El Eslabón 428

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sábado 02 de noviembre de 2019 año XX n° 428 (la suspensión) precio $ 50.-

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FACUNDO VITIELLO

MALA IMPRESIÓN

La Capital cerró sus rotativas y ahora se imprime fuera de Rosario en la planta de Sauce Viejo de Clarín y El Litoral. Hay 41 puestos laborales en riesgo. Los negocios y ramificaciones financieras del grupo económico gigante que lo maneja. DESPUÉS DEL 27 DE OCTUBRE

VUELVE EL SEGMENTO BIOPOLÍTICA

No pudieron

Escribir e incidir MAIA BASSO

428 - 02/11/2019

El contundente triunfo del peronismo abre una etapa de transición colmada de discursos de odio, análisis absurdos y guiños del establishment al nuevo gobierno. Qué deja el macrismo después de cuatro años.

Sonia Tessa, editora de Rosario/12, recorre su vida y su historia como periodista. Los medios, la pasión por Rodolfo Walsh y las nuevas tecnologías, desde la mirada de una referente feminista.

Yo estuve ahí

La verdadera historia

Bolivia resiste

Un cronista de este semanario se saca el traje de periodista y cuenta lo que sintió al ver de cerca y por primera vez en su vida a Diego Maradona. “Ese hombre nos hizo, nos hace y nos hará felices”, resume.

La batalla de San Carlos, en 1872, fue “vendida” como la gran victoria de las tropas bonaerenses sobre el malón del lonko Calfucurá para darle buena prensa a Sarmiento. La investigadora Graciela Waks lo desmiente.

Carlos Mesa sigue sin reconocer el triunfo en primera vuelta de Evo Morales. La derecha optó por violencia y desestabilización, y propuestas que van desde el derrocamiento a la proscripción del presidente electo.


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MALA IMPRESIÓN

Los tentáculos del pulpo El conglomerado empresario que controla el Multimedios La Capital (Televisión Litoral más Nahuel Caputto-El Litoral) cerró la planta impresora del diario y despidió a sus empleados. Un poder comunicacional inédito en la provincia, con ramificaciones al negocio financiero e inmobiliario. ANDRÉS MACERA

Por Luciano Couso

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SEIS MESES DE LA CONFORMAción del pulpo mediático que resultó de la compra de la mayoría accionaria del Multimedios La Capital por parte de una sociedad entre quienes controlan el Grupo Televisión Litoral (Scaglione-Daminato) y el diario El Litoral de Santa Fe, se conoció la primera decisión dramática del nuevo conglomerado: cerrar la planta del Decano de la prensa argentina para imprimir el periódico en la capital provincial, en una rotativa ubicada en Sauce Viejo cuya propiedad comparten Nahuel Caputto (El Litoral) con el Grupo Clarín, denominada AGL (Artes Gráficas del Litoral). Los sindicatos de Prensa y Gráfico discuten por estas horas una salida para los más de 40 trabajadores que cada día imprimían La Capital hasta el viernes 24 de octubre pasado, cuando la planta bajó irremediablemente sus persianas. Los nuevos popes de los medios santafesinos no sólo concentran la propiedad de las empresas de comunicación de un modo inédito en la provincia, sino que diversifican sus inversiones en negocios financieros e inmobiliarios, frecuentemente más rentables que vender noticias. Un nuevo poder económico-mediático fundado sobre la base de la antigua burguesía provincial.

Un tentáculo La sociedad anónima CSC Media, creada el 1 de octubre de 2014 por el contador, empresario y periodista Marcelo Fernández y su socio en una consultora, el también contador Walter Castro –ambos vinculados a la Fundación Libertad– aparece como el origen de la reciente trayectoria de Gustavo Santiago Scaglione (Daminato) como empresario de medios. La sociedad tiene por objeto “desarrollar, por sí o asociada con terceros, inversiones, o aportes de capital a sociedades constituidas o a constituirse, cualquiera fuere su objeto, ya sean nacionales o extranjeras, privadas o mixtas”. También, “todo tipo de operaciones de inversión o financieras”. Además de los dos socios, su directorio se conformó –en su mayoría– por abogados que integran el staff del estudio jurídico Casanova, Mattos & Salvatierra, entre quienes se destacan Diego Feser y Alejandro Salvatierra, quienes más tarde compartirán o constituirán sociedades con Scaglione. Cinco meses después de constituir CSC Media, Marcelo Fernández firmó una opción de compra del 55 por ciento de las acciones de Televisión Litoral (TVL), que estaba en manos de uno de los hijos del fundador de Canal 3 de Rosario, Alberto Gollán (fallecido en noviembre de 2014), y de su yerno. Fernández, que ofició como facilitador de la transacción entre los vendedores y posibles compradores, golpeó las puertas de los principales empresarios rosarinos en busca de los varios millones de dólares –se mencionó la cifra 13 millones– para cerrar la operación. Contra reloj, Gustavo Scaglione

Periódico semanal fundado el 2 de septiembre de 1999 por Matías Ayastuy, Juan Emilio Basso Feresin, Julián Lafuente, Rodrigo Miró y Jerónimo Principiano. propietario: Asociación Civil Cadena Informativa Registro de Propiedad Intelectual Nº 234.810

La fachada del Decano de la prensa argentina, que desde el pasado 27 de octubre no se imprime más en Rosario, ahora depende de Santa Fe. se dispuso a ingresar al negocio de los medios y adquirió en abril de 2015 el paquete accionario en venta del Grupo Televisión Litoral, conformado por Canal 3, Radio Dos, las FM Vida y Frecuencia Plus y el diario digital Rosario3.com. Con 58 años y casado con Josefina Daminato –cuarta hija de Don Carlos Daminato, líder del grupo comercial dedicado al mercado de cambio y el turismo, fallecido en 2017–, Scaglione volvió a sacudir el mercado de medios en marzo de este año, cuando a través de un sociedad se quedó con la mayor parte del Multimedios La Capital. Pero antes de eso, el 4 de octubre de 2016, su nombre se incorporó como director titular por los accionistas clase A en CSC Media, aquella sociedad anónima creada dos años antes por Fernández y Castro, los contadores-periodistas que, a la vez, comparten una consultora. También su esposa Josefina Daminato y su hijo Vito Scaglione ocupaban, al menos en 2016, sillones en el directorio de esa empresa financiera, que continuaron ocupando los abogados del estudio Casanova, Mattos y Salvatierra. Marcelo Fernández se convirtió entonces en el CEO del TVL, que se acercó notablemente al gobierno de Mauricio Macri, quien invariablemente pasó por las pantallas del Tres en sus visitas a la ciudad. En junio de 2019 fue desvinculado del gerenciamiento del grupo. La salida de Fernández no modificó la continuidad del abogado Diego Faser –aquel de CSC Media– en el directorio de TVL, en el que es titular. La vicepresidencia del grupo la ocupa Josefina Daminato y otro de los di-

producción periodística: Cooperativa de Trabajo La Masa directores: Ernesto Ávila y Laura Hintze editores: Juane Basso y Manolo Robles. corrección: Santiago Garat.

rectores es el ex presidente del Colegio de Abogados y asesor letrado de empresas, Hernán Juan Francisco Racciatti (ex Swift).

Diversificación Además de su participación en Daminato –casa de cambio y turismo–, Scaglione integra, como se dijo, las sociedades CSC Media, TVL, Comunicación 3, Multimedios La Capital y Celtis SAS (sociedad por acciones simplificadas). Celtis, creada en junio de este año según los registros públicos, tiene por objeto la “constitución y administración de fideicomisos de administración, inmobiliarios o de construcción”. Negocios inmobiliarios. Mientras que Comunicación 3, constituida el 26 de noviembre de 2018, tiene un objeto más amplio que pareciera abarcar los distintos sectores a los que Scaglione apunta sus inversiones. De acuerdo al Boletín Oficial, puede realizar “inversiones o aportes de capital a sociedades por acciones constituidas o a constituirse, cualquiera fuere su objeto, ya sean nacionales o extranjeras, privadas o mixtas”. También comprende su objeto “editar diarios en todo el país, explotar su imprenta, editar cualquier otra publicación y realizar trabajos de impresión, por cuenta propia o de terceros, efectuar por todo medio conocido o por conocer la transmisión de las ideas, como ser por radio telefonía, televisión, cable, satélite, Internet, fibra óptica, etc., difundir publicidad, desarrollar programación y transmisión de datos, en los medios de comunicación citados, prestar y explotar servicios de radiodifusión”. Una curiosidad esta compañía, atento a que las

redacción: Horacio Çaró, Guillermo Griecco, Pablo Bilsky, Luciano Couso, Eugenia Arpesella, Alfredo Montenegro, Facundo Paredes, Gabriel Zuzek, Silvia Carafa, Soledad Pascual, Jerónimo Principiano, Juan Pablo de la Vega y Marcelo Valenzuela.

empresas de comunicación de las que dispone ya realizan esas tareas. Por último, Comunicación 3 también posee un objeto inmobiliario: compraventa, permuta, construcción, urbanización, loteo, parcelamiento, arrendamiento y en general toda clase de operaciones respecto de inmuebles urbanos o rurales propios. En Celtis, Comunicación 3, TVL y CSC Media, Scaglione comparte directorio con Feser. En dos de esas sociedades, Comunicación 3 y Celtis, también figura como director el abogado Alejandro Salvatierra, del mismo estudio. A la vez, Feser y Salvatierra son socios en Energy Investments SA y comparten directorio en la firma Rosario Consulting. Es habitual que los abogados dedicados al derecho comercial y societario integren compañías que constituyen para clientes.

El salto Scaglione dio el salto en el mercado de los medios en marzo de este año, cuando en sociedad con Nahuel Caputto (diario El Litoral) y otros aportantes menores, adquirió el 60 por ciento del paquete accionario del Multimedios La Capital, integrado por el diario homónimo, la radio AM La Ocho, las FM Del Siglo y La Red, el diario digital Uno de Santa Fe y la firma de publicidad estática en vía pública Metrópolis. Allí también jugó un rol importante Alejandro Salvatierra, que era vocal titular de la Fundación del Diario La Capital. Ese estudio fue el que acercó las partes para que se realizara la intricada operación. Por un monto que se habría establecido en 20 millones de dólares, los hermanos Daniel

diseño gráfico: Javier García Alfaro, Aníbal Pérez y Facundo Vitiello. fotografía: Manuel Costa, Andrés Macera, Paula Peña, Candela Robles y Maia Basso. cierre de edición: Viernes 1 de noviembre de 2019.

el eslabón integra la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra) y la cooperativa Diarios y Periódicos de Santa Fe (Dypsa). Mendoza 2836, depto. 4, Rosario

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y Alfredo Vila –que están peleados y estiraron las negociaciones como consecuencia de sus desavenencias– y el ex ministro del Interior del Carlos Menem, José Luis Manzano, se desprendieron del 60 por ciento de las acciones del multimedios. Grupo que ellos conformaron con Orlando Vignatti a principios de siglo, cuando sumaron al Decano el diario El Ciudadano y las AM LT8 y LT3 (esta última de los hermanos Gluck). Vignatti es el único sobreviviente de aquella creación del año 2000 al mantener el 30 por ciento de las acciones del Multimedios La Capital. Según pudo saber el eslabón, los nuevos socios distribuyeron su participación en un 45 por ciento para Scaglione; otro 45 por ciento para Caputto y el restante 10 entre el empresario de servicios privados de salud Roberto Villavicencio (Grupo Oroño); Federico Pucciarello, ejecutivo de Rosario Bioenergy; y el abogado Leandro Salvatierra.

El pulpo Esa transacción conformó un conglomerado de empresas que administra los principales medios de la provincia. A los ya enumerados en manos de Scaglione se suma el poderío comunicacional que en los últimos años acaparó Caputto. En 2016 el empresario se hizo cargo de la conducción del diario El Litoral de Santa Fe, del que era un socio minoritario. Participa con ese grupo de la señal Cable&Diario de TV por cable en la ciudad capital. Desde 2009, el diario fundado en 1918 por Salvador Caputto, se asoció con el Grupo Clarín en una planta impresora denominada Artes Gráficas del Litoral (AGL), donde ahora se imprimen también La Capital y El Ciudadano (cooperativo). Tres años después ambas empresas se asociaron en la edición de periódico Mirador Provincial, que se publica los domingos y luego sumó un gemelo en Paraná, la capital de Entre Ríos.

Los nuevos popes de los medios santafesinos concentran la propiedad de las empresas de comunicación y diversifican sus inversiones en negocios financieros e inmobiliarios. Caputto también posee acciones en LT9 de Santa Fe y es titular de El Diario de Paraná. A través de la firma Arcadia SA, que comparte con su esposa Patricia Inés Romanow, dedicada a la consultoría política y agencia de publicidad, cuenta también con los medios digitales Puerto Negocios; Notifé; Vivir Mejor Santa Fe; Educación Santa Fe y, para no dejar dudas de la raigambre territorial, SantaFe.com.

“La principal actividad de Arcadia es la consultoría política, y luego el manejo de pauta publicitaria, que en buena parte se distribuye a través de sus propios medios”, dijo a el eslabón una fuente consultada para esta nota. Según el sitio Punto Biz, también negocia la compra del diario El País de Uruguay, que se edita en su capital, Montevideo.

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En cuatro años, el tándem Scaglione-Caputto se quedó con los principales diarios que se editan en la provincia, un canal de aire en Rosario, uno de cable en Santa Fe, el diario de Paraná, radios AM y FM en ambas ciudades y los diarios digitales más visitados. Por afuera quedaron los pequeños medios regionales y los autogestivos, como este semanario y el diario El Ciudadano, además del comercial Rosario/12. Un poder comunicacional inédito en la provincia que enciende una luz de alerta, por su concentración en pocas manos, acerca del derecho a la información y la libertad de expresión. El cierre de la planta impresora de La Capital y sus consiguientes despidos –que aún son materia se negociación gremial– no fueron publicados en ese sinfín de medios.


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MALA IMPRESIÓN

Cierre sin letras de molde Por primera vez en la historia, el Decano de la prensa argentina no tiene impresión propia. Desde el Sindicato de Prensa cuentan que la bajada de persianas de los talleres era temida hace muchos años y que se había evitado, hasta que al final, lamentablemente, se concretó. Quedaron 41 trabajadores a la deriva. Por Soledad Pascual

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STA SEMANA SE OFICIALIZÓ EL cierre definitivo de los talleres de impresión del diario La Capital. Gustavo Conti, delegado gremial del diario, dialogó con el eslabón y contó sobre las idas y vueltas de un hecho que se esperaba desde hace tiempo y se concretó el 25 de octubre pasado. Por delante queda el duro desafío de garantizar los derechos de las 41 trabajadores que se quedaron sin sus puestos laborales. Las negociaciones que viene llevando adelante el Sindicato de Prensa Rosario (SPR) con la empresa y el Ministerio de Trabajo, “son positivas y en un clima, por ahora, de cooperación”, aclara Conti, aunque sigue abierta la incertidumbre “La situación es de negociación, estamos en un compás hasta la próxima semana para analizar las ofertas que le hicieron a cada uno de los compañeros”, informa. El destino de la impresión se venía discutiendo desde hace tiempo. En ese sentido, el referente sindical relató que la situación data de hace 3 años cuando “los antiguos dueños, el grupo Vila- Manzano, decidieron vender los terrenos donde funcionaba la antigua rotativa”, ubicados en Santiago y Rivadavia. Conti comentó que durante los últimos años junto con el SPR se negoció la continuidad de las rotativas, aún cuando el grupo mendocino intentó cerrarla en más de una ocasión. Los empresarios decían que “por múltiples circunstancias era imposible mantener la planta abierta”. “Cuando Vila y Manzano vendieron el terreno de la vieja rotativa en calle Santia-

go sabíamos que el cierre definitivo podía ser una cuestión de tiempo”, remarca y añade: “Armaron una nueva imprenta en terrenos que eran municipales (en Jorge Newbery y Circunvalación) con tecnología obsoleta, ya habían pedido presupuesto a AGL en Sauce Viejo, pero las condiciones impuestas eran ceder un montón de espacios”. Esos espacios se relacionaban con el horario de cierre, el cual, salvo ocasiones

especiales, no puede excederse de las diez de la noche. Para el delegado, la medida que decide trasladar la impresión del diario fuera de Rosario marca para La Capital “la pérdida absoluta de independencia”. “Ahora dependemos de un tercero. Más allá que uno de los dueños de AGL sea uno de los dueños de La Capital, la relación no es directa, la impresión está tercerizada”, considera.

Crisis y papel

La baja en la venta de diarios Carlos Martínez, secretario general del Sindicato de Canillitas sostuvo que el cierre de la imprenta local, si bien no implica ningún cambio para los quioscos de diarios y revistas, sí implica “una preocupación por las pérdidas de puestos de trabajo”. Y lo enmarcó en la crisis de venta que sufre la prensa gráfica. Al respecto de la caída de la actividad entre los vendedores de diarios y revistas, Martínez sostuvo: “Nosotros lo venimos expresando desde hace mucho, la crisis de la prensa gráfica viene desde hace años con la aparición de las nuevas tecnologías. La inmediatez del acceso a la información que prestan las redes sociales y los medios audiovisuales es directamente proporcional con la caída en la actividad de quienes tienen un puesto: le restan al rubro, y este desastre económico que se

profundizó el último año no ayuda”. El referente de los canillitas recordó: “Históricamente cuando se producen crisis económicas somos los primeros en caer. Pasó con (Raúl) Alfonsín y en la crisis del 2001, la diferencia es que esta vez hay otro escenario porque existen las redes sociales, los noticieros de 24 horas, etcétera”. El dirigente gremial comentó que a la vez, como único consuelo, desde la apertura de las importaciones en 2016 el sector obtuvo “una oxigenación, un respiro, con la entrada de muñequitos y colecciones que reactivaron un poco la actividad”. Aún así Martínez avisó que “la inflación con el tiempo se lleva consigo ese crecimiento”. “Esperamos que con estos nuevos aires podamos encontrar una solución”, se esperanzó.

Es sabido que la crisis económica a nivel nacional alcanza también a la industria de las comunicaciones y en particular a la gráfica. Según el Indec, en lo que va de este año se perdieron un 20 por ciento de los puestos de trabajo del sector y se recortaron los planes para el año que viene. Para la Federación Argentina de la Industria Gráfica, entre 2016 y 2018 se perdieron 5.100 empleos por la baja del consumo y por la importación de servicios gráficos tras la eliminación de barreras aduaneras. Además el precio del papel subió un 100 por ciento en el último año y la logística se volvió un problema con el 80 por ciento de aumento en combustibles. “Hay un contexto de crisis nacional que por suerte esperamos empiece a cambiar, el pueblo con los votos ya demostró que necesita empezar a mejorar, pero en el mientras tanto la industria gráfica sigue cayendo”, admitió Conti. “De hecho los grandes medios como La Nación y Clarín hace un tiempo tercerizaron el trabajo cerrando sus propias imprentas. En nuestro caso tenemos que sumarle crisis propia de nuestra empresa, lo de

la rotativa siempre fue un tema de mención, sabíamos que esto podía pasar a pasar”, sumó. En ese sentido, cabe señalar que Clarín cerró la planta de AGR de Pompeya y que La Nación cerró su planta rotativa para mudar su impresión a la planta de diarios de Clarín. “Hay un proceso propio de la crisis de la industria, somos conscientes de eso, pero vamos a pelear por las fuentes de trabajo y la plata de los compañeros”, sostiene el delegado sindical del SPR. “Nosotros en Rosario, como gremio hemos dado una pelea ejemplar con El Ciudadano y LT3 que gracias a los compañeros de Luz y Fuerza hoy tienen un edificio donde seguir dando la pelea. Siempre estuvimos en la calle acompañando esas luchas. Si hay una ciudad que fue ejemplo en la unión de las luchas sindicales fue Rosario”, destaca el referente del gremio de prensa.

SIETE MESES DE ANGUSTIA. Stella Hernández, secretaria de Organización del Sindicato de Prensa de Rosario (SPR), sostuvo que la situación de los 41 trabajadores de la imprenta de La Capital era de mucha angustia desde hace tiempo: “Hace unos siete meses que venimos retrasando lo inevitable. En estos momentos la prioridad es lograr los acuerdos que más le convengan a cada uno de los trabajadores despedidos”, informó. “Esperamos que se respete la voluntad de cada unos de los trabajadores, todo gira sobre la reubicación y la mejor salida para cada uno de ellos”, añadió.


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ESCENARIO POSELECTORAL: GESTOS EN LA LLEGADA, MANOTAZOS EN LA RETIRADA

Economía en transición El refuerzo en los controles a la compra de dólares no logra calmar la presión cambiaria y sus efectos en los precios. Mientras el presidente ganador refuerza su discurso productivista, el mandatario derrotado deja recesión, alta inflación, sequía de reservas y megaendeudamiento. Por Guillermo Griecco

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GOTADA LA EXPERIENCIA CAMbiemos, Mauricio Macri se despide con una economía en recesión, estancada, con pésimos indicadores sociales y laborales, y con altísima inflación: se estima más del 4 por ciento para octubre, con resabios de la devaluación pos Paso, y se proyecta cerca del 60 por ciento anual, más del doble que en 2015. El mandatario electo Alberto Fernández encaró la “transición ordenada”, después del gran desorden ajustador. Además de ponerse la gorra de Brian, agitó otra vez lo del acuerdo social, resaltó la “urgencia” de aplicar un plan contra el hambre, visitó fábricas y prometió recomposición productiva y envión al consumo, entre varias cuestiones, como atender el temita de la renegociación de la deuda externa, el postergado y último desembolso del FMI y las presiones cambiarias, que no se detienen pese a la puesta en práctica del súper cepo macrista. Tras ganar las elecciones presidenciales, el futuro gobierno del Frente de Todos deberá enfrentar las gravísimas consecuencias de la macrisis. Las esperanzas de un mejor vivir anheladas por las mayorías populares, que acompañaron con el voto a la fórmula Alberto-Cristina, conviven con los trances que genera el megaendeudamiento externo que impulsó el gobierno de Cambiemos. Después de pulverizar reservas con objetivos electorales y tras morder el polvo de la derrota, el macrismo endureció políticas de control cambiario (necesarias, pero tarde y mal aplicadas) que antes aborrecía, para tratar de despedirse, si se quiere, un poquitito mejor, evitar un estallido financiero, posicionarse a futuro como referencia opositora, y de paso dejarle latente otro problemón a resolver al gobierno que llega. Cerca de la medianoche del mismo domingo 27 de octubre, con el resultado puesto de las elecciones presidenciales, el Banco Central endureció restricciones a la compra de dólares, al reducir de 10.000 a apenas 200 dólares el límite de compra mensual por persona, después de quemar 22 mil palos de reservas entre las Paso y los comicios generales. También se especulaba con un posible desdoblamiento del mercado cambiario que, por el momento, no encuentra cabida. El súper cepo, según la mirada de diferentes economistas, puede profundizar lo que se conoce como brecha cambiaria (diferencia entre la cotización oficial e ilegal del dólar), situación que tiene efectos sobre las expectativas de inflación. La suba del tipo de cambio de 48 a 60 pesos

el día después de las Paso como castigo macrista a los “mal votantes”, aceleró los precios de agosto (4 por ciento), septiembre (5,9) y también de octubre, mes donde se espera un 4,5 por ciento de inflación, con fuerte incidencia en alimentos. En una economía dolarizada, se mueve el dólar, se mueven los precios. En la era Macri hubo megadevaluaciones con estampida de precios, mientras el salario no paró de caer y registró, por lejos, la baja más pronunciada de toda América latina y el Caribe, menos 17 por ciento el último año. La suba de 60 a 65 pesos del valor del dólar en la semana previa a las elecciones generales (estaba a 9,50 cuando asumió Macri) también impactará en los precios minoristas, como lo harán la eliminación del programa Precios Esenciales y aumentos estipulados para los dos últimos meses del año, como el caso de combustibles. El Frente de Todos supo canalizar el descontento con las políticas antipopulares del macrismo de los últimos cuatro años. Café con leche y medialunas mediante, se abrió el período de transición hacia el 10 diciembre, que desde el punto de vista económico ya había comenzado después de las Paso. La economía, como se dijo, viene muy cascoteada. La actividad y el consumo están en niveles de 2001, con aceleración inflacionaria y una presión sobre la cotización del dólar que no cede pese al “cepo hard”, como dice el diario Ámbito Financiero. La pérdida de divi-

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sas tampoco había parado con el primer cepo macrista, vale recordar, decidido a los apurones después de las elecciones primarias. “Se vienen tiempos complejos. Hay que volver a poner en marcha la Argentina en un escenario de alto endeudamiento, que condenó a la pobreza a muchos argentinos”, dijo AF desde Tucumán, el día después de ganar las elecciones en primera vuelta con casi el 50 por ciento de los votos, con casi diez puntos de ventaja, al tiempo que aseguró que para eso es necesario alcanzar el tan mentado pacto social y federal. El derrumbe político de Cambiemos tiene entre los antecedentes la crisis económica y financiera derivada de su propio plan de gobierno, en tándem con el FMI, que arrastró lo arrastró a un callejón sin salida en términos económicos, pese a permitirle contar con una fuente extra de dólares como salida frente al cierre del crédito internacional. Desde el acuerdo con el FMI, la pobreza, según números oficiales, creció diez puntos en el país, y la pérdida de reservas superó los 50 mil millones de dólares. Un trabajo del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda contabilizó que, en lo que va del año, el gobierno se fumó más de 3 millones por hora en reservas, 50 mil dólares por minuto. Desregulación cambiaria y libre movimiento de capitales para “los mercados”, sus aliados, fueron las primeras medidas en

la era de la alianza PRO-UCR, que termina su mandato con todos los indicadores en fase negativa, incluso aplicando políticas que antes criticaba, como lo del súper cepo para frenar la hemorragia de reservas del Banco Central y tratar de domar el precio del dólar y sus impactos en la economía real. La política económica adoptada por el gobierno del empresario Macri profundizó los problemas existentes y generó nuevos. A fin de año la actividad económica será un 5 por ciento menor comparada con 2015; la cantidad de argentinos con ingresos por debajo de la línea de pobreza se incrementará un 35 por ciento, y el nivel del endeudamiento será de tal magnitud que volverá a dejar a país en una situación de extrema fragilidad para avanzar en un sendero de desarrollo. “Si la situación no se desbanda, nuestras proyecciones de reservas al realizarse el cambio de mando se ubican cercanas a los 40.000 millones de dólares. De modo que si se descuentan los préstamos del BIS (Banco de Pagos Internacionales), el swap chino, el oro y los encajes por depósitos en dólares, las reservas operativas a ese momento serán alrededor de 8.000 millones de dólares. Pero aún en un escenario de transición estable, la actividad económica y el empleo continuarán en contracción, dado el deterioro del consumo por una inflación que le gana a los salarios, una inversión real paralizada por la incertidumbre cambiaria y la elevada rentabilidad financiera, y el escaso margen fiscal para la implementación de políticas contracíclicas”, advirtió el economista Andrés Asiain, director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso). Macri logró reducir el “costo” laboral, apadrinó despidos, dejó caer el poder adquisitivo de los salarios, recortó el gasto público, hizo eje en la especulación financiera. El plan sirvió para unos pocos privilegiados, pero fracasó para buena parte de la sociedad, que respondió en las urnas al intento de reelección. Ahora, en la vuelta al gobierno del kirchnerismo y de Todos, será necesario, entre muchas otras cosas, contener precios y recomponer ingresos para poner a la Argentina otra vez a carretear. Las tradicionales recetas de ajuste auspiciadas por el Fondo Monetario Internacional, las mismas que generan turbulencias en varios países de la región, como en el “oasis” chileno, aceleraron el cantado final de una nueva etapa del neoliberalismo en la Argentina. Mientras, el presidente en retirada dice en tono “conciliador” que todo este descalabro fue para “ayudar” a los argentinos.

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página 6 | sábado 2 de noviembre de 2019

LO QUE DEJÓ EL 27 DE OCTUBRE

Fue paliza, y el poder lo sabe La ciencia debate el sitio original donde surgió el homo sapiens. Macri discute consigo mismo si hará oposición o irá a Boca Jrs. El dispositivo mediático le baja el precio a la victoria de la fórmula FF. El establishment, en tanto, envía mensajes para condicionar al nuevo gobierno, mostrando que tomó debida nota de la contundencia del resultado electoral. Por Horacio Çaró

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L IMPACTANTE TRIUNFO ELECTOral del frente que encabeza el peronismo sobre la más moderna expresión partidaria que el poder conservador oligárquico logró diseñar desde los tiempos del fraude patriótico tiene varias claves, pero la más curiosa –por no decir absurda– es el denodado esfuerzo que, tanto la fuerza perdedora como su guardaespaldas mediático, vienen realizando en pos de presentar una derrota categórica como un virtual “empate técnico”. Así lo definió uno de los exponentes más desvergonzados del pelotón de periodistas filomacristas, Luis Majul, apoyado en dos postulados desopilantes: “Macri perdió, pero ganó”, y “Alberto ganó, pero…”. Lo inconcluso de la última expresión pretende enmascarar el absurdo, pero logra el efecto contrario y lo potencia.

De “No vuelven más” al “Empate técnico” Es indispensable explicar con sentido de la proporción la ponderable reacción de las grandes mayorías el pasado domingo, porque el resultado fue un rechazo rotundo al calamitoso estado en que el gobierno de Mauricio Macri deja la economía, los lazos sociales, el aparato productivo y el corpus de derechos individuales y colectivos que son patrimonio del pueblo argentino. Se ha dicho lo suficiente esta semana, pero no por ello debe soslayarse que la desastrosa gestión de Cambiemos es lo que explica que Macri sea el primer presidente que quiso ser reelecto y no pudo. Es más, si se toma como un conjunto los comicios de 2015, el 27-O el actual mandatario perdió un invicto que comenzó en el club de la Ribera, se extendió a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde fue dos veces intendente, y coronó con el balotaje que lo depositó en la poltrona desde la que chocó el país contra la pared de la realidad, ésa que Juan Perón sostenía que es la única verdad. Con impiadosa precisión e inocultable ironía, en las redes sociales se sintetizó el recorrido temporal del relato macrista: * 2015 “No Vuelven Más”. * 2016 “Macri 2019 y Vidal 2023 y 2027”. * 2017 “Los aplastamos en primera vuelta”. * 2018 “Si hay Ballotage gana Macri”.

* 2019 “No votaron los esquiadores” y “La damos vuelta”. * El capítulo actual se llama: “48-40, empate técnico”. Ese declinar discursivo explica por sí mismo el nivel de negación del formidable hecho político que constituye la elección presidencial en la que se impuso la dupla Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Es más, describe la persistente tendencia del macrismo en negar la política. Tinta regada a borbotones sobre papel prensa intenta explicar por qué falló algo que era poco menos que infalible: la supremacía V. Macri podía perder, pero María Eugenia Vidal no, por tanto se debía reemplazar a uno por la otra. Fracasada esa operación, surgió el desdoblamiento de los comicios como chance de retener el principal distrito del país. Prevaleció la tesis “si me hundo, me llevo a todas y todos al fondo del océano”, y tanto la provincia de Buenos Aires como la Caba unificaron fecha con la elección presidencial. Casi queda afuera hasta el Guasón. Pero además hay otro argumento que se le vuelve en contra al régimen en retirada. Es el que propone que Macri podrá entregar el bastón presidencial a su sucesor habiendo completado su mandato, como Marcelo T. de Alvear, el último presidente no peronista en poder hacerlo. Y exceptuando a aquellos que no fueron sacados por golpes de Estado, el resto tuvo que irse por los desastres cometidos en el ejercicio de sus respectivas gestiones económicas. El incendio hiperinflacionario de Raúl Alfonsín y el reguero de muertos de Fernando de la Rúa los eyectó del sillón de Rivadavia, y que Macri no haya tenido el mismo destino no es gracias al apoyo de Elisa Carrió –como ella pregona–, sino merced a la financiación que el empresario devenido presidente obtuvo de parte del Fondo Monetario Internacional, que hizo todo lo que puede y lo que no puede hacer para evitar el retorno del “populismo”. Y esa financiación la deberá pagar el conjunto de argentinas y argentinos, de modo que llegar al 10 de diciembre no estaría siendo un mérito para andar publicitando.

Los posteos del odio El último alarido de la moda del macrismo en retirada es la profundización de la política de estigmatización y odio social en las redes. Todo sujeto o colectivo que represente al sector que votó mayoritariamente al Frente de Todos está en la mira.

Por cierto se trata de potenciar características que pueblan el imaginario del antiperonismo previo a la irrupción del macrismo, con agregados de su propia cosecha. El odio sembrado en formato de posteos en Twitter, Facebook o Instagram sobrevuela la imperiosa necesidad de explicar la derrota en términos irracionales pero presuntamente lógicos, porque si se apelara a la razón, debiera surgir la autocrítica, un insumo muy requerido al “populismo” pero para nada usado en las filas macristas. Como se recordará, luego de las Paso, un candidato macrista de Juntos por La Rioja, Pablo Yapur, adquirió efímera notoriedad por confesar a través de un audio difundido por whatsapp lo que muchos en esa fuerza piensan pero no dicen: “A partir de hoy, muchachos, queridos amigos míos; les comunico que los pobres me importan un choto. A partir de ahora, a ningún puto le compro una tortilla en la calle. A ningún puto le regalo nada. A ningún puto lo ayudo. A ningún puto pobre pienso colaborar (sic) con una moneda ni de diez pesos”. Tras los comicios del domingo pasado la ofensiva se retomó en las redes, y una diputada provincial pampeana macrista –también docente–, Adriana Leher, publicó: “A los monos hay que darles banana. Se les quiso dar educación y cultura. Se les quiso dar futuro. Se les quiso dar pavimento y cloaca. Se les intentó explicar que eran libres. Se les intentó convencer de que pueden esforzarse y aspirar a algo más”. La autora del post, además, fue candidata a diputada nacional, es docente, y remató su tuit con soberbias frases: “No, el mono sólo quiere bananas. Con bananas se queda adentro de la jaula, cómodo y haciendo caca en una zanja. Enseñándole a sus hijos como comerse los piojos, tal como le enseñó su abuelo a él. El mono grita y canta como en la selva. Se cree libre, pero está preso… y contento porque le alcanza para bananas”. Sorprendida acaso por la repercusión de sus dichos, la legisladora de Cambiemos intentó volver sobre sus pasos poniendo en práctica la técnica del “amigo judío”: “No nombré a nadie y no fue mi intención agredir a nadie, si alguien se sintió identificado pido disculpas. Mi mamá es peronista”. La diatriba de Leher resultó inspiradora, y la directora de Planificación de Eventos Presidenciales del Gobierno, Cecilia Negro Farrell, se lo llevó a su cuenta de Facebook, como lo denunció el periodista Pablo Duggan

en Twitter: “Nefasto personaje Cecilia Negro Farrell, Directora de Planificación General de Eventos Presidenciales. Increíble discriminación. Lo peor de Cambiemos es que muchos piensan así. Espero que la echen hoy mismo”. Luego de la primera vuelta del domingo, que dejó sin segunda a Macri y sus millones de seguidores, esa furiosa andanada sumó otros posteos de indignados usuarios menos conocidos pero igualmente agresivos y portadores de un odio que hasta suena impostado, o sobreactuado. La réplica no tardó en llegar, y furiosos usuarios comenzaron a dar batalla, tildando de insensibles, intolerantes, malos perdedores, racistas, etc., lo cual demostró la eficacia de los últimos contingentes con que el ejército de trolls formado por Marcos Peña defienden la ciudadela macrista. Sin embargo, pese a que la indignación es entendible, esos posteos no parecen en modo alguno espontáneos, o por lo menos obra del 38 a 40 por ciento de votantes macristas, sino de esos inoculadores de odio, que por supuesto encuentran terreno fértil en cerebros secos por falta de ejercicio intelectual y político. Las publicaciones contienen frases estereotipadas, cuesta creer que quienes las postean crean el ciento por ciento de lo que expresan. En las redes esa provocación es percibida como importante, se le presenta batalla, pero la realidad indica que en los comedores comunitarios, en los merenderos chicas, chicos, padres y madres, jubiladas y jubilados ni se enteran de todo eso, se enteran de que cada noche la polenta o el guiso alcanza para dos y ellos son cinco. La producción de ese discurso no es monolítica u homogénea. Hay segmentos inteligentes, que organizan un discurso que busca crear sentido, y no dejan nada librado al azar, pero en paralelo hay otros segmentos más viscerales, que usan el sentido ya imperante o sedimentado a lo largo de décadas de odio de clase, racial y político para provocar por abajo una réplica aún más violenta e irracional. En ese caso, y en los de otros posteos similares que se publicaron justo después de las elecciones del domingo, se percibe un criterio más elaborado para construir sentido. Son funcionarios o legisladores PRO, con formación terciaria, como mínimo, no eligen por azar hablar de monos, subir la foto de un chimpancé, no de gori-


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“Macri perdió, pero ganó”, “Alberto ganó, pero…”, fueron dos postulados desopilantes que formuló Luis Majul desde la pantalla. las, porque gorilas son ellos, eso late en ellos, se presenta en modo latente que asimilaron el mote que les colgó hace décadas el pueblo, piensan que se apropiaron del remanente de poder que detenta la figura del gorila y lo torna poderoso en comparación con los pobres diablos de los chimpancés, sin detenerse a pensar siquiera que el chimpancé, como el pueblo, es más inteligente o astuto, si cupiera definirlo así, que el gorila. La misión de estos gorilas es que la mayor cantidad de personas crea que es importante dar batalla a ese sentido que pretenden construir o sustituir. Pero la verdadera batalla es sacar de los comedores a las familias para que vuelvan a comer a sus casas, con trabajo, con dignidad. El plato de comida arriba de la mesa, y la mesa que sea la de casa, y todas y todos reunidos alrededor de esa mesa, pensando en que mañana es mañana, no un pozo oscuro de donde nunca se saldrá. Ahí está la batalla de todas y todos quienes en estos cuatro años resistieron a los criminales que se van.

La mirada del poder ¿Qué dicen las voces del establishment ante la victoria del peronismo? ¿Cómo interpretan y decodifican uno de los hechos político institucionales más potentes del período iniciado el 10 de diciembre de 1983? El establishment se divide entre quienes apuntan a quebrar la monolítica relación que tiene la dupla Alberto-Cristina, intentando meter una cuña entre ambos dirigentes, con interpretaciones entre ingeniosas y remanidas. Periodistas que deberían llamarse a cuarteles de invierno, como Alejandro Fantino, que vio incumplirse cada una de sus babosas profecías respecto de una victoria aplastante de Macri, invitan a que su claque de colegas le explique, como si fuera un chico de primaria, la diferencia entre el escenario de festejo del domingo tras el triunfo del FdT y el de Tucumán, un par de días después, cuando Alberto fue a visitar al gobernador de esa provincia, Juan Manzur. En el primero habría prevalecido, según los capitanes del canal América, el criterio de CFK, quien habría vetado a los gobernadores, quienes por eso quedaron abajo del estrado, donde sí pudo despacharse Axel Kicillof, que vendría a ser un protegido de la ex mandataria y no el dirigente que le dio una tunda histórica a la presuntamente invencible Heidi bonaerense. Es notable cómo saben a quién pegarle. El ex ministro de Economía de Cristina emerge como un futuro presidenciable, pero

sobre todo como alguien que eclipsará sin mayor esfuerzo la falsa imagen lánguida y empática de Vidal que el dispositivo mediático supo construir. Las comadrejas sueltas vocalizan como pueden los guiones que escriben Daniel Vila y José Luis Manzano, y en otros canales los actores y guionistas pueden ser otros, pero el texto a representar es el mismo. Por eso mismo, Clarín, que supo fogonear el fracasado Plan V, salió a rescatar los restos del naufragio bonaerense y al día siguiente tituló: “María Eugenia Vidal se va a vivir con sus padres, quiere enamorarse otra vez y seguirá activa en la Provincia”. La bajada no es menos vergonzosa: “Dice que va a buscar trabajo porque necesita vivir de un sueldo. Y que el alerta sobre cómo pegaba la crisis económica se la dio un cura villero en 2018”. No aclara si no quiso, no supo o no pudo entender a tiempo. En otro tono, Ricardo Roa –uno de los generales del ejército con el que Clarín sigue haciendo periodismo de guerra–, encargado del “semáforo” de la página 2 del diario nacido días antes de aquellas patas en la fuente, en 1945, opinó sobre las figuras peronistas que a su juicio merecen el verde luego de los resultados del domingo: * Cristina Kirchner: “Regresa al poder después de completar dos mandatos presidenciales y 13 procesamientos por corrupción. Su estrategia de poner a Alberto como candidato, unificar al peronismo y asumir un rol secundario en la campaña funcionó. Habrá que ver cómo funciona el co gobierno con Alberto”. * Alberto: “Estaba para ser jefe de campaña y terminó siendo candidato a presidente. Calzó bien el traje: actuó con equilibrio aunque varias veces se le salió la cadena. Tiene que resolver la transición con Macri y luego, más difícil, manejar la coalición con Cristina, negociar con el Fondo y acertar en la economía”. * Axel Kicillof: “Aprendió del desastroso desembarco de Aníbal en 2015. Y de su propia experiencia como ministro de Cristina. Encontró un tono moderado para no agredir y para no pelearse en la campaña. Hasta se amigó con el campo. Ya ganador, en la noche del domingo volvió al discurso de dirigente estudiantil”. Es apenas una muestra de que el dispositivo mediático hegemónico sigue aceitado y que con la misma energía con que defendió la masacre social del macrismo intentará condicionar y erosionar a la administración que viene a apagar el incendio. Menos agresivo se muestra el sector empresarial, en especial aquellos popes que necesitan curar las heridas que les dejó el

fuego amigo de un régimen que les hizo ganar dinero en los garitos donde se timbeaba fuerte pero provocó una brutal caída en el valor de sus compañías. Bajo el título “La transición, según el poder económico”, Clarín también tomó nota de la paliza electoral del 27-O, y publicó, en una edición especial pos comicios, lo que le confió “el dueño de uno de los mayores grupos de energía”, pero con voz anónima: ““Los ciudadanos en general y los empresarios en particular tenemos que dejar de ver una elección y un cambio de gobierno como un drama. Nuestra responsabilidad es colaborar para estabilizar la situación generada por la incertidumbre electoral, estar dispuestos a compartir los costos del esfuerzo y continuar invirtiendo, único camino para generar empleo y reducir la pobreza. Obviamente estaremos esperando el anuncio del gabinete y del plan económico, en especial cuáles son los sectores estratégicos para el nuevo gobierno” La bajada de esa nota es interesante: “Elecciones 2019: Diálogo entre equipos, el reclamo sin grieta del frente empresario. Sostienen que no hay margen para la insensatez por una situación económica muy deteriorada. Tienen en claro que el modelo será distinto”. Para ellos, es ostensible, no hubo “empate técnico”. Otro que estaba en el ring side y vio de cerca los bollos que se comió el otrora campeón Mauricio a manos del retador Alberto es Jaime Campos, el titular de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), cuyo ADN neoliberal no le impidió comentarle lo siguiente a Silvia Naishtat: “Este es un momento para que entre todos forjemos los consensos que nos permitan llegar a acuerdos sobre los temas claves para el desarrollo económico y so-

cial de nuestro país”. Más dulce sería diabetes, dirían en el barrio. La periodista también aportó mesura, no se sabe si propia o por mandato del Estado Mayor Conjunto que conduce Héctor Magnetto: “Desde el punto de vista de la volatilidad cambiaria hay pocos antecedentes de la velocidad y de los riesgos que implica la corrida de la semana pasada. Los costos son altos”. Clarín, en la misma línea, abordó la mirada del Departamento del Tesoro de los EEUU, que el diario traduce como un “mensaje” de ese organismo yanqui al nuevo presidente: “Esperamos que cumpla los compromisos con el FMI”. La presunta advertencia pertenece al secretario del Tesoro Steven Mnuchin, pero más abajo el tono imperativo es relativizado en el artículo, que no lleva firma: “Mostró (el funcionario estadounidense) voluntad para rediscutir cambios en el programa que se estableció para acceder al megacrédito”. En castellano no contaminado por el periodismo de guerra, habría que interpretar que el Tesoro gringo sabe que el FMI prestó más de lo que debía, que financió la campaña de Macri con esas decenas de miles de millones de dólares, que Donald Trump fue cómplice de esa desorejada decisión, que el Gato encima perdió, y que si no quieren ver al organismo multilateral desfondeado a causa de un hipotético default argento, deberán negociar plazos, intereses y hasta alguna quita. Lo que es indudable es que desde Washington tampoco se percibe un “empate técnico”, y al fin y al cabo es el Tesoro de los EEUU el que más pierde si hay que recapitalizar al FMI, del cual es su mayor aportante. Los tiempos que vienen son muy difíciles para el gobierno que asumirá el próximo 10 de diciembre, sólo un desquiciado lo puede ignorar. Sin embargo, con un programa energético sustentable –Alberto tiene un equipo trabajando en ello–, una renegociación seria y responsable de la deuda heredada, un plan de captura de nuevos mercados y consolidación de los acuerdos que CFK supo celebrar con Rusia, China e India (junto con Brasil y Sudáfrica, todos miembros del Brics), la puesta en marcha del mercado interno, el estímulo a la industria y la reestructuración tributaria, para que quienes más tienen más aporten, la Argentina tiene futuro. El mismo futuro que la caterva de salteadores que se está retirando en desbandada se propuso clausurar sólo para llenarse los bolsillos hasta reventarlos. Por de pronto, tamaño desastre hace recapacitar a los más irreflexivos y torna pacientes a los usureros más apretadores. Si alguna duda hubiese en torno de esto, vale la pena enterarse de lo que plantea un jugador de grandes ligas de ese equipo tan bravo. Dice Clarín que “Diego Campal, CEO de The Jeffrey Group, una consultora de lobby a la que acuden casi todas las multis de EEUU, cuenta que sus clientes se llevaron una sola palabra de las reuniones con Fernández: pragmatismo. ¿Le creen?, se le preguntó. «Muchas son compañías con más de un siglo en Argentina que pasaron de todo. Le dan tiempo»”. Y el tiempo, precisamente, es el insumo que más necesitará Alberto F. una vez que ponga sus manos a trabajar en la Casa Rosada si está decidido a cumplir el mandato que postuló el domingo: “Lo único que importa es que los argentinos dejen de sufrir”.


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biopolítica |

ENTREVISTA A SONIA TESSA

“Periodistas militantes

La editora de Rosario/12 recordó sus primeros pasos en el periodismo, destacó el impacto del feminismo en la prensa y analizó el presente de los medi Por Juane Basso

CREO, TODAVÍA, EN QUE EL periodismo es una forma de investigar y contar la realidad que para mí no tiene sentido si no sirve para incidir sobre la misma realidad”, afirma Sonia Tessa en su casa, mientras ofrece mate al equipo de el eslabón. Un amplio balcón abierto deja ingresar el sonido de los autos corriendo sobre el asfalto mojado y quedará de fondo de la entrevista que se prolongará por unos 30 minutos. Sus orígenes, las redacciones de ayer y de hoy, la irrupción del feminismo, la relación militancia y medios y el presente de la comunicación serán algunos de los temas sobre los que la editora de Rosario/12 hablará relajada –pero con pasión– para un nuevo capítulo de Biopolítica, el segmento audiovisual producido por la cooperativa La Masa del cual aquí se presenta un adelanto. —¿Cuándo y dónde comienza tu historia? —Mi historia empieza en un paraje que se llama Caraguatay, que queda bien en el norte de la provincia, al final de lo que sería ya la colita de lo que fue la Forestal. Mi mamá era una chica de una clase media aspiracional, con una madre que pretendía verla casada con un contador o algo así. Lo conoce a mi papá en un baile, creo que de carnaval, se casó con mi vie-

jo y se fue con él a vivir a ese paraje, sin electricidad, sin hospital. En el año 96 mi papá me llevó a conocerlo y tenía más o menos seis o siete casas y una escuela. Mi mamá se fue cuando estaba a término a Coronda, y ahí nací. Pero también los primeros pocos meses de mi vida los pasé en ese paraje. Mis hermanos ya nacieron en Santa Fe los dos. Mi papá era director de escuela. En el año 73, estando en Pérez, lo convocan a ser director organizador de una escuela “modelo” en Villa Yapeyú, de la ciudad de Santa Fe. Yo soy una chica que se crió hasta los 11 años viviendo en escuelas, porque el director vivía en la casa de la escuela. Cuando vino la dictadura, yo no sé bien, siempre hay muchas cosas oscuras, o que no se han hablado, había mucho miedo, muchos años después mi papá me contó que la Triple A llamó y dejó una amenaza y al tiempo nos fuimos a vivir a otro lugar que es Santa Rosa de Lima, en otra villa de la ciudad de Santa Fe. Pero ya no fui a esa escuela sino que fui a una de barrio Roma, o sea que hasta los once años viví en Santa Fe, por eso soy de Colón y no de Central ni de Newell’s. Me parece que el haber vivido tan cerca en esos barrios y lugares, si bien con algunos privilegios –yo vivía en la escuela, no en una rancho de chapa–, hacen bastante a quién soy yo. —¿Cómo fue criarse en escuelas, entre directores, maestros y bibliotecas? ¿Te aportó una

mirada particular, una inclinación especial hacia la lectura? —Menos de lo que me gustaría, porque me gustaría ser un poco más lectora. Siempre me siento poco intelectual en relación a mi aspiración, pero sí me doy cuenta de que mi vida se relaciona. Yo me acuerdo mucho de mis viejos yéndose a dormir la siesta y yo robándoles libros de la biblioteca para leer, segura de que algunos no los entendía. Pero lo que más tiene que ver conmigo en haber vivido en escuelas es esta idea de la comunidad, porque siempre las escuelas, aun en los peores momentos donde la directiva era que estén cerradas, siempre las escuelas donde yo viví eran lugares donde la gente se sentía parte de la escuela, iban si pasaba algo, había algo ahí muy fraguado por las forma en la que mi viejo entendía eso, que era la escuela de puertas abiertas, entonces hay algo de que siempre es en diálogo y nunca es sola, que sí lo siento muy importante. —Dijiste que hasta los 11 te criaste en escuelas, ¿Y la adolescencia? —Cuando mi papá asciende a supervisor se viene a Rosario, ese había sido su deseo de toda la vida. Yo fui la que más me resistí, estuve un año quejándome de por qué se les había ocurrido sacarnos de nuestro lugar. Imaginate, yo cambié de escuela y de barrio 6 o 7 veces hasta antes de los 12 años. Después vino la estabilidad, pero yo era la más enojada con vivir en Rosario.

Fue una adolescencia bastante rebelde, además yo les cometí otra rebeldía a mis viejos, que eran los dos ateos. En el barrio en Santa Rosa de Lima había un cura tercermundista, Lucho Quiroga, y yo estaba fascinada, por una amiga de mi viejo que también era de esa onda, que era la vicedirectora de la escuela, Lelia. Entonces, me quise bautizar a los 8 años y estuve varios años de ir a misa. De mi adolescencia, ya en el 83 cuando tenía 14 o 13 años, recuerdo la primavera alfonsinista con todos sus claroscuros como una época de reverdecer, con felicidad. En ese tiempo ahí estuve un lapso militando en la Juventud Peronista, en la secundaria. Eran épocas donde el peronismo estaba en una transición como las que suele tener, entre los renovadores y los otros. Milité mucho en la campaña por Cafiero. Me acuerdo que cuando perdió muchos compañeros dijeron: “Bueno, apoyemos a Menem”. Y yo dije: “No, yo con ese tipo no”. Y cuando mis compañeros en el 89 se fueron a festejar, yo me fui a mi casa a llorar (risas), no sé por qué, era intuición. ¿Yo qué podía saber más que el resto de que eso iba a ser un desastre? —¿En tu casa estaba muy presente la política, se debatía, se hablaba en la mesa? —Estaba presente, pero hubo mucho miedo también. Mi mamá era una mina con ideas de izquierda, pero tenía mucho miedo. Mi vieja, quien se murió muy joven, no podía ver a nadie sufrir. Ella no era muy peronista la verdad.


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somos todos y todas”

ios de comunicación. MAIA BASSO

Siempre tuvo sus diferencias. Y mi viejo un poco por influjo de eso y por otras cuestiones, no llevaba mucho la política a casa. Sí llevaba a sus amigos de la política. Ahora me da risa, pero yo tenía 14 años y mis compañeros de militancia más grandes lo diferenciaban a mi papá (el ex diputado y referente histórico de Amsafé José María Tessa), entonces yo era “la hija de”. Todo eso tenía un peso no tan positivo. Mi vieja en el 83 lo votó a (Raúl) Alfonsín pero no dijo nada, mi papá iba con los carteles de (Ítalo) Luder. Y mi mamá de calladita lo votó a Alfonsín y se fue al acto de asunción. Le daba miedo la política porque los 70 habían sido muy duros para ella, tenía mucho miedo de lo que pudiera pasar. Ella trabajaba mucho en lo micro, era impresionante eso en mi mamá, en su escuela, en su curso. —¿Cuándo aparece el periodismo en tu vida? —Bueno, con 14 años, como militante de la JP, yo lo admiraba profundamente a (Rodolfo) Walsh, para mí no había otro modelo posible. Walsh era como yo quería ser, en esa época me devoré todos sus libros, Operación Masacre, ¿Quién mató a Rosendo?, todas cosas que ahora que ya soy grande me doy cuenta de que no tienen nada que ver con lo que yo pude hacer. Admiraba mucho su minuciosidad en los datos, admiraba muchísimo eso, fue Walsh. Esa idea de la dedicación, la idea de la posibilidad real de incidir sobre la realidad. —¿Y tu primera experiencia en un medio donde la hiciste? —Yo pienso que algo de eso hubo en mi secundaria porque un tiempo agité en el centro de estudiantes. Cuando entré en la facultad la primera nota que escribí fue para una revista que se llamaba Trazo Fino, que era sobre el Sida. Yo leía todos los días Página/12 y un día registro un cartelito en la facultad que decía que se buscaban pasantes y me presenté. Era un diario que en aquel momento era muy novedoso, en mi casa Tiempo Argentino y toda la experiencia alfonsinista se había visto medio de costado, entonces yo me enamoré de Página/12. Me mandé un montón de macanas horribles. La facultad no te preparaba para ser periodista, fui aprendiendo al andar. —¿Cómo definirías el periodismo? —Yo creo todavía en que el periodismo es una forma de investigar y contar la realidad que para mi no tiene sentido si no sirve para incidir sobre la misma realidad. Creo que el periodismo sigue siendo eso de buscar lo que no se conoce, de buscar lo que no está, de develar lo oculto. Lo que pasa es que vivimos en un mundo donde todo parece estar a la vista, pero si te ponés a pensar, ahora quizás nuestro trabajo sea más contextualizar. Y tampoco está siempre todo a la vista, siempre hay algo más para buscar. Esta esa definición clásica que a veces me hincha, pero es verdad, que dice que el periodismo es contar algo que no quieren que se sepa, yo sigo pensando un poco eso, un poco. —¿Y qué mirada tenés sobre la polémica con respecto al denominado periodismo militante? —Yo pienso que periodistas militantes somos todos y todas, porque también la idea del periodista objetivo sé que es una falacia. No es que yo la desmiento, es la realidad que la desmiente. Vos hacés una militancia periodística desde el momento en que elegís qué fuente buscas, qué historia contás, cómo la contas. Todo eso es militancia, vos podés mantener mayores o menores grados de independencia de un proyecto político y sí, es verdad, hay quienes pueden y tienen esa libertad interior de hacerlo. Pero también es cierto que en el proceso que se ha dado en la Argentina, a veces vos decís bueno “yo prefiero no hacer incapié en esto que está mal porque los que están del otro lado son el horror», por más que nunca resignas tu espíritu crítico.

“Vivimos en un mundo donde todo parece estar a la vista, pero si te ponés a pensar, ahora quizás nuestro trabajo sea más contextualizar. Y tampoco está siempre todo a la vista, siempre hay algo más para buscar.” A veces a mi me choca el periodista que sólo tiene para dar su opinión, porque creo que la opinión si no está fundamentada en datos o en un trabajo vale lo mismo que nada. Opinar podemos todos, el tema son los datos. A veces, me enojo conmigo misma porque digo: “Esta nota no está lo suficientemente trabajada”. Esa crítica también me incluye muchas veces. Ni hablar que además yo soy una periodista feminista, de una de los tantas que hay en la Argentina. Yo pienso que el feminismo es parte de mi práctica política y eso no me da vergüenza, cómo me va a dar vergüenza ser una intelectual orgánica, soy eso. Pero si yo estuviera reproduciendo las cosas que se dicen sobre las mujeres, lo que se dijo históricamente, también estaría militando. —¿Qué aporte pensás que está produciendo el feminismo en la prensa y la comunicación? —Para mí es formidable. Las pibas llegaron sobre un acumulado, no llegaron de la nada, pero llegaron a revolucionarnos. También lo que pasa con las periodistas más jóvenes feministas con respecto a las redacciones. Lo que nosotras decíamos a media voz, tímidamente, nos peleábamos con los compañeros pero siempre tratando de no perder nuestro lugar, porque era más tenso en esa época, hoy las periodistas más jóvenes, las feministas, no tienen ningún drama. Lo gritan a los cuatro vientos y además lo plantean como un piso innegociable, y eso para mi es maravilloso. Andá a discutirle a una periodista feminista el piso innegociable de que “no es no”, de que “yo te creo hermana”, son pisos innegociables. Por supuesto con mayor permeabilidad en las redacciones menos conservadoras, pero

esos procesos los ves aun en los medios más hegemónicos. Hay muchos feminismos, hay feministas que se conforman con romper el techo de cristal, con plantear algunas cuestiones del acoso y del abuso, y quedarse ahí. Yo particularmente y muchas otras compañeras pretendemos un feminismo más popular, pero sí yo creo que ese piso innegociable que pusieron las pibas es sin retorno, eso a mí me emociona mucho. —¿Cómo describís la actualidad de los medios y la comunicación? —Hablando de periodismo militante, yo creo que los grupos concentrados, por ejemplo en la provincia de Santa Fe ya es escandaloso porque es prácticamente uno solo, marcan una agenda, y esa agenda la militan sus periodistas más orgánicos, sin desconocer que en todos los medios hay grietas, que hay compañeras y compañeros que tratan de hacer otra cosa y a veces con muchísimo esfuerzo y dignidad. También destaco un fenómeno que es muy interesante, y a la vez muy difícil de sostener en este momento, que son los medios que les podríamos decir alternativos, autogestivos, que para mí, si bien no llegan a marcar agenda como los hegemónicos, ocupan un lugar. Porque hay mucha gente que va al boletín Enredando o al El Eslabón porque saben que ahí van a encontrar una cosa diferente, son los dos ejemplos que se me ocurren de Rosario. Mucha gente que va a leer Anfibia porque sabe que ahí van a estar las notas que no van a estar en otros lados, que va a leer esos medios que no son los hegemónicos, o que va a escuchar una radio así. Me parece que hay una pérdida de credibilidad de los grandes medios, que a la vez se concentran. Por supuesto que sigue la audiencia cauti-

va, que hay personas que no tienen otra posibilidad más que mirar la tele, eso es lo que más nos preocupa, pero cuánto más posibilidades de elegir, cada vez menos eligen esos medios. —En ese contexto también aparecen otros elementos, como el impacto de las nuevas tecnologías, las redes sociales, ¿qué mirada tenés sobre ese proceso? —Yo a veces me enojo. Vos abris un medio super hegemónico y hay tres noticias que están basadas en lo que dijo alguien en Twitter. Ahí está la confluencia del ajuste para bajar costos, la precarización laboral y la supuesta optimización de recursos. Bajo la excusa que es lo que la gente quiere leer, lo que se hace es de muy baja calidad. También oponerse a las tecnologías es como oponerse al aire que respirás. Bueno, ya estan, veamos qué hacemos con eso. Yo también veo este fenómeno, en estos días nos llegan miles de noticias de Chile, o de Ecuador, hay que ver qué es verdad o qué es mentira, pero lo cierto es que también nos llegan voces de compañeros que en los medios no están, o que si están es en un informe como 10 segundos. Y llegan voces de compañeros y compañeras contando otras cosas. Todo eso es un valor, democratiza la información, relativamente, en la medida en que no vivimos en sociedades democráticas. Pero sí es verdad que antes éramos mucho más rehenes de poca gente que decidía qué escuchábamos, ahora tenemos la posibilidad de, junto con otro fenómeno, la banalización, todo lo que vos quieras, pero hoy nos puede llegar de manera directa información, después tenés que poder separar la paja del trigo, que ese es también nuestro trabajo. —¿Qué pensás que va a ocurrir con el periodismo gráfico en general y con el papel en particular? —Creo que ya es una ficción el papel. A mi me pasa muchas veces, no me da vergüenza decirlo, que si en el papel entra la mitad de la nota pero en la web entró entera, a mi ya no me interesa mucho, porque sé que el papel no lo lee casi nadie. ¿Quién va un domingo a comprar un diario papel? Muy poca gente. Incluso el que lo compra luego lo termina mirando en el celular. Creo que el desafío nuestro, y hay medios que han demostrado que se puede hacer, es hacer mejores productos digitales, que los hay, que te den el placer de leerlo que siempre te dió el diario. Nunca leímos cualquier cosa en los diarios tampoco. —¿Qué referentes tenés en la actualidad? —Para mi siempre fue una referente Marta Dillon. Ella siempre fue alguien a quien leí mucho, me gusta su forma de hacer un periodismo totalmente jugado, pero ella es una periodista que descree del dato y cree más en la intuición, con ella aprendí eso. A mi me gusta lo que hace Luciana Peker, me gusta lo que hacen mis colegas de Rosario, incluso algunas que conocí después de Ni una Menos, como Loreley Flores de Sin Cerco. Me gusta mucho leer a mis colegas. La verdad es que no tengo referentes internacionales, quizás por el humor Irantzu Varela que es una periodista feminista, quizás por los libros Nuria Varela también. Marcelo Zlotogwiazda también era un referente. Podía no estar de acuerdo pero un tipo que se dedicaba, que tenía datos. Y mi gran referencia hoy es La Garganta Poderosa. —¿Para qué debe servir el periodismo? —Para mi si sirviera para desmontar los manuales de zonceras argentinas que todos los días se crean, si sirviera para desmontar todas estas cosas que escuchamos y repetimos como loro, de que en este país nadie quiere trabajar, de que hay que hacer como Chile, si sirviéramos para eso, con datos, con buena información, para desmontar ese sentido común que es tan dañino y se demuestra que ha sido tan dañino, a mi me gustaría servir para eso. Para desmontar esas ideas tan establecidas sobre qué es nuestro país.


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ANTES Y DESPUÉS DE LOS GLOBOS AMARILLOS

Sukerman: “Hacen falta grandes acuerdos” El concejal peronista hace un análisis de lo que se viene en el nuevo escenario político y destaca la necesidad de “articulación entre Nación, Provincia y Rosario”, ante la situación inflacionaria y el quebranto socioeconómico que dejará el macrismo. Por Silvia Carafa

te gobierno”, señaló el edil, prologando un didáctico cuadro de situación, al alcance de todos. “Si pagamos la deuda, no vamos a poder tener dólares para el resto de las cosas que necesitamos a fin de que el país vuelva a crecer, por lo tanto necesitamos un gran consenso y grandes acuerdos a nivel internacional para que haya quita, para que haya espera y una renegociación de esa deuda ¿para qué? para tener dólares y que el país pueda ponerse en marcha”, detalló. La explicación continuó abriendo interrogantes: “¿Qué se necesita para que el país vuelva a crecer? Necesitamos créditos y para esto necesitamos bajar la inflación, si logramos esto, también hacemos que baje la tasa de interés, esto hace que vuelva el crédito y comience un proceso productivo”.

E

L EDIL JUSTICIALISTA ROBERTO Sukerman tiene un capital político de 175 mil votos, que lo dejó apenas a un punto y medio de lograr la intendencia de Rosario. Las elecciones del 27 de octubre pasado alinearon un par de planetas entre nación y provincia. el eslabón dialogó con el concejal sobre el nuevo mapa y si este escenario resignifica esa especie pole position que logró al quedar sólo a 7.800 votos del electo Pablo Javkin en las ajustadas elecciones del pasado mes de junio. “Estoy trabajando codo a codo con el gobernador electo Omar Perotti, en la conformación del gabinete y en la conformación de políticas públicas para llevar adelante a partir del próximo 10 de diciembre”, adelantó el edil. Sukerman también se refirió a la articulación de Provincia y Nación. “Tengo un gran vínculo con el presidente electo, Alberto Fernández y con quienes van a formar parte de su gabinete”, afirmó y agregó: “Quiero decir que no importa tanto el lugar donde uno esté, porque una cosa es el cargo formal que se pueda tener y otra cosa lo que uno hace en concreto, nuestra obligación es trabajar todos los días para que Rosario, la nación y la provincia, estén cada vez mejor”, planteó.

Análisis del resultado

Cuadro de situación Para el edil es necesario entender que los trabajadores y empresarios tienen que desacoplar sus demandas del espiral inflacionario. “Este año tuvimos una inflación mayor al 50 por ciento, si en la próxima paritaria los trabajadores reclaman ese porcentaje, la inflación no se detiene, hay que explicarles que lo importante no es el aumento de su salario, sino que el aumento de todos los costos que tiene su vida sea inferior, al aumento de su salario”, detalló. A modo de ejemplo, señaló como debe ser la relación entre salarios y aumentos de precios: si el primero sube un 20, el segundo no puede superar el 15, si sube 10, el segundo porcentual no puede pasar cinco. “Lo que quiero decir es que podamos explicarle a los trabajadores que tenemos que hacer un acuerdo para que aumente su poder adquisitivo, al revés de lo que sucedió en estos cuatro años con Mauricio Macri, que los aumentos de salario siempre fueron por debajo del aumento del costo de vida”, aclaró el edil.

“Nosotros no podemos hacer solamente acuerdos de cúpulas o parlamentarios o de dirigentes, también necesitamos que los protagonistas del proceso social y económico del país, estén involucrados”. “Nuestro objetivo es justamente, revertir esa situación”, enfatizó y dijo que hay que hacer pasar el nudo del análisis por la relación salario/poder adquisitivo: “Para eso hace falta grandes acuerdos y que los trabajadores dejen de perder y comiencen a ganar, como sucedió en todos los años desde 2003 a 2015”. “Creo que tenemos la obligación de llegar a grandes acuerdos que tienen que ser en los tres niveles del Estado: nación, provincia y ciudad, también entre los distintos sectores políticos, pero además se tienen que dar entre los distintos sectores económicos y sociales”, sostuvo Sukerman.

En su opinión, y por la situación de quebranto socioeconómico con la que el gobierno de Mauricio Macri, dejará el país, esos acuerdos tienen que tener algunos plus ultra. “Nosotros no podemos hacer solamente acuerdos de cúpulas o parlamentarios o de dirigentes, también necesitamos que los protagonistas del proceso social y económico del país, estén involucrados”, enfatizó. “La Argentina no fabrica dólares, nosotros tenemos obligaciones enormes que cumplir con organismos internacionales de crédito en los próximos años por el endeudamiento externo inédito que deja es-

“Estamos muy felices, en la elección del domingo 27 de octubre pudimos concretar lo que venimos deseando desde hace cuatro años, devolverle al pueblo argentino, un gobierno que trabaje a favor de los sectores más desprotegidos de la sociedad, para que puedan tener justicia social, independencia económica y soberanía política”, explicó. Además recordó que el efecto que causó el modelo aplicado por Cambiemos, estaba prefigurado en el debate por la elección presidencial de Macri con Daniel Scioli , en 2015. “Todo lo que dijo Macri fueron mentiras, no cumplió nada, lo que sí vimos, es el desastre que hizo en la Argentina, generando una deuda externa como nunca había ocurrido y políticas en contra de los sectores que producen y trabajan, y de jubilados, discapacitados e investigadores”, citó. Para el edil, además de la esperanza resulta fundamental el nivel de unidad alcanzado, que hubiera sido imposible si la líder política indiscutible Cristina Fernández de Kirchner no hubiera tenido una conducta ejemplar, al dejar su lugar y como candidata a vicepresidenta convocar a un presidente. “Eso es inédito, siempre se da al revés”, comentó Sukerman. “Alberto Fernández es una persona que respetamos mucho que fue muy importante junto a Néstor Kirchner en esos años en que hubo que reconstruir al país, y estamos convencidos que la generación de consensos que logró, permitió llegar primero a los acuerdos electorales con sectores que históricamente acompañaron los procesos nacionales y populares, y luego a ganar”, aseguró.


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sábado 2 de noviembre de 2019 | página 11

INTENTO DE RESTAURACIÓN CONSERVADORA EN BOLIVIA

La derecha optó por la violencia Evo Morales venció en primera vuelta a Carlos Mesa, que no reconoció el triunfo e inició una serie de acciones de desestabilización. Nuevas elecciones, (con proscripción de Evo), o directamente el derrocamiento, con paros y piquetes, es el explosivo menú de los golpistas. Por Pablo Bilsky

“derrotar a esas propuestas de fuera Evo”. La movilización en El Alto, uno de sus bastiones políticos del oficialismo, compitió con un encuentro similar en la zona Sur de La Paz, en el que participó Mesa, segundo en votación, llamando a la continuidad en las manifestaciones de aquellos que denuncian fraude en las elecciones. “Todos nos estamos nuevamente levantando primero a derrotar a esas propuestas de fuera Evo”, remarcó Morales, y dijo estar seguro que los sectores sociales “van a defender la democracia, la Casa Grande del Pueblo y el proceso de cambio”, ante lo que la multitud respondió: “¡Evo no estas solo!”. Según La Razón, dirigentes de distintos sectores que apoyan a Evo participaron de la marcha y llamaron a defender el triunfo de

Morales de forma pacífica frente a los paros con bloqueo que se dan en diferentes ciudades capitales, principalmente, para pedir segunda vuelta o anulación de las elecciones. El dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Guarachi, hizo referencia en el acto a la marcha de mineros de este lunes 28 en el centro de La Paz con la detonación de cartuchos de dinamita. A su paso, despejaron los puntos de bloqueo que se habían instalado por grupos de personas que rechazan los resultados de las elecciones. “Hoy día los mineros les hemos dicho basta, simplemente es una pasadita, una calentadita, les vamos a enseñar cómo se hace un paro, un bloqueo, vamos a cercar la sede de Gobierno”, advirtió el dirigente minero. Por su parte, el representante de los cooperativistas, Simón Condori, advirtió que sus bases saldrán a desbloquear caminos de no levantarse los bloqueos. Morales estuvo acompañado por el vicepresidente Álvaro García y otras autoridades. Para el presidente, los que se movilizan en contra de su triunfo “buscan un muerto”, y llamó a sus bases a no prestarse a esos intentos, aunque denunció que volvió el racismo en Santa Cruz con agresiones a gente del área occidental. En Tarija, Santa Cruz, Pando y Potosí fueron quemados los tribunales electorales por turbas que cuestionan el resultado electoral y responden a Mesa. Evo volvió a afirmar que está dispuesto a una auditoría de las elecciones con participación de la comunidad internacional: “No tenemos miedo”. “Que demuestren, que traigan pruebas de dónde está el fraude. ¡¿Qué fraude?!”, cuestionó y volvió a asegurar que “no volverán” los neoliberales. También informó que el canciller Diego Pary le comunicó que más de 90 países respaldan su victoria. Y concluyó su discurso con la consigna “¡Patria o muerte!, ¡venceremos!”.

danos van a elegir a personas concretas. Acá están Graciela y Daniel, vamos que podemos”, señaló el dirigente de 62 años. Según informó el sitio de noticias de Uruguay La Diaria, Martínez evaluó que si bien los resultados estuvieron “en un piso inferior” al que esperaban, “es una buena base”. Y agregó que el balotaje es “ganable” porque “el pueblo uruguayo es muy inteligente y va a terminar votando certezas y no proyectos que nadie conoce”. Además, el candidato del Frente Amplio consideró que la ciudadanía valorará “la posibilidad real de hacer acuerdos” y que el escenario sin mayorías parlamentarias es más favorable para la coalición de izquierda porque, mientras al FA le hacen falta “siete u ocho diputados y dos senadores para gobernar”, la coalición de derecha tendrá que unir “gente muy diferente, que puede eventualmente generar contradicciones y divergencias”. El Frente Amplio perdió la mayoría parlamentaria que tuvo durante tres períodos consecutivos a partir de 2005. Cabildo Abierto consiguió 11 bancas en Diputados (son 99) y 3 en el Senado (de un total de 30). Manini Ríos pone en cuestión la agenda de derechos que aprobó el Frente Amplio en 15 años de gobierno, entre las leyes de legalización de aborto, matrimonio igualitario, regulación del cannabis. Según informó Página|12, el enfrentamiento entre el gobierno y Manini Ríos in-

cluye un capítulo anterior: se había enfrentado al gobierno de Tabaré por la Reforma del Sistema de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, aprobada en 2018, que le valió 30 días de arresto, la máxima sanción. En los gobiernos del Frente Amplio, Uruguay avanzó con una agenda de derechos, como el aborto legal, el matrimonio igualitario, la regulación del cannabis, la ley de jornada laboral del peón rural, la ley para empleadas domésticas, y una normativa integral para personas trans. La idea de la derecha es dar marcha atrás con estas leyes. Lacalle Pou no votó ninguna de las leyes que apuntan a ampliar derechos. Se define como “muy creyente” y está en contra de la legalización del aborto. “Voté en contra todas las veces y creo que hay que trabajar para que no se produzcan más abortos”, señaló. En derechos humanos, y más específicamente en memoria, verdad y Justicia con relación al terrorismo de Estado durante la dictadura militar, el Frente Amplio avanzó poco y nada. No derogó la Ley de Caducidad, y esto permite que se mantenga inalterado el pacto de silencio en las altas jerarquías militares. “En Uruguay solamente un pequeño grupo de criminales estatales ha sido juzgado y condenado”, señalaron desde la Asociación de ex presos y presas políticas Crysol, según informó Página|12.

E

L PUEBLO BOLIVIANO VOTÓ EL 20 de octubre. Y volvió a ganar el presidente Evo Morales. Pero la oposición de derecha no aceptó el resultado y comenzó un proceso de desestabilización, que incluye actos de violencia e implica un intento de “golpe de Estado”, según denunció el mandatario. Por estos días se suceden en Bolivia marchas a favor y en contra del gobierno. La oposición de derecha primero dijo que se debían repetir las elecciones, algunos incluso pretenden que los nuevos comicios sean sin Evo como candidato, y otros, directamente, piden que se vaya el mandatario: la consigna “Fuera Evo” deja en claro la intención golpista de quienes pretenden una restauración conservadora que destruya los logros de la gestión que refundó y cambió la historia de ese país. Ante este panorama, Evo cortó por lo sano: convocó a la Organización de Estados Americanos (OEA), un organismo que siempre fue crítico de su gestión, para auditar el escrutinio con la participación de observadores de México, Paraguay y España. Treinta expertos dilucidarán si hubo irregularidades en el proceso electoral ante las denuncias de fraude de la oposición. Pero Mesa, que fue invitado a participar, rechazó la propuesta, dejando claro que su jugada (con todos sus vaivenes e inconsistencias) sólo busca derrocar al mandatario a través de un golpe. Cada vez son más los movimientos sociales, de campesinos y de pueblos originarios que se vuelcan a las calles en apoyo a Evo y el respeto al resultado de las elecciones. Los comicios definitivos dieron por vencedor a Morales, del gubernamental Movimiento al Socialismo, con el 47,8 por ciento de los votos. La alianza Comunidad Ciudadana, que llevó como candidato a Carlos Mesa, obtuvo el 36,51 por ciento.

Esta diferencia del 10,57 por ciento es suficiente para consagrar el triunfo del mandatario en primera vuelta. Pero la diferencia exigua sirvió de excusa para que la derecha hiciera lo que venía diciendo que haría: desconocer el triunfo de Evo. La ley electoral de Bolivia exige el 50 por ciento de los votos más uno, o el 40 con 10 puntos de ventaja sobre el segundo para vencer en primera vuelta. Este lunes 28, Evo participó de una masiva concentración en El Alto para reivindicar su triunfo en las elecciones. “¡Patria o muerte!”, con esa frase empezó el presidente discurso en una masiva concentración que respondió “¡Venceremos!”, según informó el diario La Razón. El mandatario señaló que vencieron en las elecciones del 20 de octubre y que ahora se levantan nuevamente para

URUGUAY: LA DERECHA Y LA ULTRADERECHA UNIDAS PUEDEN GANAR

Segunda vuelta Por P. B.

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l candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez, obtuvo un 39,1 por ciento y deberá enfrentar el 24 de noviembre a Luis Lacalle Pou, que consiguió 28,5 por ciento de los sufragios y sumará el apoyo del Partido Colorado y de la agrupación pro dictadura Cabildo Abierto El Frente Amplio no logró ganar en primera vuelta y para la segunda (que será el 24 de noviembre) tiene un panorama complicado que puede hacerle perder la elección. Una coalición de neoliberales y partidos de derecha y del ultraderecha, que se unirán para la ocasión, puede llevarse el triunfo. De ocurrir esto, el Frente Amplio sería desbancado del gobierno tras 15 años de gestión. El candidato del Partido Colorado, el neoliberal Ernesto Talvi, obtuvo 12,3 por ciento. Y el ultraderechista Cabildo Abierto, que llevó como candidato al militar retirado Guido Manini Ríos, obtuvo el 10,8 de los votos.

Talvi y Manini van a apoyar a Lacalle Pou en la segunda vuelta, con lo que esta nueva coalición podría llegar a ganar. Manini Ríos, ex comandante en jefe del Ejército, fue destituido en marzo por el presidente Tabaré Vázquez por no haber denunciado la confesión del represor Nino Gavazzo, quien reconoció que arrojó al río el cuerpo del tupamaro Roberto Gomensoro en 1973. Según informó Página|12, el candidato del ultraderechista Cabildo Abierto señaló que se amparará en los fueros parlamentarios para no sentarse en el banquillo de acusados. Y su compañero de fórmula, Guillermo Domenech, fue más allá y, sin importarle la institucionalidad ni la Constitución, señaló que “los cabildantes impedirán que Manini Ríos sea enviado a prisión”. Tras conocerse los resultados, el candidato del Frente Amplio y ex intendente de la capital señaló: “La fuerza más importante del Uruguay se llama Frente Amplio. Es la apuesta a las certezas, a la estabilidad, y no la apuesta al ajuste con un destino incierto. En esta nueva etapa que se abre, los ciuda-


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página 12 | sábado 2 de noviembre de 2019

FÚTBOL Y ALGO MÁS

¡He visto a Maradona! Sensaciones y cosas raras que me atravesaron el alma cuando por primera vez en mi vida vi al Diego de carne y hueso, en su vuelta al Marcelo Bielsa el pasado martes. MANUEL COSTA

Por Facundo Paredes

E

N EL MOMENTO QUE COMIENZO a escribir estas líneas ya estoy en condiciones de sumarme al canto que popularizó la hinchada napolitana cuando Diego Armando Maradona vistió la camiseta de aquel club del sur de Italia: “Ho visto Maradona”. La traducción al castellano no hace falta. A estas palabras se las quiero dedicar a mi padre, porque de su boca escuché por primera vez ese apellido: Maradona. Claro, fue en mi niñez transcurrida en los duros años 90 y para mí, en ese momento, era sólo un apellido, como lo podían ser Gómez, Gutiérrez, o cualquiera, bah. Y casi a la par que fui conociendo a ese jugador al que Víctor Hugo Morales inmortalizó como “barrilete cósmico”, me fue gustando el fútbol, porque son inseparables. A veces, en momentos de exaltación –como el de este martes 29–, me atrevo a decir que son la misma cosa, como Ortega y Gasset o Moreno y Fabianesi. Le conocí el rostro en una revista de esas que rondaban por mi casa, y por la tele le descubrí sus movimientos. Hasta que luego llegó Internet y con ello las redes sociales, y desde ahí todo fue mucho más fácil. Y también más difícil, porque empecé a escuchar y ver reproducida de a miles sus contras, un ensañamiento mayor al que el español del Athletic Bilbao, Andoni Goikoetxea, utilizó contra el tobillo del propio Diego, cuando en 1983 lo mandó al quirófano de una salvaje patada. Pero los tobillos y las piernas del Pelusa se cansaron de acumular enemigos, como él mismo cuando denunciaba a viva voz los privilegios del norte italiano respecto al sur, o ahora mismo al neoliberalismo que copó la Patria Grande para hacerla chica. A Diego le pegaban de todas partes, y esos golpes del poder también le dolían a uno. Así que para defenderme de esas cuestiones y de sus propias contradicciones, me leí Me van a tener que disculpar, de Eduardo Sacheri, quien revela en ese cuento que integra el libro Esperándolo a Tito que “el tipo del que hablo no es un benefactor de la humanidad, ni un santo varón, ni un valiente guerrero que ha consolidado la integridad de mi patria. No, nada de eso. El tipo tiene una actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más profana”. Y poco más adelante, admite: “Sigo siendo incapaz de juzgarlo con la misma vara con la que juzgo al resto de los seres humanos”. Supe que nació cuando nació, por el texto de Rodolfo Braceli La partera de Maradona: “El 30 de octubre del año 1960 después de Cristo, la Tota rompió bolsa a eso

La llegada al hotel de la delegación tripera, el día anterior al partido, fue una entrada en calor del cariño hacia el más grande de todos los grandes. No ajeno a ese afecto, el tipo se asomó al balcón –a lo Perón– y devolvió lo suyo. de las cinco de la madrugada. Camino del Policlínico que, naturalmente, se llamaba Evita, le preguntó a la Pierina, que la acompañaba: –Estoy segurísima que Dieguito va a ser un pibe 10. Pero dígame Pierina, ¿mi hijo va a ser feliz? / –Tu hijo estará condenado a dar felicidad a los demás”. Y entendí que ese pibe de la pobrísima Fiorito fue elevado a la categoría de D10S porque en Juego Olímpico, de Santiago Garat, se descubre: “La Tierra era el lugar elegido, por Zeus y su bandita, para la llegada del elegido. La fecha de ese acontecimiento, grabada con filoso tridente en una de las columnas del Panteón –que supo cumplir la función de palo derecho en alguna que otra definición por penales–, fue descubierta hace doscientos años por unos arqueólogos egipcios: 30 de octubre de 1960”. Pero no era una deidad como a la que le rendía culto mi abuela, sino un

“dios sucio, pecador, el más humano de los dioses”, como lo definía el escritor uruguayo Eduardo Galeano.

La noche del 10 Cuando el rumor de la llegada a Gimnasia se convirtió en realidad, como la mayoría de los futboleros agarré enseguida el fixture: y con una sonrisa que no me entraba en la cara descubrí que el 29 de octubre su humanidad y la mía respirarían el mismo aire. La llegada al hotel céntrico de la delegación tripera, el día anterior al partido, fue una entrada en calor del cariño hacia el más grande de todos los grandes. No ajeno a ese afecto, el tipo se asomó al balcón –a lo Perón– y devolvió lo suyo. Y todo esto ocurrió horas después de que el peronismo, al que el propio Diego brindó su incondicional apoyo, haya ganado las

elecciones presidenciales, por lo que la alegría se multiplicó (para muchos). El pasado martes, Newell’s recibió a Gimnasia, pero sobre todo recibió a Diego Armando Maradona, que con apenas un puñado de partidos vistiendo la rojinegra conquistó para siempre el corazón de los leprosos. Entre todas esas almas que llenaron los cuatro rincones del Coloso, estaba quien escribe estas líneas. Y al lado, casi pegado, estaba mi viejo. Y este señor que ya peinaba canas, el que vendría a ser mi padre, le decía unas palabras al oído –intentando sortear el bullicio– a su hijo, que vendría a ser yo. Entendí que le explicaba algo, que cuando rodeado de pibes de las inferiores y encandilado por el amor que bajaba de los cuatro puntos cardinales, pisaba el verde césped del estadio del Parque Independencia Diego Armando Maradona, le decía algo así como que ese hombre, o lo que queda de él, o lo que nosotros hemos dejado de ese hombre –se hace cargo–, que camina con tranco lento y tiene el hablar cansino, que tiene una gorrita de Venezuela, de Hugo Chávez, que es peronista, que es de Newell’s, de Boca, de Argentinos, pero a la vez es de todos, ese hombre nos hizo, nos hace y nos hará felices.


el eslabón | sociedad

sábado 2 de noviembre de 2019 | página 13

VERSIONES MILITARES Y LA GEOHISTORIA PAMPEANA

La historia oficial en la lupa científica La batalla de San Carlos, en marzo de 1872, en la zona donde hoy está la ciudad de Bolívar, figura como la gran victoria de Buenos Aires sobre el malón del lonko Calfucurá. Se dice que hubo un antes y un después en el avance de las tropas y sus Remington por las pampas. Por Alfredo Montenegro

desde los 12 años empecé a leer mucho. Pero él me advirtió que la verdad no estaba toda escrita. Así, al interesarme por la historia de Bolívar, me encontré con relatos que luego investigué”. “«Uhh, siempre con los indios vos», me decían. Pero luego me apoyaron y concurrían a mis charlas. Al editar el libro también recibí críticas, y no faltaron porteños que me preguntaban si me pagaban los ingleses, por mis críticas a esos gobiernos, una barbaridad”.

E

SE SUPUESTO TRIUNFO SIRVIÓ para tapar las incursiones de las lanzas, arrasando con ganados en poblaciones y estancias bonaerenses. El presidente Sarmiento necesitaba mejor prensa. Pero, investigaciones científicas revelan otra historia sobre la batalla. “En una carta enviada al coronel Juan Carlos Boerr, el 7 de febrero de 1872, Calfucurá le indica que pasaría por el fuerte de San Carlos con el arreo y que no quería tener problemas”, indica Graciela Waks, profesora de Geografía nacida en Bolívar. En su libro Geo historia de la pampa bonaerense: Procesos de territorialización de pueblos indígenas en la frontera interior, Waks documenta que “a Calfucurá le interesaba que se reúnan las tropas para distraerla una horas en el fuerte San Carlos (situado cerca de la hoy ciudad de San Carlos de Bolívar, centro sur bonaerense a 350 kilómetros de Caba, sobre ruta 65). Esa zona era recorrida por los galopes para regresar a las salinas de los mapuches”.

Enfoque abierto

La triunfalista visión oficial Mientras Calfucurá reunió a 3.500 guerreros, los militares juntaron unos 1.300 hombres y 1.000 indígenas (800 de Catriel, 150 de Coliqueo y 50 indios auxiliares de la Frontera Sud, señala la docente y directiva de la Escuela Agrotécnica N.1 de Bolívar y profesora de Geografía y otras Ciencias Sociales en escuelas medias y de formación docente. Además fue capacitadora y licenciada de la Universidad del Centro Bonaerense. En tanto, se estimó oficialmente que la contienda dejó unos 200 muertos entre los de Calfucurá, y sólo serían 35 en los del Remington. Pero, advierte Waks que “bajo la estimación de esta investigación, se quiso usar «el triunfo de San Carlos» como publicidad o propaganda, para que el gobierno hiciera notar su superioridad militar sobre el temido Calfucurá, y así también disimular el fracaso de no poder retener el inmenso arreo que se llevaron delante de sus narices”. Además de incentivar el poblamiento blanco de la región. “En síntesis, se puede decir que la posición oficial destaca una victoria y comenzó a difundirse desde un único y hegemónico discurso, el cual transgredió no sólo la historia, la cartografía de una geografe omitió la impronta cultural y el paisaje natural”. Advierte la profesora que se debe “resca-

tar aquellos vestigios o rastros de una geo historia local poco re examinada”. En ese marco, incorpora la historia oral no escrita de los pueblos indígenas y el análisis retrospectivo de la geografía física y humana.

La muerte de Calfucurá Luego de San Carlos, la historia oficial asegura que Calfucurá murió de tristeza tras esa derrota, el 3 de junio de 1873, en Chillihué, muy anciano. Pero, fue por una neumonía, según indican los investigadores Meirado Hux y Marquez LLano (inédito). Eduardo Marquez Llano también vivió en Bolívar y fue presidente del Centro Popular de Estudios Históricos de esa localidad. Un cronista baqueano que investigó la batalla y el pasado de la zona. Su versión es cercana a la de Waks: resaltaba sus críticas al relato oficial y por ello fue criticado y convocado por el mismo ejército nacional para que explicara esos “desacatos” a la versión de los uniformados. En tanto Waks advierte que “durante 150 años se ha escuchado y escrito una sola visión, es hora que se empiece escuchar la otra. La Batalla de San Carlos no fue en absoluto definitiva si se la correlaciona con el ocaso del poderío indígena. La cruenta guerra continuó por más de una década y tras-

cendió a la propia muerte de Calfucurá” “Si se revisan cartas (Alvaro Barros, 1975) o inclusive se entrevista a descendientes radicados en Bolívar, o en localidades cercanas, y también en otras como Neuquén o Bahía Blanca, puede comprenderse que existe una versión o verdad diferente a la contada oficialmente, que aún en el presente persiste en el colectivo imaginario nacional. Cabe destacar que la civilización mapuche, catalogada de primitiva, contaba con un gran adelanto, tanto por medios propios como por influencia o contacto con otros pueblos, incluyendo el español”, explica. En tanto, en Bolívar, el 29 de marzo de este año, la plaza central Julio Roca fue rebautizada como Pueblos Originarios. En el mástil central del lugar, desde hace tiempo, junto a la bandera nacional también flamea la de las comunidades originarias. Una recuperación del pasado que se intentó callar.

Las rastrilladas del tío Chacho “En 1970 –explica la profe Waks– recibí de mi tío Gustavo Chacho Waks un croquis de antiguas rastrilladas y me incentivó a que «le pusiera letra»”. Esas enormes huellas marcaban el paso de los mapuches en sus recorridas pampeanas”. Y agrega que “en mi casa había una gran biblioteca de mi padre, y

El gran valor de la investigación de Waks fue abrirlo a los aportes interdisciplinarios: ciencias como la arqueología, la antropología y la literatura. Así renovó la mirada contemporánea de los hechos históricos y las transformaciones territoriales acaecidas en la pampa bonaerense entre 1852 y 1879. Desde la batalla de San Carlos (1872), estudia “la modificación de las fronteras interiores”. Ya antes, “distintos gobiernos centrales debieron firmar acuerdos y tratados de paz, al menos hasta la batalla de Cepeda (1859), la cual precipitaría con firmeza la idea de ocupar económicamente el espacio pampeano ubicado en el occidente del río Salado bonaerense”. Para los mapuches se trataba, explica, “de defender y sostener su biodiversidad, cosmovisión, conocimientos y cultura”. Sobre la historia de la región, la docente advierte que desde 7.000 años antes de la era cristiana, “esta zona estuvo habitada, según hallazgos arqueológicos y antropológicos”. Remarca la investigadora que “la Historia habla de la caza, el trabajo con el cuero, el arreo de vacunos y cierto trueque o intercambio, pero rara vez se ha visto que a estas actividades de subsistencia y desarrollo se las vinculara con el marco físico”. Estos aportes, “que en gran parte revalidan testimonios de descendientes mapuches, respaldan el sentimiento y arraigo de varias generaciones cuya identidad, idiosincrasia y proyecto de vida, fueron excluidos de la Historia y la Literatura, y por ende del colectivo imaginario de la sociedad, pero no de coexistencia o integración, pese a que como éste libro lo manifiesta, se pudo haber logrado”. El libro pretende “reconceptualizaciones. Es vital una revisión metodológica, un análisis integral en la perspectiva espaciotemporal. Y con una finalidad última y primordial, como es la reivindicación de un pasado cultural y territorial que repare heridas históricas”, concluye.


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página 14 | sábado 2 de noviembre de 2019

20 AÑOS NO ES NADA

“El Eslabón fue mi escuela de escritura” Para Diego Colomba, poeta, ensayista y profesor, su trabajo en este periódico –desde 2000 a 2008– tuvo una fuerte conexión con su desarrollo como narrador. Recuerdos y anécdotas de una aventura periodística. Por la Redacción*

E

L ESCRITOR DIEGO COLOMBA ES, además de profesor y licenciado en Letras y doctor en Humanidades y Artes con mención en Literatura, ex integrante de este periódico, en el que colaboró desde sus inicios. En el marco de las notas por los 20 años de la aparición del primer ejemplar de el eslabón, recuerda su paso por este medio y los distintos trabajos, notas y reseñas que realizó “sin ningún tipo de limitación”, lo que considera y admite: “Derivó finalmente hacia mi escritura poética y ficcional”. “Me vine de San Nicolás a estudiar letras en el 90. En el 97 me recibí de licenciado, dos años después de profesor. Ya daba clases, y quería hacer periodismo cultural. Empecé con notitas en el diario El Norte de San Nicolás y en la revista de un amigo. Como en Rosario me hice íntimo amigo de Pecos (Jerónimo Principiano, uno de los integrantes del grupo fundador de este periódico), padrino de mi primera hija, seguí de cerca el origen de El Eslabón”, cuenta Colomba, una de las plumas eslabonianas desde el 2000 hasta el 2008. “En El Eslabón aprendí a escribir reseñas y notas, haciéndolas sin ningún tipo de limitación ni guía, ni siquiera me hacían correcciones –se ríe–, publicaban todo lo que mandaba”, agrega con humor. “De alguna manera, todo ese trabajo derivó finalmente hacia mi escritura poética y ficcional, fue mi escuela en la escritura que cursé, paradójicamente, como un autodidacta”, dice el literato que tiene diez libros publicados, dos de crítica y el resto de poesía. En la memoria Colomba, tiene grabada además su primera nota sobre la serie televisiva Okupas. Después destaca sus primeros trabajos en los que relacionaba la literatura con la política. “Escribía al comienzo sobre libros o autores que no correspondían a las novedades editoriales, teníamos esa libertad, y yo creía que así conectaba con la línea editorial del periódico. Más tarde se me ocurrió analizar las letras de rock y eso terminó siendo el tema de mi doctorado, que empecé a cursar en el 2002”. Años después, en 2011, publicaba el libro Letras de rock argentino. Género, estilos y transposiciones. “Finalmente, me terminé ocupando de novedades editoriales, narrativa, ensayos y libros de poesía”, enumera y detalla con precisión: “Publiqué 51 notas en El Eslabón, lo sé porque las anotaba en una lista, y unas cuantas en Redacción Rosario.En 2012 gané

“Me vine de San Nicolás a estudiar letras en el 90. En el 97 me recibí de licenciado, dos años después de profesor. Ya daba clases, y quería hacer periodismo cultural” el premio provincial de ensayo (el premio Juan Álvarez) con un libro que incluía algunos textos publicados originalmente en el periódico”. (Se refiere a Mesa de novedades. Poesía y narrativa del presente) Colomba comenta que su paso por las redacciones eslabonianas, siempre caóti-

cas, eran muy poco frecuentes, que las conocía solo por ir a buscar algún periódico y que trabajaba más como un colaborador entre las sombras. “Iba más a las fiestas que organizaban: ahí veía a algunos de los que integraban la redacción”, admite. Claro que la conexión eslaboniana

pasaba por lo que se generaba como lugar de posibilidades de expresión y creación. Y en ese sentido, funcionaba como disparador. Colomba cuenta que justamente a partir de una reseña del mensuario, el periodista Pablo Makovsky, también nicoleño, lo invitó a colaborar en El Ciudadano, donde publicó reseñas durante un año. Después empezó hacerlo en La Capital y también en otros otros medios, pero manteniendo con fidelidad las colaboraciones para el eslabón. “La importancia de El Eslabón fue inocultable. Pero sobre todo en el tema político más que en lo cultural. En lo político se podía decir otra cosa, sobre todo en relación con La Capital, siempre expresando a la derecha agro sojera. No tanto en lo cultural, ya que la misma La Capital, Rosario 12, o El Ciudadano eran permeables a lo cultural y artístico aún en sus formas más complejas, marginales o políticamente incorrectas”, analiza. Como a veces los caminos se cruzan, Colomba adelanta que en breve publicará un cuento de ovnis en la colección de Libros Silvestres, la editorial con la que el eslabón ha promocionado la colección infantil Tarumba en el marco de los festejos de sus 20 años. Y además cuenta que para el año que viene, Barnacle, una editorial de Buenos Aires, publicará El lado de la sombra, de poesía, un género que cultiva además en Op.Cit , (Obra citada) la Revista-blog de poesía argentina, hispanoamericana y traducida. “Es una publicación cuyo staff tengo la suerte de integrar con poetas de diferentes puntos del país”, destaca el ex integrante de este proyecto periodístico autogestionado. * Entrevista: Juan Pablo de la Vega Edición: Ernesto Ávila

Núcleo hace su presentación oficial El próximo 2 de noviembre se realizará la primera edición del festival presentación de Núcleo, una agrupación que reúne una gran diversidad de artistas de Rosario. La cita será en el Galpón de la Música desde las 18 y en esta ocasión se presentarán 10 bandas en vivo, habrá feria editorial y discográfica, muestra fotográfica colectiva, espacio gastronómico e intervencio-

nes. El evento será totalmente gratuito y contará con dos escenarios, en los que se presentarán: Otros Colores, Lucas Roma, Denita, Gladyson Panther, Gladiolos, Gay Gay Guys, Guardiana de la Bahía, Siox, Kif4Kroker y Agua Viva. Núcleo es un colectivo de artistas de distintas disciplinas, que nace en 2019 en la ciudad de Rosario por la necesidad de visi-

bilizar, consolidar y mejorar las condiciones de trabajo, sumando fuerzas, experiencias y conocimientos específicos. En Núcleo se encuentran sellos discográficos, bandas musicales, fotógrafxs, realizadorxs audiovisuales, djs, vjs, diseñadorxs, y otrxs actores que ya venían encontrándose en diferentes eventos e intervenciones, pero no de forma orgánica.


el eslabón | contrapunto

sábado 2 de noviembre de 2019 | página 15

Por Roberto Retamoso

LAS NOTAS DEL COMENTADOR

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Don Mansilla

ON MANSILLA ERA UN VECINO nuestro, en aquellos tiempos de la infancia transcurridos durante los años cincuenta del siglo que pasó. Era santiagueño –nunca supe cuándo llegó a Rosario, seguramente que en busca de opciones laborales de las que carecía en su provincia– y era policía –seguramente que por esas mismas razones por la cuales había recalado en Rosario–. Era un hombre bonachón, que tenía una familia amable, compuesta por su esposa, Doña Anita –santiagueña como él– y tres hijos varones mayores que yo, puesto que ya eran muchachos grandes. Vivía a la vuelta de mi casa, por calle Alem, entre Riobamba y La Paz. Yo vivía con mis padres en Riobamba al trescientos, y al lado estaba la casa de mi abuela materna, donde vivían además la hermana menor de mi madre junto con su esposo, un tío que ostentaba la profesión de sastre. La casa de mi abuela tenía, en la parte trasera, una escalera que llevaba a la terraza, un espacio inmenso para mi mirada infantil, que abarcaba no sólo su techo sino también el nuestro, e incluso el de un local comercial que se encontraba al final de la cuadra, en la ochava que Riobamba formaba con Alem. Esa escalera poseía una particularidad, puesto que al subirla permitía ver el patio de la casa de don Mansilla. Así, podía observar el movimiento de la vida familiar de mis vecinos, por lo menos cuando transcurría en el patio del hogar. Hacia el frente de mi posición fisgona se veían las habitaciones de esa construcción –una típica casa chorizo como entonces se les decía a esa clase de viviendas– y hacia el costado izquierdo la cocina y el baño. A mí me gustaba trepar esa escalera y mirar a los Mansilla. En realidad, a la que más veía era a Doña Anita, que era la que permanecía invariablemente en el interior del domicilio, cumpliendo abnegadamente con sus obligaciones de ama de casa. Recuerdo que al verme parado en la escalera ella me saludaba, con afecto, y solía ofrecerme algunos de los manjares que con pericia y sapiencia preparaba. Por ejemplo, las empanadas santiagueñas más ricas que probé en mi vida. De manera que la familia Mansilla se presentaba, en mi imaginación infantil, como una suerte de extensión, de ampliación, de mi pequeño mundo doméstico y cotidiano. Debo decir que mis padres no eran ajenos a esa imaginación y a ese sentimiento, como no lo era tampoco mi abuela, puesto que así se tramaban los lazos sociales en aquellos años –aparentemente– apacibles y calmos. Podría decirse que con los Mansilla formábamos una especie de comunidad, algo habitual entre vecinos bien avenidos, según las convenciones de convivencia propias de aquella época. Por ello, no resultó extraño que mis padres aceptaran la invitación que un lejano día de mil novecientos cincuenta y cinco, o cincuenta y seis, hiciera Don Mansilla para llevarme a la cancha.

FACUNDO VITIELLO

Nuestro vecino era hincha de Central Córdoba, cuyo estadio estaba a unas pocas cuadras yendo por Alem: se trataba de llegar a Veintisiete de Febrero, y después de cruzar ese ancho boulevard aparecía su campo de juego. Por aquellos años, las tribunas del estadio eran todas de madera, y no recuerdo que existieran plateas. Las gradas tampoco eran demasiado altas –más bien lo contrario– por lo que yo tenía la sensación de estar en un recinto tan pequeño como mi propia vida. Así fue que, a partir de la generosa y amable invitación de Don Mansilla, comencé a presenciar los partidos los días sábados, porque Central Córdoba militaba en la segunda división. No iba solo, ya que la bondad de Don Mansilla hacía que esa experiencia festiva fuese un acontecimiento colectivo: también llevaba a mis primos, a otros chicos de la cuadra, y a veces a alguno de sus hijos. Por aquel entonces no se acostumbraba ir con la camiseta del equipo por el cual uno cinchaba, de modo que formábamos una columna heterogénea aunque unificada por la

alegría común, que seguía siempre la atenta dirección impuesta por nuestro vecino. Hasta que llegó el año cincuenta y siete, y allí todo cambió, en un sentido positivo y hermoso. A medida que avanzaba el campeonato, Central Córdoba se proyectaba hacia los primeros puestos, hasta que finalmente obtuvo el título logrando un premio para muchos impensado: el ascenso a primera división. Todavía hoy, a más de sesenta años de ese hecho inolvidable, puedo repetir de memoria la formación del campeón: Palmintieri, Álvarez y Rivorio; Valenti, Villagra y Chan (o Fruttero); Rácaro, López, Federico, Beltrán (o Vizzo) y Delogú. Gracias a ellos, pudimos ver en aquel estadio pequeño, despojado de césped en buena parte de su terreno, y rodeado por unas tribunas de madera que se doblaban y crujían cuando saltábamos alentando al equipo o festejando un gol, a los grandes del fútbol capitalino –Ríver, Boca, San Lorenzo, Independiente– y a nuestros vecinos rosarinos, Ñuls y Central.

La epopeya fue breve, puesto que duró solamente dos años. En mil novecientos cincuenta y nueve Central Córdoba volvió a descender a la B, de donde jamás pudo retornar hasta hoy. Y acaso por ello, visto a la distancia, ese momento se fue revistiendo con los trazos inconfundibles de la hazaña, cuando no del mito. Lo cierto es que para mí fue una forma –una de las formas posibles– de salir al mundo. Después vendrían otras, en consonancia con otros momentos no sólo del mundo sino también de la vida. Pero pocas de esas experiencias lograron permanecer hasta hoy, con tanta nitidez, en la vastedad de la memoria, como recuerdo cierto. Porque Don Mansilla había sido –después lo entendí– mucho más que un guía, o un conductor. Había sido un maestro, que supo enseñarnos las coordenadas secretas de ese universo ancestral y recóndito donde se atesoran las pasiones más puras, aquellas que nos hacen ser, siempre, lo más genuinamente propios, en cualquier momento o circunstancia.

EL RESEÑADOR

Electrokroker, de Kif 4 Kroker (Discos del Saladillo) Andrés Conti

T

engo un recuerdo espantoso de los años 90. Le puedo buscar miles de explicaciones: el menemismo imperante, mi salida al mundo real tras la secundaria en 1991 (totalmente perdido como bola sin manija), la futbolización del rock argentino, mi aversión por la electrónica de entonces, el pésimo gusto en la vestimenta y algunas cuestiones personales no resueltas. Lo concreto es que no recuerdo haberme divertido mucho por esos tiempos. Mi novia de entonces me decía: “Tenés que pensar menos y disfrutar más”, como si uno pudiese prender y apagar la cabeza

cual velador. La vida no es Matrix, no se puede elegir el color de la pastilla que tomás. Todo este mambo negro que les descargo es para decir que me sorprendió ingratamente disfrutar como lo hice en la reciente presentación del disco más noventoso del año: Electrokroker, de los Kif4Kroker. En el Club 1518 los pibes se disfrazaron con unas camisas blancas pintadas a mano recién saliditas de un video en el puesto 17 del ránking de -acá es la parte en la que guglean- Sábado Taquilla y se largaron con una performance implacable e impecable de música bailable mitad sintetizada y mitad con instrumentos. Mientras movía tor-

pemente la cabeza y las piernas durante una hora sin parar con una sonrisa no esponsoreada por ninguna droga, tuve una revelación (queda mejor escribir “epifanía”, me dicen por cucaracha): así se divertía la gente en la infame década de los 90 y yo me lo perdí, qué boludo. Bueh, cortando con la autoreferencia y hablando propiamente del disco, se puede decir que Electrokroker es, al mismo tiempo, un chiste y una muestra del presente de Kif4Kroker. Se mandaron a hacer un disco electrónico para divertirse pero lo que se nota es que la están pasando tan bien tocando y grabando que ese humor sale de los parlan-

tes. Por eso pienso que siempre es raro cómo funciona el arte, y a veces la falta de pretensiones termina en cosas buenísimas. Otro aspecto involuntario (o no) de Electrokroker es a quién le paga una deuda: si hay un linaje, una influencia, una herencia a la que Marcos Mosca -el presidente de este grupo de alegres muchachos con nombre de personaje de Futurama- le presta homenaje no la tenemos que buscar en Manchester ni en Chicago. La conexión directa es con -si estás sentado leyendo esto te toca pararte ahora- nuestro prócer vivo Carlos Egg Pezzoto y sus Sinapsis. Esto es lo que más me importaba escribir y por eso lo pongo al final.


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página 16 | sábado 2 de noviembre de 2019

Ganadores de visitantes MANUEL COSTA

Por Hilo Negro (desde Cancha Rayada)

Y

o no sé, no. Pedro me hacía acordar de un día que, de muy pibes, esperábamos la hora de un partido que íbamos a jugar en la cancha de Peñarol (Lagos al fondo). Era el primero lejos de casa. El caso es que, aprovechando el permiso que nos habían dado los viejos, arrancamos temprano por la mañana. Todo para estar en la calle. Al toque saltó la pregunta: Y mientras tanto, ¿qué hacemos ? Como íbamos a pata, pasamos por barrio Acindar y en el centro de manzana, donde había un espacio común a los vecinos, con mucho verde, nos pusimos a jugar un cabeza, ejecutar penales y hacer jueguitos. Todo para hacernos los lindos con las pibas que sabíamos nos estaban espiando desde las ventanas. Aquel partido se jugó a la noche, ya que era la final de un torneo que había comenzado un mes atrás en canchas cercanas, como la del Cilindro y El Trébol. Promediando el segundo tiempo ya ganábamos por 3 goles de diferencia y el contrario ya estaba entregado. Y ahí saltó de

nuevo la pregunta: Y mientras tanto, ¿qué hacemos? Decidimos cuidar el resultado, y las piernas, sin meternos atrás. La cuestión era controlar el mediocampo esperando la pitada final y la entrega de trofeos.

La misma pregunta apareció cuando nos tomamos el tren hasta Carcarañá, un sábado muy temprano. Íbamos hacia un bailongo que estaba de moda, y nos sentíamos ganadores de visitantes.

Unos años después, allá por el 73 y ante el triunfo de un gobierno popular, entre festejos y esperando que las autoridades asuman, volvió a aparecer la pregunta: Y mientras tanto, ¿qué hacemos? Lo mismo cuando ganamos el Centro de Estudiantes del Superior: teníamos tantas expectativas en que nuestros sueños se hagan realidad... Y allá por los 80, cuando la voluntad popular se había expresado en las urnas, nos preguntamos: Y mientras tanto, ¿qué hacemos? Hoy, mientras esperamos que asuman las autoridades electas nos preguntamos: Y mientras tanto, ¿qué hacemos? Pedro me dice que hay que festejar. Y que cada sonrisa, cada abrazo y cada beso que nos damos sea un compromiso. Que volvimos mejores, cargados con aquellos sueños, aquellas sonrisas, aquellas miradas, como las de las pibas que atravesaban nuestro corazón, nuestras ansias. ¿Sabes qué? –me dice– Hay que ganar el mediocampo, poblarlo de jugadores, y cuidar las piernas hasta el 10 diciembre, que ese día sí, recomienza lo bueno para TODOS.


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