Enfoque de Oriente | Edición JUL, 2018

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ENFOQUE DE ORIENTE

Edición N° 264 Julio de 2018 ISSN 2539-1984


ENFOQUE DE ORIENTE

#EDITORIAL

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El deporte

N

o sólo por la fiebre mundialista, también por la lectura y reflexión alrededor del fútbol como cortina de humo mediática ante la realidad de los territorios, nos dimos a la tarea de crear esta edición temática, en la que el fútbol es abordado desde distintos escenarios y perspectivas. Lxs colaboradorxs involucraron este tópico en sus narrativas, relacionándolo con la patria, la literatura, esta Colombia doliente, los demás países en vía de desarrollo, los ya desarrollados, la hipnosis de una copa del mundo, el fútbol femenino, las definiciones de los más pequeños… Queremos hablar del deporte, pero nos resulta un poco complejo omitir el protagonismo del fútbol, justo la actividad física y de encuentro más popular del planeta. Decir que el fútbol es únicamente un deporte es mentirle al lector, es omitir la realidad y reflejo de uno de los negocios más lucrativos del mundo. El fútbol es una industria, y si es cierta la hipótesis propuesta en el cortometraje Los guaraníes inventaron el fútbol, entonces le ha fallado a su clase; pues no es de la alta, ni de sangre inglesa, es del pueblo guaraní, la comunidad que habitó Suramérica y fue la primera en jugar a la pelota con los pies. Si es así, el fútbol prefirió ser un espectáculo a una costumbre de raíz; como lo dice Galeano: accedió a perder la magia de jugar porque sí. Y lo vemos: la gente no va al estadio para ver a personajes jugar porque sí; y los jugadores promedio no ganan 7

Directora: Mariana Álvarez López 3206720165 Gerente: Jorge Mario Álvarez 3113339481

una herramienta para la resolución pacífica de los conflictos

millones al día por jugar porque sí... es todo un espectáculo, una parafernalia que dura 90 minutos, que juega con las emociones, que hipnotiza, que domina. Ahora, si es real como lo cuenta la historia, que el fútbol es una creación más de los ingleses, acaso ¿se reconfirmará el intento de dominación de la clase alta hacia a la oprimida? El deporte tiene una particularidad: es mundial. El fútbol podríamos decir que es un lenguaje, y es universal. La apropiación del fútbol en los mismos diálogos y discursos cotidianos da paso para pensar que elimina las fronteras. Las barreras que en los escenarios “reales” son creaciones propias de los estereotipos, de la religión, los territorios, los colores, la raza, las tradiciones… - parecen disolverse. En el fútbol pocas veces se tienen en cuenta estas otras diferencias al momento de encontrarse con un par que también aviva una bandera, que canta fuertemente el himno en la cancha y que parece infartarse una vez pisa un estadio lleno para ver una final o un partido decisivo para ese futuro que parece colectivo. Está claro que no podemos omitir las riñas o discusiones que se dan en el espectro pasional que también tiene el deporte, y en términos claros el fútbol. No podemos descalificar los conflictos o guerras que causa un resultado inesperado, una falta mal pitada, o incluso un autogol (hay personajes que ya ni siquiera están para contarlo). Sin embargo, el llamado en estas letras se resume

Colaboradores: Santiago Agudelo Giraldo Lucas Rendón Muñoz Andrés Felipe Garzón Ospina Juan Esteban Zapata Navarro Buena siembra Taller Artescienza

en el reconocimiento del deporte como herramienta para la resolución pacífica de los conflictos, y no es un refrán o frase acomodada antropológica y altruista que busca consolarse en medio de un panorama tan insólito como es el del mundo, ahora y siempre; realmente hay ejemplos exitosos; en la práctica, hay casos significativos como el de Mandela, con el Rugby en África; o incluso el de los partidos por la paz, aquí no más en Granada, Antioquia. En la misma vía, para el 2002, la ONU reconoció el deporte como lenguaje universal útil para promover la paz, la tolerancia y la comprensión más allá de fronteras, culturas y religiones. Un escenario en el que resaltan valores como el trabajo en equipo, la equidad, la disciplina, el respeto por el oponente y las reglas del juego; los cuales pueden llevar a la consecución de la solidaridad, la cohesión social y la coexistencia pacífica. Ya en la guerra un bando jugó al fútbol con la cabeza de sus oponentes; ya en los estadios nos dividieron por banderas y entradas en las gradas; en el espectáculo se configuran una y otra vez los mecanismos de hipnosis; esperemos que en la sombra de lo popular hallemos un camino para la humanización de las relaciones y el encuentro con la resolución pacífica de los conflictos. Esperamos entonces que una vez abrazada y concebida esta edición, dejemos de pensar con los pies, como si la vida fuera el balón. EO

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Circulación impresa y gratuita.

Diseñadora: Laura Mesa Múnera Portada: Comparsa Hinchas por La Paz por José Alejandro Palacio Cortesía Instituto de Cultura El Carmen de Viboral

Enfoque de Oriente es el espacio para la visibilización de los textos que se publican; sin embargo, quien los escribe es el total responsable de lo que allí se dice.


#VOZPÓPULI

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Por: Erney Montoya Gallego - luiserneymg@gmail.com Comunicador social, periodista, docente universitario.

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n Argentina se dice que el fútbol no es la patria, pero es lo que más se le parece. En Colombia quizás esto presenta otros matices, pero cada vez más ocurre lo mismo que en países con mayor tradición futbolera. En los dos últimos mundiales nos hemos enfrentado a una realidad en la que la Selección Colombia nos ha convocado y ha desencadenado procesos de identificación mucho más fuertes que otros espacios e instituciones que tienen el deber de haberlo hecho y no lo han logrado. En nuestro país, polarizado políticamente, fragmentado socialmente y desunido económicamente, el fútbol -el relacionado con la Selección- se convierte en una de las escasas formas de “soldar” los pedazos de los que está hecha la nación. Pero es un pegamento temporal, efímero, que dura lo que la estancia de la Selección en un mundial, una Copa América o los dos días que se toman las celebraciones por el triunfo en un juego clasificatorio. Para los colombianos, el fútbol es fiesta. Y la fiesta es una dimensión fundamental de lo popular. Un mundial o un partido son el tiempo en el cual se ponen entre paréntesis las preocupaciones cotidianas y los dolores de patria. Quiérase o no, el fútbol se ha transformado en un momento entrañable donde muchos colombianos encuentran un sentido de pertenencia. Por eso este fenómeno es uno de los símbolos más importantes para comprender nuestra nacionalidad. Pero también está proyectando algunos aspectos negativos: el extremismo, la doble moral, el poner la culpa en el otro y evadir la responsabilidad. “El fútbol se convierte en un lugar estratégico para ubicar el sentido de lo nacional. Expresa un debate a fondo sobre el nuevo sentido de ser nación, de ser patria, que ya no está ligada únicamente a una sola identidad sino a una identidad compleja y contradictoria”, dice el comunicólogo Jesús Martín Barbero. Incluso, el antropólogo Germán Ferro se arriesga a decir que el fútbol propicia la permanencia de unas identidades mucho más sólidas y más fuertes que las que crean los partidos políticos. Sin embargo, tras la eliminación, el país vuelve a su realidad: muerte de líderes sociales, polarización política, desencuentros frente al proceso de paz, desigualdad, cultivos ilícitos, extremismo… Desde hace tiempo venimos metiéndonos autogoles, al punto que ni la lealtad a la tricolor ha servido para superar la frágil legitimidad nacional. Definitivamente, en nuestro país la construcción nacional está pegada con babas.

...este fenómeno es uno de los símbolos más importantes para comprender nuestra nacionalidad...


4 #CULTURA

Bienes

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ar respuesta a cómo se puede vivir bien puede costarnos toda la vida. Vivirlo es, digamos, la manera más pronta y veloz para dar por concluida la pregunta; y, es ese el camino que encuentra El Carmen de Viboral, sus habitantes y visitantes cada vez que llega una nueva versión del Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble, que para este 2018 celebró su versión número 23. En El Carmen de Viboral las manifestaciones artísticas y la cultura se proponen como elementos que ayudan a las comunidades a entender y reflexionar acerca de la realidad, a transformarla, y es en el teatro donde se encuentra una de las maneras de vivir bien, de la mano de aquello que parece ser ficticio pero que no puede negarse a sí mismo ser completamente real. Para esta ocasión del Festival, el tema central de reflexión en la Jornada Académica fue “Teatro, Carnaval y Memorias” en donde directores, actores y hacedores de teatro conversaron acerca de las memorias históricas, poéticas, estéticas y sociales que influyeron o están evidenciadas en sus creaciones teatrales. La exposición central fue "Cuerpos-Memorias", un proyecto que propone la exploración de las diversas formas de las memorias plásticas, sonoras, visuales, escénicas, corporales, dancísticas; lenguajes mixtos desde los cuales re-hacer experiencias vitales en acontecimientos poéticos para transformar lo vital en escénico; es una invitación a explorar los recuerdos, preguntas y necesidades expresivas de los creadores, tanto individuales como colectivas, que avivan el artista como un yo testimonial que moviliza y altera el mundo que habita, sus realidades y afecciones. Mientras tanto, el 22 de julio, El Gesto Noble habitó el Carnaval de Comparsas más grande de toda su historia. Por las calles de El Carmen de Viboral pasaron alrededor de 1.000 artistas con tambores, zancos, tocados y mazas, pertenecientes a las 16 comparsas invitadas que acompañaron las 10 propuestas creativas municipales, que a propósito contaron -desde el mes de marzo- con el acompañamiento en formación y asesoría de Ricardo Flórez, director de la Corporación Cultural Teatro del Sur (Bogotá). Así, el VII Premio Carnaval de Comparsas, ha provocado que la comunidad carmelitana se apropie cada vez más del Festival, duplicando esta vez su participación, en relación al año pasado. Además, como preámbulo al paso de las comparsas, se propuso la activación de cinco puntos de Carnaval; lugares donde confluyeron la música, los montajes teatrales y sus personajes. En toda la programación se presenciaron actos por recordar y guardar en la memoria del Municipio y de los visitantes que disfrutamos de uno de los Festivales Internacionales de Teatro más representativos del país, e incluso del continente.


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Obra de teatro A todos nos toca, del grupo Teatro Rodante (México), un retrato de la muerte como realidad, de normalización por silenciamiento y de naturaleza por la espera. Historias alrededor del desplazamiento, social y eterno, en el marco de la celebración del día de los muertos en México. Fotografía de Fabián Rendón

A propósito de conmemorar, de volver a pasar por el corazón, de recordar… para este 2018, el gesto más noble fue con la memoria y la muerte. Dos temas apartados de la agenda social y conversacional, por los temores, el pudor, la vergüenza, quizás incluso la ignorancia... ¿Qué es la memoria? ¿Qué es la muerte? ¿Cómo pensar y dimensionar dos conceptos y realidades como estas, cuando el Festival nos llena de vida? He ahí la paradoja del arte y la humanidad; he ahí el hallazgo a la inquietud de sentirnos vivos por sólo pensar en la muerte, o de encontrarnos muertos memorando la vida; pues somos los espacios, los lugares que habitamos, las emociones que aguardamos. Somos la huella de lo que ya fuimos; eso somos en su función, y eso representamos, en su significado. Somos todo lo que hemos vivido; los lugares que hemos habitado; y seremos también esos próximos a visitar. Somos tierra, polvo, cemento. Somos todo, y ojalá nunca el olvido de Héctor Abad F. Con todo eso que somos, el Festival, en alianza con la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, dedicó una honrosa y cortés invitación para reavivar los afectos particulares de un jardín lleno de quietud y grandeza; un lugar en donde la noche es serena y el silencio estalla callado: el Cementerio municipal de El Carmen de Viboral, un escenario sagrado, de vida y memoria. Allí, en insólita armonía, entre el sueño del camposanto de queridos vecinos, que también está reservado para nosotros, nos dimos cita para congregar nuestros espíritus y celebrar juntos una ceremonia silenciosa de reflexión consciente de la vida en la tierra de los muertos. En un lugar en donde se demuestra la relación que tiene el hombre con su reposo y eterno descanso, se presentaron dos grandiosas obras de teatro: “O Marinheiro” de Teatro Matacandelas (Medellín) y “A todos nos toca” de Teatro Rodante (México) . Este fue uno de los toques distintos para celebrar el sueño de la vida, mientras la muerte nos olvida, justo cuando la recordamos, la reflexionamos y la homenajeamos en su lugar más representativo, en donde aparece la memoria como un escenario más que posible para imaginarnos la vida.

Magia Verde, en crítica y reflexión alrededor de los agrotóxicos. Ganadora del VII Premio Carnaval de Comparsas 2018. Fotografía de Jhon Zapata.

El F. I. T. El Gesto Noble es organizado por el Instituto de Cultura El Carmen de Viboral y la Administración Municipal “Territorio de vida y paz”, con el apoyo de la Corporación Cultural Teatro Tespys. Además hace parte del Programa Nacional de Concertación Cultural del Ministerio de Cultura y cuenta con la vinculación del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia.


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#BIENESTAR

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Por: Valentina Martínez García, practicante de comunicación social Departamento de comunicación social Fundación El Maná 5536103 / Carrera 22 # 21 – 47, La Ceja del Tambo, Antioquia comunicacionfundelmana@gmail.com

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l fútbol es la disciplina deportiva que más atrae hinchas, la que enamora a generaciones enteras. Es la excusa perfecta para unir familias, amigos y desconocidos durante 90 minutos que se viven con la asombrosa intensidad. Maná Fútbol Club no se encuentra alejado de estos sentimientos, pues son nuestros niños, niñas y adolescentes quienes viven y respiran diariamente esta disciplina deportiva. Escuchar y leer las definiciones de cada uno de nuestros deportistas es lo que nos alienta a seguir apoyando sus sueños, porque es ahí donde la pasión y la entrega salen a flote. Por eso, queremos compartir con los lectores de Enfoque de Oriente lo que significa - para algunos de nuestros jugadores - las distintas palabras y expresiones del fútbol. Estos significados se convierten en el diccionario que nuestros maestros del balón usan dentro y fuera del terreno de juego, lugar que une a más de 11 deportistas más sus familias, amigos, hinchadas y contrincantes, quienes se entregan por el mismo objetivo: el de ser campeones.


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#DeTintayOtrosDelirios

8 Por: Luis Miguel Rojas.

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n sus años de escritor, que ya eran muchos, siempre había soñado con crear una novela en la que los personajes no fueran más que esclavos suyos, extensiones de su voluntad, y no seres con vida propia. Una novela delirante, que sobrepasara los límites de la fantasía. Una ficción tan abrumadora que pareciera real, o que incluso humillara la realidad, como lo había hecho Swift con sus diminutos liliputienses. Sin embargo, por más que lo intentaba, no conseguía darle forma en el teclado a la idea que le consumía la cabeza. Cada vez que se sentaba con la intención de escribirla, la mediocridad de los primeros párrafos lo hundía en la desesperación y lo obligaba a abandonar el proyecto, maldiciendo con vehemencia su incapacidad creadora. Quería que los personajes de su novela fueran unos individuos alienables, cuya voluntad pudiera ser manipulada con tonterías y reaccionaran de la misma manera ante los más insignificantes estímulos. Aquellos personajes debían, además, carecer de cualquier raciocinio y limitarse únicamente a realizar las actividades que les eran necesarias para la subsistencia. Por supuesto, tampoco podían tener la capacidad de rebelarse, ni de diferir entre sí, sino que todos harían parte de una masa homogénea, que habitaría un mundo del que no sería consciente. Esta población inútil —o útil, dependiendo de la interpretación que se le diera al texto—, sería manejada por un personaje omnisciente, cuya presencia metafísica fuera perceptible a lo largo de la novela, mas no manifiesta. Sería algo así como un demiurgo que dirigiera con hilos invisibles la voluntad de la masa, para manipularla a su antojo sin que ella se diera cuenta. La idea, sin duda, era extraordinaria, o por lo menos así lo pensaba él. De llegar a concretarse en un libro, su fama se dispararía como trasbordador espacial, las nuevas generaciones le reconocerían su estatus de escritor universal y la historia se encargaría de que jamás se borrara la estela de su nombre. Sin embargo, una tarde de domingo, al sentarse por enésima vez en frente del teclado e intentar plasmar la idea, la frustración volvió a apoderarse de él, echando por la borda sus ilusiones de novelista. Decidió entonces salir a tomar aire, para pasar la pena. Empezó a recorrer las calles sin tener muy fijo el rumbo, pues en su mente sólo habitaba la tristeza del proyecto fracasado. Caminando por varios lugares, se sorprendió al encontrar grandes grupos de personas que parecían hipnotizadas por los televisores. Ese día se transmitía un partido de la selección nacional, que se jugaba su futuro frente al equipo de un país que mucha gente ni siquiera ubicaba en el mapa. Los espectadores de aquel importante encuentro miraban a las pantallas con el mismo gesto, maldecían al mismo tiempo cuando Fulano se comía un gol, y brincaban y gritaban al unísono cuando la pelota se estrellaba contra la red de la portería rival. Sus reacciones eran idénticas, y parecía que

sus voluntades estuvieran sujetas a los movimientos del balón en la cancha. Entre tanto, en medio del jolgorio, rondaba silencioso el fantasma de una institución omnisciente, cuyos propietarios ni siquiera se interesaban por el resultado del partido, pues más les preocupaba ordenar los fajos de billetes sobre la mesa de su asiento en el Congreso. Observando todo esto, en la mente del hombre se difuminó casi al instante la intención de escribir la novela. ¿Para qué, si ya existía? Por más extraordinaria que fuera su ficción, jamás podría, ni siquiera por un instante, ganarle en fantasía a la realidad. Ex libris: ya que pasó toda esta fiebre futbolera del mundial, llega la hora de ocuparnos de cosas importantes que nos tocan más de cerca. ¿Cuándo es que empieza la Copa América?

Gabriel Marín

Mandamos poemas De mil colores Para su san Valentín; No comprendo Por qué nos devuelven armas Para escribir un epitafio Sobre la tumba del más humilde.


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Por: Santiago Agudelo Giraldo - Comunicador con énfasis en Cambio Social (F).

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s una tremenda casualidad que la fiesta mundial de fútbol se realice cada cuatro años, precisamente, durante las elecciones presidenciales de nuestro país; o que, más allá de esta coincidencia inobjetable, el balompié y la “pasión cafetera” sirvan de cortina para obstaculizar el interés de la opinión pública por asuntos que está, de igual modo, lejos de comprender. Deporte y política son escenarios, por mucho, diferenciables; sin embargo, para la politiquería estos se mezclan sin escrúpulos. La cuestión pasa por la capacidad de la sociedad civil para ubicarles en las esferas que le corresponden; e inexorablemente tiene que ver con la responsabilidad y el compromiso de aquellos que tienen el potencial de influenciar a la gente del común, en este caso, formulando una agenda que se configura óptima para la mediación y la unidad nacional, mientras difumina las fronteras entre el sujeto político y la emotividad y empatía propia de todo animal social. Dando un vistazo en el tiempo, durante el mundial 2014 la comunidad extasiaba con la mejor participación histórica en esta justa internacional; todos se ilusionaban hasta que un brasileño -que tiene por ídolo al Pibe Valderrama- envió un misil teledirigido que impactó al País casi como los que llovían por montones en regiones israelíes y ucranianas. En Colombia, durante este periodo, desaparecía el malestar producto del fallo en La Haya respecto a los mares de San Andrés; en La Habana era concretado el punto referente a víctimas y, como ya se ha señalado, corría la segunda vuelta de elecciones presidenciales. Era el momento preciso para que el Presidente diera un golpe de opinión que calara en las urnas entregando el pabellón nacional a los representantes de la tricolor y, luego electo, viajar a Brasil. Recursos que le

alejarían progresivamente de sus oponentes, acondicionando –él y entre muchos otros actores y factores- un panorama que impediría a la sociedad civil la vigilancia y defensa de golazos más impresionantes e históricos que la volea de James en el Maracaná. Así, pensar que los Acuerdos de La Habana representados en la figura presidencial tienen un impulso estratégico con la arrolladora campaña mediática y la buena presentación de la Selección es apenas lógico. La línea histórica que refleja la relación íntima entre copas del mundo y política es fácilmente consultable. Por señalar uno de los más casos relevantes encontramos Argentina 1978. Una alterada nación (presidida en aquel entonces por el dictador Jorge Rafael Videla –luego condenado a cadena perpetua-) celebraba consagrarse campeona del mundo en el Estadio Monumental; mientras a unas cuadras en la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina (ESMA) otros gritaban pidiendo clamor ante las eternas jornadas de detenidos, torturados y exterminados, llegando a 789 delitos de lesa humanidad por los que se han expedido históricas sentencias. De manera bochornosa se ocultaba tras “la verdadera imagen argentina” -que señalaba João Havelange (Presidente de la FIFA)- una sistemática masacre del pueblo. Posteriormente, los jugadores expondrían su profunda tristeza al ser utilizados para desviar la atención pública de tan atroces hechos, señalando enfáticamente la presencia constante del dictador en el trasegar mundialista y su total desconocimiento de lo que estaba sucediendo mientras jugaban. También, por ejemplo, la Alemania Nacional Socialista (1942), tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, no pudo ver hecho realidad el sueño de organizar una copa del mundo

que diera un rostro amistoso al país y a su líder Adolf Hitler. La misma FIFA, basada en conceptos como la diversidad, la pluralidad y la equidad (el juego limpio) no deja de ser uno de los tantos discursos que obstruyen la posibilidad de abandonar el individualismo y dar una respuesta organizada a los problemas sociales. Pero más que señalar un deporte que brinda tantas alegrías a las gentes, permitiendo el encuentro y la diferenciación, el reconocimiento, el patriotismo…-además de muchos otros valores necesarios para construirnos colectivamente-, lo que pretendo es indicar que hay una tarea por hacer: continuar formando criterio, consciencia y procesos. A la condición atomizada de la esfera de la opinión pública es necesario darle una respuesta estratégica, lo mismo que a las dificultades de medios e individuos, para conformar un escenario comunicativo que supere las coyunturas y la cobertura inmediata de sucesos. Continuar trabajando y patrocinando, pacientemente, los procesos ciudadanos, la colectivización y la movilización, y debatirse por un escenario comunicativo democrático que difiera entre lo que por naturalización nos apasiona y “afiebra” y a lo que por continuidad histórica y como sistema social nos correspondemos, seguramente brindará mayores condiciones para la convivencia entre procesos políticos y sociales junto con los escándalos mediáticos. Quizá de esta manera la agenda de un presidente electo se formule desde la base y las condiciones estructurales que lo requieren y no cumpliendo los sueños de un niño con canas jugando cabecitas en el Bernabéu –esperarían algunos, gestionando el regreso de James y la llegada de Quintero-, y luego llevando saludes como quien coordina un “cuadris” no heterosexual. EO.

#TERRITTORIO

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#CULTURA

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Por: Buena siembra

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isa en tiempos oscuros, zozobra y asesinato. Una derrota nos deja por fuera del mundial otra vez. Seguramente lo que sucederá en Colombia es un recuerdo tardío… Otra vez amenazas en la cancha; otra vez disparos en el grito del gol; como acallando estudiantes en Argentina, Chile, Venezuela, Honduras o Colombia, como ensordeciendo los corazones con pasiones desmesuradas y banderas limpias. Lo cómico en tiempos trágicos señala de una manera graciosa o cínica para esconder lo doloroso de la realidad misma. Cuando Beatriz González nos mostraba los llantos sobre metros de tela por cortar, que antes fueron cortinas de la mofa, nos dejó ver la realidad colombiana y su facilidad para pasar de lo cómico a lo trágico. No distante, los grandes caricaturistas colombianos y en especial aquel rionegrero de tiempos atrás, dibujante, poeta, amigo y suicida Ricardo Rendón, animalizaba las caras representativas y “dignas” de las bancadas políticas. En tiempos oscuros, como su gabán habitual, lanzó una tentación a la risa, casi dándole un beso a la maldad; permitía desdibujar por completo aquellos seres selváticos y demócratas. Todo esto porque si vuelve el miedo, vuelven los muertos para

hablar. La crítica con un dibujito hace polvo la máscara demagógica de los políticos de turno, los que vienen, se han ido o regresan; entonces… Reír en tiempos de cólera del nuevo presidente, de sus ministros, de la cúpula uribista (arribismo como corrección en Word). ¡Reír con ansias de vagones por pintar! Que lo sepa el mundo que recorre ese tren: “aquí sucederá este nuevo país” y estaremos en una crítica con retórica cromática, para dibujar una broma; otros escaparán en las noches para incomodar los rieles, robar la propiedad y expresar lo acallado. El poder del dibujo en burla de la realidad no es nada más que conservar ese humor y esa gracia por ver las cosas con otros ojos; esos ojos y palabras que muchos intentan silenciar. La sensación de que esto no es solo para los grandes entendidos sino para pequeños que buscan una verdad; la asimilación de las ideas y el disfrute de ilustraciones para aprender de ellas. En tiempos oscuros alguien debe brillar para hacer notar la gran sonrisa que nos quitaron, EL ARTE ES LA MANIFESTACIÓN PURA DE LA EXPRESIÓN HUMANA. Manifiesta, dice, pronuncia, señala, resiste… no dejaremos dormir la noche. Mientras duerman, estaremos buscando formas para des-dibujar la realidad.

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Km 1,5 vía La Ceja- Rionegro


Por: Juan Alejandro Echeverri. Texto también publicado en el medio de comunicación La Oreja Roja.

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l Mundial es el reloj vital de los futboleros. Cada cuatro años llega para recordarnos a los amantes del deporte rey que somos más viejos, que ya no somos los mismos, que ya no seremos

otros. Los mundiales nunca acaban. El maracanazo de los uruguayos todavía inspira a románticos y mitómanos. El gol imposible que le hizo Maradona en México 1986 a los ingleses, todavía excita. Inolvidables las madrugadas para ver sonreír al Brasil de Ronaldo, Ronaldinho, y Rivaldo en Korea-Japón 2002. Aún da congoja Alemania 2006, porque hay muchas formas de decir adiós, pero el cabezazo que Zidane le dio en el pecho a Materazzi en el Olympiastadion de Berlín fue la peor despedida de todas, la más triste, la más mítica. Las vuvuzelas de Sudáfrica 2010 siguen chirriando. Rodrigo Palacio continúa tabulando injurias y calumnias por ser mortal y fallar el gol que le daba el título a Argentina en la final de Brasil 2014. Rusia 2018 terminó y por igual se habla de lo que fue y lo que pudo ser: si Pekerman salía a la cancha con dos y no con tres volantes de marca para enfrentar a Inglaterra, la revolución del VAR, Francia y su piel africana, la gallardía de los croatas, Putin y el paraguas… los mundiales, como el fútbol, cada vez más se juegan fuera de la cancha. Los mundiales comprueban que el fútbol lo permite todo: que un africano represente orgulloso a la nación que invadió su país, esclavizó, y asesinó a sus ancestros; suspender dos horas la jornada laboral, hacer posible lo imposible; dividir, unir, inventar patrias; filosofar, putear, odiar; creer que cada cuatro años el mundo gira en otro

sentido; reiterar que las victorias y las derrotas las determina un ser sin forma y sin grupo sanguíneo comprobado; democratizar y legitimar la tristeza; esconder –exterminar si es necesario- a los mendigos; occidentalizar el comunismo, mentirle a la prensa –al mundo; ignorar lo demás –lo realmente importante, lo realmente trascendental. Para mi tiene razón Juan Tallón: “El fútbol es un universo alternativo, en el que todo es artificial, incluida la tristeza”; y también Martín Caparrós: “El fútbol es la mejor máquina de ficción que hemos inventado desde que un tal Saulo dijo que un tal Jesús había resucitado, desde que un tal Robespierre insistió en que una república da a sus ciudadanos libertad, igualdad y esas cosas”. Si podemos vivir sabiendo que cada ocho horas ocho mil personas pueden morir de hambre, podríamos vivir sin el fútbol, aunque finjamos lo contrario. Si algo caracteriza a los humanos es su capacidad para creerse sus propias mentiras. El fútbol y los mundiales son de los pocos inventos humanos que no necesitan justificación porque son injustificables. Resulta muy difícil explicar cómo nos convencieron de que si pierden o ganan once, perdemos o ganamos siete mil millones de millones; muy inútil e impopular preguntarse por qué se juega tanto en algo que define tan poco; más inútil aún tratar de entender por qué quienes más trascendencia le dan al fútbol –al mundial– son los que menos se benefician de él .Vivimos –¿vivimos? – en un mundo de extremos, de excesos. Dicen que el gobierno ruso dijo que habían invertido más de diez mil millones de dólares para realizar el mundial, es decir el dinero suficiente para alimentar por un día, tal vez por una o varias semanas, a los 1.400 millones de pobres que hay en el mundo, a las 1.400 millones de personas que gastan menos de 1,25 dólares por día. Otra vez: con el dinero que se alimenta la ilusión de gloria de millones, se podría saciar el hambre de 1.400 millones. Habrá quien descubra la lógica siniestra, los demás mientras tanto calculan los días y las horas que nos separan de Qatar 2022. Ojalá la hipnosis rusa no haya terminado demasiado tarde y nos preguntemos –ocupemos– de aquello que ignoramos cuando se juega el mundial. Tal vez sintamos la vergüenza que siente el artista “cuando da el paso atrás, mira su obra, y ve una porquería”. Tal vez cambie algo. Tal vez, porque si la pobreza, el hambre, los migrantes, las injusticias, los derechos humanos, la corrupción y el ébola movieran el dinero y las voluntades que moviliza el fútbol, tal vez no existiría

#VOZPÓPULI

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#LAPÁGINAVIOLETA

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Por: Mariana Álvarez López.

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n la edición anterior hablamos del rol de las mujeres en los medios de comunicación, y en esta ocasión es un asunto que no debe escaparse porque es la primera reflexión para tratar el tema en esta oportunidad. ¿Cuántas noticias vemos, leemos o escuchamos al día de mujeres en el deporte? ¿Cuántas mujeres tienen el mismo reconocimiento mediático y social que los hombres por regalarnos triunfos importantes en los escenarios deportivos? No pretendo responder, creo que es lo suficientemente obvio; lo que sí quiero es dejar lo anterior como tarea, incluso, como obligación: visibilizar, reconocer y elogiar a las mujeres deportistas. *** En la escritura de los textos de esta página, el género está inmerso siempre en la pregunta. En esta oportunidad queremos informar, a quienes aún no lo sabían, que está comprobado científicamente que ni en el planeta Tierra, ni en Marte, los deportes tienen género, todo corre por cuenta de los estereotipos y las limitaciones de especie y sexo que por años han sido el significante de segregación. No podemos negar que hay deportes que tienen una carga atribuida a ciertos imaginarios sociales que de inmediato se relacionan con los arquetipos, aquello de lo femenino y lo masculino, para la muestra: el fútbol. Para muchos el fútbol es un deporte masculino. Pero, Carolina es futbolista, y también es mujer. ¿Entonces? Ella dice que los deportes no tienen por requisito el género sino la pasión. Se dice que para 1893, Nettie Honeyball, una fémina activista fundó el primer club femenino de fútbol llamado British Ladies Football Club, acto con el que quería demostrar que la mujer podía y debía emanciparse, y que quería hacerlo justo en este deporte. Un año después, convocó a unas 10.000 personas para presenciar lo que se recuerda en la historia como el primer partido de fútbol femenino oficial, realizado el 23 de marzo, en Londres. Para el caso colombiano, el auge del Fútbol Femenino tuvo protagonismo 100 años después, en los 80, cuando jugadoras en el Valle del Cauca disputaban sus partidos en los parques y espacios públicos. Ya para los 90, con semejante resistencia, iniciaron los partidos interdepartamentales (con Antioquia y Cundinamarca) como deportistas aficionadas. Carolina nació en Rionegro, en el año 1995. Desde pequeña sus sueños más grandes han sido pilotar un avión, y viajar mucho -dentro y fuera del país- para representar en el fútbol femenino a la Selección Colombia. Si bien hasta ahora no ha pilotado el avión, sí que ha disfrutado el sobrevolar la vida -casi al raz de sus sueños-. El sueño de ser mujer, portar la camiseta tricolor, patear un balón y escuchar aquel himno que se

considera uno de los más bellos del mundo en cualquier parte de este planeta, es una realidad que según su pensamiento cumplió muy rápidamente. “Siempre jugaba con hombres. Cuando era niña y jugaba en la calle con niños, mi gran sueño era estar en un equipo de mujeres, sólo mujeres. Muy pronto conocí mi primer club de fútbol de salón FUTSASA (Fútbol de Salón de Sabaneta) y allí conocí a Daniela Montoya, una mujer que para mí era ya un referente en el fútbol femenino. Alguna vez me dijo que yo estaba para cosas muy grandes, que mi talento y dedicación me iban a permitir cumplir cosas que ni yo me imaginaba”. Hay promesas sororas que terminan cumpliéndose, y esa admiración y acompañamiento propia en las mujeres sí o sí tiene unos frutos importantes en la vida que termina siendo compartida. Como si las palabras de Daniela fueran proféticas, Carolina despegó haciendo parte de la Selección Antioquia (con un muy buen desempeño, por cierto). Posteriormente, para el 2012, hizo parte de la Selección Colombia Sub 17; luego, de la Selección Colombia Sub 20 en donde fue Campeona Bolivariana en Perú. Ya para el 2014, Carolina fue llamada a la Selección Colombia mayores (siendo una de las menores de su equipo) para jugar en la Copa América 2014 en Ecuador, lugar y tiempo en el que clasificaron a los Juegos Olímpicos, al Mundial de Canadá 2015 y los Juegos Panamericanos, también al norte del continente americano. En la actualidad, Carolina hace parte del Atlético Nacional. A ella nunca le prohibieron jugar con el balón para obligarla a jugar con muñecas. Aunque sí recibió como obsequios más muñecas que balones, esto nunca fue impedimento para disfrutar de eso que supo desde siempre que le apasionaba. Sabemos que la creatividad infantil no tiene precedentes ni límites. ¿Cómo jugaba Carolina fútbol con una muñeca? (y no hablo de la Barbie futbolista). Pues parece simple cuando se explica: terminaron siendo hermanas de la leyenda del cura sin cabeza; y justo cuando la única parte redonda de los cuerpos de las muñecas transitaba por el suelo, los ojos parpadeaban rápidamente marcando el tiempo con sus pestañas postizas, mientras sus cabellos se enredaban; su sonrisa pintada rodaba por el impulso de una patada y la intención de llevar una parte de su cuerpo plástico hasta lo que se había determinado como arco, todo para que Carolina cantara un golazo. Mentimos si pensamos que el presente y el futuro de una mujer futbolista es el mismo que el de un hombre futbolista, ni siquiera su pasado. Y esta premisa no es para darle atributos o desmeritar el trabajo de la una o el otro. Pero sí es una exposición histórica necesaria que en voz y experiencia de Carolina tiene una mejor explicación:


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“Pienso que el reto más importante de la mujer en el fútbol es venderle al público; es el lograr que las personas nos acompañen al estadio, compren una boleta y nos quieran ver con pasión. Los hombres llevan muchos años siendo los protagonistas, siendo elogiados, mientras las mujeres no somos tan reconocidas. No obstante, creo que es un asunto que se da paso o paso, en el que vamos mejorando. Hay que enamorar a la gente siendo ejemplo, haciendo cosas lindas en la cancha”. Y en esa perspectiva y respuesta a las expectativas, el recorrido de esta mujer en el fútbol no sólo le ha dado los triunfos en la cancha, también en su construcción personal. Carolina considera que no se puede ser una buena futbolista si primero no se es una buena mujer, y para ser esa buena mujer hay que ser aguerrida, dar la lucha. También, dice que el compromiso y el respeto son dos aptitudes para ser una gran jugadora. “Hay que aceptar nuestros errores y ser capaces de levantar la cabeza para afrontar nuevos retos. Entrenar todos los días sin importar el lugar ni la hora, sin excusas para lograr eso que quiere”. La fractura de paradigmas dada por Carolina - y finalmente todas las deportistas - aseguran que todos los escenarios son posibles para asumir la resistencia evolutiva en la historia que para este caso- exige el ser mujer. Hemos caminado y luchado por habitar espacios que antes nos eran prohibidos. Hemos confirmado que la belleza es relativa y que nuestra única exigencia estética es la de vernos y sentirnos felices; hacernos el amor todos los días de cuenta de esa mujer por la que nos hemos jugado ser. La historia nos reconfirma que para nada somos sexo débil; esta resistencia es más que argumento. Carolina la asume, la reconoce y todos los días promete ganar su lugar en la cancha, alentada por la emoción de escuchar el himno de su nación en un estadio que aún no se llena pero que promete hacerlo mientras hace sus jugadas favoritas y continúa siendo el orgullo de su familia. En el rostro de Carolina se adjuntan mil mujeres deportistas más, de Colombia y el mundo; en su camino, aprendizajes y éxitos está la respuesta para quienes aún creen que hay deportes no aptos para mujeres. Fotos cortesía, Carolina


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#NuevasManeras

de contar el deporte en la región

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a radio tiene una magia especial: permite imaginar, casi igual que la escritura. Si se quiere podemos decir que en ambos se percibe el tono de la voz, pero sólo en la radio se evidencia el timbre. Nos hemos acostumbrado a que la voz locutora en los deportes es por lo general la de un hombre que habla rápido, fuerte, que se ha entrenado en una entonación casi perfecta y posee una amplia oferta de comentarios para el momento justo y la jugada precisa. Nos hemos creído la idea de que la locución en radio es una verdad, cuando quizás a veces son sólo opiniones juntas, acumuladas, reflejo de lo instantáneo. Sin embargo, cuando no son exclusivamente opiniones de un deportista o periodista apasionado -o frustrado- suceden cosas extraordinarias, como que nos cuenten historias que en serio nos crean una realidad y que vamos trazando en la memoria, tal cual como dibujando sobre un lienzo en blanco. Ese viene siendo el encanto y el encuentro del periodista o comunicador, u orador, o aficionado, con su medio, con esa extensión de su expresión, ideas y conocimiento, en aras de que otrxs más conozcan lo que sus ojos ven o lo que su mente sabe. Hallar y plasmar las #NuevasManeras de contar lo que sucede es la tarea quijotesca de los que narran, y los que escriben, y los que viven... Como medio de comunicación nos interesa y alegra el reconocer y visibilizar iniciativas que encuentran justamente esas maneras innovadoras y sinceras de contar lo que sucede en la región, desde los distintos escenarios y perspectivas; una comunicación para el cambio, humanizadora y verdadera que encuentre en su trabajo una entrega y pasión por las historias que habitan en cada tiempo, en cada ser, en cada triunfo y en general, en todo el camino. En esta oportunidad hablamos de En Juego, un colectivo que ha encontrado en la radio y el deporte una pasión que se une con el hilo rojo, y que reúne a los distintos personajes que desde su afición por ambos asuntos- vienen contando, desde el año 2016, las historias deportivas de este Oriente antioqueño. En esta colectiva, -como lo hemos evidenciado en otras narrativas de esta edición temática- el deporte favorito en general es el fútbol, aunque reconocen que el ejercicio como programa les ha permitido enamorarse de otros deportes, los cuales dejan en alto y bien saben representar los deportistas aficionados y

alternativos de esta rica región, protagonistas de sus historias y con quienes combinan el eslogan #CadaDeporteEsUnaHistoria. Al mismo tiempo, afirman que En Juego ha sido una escuela, puesto que les ha invitado a investigar e identificar distintas disciplinas antes no reconocidas en su radar, y a la vez ampliar los conocimientos de sus aficiones o de lo que podría denominarse cultura general deportiva. “Si yo voy a hablar de atletismo y no sé cuántos kilómetros puede correr un atleta tengo que investigar. Esto viene siendo una escuela. Además, dentro de nuestra filosofía, nos hemos propuesto informar y formar, porque sabemos que es importante; y eso lo confirmamos cuando por ejemplo hablamos de un deporte convencional, vamos y hacemos un voz pópuli y nos damos cuenta de que la gente no conoce algunos detalles, incluso generales”. En Juego nace por una necesidad. Y un poco lo ilustramos ya en párrafos anteriores. En el panorama mediático, donde social e incluso teóricamente hay una sinonimia de la comunicación como 4to poder, somos testigos de la homogeneización de los contenidos, de las historias, de la vida… Parece que todos los medios tuviesen las mismas formas - e incluso palabras - para nombrar lo que sucede; parecen negar aquella razón de que existen múltiples verdades, porque existen múltiples miradas; y como públicos, nos hemos creído esa mentira de que los medios tienen la verdad, nos han mentido diciendo que tienen la última palabra. Hemos concebido la idea de que la noticia es la madre del periodismo, que la gesta lo insólito, lo trágico, la coyuntura. Como ciudadanos se ha instalado en la memoria la premisa de que lo nuevo pocas veces se halla en la alternatividad, en los medios comunitarios, en los programas nacientes, pasionales, todo porque la neutralidad debe ser la protagonista, porque cuando escribimos o narramos debemos desprendernos de cualquier emoción, porque es pecado cuando el lector u oyente es testigo de un sentimiento expreso por el emisor… Es todo lo anterior una falacia, y por eso En juego es una necesidad, porque la noticia, la comunicación, las historias, no están exclusivamente en los triunfos, también en las derrotas, en los caminos y carreteras destapadas, llenas de piedras.


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ENFOQUE DE ORIENTE

“Nuestro compromiso es contar sueños y proyecciones de personajes que están en el deporte, que son aficionados y se proyectan o no en este escenario”. En Juego.

Como testigo está Miguel Aguirre, deportista de la región, quien alguna vez les compartió su gusto por el proyecto por su diferenciación con otros medios de comunicación con énfasis deportiva; pues En Juego no sólo entrevista sus triunfos o sus estadías en el extranjero, siempre están en contacto y recibe buenos deseos para su camino, presente y futuros pasos. Este proyecto pluraliza los rostros, se convierte en la oportunidad para que sus oyentes se conecten o reflejen en otras historias, para que conozcan la riqueza deportiva que habitan estas montañas del Oriente de Antioquia y que han escondido los propios medios locales. “Es increíble que los medios locales cuenten las historias nacionales; y resulta insólito no porque éstas no sean importantes, sino porque están desconociendo y reemplazando las historias locales -esta riqueza deportiva que poseemos- por la historia de un Falcao o un James[...] Hay medios en los que todas las semanas hablan de la liga de fútbol y por allá en unos instantes comentan los pequeños triunfos en otros deportes, van al aire con una entrevista de 5 minutos y sienten que cumplieron con informar…”. Los medios de comunicación deben ir más allá del renombre. Todos los días son aptos para hacer las cosas mejor que la vez anterior. No podemos avalar la instantaneidad de las historias como si las pasiones fueran un asunto espontáneo que no merece atención suficiente; como si lxs humanxs fuéramos sólo cifras o medallas de oro, plata y bronce.

Hasta el momento, En Juego viene siendo uno de los medios oficiales de algunos eventos deportivos en la región; los institutos de deporte de distintos municipios han tenido la oportunidad de contar con su talento y ampliar el espectro informativo y formativo alrededor de sus iniciativas deportivas; hace poco fueron incluso el medio oficial de una de las clásicas de ciclismo de Colombia realizada en El Carmen de Viboral. Y no paran, como si su carrera fuera justamente una de ciclismo, estxs muchchxs no dejan de pedalear; aunque también parece que el proyecto es una partida de ajedrez, y no pierden la calma, caminan rumbo a mover sus fichas para hacer un jaque mate. Igualmente, En Juego, en su analogía con el fútbol, y el anhelo de ser el Fox Sports o ESPN del Oriente, estando en medio de la cancha esperan a que el árbitro dé la señal… minutos más tarde celebran sus goles -recordando todos los partidos ya jugados-, llevándose así el triunfo ante los medios de comunicación deportivos y tradicionales, después de 1 de hora de emisión y casi 2 años de entrenamiento. En el marco de esta edición temática deportiva, informó para la región el personal de Enfoque de Oriente donde encontramos #NuevasManeras de hacer periodismo y desde donde nos reportamos #EnJuego. EO


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#VOZPÓPULI

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“Lo que no se soluciona pasando página, se soluciona cambiando de libro” Autor desconocido Por: Alberto Álvarez

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l ser humano en su desarrollo social mantiene contradicciones evidentes en las resulta difícil explicar por qué razón las mantiene, y además las soporta y reproduce como algo natural. Una de ellas, de permanente presencia, es la toma de conciencia. Se entiende ésta como el hecho de disponer de una información, confrontarla con la realidad que se vive, aceptarla como cierta y actuar con base en ella. Es decir, ser consecuente y coherente entre un conocimiento y una práctica. Un ejemplo claro se presenta cuando el esclavo sabe de su condición de sometimiento y degradación, pero no actúa para despertar y buscar su liberación. No tiene conciencia de su condición. Debe cambiar el libro. Lo más importante es que la toma de conciencia recubre todos los aspectos de nuestra vida; a la vez que el no tomar conciencia se evidencia en distintos escenarios. En lo afectivo: la continuación en relaciones de parejas dañinas, poco funcionales. En lo laboral: la omisión en búsqueda

de nuevos trabajos cuando el actual nos contagia de un ambiente perjudicial. En la salud: la perpetuación de los malos hábitos alimenticios y su causa y efecto en nuestro cuerpo. En la política: el continuo apoyo a los responsables de los principales males que nos aquejan. ¿Qué hacer entonces? Ubicarnos, reflexionar; decidir racionalmente quienes somos y qué queremos, y actuar en coherencia con esa definición. Desprendernos de aquello que nos afecta, pues de nada nos sirve saber qué es lo que nos perjudica y aún así permitir que se repita, que sea nuestro patrón de error, de incoherencia. Y para todo lo anterior, existe pues una alternativa: tomar conciencia, esto nos permite que el criterio, la libertad y la coherencia acompañen la causa, las decisiones y reflexiones; repela la manipulación y nos enruta en un rumbo propio.


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ENFOQUE DE ORIENTE

Por: Daniela Correa Vélez Estudiante de Comunicación Social

¿Qué nos puede decir el videoclip de los lugares que habitamos?

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on la expansión de las industrias culturales en el mundo, hablar de este formato audiovisual -por excelencia publicitario- se convierte en un tema de interés para entender las transformaciones que surgen desde las sociedades. Considerado un artefacto cultural, este nos da la posibilidad de ver las construcciones de imaginarios e identidades que empiezan a surgir como consecuencia de la relación entre lo global y lo local. Su nacimiento se da en los años setenta, gracias a una transformación de la industria del entretenimiento y la tecnología, la cual lo llevó a convertirse en una herramienta fundamental para vender la música y a los artistas que por aquella época estaban surgiendo (especialmente en el campo del rock y el pop, música predilecta de los jóvenes en aquel tiempo). Sería a inicios de los años ochenta y principios de los noventa, donde el video musical tendría su momento de auge. La creación de MTV en 1981 como primer canal exclusivo para la emisión de estos productos audiovisuales, impactó a millones de hogares durante las décadas; posteriormente, con la llegada de YouTube en el 2005, el videoclip encontraría una plataforma que le permitiría a cualquier persona del mundo crear y publicar su propio contenido, dando como resultado un cambio en la forma de consumo de las piezas audiovisuales. #OrienteVisual es la continuación de #OrienteSonoro, en el cual logramos identificar la riqueza musical que se tiene en el Altiplano del Oriente antioqueño. El análisis de la música y las letras nos dejaron como resultado que el impacto que tiene este tipo de productos no se agota en lo literario; es así, como el videoclip se nos presenta como un medio para vender artistas, y a su vez, como una herramienta de comunicación que se conecta con una esfera del significado, pues transmite sentidos, configurando poco a poco la mirada y perspectiva de los habitantes sobre su entorno. El videoclip es híbrido y cambiante por naturaleza; sus influencias y contexto lo relacionan directamente con la sociedad posmoderna, en donde la velocidad es un factor importante de la cotidianidad. Si vamos más allá, podemos ver la manera en que convergen lo propio y lo ajeno, encontramos que nuestras influencias sociales y culturales ya no están permeadas por las tradiciones y costumbres del lugar en el que nacemos y vivimos, ni por la familia, la escuela o el trabajo… por el contrario, nos reconocemos en otros espacios, propios de la hibridación cultural que ha ido disolviendo las barreras de identidad; y es ese acercamiento de territorios y personas el que nos hace sentir como parte de cualquier lugar del mundo. Es importante mencionar que son los jóvenes los mayores consumidores de dicho formato; es en ellos en donde se refleja el cambio de una cultura a otra. Las herramientas tecnológicas les han dado la posibilidad de crear sus propios contenidos; es por ello que, los artistas emergentes que surgen por fuera de las industrias del entretenimiento, y para el contexto del Oriente antioqueño, pueden crear y compartir su música o videoclips con el país y el mundo, producciones en las que impregnan sus visiones acerca del lugar en el que viven y de aquello fuera de su entorno. Finalmente, vale la pena pensar y mirar los lugares que habitamos desde otras narrativas y escenarios; maneras como la música o el videoclip, dan cuenta de otras alternativas para contar historias, la cotidianidad; reconocer el pasado y hablar del futuro. Detectar estas #NuevasManeras nos dará la posibilidad de entender las transformaciones que se vienen dando en el territorio del Oriente antioqueño.


Planeamos, construimos y soĂąamos el desarrollo de nuestros territorios


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