé del todo’. Vamos más que nada por ese lado”, hablan sobre cómo piensan el sumario de notas.

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TRAVÉS DE SU CENTRO, ESTUdiantes del Normal 3 decidieron ponerle voz, escribir y abrir al debate lo que pasa en la escuela, en sus vidas y en la sociedad. Lo hacen a través de una revista que llaman Se dice en el Normal. Semanas atrás salió la primera edición impresa, de ocho páginas, semestral y que se vende por las aulas de la escuela de Entre Ríos al 2300. Es todo un éxito. En charla con el eslabón, su editora, una fotógrafa y un redactor explican por qué es importante apropiarse de la palabra y ponerla a circular. Invitan a superar miradas prejuiciosas sobre su condición de adolescentes y a mostrar lo que son capaces de producir a través de la escritura. Luisiana Balbuena tiene 15 años, es la presidenta del centro de estudiantes del Normal 3 y la directora de Se dice en el Normal. Con ella están Nuria Fernández (16), la vice del centro y Luca Aguerreberry (16), secretario de actas. Cursan el tercer año de la secundaria y son parte de esta revista. En la editorial de bienvenida de la publicación, nombran además como integrantes de este equipo de prensa a Ailén Jaime, Dana Guibe y Kiara Brest. Y presentan al nuevo espacio como “un medio de información, de debates y expresión sobre nuestros problemas”. La revista se origina en un taller de periodismo de la Escuela Belgrano –comparte edificio con el Normal 3– que dicta el profesor Paulo Menotti (colaborador de este medio). Una de las primeras en anotarse fue Luisiana, quien luego se cambió al Normal y se llevó la idea de replicar la publicación, pero esta vez como órgano del centro de estudiantes. “Yo empecé en el taller de periodismo cuando estaba en primer año, con el prejuicio de no saber si iba a ser muy capaz. Entré como para probar. Me terminó gustando y me aportó muchísimas herramientas. Al principio, el profe me ayudaba a redactar las notas, pero enseguida comencé a desenvolverme un poco más, en cuanto a buscar información y a hacer preguntas”, repasa Luisiana. Ya en el segundo año de la secundaria, se sumó al centro de estudiantes; en tercero armaron la lista “Activamente” con la que fue elegida presidenta. Una de las primeras iniciativas fue poner en marcha una revista propia. El profesor Menotti las ayudó a usar programas de di-

Cuestión de derechos

seño y armado, con la consigna de que la agenda de temas, la información y la producción final corriera por cuenta de las y los estudiantes. Luisiana dice que buscaron darle a la revista su propia identidad, con “un toque más personal, para que pertenezca al Normal 3”. Así, Se dice en el Normal se diseña, escribe y arma en forma completa por un equipo de chicas y chicos del centro de estudiantes. También Nuria se sumó apenas comenzó la escuela secundaria al centro de estudiantes. Primero en la secretaría de género y desde este año como vicepresidenta. Es la responsable de la fotografía de la publicación, una tarea que asume con total profesionalismo. “Me pidieron ayuda con la fotografía, porque yo hago cursos en La Vigil. Para mí la fotografía de la revista representa lo que sería el Normal: una idea de unión. Por eso en todas las fotos hay más de una persona, nos parece que eso representa mucho más que una selfie”. Nuria se entusiasma hablando de su tarea de fotógrafa y, a manera de ejemplo, describe los criterios usados para la foto de tapa. “En la portada de la revista, hay una foto de la marcha de Ni una Menos, en la que ves a chicas pintadas con glitter, una manera de representar la marcha. Y en la nota te das cuenta lo que significa esa marcha para nosotras”, dice sobre la

tarea de diseñar, pensar texto e imágenes en forma integral. La nota a la que alude Nuria habla de “glitter, carteles y colores violetas”. La crónica cuenta que “en la trayectoria las mujeres cantaron eufóricas las canciones populares de las marchas feministas, y nuestras compañeras no se quedaron atrás, haciendo escuchar bien fuerte su voz”. En Se dice en el Normal también se publican notas sobre la participación de estudiantes en competencias deportivas y en otras como el Modelo Naciones Unidas. También una sobre el planetario móvil que visitó el Normal. “Astronomía express” se llama el artículo que escribió Luca, quien reconoce que debió postergar varias veces su participación en la revista por estar dedicado de lleno al teatro. Es parte del elenco de la obra La Noche de los lápices. “Empecé a hacer un par de notas –confía– que las dejé para que termine Luisi, porque en el medio se me metió esta obra que requiere mucho tiempo de laburo”.

Con fondos propios La revista la sostienen con fondos del centro de estudiantes, en especial con lo recaudado en las ferias de plato que hicieron aprovechando los días de las elecciones, cuando muchas personas pasaron por la escuela. Además contaron con la ayuda ofrecida por la cooperadora del Normal. Imprimieron 100 ejemplares, que venden a 30 pesos cada uno; al segundo día de publicación llevaban vendidos más de la mitad. Pasan por las aulas, la ofrecen y la compran estudiantes, profesoras y profesores. Además evalúan las posibilidades de hacerla también en formato digital. Actualmente están pensando el próximo número, para el que buscan organizarse de otra manera, en los tiempos, en las tareas: “Esta primera edición fue como una prueba para nosotros, para ver cómo sale. Nos costó bastante sacarla porque en el medio estábamos aprendiendo”. Y como en todo proceso periodístico, la discusión mayor se la lleva el armado de la agenda, “a qué temas darles prioridad”, “ver qué está pasando en la escue-

“Se dice en el Normal” es una propuesta que pone en práctica y hace visible lo que expresa la Convención sobre los Derechos del Niño -que este año celebra 30 años de su aprobación- sobre el derecho que tienen niñas, niños y adolescentes (todas las personas de hasta 18 años) a la libertad de expresión. “Ese derecho –dice el artículo 13- incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma artística o por cualquier otro medio elegido por el niño”. ¿Por qué es importante hacer una revista propia? Luisiana dice que en lo particular le sirvió para conocer sus propias capacidades de hacer y entusiasmar a otras y otros: “Está muy bueno no tirarse para atrás e intentarlo. Tomar este espacio y hacerlo propio de los estudiantes; porque por ahí no se nos prioriza, no se llega a escuchar nuestro reclamo, no se tiene tan en cuenta nuestra opinión, sobre todo por eso de pensar que somos ‘incapaces’. Y eso no es cierto, porque lo pudimos sacar adelante solos, trabajando en equipo y contando con el apoyo de los compañeros. Es de suma importancia que los adolescentes empiecen a involucrarse con la escritura”. La mirada de Luca también va por ese carril. Considera que “se habla mucho de que los adolescentes son el futuro”, para valorarlos pero también para correrlos de lugar a la hora de tomar en cuenta qué opinan. “Las y los adolescentes somos el ahora, el presente. Seremos algo más grandes en el futuro, quizás. Pero también existimos hoy, no es que no hacemos nada”, se planta Luca. Nuria anima a otras y otros a participar. “Nos involucramos mucho –dice- para que los estudiantes se escuchen, puedan conseguir lo que se proponen y sepan que tienen derechos. Muchos no se involucran porque no se animan a escribir un texto, no se creen capaces. Muchas personas nos creen incapaces, que no entendemos nada de política o de gramática. Nos subestiman por la cara y por la edad”. La charla transcurre en un corredor que está en el frente de la Escuela Normal, a la hora de la salida de clases. Un ejemplar de Se dice en el Normal se despliega sobre una de las mesitas allí apostadas. Luisiana retoma la conversación para valorar lo que les aporta la escritura “ya sea haciendo periodismo o escribiendo una novela”. “Hay muchas y muchos adolescentes que escriben en el cuaderno frases o cosas que sienten en el momento y eso es algo que queda en la nada, tienen miedo de mostrárselo al mundo. Nosotros alentamos precisamente a que lo muestren”, convoca a multiplicar los textos escritos.


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LOBBY PATRONAL EN DIPUTADOS PARA APROBAR LA NORMA

Archívese Entidades gremiales pidieron el archivo de la adhesión santafesina a la nueva ley de ART, una hija del macrismo que reduce derecho a los trabajadores. Empresas que se enriquecen en la bicicleta financiera mientras hay más siniestros. El curioso argumento de Ciciliani. ANDRÉS MACERA

Por Luciano Couso

ros o técnicos en seguridad en el trabajo, ni otros especialistas, ni se prevén las inspecciones a los lugares de trabajo”. Sigue los laboralistas rosarinos: “Los médicos que las integran no son funcionarios públicos, careciendo por lo tanto de estabilidad y sus gastos son financiados parcialmente por las ART, por lo que no ofrecen garantías de la debida imparcialidad”. Un caso de doctor Cureta.

U

N INUSUAL LOBBY EMPRESARIO –con una pata de sindicalistas empresarios– se ejerce desde hace al menos tres semanas sobre la Cámara de Diputados de la provincia para que sus miembros den sanción definitiva a la adhesión a la nueva ley nacional de ART que lesiona derechos de los trabajadores y, solo presuntamente, incrementa la rentabilidad patronal por vía de una baja de lo que el sector llama “el costo laboral”. Una norma impulsada y solicitada por el presidente en enclenque ejercicio, Mauricio Macri, al grito de “no se litiga más”. La presión sobre los legisladores también cuenta con el apoyo del gobierno provincial a través de su ministra de la Producción, Alicia Ciciliani, quien aseguró que “la queremos y necesitamos (a la ley) para que haya menos despidos y menos cierre de empresas”. Curioso argumento que deslinda el creciente desempleo y la disminución de unidades productivas de las políticas neoliberales aplicadas por el Gobierno de Cambiemos para cargar la responsabilidad en la defensa de la salud por parte de los trabajadores. La nueva ley de riesgos del trabajo fue aprobada por el Congreso de la Nación en 2017, cuando la mirada de Macri aún no llegaba a ver el opaco horizonte que las Paso de 2019 interpusieron en su fantasioso camino. A partir de su sanción, el Gobierno presionó para que las provincias adhieran a la norma, cuya constitucionalidad está en duda y será resuelta por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En aquel año, y luego de ganar las elecciones de medio término, el Gobierno se envalentonó con avanzar contra las conquistas laborales mediante una reforma laboral que, finalmente, no prosperó. La implementación en todo el país de la nueva ley de riesgos del trabajo es el último daño que Cambiemos pretende producirle a los trabajadores antes de dejar la Casa Rosada. Como las mafias son malas y nadie las quiere, Cambiemos gastó el argumento de que la ley venía a terminar con presuntas asociaciones ilícitas conformadas por abogados laboralistas, aquellos que defienden los derechos de los trabajadores. Conocido es el video del programa de TV Fuego Cruzado en el que un joven Macri empresario y con bigotes afirma que “lo que tenemos que hacer es bajar los costos, y los salarios son un costo más”. Pues bien, aún en retirada, el objetivo del macrismo sobre el poder adquisitivo del salario –cumplido en buena parte en estos cuatro años de persistentes lluvias para quienes sobreviven de un ingreso fijo– persiste en Santa Fe, donde mediante el lobby en pos de la adhesión a la ley de ART los sectores patronales procuran flexibilizar aún

En pala

más las condiciones laborales supervivientes al modelo de valorización financiera.

Litigiosidad Uno de los argumentos patronales –apoyado por sindicatos que poseen sus propias aseguradoras de riesgos del trabajo– es que la nueva ley permitirá bajar la litigiosidad laboral. Esto es, los juicios que por enfermedad o discapacidad inician los trabajadores a sus empleadores. Falso. En Santa Fe, provincia que no adhirió a la nueva norma impulsada por el macrismo, la litigiosidad bajó de los 15.666 juicios iniciados en 2016 a 11.428 de 2018. El investigador de la Universidad Nacional de Rosario y médico especializado en asuntos laborales, Jorge Kohen, explicó que “este dato echa por tierra la necesidad y urgencia que tiene Santa Fe para adherir a la reforma de la ley de riesgos de trabajo para combatir la desocupación y garantizar la reactivación económica”. Los impulsores de la ley que va en contra de las conquistas de los trabajadores muestran que, desde que la Nación sancionó y varias provincias adhirieron a ella, se redujo el número de juicios. Según un informe de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) entre 2017 y 2018 la litigiosidad cayó un 40 por ciento. Sin embargo, los accidentes laborales sólo se redujeron en 6 puntos. Es decir que no hubo mejores condiciones de higiene y salubridad en los lugares de trabajo, sino menos chances de las víctimas de acceder al Poder Judicial para hacer valer sus derechos.

M’ijo el doctor El acceso a la justicia –o mejor dicho, su dificultad para arribar a un juzgado laboral– es la

principal crítica que los sindicatos y organizaciones de trabajadores realizan a la nueva ley. La reforma dispone a esas comisiones como instancia administrativa previa, única, obligatoria y excluyente para reclamar por una discapacidad, enfermedad o siniestro laboral. Les otorga 60 días hábiles prorrogables para determinar, si se trata de una enfermedad laboral, cuál es el grado de discapacidad y la indemnización. Si el trabajador no está conforme con la decisión de la Comisión Médica tendrá sólo 45 días para acceder a la vía judicial (la ley de Contrato de Trabajo establece un período de dos años). Y de hacerlo, en el caso de que la Comisión hubiera dictaminado una indemnización insuficiente, el camino judicial será “suspensivo” de la disposición administrativa. Eso significa que si el trabajador o trabajadora quiere reclamar una diferencia en su favor, por considerar insuficiente la indemnización establecida por médicos (¡sí, por médicos!), no podrá percibirla hasta que finalice el proceso judicial. La Corte Suprema declaró inconstitucional la obligatoriedad de las comisiones médicas, para darle carácter voluntario. Macri las dotó de todo el poder para reemplazar en los hechos a los juzgados laborales, contrariando aquél fallo. La Asociación de Abogados Laboralistas de Rosario, que se opone a la adhesión, señaló que las comisiones médicas “carecen de idoneidad para investigar los accidentes y enfermedades del trabajo, las condiciones y medioambiente, y la relación entre estos y las enfermedades”. Explicó que “están compuestas exclusivamente por médicos, que sólo están capacitados para determinar enfermedades y grados de incapacidad. No los integran ingenie-

Como expusieron múltiples voces durante la audiencia pública que se realizó esta semana en la Cámara de Diputados santafesina sobre el asunto, el sistema de riesgos del trabajo debería establecer su eje en la prevención de los siniestros en el ámbito laboral. Es decir, mejorar las condiciones de trabajo, higiene y seguridad para evitar accidentes. No es lo que ocurre. Según el “Informe Provisorio de Accidentabilidad Laboral” de la SRT para 2018 hubo 669 muertes laborales. Casi dos muertes por día. Los siniestros no letales treparon a casi 1.500 por cada jornada. La creación del sistema de ART desvirtuó la idea de la prevención. Las empresas contratan el seguro como modo de desligarse del costo de pagar empleados y empleadas accidentadas. Pero las ART suelen hacerlas corresponsables de esos siniestros, por lo que pagan dos veces. ¿Cómo se sostienen las ART? Según quedó expresado en la audiencia de Diputados, la relación entre los ingresos por cuota que pagan las patronales y los egresos por accidentes, incapacidades e indemnizaciones es negativa para las empresas del sistema. ¿Por qué no quiebran? Porque el dinero que absorben en concepto de cuota lo timbean y les reporta una enorme rentabilidad. El economista Sergio Arelovich definió con claridad, en un trabajo que recoge la CTA de los Trabajadores de Santa Fe, que “las ART son empresas financieras antes que compañías dedicadas a asegurar riesgos del trabajo”. Sus activos son esencialmente financieros, tienen ingresos por participar de la especulación con títulos, acciones, moneda extranjera. Bicicleta financiera. Y el dinero recaudado no tiene por destino disminuir la siniestralidad, sino incrementar la ganancia especulativa. Un artículo de la CTA santafesina señala que “en su reciente estudio de julio de 2019, el especialista mostró que entre diciembre de 2017 y el mismo mes de 2018, se incrementó en un 129 por ciento el resultado financiero de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo. En 2018 el saldo positivo entre las pérdidas y las ganancias por la actividad especulativa fue de 5.805 millones de pesos. Es decir, 15.904.109 (quince millones novecientos cuatro mil ciento nueve) de pesos por día, 662.671 por hora”. La carga que supone el seguro de riesgos del trabajo para los empleadores no es equitativa. Las Pymes, que abonan por pocos empleados, llegan a pagar hasta tres veces más por cada uno que las grandes empresas, que lo hacen hasta por 5 mil trabajadores y trabajadoras. Durante la audiencia en Diputados, la CTA de los Trabajadores y otras organizaciones gremiales pidieron el archivo del expediente que tuvo media sanción en el Senado, entre gallos y medianoche. Además de los argumentos antes expuestos, señalaron que tras el resultado de las Paso que dejaron tambaleando a Macri, avanzar en este tipo de normas flexibilizadoras de los derechos laborales contraría el voto de casi el 70 por ciento de los argentinos.


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sábado 21 de septiembre de 2019 | página 7

DEFINICIONES ECONÓMICAS A FUTURO

Fuerte abajo y al medio En una crisis que se agrava, si el próximo gobierno quiere poner de pie a la Argentina deberá, además de renegociar la deuda y rever la relación con el FMI, dirigir sus políticas más urgentes a sectores populares y atender la emergencia alimentaria, laboral e industrial que dejará el macrismo. Por Guillermo Griecco

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N LOS ÚLTIMOS DÍAS, EL CANDIdato de la oposición más votado en las Paso, Alberto Fernández, junto a su equipo de colaboradores, le dio relevancia a dos encuentros clave pensando en las primeras medidas de un posible futuro gobierno si se repite o agiganta la diferencia a su favor en las elecciones generales del 27 de octubre. En reunión con los curas villeros, el candidato presidencial del Frente de Todos dijo que la “prioridad” será enfrentar la crisis social y la emergencia alimentaria: achicar la brecha entre ricos y pobres, que, según estadísticas públicas y privadas, se ensanchó durante la administración Cambiemos. El otro encuentro fue con pequeños y medianos empresarios y gremialistas industriales, quienes presentaron sus propuestas direccionadas a volver a encender las máquinas de las fábricas después del apagón neoliberal. Fernández, en cada entrevista que da, asegura que buscará reactivar el mercado interno, sacar a la economía de la recesión, fomentar políticas de reindustrialización, volver a generar empleo, domesticar la inflación (agenda pyme). Al mismo tiempo, el país deberá hacer frente –y renegociar– una mega deuda externa, en su mayor parte contraída con el Fondo Monetario Internacional. Una cosa no está separada de la otra, pero hay “prioridades”. La crisis financiera que atraviesa la Argentina repercute de manera negativa sobre la economía real y las condiciones de vida de la mayoría de la población. En un contexto de problemática sociolaboral, el Congreso, empujado por la protesta callejera de los movimientos sociales, finalmente sancionó la ley de emergencia alimentaria, que reforzará partidas para comedores y merenderos. Atender el hambre, dijo AF, es “urgente” pero no deja de ser un paliativo y no “un objetivo de gobierno”, dando a entender que la cuestión principal pasa por cambiar el modelo económico que inició el macrismo y que, según el candidato opositor, “terminó creando cinco millones de pobres más”. Mientras, al otro lado de la grieta, Miguel Pichetto habla por él (“Kicillof es marxista”) y por Mauricio Macri y repite, en modo campaña, que “en la Argentina no hay hambre” y que todos los reclamos de los piqueteros guerrilleros choriplaneros obedecen a una campaña montada por el Papa Francisco. La rancia intolerancia que chorrea el discurso del senador y candidato a vice por el oficialismo se contrapone a una realidad angustiante de los sectores populares. Por políticas devastadoras acordadas entre la Casa Rosada y el Fondo, más no el Vaticano, el ajuste macrista recae con mayor peso sobre los que menos tienen. Jubilados y pensionados, por poner un ejemplo, encabezan el injusto ranking de recortes en el gasto público que lleva adelante el gobierno, siguiendo recetas del

El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, se reunió con curas villeros. organismo multilateral de crédito. En la otra punta etaria, según un informe del Centro de Economía Política (Cepa), el 90 por ciento de los niños y niñas que reciben la asignación universal por hijo (poquito más de dos mil pesos mensuales) no llega a cubrir las necesidades básicas alimenticias, con un desfase de por lo menos 30 por ciento. Achatar ingresos y salarios fue uno de los principales objetivos del macrismo. El poder adquisitivo promedio de un asalariado está como en 2001. De acuerdo al Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, durante la era M los salarios perdieron hasta 30 por ciento de su poder de compra. Si se mide en dólares, incluso, la caída llega hasta el 50 por ciento. En todos los gremios se redujeron ingresos de los trabajadores, que, según el establishment empresarial, el kirchnerismo había dejado demasiado altos y por eso reclamaban licuarlos. El salario compra mucho menos porque, entre otras cosas, hay alta inflación con recesión. En efecto, la inflación mayorista de agosto, según el Indec, fue del 11,2 por ciento y acumuló casi 63 por ciento en un año. El peso se devaluó fuerte después de las Paso y las empresas quieren dolarizar ganancias, pese a que en el país reina la incertidumbre y el descalabro económico y el consumo se viene a pique. El traslado a precios por el salto que dio el dólar después de las elecciones primarias del 11 de agosto sucedió a velocidad turbo y se nota más en productos de primera necesidad. La inflación mayorista estiró diferencias con el índice de precios al consumidor (inflación minorista) durante el mes pasado, que según el Indec fue del 4 por ciento. En este sentido, especialistas anticiparon más inflación para los

próximos meses y un recalentamiento global en las góndolas para septiembre, mes para el que ya se estima una inflación superior al 6 por ciento, mientras que el aumento general de precios para todo 2019 llegaría al 55 por ciento. El programa IVA cero y el plan Precios Esenciales no estarían siendo del todo efectivos, menos el congelamiento derretido para el precio de los combustibles. Otro punto clave para revertir la debacle será retomar un modelo industrializador, después del sistemático cierre de empresas ocurrido durante el macrismo. Somos subcampeones en básquet, tras el gran Mundial que hizo en China el seleccionado nacional dirigido por Sergio Hernández, pero campeones en industricidio. Hace cuatro trimestres que la Argentina presenta la mayor caída de la actividad fabril a nivel global. Industriales pymes proponen salir del pozo estimulando el consumo y la producción, para así dinamizar el mercado interno. Cámaras empresarias pymes y gremios industriales coinciden en describir un panorama desolador. La actividad sigue en caída libre. La producción manufacturera lleva quince meses seguidos de retrocesos. Por su lado, la Unión Industrial Argentina (UIA), parte de su conducción decepcionada con Macri, advirtió que la devaluación y la alta tasa de interés, que alentó la especulación financiera por sobre la producción y encareció el crédito, terminaron por enterrar señales de recuperación en el sector y anticipó que el retroceso se profundizará. La contracción más fuerte se da en el sector automotor, que también pide ser declarado en emergencia. Semejante deterioro fue acompañado por un sostenido proceso de destrucción de empleo

fabril y precarización del trabajo. En rigor, la desocupación nacional aumentó al 10,6 por ciento en el segundo trimestre de este año, según datos del Indec. Se trata de un incremento de un punto porcentual en la medición interanual, esto es, más de 250.000 nuevos desempleados en un año. Las empresas, sobre todo pequeñas y medianas, sienten el frenazo en el consumo popular, afectadas por la pérdida de poder adquisitivo del salario, tarifazos, incremento de costos y la entrada indiscriminada al país de productos importados. “Macri deja tierra arrasada”, se ataja el candidato del Frente de Todxs, mientras escucha reclamos de casi todos los sectores económicos. El dólar se fue de 45 a 60 pesos después de las Paso y el sacudón llegó rapidito al consumidor. La Justicia investiga si la megadevaluación fue propiciada por Macri, que se despachó con un discurso rencoroso y vengativo horas después de la paliza en las urnas. La lujuria verde parece haber sido consentida por el propio presidente de la Nación para asustar a los votantes y culpar al más votado en las primarias. Macri dijo que el dólar se vaya a donde se tenga que ir, generó pánico financiero y retó a los argentinos para que aprendan a votar, gilunes. La actual crisis financiera se visibiliza también en el goteo de reservas, en menos de dos meses una caída de casi 20 mil millones de dólares, y la quita de depósitos de los bancos por parte de los ahorristas, unos 10.000 millones de dólares en el último mes, mientras la tensión cambiaria está latente. El modelo estalla, la situación económica y social, que en definitiva llevó al oficialismo a una dura derrota en las Paso, empeoró y se reperfila como para agravarse antes de los comicios del 27 de octubre. El economista Santiago Fraschina opinó que “es sentido común que el FMI no le dé 5.400 millones de dólares a un gobierno que no puede definir políticas económicas. Si no viene el desembolso va a haber más incertidumbre, se va a profundizar el retiro de depósitos del sistema financiero y caerán las reservas del Banco Central”. Por su lado, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, admitió que “hubo inconsistencias en el programa económico”, al presentar proyecciones del Presupuesto 2020, donde la deuda tiene prioridad. Un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) dio cuenta que el próximo gobierno deberá afrontar vencimientos de deuda por más de 200 mil millones de dólares: 170 mil en moneda extranjera, más de 50.000 con el FMI. Más allá del problema de la deuda y la relación con el Fondo, problemones para el que se ponga la banda presidencial, es prioridad que la definición económica del nuevo gobierno apunte fuerte a los de abajo y a la denominada clase media, para empezar a emparejar otra vez el partido.


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política |

LOBBY FEROZ, NEGOCIOS REDONDOS

Cibercrimen: el último curro de Patricia Bullrich La Ministra de Seguridad llevó al tope de la agenda mediática una modalidad delictiva casi desconocida. Como es usual en el espionaje informático, hay actores que sobresalen: los servicios de inteligencia y seguridad de EEUU, Israel, Gran Bretaña y Francia. Un rubro donde también funciona la “puerta giratoria”. Por Horacio Çaró

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ON DOS O TRES NOTAS EN DISTINTOS medios promacristas, en los últimos diez días se instaló un tópico delictivo hasta ahora ajeno al conocimiento del común de los mortales, pero que promete ponerse de moda, responde a intereses políticos y como siempre ocurre cuando está en medio el macrismo, redunda en pingües negocios. La movida muestra que la ministra de Seguridad Patricia Bullrich está haciendo una transición que va más allá del eventual traspaso de mando en diciembre. Daría la impresión de que está cerrando un círculo que comenzó con su incursión por el hardware del ciberespionaje y ahora ingresa al juego del software. Como ya adquirió los fierros, ahora piensa dedicarse a la zona más intangible del espionaje y la seguridad. En enero de 2017, Redacción Rosario publicó, bajo el título “Bullrich y sus negocios con Tel Aviv”, que “el gobierno de Mauricio Macri compró a Israel lanchas patrulleras, sistemas de vigilancia fronteriza y un helicóptero para Gendarmería por un total de casi 100 millones de dólares”. También se informaba que “la compra se llevó adelante apenas dos meses después de una visita de la ministra Patricia Bullrich a Tel Aviv, donde negoció con su par israelí”. La excursión a Israel de la funcionaria se produjo en noviembre de 2016, a propósito de la realización, en Tel Aviv, de la “4ª Conferencia Internacional Israel HLS & Cyber 2016”. Ya la cibernética estaba en los planes de Bullrich. No sólo los negocios motivaron a Bullrich en aquel viaje. En una entrevista concedida a la Agencia Judía de Noticias, cuando le preguntaron si existían grupos radicalizados en la Argentina, muy suelta de cuerpo, respondió: “Cada vez menos, hay un grupo pequeño que ha quedado del gobierno anterior pero cada vez menos. Los argentinos quieren dejar atrás esa etapa de blanco o negro, de buenos o malos, de radicalización total y cada vez estamos más unidos”. Luego de todo ese festín, la ministra terminó saliendo de shopping y le compró a Israel lanchas patrulleras, sistemas de vigilancia fronteriza y un helicóptero para Gendarmería por un total de casi 100 millones de dólares. Y ahora va por la parafernalia contra el cibercrimen.

Un tal Robert Villanueva, sembrando el terror Nadie conocía a Robert Villanueva hasta que, de golpe, en sólo una semana se hizo medianamente famoso, algo raro para un hombre que proviene de los oscuros pasadizos del Servicio Secreto norteamericano, donde reportó durante un cuarto de siglo. En su nuevo rol de “experto en cibercrimen internacional”, las luces de los flashes y alguna que otra fotografía de cuando aún era agente, lejos de perjudicarlo, da la sensación de que le abre las puertas a ganarse unos buenos fajos de billetes de cualquier nacionalidad. Un artículo publicado el miércoles 11 por el sitio Urgente24 fue titulado usando una frase del ex servicio –“El fraude de cuentas bancarias es más grande que el narcotráfico”–, una definición con el suficiente gancho como para meterse a ver hasta dónde se trata de una

nueva tendencia delictiva y hasta qué punto no es otra cosa que la clásica siembra que lleva a la necesaria cosecha de suculentos contratos con clientes que quieren prevenirse ante tamaña acechanza. Según describe Villanueva, las redes de cibercrímen financiero “reclutan muchachos para venir a las Américas –no solamente a Estados Unidos, puede ser a Argentina si hablan español– para que vengan a explotar el mercado y a explotar las cuentas”. Y el medio argumenta que esos “muchachos” representan “el último eslabón de una cadena que empieza por quien escribe un malware o virus. Éste se lo vende a un hacker, quien se ocupa de robar virtualmente los datos de una persona, tarjeta de crédito o cuenta bancaria. Esa información es luego vendida a un proveedor, que a su vez la revende en la «dark web». Por último, las «mulas» reclutadas –principalmente de los países de Europa del Este– utilizan esos datos para sacar plata de un cajero automático, transferir dinero de una cuenta a otra o hacer compras online”. Inmediatamente cualquier persona, sea o no un sujeto con mucho que perder si ese descomunal dispositivo se dispara contra sí, se preguntará: “¿Y ahora quién podrá salvarnos?”. Y, claro, no será el Chapulín Colorado, sino el bueno de Mr. Villanueva. La nota está ilustrada con dos imágenes. Una, cuyo crédito corresponde a ElEconomista.es, muestra la silueta –recortada sobre una gran matrix– de un encapuchado a quien no se le puede ver el rostro, y que con una mano sostiene una notebook, y con la otra manipula una tarjeta de crédito. La otra es una foto del ex servicio secreto, ya liberado de su necesidad de anonimato. Ambas imágenes, por distintas razones, infunden temor. “Todos hemos escuchado hablar de hackers y cíberdelincuencia, robo de datos, tarjetas de crédito o cuentas bancarias. Sin embargo, ¿tenemos conciencia de la magnitud que tiene el

cibercrímen financiero? ¿Sabemos cómo operan las redes que están por detrás? ¿Qué es la «dark web»?”. En un sólo párrafo, el sitio plantea la suficiente tensión como para captar el interés por el tema, el miedo a ser víctima de esa modalidad, y la certeza de que luego de leer lo que contará “el especialista”, todo será más venturoso. Pero, ¿será menos peligroso? “El experto en cibercrimen internacional –indica el sitio– respondió estas preguntas en entrevista con medios tras la conferencia que brindó sobre el tema en el 2º Taller Internacional de la lucha contra el Ciberdelito 2019”. Y a partir de ese dato comienza a aclararse –u oscurecerse– todo. Durante su conferencia en el evento de lucha contra el Ciberdelito, según publicó el periódico BAEnegocios, Villanueva navegó en tiempo real en la Dark Web “para dar una muestra del poder de la ciberindustria del crimen y la extensa oferta de productos financieros, identidad falsa, entre otras ofertas destinadas a estafas online. La audiencia fue testigo de cómo la empresa de origen ruso Jokers Stash ofrecía en la Darknet 5,3 millones de tarjetas de crédito pertenecientes a personas y comercios de Europa, Sudamérica y Estados Unidos. Mientras tanto, otra firma de Europa del Este tenía en oferta más de 10 mil tarjetas y cuentas de la Argentina, a las cuales se accede mediante el pago de unos cuantos dólares”. La “audiencia” estaba compuesta por CEOs de bancos, financieras, mega empresas nacionales y filiales de multinacionales. Algunas de esas compañías ya tienen su seguro contra el cibercrimen, porque son subsidiarias de contratos que sus casas matrices celebraron con los “protectores”, entre los que se encuentra, por supuesto, Villanueva y la consultora de la que es vicepresidente ejecutivo. Villanueva fue fundador de la Sección de Inteligencia Cibernética en el Servicio Secreto de USA y es actual vicepresidente de Q6, y asegura que el fraude de cuentas bancarias es una

industria de billones de dólares, "más grande que el narcotráfico" en cuanto al dinero que mueve y al dinero que pierden los bancos. El ex agente asegura que la Argentina necesita leyes más fuertes contra el cíberdelito, porque “delincuentes rusos, ucranianos y de Europa del Este, están viajando acá, tratando de explotar el mercado latinoamericano”. En todas las notas brindadas a medios porteños, Villanueva pone especial énfasis en la nacionalidad o referencia regional de los hackers, e indica que las mafias, para reclutarlos, “ponen videos bonitos, atractivos, con un ucraniano o un ruso, en la playa de Miami, con un Ferrari, con plata. Están vendiendo el estilo de vida. Si uno es una persona de Europa del Este ganando lo mínimo en una fábrica, y (escucha que) puede ganar lo mismo en 10 minutos en Miami o en Buenos Aires, ¿qué va a hacer? Va a viajar y trabajar como cibercriminal”. La explicación de Villanueva remite a la Guerra Fría. Dice que en algunos países ex miembros de la Unión Soviética “existe una fuerte formación en tecnología”, porque “durante el comunismo, era mandato estudiar las ciencias de computadoras”, y es por ello que actualmente “tienen una población educada” en esa área, y “están educando a la generación nueva”. Tal vez por esa nostalgia alrededor de la vieja disputa con la URSS, la KGB y otras agencias de la ex Cortina de Hierro, el hombre que alguna vez vistió los negros trajes del Servicio Secreto yanqui le dio este título a Clarín: “La nueva guerra mundial ya comenzó y se libra en el ciberespacio”. Así nomás.

Taller, servicios, hackers y fundaciones En el sitio Clip Urbano se informa que el taller se realizó entre el 10 y 11 de septiembre en la sede de la Universidad Católica de Buenos Aires, fue convocado por el Ministerio de Seguridad nacional que conduce Bullrich, organizado por la hasta ahora desconocida para el


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gran público Fundación Capa 8, y contó con el apoyo, entre otras instituciones, del Consejo Profesional de Ciencias Informáticas de la Provincia de Buenos Aires. ¿Por qué una fundación llega a llamarse Capa 8? ¿Qué quiere decir Capa 8? Las “capas” son las que tiene el modelo OSI, desarrollado en 1984 para interconectar sistemas de procedencia distinta y que éstos pudieran intercambiar información sin los impedimentos que imponían los protocolos de cada fabricante. Ese modelo está conformado por 7 capas o niveles de abstracción –que no vale la pena describir en este artículo–, lo que explica que la compañía mexicana defina que la octava capa sean las personas. En la jerga tecnológica, cuando se habla de “errores de capa 8”, debe traducirse así: es culpa del usuario. Uno de los creadores de la Fundación Capa 8 es Pedro Janices, quien es presentado en la web como “especialista en Proyectos de Tecnología de Seguridad”, y si bien se menciona su paso por la administración pública –fue director nacional de Infraestructuras Crìticas de Información y Ciberseguridad de la Jefatura de Gabinete–, omite que también reportó como asesor sobre Tecnologías y Seguridad del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que encabeza Germán Garavano, y que desde octubre de 2018 es asesor de la Dirección de Investigación del Ciberdelito del Ministerio de Seguridad de la República Argentina. Pero Janices es un sobreviviente de varios gobiernos, ya que entre 1996 y 2004 se desempeñó en la Secretaría General de la Presidencia como coordinador de computación y nada menos que como desarrollador, diseñador y webmaster del primer sitio web de la Presidencia (www.presidencia.gov.ar), de la Casa Rosada (www.casarosada.gov.ar) y del sitio República Argentina (www.argentina.gov.ar). Es más, Janices compartió el estrado en 2011, cuando revestía el cargo de director nacional de la Oficina Nacional de Tecnologías de Información (Onti), con el ex jefe de Gabinete

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Aníbal Fernández y Eduardo Thill, subsecretario de Tecnologías de Gestión de la Jefatura del Gabinete de Ministros, cuando presentaron el VI Congreso Internacional de Biometría de la República Argentina (Cibra 11). O sea, Janices, uno de los principales especialistas en el combate a la cibercriminalidad, que conoce los secretos del hackeo y la extracción de todo tipo de información, que trabaja codo a codo con Bullrich, reconocida por su inclinación a manipular e intervenir información legal o ilegalmente, trabaja desde hace por lo menos 23 años en el Estado, y atravesó sin magulladuras las gestiones de Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, nada menos que en la Secretaría General de la Presidencia, y luego –en otros cargos– las de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, siempre en un área tan sensible como la seguridad informática. La Fundación Capa 8 es “una organización multidisciplinaria, no gubernamental, sin fines de lucro, que desarrolla principalmente estudios, contenidos, observatorios, talleres, ejercicios y disertaciones en torno al ciberespacio desde una perspectiva de derechos, protección y seguridad de la información”. Janices, como diría la cientista social Ana Castellani, forma parte del dispositivo de “puerta giratoria”, sólo que en su caso no entra y sale: está en el Estado y no lo está en forma simultánea: como asesor del Ministerio de Seguridad de Bullrich, y como fundador de la Fundación Capa 8, de los dos lados del mostrador. Como se dijo en esta columna hace una semana, en la nota “Dueños de todo”, se trata de que “gobernar, poner en valor políticas públicas debe tener como único objetivo el interés general, el bienestar de todas y todos, no uno particular, por más que no hubiera una ganancia o ventaja material”.

A ambos lados de la pantalla Hace dos años y medio, unos atrevidos hackers se infiltraron en la cuenta de Twitter de la

ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La intrusión duró algo más de una hora, y quién sabe cuánto de su interés por el cibercrimen devino de aquel episodio. Lo cierto es que en esa oportunidad el ataque virtual consistió en publicar mensajes falsos, algunos desopilantes: “Hago de manera oficial mi renuncia como ministra de seguridad”; “Macri gato. Hacé una bien y dejale el puesto a alguien que tenga HUEVOS u OVARIOS para tomar medidas drásticas si es necesario”; “Soy una borracha inútil que le queda grande el cargo igual que al presidente @mauriciomacri el cargo de presidente”, entre otros. Hubo detenidos, uno de ellos un hacker cordobés, Emanuel Vélez Cheratto, quien usaba el apodo “Líbero”, y recién salió de la cárcel de Las Flores el pasado 16 de agosto, a la espera del juicio oral y público por irrumpir en la red social de la ministra. “Líbero” tiene apenas 23 años, estuvo detenido desde abril de 2017, y tuvo, según publicó Infobae, “una conducta ejemplar y ninguna riña en su ficha, tras firmar un juicio abreviado por los delitos de estafa y asociación ilícita en el caso de fraude de tarjetas de crédito que lo mantenía preso”. Pero además del papelón que mostró la vulnerabilidad de la mismísima ministra de Seguridad, el caso de aquel hackeo volvió a salir a la luz a partir de otra intrusión, en este caso más pesada, porque el sistema infiltrado fue nada menos que el del área de archivos digitales de la Policía Federal. El hackeo a la Federal se lo autoatribuyó alguien que se hace llamar @LaGorraLeaks, y la intrusión fue bautizada @LaGorraLeaks2.0, de algún modo para dar cuenta de que se trata de una segunda infiltración, lo que lleva a algunos de los investigadores a sospechar –es una de las dos hipótesis que se manejan– que se trata de los mismos que violaron la cuenta de Bullrich en Twitter. La otra hipótesis gira alrededor de la actividad de un “funcionario policial infiel”, según le confió al diario La Nación una fuente anóni-

ma de la propia Policía Federal, en un artículo publicado el 13 de agosto pasado. Conjeturar que, después del susto, y de su experiencia en el penal de Las Flores, el pibe cordobés tenga ganas de seguir hackeando por venganza nada menos que a la Federal, suena más a persecución que a un análisis ingenuo. Pero lo más importante es que, poco antes de que la ministra Bullrich y el comisario de la Federal Ricardo Rubén Rocha, especialista en la materia, pasaran por el escenario del promocionado taller contra el ciberdelito, los archivos digitales de esa fuerza fueron vulnerados, ya sea por hackers civiles o policiales. El intruso no tuvo acceso a pavadas. Según La Nación, “el hacker habría obtenido 700 GB de información reservada, entre la que se destacan las asignaciones de agentes encubiertos en investigaciones de narcotráfico, escuchas telefónicas, datos personales y de legajo de cientos de miles de oficiales, incluido el jefe de la fuerza, comisario general Néstor Roncaglia”. Otros materiales sensibles que capturó el intruso fueron, señala el diario de los Mitre, las ubicaciones de “retenes y puestos de control móviles, y nombres de oficiales en jefe denunciados por violencia de género y por acoso a personal subalterno que, pese a eso, fueron postulados para un ascenso”. El 12 de agosto pasado, el mismo día en que la PFA recibió el ataque informático, también fue infiltrada la Prefectura Naval Argentina, en cuya cuenta de Twitter publicaron el siguiente mensaje: “Hace unas horas, 3 de nuestros buques fueron atacados por misiles británicos. La Fuerza Aérea y la Armada han respondido con éxito a esta violación de nuestro territorio. El presidente Mauricio Macri ya está en camino hacia el lugar. 27 oficiales de prefectura han fallecido”. Un mes después se desarrollaba el 2º Taller Internacional de la lucha contra el Ciberdelito 2019, en el que la ministra y sus colaboradores más cercanos recibieron numerosas ofertas para prevenir esos ataques.


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ESPIONAJE GLOBAL Y CAPITALISMO GRAN HERMANO

Un libro maldito para el Imperio Edward Snowden fue espía de la CIA y la NSA. En 2013 se alzó con casi dos millones de documentos y ventiló las mentiras de EEUU y su programa de vigilancia masiva e ilegal. Perseguido por el gobierno, huyó y hoy vive en Rusia. La publicación de sus memorias causó revuelo y una demanda en su contra. Por Pablo Bilsky

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N 2013, EDWARD SNOWDEN huyó de EEUU llevándose casi dos millones de documentos de las dos principales agencias de inteligencia de ese país, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Su vida se convirtió a partir de ese momento en una novela de espías. El ex técnico informático develó a la prensa que EEUU vigilaba a todas y todos los habitantes del planeta en forma ilegal. El propio Snowden había trabajado para diseñar esos programas de vigilancia, que marcaron un antes y un después en la historia del espionaje y que, además, terminaron con la vida privada. Snowden decidió revelar al mundo la verdad y denunciar las acciones ilegales del gobierno de EEUU. Entregó los datos a dos periodistas y, a partir de esa decisión ética, su destino cambió. El ex espía sabe que si vuelve a EEUU morirá en la cárcel. La ley sobre casos de espionaje dispone hasta diez años de prisión por cada documento robado. En el caso de Snowden, son casi dos millones de archivos secretos. En algún momento pensó en pedir asilo en Ecuador (como Julian Assange), pero finalmente terminó refugiado en Rusia. Allí vive desde 2013. “Ayudé a hacer tecnológicamente posible que un sólo Gobierno recopilase todas las comunicaciones digitales del mundo, las almacenase durante años y las explorase a voluntad”, señala Snowden en su libro Vigilancia permanente (Permanent Record). “Me llamo Edward Joseph Snowden. Antes trabajaba para el Gobierno, pero ahora trabajo para el pueblo. Tardé casi treinta años en reconocer que había una diferencia, y cuando lo hice, me metí en algún que otro problemilla en la oficina. Como resultado, ahora dedico mi tiempo a intentar proteger a la ciudadanía de la persona que yo era antes: un espía de la CIA y la NSA de EEUU, otro joven tecnólogo más dedicado a construir lo que estaba seguro de que sería un mundo mejor”, señala el autor en el primer párrafo del libro, que salió a la venta el martes 17 en 23 países, entre ellos Argentina, EEUU, Brasil, Colombia, México y España. El joven técnico informático cuenta cómo le tocó protagonizar un cambio histórico en la historia del espionaje estadounidense. “Mi trayectoria en la IC (Intelligence Community o Comunidad de Inteligencia) estadounidense duró un breve periodo de siete años. Me sorprende darme cuenta de que eso es sólo un

“Participé en el cambio más significativo de la historia del espionaje estadounidense: el paso de la vigilancia selectiva de individuos a la vigilancia masiva de poblaciones enteras” año más del tiempo que ha transcurrido desde que me exilié a un país que no fue el que elegí. No obstante, durante ese periodo de siete años, participé en el cambio más significativo de la historia del espionaje estadounidense: el paso de la vigilancia selectiva de individuos a la vigilancia masiva de poblaciones enteras. Ayudé a hacer tecnológicamente posible que un sólo gobierno recopilase todas las comunicaciones digitales del mundo, las almacenase durante años y las explorase a voluntad”, señala, describiendo en forma concisa la era de la vigilancia que hoy caracteriza al mundo. “En las profundidades de un túnel bajo un campo de piñas (una antigua fábrica de aviones subterránea de la época de Pearl Harbour), me sentaba ante un terminal desde el que tenía acceso casi ilimitado a las comunicaciones de casi todos los hombres, mujeres y niños de la tierra que alguna vez hubiesen marcado un número de teléfono o tocado un ordenador. Entre esas personas había unos trescientos veinte millones de compatriotas estadounidenses, que en el transcurso nor-

mal de sus vidas diarias estaban siendo vigilados en una crasa infracción no sólo de la Constitución de EEUU, sino también de los valores básicos de cualquier sociedad libre”, cuenta Snowden. Después del 11 de septiembre, señala el autor, la comunidad de inteligencia quedó sumida en la culpa por no haber protegido a EEUU, por haber permitido que, estando ellos de guardia, se produjese el ataque más devastador y destructivo contra el país desde Pearl Harbor. Como respuesta, sus dirigentes buscaron construir un sistema que evitase que los volvieran a pillar alguna vez con esa guardia bajada. “Las puertas de las agencias de inteligencia más secretas se abrieron de par en par a jóvenes tecnólogos como yo. Y así, los frikis de la informática heredaron la tierra”, señala.

El gobierno al ataque El gobierno de EEUU demandó a Snowden por publicar su libro de memorias sin someterlo primero a una revisión de las agencias de inteligencia estadounidenses para las que trabajó, y solicitando a la Justicia que impida

que el autor reciba los beneficios económicos de su venta. El libro se presenta como las memorias del ex empleado informático de 36 años, y no contiene nuevas revelaciones con relación a las ya dadas a conocer. Sin embargo, causó mucho revuelo y la demanda no se hizo esperar. La demanda judicial no apunta a “detener o restringir la publicación o distribución” del libro, pero sí “recuperar todos los ingresos ganados por Snowden debido a su fracaso a la hora de entregar su texto para su revisión previa a la publicación”. La demanda indica que la obra salió a la venta sin haber sido presentada a las agencias de inteligencia para someterse a una revisión previa a su publicación. A través de un tuit, Snowden les contestó que “es el libro que el gobierno no quiere que leas”. Snowden describe cómo Internet se convirtió en una herramienta no sólo para el espionaje político sino también para la publicidad y los estudios de mercado. Como tantos jóvenes nerds de su generación (tenía poco más de 20 años cuando se convirtió en espía), en algún momento Snowden había creído, según señala, en la fantasía de que la red sería sólo un beneficioso medio de comunicación entre las personas y una herramienta a favor de la libertad. “Para mí, cuando lo conocí, Internet era algo muy distinto. Era un amigo, y un padre. Era una comunidad sin barreras ni límites”. Pero luego todo cambió: “El Internet de hoy es irreconocible. Cabe señalar que ese cambio ha sido una elección consciente, el resultado de un esfuerzo sistemático por parte de unos pocos privilegiados. Las prisas prematuras por convertir el comercio en comercio electrónico condujeron rápidamente a una burbuja, y a continuación, nada más entrar el nuevo milenio, a un colapso. Después de eso, las empresas se dieron cuenta de que la gente que accedía a internet estaba menos interesada en gastar que en compartir, y de que la conexión humana que internet hacía posible podía monetizarse. Si lo que la gente quería hacer online era principalmente contarles a familiares, amigos y ajenos lo que estaba haciendo, y enterarse de lo que familiares, amigos y ajenos estaban haciendo a su vez, lo único que tenían que hacer las empresas era averiguar cómo meterse en mitad de esos intercambios sociales y convertirlos en beneficios. Ese fue el inicio del capitalismo de vigilancia, y el final de internet tal y como yo lo conocía”, concluye Snowden, decepcionado.


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sábado 21 de septiembre de 2019 | página 11

DEPORTE Y SOCIEDAD

Non si tocca El club Italiano estuvo en agenda porque supuestamente su sede central corría riesgo de demolición para ser parte de un negocio inmobiliario. Desde la Municipalidad aseguran que eso es inviable. Igual, en una semana se hicieron 400 nuevos socios para salvar la casona, patrimonio histórico de la ciudad. MANUEL COSTA

Por Santiago Garat y Facundo Paredes

EL CLUB FUE FUNDADO EL 14 de diciembre de 1914, por inmigrantes italianos que llegaron a Rosario. Surgió, en un primer momento, como lugar de encuentro para poder jugar al casín, una especie de billar que se jugaba mucho en aquellos tiempos en Italia”, contaba en 2012 el secretario Ricardo Garella, entrevistado por el diario digital El Siciliano. “Además de esta sede, la de Buenos Aires al 1200, tenemos un campo de deportes en Alberdi, en la esquina de Álvarez Thomas y Matheu, que en un principio llegaba hasta la orilla del río. Después cuando se hizo la avenida Carrasco se acortó, y ahora llega hasta allí solamente. El campo cuenta con pileta de natación, cancha de básquet, cancha de fútbol, parrilleros”, agregaba, y detallaba: “Actualmente tenemos unos 500 socios y se dan talleres de pintura, yoga, karate, boxeo; y en el campo de deportes, fútbol infantil. Además, le damos lugar a la Asociación Padres Por La Igualdad Rosario (APPLIR), una entidad de chicos con capacidades diferentes que practican dibujo, cocinan y aprenden música, y otra oficina del club la ocupa la Asociación Rosarina de Entidades Deportivas Amateur (Areda)”. Hoy, septiembre de 2019, la institución está totalmente abandonada y se rumoreó que la casona del centro iba a ser demolida para levantar un edificio. Se vinculó, aunque sin mencionar sus nombres, que detrás del negocio inmobiliario estaban un concejal y un diputado provincial. A partir de la visibilización en los medios, la Inspección General de Personas Jurídicas de la provincia, que desde hacía varios meses había intervenido el club, adelantó que en octubre se elegirá a la nueva comisión directiva y lanzó una campaña de socios que en pocos días sumó 400 nuevos asociados. La comunidad italiana en Rosario también se movilizó en defensa del inmueble que está declarado patrimonio histórico de la ciudad.

Hubo un tiempo que fue hermoso La noticia que recorrió los medios de la ciudad en la última semana por la posible desaparición del edificio ubicado en Buenos Aires 1252, desnudó también el deterioro institucional que padece el club, que otrora ofrecía una cantidad importante de disciplinas para unos 600 socios, que con el tiempo fueron desapareciendo, como le ocurrió a las actividades y a la vida social de la institución. “Hace bastante que está en esta situación. Hoy sé que hay actividades como futsal o pileta, pero el club está bastante mal”, reconoció el titular de la Dirección de Clubes

de la Municipalidad, Emiliano Torno. Ante esta situación, y como ocurre cada vez que un club atraviesa la misma problemática, la Municipalidad –a través de la Dirección de Clubes– pone en marcha un proceso de normalización, que es como se denomina al procedimiento que “se hace en conjunto con la Inspección de Personas Jurídicas, cuando hay un club que no tiene los papeles en regla, cuando no cuenta con el libro de asociados legalizado”, según explicó el titular de la cartera local que depende de la Subsecretaría de Recreación y Deportes. “Lo hemos hecho en infinidad de clubes, en más de cien desde que estamos acá en la gestión”, aclaró. En este sentido, el funcionario detalló en diálogo con el programa radial Poné la Pava, que lo que hace este proceso “es poner en crisis la autoridad de ese club porque no se sabe quiénes son los socios legítimos, ni las autoridades”, y que cuando eso sucede “se realiza esta regularización para que se pueda empadronar la gente”. Lo que explica la inmensa cola que hubo en las puertas de la institución en los días previos al vencimiento del plazo para asociarse. “Después, como en cualquier entidad democrática, se establece un plazo para presentación de listas, impugnaciones, y fi-

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nalmente la elección de autoridades”, informó el titular de la Dirección de Clubes. De esta manera, serán los 1.444 nuevos socios los que decidirán, como corresponde, sobre el futuro del Italiano. “Es una medida excepcional (que los flamantes asociados puedan participar de las elecciones de autoridades), ya que los clubes grandes se rigen autónomamente, son independientes y ellos eligen sus autoridades, porque tienen un padrón de socios legalizados. Cuando eso no sucede, se abre el padrón y se puede asociar cualquiera que cumple el requisito, y pueden formar parte de la Comisión Directiva o elegirla el día de la asamblea, que todavía no está fijada”, indica Torno.

Siamo fuori Si los interesados en reemplazar un club de barrio por un negocio inmobiliario aún persisten en su idea, la fuerte movida que se generó en los últimos días le atajó la chance. “Tenemos que llevar tranquilidad porque más allá de quienes sean electos como autoridades del club, a partir del año pasado se lanzó una resolución que dice que para vender inmuebles se tiene que tener una mayoría especial aprobada en una asamblea y requerir la autorización de

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Inspección de Personas Jurídicas, con lo cual es imposible que hoy en Rosario un club pueda ser vendido. No va a suceder, sea quien sea la autoridad”, aseguró el funcionario local, y añadió que “nunca nos ha pasado de que algún interesado reúna una cantidad específica de personas para que se asocien (ya que es libre) y se quede con el lugar. Por lo general se dan procesos genuinos, gente que quiere al club. Y en caso de que alguno haya hecho esto, después también es difícil que las personas vayan el día de la asamblea y voten, con lo cual no es garantía”. Más allá de la polémica y repudio que se generó contra los posibles negociados, Torno subrayó que “lo interesante de estos procesos, más allá de la regulación de los papeles, es que se genere un movimiento de mucha gente que por mucho tiempo estuvo alejada del club, porque quienes lo administraban no abrían las puertas. Y así se empiezan a acercar y le dan vida al club. Los procesos de democratización generan una reactivación importante”. “Así que esperamos que con este movimiento –concluyó Emiliano–, cuando haya una comisión directiva que resulte electa, le pueda dar mayor vida, que crezca como fue en otra época o más”.

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página 12 | sábado 21 de septiembre de 2019

TREINTA AÑOS DE UNA CONFEDERACIÓN SALINERA

Calfucurá, una historia de silencios y saqueos Los restos de un gran líder de los pueblos originarios fueron profanados y exhibidos en museos. Su memoria sigue ninguneada. Por Alfredo Montenegro

tre el Estado nacional y las provincias, con las comunidades, acordaron pagos en tributo en pesos para intentar frenar los malones, la entrega de ropa, telas, alcohol, en una especie de “chantaje” con el que se arrodillaban ante las lanzas. También nombraban oficiales o pagaban sueldos y capitanejos. Pero ese clima de “sobornos” impulsó la corrupción en la que se manipulaba esa entrega de dinero o alimentos. Esas relaciones, como los intercambios de cautivas, cautivos y prisioneros, quedaron asentadas y archivadas por el llamado Gabinete del Cacicazco de Salinas Grandes. Es que a pesar de ser “tan salvajes”, como se indicaba, registraron todo. Tales documentos serían fundamentales para conocer esa época y sus protagonistas. Namuncurá y sus más cercanos lo escondieron para que no cayera en manos de cualquiera. Pero, en diciembre de 1879, fue hallado por el mismísimo Zeballos, casi enterrado en un médano cercano a la laguna Quiñé Malal. Publicó algunos datos del documento en su libro La conquista de quince mil leguas, ensayo para la ocupación definitiva de la Patagonia. La obra fue una de las justificaciones para impulsar el saqueo del territorio sureño.

D

URANTE UNOS TREINTA AÑOS, los territorios ocupados por las provincias de La Pampa, San Luis, Córdoba, Neuquén, Mendoza, Córdoba, Río Negro y gran parte de Buenos Aires, integraron la ninguneada Confederación de las Salinas Grandes. Comunidades ranqueles, mapuches-araucas, borogas y otros grupos diseminados a uno y otro lado de la cordillera conformando una especie de Estado confederado originario, compuesto por más de seis mil lanzas y diez mil habitantes. Instalados en la zona de las Salinas Grandes –región de lagunas salitrosas ubicadas en la zona– hoy limítrofes del sur bonaerense y pampeano, el sitio era de importancia económica y política por poseer yacimientos de sal, que blancos y originarios atesoraban para la conservación y comercialización de la carne a ambos lados de la cordillera. Tal era la dependencia de la sal que durante el virreinato ya se habían organizado expediciones, tras pedir permiso y negociar con los caciques de la zona. En 1778, se formó una caravana de 600 carretas, 12 mil bueyes, 2.600 caballos y 1.400 hombres. Luego, en procura del mineral para los saladeros bonaerenses, también el Restaurador viajaría a las salinas. Era un espacio relevante, llamado “la ruta de los chilenos” o “la rastrillada”, ancha senda marcada en el suelo por el pesado paso de los arreos que transportaban al ganado y jinetes, que conducía a Carhué y unía las lagunas de Traru (carancho) Lauquen, Urre (bruma), entre otros puntos. Este camino era el nexo que unía los pasos andinos con el centro de la provincia de Buenos Aires, haciendo posible el tráfico de ganado y sal, entre otros productos, que iban con destino al país trasandino.

Las luchas internas En esa zona estaba instalada la comunidad boroga, proveniente de la hoy provincia de Cautín en la Araucanía. Su nombre deriva del arroyo Vorohue («lugar donde hay huesos»). Durante la guerra de la Independencia chilena (1819/1821), la mayoría de los boroganos lucharon junto a los realistas, acaudillados por el cacique Curiqueo. Desde 1818 inician su establecimiento al oriente de la cordillera en la zona de las Salinas. Intentaron luego formar parte de las tropas unitarias de Juan Galo de Lavalle y también negociar con Juan Manuel de Rosas, a quien acompañaron en la campaña de 1833

La dinastía del guerrero y el santito contra los ranqueles, que liberó a 2 mil cautivos y dejó 6 mil bajas, se indica. Además de los choques internos entre los boroganos, la llegada de Calfucurá a la región y las malas relaciones terminaron con la masacre de Masallé (1834). Llegado de Chillhué (departamento pampeano de Guatraché), el toqui (líder) mapuche inició su expansión. Dijo que venía a comerciar, desde tejidos, harinas, plata labrada a lanzar, habas, gran comerciante de lanzas, tejidos, harina de trigo, habas, plata labrada, adornos y tinturas chilenas. Calfucurá quedó como referente de la región. Su “llamada dinastía de los Piedra”, fue de peso en la historia. Sus relaciones, negocios y acuerdos entre las comunidades, y los federales y unitarios, pesaron en los hechos, pero se los ha quitado de la historia, por la “vergüenza” que produce a las élites de poder que estos indios hayan protagonizado también nuestro pasado. De 1833 a 1872, en atrevidas y astutas operaciones militares y políticas, Calfucurá toma el poder de la región. Convoca a distintas comunidades del este y oeste de la cordillera y avanza por tierras bonaerenses, santafesinas, cordobesas, puntana, y arrea hasta 200 mil cabezas de ganado, prisione-

ros y cautivas, tras furibundos ataques. En venganza contra Catriel y su amistad con blancos, en 1872 arrasa la ciudad de 25 de Mayo, se lleva 150 mil animales y 500 prisioneros. Fue nombrado como “El aventurero de Collicó” (Valdivia), según lo denomina Zeballos; “Néstor o Aquiles pampeano”, para Yunque (1956). El historiador Luis Franco (1967) lo llama “un Demóstenes de vincha”, o “Atila de las vacas”. Más recientemente, Magrassi (1981) lo apoda “un Maduro Gigante”; y Rinaldo Poggi (1997) le dice “El Temible”. Siempre eligiendo míticos guerreros y estadísticas de occidente, sin saber hacer mención a sus territorios. En marzo de 1872, las tropas de Rivas y Catriel enfrentan a Calfucurá cuando regresa a sus dominios arriando el ganado tomado en sus incursiones. Esa batalla, según la historia oficial, determinó su fin, aunque se sigue discutiendo porque para algunos investigadores no fue una derrota de las lanzas, como se empeña por decretar el relato militar.

Acuerdos y chantajes En ese marco, algunos tratados de paz en-

La llamada “Dinastía de Los Piedra” o Curá, se extendió en esos años con distintas características. Namuncurá, hijo de Calfucurá heredero y Ceferino, el santito mapuche utilizado como botín de guerra del huinca. Namuncurá nació en 1811 y cayó con la invasión de Julio Asesino Roca en 1879. Tras rendirse en 1884 buscó reclamar tierras, y algunas le dieron en San Ignacio (Neuquén). Tras reiterados viajes a Buenos Aires, consiguió que le dieran “algunas leguas de tierra, 40 mil pesos fuertes, 4.600 vacas, 6 mil yeguas y 100 bueyes de labranza, prendas de plata, armas, uniformes, yerba, jabón, sal, azúcar, tabacos y el título y sueldo de coronel argentino”. Además de pasar a utilizar el uniforme militar, comenzó a buscar que su gente se cristianice. Uno de sus hijos, Ceferino, “llama la atención a un sacerdote que vislumbra lo beneficioso de contar con un indiecito bueno para influir en su comunidad”. Tras separarlo de su gente lo envían a un colegio salesiano. A los 18 años muere por una tuberculosis agravada por el viaje, el clima, la lejanía de su tierra y familiares. Era un indio “políticamente correcto” y fue declarado beato.


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sábado 21 de septiembre de 2019 | página 13

EN 1819, LA PROVINCIA SE DECLARÓ UN ESTADO REPUBLICANO

López, nuestro contemporáneo El gran caudillo santafesino, relegado por la historiografía clásica porteña, también sufre el olvido de sus comprovincianos que casi ni se enteraron que se cumplieron 200 años de la primera Constitución. CARLOS E. PELLEGRINI

Por Gustavo Batisttoni (Especial para El Eslabón)

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E CUMPLIERON DOSCIENTOS años, el pasado 26 de agosto, de la primera Constitución que tuvo la patria, el Estatuto Provisorio de Santa Fe de 1819, piedra basal del federalismo americano. Este acontecimiento de vital importancia para la historia argentina ha pasado casi desapercibido no sólo en nuestro país sino también en nuestra querida provincia. Esto, lejos de ser una casualidad, obedece a razones históricas profundas que no serían posibles de considerar en un breve artículo, pero es de destacar el encono de la historiografía clásica porteña con la figura de Estanislao López, uno de los caudillos más importantes que tuvo nuestra comunidad. Asumió como gobernador el 23 de julio de 1818, siendo refrendado por la asamblea de diputados del Cabildo el 8 de julio de 1819, en medio de varios frentes de guerra. El más importante fue contra el Directorio porteño cuyo objetivo era desbaratar la autonomía provincial, con la complicidad de la siempre problemática Córdoba, conducida por Juan B. Bustos. Ese mismo año, varias poblaciones fueron saqueadas e incluso incendiadas, como le ocurrió a la Villa del Rosario de la mano del centralista y nefasto Juan Ramón Balcarce, que sin embargo tiene con su nombre una de las principales calles de la ciudad. El 26 de agosto de 1819, el nuevo gobernador presentó un proyecto de Constitución que era la más notable afirmación de fe republicana y federal que se había visto desde 1810. En sus propias palabras: “Queremos formar una república en el corto seno de nuestro territorio”, sostenía, y continuaba: “Queriendo evitar los golpes de la arbitrariedad nos hemos reconcentrado a nuestro suelo, fijando en él los resortes de nuestra suerte y el sostén de nuestra libertad. Mantendremos nuestro estado y en el fenecimiento de nuestra guerra civil, entraremos a formar parte de esa gran nación que esperan ambos mundos”. Santa Fe entraba a la historia por la puerta grande de la soberanía del pueblo y la independencia de cualquier poder local o extranjero. Dice el gran historiador José Luis Busaniche al respecto: “Nada de monarcas importados de las cortes ni de centralismos despóticos, simples remedos de los estados monárquicos con un frágil barniz democrático. Lo que propiciaban las instrucciones de (José Gervasio) Artigas y las instrucciones del Cabildo de Tucumán, lo que sentaban los oficios del gobierno de Santa fe en 1817. En la historia constitucional del país, la contribución de Santa Fe en aquella época, al sistema federal, por cierto no menos importante que las Instrucciones de Artigas al año 13. Aquellos contenían enunciados. La Constitución de 1819 afirmaciones: la afirmación de formar un estado republicano dentro de la ley y de fijar un sistema a la posteridad. Hay que considerar que era la primera provincia que se daba una constitución; que no había en el mundo otra república que los Estados Unidos”. En medio de una terrible crisis, que suele ser la excusa para los gobiernos de excepción, nuestro caudillo constitucionalista, abogaba por el imperio de la ley y el respeto

de los derechos de los ciudadanos. ¿Cuáles eran los puntos fundamentales del “Estatuto Provisorio” de 1819? En su artículo 2, decía: “Todo americano es ciudadano (de Santa Fe)”, una declaración que se adelanta dos siglos al actual anhelo, aún no materializado, de constituir una Patria Grande que termine con la actual división que es base de la dependencia a la que somos sometidos. El artículo 6, reconoce la soberanía del pueblo, en un momento donde Belgrano y San Martín se mostraban partidarios de una monarquía incaica. “Residiendo originariamente la soberanía en el pueblo este expedirá su voz por el órgano de representación”. El artículo 13 también manifiesta la vocación continental: “En la recepción del gobernante deberá este prestar ante la asamblea y en manos de su presidente, el juramento siguiente:…defenderé la causa general que defiende la América del Sur y la independencia de la Provincia…”. El Estatuto fue aprobado por la Junta de Representantes, reafirmando el principio de solidaridad americana, tanto es así que Manuel Dorrego dirá en un oficio al gobierno de Buenos Aires que Estanislao López pone en sus comunicaciones “Confederación de Sud América”. Don Estanislao López fue el constructor por antonomasia de nuestra provincia, gobernando en tiempos de virulencia política sin igual. Bregó militarmente desde la Guerra de la Independencia, para luego ser designado primer comandante de Blandengues. Su capacidad de mando en la paz y en la guerra, lo mostraron como un estadista flexible y realista en su relación con los indígenas mocovíes y abipones en el norte, y con los bravíos ranqueles del sur que podían movilizar hasta mil indios para el combate. Los historiadores Gastón Green y Gabriela Molina en el excelente trabajo López y los pueblos originarios, demuestra su carácter conciliador con los pueblos preexistentes a pesar de su bravura y capacidad de destrucción. Figura de primer orden en las cuestiones de poder del Litoral y la Banda Oriental, en tiempos de hegemonía de Artigas, intentó recurrir al consenso y a las batallas en dosis

iguales como elementos de estabilidad política, lo que le ha valido acerbas críticas como alabanzas por su agudo realismo político. Su astucia e inteligencia lo hicieron un dúctil aunque principista gobernante, siempre preocupado por la soberanía y libertad de su provincia natal. Su genio militar se comprobó en varias batallas y conflictos, por ejemplo cuando venció a las tropas porteñas mediante la solercia, conduciéndolas a una zona donde crecía una planta venenosa, llamada vulgarmente el “mío-mío”, que hizo ingerir a la caballería de Juan Galo de Lavalle, espada sin cabeza, llevándola a la muerte, con la posterior victoria sobre sus soberbias huestes. Con respecto al Brigadier General y a su capacidad, el Profesor de la Escuela Superior de Guerra, Leopoldo Ornstein, dice: “Fue un profundo conocedor de su época y de los hombres que actuaban en ella. Sabía que resortes debía pulsar en cada espíritu para obtener el máximo rendimiento de sus subordinados. Así pudo aprovechar ampliamente la ventaja que implicaba la reunión en una sola mano del poder civil y militar, lo que le permitió volcar todas las fuerzas vivas de su provincia en la lucha en que se hallaba empeñado”. “Yo, como militar (prosigue Leopoldo Ornstein), lo enfoco desde mi punto de vista profesional, y en ese campo de observación, ya que se lo analice como estratega o como táctico, o bien en su triple aspecto de organizador, maestro y conductor de hombres, el lente acusa con claridad diáfana un astro de extraordinarias proporciones, que brilla con resplandores propios y justifica, plenamente el título de Brigadier General con que lo honraron las provincias Confederadas. ¡Ese es López militar!” Fue un celoso defensor de la autonomía y libertad santafesina dentro del régimen federal, que defendió a rajatabla. Prueba de esto es el Pacto Federal de 1831, pieza política maestra, que fue la base de la posterior Organización Nacional, donde jugó un papel preponderante el notable y olvidado Manuel Leiva. Sin este antecedente hubiera sido difícil el paso de una sociedad inorgánica y gelatinosa como la que se vivió durante los años de guerra civil al estado de paz relativa posterior. Hay que señalar por último con respecto a

la Organización Nacional la reunión que sostuvieron en Rosario, en octubre de 1831, nuestro gobernador y Juan Manuel de Rosas. Estanislao López pensaba en una República Federal que resultara del dictado de una Constitución como había establecido el artículo 16 del Pacto Federal. Rosas en cambio, descreída de las constituciones escritas, como expresa en una famosa misiva a Facundo Quiroga, lo que los llevó a diferencias que se fueron profundizando y que la muerte del caudillo santafesino dejó, lamentablemente, sin resolver, en desmedro de nuestra grandeza. Hay que recordar, además, su reclamo por las islas Malvinas y su lucha contra los portugueses y sus prepotentes ambiciones de dominio territorial. Merece un análisis más detallado su relación con Artigas y la Banda Oriental. Santa Fe se incorpora a la Liga Federal en 1815. La Banda Oriental tuvo que afrontar la invasión portuguesa iniciada a mediados de 1816, que continuó con la toma de Montevideo, el 20 de enero de 1817, y la derrota de Artigas a manos de los portugueses en Tacuarembó, el 22 de enero de 1820. López, Ramírez y Carrera, derrotan al Ejército directorial de Rondeau el 1º de febrero de 1820, imponiendo un nuevo equilibrio estratégico en la región, como vencedores que querían incorporar a Buenos Aires. López siempre se consideró un aliado de Artigas, no un subordinado como era Ramírez, y no pensó apartarse de la comunidad nacional, lo que ha dado a muchas polémicas. El 12 de abril de 1820, López contesta a las críticas del gran caudillo oriental sobre al Tratado de Pilar, considerando que no hay contradicción entre ese tratado y los principios defendidos por la causa federal, y que si Buenos Aires no cumple lo pactado, “la libertad bien ordenada” sigue siendo lo fundamental. En ese momento el proyecto artiguista, que era en esencia el defendido por Santa Fe, se hallaba con serios inconvenientes provenientes de la derrota del Protector de los Pueblo Libres. Estuvo rodeado por un grupo de talentosos colaboradores, entre los que descollaron, además del ya nombrado Manuel Leiva, José de Amenábar, Juan Francisco Seguí, Pedro de Larrechea, Pascual Echagüe y Domingo Cullen, al que José Luis Busaniche dedicó un hermoso libro. En materia productiva haciéndose cargo de una economía devastada por la guerra, alentó la ganadería y fomentó la agricultura, incluyendo los recursos que recibió la provincia por el Tratado de Benegas en carácter de indemnización por el desastre que hicieron las hordas porteñas. El General Tomás de Iriarte en sus Memorias, destaca la habilidad de nuestro gran timonel a la hora de negociar y de traer recursos de la oligarquía de Buenos Aires: “Se hizo la paz con López, Rosas la negoció, pero el tratado fue vergonzoso, humillante para Buenos Aires. Se sometió a un tributo de cuatro mil pesos mensuales que debía entregar a Santa Fe para que el gobierno de esta provincia pudiera sostener uno o dos escuadrones de caballería. Los estancieros de la provincia de Buenos Aires se pusieron en contribución de ganados y se dieron por el intermedio de Rosas muchos millares de cabezas, sin cuenta ni razón, al gobernador de Santa Fe”. También fue importante lo realizado en materia educativa creando escuelas elementales en la Capital, San José del Rincón, Coronda y Rosario. Colaboró con la creación del Instituto literario San Jerónimo que enseñaba latín y filosofía, y con el Gimnasio santafesino donde se impartían clases de aritmética y geografía. En el gobierno provincial también procuró la mejora de los salarios docentes y el otorgamiento de becas a los alumnos de menores recursos. Hombre de profunda convicción católica, formado por los franciscanos en la austeridad y el esfuerzo, benigno con sus enemigos como lo reconociera su detractor José María Paz, falleció el 15 de junio de 1838, dejando una provincia soberana después de la cruenta gesta independentista, contando con la amistad del General San Martín, y tuvo en su hijo Telmo López, defensor del Paraguay irredento contra el mitrismo genocida, a un continuador de su causa emancipadora y americana.


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página 14 | sábado 21 de septiembre de 2019

LAS NOTAS DEL COMENTADOR

Lo que se debe decir Por Roberto Retamoso

Lo cual podría parafrasearse de la siguiente manera: admitiendo que los lenguajes encráticos son aquellos que socialmente se imponen, cómo hacer –qué debería hacerse– para hablar por fuera de ellos, sin que ese habla se convierta en una especie de boomerang. Al respecto, conviene recordar que esa sencilla taxonomía que supo trazar Roland Barthes no es más que un instrumento analítico, descriptivo, que no puede devenir en interpretativo sin más. Pongamos, en función de ello, otro ejemplo, o contraejemplo: alguien, un dirigente político, propone desconocer la deuda que el país mantiene con el Fondo Monetario Internacional, afirmando que no hay que pagarle a ese organismo. Pues bien: de seguirse esa propuesta, lo más probable es que el país viera seriamente afectada su economía tanto en el plano internacional como interno, con toda la secuela de problemas sociales, asistenciales o de prestación de servicios que ello implicaría. Con esto intentamos decir que un enunciado, por mostrarse abstractamente como acrático, no lo es, o no lo debe ser, necesa-

riamente. Los enunciados, los discursos, se constituyen como acráticos o encráticos en un determinado contexto, y es ese contexto el que, en definitiva, determina su sentido. Pero hay más en cuanto a la relación de los discursos con el poder. Barthes hablaba de su carácter favorable o desfavorable respecto de él, dando por sentado que su condición, su naturaleza, es única e invariable. Los lenguajes o los discursos no son más que realizaciones concretas de una lengua, pensaba, que es un sistema de signos. Y los signos de esa lengua, que se actualiza en ellos, son unidades constantes que solamente mutan con el devenir del tiempo. Esa mirada barthesiana era ciertamente una mirada estructuralista. Y para el estructuralismo, sabemos, la materialidad inmutable de los signos aparece como un dato fundante. Pero hoy ya no es así, o tan así por lo menos. Porque actualmente lo que discuten aquellos que, desde ciertas perspectivas, se proponen interpelar al poder disputándole sus medios e instrumentos, es si la materialidad de una lengua, si los signos que le dan existencia, no son una sustancia o unas entidades capaces de ser transformadas. Precisemos. Ciertos movimientos, que cuestionan la perspectiva patriarcal y heteronormativa de la lengua, se proponen transformar sus formas y sus signos. Pretenden sustraerla del binarismo que históricamente la ha constituido, y bregan por formas y signos no marcados, capaces de representar la diversidad de géneros que la utilizan y hablan. Es el caso del celebérrimo todes, apto para contener al masculino excluyente que históricamente adoptó el adjetivo como forma universal, y al femenino por él sometido. Diríase, en tal sentido, que los discursos acráticos hoy día no sólo confrontan con el poder, sino que además pretenden disputar su dominio sobre la lengua. Suena utópico, porque una institución social difícilmente se modifique por la acción de algunos actores sociales, dado que, habitualmente, la modifican las prácticas de todos sus miembros. Pero suena creíble, porque quienes bregan por el lenguaje inclusivo reivindican derechos reales e inalienables. El tiempo dirá si esa utopía logra plasmarse.

rias,la hinchada y la hinchada de la hinchada pero a contramano de su impronta corporativa, y su lógica primordialmente comercial. Su estatuto de entretenimiento como una gran industria cultural. Porque si el fútbol puede llegar a convertirse en lo que se propone Jimeno Marotte es porque algo de eso ya está sucediendo. Basilio, que también es autor del libro de cuentos La noche se presta para pegarle

a un viejo (Casagrande Ediciones, 2015) y guionista de los cómics El Ciclo de Cornelio Gris (Videodromo, 2016) y Übertraven (Videodromo, 2018), sostiene como marca de estilo y procedimiento propio, el modo en que logra delirar los sentidos comunes, estrangularlos si se quiere, hasta hacerlos desafinar tan alto que de pronto todos nos estamos riendo de nuestra propia estupidez.

A

LGUNA VEZ ROLAND BARTHES escribió que la lengua es fascista. Y explicaba que con ello no sólo refería al hecho de que, en tanto institución social, la lengua prohíbe decir determinadas cosas, sino que además obliga a decir otras. Barthes hablaba de los aspectos formales, gramaticales, de la lengua, en tanto sistema de signos. Su argumento era tan simple como contundente: una lengua –una gramática de una lengua– prescribe, por ejemplo, que no es posible predicar en plural, o femenino, lo que en el sujeto de una frase aparece como singular y masculino. Así, la prohibición deviene en prescripción, claramente. Una lengua obliga a hablar de determinada manera, decía Barthes. Pero su abordaje de la lengua, el estudio de sus mecanismos, no lo hacía limitarse a sus aspectos puramente formales o gramaticales: Barthes también abordó la cuestión de la relación que existe entre la lengua y el poder. Hay lenguas –o mejor lenguajes– decía, que se constituyen en torno al poder, mientras que otros lo hacen enfrentándolo. A los primeros los denominó encráticos, mientras que a los segundos los llamó acráticos. Lenguajes acráticos son todos aquellos que desafían la doxa –la opinión, el saber común– que rige en una sociedad. Por ejemplo, según Barthes, el discurso del psicoanálisis, del marxismo o del estructuralismo. Son, por ello, para-dóxicos (contrarios a la doxa). Mientras que los lenguajes encráticos son aquellos que se despliegan a la sombra del poder: lo preservan, lo reproducen, lo transmiten, lo aseguran. El poder, de tal modo, engendra discursos conservadores. Ello es inevitable, porque está en su propia naturaleza que así sea. Refractarios a todo aquello que lo interpela –a todo lo acrático– esos discursos imponen no sólo una manera de hablar, sino además los tópicos, los asuntos, las ponderaciones y puntos de vista que el poder reclama. Si alguien –en este caso, un dirigente social– manifiesta que debería practicarse una reforma agraria, el lenguaje encrático responde a través de amplios y contundentes

dispositivos comunicacionales. ¡Cómo puede decirse semejante cosa!... braman, a coro, los lenguaraces del poder. ¡Cómo alguien puede ir en contra del sacrosanto principio de propiedad!...repiten otros, como loros. No hablan por ellos, ni hablan ellos. Esos propaladores de la doxa, del lenguaje encrático, no son más que repetidores mecánicos de lo que ese poder dictamina. No estamos juzgando, al decir esto, la conveniencia o la inconveniencia política de tales manifestaciones. Pero no podemos dejar de señalar, justamente, que al criticar la inconveniencia de esos dichos del dirigente social, muchas personas que se ubican enfrente del poder no hacen más que reproducir sus prescripciones, sus imperativos, seguramente que a pesar suyo. El ejemplo demuestra, nos parece, el carácter problemático que puede haber entre prácticas, discursos políticos y el lenguaje del poder, que a todos nos alcanza, nos atraviesa e incluso nos habita. Por ello, una pregunta crucial, decisiva, sería aquella que interroga acerca de lo que pueda decirse acráticamente, prosiguiendo con Barthes.

LECTURAS

El fútbol es mío, mío Por Eugenia Arpesella

J

imeno Pepe Marotte es nieto de oligarcas e hijo de un magnate de medios. Millonario, caprichoso y resentido, tiene una obsesión: odia al fútbol y su propósito es destruirlo. Algo así como el niño que rompe el juguete cuando va perdiendo. Entonces diseñará un plan ridículo para ganar la Copa Libertadores él solo. Solo contra todos los equipos. Marotte (un poco cabezón, sí) es el protagonista de Yo Futbol Club, la primera novela del escritor Daniel Basilio (Rosario, 1986) que fue editada este año por el sello Casagrande. El libro, que expone de manera singular y grotesca las paradojas del deporte más popular del mundo, será presentado por el autor el próximo viernes 27 de septiembre, a las 18, en Paradoxa Libros (Mendoza 923) junto a los periodistas Mariano Abrach y Paula Turina. Además de narrador, docente, actor y director audiovisual, Daniel Basilio, es un fanático del fútbol. Lee estadísticas, estudia y analiza tácticas. Sigue de cerca todas las ligas del mundo como las de Europa y Asia para indagar en cuestiones políticas y reli-

giosas de los países donde se juega este deporte, e investiga las historias de los distintos clubes. Algo de eso está en el germen de esta nouvelle que combina un poco de ciencia ficción, de la parodia y del ensayo crítico sobre los temas que obsesionan al autor: el poder, la manipulación, la trascendencia, el arte, y el fútbol. Marotte pretende ganar la Libertadores él solo, uno contra once, para erigirse en mito como un héroe de época, el nuevo ídolo, un exitoso meritócrata, “el resentido, el individuo total”, sobre la bases de la doctrina neoliberal. Para lograr su delirante cometido, el empresario deberá cambiar las reglas del juego, del negocio corporativo del fútbol (desde el ascenso hasta las grandes ligas) y para ello apelará, a través de su fortuna, a todo tipo de artilugios: desde los típicos sobornos al engaño y el fraude; la simulación holográfica y las técnicas de la realidad aumentada en tiempo real, entre otras sofisticaciones tecnológicas. Leer Yo Futbol Club nos atrapa en una paradoja: apreciamos lo más noble del deporte de balompié, los valores de grupo, lo colectivo, la pertenencia de clubes con sus histo-


el eslabón | contrapunto

sábado 21 de septiembre de 2019 | página 15

VEINTE AÑOS NO ES NADA

“Tomábamos con humor todo lo que nos dolía” José Rigatuso publicó durante años en la contratapa de el eslabón el Horóscopo Criollo, bajo el seudónimo de Seferino Ozuna, gaucho oracular. Recuerda anécdotas de los inicios de este proyecto y destaca lo sanador de reirse de las cosas más duras de la realidad. JAVIER GARCÍA ALFARO

Por la Redacción (entrevista Juan Pablo de la Vega)

L

A CONTRAPORTADA DE el eslabón siempre intentó descontracturar la densidad de los informes y noticias de la agenda periodística con algo de humor. Y uno de los aportes a ese objetivo fue el delirante Horóscopo Criollo que José Rigatuso preparó durante años. En el marco de las notas especiales por los 20 años de este medio autogestionado, el autor rememora y destaca como particularidad de aquellos años, el sentido del humor con que se trabajaba y vivía, como una práctica liberadora y sanadora para enfrentar tiempos muy difíciles, de mucho dolor y angustia, un eje vital que aún se mantiene. “Nos divertíamos mucho”, sintetiza. “Corría el año 2000-2001, la Argentina estaba muy convulsionada. En lo particular, tenía una militancia muy activa en Hijos”, recuerda Rigatuso. “En ese entonces, yo me dedicaba a las Bellas Artes, al teatro, tenía un puesto en una feria de artesanos, y bueno, me había estado nutriendo de arte durante mucho tiempo y había encontrado distintas formas de expresión artística para llevar adelante mi lucha cotidiana, mi espacio de lucha con los compañeros. Y desde el humor había encontrado el Horóscopo Criollo como una herramienta para descomprimir”, relata. “El personaje Seferino Ozuna nace como un hombre mayor que se afloja las uñas de los dedos de los pies para no romper la alpargata”, cuenta. “Este hombre con las patas en remojo con agua y sal, en la parabólica formada con la palangana, empieza a recibir señales del cosmos y a hacer una lectura de ellas. Entonces, empezamos. Digo empezamos y pienso será que tengo un trastorno de los que hablan en tercera persona del plural”, elucubra el ex colaborador de este periódico. “Y así es como en el cosmos empiezan a aparecer las distintas constelaciones y las «negulosas» porque lo particular del personaje era que escribía como hablaba, lo cual era un problema para el corrector”, detalla con una sonrisa, El Riga, como se lo llama cariñosamente. “Eran 2.900 caracteres, con eso tenía que armar todo. Entonces arranqué, empecé a poner una fecha acá, otra allá. Un signo empezaba hoy, y duraba cinco días, después arrancaba

otro. Y cuando se hizo la primera publicación, Juane (Basso) llevó una tanda de periódicos a la reunión plenaria de Hijos y otro compañero me dice: «Riga, yo nací el 5 de mayo, no tengo signo acá. Entonces, en la edición siguiente salió el loro barranquero. Pero había signos de un solo día, como el del hornero. Y así lo íbamos construyendo. Me han llegado comentarios que había gente que compraba El Eslabón, leía la tapa primero, y después encaraba la contratapa con el Horóscopo Criollo y se buscaba para ver cómo le iba a ir en ese mes, porque en ese entonces El Eslabón era mensuario”, resalta. Todo esto le valió una invitación de Manuel Baella para participar del programa de Miguel Franchi, El Club del Coyote, con Seferino Ozuna desde el territorio liberado de Pichincha. Para El Riga el humor era terapéutico contra todo lo que dolía. También recuerda otra participación radial con el personaje en el programa Agítese antes de usar, en donde siempre se tocaban las cuestiones referentes a la apertura de las causas por delitos de lesa humanidad.

“Una de las cosas que hacíamos era tomarnos con humor todo, todo lo que nos dolía, todo lo que nos atravesaba. Y era sanador, por lo menos para mí”, asegura. Después también participó como modelo en distintas portadas de este periódico, como la que se tituló «Votoshop», entre otras producciones. Sobre los primeros años de este medio, define: “Fue muy hermoso a pesar de todo lo que estaba pasando, que no estaba nada bueno, se nos había complicado la vida cotidiana, seguir estudiando, el laburo”. Sobre el Horóscopo Criollo, explica que “luego con la reactivación de la economía y la industria, Seferino Ozuna, que nació como un desocupado, desaparece”, aunque a la vez hay un historia personal que lo atraviesa: “En agosto de 2007, que mis padres tuvieron un accidente automovilístico, justo coincidía con el aniversario de El Eslabón, porque esto fue el 27 de agosto, es decir unos días antes al 2 de septiembre que salió el primer número. La primera reacción que tuve es que no podía manejar, estaba bloqueado. Lo llamé a Juane, el único compañero que tenía

auto, tenía que ir a Baigorria, de Baigorria a Funes. Me parece que ese día estaban comiendo un asado festejando y le corté el mambo a todo el mundo. Y al día siguiente, estaban todos los compañeros aguantándome al hombro”, relata El Riga. “En ese accidente falleció mi papá. Y como que se me dio de baja ese alter ego que era Seferino Ozuna, que tenía muchas cosas de mi papá y que yo utilizaba en el personaje: gestos, anécdotas de cosas que le pasaron en su juventud en la provincia de Santa Fe, en los ingenios azucareros y su vínculo con su familia correntina. Y eso que siempre contaba como anécdotico, eran los condimentos de Seferino. Entonces, no lo volví a hacer”, cuenta. Para el Riga, las dos décadas de el eslabón “son veinte años de hermandad” que van más allá del periodismo: “En la cancha, en los locros, en los 25 de mayo, y en las fechas simbólicas que solemos atravesarla juntos, como símbolo de scrum, para seguir estando juntos, cerca, y en donde las risas y el humor nunca faltan”, sentencia.

“LA EDUCACIÓN QUE QUEREMOS”, SERÁ LA CHARLA JUNTO A SONIA ALESSO Y MARTÍN LUCERO

Sileoni llega a Rosario, invitado por La Masa

C

on las expectativas renovadas de que un nuevo gobierno ponga sobre la mesa un debate profundo sobre la educación pública, el eslabón, en el marco conmemorativo por sus 20 años, convoca al ex ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, a la secretaria general de Ctera y Amsafe, Sonia Alesso, y al secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero, a la charla “La educación que queremos”. Será este lunes 23 de setiembre, a las 18, en el Complejo Cultural Atlas (Mitre 549), con entrada libre y gratuita. Como un adelanto, Sileoni, ex ministro y

también profesor de la Universidad de Hurlingham y titular de la Comisión de Educación del Instituto Patria, planteó: “Nosotros pensamos que se viene una Argentina muy esperanzadora pero también muy difícil”. En este sentido, subrayó que en estos casi cuatro años de Cambiemos no se cumplió ni con la ley de educación nacional, ni con la de financiamiento educativo, ni de educación técnica profesional ni con la ley de educación sexual integral. Tampoco con la sala de 4 años de jardín de infantes.Y habla de un plan urgente y una especie de tregua para los primeros meses de gobierno, además de un

gran debate educativo. En esta misma sintonía, también participarán del encuentro, enmarcado en los 20 años de El Eslabón, dos importantes referentes de los trabajadores de la educación como son Alesso, de Amsafe y Ctera, y Lucero, de los docentes de escuelas privadas. La charla abierta en el Atlas se dará además justo en un momento en que las demandas sindicales del sector volvieron a la agenda nacional por el conflicto en la provincia de Chubut. La Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) realizó el jueves pasado una "jornada de luto y un paro nacional" por el fa-

llecimiento en un accidente de tránsito de dos maestras que volvían a Comodoro Rivadavia tras haber participado horas antes de una marcha de protesta en Rawson, ante la falta de pago de los salarios, en un conflicto que lleva dos meses. En ese marco, y como continuidad de los actos celebratorios por las dos décadas de este periódico, la cooperativa La Masa que produce este semanario invita a las interesadas e interesados a participar y compartir un nuevo encuentro, en donde además exhibirá sus publicaciones editoriales más recientes.


contratapa | el eslabón

página 16 | sábado 21 de septiembre de 2019

Ya llega la primavera Por Hilo Negro (desde Cancha Rayada)

Y

o no sé, no. Pedro se acordaba que cuando se acercaba el 21 de septiembre, el picnic era medio obligatorio porque lo organizaba la maestra, y si bien era piola, nos faltaba algo. Más cuando ya estábamos en tercero, que ya se nos daba por “arrimarnos”, al peligro o a lo prohibido. Veníamos de ser unos expertos en otras arrimaditas, las de las figu o en la boli. Fue así que en vísperas del Día de la Primavera, caminando por la vereda del club La Palmera, sentimos una voz de mujer diciendo “¡qué buena arrimadita!”. Y aunque todavía andábamos con figus en los bolsillos, pensamos más con las hormonas que con el cerebro. Cuando espiamos vimos a unas pibas medio de contrabando jugando a las bochas, lo que nos parecía un deporte exclusivo de varones, y para nuestro asombro arrimaban lindo. Con Pedro pensamos que estaría bueno que ese club, ya que organizaba bailes para los carnavales, podía organizar un picnic y así los más pibes nos íbamos arrimando más. Al año, maso, vimos a dos de la pibas que aquella tarde jugaban clandestinamente a las bochas, y Pedro no tuvo mejor idea que decirle, como propuesta. “¿no les gustaría arrimarse con nosotros?”. Una se puso colorada pero la otra contestó –o por lo menos eso pareció– con una sonrisa. Comenzaba para nosotros otra clase de arrime. Años más tarde, en la secundaria nos habíamos arrimado tanto a proyectos colectivos que ya estábamos adentro. Y los picnic eran un buen motivo para invitar a arrimarse al centro de estudiantes, así

que con la militancia nos arrimamos y nos juntamos en distintos territorios: en el Parque Independencia (nunca lo nombramos “de la Independencia” ), en el Urquiza, en Zavalla o cerca de Fisherton, o en el querido Parque Alem. Ya casi todos trabajábamos en algo o teníamos algún rebusque los fines de semana, como en mi caso y el de Pedro que atendíamos una verdulería y con eso arrimábamos para que nos alcance para la salida y alguna pilchita. Y los viejos de

uno, como los vecinos del barrio, con las horas extras o el aguinaldo se iban arrimando a la moto o a un usado, o a cambiar el techo. Y cada dos findes nos arrimábamos al cine, al teatro o a las pizzerías de avenida Pellegrini. Que barbaros son estos, me dice Pedro, los que nos gobiernan, que nos alejan de todo aquello con lo que nos íbamos arrimando, un buen laburo, gozar de vacaciones, de buena salud y educación pública. Nos íbamos arrimando al manejo de la

tecnología, como los países más avanzados, y lo más importante es que nos estábamos arrimando o juntando alrededor de causas populares inclusivas. Pero bueno, me dice, octubre se viene arrimando y para TODOS. Es cuestión de que sea un gran arrime, agrega Pedro mientras mira el paredón del club y se arrima como queriendo escuchar aquellas voces de aquellas pibas, las del barrio, como las de la UES, que para septiembre, con sus sueños, se animaron a arrimarse.


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