sábado 7 de marzo de 2020 año XXI n° 446 (el operativo) precio $ 50.-
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UNIDAS Y DIVERSAS El 8 de marzo vuelve a marcar la agenda política y social del país. Las alarmantes cifras de femicidios y travesticidios, la convicción de que este año el aborto será ley y las diferentes formas de habitar el movimiento –el más dinámico, heterogéneo y transformador de los últimos años–, en una edición hecha por las pibas de la Cooperativa La M asa.
446 - 07/03/2020
Laburodemaestra
“Nospersiguendesdesiempre” Feminautas
Docentes echan por tierra las miradas hegemónicas que insisten en sostener el magisterio en “una vocación”, “tarea por amor” o “de segunda mamá”, y reivindican la figura de “trabajadoras de la educación”.
Merlina tiene 27 años y hace 3 que ejerce la prostitución. Asegura que la lucha es colectiva y con un objetivo bien claro: que las personas que elijan el trabajo sexual tengan los mismos derechos que cualquiera.
El movimiento de mujeres se apropió de las nuevas tecnologías para poner al mundo virtual en sintonía con las exigencias de la realidad. Aplicaciones para navegar seguras y hasta para viajar y seducir sin miedo.
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EDITORIAL
política |
UNIDAS Y ORGANIZADAS. UN N UEVO 8M
Volvimos mejores y mujeres
MANUEL COSTA
Nuevos tiempos. A esta cooperativa –que produce El Eslabón, Redacción Rosario y que brinda servicios de prensa y difusión, entre otras actividades relacionadas a la comunicación–, la fundaron hace más de once años todos hombres, en una típica mesa de café varonil, con sus prejuicios y frases hechas machistas. Ahora, por decisión de sus asociados y asociadas, La Masa cooperativa tendrá una presidenta. Esa voluntad colectiva coincide con la conmemoración de otro 8 de marzo. El “volvimos mujeres”, aquel fallido de Alberto Fernández, parece aquí resonar con fuerza. ¿Qué pasó entre aquella típica “mesa de los galanes” del periodismo y esta en la que se sientan y hablan mujeres y diversidades y construyen trabajo cooperativo mano mano y codo a codo? En apenas más de una década de vida de La Masa, este grupo humano como el resto de la sociedad, vio desplegarse una gran bisagra que fue abriendo y ampliando el ventanal y el portal de cara al sol. Fue como un viento que despertó conciencias, abrió corazones y liberó ataduras. No es casualidad que quien será nuestra nueva presidenta, de Laura Hintze estamos hablando, sea una militante de la causa feminista, una apasionada por las historias de vida de referentes de los distintos colectivos sexuales, una cronista de la lucha por la igualdad y la justicia social, y que, en este sentido, represente a todas las integrantes de esta cooperativa también comprometidas con estas batallas culturales. Tampoco es azaroso que los varones de La Masa sean parte. Porque no se trata de otra cosa que dar testimonio de las peleas de nuestro pueblo por sus derechos y dignidad. Y ese el objetivo embrionario de El Eslabón y de La Masa. Con este marco de fondo, nuestro periódico sale hoy con una edición especial sobre el Día Internacional de la Mujer y además presenta un nuevo diseño que apuesta a revitalizar la lectura en papel. Porque no nos doblegamos ante la adversidad y aún tenemos, queridas lectoras y lectores de El Eslabón, muchas luchas que caminar juntos.
Periódico semanal fundado el 2 de septiembre de 1999 por Matías Ayastuy, Juan Emilio Basso Feresin, Julián Lafuente, Rodrigo Miró y Jerónimo Principiano.
Organizadas El 8 de marzo se suma al momento histórico que el movimiento feminista protagoniza en todo el país. En Rosario, habrá paro y movilización el lunes 9. La marcha unirá la plaza Montenegro con el Parque Nacional a la Bandera. Por La Redacción
E
l 8 de marzo es un día que arrasa. Hace años ya que las flores, los bombones y el pedido de tu respeto quedaron de lado. Las mujeres ya no son las mujeres. Las mujeres son las mujeres, las lesbianas, bisexuales, travestis, trans, no binaries, afros, originarias e indígenas. Y van por todo: tu respeto, sus deseos, sus derechos. Y sobre todo, la vida. Cada año, y desde hace unos cinco sobre todo, la jornada plantea nuevos desafíos para un movimiento que crece y cambia acorde a las demandas y las inquietudes de la época, y acordes también a ser la fuerza política y social más potente de los últimos tiempos. Las banderas, sin embargo, siguen en alto marcha tras marcha: vivas, libres, deseantes, desendeudadas nos queremos. Este 2020 es el cuarto año consecutivo en que la marcha por el Día
propietaria: Asociación Civil Cadena Informativa Registro de Propiedad Intelectual Nº 234.81 0
producción periodística:
Cooperativa de Trabajo La Masa
Internacional de la Mujer Trabajadora es también el Paro Internacional y el día en que todas las identidades feminizadas se abrazan y eligen para salir a pelear por más derechos y menos violencia. En Rosario, las asambleas para organizar la movilización y el acto empezaron el 3 de febrero en el Centro Cultural Fontanarrosa y se sostuvieron semanalmente, tanto en encuentros generales como en reuniones por comisión de trabajo. Bajo esa modalidad, se decidió que el paro y la movilización sean el lunes 9 de marzo, desde las 17, aunque el 8 también habrá distinto tipo de actividades (ver página 05). Mientras que las medidas de fuerza serán acorde a cada lugar de trabajo –la mayoría de ellas, buscando garantizar la presencia de las trabajadoras en la marcha–, se determinó que la movilización una la plaza Montenegro (San Luís y San Martín) con el Parque Nacional a la Bandera. El cierre será la lectura de una proclama y un festival que contará
directores: Ernesto Ávila y Laura Hintze editores: Juane Basso y Manolo Robles. corrección: Santiago Garat. redacción: Guillermo Griecco, Pablo Bilsky, Luciano Couso, Eugenia Arpesella, Alfredo
en el escenario con el Colectivo de Músicas de Rosario, Fiera Sambareggae, y Chiquita Machado. La conducción estará a cargo de la militante trans Rubí Del Mar Pérez.
DESEOS A FLOR DE PIEL Si hay un reclamo que no cesa en el movimiento feminista es el pedido por el fin de la violencia machista. Las estadísticas más actuales en el país indican que cada 23 horas una mujer es asesinada sólo por el hecho de ser mujer. A eso, cabe sumarle el incremento de travesticidios y crímenes de odio; y los hechos de violencia que cotidianamente anuncian que una persona sufrió desde discriminación hasta golpizas por su sexualidad o condición de género. Para todavía muchos, lo que se salga de la norma es un mal que debe ser castigado con violencia. Las principales banderas que se levantarán este nuevo 8 de marzo estarán relacionadas con eso: que frenen los femicidios. No se trata, sin
Montenegro, Facundo Paredes, Gabriel Zuzek, Silvia Carafa, Soledad Pascual, Jerónimo Principiano, Marcela Isaías, Juan Pablo de la Vega y Marcelo Valenzuela .
el eslabón integra la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra) y la cooperativa Diarios y Periódicos de Santa Fe (Dypsa) Mendoza 2836, depto. 4, Rosario
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embargo, de vivir nomás. Se trata del disfrute pleno de la vida y los derechos: tener la libertad de elegir la identidad de género, disfrutar la sexualidad sin tabúes, tomar decisiones sobre el propio cuerpo, tener el sueldo que corresponde, elegir la maternidad, compartir las tareas de cuidado, etcétera. La plenitud, en ese sentido, se transformará en consignas claras. El derecho al aborto legal, seguro y gratuito (ver página 06); la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ILE) y de la Ley Micaela en todos los niveles del Estado; la denuncia a las medidas neoliberales que afectaron en primera instancia a las mujeres más pobres, a las travestis y trans, históricamente ninguneadas por todos los niveles del Estado; además de la visibilización de la brecha salarial, el acceso al trabajo formal y la necesidad de ocupar lugares de poder y decisión en las instituciones públicas y privadas, los gobiernos y los sindicatos.
diseño gráfico: Javier García Alfaro,
Diego Roth, Aníbal Pérez y Facundo Vitiello. fotografía: Manuel Costa, Paula Peña, Yazmín Quiroga y Candela Robles . cierre de edición: Viernes 6 de marzo de 2020.
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MANUEL COSTA
Las banderas, sin embargo, siguen en alto marcha tras marcha: vivas, libres, deseantes, desendeudadas nos queremos.
“Festejar sin dejar de luchar” KARLA OJEDA. “El 8M, las
mujeres cis, travestis, trans, travas, lesbianas marchamos contra la violencia simbólica, económica, psicológica y física; por vivienda, por igualdad de género en todos los ámbitos. Marchamos todas juntas contra el machismo y el patriarcado, porque vivas nos queremos. Nosotras, las lesbianas, travestis y trans somos parte del colectivo, con lo cual nos agrupamos y llevamos adelante esta lucha juntas. Esperamos el 8M con ansias, con ganas de formar parte y de disfrutar ese día con todo lo que se vive en la jornada: desde los talleres hasta la marcha. La idea es, por supuesto, movilizarnos. El sentimiento de cada año es ese, marchar y festejar, sin que deje de ser un día de lucha por los derechos de igualdad hacia las mujeres, travestis y lesbianas en el mundo”.
“Igualdad y no a los estigmas”
"Me gusta ir con mi mamá"
“Este 8M es una bisagra”
“Es un día de reflexión”
MARIANA GONZÁLEZ MUÑÓZ. “Este nuevo 8M nos
INÉS RONCONI YABRÁN. Me
JULIA MORÁN . Como les-
SILVANA CADAHIA. El 8 de
encuentra muy movilizadas con respecto a otros años, donde los movimientos de mujeres han logrado hacerse un lugar muy importante en todo el mundoa y en el mundo también. No puedo dejar de celebrar que muchas estamos vivas, que hoy los avances de la ciencia han logrado que podamos estar en la calle, a pelear por muchas otras cosas además de que no nos quiten la medicación. Salimos como siempre, a decir que acá estamos también las mujeres que vivimos con VIH, que somos también un colectivo invisibilizado y que contamos con una enorme fortaleza para afrontar lo que se viene y lo que se nos presenta. Seguimos en un camino de lucha y ojalá en algunos años podamos decir que vivimos en una sociedad menos estigmatizante y más igualitaria”.
gusta ir a las marchas porque hay muchas banderas de colores. Y me acuerdo que la última vez que fui me puse glitter y me encantó. También me encanta ir a las marchas porque voy con mi mamá. Yo sé que a veces me canso un poco, pero sé que las mujeres necesitamos tener nuestros derechos, entonces me armo de energía y sigo caminando, porque sé que lo necesito. Yo sé que antes las mujeres no podìan usar pantalón, por ejemplo, y solamente usaban polleras, vestidos. No podìan votar y se quedaban todo el dìa adentro de la casa trabajando, hacían todo: cuidar a los hijos, lavar, planchar, cocinar, mientras los hombres podían estar sentados en la mesa, ahí tranquilos. Y la seño nos contó que porque eran varones cobraban más y las mujeres, menos. Y eso no es así.
biana, activista y feminista voy a las calles este 8 de marzo. No puedo, sin embargo, dejar de pensar qué pasa al interior de nuestro movimiento, que se jacta de ser para todes, pero donde las existencias y cuerpas que se salen de la norma deben pelear por un lugar. ¿Por qué seguimos diciendo mujeres y disidencias como si dentro de las mujeres no hubiese disidencia? ¿Por qué el feminismo es si es heterosexual, cis, blanco y de clase media? El debate que nos tenemos que dar es el de rever nuestras prácticas, esas prácticas patriarcales que queremos derribar y que estamos reproduciendo. Es fundamental que empecemos a corrernos de la heteronorma y podamos construir otro tipo de comunión entre nosotres. Este 8M es una bisagra para replantearnos qué feminismo queremos construir.
marzo es el Día de las Mujeres Trabajadoras. Como mujer, docente y dirigente sindical lo vivo como un día de conmemoración, reflexión y homenaje. Es un día de conmemoración de la capacidad que tuvo un grupo de valerosas mujeres para organizarse y plantarse en la defensa de los derechos equitativos, de las condiciones de trabajo y los salarios justos. Como un día de reflexión en el cual es fundamental pensar lo que se pone en juego en un acto de organización colectiva. Y de un homenaje que junto a los compañeros realizamos para recordar a las mujeres que fueron y son invisibilizadas con una intencionalidad que es desconocer la capacidad transformadora, porque en ese encubrimiento va también el sostenimiento de las injusticias sociales.
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UNIDAS Y DIVERSAS. VIVAS NOS QUEREMOS
La violencia machista no tiene freno En lo que va del año, se registraron más de 63 femicidios y 1 1 travesticidios. Muere una mujer cada 23 horas. MANUEL COSTA
N
Por La Redacción o hay nada más vigente en el movimiento feminista que el reclamo por el cese de la violencia de género. La cifra de femicidios en todo el país superó los 63 casos sólo en lo que va del año. Y a eso se le suman unos 11 travesticidios. Las estadísticas indican que ocurre un crimen cada 23 horas. Y para marzo, el número es peor. Antes del 3 del mes ya se habían registrado 6 víctimas, es decir, una víctima de violencia machista cada 12 horas. La edición Nº 446 de el eslabón, que cierra este viernes 6, no va a llegar actualizada a ninguna lectora, a ningún lector, en lo que a cifras reales respecta. Según el observatorio de femicidios en Argentina Ahora Que Sí Nos Ven, del 1º de enero al 29 de febrero de 2020 se registraron 63 femicidios: 34 en enero, 29 en febrero. Los análisis que se desprenden de esos números denotan que la violencia es estructural. El 49 por ciento de los agresores a esas mujeres eran sus parejas y el 17, su ex. Además, 88 niños y niñas quedaron sin madre. En 15 de esos casos ya se habían realizado denuncias previas. Y tres tenían medidas judiciales en curso. Finalizado febrero, los días siguen. Y la violencia machista también. Jordana Belén Rivero, Micaela Brenda Gordillo, Guadalupe, Octavia Colque y Agustina Atencio fueron asesinadas en los primeros tres días del mes: una muerta cada 12 horas sólo por ser mujer. Los casos son atroces: a Micaela su novio la asfixió con un trapo y la quemó en una parrilla; Guadalupe, de 8 años, apareció golpeada y quemada viva; Jordana cayó inconsciente de un balcón tras haber sido brutalmente golpeada; a Octavia la mataron y la enterraron debajo de un pozo; y de Agustina, se presu-
63 femicidios se registraron entre enero y febrero. En el 49 por ciento de los casos, los agresores eran su pareja.
6 son las víctimas en los primeros tres días de marzo: una muerta cada 12 horas sólo por ser mujer. me que murió producto de una asfixia por sumersión.
CRÍMENES DE ODIO Y TRAVESTICIDIOS SOCIALES Las personas travestis/trans comparten la misma bandera que las mujeres: ¡Paren de matarnos! Si todavía cuesta hablar de femicidios, de los crímenes de odio contra las personas que salen de la norma, ni hablar. No trascienden, ni resuenan tanto.
Pero suceden. Según informaron desde Comunidad Trans Rosario, en 2019 se contaron alrededor de 70 travesticidios. Y en 2020 ya van once: el jueves pasado, una travesti y migrante fue asesinada de un tiro en la cabeza. No existen para los cuerpos travestis cifras oficiales. La cuenta la llevan las activistas, las amigas y las compañeras. A los crímenes de odio se les suma otra forma de asesinar si-
lenciosamente: los travesticidios sociales. Esto es, la falta de posibilidades del desarrollo pleno de derechos básicos. Las travestis/trans no acceden a la escuela, al trabajo, a la vivienda, a la salud. Y eso se traduce en que en los últimos años, el promedio de vida para el colectivo descendió. Del promedio de 38 años registrado en 2017, el descenso fue marcado: en 2018, fueron 34 años; y en 2019, 32 años de expectativa de vida.
11 son los crímenes de odio registrados contra personas travestis/trans en lo que va de 2020.
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UNIDAS Y DIVERSAS. LA VOZ DE LOS GREMIOS
“No estamos al margen” Las mujeres sindicalistas de Rosario llevan la lucha de las trabajadoras al Parque España, este domingo, desde las 1 7. Un repaso por las reivindicaciones y reclamos que llevan adelante desde hace cinco años.
A
penas están transcurriendo los primeros días de marzo y Gabriela Cericola ya está agotada. Dice que hasta el 8 de marzo, los meses previos (sí, enero y febrero) son intensos. La encargada del Área de Relaciones Intersindicales, Derechos Humanos, Género e Igualdad del Sindicato de Luz y Fuerza Rosario, en pleno verano, va de asamblea en asamblea, reunión en reunión, discusión y pelea, para organizarse junto a sus compañeras y de los otros gremios locales de cara al Día Internacional de la Mujer Trabajadora. “Son días intensos porque no estamos al margen. Somos mujeres, mamás, hermanas, hijas, y la realidad también nos golpea y lastima permanentemente. Esto nos lleva a no cortar, a estar siempre generando, haciendo, tener mucha fuerza en esta fecha”, dijo a El Eslabón en la previa de la jornada de lucha. Las mujeres sindicalistas de Rosario anunciaron que “no van a ceder el 8 de marzo” y este domingo a las 17.30 convocan al parque España donde estarán informando, concientizando y encontrándose en la que consideran una jornada de lucha histórica. No se nombran más que por lo que son: mujeres sindicalistas. No hay asociación, agrupación, sigla. Todas pertenecen a organizaciones sindicales de distintas áreas y con diferentes recorridos: desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular hasta el sindicato de Luz y Fuerza, pasando por Prensa, Bancarios y docentes particulares (Sadop). Son de distintas centrales y patronales, y las une una característica: que están organizadas.
CRECEN DESDE EL PIE “En 2015 empezamos a trabajar juntas”, recuerda Analía Ratner, secretaria general de La Bancaria. “Fue para organizarnos para el primer Ni Una Menos. En ese momento algunos sindicatos no tenían siquiera comisiones de géne-
8M Homenaje a las mujeres trabajadoras en el Parque España. Radio Abierta y Campaña de concientización sobre los Derechos Laborales . 17.30
9M Sentada frente al Concejo Municipal en reclamo de normativas locales para las trabajadoras y ciudadanas rosarinas. 12.00
Las mujeres sindicalistas de Rosario se reúnen desde el primer Ni una menos, en 2015. ro dentro de sus organizaciones, otros ya habíamos creado el estatuto para crearla, pero a partir de ahí empezamos a valorar lo que tenía cada una y a trabajar para conseguir más”, cuenta. De 2015 a ahora, Ratner destaca los frutos de la organización y la participación activa: muchas de esas sindicalistas ahora ocupan lugares de toma de decisión en sus gremios. Empezando por ella, que se desempeña como secretaria general de La Bancaria, pasando por Yamile Bacline y Silvana Cadahia, secretarias adjuntas de Municipales y Sadop, respecti-
vamente, entre tantas otras. Esos frutos también son avances en las organizaciones gremiales que no tenían áreas, secretarías y casi ni compañeras participando. “No es fácil pero nuestro trabajo ha abierto la posibilidad de que estemos en los lugares que estamos y tomemos decisiones con perspectiva de género”, sostiene.
EN EL SINDICATO Y EN LA CASA Para Gabriela Cericola, la intensidad de estos días tienen una explicación clara: se siente a flor de piel, porque los reclamos se ma-
terializan en dificultades de todos los días. Las sindicalistas ocupan lugares en sus gremios, en sus lugares de trabajo y también en sus casa. “Para nosotras este 8M es fuerte porque algunas compañeras están atravesando paritarias, otras están ingresando a un conflicto, otras atravesando una intervención”, dice. Y remarca: “Una de las tantas cosas que reclamamos es que nos reconozcan en su totalidad: tanto trabajando remuneradamente en nuestra jornada, como también trabajando no remunerada y casi las 24 horas del día dentro de casa”.
Marcha desde la plaza Montenegro (San Martín esquina San Luis) hacia el Monumento a la Bandera . 17.00
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UNIDAS Y DIVERSAS. MANDÁ ABORTO AL 2020
La ley de la calle El presidente Alberto Fernández anunció que enviará un proyecto que buscará legalizar la interrupción voluntaria del embarazo. Un año que augura un debate que tendrá a la independencia de los cuerpos como eje. LUCÍA GRECO
D
Por la Redacción omingo al mediodía. En Rosario, el sol rompe la tierra. En Capital Federal, también. En varias, muchas, ciudades del país, seguro sucede lo mismo. El presidente de la Nación, Alberto Fernández, habla para el país y el Congreso en el acto de apertura de sesiones del año. Hay expectativa. No sólo por las medidas que se anunciarán tras años de destrucción neoliberal, sino por una declaración concreta: el Poder Ejecutivo enviará por primera vez en la historia un proyecto para legalizar el aborto en Argentina. Prácticamente a las 13 en punto, las palabras salen de su boca. No son palabras casuales, no son unas más en el vocabulario de Fernández, son conceptos recargados de lucha, de movilización, de organización. “Presentaré un Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando toman la decisión de abortar”, dijo el Presidente, y confirmó la conquista. Apenas van tres meses del año y las certezas de lo que se viene son pocas. Hay una que, sin embargo, recorre los movimientos feministas con potencia y a viva voz: este año, el aborto va a ser ley. Lo que para algunos sectores fue una derrota en el debate de 2018, para muchas otras fue continuar sembrando una lucha que hoy se cosecha con creces. Primero, por el consenso social generado para que gran parte de la ciudadanía acompañe la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Segundo, porque ese reclamo transversal llegó a la Presidencia de la Nación en forma de proyecto de ley y de convencimiento de que es una política de salud pública necesaria para salvar vidas. Y tercero, porque además del proyecto que envíe el Ejecutivo, se presentará otro, el de
la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, por lo que se augura un verdadero debate que, salvo los pro muerte de siempre, tendrá como eje ¡al fin! el derecho de personas gestantes a decidir sobre su propio cuerpo y sus propios deseos.
EL PROYECTO EN Y DE LA CALLE La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito presentó su proyecto de ley el 28 de mayo de 2019, por octava vez consecutiva. El documento ya está en el Congreso, en la calle, y cuenta con una actualización: todo lo debatido en el Congreso de la Nación durante el año 2018 y establece, entre otras cosas, que tanto mujeres como identidades con capacidad de gestar podrán acceder a
un aborto hasta la semana 14 de gestación y que la práctica debe garantizarse en un plazo de cinco días una vez requerida. También refuerza el derecho a recibir educación sexual integral, laica, científica y accesible. “Los argumentos expuestos por Alberto Fernández sobre la necesidad de legalizar y despenalizar la práctica del aborto son argumentos generados, construidos, instalados y difundidos por todo el movimiento de mujeres y feministas de nuestro país, las décadas de lucha que llevamos transitando generaron las condiciones para que hoy seamos protagonistas de este momento histórico”, sostuvieron desde la Campaña el mismo domingo 1º de Marzo, luego del discurso del Presidente. Y recordaron: “Nuestro proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo es producto del consenso y el acuerdo de 700 organizaciones sociales, políticas, sindicales, de mujeres, feministas, de la diversidad, colectivas de artistas, del deporte y la academia. Lo presentamos por octava vez en 2019, con más de 70 firmas de diputados y diputadas, y tiene el apoyo de senadoras y senadores de todo el arco político representado en el Congreso de la Nación”. “Es el momento para que el debate parlamentario sea urgente, sin dilaciones, sin violencia. Siempre hemos planteado un debate franco, científico, en el marco de derechos, sin hipocresías, ni golpes bajos. Queremos ponerle fin a
“Queremos ponerle fin a la clandestinidad, a la criminalización y penalización de nuestras decisiones y deseos” la clandestinidad, a la criminalización y penalización de nuestras decisiones y deseos”, concluyeron.
LA DECISIÓN Y ESCUCHA POLÍTICA Los reclamos del movimiento feminista –el más dinámico, el más potente, el más heterogéneo, el que más creció en los últimos años– encontraron cabida en el discurso presidencial del 1º de marzo de este año. No vale quitarle mérito a la decisión política del Presidente de hablar de aborto, hipocresía, salud pública; de usar los conceptos adecuados, construidos, como puerperio, gestación, libre disposición de los cuerpos. Tampoco vale quitarle mérito al movimiento, a la lucha de años de mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries, bisexuales, a los debates para todos los gustos. Se trata de construcción democrática. Y por eso, seguramente este año será la calle la que gane el debate parlamentario. “La existencia de la amenaza pe-
nal no sólo ha sido ineficiente demostrando que el devenir social transcurre más allá de la misma norma. También ha condenado a muchas mujeres, generalmente de escasos recursos, a recurrir a prácticas abortivas en la más absoluta clandestinidad, poniendo en riesgo su salud y a veces su vida misma”, afirmó el Presidente de la Nación. “Todos saben de lo que estoy hablando. El aborto sucede. Es un hecho. Y es sólo esa hipocresía que a veces nos atrapa, la que nos hace caer en un debate como este”. Alberto Fernández anunció que, además de la ley que buscará legalizar el aborto, se enviará un proyecto que instaure el Plan de los 1000 días, “para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida”. “Nuestro propósito es también llegar a las mujeres de nuestro país en situación de vulnerabilidad social en la etapa en que más necesitan la presencia del Estado: durante el embarazo, nacimiento, puerperio y primeros años de crianza”, sostuvo. El anuncio del nuevo debate legislativo por la IVE no viene solo. Viene con construcción, y entonces incluirá también “un contundente programa de educación sexual integral y prevención del embarazo no deseado”. Cualquier similitud con la consigna “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir” no es pura coincidencia.
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UNIDAS Y DIVERSAS. NI MADRES NI SANTAS
Trabajadoras de la educación Docentes debaten las miradas que sostienen el magisterio en “una vocación”, “tarea por amor” o “de segunda mamá”. MANUEL COSTA
Por Marcela Isaías “¡Ah! Te gustan los chicos”, es la respuesta que al día de hoy sigue escuchando Charo cuando comenta que es maestra. Marina todavía tiene que explicar que ser docente de jardín de infantes no es una tarea menor ni limitada al juego. Alita celebra que la “Ola verde” de los últimos años se sienta en las aulas. Berenice aprecia que sus alumnas la consideren una referente para confiarle lo que les duele en el cuerpo y Mica propone discutir la mirada romántica que recae en la docencia hasta violentarla en sus derechos. Un grupo de docentes de escuelas públicas y privadas, invitadas por El Eslabón, pone en debate las ideas de “vocación”, “segunda mamá” y “tarea por amor” que persisten sobre las trabajadoras de la educación. Un trabajo donde la mayoría son mujeres: 82 por ciento en primaria, 63 en secundaria y 57 en superior (según datos de Ctera). A Alejandra Pistacchi la conocen como Alita. Es profesora de historia en las secundarias Vigil de Rosario y el Anexo 1515 de Villa Gobernador Gálvez. Enseña desde hace siete años, una etapa donde irrumpieron con más fuerza “la Ola Verde, la Revolución de las Hijas, la visibilización del feminismo”. Un dato no menor que une a una mayor “toma de conciencia social”, que cobra especial fuerza en las escuelas secundarias. Y particularmente donde ella ejerce su oficio, donde “la construcción de lo común” es lo cotidiano, donde la barriada se identifica –como “la mamá de Brian” en la Murga La Cotolengo, apunta– con las luchas de las trabajadoras de la educación. Alejandra considera que esa “idea del trabajo docente pseudo apostólica, como una versión del rol materno o una tarea realizada exclusivamente desde o por el amor, tiene cierta latencia en el sentido común, pero también un vigor cada vez más endeble”. Y que se hace sentir más en nivel inicial y primario. El problema –dice– es cómo se naturaliza, cómo se “liga el laburo docente a ciertos caracteres atribuidos al estereotipo de feminidad”. También que esto cambia cuando se empieza a mostrar “la politicidad de la educación”. Algo visto en hitos como la Marcha Blanca de los 80, la Carpa Blanca de los 90 y la Escuela Itinerante durante el macrismo. Al mismo tiempo, se pregunta si una docente puede subsistir sin amor: “Reivindicarnos como trabajadoras no implica o no debería implicar de ningún modo negar que lo que crean ese acto educativo son el amor y los sueños”.
INFANCIAS Y FAMILIAS Marina Riscart es profesora del Colegio Sagrado Corazón. Hace más de 30 años que es docente en el nivel inicial, “el más estigmatizado”. Apunta sobre lo difícil que es que se valorice aquí el trabajo pedagógico. “En el mismo ámbito docente, muchas veces, las de jardín estamos vistas como que hacemos un trabajo menor, porque «mientras el chico esté bien y no llore, ya está, no hace falta seguir estudiando mucho»”. Por el contrario, defiende la idea de que las infancias requieren de las maestras mejor preparadas. Un debate que también extiende a las familias. Lo explica con una anécdota repetida en su trayectoria docente. “¡Soy la bruja!”, dice Marina, y se ríe de esa imagen que le asignan los propios padres. “«Si no te vas a dormir le voy a contar a la seño Marina, ¡la llamo por teléfono!», les dicen, y entonces pregunto: ¿no sería más fácil que asumieras tu rol de padre y le digas te tenés que ir a dormir?” Trabajar en la educación privada no tiene mayores beneficios. Las convocan a reuniones plenarias fuera del horario de trabajo, que no se pagan porque no se las consideran “un trabajo”. Si es el Día de la Madre, del Padre o de la Familia las invitan cordialmente” a participar. “Claro que hay muchas cosas que una las hace de corazón, como pasa en muchos otros trabajos”, dice. Para ilustrar una situación de trato laboral, comparte una anécdota: “Convocaron a los papás y mamás a una misa, eran casi 90 chicos. Para que pudieran estar tranquilos escuchando al sacerdote, nos mandaron a nosotras con los chicos a un salón lateral. Era un sábado, fuera del horario escolar, o sea que nos convocaron ¡para cuidar a los nenes!”. Marina entiende que para educar a una niña o un niño todas las instituciones tienen que tirar para el mismo lado, trabajar en forma conjunta en esta meta. Charo lleva siete años en la docencia. Su nombre completo es María del Rosario Velázquez, pero nadie la conoce así. Trabaja en la primaria N° 565 Bartolomé Mitre. Opina que hay un mito en esto de relacionar la elección por el magisterio con las niñas y los niños: “«¡Ah! A vos te gustan los chicos, ¿por eso sos maestra?», o «Charo te va ayudar a organizar el cumpleaños porque es docente ». Y no. No es que veo un niño, salgo corriendo y me tiro al piso a jugar con él. Para nada. Es más, el tipo de docente que soy es lo más alejado del modelo maternal y contenedor”. Charo cuenta que tuvo una relación de pareja violenta, con quien padeció su decisión de elegir el
magisterio: “Era una manipulación psicológica, siempre me incitaba a que no estudie, diciéndome que dejaba a mi hijo abandonado. «Cómo puede ser que prefieras cuidar los hijos de otros, antes que el tuyo», me decía. Por suerte no le di bolilla y seguí adelante”. Claro, ya no es más su pareja. Terminó la secundaria estando embarazada. Una amiga la animó a anotarse en el magisterio. “No fue un llamado, caí de casualidad, pero ahora es un trabajo que amo y hago con pasión”, dice quien además cursa el profesorado de lengua y literatura. El encanto con su oficio lo encuentra en “la tarea transformadora de la educación”. “Yo amo mi trabajo, me encanta, pero no como con eso”, dice, y atribuye a que sea un gremio mayoritariamente de mujeres la razón de que siempre se tenga que estar peleando el salario. También muestra su discrepancia con que haya tantos varones ejerciendo la representación sindical, y del poder que siguen teniendo en el sector. “Es como en las escuelas, cuando llega un docente varón es como una adquisición, por más que el tipo no haga nada”, dice. Micaela Ramos es maestra de la Escuela Especial Gurí y del Colegio del Sur y propone debatir esa idea romantizada del trabajo docente: “Romantizar es parte de estas matrices de aprendizaje que nos operan y con las que operamos. Romantizar nuestra labor, describirla como un acto de voluntad caritativa, como «ofrenda» y ponerla más en valor cuando se sucede aun a costa de la vulneración de nuestros derechos, es sinónimo de nuestro modo de romantizar al amor, en-
tenderlo como sacrificio aun a costa de la violencia, de la vulneración de nuestros derechos, y que nos termina literalmente asesinando”. Mica subraya la necesidad de despegarse de esa mirada de la docencia como sacrificio. “Me acuerdo de una nota (periodística) sobre una compañera que se hacía quimio los sábados para que no le descontaran los días. Aparecía como algo digno de admirar y es una atrocidad pensar que está bien que una docente, y no también, aun contra su salud, deba ir a trabajar”. Y recuerda que muchas veces con la misma vara que se celebran estas historias se critica al magisterio cuando hace paros. Micaela invita a revisar los mitos que aplican sobre el magisterio: “Hay uno de esos mitos que nos determinan, el patriarcado nos determina: la escuela como familia. Entonces, contra mis derechos, voy a ejercer mi profesión como si esta no fuera mi trabajo”. “La tarea amorosa, afectiva –opina– que necesita del diálogo, la escucha, la ternura, no se contrapone a que una sea una trabajadora de la educación. ¿Cómo defiendo yo o garantizo los derechos del otro si no puedo identificar cuando son vulnerados mis propios derechos? Ir en defensa de los derechos de los pibes y las docentes tiene que ver con esta tarea de amor y de cuidado”. Berenice Bruno es profesora en ciencias de la educación. Se formó y graduó en un instituto superior de educación pública y ejerce en diferentes escuelas secundarias privadas y confesionales. Cuando estudiaba el profesorado, le daba pelea al perfil político que tiene una educadora.
Menciona una anécdota sobre un debate que animó una profesora acerca del rol docente. “En esa discusión, una compañera se identificó como apolítica, como si educación y política se pudieran separar. Y lamentablemente es una línea que se sigue bajando en los profesorados, donde aún se pone el acento en la vocación distanciándose de la mirada de trabajadora”, reflexiona. La otra parte de su testimonio sobre lo que implica el trabajo docente, lo vincula al día a día, ya como profesora de secundarias y como mujer docente. Porque –asegura– en contextos absolutamente vulnerados, una mujer docente puede ser una referencia de confianza para sus alumnas. “Me pasó que dos estudiantes me contaran que estaban embarazadas y que no querían seguir adelante con ese embarazo. No me pude quedar sólo con eso de que confíen en mí, más sabiendo que se pueden tomar decisiones apresuradas, que signifiquen la muerte. Porque en esa misma escuela ya se habían dado dos muertes por abortos clandestinos. Estas chicas, que me confiaron su situación, pudieron abortar de manera segura. Aquí hay un vínculo de referencia con las docentes, por fuera de lo institucional están solas. Y por más que se haya tratado de una escuela confesional, donde prima la mirada antiderechos, aquí primó la conciencia de la situación”. Berenice se extiende en ese perfil político –no necesariamente partidario– que tiene el trabajo docente, el mismo que le da fuerzas y convicciones para transitar experiencias tan duras como la compartida.
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UNIDAS Y DIVERSAS. LA DECISIÓN SOBRE LOS CUERPOS EN DEBATE PAULA PEÑA
“Dicen que nos quieren salvar, y en realidad nos persiguen” Merlina tiene 27 años y hace 3 que ejerce el trabajo sexual. Se define como “privilegiada”, a la vez que entiende que la lucha es colectiva y tiene un objetivo: que todas las personas que elijan la prostitución posean los mismos derechos laborales que cualquiera.
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Por Soledad Pascual
l pasado domingo, el presidente Alberto Fernández brindó un discurso en la apertura de sesiones del Congreso de la Nación. En el mismo, anunció que enviará un proyecto propio de interrupción voluntaria del embarazo, y sostuvo: “Un Estado presente debe proteger a los ciudadanos en general y obviamente a las mujeres en particular. Y en el siglo XXI, toda sociedad necesita respetar la decisión individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos”. Las trabajadoras sexuales en Argentina hace décadas que reclaman derechos laborales y mayor libertad para ejercer su profesión. Al igual que la mayoría de los y las trabajadoras, le ponen el cuerpo a su actividad, y a diferencia del resto, no pueden acceder a la atención temprana en centros de salud. Los aportes jubilatorios son un anhelo y la exclusión social está a la orden del día. —Cuando hablan de mejoras laborales, ¿a qué se refieren específicamente? —Nosotras hace tiempo venimos explicando que nuestro enfoque, o más bien lo que pedimos, no entra dentro del marco de regulacionismo. Consideramos que esa práctica genera un poder total al Estado y una bipolaridad entre las compañeras legales y las ilegales, donde las que pueden acceder a la legalidad lo hacen a través de un privilegio social porque en
Lo que queremos es una ampliación de derechos, que se reconozca nuestra actividad como un trabajo más, con acceso a una jubilación y obra social.
todos los países donde está regularizado el trabajo sexual, salvando algunas diferencias, el Estado te plantea una serie de cuestiones para poder laburar, como por ejemplo la libreta sanitaria, que según cada país varía pero que en general consiste en un chequeo médico semanal o mensual. Y si tienes VIH, no te la dan.Yo siempre digo que soy consciente del privilegio que tengo, de poder laburar en mi casa, porque vivo sola, no tengo hijos; un montón de privilegios de los que hay que ser consciente todo el tiempo. —Pero al regularizar la actividad, ¿no se generarían mayores derechos para ejercer el trabajo sexual? —Si se regularizara de esa forma, generaría que las compañeras VIH positivas entren directamente en el marco de lo ilegal. La regularización, por ejemplo, sostiene que para laburar sola o acom-
pañada en un departamento tengas que acceder a una serie de elementos. Te persiguen con la burocracia de la habilitación, tenés que tener un montón de cuestiones edilicias, como una rampa, matafuego, y varias cosas más. Se vuelve a generar una persecución hacia una organización de trabajadoras sexuales que quieren laburar y no tienen las posibilidades económicas de acceder a todas esas cuestiones que te pide el Estado. Regularizar es volver a repetir con papeles la persecución del Estado. No creemos que sea la solución para nosotras. Repiten una idea higienista para dejar a la sociedad tranquila, pero nosotras seguimos sin los derechos que estamos pidiendo. —¿Qué necesitan para poder ejercer su actividad? —Confunden los derechos que nosotras pedimos o necesitamos. Lo que queremos es una ampliación de derechos, que se reconozca nuestra actividad como un trabajo más, con acceso a una jubilación o atención sin discriminación en los efectores públicos y privados de salud. —A la falta de derechos laborales se podría decir que se suman la discriminación médica y social —Nos expulsan de la sociedad una y otra vez. Decir de lo que laburamos es prácticamente una expulsión. Terminamos siendo vistas como portadoras de genitales infectados, no tenemos posibilidad de tratarnos por las cosas que realmente necesitamos por nuestro laburo. Tenemos miedo a decir que somos trabajadoras sexuales, eso hace que vayamos por
Estamos a merced del chantaje y la violencia institucional continua. No tenemos ninguna herramienta de seguridad más que las redes que armamos nosotras mismas.
un dolor de columna al traumatólogo y si decimos de qué trabajamos, enseguida nos hacen un estudio de VIH o de ETS. —Hay un sector de la sociedad que argumenta que “ninguna mujer ejerce el trabajo sexual por elección”. ¿Qué lectura hacés de este discurso? —Nadie es libre de poder elegir, es un castigo moral hacia nosotras. Dentro de las pocas posibilidades de elección que tenemos en este sistema, aún así lo seguimos eligiendo. Será una cuestión de costo-beneficio, horas de laburo y plata que hacemos. Es el mismo razonamiento que hace cualquier persona para continuar en su laburo. Lo elige porque lo necesita también. Si lo sigue ejerciendo es por una cuestión de que necesita la plata y prefiere conseguirla así. —¿Por qué no contemplar el trabajo sexual como una elección ?
—A la sociedad le parece indigno lo que nosotras hacemos. Bueno, que se imaginen cómo lo estamos haciendo: de manera ilegal, perseguidas por la policía, nos matan y ni siquiera tenemos derecho a un juicio esclarecedor, o a que se haga justicia. Estamos a merced del chantaje y la violencia institucional continua. No tenemos ninguna herramienta de seguridad más que las redes que armamos nosotras mismas. —¿Se podría decir que la frase que las representa es “trabajo sexual legal”? —Trabajo sexual legal y con derechos laborales, y con alternativas reales para quienes quieran dejar de ejercerlo. No estamos discutiendo en equilibrio, supuestamente nos quieren salvar, y en realidad nos persiguen. Y eso no sirve, no queremos hacer un curso de peluquería o de carteras recicladas. Es real que hay compañeras que quieren dejar de ejercer, pero la realidad es que el Estado no brinda salidas reales al verdadero problema: la expulsión constante. El abolicionismo está en el poder y tiene el lugar y las bancas dentro del Estado. La ley de trata vigente sigue persiguiendo a las compañeras que estamos laburando en un lugar. La que figura en el alquiler del lugar que usamos para laburar, figura como tratante. Y las compañeras que están ahí, como víctimas, cuando eso no es así, tienen que firmar como víctimas aunque después se declaran autónomas. —Hace algunas semanas, la cantante Jimena Barón lanzó su nuevo videoclip “Puta” poniendo sobre la
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mesa una discusión que no parece acabar nunca, ¿cómo ves que mediante una figura pública se reavive la discusión entre abolicionistas y trabajadoras sexuales? —Lo de Jimena Barón obligó a instalar el tema en la agenda nacional, que para mí es súper positivo, porque lo venimos tratando de visibilizar hace mucho tiempo. Está bueno que se debata, lo negativo es la cantidad de información errónea que maneja la sociedad en general. Quienes salen a hablar, porque están habilitadas por los propios medios, desinforman a la sociedad en su conjunto. El estigma moral lo sufrimos desde siempre, no es real que hay un interés genuino o una preocupación por las personas que pueden estar siendo explotadas. No es inocente confundir eso, tienen las herramientas para separar y no lo hacen. —Uno de los argumentos de quienes atacan el trabajo sexual es plan-
tear la trata de personas como único nexo, pero ¿es así? —Trabajo sexual no es trata. Quienes trabajamos de esto somos personas mayores de 18 años que queremos, elegimos el trabajo sexual para ganarnos nuestra plata. Generan una desinformación total y una construcción en la sociedad errónea. Nosotras no tenemos la oportunidad de hacernos escuchar por la sociedad en su conjunto, salvo contadas ocasiones, los medios no nos llaman, no nos preguntan. Cuando se refieren a la oferta sexual mediante papeles o volantes, también atacan nuestras posibilidades de laburo. Detrás de cada papel hay una compañera que tuvo que pagar por ese volante, que también le tiene que pagar a alguien para que lo difunda. Y que comparen a esos papeles con una red de trata, no es inocente. Ellas saben que no es así. ¿Quién va a pensar real-
mente que una red de trata va a desplegar su número de teléfono por toda la ciudad? —Las trabajadoras sexuales sostienen que la discusión es porque se relaciona al trabajo sexual con la explotación, ¿vos, autodefinida como autónoma, que tenes para decir respecto a esto? —Explotación hay en todos lados. Nadie piensa en abolir la actividad textil o rural o doméstica, sólo a nosotras nos señalan como tratantes. Cuando las empleadas domésticas se organizaron y reclamaron por sus derechos, nadie fue a reclamarles o pedirles explicaciones de porqué exigían más derechos. Me imagino que nadie elige eso, pero la solución está en perseguir o en ampliar derechos. Lo que molesta es que trabajemos con nuestra pija o nuestra concha, esa es la verdad. No entiendo por qué a nosotras nos persiguen, sólo queremos trabajar.
Las putas por sus derechos Merlina milita en El Yire, una organización de trabajadores sexuales y aliades, que lucha por el reconocimiento de los derechos laborales. Según explicó Merlina, la prioridad es “el territorio”. “Nos referimos a recorrer las calles/zonas donde trabajan las compañeras, y desde ahí poder acompañar las situaciones de emergencias que surjan”, remarcó. Además, desde el año pasado, El Yire coordina una “murga puteril” que ensaya todos los sábados. “Este no solo es un espacio recreativo disidente, sino también es un espacio para conocernos y acompañarnos entre les trabajadores sexuales desde otro lugar”, agregó. Las personas que militan en
la organización participan de charlas en diferentes instituciones, con el objetivo de visibilizar las emergencias del colectivo y de sensibilizar a profesionales o futuros profesionales para que en el ejercicio de su profesión (sean médicos, psicológos, etcétera) puedan atender a los y las trabajadoras sexuales sin violar sus derechos y puedan responder a las demandas del colectivo fuera de la estigmatizacion, la victimización y la discriminación. “También participamos en asambleas y espacios feministas y disidentes para visibilizar la voz de las putas dentro del movimiento de lucha del cual nos sentimos parte”, concluyó Merlina.
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UNIDAS Y DIVERSAS . INTERNET, OTRO ESPACIO PARA DISPUTAR PODER
Tejiendo redes digitales por el goce El feminismo no quedó afuera de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Del meme al podcast, pasando por aplicaciones para viajar y seducir seguras, un recorrido por las estrategias para navegar sin miedo. CANDE ROBLES
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Por Victoria Iriarte l feminismo se instaló dejando un mensaje clave: será capaz de inundarlo todo. Las tecnologías de la información y comunicación (Tics) no han estado exentas de la marea verde y violeta que ha venido a militar y trabajar para llenar bancas que hasta el momento solo estaban reservadas a personalidades masculinas. Hace tiempo, Internet se ha vuelto un espacio donde se disputan poderes y, sobre todo, un lugar que las mujeres y femeneidades han asumido como territorio de lucha. Aplicaciones, podcast, revistas digitales, cuentas de Twitter, grupos de Facebook, videos de YouTube, series en Netflix, e incluso memes fueron convertidos en espacio de militancia y puestos al servicio de la lucha contra el patriarcado. Incluso, hace pocos días se viralizó la consigna de buscar en google la palabra “hallada” junto con tu nombre para recordarle al mundo que las víctimas de femicidios superan el número de muertes por coronavirus. A su manera, cada una de las activistas modela el debate en las redes y se recuerdan, entre pares, que están juntas en esto. En ese sentido, el movimiento puso en jaque los espacios de poder de la esfera digital. Bajo la premisa del goce, produjeron aplicaciones, promovieron seguridades, crearon sitios web y politizaron las redes para poner al mundo virtual en sintonía con los pedidos y las exigencias de la realidad.
INTERNET SIN MIEDO Y CON GOZO En esta inundación de ciberactivismo, se apostó a difundir –no porque antes era desconocida,
sino porque ahora es nombrada y juzgada por su carácter– el concepto de “violencia digital”. Esta es una extensión de la violencia que viven a diario las mujeres y, aunque se manifieste dentro de un espacio virtual, puede provocar daños físicos y psicológicos. Como explica el portal web Distintas Latitudes en su nota ¿Cómo usar internet sin miedo y con gozo? Recomendaciones de Luchadoras y Fem Hack Arg, “la violencia en línea traspasa fronteras geográficas y permanece en el tiempo. El panorama regional respecto a la violencia digital es diverso y complejo, no todos los
países de América Latina tienen el mismo nivel de conocimiento sobre cómo se vive la violencia cibernética. Esto también se traduce en la ausencia, o falta de regulación, de políticas públicas que den respuestas rápidas y eficaces, frente a ataques cibernéticos en cualquier país de la región”. En ese sentido, la nota comenta que “las formas más recurrentes de violencia digital, según Fem Hack Arg y Luchadoras, son la difusión no consentida de material íntimo, el acoso cibernético, el acceso indebido a redes sociales y sistemas de mensajería, la práctica del do-
xing (investigación y publicación de información privada sobre una persona o institución), las amenazas y omisiones por parte de actores con poder regulatorio y la sustitución de identidad”. Entre las recomendaciones para usar internet sin miedo y con gozo, la publicación de Distintas Latitudes sugiere que ante una situación de violencia digital, las acciones a llevar a cabo sean acercarse a una colectiva para asesorarse y poder actuar en consecuencia, comunicar a familiares y amigos que se está sufriendo este tipo de violencia y denunciar lo acontecido.
En cuanto a las estrategias para emplear la web y disfrutarla, las propuestas coinciden con los lineamientos generales del feminismo: una actitud crítica frente a las tecnologías y un acompañamiento mutuo en este campo entre congéneres. Agrupaciones feministas como Fem Hack Arg (Argentina) y Luchadoras (México) se dedican a impulsar el involucramiento, la libertad de expresión, la apropiación de los medios digitales y la reducción de la brecha con perspectiva de género tanto para las usuarias como para el resto de la comunidad digital, entendien-
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Empoderada según PlayStore
SheQuipu es una app creada por jóvenes rosarinas para organizar comunidades viajeras de mujeres, femeneidades e identidades disidentes.
do que “estamos en permanente lucha por la conquista y apropiación de territorios como nuestros cuerpos, pero también debemos apropiarnos de las tecnologías”. Frente a esta problemática, han aumentado también las iniciativas que se orientan a la creación de nuevas aplicaciones y espacios digitales que no sólo sirvan a democratizar el acceso a la información sobre la violencia de género y fomenten espacios virtuales libres de violencia, sino que también propongan ámbitos seguros para que mujeres y disidencias comiencen a moverse con tranquilidad. Hace ya varios años, la aplicación She Taxi está presente en los celulares de muchas que quieren subirse a taxis con la seguridad de que su chofer sea una mujer. También NoEstasSola, un programa de Software que envía una notificación de alerta con el pedido de ayuda y la ubicación del celular, en caso de activarse.
VIAJAR SEGURAS CREANDO NUDOS SheQuipu es una aplicación creada y diseñada por jóvenes rosarinos que tiene como finalidad organizar comunidades viajeras de mujeres, femeneidades e identidades disidentes, luego de que la idea resultara ganadora del Startup Weekend Women en septiembre del año pasado. Los integrantes del grupo son Sofia Toscano (área de marketing y comunicación), Melina Toscano (área de sistemas), Corina Manzelli (diseñadora e influencer), Stefano Leone y Romeo Jovel (desarrolladores). La idea principal de la aplicación es crear una comunidad virtual de mujeres e identidades no binarias para que puedan viajar “juntas, seguras y de forma económica”. “Che, y si hacemos esta aplicación que reúna a Martina que vive en Colombia y quiere hacer una caminata con Sofía que es de Rosario, viaja a Colombia y quiere también hacerla en esa fecha aproximada pero no quiere ir sola”, ejemplifica Sofia Toscano en diálogo con El Eslabón, ante la pregunta de cómo surge la inventiva del proyecto. SheQuipu funciona a partir de que la usuaria coloca sus gustos, el destino y la fecha en la que decide viajar y luego “matchea” con otras usuarias con preferencias similares. “Sería como una especie de Tinder en la que uno puede
El movimiento femenino politizó las redes para poner al mundo virtual en sintonía con los pedidos y las exigencias de la realidad.
compartir o un viaje entero o sólo un momento en el destino, una excursión, un hotel o un auto”, explica la comunicadora. La iniciativa contó con investigaciones destinadas a determinar las necesidades y los fundamentos de la creación de la app. En ese sentido, “había tres preocupaciones fundamentales que obtuvimos después de leer noticias, hacer entrevistas en la calle y encuestas a la hora de viajar”, que son “el factor económico, que tiene que ver con que al viajar solo o con un grupo pequeño se encarecen los costos del viaje, la inseguridad y la soledad, que angustia y hace que algunas deseen realizar viajes compartidos”, analiza Sofia. Como consecuencia, la creadora comenta que “desde ahí empezamos a hablar de hacer algo de turismo exclusivo para mujeres” y “detectamos que había como un nicho ahí, en lo que respecta a nosotras, porque nos estamos organizando en muchos aspectos como la actuación, la música, la tecnología, pero no había nada en lo que respecta a viajes seguros de mujeres. No encontramos una aplicación que nos junte a las mujeres que queremos viajar solas, y que por alguna cuestión no nos animamos o nos animamos pero tenemos miedo durante el trayecto”, detalla. A su vez, a la hora de consultar, el 100 por ciento de las encuestadas respondieron que “se sentirían más seguras viajando con una mujer, aunque no la conozcan, que con un varón. De hecho la respuesta fue que con un varón no lo harían”, agrega. Toscano comenta el objetivo del grupo versa en “generar una comunidad de femeneidades, mujeres y disidencias que promueva la
protección, el cariño y el amor, y que tenga potencia, porque consideramos que el poder migrar y viajar para nosotras es un derecho que lamentablemente se convierte en un privilegio por todo lo que conlleva”. Y reflexiona: “Que nos sea más fáciles organizarnos entre nosotres mismes y podamos viajar y recorrer fronteras, pero fundamentalmente que haya un goce y un deseo al ocio y al descanso y que eso sea seguro, económico y en compañía”. Respecto al nombre, Sofía explica que “She” fue elegido por el hecho de que el término ya está instalado entre las audiencias y los usuarios de aplicaciones para referirse a programas destinados a mujeres. Por su parte, “Quipu” fue escogido para poder darle el rasgo latinoamericano y sudamericano, dado que este “es un instrumento incaico de cuerdecillas donde cada cuerda tiene hilos colgando y cada hilo tiene un nudo. Dentro de las comunidades originarias, cada nudo atrapaba y conservaba una historia” y relata que la idea les pareció “hermosa, porque nosotras queremos que las mujeres, las femeneidades y las disidencias nos encontremos con el deseo y las ganas de explorar y viajar y nos hagamos nudos, nos hermanemos y creemos nuestras propias historias que se conserven en el tiempo”. La aplicación comenzará a funcionar a partir de marzo y estará disponible en un primer lugar para Argentina, bajo un modelo básico donde la usuaria deberá loguearse a traves de Facebook, colocar el destino y la fecha del viaje, e ingresar a un chat conjunto con otras mujeres y disidencias que estén en las mismas condiciones. Mientras tanto, se podrá obtener información sobre los avances del proyecto en las cuentas de Instagram y Facebook donde aparecen con el nombre “shequipu”.
DESEO, GOCE Y SEDUCCIÓN DE MANERA SEGURA “Calentómetro” es el término elegido por la organización Asuntos del Sur para denominar a la nueva herramienta digital que fue creada para fortalecer las prácticas de seguridad digital y poder sextear de manera segura. Bajo el formato de encuesta, propone la realización de un test
La creación de nuevas aplicaciones propone ámbitos seguros para que mujeres y disidencias comiencen a moverse con tranquilidad.
que estima cuáles son los requerimientos más importantes a la hora de enviar contenido. El sexting o sexteo es el intercambio voluntario y consentido de contenido sexual (fotos, videos, notas de voz, mensajes eróticos) a través de chats desde tu celular o computador. En ese sentido, el Calentómetro considera que “aunque posemos como diosas griegas empoderadas de nuestras cuerpas, no necesitamos que Google tenga nuestras fotos calientes ni que Juan y compañía las estén compartiendo por su grupo de WhatsApp, y que de alguna manera lleguen por una cadena a manos de tu tía y se muera, o a tu jefe y te despida, porque aún seguimos siendo así de estigmatizadas sobre nuestras cuerpas”. Bajo esta invitación, la organización Mujeres Activando propone combatir la “pornovenganza” y la “sextorsion” a partir de participar de una prueba en formato anónimo que evalúa qué tan seguras son tus prácticas de sexteo. Las preguntas van desde con quién haces sexting (una persona desconocida que consiguió tu número, una persona que matcheaste en tinder, un chongx o un amigx o novix), cuál aplicación utilizás para enviar el material y si te sentís incómoda o intimidada en el momento de hacerlo. En cada una de las respuestas dadas por el usuario o usuaria, la herramienta ofrece una serie de consejos para mejorar la práctica del sexting en términos de seguridad, que van desde dar sugerencias hasta advertir qué tan desprotegida te encontrás según sus usos.
En el marco d el 8M , Goog le propu so en su tiend a PlayStore u na serie d e “Apps para la empod eración femenina”, u na casilla d iseñad a “con el fin d e empod erar a tod as las mu jeres” q u e aconseja “tomar las riend as con estas ú tiles herramientas q u e te ayu d arán en d iversos aspectos, como hacer u n análisis d e tu carrera profesional y d esarrollar fu erza física y mental”. Al parecer, la d econstru cción no ha lleg ad o al mu nd o d e PlayStore, q u e lleg a a las pantallas su g iriend o las sig u ientes apps: -M ind shine, realizad a para “encontrar más motivación, au toconfianza o tranq u ilid ad med iante ejercicios y entrenamientos en formato d e au d io”. -Calendario menstrual de periodo y ovulación, creada para “descubrir cómo algunas actividades, como salir de fiesta, pueden afectar el flujo o la fase sintomática de tu ciclo”. -Bumble, definida como “un enfoque femenino con relación a las citas”, en la que cuando hay una coincidencia “es la mujer quien inicia la conversación”. -Cozi Family Org anizer, u na app para “ad ministrar tu capacid ad d e realizar varias tareas a la vez” q u e es “id eal para familias, parejas y compañeros d e habitación”. M i en tra s a lg u n a s fem in i sta s m i li ta n pa ra pod er “ h a ckea r” a l pa tri a rca d o y h a cer d el m u n d o d i g i ta l u n espa ci o m á s seg u ro, g en era n d o h erra m i en ta s colecti va s pa ra con trarresta r esa s vi olen ci a s y su bverti r la brech a d e g én ero en el á m bi to tecn ológ i co, la s g ra n d es em presa s a ú n con si d era n q u e la tom a d e pod er fren te a l m u n d o por pa rte d e m u j eres, lesbi a n a s, bi sexu a les, n o bi n a ri es, tra vesti s y tra n s se propi ci a y con sig u e a pa rti r d e ten er m á s con fi a n za en ella s, a d m in i stra r su m en stru a ci ón , h a bla rle pri m ero a l ch i co pa ra u n a ci ta y org a n i za r la s ta rea s fa m i li a res.
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UNIDAS Y DIVERSAS. CAPACITACIÓN OBLIGATORIA
La Ley Micaela llegó a Rosario El Intendente Pablo Javkin, su gabinete, autoridades sindicales, concejales y concejalas, formaron parte de la primera jornada de formación sobre perspectiva de género y violencia contra las mujeres. Por la Redacción “Espero que pueda poner esa luz de alerta en sus cabezas”, dice Diana Maffia, con algo de dulzura, al auditorio del Centro Municipal de Distrito Sur. Lleva casi una hora –y le queda por delante una más– hablando de trabajo productivo y reproductivo, de las diferencias biológicas y culturales entre el hombre y la mujer, de las formas de la violencia, del núcleo político que tiene la violencia. Frente a ella, en primera fila, está el Intendente Pablo Javkin, lo acompaña su gabinete, concejales y concejalas y autoridades sindicales. Todos y todas son parte de lo mismo: la primera capacitación sobre perspectiva de género y violencia contra las mujeres en cumplimiento con la Ley Micaela. La primera charla del Programa de Formación Obligatoria en perspectiva de género y violencia contra las mujeres en el marco del cumplimiento de la ley Micaela se realizó este viernes 6 de marzo en el el Centro Municipal de Distrito Sur “Rosa Ziperovich”. Desde las 08.30, dirigentes sindicales, funcionarios y funcionarias, concejales y concejalas, se acercaron a la zona de Uriburu al 600 a escuchar y ser parte de una jornada histórica. La actividad comenzó pasada las 9 con la proyección de un video sobre el femicidio de Micaela García, que dio origen a la ley que hoy desparrama perspectiva de género en todo el país. En el escenario, cuatro mujeres marcaron la cancha: la Presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck; la secretaria adjunta del Sindicato de Municipales, Yamile Baclini; la Secretaria de Género y Derechos Humanos, Mariana Caminotti; y la docto-
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ra en filosofía, investigadora y feminista Diana Maffia, quien estuvo a cargo de la primera capacitación. Las primeras en hablar fueron las representantes del estado municipal. Todas coincidieron en una meta: que una mujer que se acerque a cualquier dispositivo municipal encuentre a alguien que la mire a los ojos y la pueda escuchar y entender. También remarcaron:
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sábados de 13 a 15 radio universidad FM 103.3
la que se capacita es una generación que se debe el cambio para los y las que vienen. A las palabras de apertura de cada una de ellas le siguieron dos horas de exposición de Diana Maffia. La exposición fue histórica: una de las pocas veces que muchos y muchas de las presentes van a escuchar reflexiones sobre masculinidades, sobre el origen de la vio-
lencia y las desigualdades. La mujer partió de la premisa que “lo personal es político” para llegar a una idea: que la violencia de género es una violencia política, y que es fundamental comenzar a reconocerla para generar el cambio.
El respeto a la vida La Secretaria de Género y Derechos Humanos, Mariana Camino-
noticias piratas
tti, destacó la decisión de comenzar por capacitar al gabinete, junto al Concejo Municipal y a la dirigencia sindical, “porque necesitamos del compromiso de las máximas autoridades y de la unión de todos los sectores que confluyen en la gestión municipal”. “Esto expresa una clara voluntad política de priorizar la lucha contra la violencia hacia
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Normas que cambian el mundo
las mujeres y de jerarquizar las políticas de género, con medidas como la conformación de un gabinete paritario, la creación de una Secretaría de Género y Derechos Humanos, y ahora el lanzamiento de este programa
transversal que involucra a todo el municipio”, sostuvo. Y concluyó: “Rosario tiene una trayectoria en políticas de género y abordaje de la violencia hacia las mujeres, pero todavía nos queda mucho trabajo por hacer.
La Ley Micaela es una herramienta valiosa para continuar y reforzar el camino iniciado. Más que nunca, necesitamos trabajar por una sociedad que respete la vida y los derechos humanos de las mujeres”.
La Ley 27.499 lleva el nombre de “Ley Micaela” en homenaje a Micaela García, una joven entrerriana de 21 años que fue violada y asesinada por un hombre que tenía antecedentes por delitos sexuales. La normativa obliga a capacitar en perspectiva de género y violencia contra las mujeres al conjunto de las personas que se desempeñan en la función pública, cualquiera sea su área o jerarquía. Los contenidos de la ley apuntan a la prevención de la violencia de género en todas sus formas, como establece la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres. El objetivo es garantizar el derecho de mujeres y niñas a vivir una vida libre de violencias y fomentar la toma de conciencia masiva acerca de la gravedad que significa un femicidio cada 23 horas en Argentina. La Secretaría de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario tiene el mandato de garantizar la aplicación de la Ley Micaela en el
ámbito municipal. En ese marco, se creó el Programa de Formación Obligatoria en Género de la Municipalidad de Rosario (2020-2023), que busca instalar la perspectiva de género como un principio rector de gestión pública que debe ser incorporado en todas las áreas, políticas y procedimientos del estado municipal. Se trabajará en el desarrollo de capacidades para la prevención y el abordaje integral de las violencias contra las mujeres, promoviendo la restitución de derechos y evitando la revictimización, como pilar de una política que jerarquiza la convivencia y los cuidados en la agenda pública del municipio. La capacitación combinará una formación general, estandarizada, con una capacitación en servicios adaptada a las necesidades de programas y ámbitos de atención específicos. La UNR apoyará el diseño del programa, su monitoreo y evaluación. Los talleres comienzan en mayo y se realizarán durante todo el año.
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UNIDAS Y DIVERSAS. EL 7 DE MARZO EN ROSARIO CANDELA BASUALDO
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Por la Redacción l 7 de marzo de 2010, a las 2.25, la Pepa Gaitán murió en el Hospital de Urgencias de Córdoba. Tenía 27 años y un día antes había recibido un disparo a la altura del hombro derecho con una escopeta calibre 16 de un sólo caño por parte del padrastro de su novia. Graciela Vázquez, su mamá, definió el crimen con un grito que todavía resuena: “¡La mataron por lesbiana!” El 7 de marzo de 2010, Naty Vilá vivía en Villa Constitución, provincia de Santa Fe, tenía 28 años y salía con una chica. La familia de su novia no aprobaba para nada la relación. “El día que fallece la Pepa yo decidí cortar con esa relación porque me dio muchísimo miedo terminar como ella. Ese día también empezó mi militancia”, dice, diez años después, la activista local. “Hace diez años no era la misma situación que ahora. El matrimonio igualitario marcó un antes y un después. Tampoco fue lo mismo para las tortas antes y después de la muerte de La Pepa”, explica Vilá. La razón es simple: el lesbicidio de la cordobesa trajo organización de tortas y lesbianas a lo largo y ancho del país, tal como años después sucedió con el pedido de excarcelación de Higui. El asesinato de la Pepa transformó cada 7 de marzo en una jornada de lucha y memoria. Primero, fue el Día de Lucha contra la Lesbofobia. Ahora, es el Día de la Visibilidad Lésbica. “Y eso marca otro antes y después: el de la forma de comunicarnos”, remarca. Existe un debate claro y clave que dan las lesbianas, las tortas, las chongas, al interior del movimiento feminista: que se las nombre, que se las mencione, que se entienda que no son las mismas categorías las mujeres, las lesbianas y las tortas, porque para muchos y muchas ser lesbiana todavía está mal. Naty lo remarca: Rosario es la excepción, en otras ciudades no es tan fácil darse un beso, quererse, calentarse entre pibas, entre señoras, entre travas. “Lo que no se nombra no existe”, dice Vilá, recordando la histórica consigna. “Si no nos nombramos como mujeres lesbianas, como mujeres trans, como no binaries lesbianas, trans lesbianas, no existimos. Por eso remarcamos la importancia de nombrarnos y tener un día de lucha. Nosotras luchamos y nos visibilizamos cada día, pero ayuda que cada 7 de marzo estemos en algún medio más, en una plaza más, en un grupo más. Así es como de a
Transformar el odio en visibilidad
Naty Vilá, militante y activista, reflexiona a diez años del asesinato de la Pepa Gaitán en Córdoba, un lesbicidio que marcó un antes y un después en la agenda de las tortas de todo el país.
poco se empieza a hablar más, más allá de las distintas formas identitarias de vivir el lesbianismo”.
UNA DÉCADA GANADA Cuando mataron a la Pepa Gaitán, Naty VIlá hacía pocos años que había salido del clóset. “Estaba experimentando todo este gran abanico lésbico que hay”, se recuerda diez años más tarde. Valga la redundancia: ella tenía 28 y una novia con una familia que no la aceptaba. El asesinato de Gaitán no fue sólo reconocer el miedo a que le suceda lo mismo. Fue también el día que empezó a militar. “Me dí cuenta de la importancia de lo que es tratar de que los vínculos sean transparentes. También de que yo contaba con el apoyo de mis amigos, amigas y mi familia y eso me ponía en una situación de privilegio frente a otras tortas. Yo no vivía discriminaciones ni demás, y eso me llevó a salir a la calle y empezar
a trabajar por la visibilidad”. De esa decisión a hoy, pasaron diez años. Este 7 de marzo, Naty Vilá se elige, se dice y vive como torta. Es activista, militante y visible. Todas las definiciones, todo lo que es, van de la mano. No existe en ella una construcción que pueda ser sin la otra. “En estos 10 años he crecido muchísimo, he tenido la posibilidad de integrar grupos nuevos, trabajar con compañeres de la ciudad, de ser parte de la Coordinadora del Orgullo, del Ateneo John William Cooke, que no sólo ayudan a construir mi militancia, sino a mí misma”, sostiene. Si piensa sobre el momento en que comenzó a luchar como respuesta al odio, a ahora, lo mejor que tiene el ser torta son las redes. “Habernos encontrado en distintas partes del país, saber que una lucha como las que lanzamos por la Pepa o Higui nos pueden juntar, es saber que nunca, nunca más, vas a estar sola. Y eso es enorme”, concluye.
Música, poesía y feria para tortas En el marco del Día de la Visibilidad Lésbica, en Rosario se llevarán a cabo distintas actividades. Este mismo sábado, desde las 20, habrá un Festival en M emoria de los 1 0 años del lesbicidio de N atalia Gaitán. En La Vulvería, espacio lésbico de pasaje Fabricio Simeoni 1 1 58, se presentarán libros temáticos de autoras locales como M aia M orosano, Flor Cualquiera, M orena Pardo y Luciana Fernández. También habrá lectura de Tarot, danza tango, narración escénica, feria de emprendedoras y música en vivo con Catalina Giordano, Carolina Bossa, Ga-
bi Segovia y Alejandra Domínguez. Otra movida similar, bajo el lema Festival por la autodefensa y resistencia, se realizará de 1 7 a 22 en el barrio La Sexta (Esmeralda y Riobamba), y en el que además habrá radio en vivo, fútbol y un taller de autodefensa. Por último, el sábado 1 4, en el centro cultural QTP, de Riccheri 340, se presentarán M arilina Tortillera y DJ La Puta Ama, y se podrán degustar bebidas y comidas a precios populares. Las anticipadas se consiguen en Arde Libros, Sarmiento 783 Local 1 3, y en Andrógina, Dorrego 1 01 3.
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UNIDAS Y DIVERSAS. ESCRITURA Y DECOLONIALIDAD
“Pluralizar la lectura es revolucionario” El 20 de marzo, en la librería y bar Mal de Archivo, Nadia Isasa presenta Boab , su primer libro de ficción. La autora habló con el eslabón de la literatura en Rosario y de las formas emancipatorias del leer. CANDELA ROBLES
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Por Eugenia Arpesella uimos a buscar a una escritora para hablar de su libro y nos encontramos con una mujer que tiene mil vidas. Nadia Isasa nació en Rosario en 1979. Fue actriz, budista, vivió en Buenos Aires, se casó, volvió. Es judía y no por vientre materno. Le encantaba el guefilte fish, pero desde hace un tiempo es vegetariana. Estudió Letras en la UNR y con mucha convicción dice que esa carrera, en Rosario, es un agujero negro, pero no de la facultad, sino del mundo. Ella pudo salir con el título de licenciada y profesora de Letras, pero además, está diplomada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y en la Universidad de Villa María. Aunque se dedique a la investigación, su vocación es la docencia que ejerce en escuelas secundarias de Rosario, y también coordina talleres de lectura en esta y otras ciudades. Dirá que el aula es su lugar en el mundo y desde ahí, con su práctica cuestionará “las lecturas autorizadas”. Con sus amigas Laura Rossi y Carolina Musa, impulsan el sello editorial Brumana, y uno de los primeros títulos será la reedición de Yo bastardo: Derek Walcott, literatura y decolonialidad (2018), su tesis de grado. Recientemente, en el fanzine de poetas locales, La Pasquina, Nadia publicó unos poemas del poeta caribeño que ella misma tradujo al castellano. “De Walcott me fascinó que, con una gran destreza poética llegó a formular la categoría del bastardo, del sujeto colonizado”, explicó. Además, Isasa colabora con contratapas en Rosario/12 y participó de la muestra permanente de narrativa Déjame que te cuente, del Museo de la Memoria de Rosario. Nadia Isasa no se considera escritora, sino alguien que a veces escribe y prefiere cuestionar ciertos lugares de autoría. A fines del año pasado ganó la convocatoria Baltasara en la categoría narrativa (Cuentos) con su primer libro de ficción Boab. “Si uno escribe de la mano de alguien generoso y con talento para saber lo que uno no sabe, capaz que escribir está bueno entonces”. Nadia Isasa se refiere a Andrea Ocampo y a Laura Rossi: ambas en diferentes momentos la acompañaron con taller, clínica y curaduría, en el proceso de escritura de Boab. Junto a Ocampo y Rossi y la editora Liliana Ruiz, Isasa presentará Boab el próximo viernes 20 de marzo a las 19, en Mal de Archivo, Moreno 477. “El boab es una flor de Bach que opera sobre el universo de lo fami-
liar, de la tribu, del grupo de herencia, es la forma botánica que tiene de funcionar el árbol, que los frutos caen y de ahí crecen otra vez en un nuevo ciclo”, ilustró Nadia, que practica aromaterapia desde los 25 años. “Dicen que es una flor de Australia, pero se refiere a la flor del árbol sagrado de la sabana. Las tribus africanas ancestrales hacían rituales alrededor del baobab”, agregó. Quizás el nombre sintetice un poco el espíritu de las cinco historias reunidas en Boab: la poderosa fuerza de los vínculos primeros, cultivados en la llanura, en el encierro de los pueblos en el campo. Como escribe en el prólogo la escritora española, Luisa González, Nadia en sus cuentos logra “un tono mítico que, por fortuna, profana la ficción contemporánea”. —Si no sos escritora ¿entonces qué es un escritor para vos? —Yo no soy escritora, escribo a veces. No me identifico con ese lugar. Lo que importa cuando el libro llega a manos del lector es el texto, no la persona real que lo escribió, yo estoy convencida de eso. La muerte del autor de la que habla (Roland)
Barthes, que en los claustros y en las tarimas se proclama como vanguardia, fíjate cómo se la ha careteado que seguimos queriendo ser el centro de nuestras producciones. La escritura es un bastión, y el “yo” la caga siempre. Por eso soy un poco barthesiana en eso de pensar que una vez que el libro se publicó ya no me pertenece, y soy más curiosa por saber qué les pasa a los demás con ese texto que podría llevar mi nombre como cualquier otro, porque sino, no salimos nunca del círculo de la lectura autorizada. —¿A qué te referís cuando hablás de lectura autorizada? —Yo trabajo mucho la decolonialidad, y que es para mi la clave para poder leer nuestros tiempos y de corrernos de este lugar de subalternos desde 1492 en adelante. La pedagogía de la lectura sostiene que el libro quiso decir algo, el autor quiso decir algo, entonces el lector tiene que encontrar lo que quiso decir el autor, y eso es colonizar la lectura. Porque no le da autonomía al lector en tanto instancia creativa, porque el que termina de construir el texto es el lector. Hay muchos escritores que no
quieren que la gente se apropie de sus textos, a mi me encanta pensar que puedan hacer eso con los textos que escribo, aunque por su puesto, el límite siempre es la mala leche. En mi caso, mis referentes son mis alumnos, me parece más importante lo que pasa en el aula que en cualquier otro lado. —¿Cómo trabajás la lectura en el aula o en tus talleres? — Yo doy taller de lectura y hay una instancia colectiva donde se construye un sentido. Por su puesto que primero es individual, pero cuando se comparte salen lecturas suplementarias, complementarias, idénticas o no, y eso me parece maravilloso y es todo lo que me interesa de la literatura. Y ese es mi trabajo en el aula, en este pequeño espacio llamado lengua y literatura donde leemos, pluralizar la lectura es revolucionario. Pero no porque lo haga yo, sino porque los sujetos se empoderan frente al texto, y uno sabe que cuando se empodera frente a algo, eso después se hace transitivo, porque sabés que ese gesto lo podés sostener.
—¿Lees lo que se está escribiendo en Rosario? —Sí, leo muchísimo. Tenemos re buenas poetas como Gaby Mendez y Gabby de Cicco, y narradoras como Lila Gianelloni o Laura Rossi, por dar algunos nombres. También creo que hay una crisis del escritor varón, sobre todo si tiene más de 50 años, mucha misoginia ¿no? Bueno, también está el trío que hacen Ferroggiaro, Colacrai y Núñez, ahí yo creo que hay una matriz narrativa que está funcionando. No sé si es el río o qué, pero hay una literatura rosarina, yo digo que es una magia, debe ser el río Paraná. Hay improntas estéticas que uno puede reconocer en la literatura como en lo teatral, ahí yo lo vi siempre. En la Biblioteca Argentina di un taller que tenía como eje lo geográfico, porque ahí se juegan relaciones de poder, pero no de Rosario como escenario porque para eso ya está Rosario Ilustrada que es el libro que sacó la editorial municipal, bueno. Eso es lo descriptivo, en la literatura es menos importante Rosario como escenario, que como posibilitador de una escritura. —¿Cómo ves la escena literaria local? —Está buenísimo que las escritoras y escritores de Rosario produzcan, publiquen y circulen, lo que no está bueno es que nos encerremos, que armemos ghetto. Tampoco hay que irse a Buenos Aires para legitimarse, yo lo hice por otra cosa y Buenos Aires no legitima ni al porteño. Pero me parece que tiene que circular en los espacios donde la gente se convierte en lectora que es en la escuela. Bueno, algo así era el proyecto de Fede Ferroggiaro Rosario se lee, y fue una buena idea. Como identidad local deberíamos hacer al revés, deberíamos partir de los textos locales, arrancar por lo que tenemos más cerquita —Está bien, pero la literatura de Rosario ni siquiera es objeto de estudio en la facultad —La carrera de Letras es un agujero negro, no dentro de la facultad, sino del mundo. La regentean como una lógica propietaria, y sí, hay una vacancia de literatura de Rosario. Por ejemplo, en Literatura Argentina 2 ¿Rosario no está dentro de Argentina? Esa es la lógica colonial que sigue funcionando dentro de nuestras instituciones educativas. Desde la docencia nos dimos cuenta que no nos interesaba correr esa carrera porque es improductiva, no se llega a nada, y no se juega nada del orden de lo vital. En cambio, sí se juega en una escuela secundaria, sí se juega en la primaria, sí se juega en el nivel inicial, porque estamos hablando de lectura y de lectores ¿pero dónde se forman como tales?
pรกgina 16 | sรกbado 14 de diciembre de 2019
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