Revista de Cine Pez dorado Nº 4

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REVISTA DE CINE | AÑO 1 | NÚMERO 4 | NOVIEMBRE-ENERO 2013

Holy Motors ¿La conjura de un necio? La cabaña del terror Una polémica de terror Cloud Atlas Es una nube, no hay dudas Dossier Favio: ¿Cantante grasa y cineasta cool o todo lo contrario? Escenas: Aquello que un día nos hizo temblar de alegría Encuesta: Los previsibles versus los exquisitos Más estrenos: Argo 007: Operación Skyfall El Hobbit: Un viaje inesperado Curvas de la vida Looper: Asesinos del futuro Mátalos suavemente et al.


PEZ DORADO El que sostiene el espinel: Luis Polo Los que cortan el bacalao: Francisco Abelenda Victoria Ceccotti Rosario Salinas Lápiz y tijera en mano: Victoria Ceccotti Pinturitas en mano: Edgar Piñeiro Corte y confección: Rosario Salinas Tirando anzuelos: Francisco Abelenda Daniel Alaniz Santiago Armas Soledad Bianchi Natalia Cortesi Laura Cozzo Micaela Garuzzo Felipe González Germán González Sosa Bruno Gorgone John Lake Oscar Mainieri Luciano Mariconda Ana Monsell Aldo Montaño Joaquín Pedretti Edgar Piñeiro Florencia Polo Luis Polo Nahuel Rodriguez Acosta Rosario Salinas Martín Stefanelli Sebastián Yablón Jeff Zorrilla Email Pez dorado: redaccion.pezdorado@gmail.com Editor responsable: Francisco Abelenda

EDITORIAL: El saber del cuatro Hemos aprendido con Ángel Faretta que el número cuatro simboliza un saber que se ha adquirido, incluso más allá de la voluntad. Ese saber proviene de la confluencia de los números anteriores que, con el cuatro, se enlazan en un nudo, quizás indestructible. Sin el número cuatro de Pez dorado estaríamos, en este momento histórico, mareados por tanto cine, tanta música y tanta literatura. Sin este número mágico que ha conectado nuestro recorrido, estaríamos deambulando en un universo simbólico sin demasiadas coordenadas. Es que cuatro son también los puntos cardinales, claro. Y así la revista Pez dorado sigue sus andanzas en el mundo editorial. Este es además un número de fin de año y los fines de año son momentos en que todo parece quemarse para renacer. Aparecen en las revistas y los diarios innumerables balances y recordatorios de lo ocurrido. ¡Detestamos eso! Nosotros tratamos de escapar, metiendo la cabeza en el barro del fondo del río. O leyendo poemas, mirando películas, cantando sobre las canciones grabadas, escribiendo críticas de cine. Y recurrimos a Eugenio Montale cuando ya no hay nada que hacer y todo parece tan vano. He contemplado desde la luna, o casi, el modesto planeta que contiene filosofía, teología, política, pornografía, literatura, ciencias manifiestas o arcanas. En él está también el hombre, y yo entre éstos. Y todo es muy extraño. Dentro de pocas horas será de noche y el año terminará entre explosiones de champán y de petardos. Quizá de bombas o de algo peor, mas no aquí donde estoy. Si uno muere a nadie le importa con tal de que sea desconocido y lejano. Este poema, Final del 68, que parece descolgado aquí y ahora, nos hace creer que las palabras son importantes («Le parole sono importanti!» gritaba Nanni Moretti en Palombella Rossa). Por esto también seguiremos haciendo Pez dorado, porque el cine es importante y las palabras que pretenden explicar esa contemplación también lo son. Y nosotros tenemos las nuestras. Este número se ocupa de los estrenos que han sido valiosísimos y también de la filmografía de Leonardo Favio, que se murió y a todos nos importó. Hicimos un pequeño dossier con las escenas más memorables del 2012. Y también presentamos nuestra bizarra lista de las mejores películas del año. No faltó la polémica, sobre todo alrededor de La cabaña del terror, esa película que para algunos redactores (para la mayoría) ha sido sublime y para otros (poquitos) es la nueva avanzada del Mal. La serie se ha completado y nuestro pez nada ya por aguas profundas a velocidad constante. Cada tanto da un salto ostentando su majestuosidad y su modestia. Si esto es posible.


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Contenido Ripeo

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Holy Motors por Rosario Salinas

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Holy Motors por Jeff Zorrilla

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Holy Motors por Florencia Polo

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Encuesta

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F Holy Motors por Natalia Cortesi F Encuesta F

Short Cuts

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Introducción por Francisco Abelenda

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Argo por Natalia Cortesi

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50/50 por Luciano Mariconda

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Batman: El caballero de la noche asciende por Nahuel Rodriguez Acosta

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20 Tournée por Francisco Abelenda

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20 La invención de Hugo Cabret por Jeff Zorrilla

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Bel Ami, historia de un seductor por Laura Cozzo

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Prometeo por Rosario Salinas

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22 Batman: El caballero de la noche asciende por Luciano Mariconda 22 El campo por Oscar Mainieri

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23 El dictador por Sebastián Yablón

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23 Looper: Asesinos del futuro por Bruno Gorgone 24 Diario de un seductor por Rosario Salinas 24 Tom Cruise por Bruno Gorgone

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25 Juegos de muerte por Luciano Mariconda 25 Gatúbela por Bruno Gorgone

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Prometeo por Natalia Cortesi

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La chica del dragón tatuado por Luciano Mariconda

28 Los ilegales por Laura Cozzo

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28 Los Muppets por Bruno Gorgone

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26 Misión: Imposible - Protocolo Fantasma por Luciano Mariconda 26 La araña vampiro por Aldo Montaño

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F noviembre | enero 2013 Pez dorado 3


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F Los vengadores por Santiago Armas F Cosmópolis por Rosario Salinas F

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La cabaña del terror por Luciano Mariconda

29 Los descendientes por Rosario Salinas 29

Lo nuevo

34 La cabaña del terror por Santiago Armas

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36 La cabaña del terror por Francisco Abelenda 38 Argo por Bruno Gorgone

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F 007: Operación Skyfall por Felipe González F

40 007: Operación Skyfall por Oscar Mainieri 44

46 El Hobbit: Un viaje inesperado por Rosario Salinas 47 Curvas de la vida por Sebastián Yablón 49 Curvas de la vida por Florencia Polo 51

Frankenweenie por Luis Polo

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52 Looper: Asesinos del futuro por Bruno Gorgone

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55 Looper: Asesinos del futuro por Nahuel Rodriguez Acosta 56 Jack Reacher por Santiago Armas 57

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Ralph, el demoledor por Luciano Mariconda

59 Mátalos suavemente por Jeff Zorrilla

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62 Despedida de soltera por Germán González Sosa 64 Magic Mike por Luciano Mariconda 66 Tres por John Lake

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68 Cloud Atlas: La red invisible por Germán González Sosa 70 Cloud Atlas: La red invisible por Micaela Garuzzo

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Escuela Normal por John Lake

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Gricel. Un amor en tiempo de tango por John Lake

Festival de Cine 4 + 1

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Festival de Cine 4 + 1 por John Lake

Dossier Leonardo Favio

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Introducción por Edgar Piñeiro

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F El amigo por Soledad Bianchi F

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87 Crónica de un niño solo por Luis Polo

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89 Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más… por Natalia Cortesi 91

Este es el romance… por Joaquín Pedretti

F El dependiente por Martín Stefanelli F Juan Moreira por Edgar Piñeiro F

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95 El dependiente por Oscar Mainieri 97 99

101 Nazareno Cruz y el lobo por Germán González Sosa 103 Gatica el mono por Francisco Abelenda 105 Aniceto por John Lake

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La historia agrega que, antes o después de morir, se puso frente a Dios y le dijo: «Yo, que tantos hombres he sido en vano, quiero ser uno y yo». La voz de Dios le contestó desde un torbellino: «Yo tampoco soy; soñé el mundo como tú soñaste tu obra, mi Shakespeare, y entre las formas de mi sueño estabas tú, que como yo eres muchos y nadie». Jorge Luis Borges, «Everything and nothing», El hacedor

»Rosario Salinas«

Fragmentos de un caleidoscopio Holy Motors Director: Leos Carax Intérpretes: Denis Lavant Edith Scob Kylie Minogue Eva Mendes Michel Piccoli País de origen: Francia | Alemania Duración: 115’ Año: 2012

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odo comienza con una imagen en blanco y negro: figura (un hombre desplazándose), fondo y movimiento. Esta imagen que parece venir desde los orígenes del cine es justamente parte de los experimentos pre-cinematográficos de Etienne Jules Marey. La cámara gira 180° y enfoca a un público que está dormido. Como espectadores estamos a punto de ser despertados por el introito en el que Leos Carax actúa el papel de un soñador que despierta y que al atravesar un bosque de papel, en pijama, nos hace entrar en un teatro. Podríamos inferir, tal vez, que es un sueño del propio director y que, como en un rito de iniciación, decide conducirnos a través de su ensoñación, ya que es él quien descubre ese pasaje que lleva a una platea, quien tiene esa extraña llave que abre la puerta y quien nos instituye en el lugar de la mirada. Nosotros, cómplices de su voyeurismo, no sólo nos asomamos al ojo de la cerradura sino que nos convertimos en el espectador, en el sujeto que objetiva a Carax y a su mundo actuado a través de Denis Lavant (quien con una gran ductilidad corporal va dando a cada personaje el tono y el registro emocional preciso). En una actitud que celebra el cine, las múltiples historias que se cuentan en Holy Motors, toman características distintas: las de un melodrama, un film noir, una comedia, un musical. Esta enigmática película, hecha de imágenoviembre | enero 2013 Pez dorado 5


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nes y poesía, plena de metáforas, signos y símbolos, está construida a base de bellos «gestos» y es por eso que de su interpretación deberá hacerse cargo cada uno, ya que las lecturas pueden ser tantas como espectadores. Narrar mi punto de vista al respecto sería hablar sobre mi propia subjetividad, de modo que dejo a cada uno la tarea y el goce de darle a estas imágenes legibilidad (en el sentido de ser el instrumen-

fealdad donde otro experimenta una sensación de belleza; y cada uno debería conformarse con su sensación sin pretender regular la de los demás». Dejo a la ortodoxia decidir si esto es cine o no lo es. En lo que a mí respecta, hizo que mi mente fuera atravesada por una sensación de asombro y de ese asombro brotaran preguntas y más preguntas. Luego de las secuencias iniciales aparece

to que media entre el ver y el interpretar). en pantalla el inclasificable Monsieur Oscar, En la superficie hay una serie de reflexiones alguien que juega a ser otro las veinticuatro acerca de la actuación, del arte, del cine, de horas del día. En ese transcurrir, su cuerpo los cambios tecnológicos, un homenaje a es habitado por una serie de arquetipos. En distintos directores. Y más allá de la superun viaje fantasmal, atraviesa una París alguficie, un tono melancólico, pesimista, connas veces plena de luz, otras de oscuridad, firmado en los créditos finales por la moviéndose en una limusina conducida dedicatoria a su compañera Yekaterina «La belleza no es por Céline, una enigmática mujer, quien Golubeva (fallecida recientemente) y una cualidad de lo transporta mientras lleva a cabo sus por la imagen de su propia hija Nastya las cosas mismas: «misiones». Monsieur Oscar actúa y Golubeva Carax despidiendo a su pa- existe tan sólo en la vive una irrealidad con más fuerza que dre desde una ventana en una de las mente del que las la misma realidad. Encarna primero a primeras escenas. Todo esto configura contempla». un banquero en cuya piel amanece, un conjunto hecho de retazos, de frag- David Hume un hombre que habla del dolor de los mentos, como esos pequeños objetos otros, de armas y guardaespaldas; lueque son reflejados por espejos y producen go, a una vieja clochard 1 que, encorvada, la magia dentro de un caleidoscopio. 1 David Hume en Ensayos morales, políti Traducciones como «vagabunda» o «pordiosera» resultan insuficientes para comprender exactacos y literarios resalta lo subjetivo en la mente el significado del término utilizado, pero concepción de la belleza y nos incita a no Cortázar lo describe y define de manera clara: «… pretender imponer nuestros conceptos, un clochard desembocaba de una calle transverdiciéndonos que «La belleza no es una sal, con una botella de vino tinto saliéndole del bolsillo, empujando un cochecito de niño lleno cualidad de las cosas mismas: existe tan de periódicos viejos, latas, ropas deshilachadas y sólo en la mente del que las contempla y mugrientas, una muñeca sin cabeza, un paquete cada mente percibe una belleza distinta. de donde salía una cola de pescado…». Puede incluso suceder que alguien perciba Cortázar, J. Rayuela, Barcelona, Bruguera, 1988. 6 Pez dorado noviembre | enero 2013


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pide monedas con un discurso escéptico que repite «Durante años y años todo lo que he visto son piedras y pies… nadie me quiere… Me temo que nunca moriré» mientras a su alrededor la gente camina sin prestarle atención y una hermosa pareja de novios se saca fotografías: el contraste entre la belleza y la fealdad, entre el porvenir y la ausencia de cualquier futuro. En tercer lugar encarna a un trabajador enfundado en

mismo devorar flores, dinero o los dedos de la asistente de un director de publicidad que está filmando un spot y pretende reclutarlo para una escena tipo «La Bella y la bestia». Finalmente, «la bella», la modelo (Eva Mendes), es secuestrada por Monsieur Merde, que la lleva consigo a lo subterráneo: lo que sucede en ese mundo es por lo menos insólito. En el quinto evento se mete en la piel del

un traje de captura de movimiento, quien padre de Angèle, una adolescente tímida a en un momento es un guerrero de kendo quien le proporcionará un cruento castigo y en otro se involucra con una partenaire viniendo de alguien que, como él, juega en una danza que es un simulacro sexual, a ser otro todo el tiempo: ser ella misma. transformada a través de la técnica digital Pero un momento realmente deslumbrante en la unión entre dos bestias imposibles de es el que aparece bajo el título de «Intercatalogar. valo»: en un increíble plano secuencia Después de cada actuación, Monsieur Monsieur Merde es y en el rol de un músico, Monsieur OsOscar vuelve a la limusina extra larga un personaje con un car toca en un acordeón el tema «Let convertida en su camerino: suntuosa ojo de vidrio, uñas my baby ride» en una iglesia desierta por fuera, una factoría por dentro, monstruosas, largas y, de la nada, se le suman otros músiescenario de sus múltiples transfory sucias, con un cos logrando un movimiento lírico en maciones. En la cuarta secuencia, tal traje de pana verde un crescendo vertiginoso. vez la más impactante –grotesca y y que emerge desde Los dos siguientes episodios son surrealista–, se convierte en ese ser las alcantarillas en bastante confusos, la realidad se va subterráneo que es Monsieur Merde, un cementerio. enrareciendo pero, parafraseando a un personaje con un ojo de vidrio, Hölderling, podríamos decir que allí uñas monstruosas, largas y sucias, un tradonde hay desconcierto nace también el je de pana verde y que emerge desde las resplandor. Monsieur Oscar muta en la piel alcantarillas en un cementerio. En su recode un asesino, en el sexto evento (con una rrido golpea a un ciego, le saca el bastón y puesta en escena realmente impactante) lo hace caer, fuma histriónicamente, habla es Alex y tiene la misión de matar a Theo. en una lengua indescifrable y va comienPero Alex y Theo son dos caras de la misdo flores que encuentra en tumbas sin ma moneda y en un juego de espejos son nombre pero con inscripciones que dicen dos personajes asesinándose mutuamen«Visite mi site». A Monsieur Merde le da lo te y transfigurándose uno en otro como noviembre | enero 2013 Pez dorado 7


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muestra la imagen cenital de dos cuerpos prácticamente idénticos desangrándose. Tanto es así que no queda claro cuál de los dos es el que vuelve a la limusina, pero al fin y al cabo no importa porque ambos son Monsieur Oscar. En el séptimo episodio, utilizando nuevamente una vuelta de tuerca, nuestro artífice en el papel de un personaje con una máscara roja (más propia de un espectáculo sadomasoquista)

en sus estudios sobre la mirada nos ha enseñado que uno se constituye como sujeto a través de la mirada del otro. Entonces, ¿qué sucedería si no hay espectadores? El octavo evento es un melodrama en el que Monsieur Oscar interpreta a un moribundo en su lecho de muerte acompañado por su sobrina. El noveno episodio es el que ocurre en el escenario de las tiendas Samaritaine.

asesina a un banquero que, casualmente, La limusina se detiene a causa de una es el personaje en cuyo cuerpo amaneció. discusión de Céline con otro conductor. Esta confusión de alguna manera echa luz Mientras esto sucede, los dos autos quesobre lo que estamos viendo: un escenario dan paralelos y de pronto Monsieur Oscar con múltiples actores jugando diversos pareconoce a la pasajera. ¿Quién es? Indupeles, lo que explica que los muertos que dablemente alguien que emerge de un Céline rescata gocen de buena salud y no pasado compartido y con quien entabla lleguen tarde a los próximos eventos. una conversación y deciden pasar media Intercalado entre estos dos episodios hora en el edificio. Dos viejos amigos asistimos a una interesante conver¿La belleza? Dicen que se reconocen tras sus disfraces. sación en la limusina: el encuentro de que está en el ojo Jean (interpretada por Kylie Minogue) Monsieur Oscar con «el hombre de la del espectador… le pregunta si ese es su pelo, a lo que el mancha de nacimiento», que no saactor (aún en el ropaje del moribundo) bemos quién es ni qué hace, pero nos daresponde con un «todavía no»; a su vez, él mos cuenta de que está al tanto de todas le pregunta por sus ojos y ella le contesta las «misiones». que son los de una azafata viviendo su — ¿Qué es lo que te hace seguir siendo última noche. El clima es muy nostálgico, Oscar? contribuye a ello el escenario del suntuoso — La belleza del gesto. edificio mezcla de art deco y art nouveau, — ¿La belleza? Dicen que está en el ojo del que está camino a transformarse en un espectador… hotel de lujo, pero que en ese momento — ¿Y si no hay espectadores? muestra innumerables partes de maniEl propio Carax (en las imágenes iniciales quíes: brazos, piernas y cabezas tirados en ese cine o teatro) se hacía eco de esta por el piso, como cuerpos desmembrados. afirmación acerca de la belleza. El tema de El episodio se convierte en un musical la intersubjetividad desarrollado por Sartre cuando Jean canta la canción «¿Quiénes 8 Pez dorado noviembre | enero 2013


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éramos?» (especialmente compuesta para la película), una llamativa pregunta para unos personajes cuya naturaleza parece ser sólo existir como un reflejo en la pupila del espectador, seres que pueden reconocerse a sí mismos como muchos y ninguno. Tras el final no del todo imprevisto para este evento, Monsieur Oscar vuelve a su limusina totalmente conmovido. Ya es medianoche y él necesita del poder de sanación de la risa y del alcohol. Curiosamente, vuelve a aparecer una imagen de los experimentos sobre el movimiento de Marey. Luego, la cita pautada entre Céline y Monsieur Oscar: «Mañana a la misma hora». Quizás debamos preguntarnos dónde estacionan las personas como Céline o Monsieur Oscar: todo hace pensar que su hogar es la representación. Y así es como Monsieur Oscar se sumerge en su último evento del día, una casa en donde lo esperan su mujer y su hija en la forma de dos chimpancés. Y Céline, con una máscara como la que usara la misma actriz en Los ojos sin rostro (Les yeux sans visage, 1960) de Georges Franju, hace una pausa hasta el próximo evento. Pausa vedada para Monsieur Oscar. Es que como dice Borges en «Everything and nothing»: «Nadie hubo en él; detrás de su rostro (…) y de sus palabras, que eran copiosas, fantásticas y agitadas, no había más que un poco de frío, un sueño no soñado por alguien».

Como rulo de estatua Jeff Zorrilla

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a tecnología avanzó tanto como disminuyó la censura desde que Juegos de placer (Boogie Nights, Paul Thomas Anderson) causó un escándalo en 1997 con la escena final de la pija de goma, grande y fláccida de Mark Wahlberg. Holy Motors nos obsequia una chota dura y elaboradamente detallada cuya única prueba de falsedad es la falta de vida propia por la que ese miembro es notorio. El amigo se mantiene perfectamente erecto en frente de la supermodelo Eva Mendes tanto cuando está semidesnuda como cuando está envuelta en una burka casera. A pesar de esta falla, el equipo de maquillaje creó una pija que duramente podrá ser superada.

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»Florencia Polo«

¿Quieres ser Leos Carax?

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ay muchas películas que no he visto actor, un monje, un caballero, un guerrero, aún, pero que me las imagino. No un asesino. vi Y el mundo marcha (The Crowd, Azorados y absortos como ovejas sin King Vidor, 1928). Tampoco Los ojos sin rospastor, los acompañamos en su día de tratro (Les yeux sans visage, Georges Franju, bajo, mientras Monsieur Oscar realiza el 1960). Pero jamás me podría haber imagiritual de sacarse el maquillaje lentamente nado Holy Motors. No es la temática lo que entre cita y cita, y Céline lo cuida. Vemos la hace tan desconcertante, ya hemos visto el Puente Alejandro III, el cementerio de de todo en la pantalla. Un ser que vive inPère-Lachaise. Justo cuando nos estamos finitas vidas, que muere reiteradamente en aclimatando aparece el entreacto: un interun solo día; un hombre, todos los hombres. valo musical con una banda de acordeones Esto no es algo realmente extraordinario dentro de la Iglesia Saint-Merri. Después para el cine. Pero Holy Motors es sin dudas seguimos el viaje a través de los vidrios un film extraordinario. El arte es el tey las luces de neón de la limusina. Ya rreno de lo posible, pero hace mucho Realmente es de noche y la próxima cita es en que no veía lo posible llevado al límite experimentamos los Le Fouquet’s y después el Ritz, pero como lo hizo Leos Carax. bordes, los límites cuando, comodísimos, pensamos que Sería temerario explicar el contenido de lo posible en ya entendimos todo, entramos a La de la película, pero lo que vemos es al una sala de cine: Samaritaine (sobre la Rue de l’Arbre saltavidas Monsieur Oscar (interpre- un hombre casado Sec) y también vemos el Pont Neuf y tado por Denis Lavant) y a su chofer con un chimpancé, Notre Dame. Exhaustos ya, otra saly amiga Céline (Edith Scob) recorrer máscaras, una tavidas y amor del ¿pasado? de Monuna París más intencionalmente bella legión de motores sieur Oscar (Kylie Minogue) se manda que nunca en una impecable y hosagrados, motores un musical a lo Bailarina en la oscullywoodense limusina blanca (símbolo que hablan. ridad (Dancer in the Dark, Lars von de poder, dinero, decadencia y en Trier, 2000). A partir de ahí realmente este caso ¿espiritualidad?). Parecida a la experimentamos los bordes, los límites de que aparece en Cosmópolis (David Cronelo posible en una sala de cine: un hombre nberg, 2012), a diferencia de la limusina en casado con un chimpancé, máscaras, una la que Eric Packer buscaba filosóficamenlegión de motores sagrados, motores que te llegar a cortarse el pelo, toda frialdad hablan. y tecnología, la manejada por Céline es Volvemos a estar tan anonadados como el camerino de la especie de San Marcel en el principio. Somos tan frívolos que Marceau que es Monsieur Oscar, un primer el limbo tiene forma de coche de lujo. noviembre | enero 2013 Pez dorado 11


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En Manual de cine para pervertidos (The Pervert’s Guide to Cinema, Sophie Fiennes, 2006), Slavoj Žižek dice que para entender el mundo de hoy necesitamos del cine porque sólo el cine nos proporciona esa dimensión que no podemos enfrentar o confrontar en la vida real: si se quiere ver lo que es la realidad, más allá de la realidad propiamente dicha, hay que mirar ficción cinematográfica. A través de este

vale la pena reproducir. La presencia constante de detalles que aparentan ser decisiones subjetivas del momento, habla más de los límites del hombre que de los del arte, y es el mayor signo de libertad artística de la película y, más aún, de su director. La primera secuencia del film lo tiene como protagonista. Se despierta en una lyncheana habitación de hotel (paredes suntuosas, una foto de un zeppelín, cubrecamas de

viaje alucinado recibimos una shockeante dosis de realidad. Y la experiencia cinematográfica por excelencia. Pero ¿qué es lo que hace de Holy Motors una experiencia desconcertante? Su creador. Es un film anárquico, en el que parece haber un alto grado de ventura en lo que vemos, es un delirio parecido al de los sueños, como si Carax pensase que son lo único que realmente nos pertenece porque no son reproducibles y, por ende, lo único que

raso), se escucha el sonido de barcos y gaviotas pero de una fuente artificial. Una de las paredes tiene un pequeño orificio que él descubre de inmediato y que atraviesa con un dedo-llave-artefacto a lo Cronenberg. Alguna vez alguien me dijo que el cine comienza cuando aparece un elemento que rasga el continuum de la realidad. Esta introducción es como una tesis: lo que verán es un homenaje, lo que verán es el cine, lo que verán es a Leos Carax.

TALLER DE LECTURA E INTERPRETACIÓN EL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO Docente: Lic. Oscar Mainieri

ALFRED HITCHCOCK | STANLEY KUBRICK | INGMAR BERGMAN | WOODY ALLEN | LUCRECIA MARTEL CELIAP (Centro de Lingüística Aplicada) celiap.com.ar

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»Natalia Cortesi«

¿Dónde van las limusinas cuando duermen?

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ueno, alguna vez me tenía que excentricidades para llamar nuestra atenpasar. Después de la página en ción o hacer que nos preguntemos por un blanco, el mayor miedo del crítico significado que probablemente no exista. es descubrir, mientras escribe, que la peToda la pasión por el cine que parece lícula que creía adorar le parece una porexudar, no es tal; los espectadores, no es quería o viceversa. Y acá estoy yo, que que no existan como se pregunta M. Ossalí tan contenta del cine después de mi car, es que están dormidos, pero porque primera visión de Holy Motors, pregunno hay nada para ver. tándome qué cuernos estaba pensando ¿Qué es esto que brilla en la pantalla, endespués de la segunda. tonces? Poco más que una colección de En la primera escena, antes de que nos imágenes deslumbrantes, poco más que embarquemos con Monsieur Oscar (Denis un tour de force para Denis Lavant, poco Lavant) en su limusina, un personaje (inmás que un desfile de chistes internos, terpretado por el director Leos Cajuegos con el género y reflexiones rax: algo que, según lo que sucede a Toda la pasión por pretendidamente ingeniosas sobre el continuación, podemos suponer tiene el cine que parece estado del cine, la vida posmoderna algún importante significado, pero exudar, no es tal; los y el trabajo del actor. Una vez descume inclino a pensar que es un gesto espectadores, no es bierto el truco, ya no vuelve a funciode pura megalomanía) se despierta, que no existan como nar. Una lástima, porque el potencial se levanta de la cama, espía por un se pregunta M. –y la potencia– de algunas partes de agujero en la pared de su habitación Oscar, es que están esta película (la belleza visual de la y luego abre una puerta secreta que dormidos, pero captura de movimiento, el episodio de conduce a una sala de cine. La sala porque no hay nada los acordeonistas, los recorridos por está repleta pero todos los especta- para ver. París de noche, el impecable final de la dores están dormidos, inmóviles. Este secuencia de gángsters) se desperdipersonaje, aún en piyama y acompañado cian en una seguidilla de imágenes bellas por su perro, entra en la sala y mira a su que harán las delicias de quienes gustan alrededor. Desde lejos vemos a un bebé de coleccionar screenshots. gateando por los pasillos; luego, un perro Y el final, ah, el final. En Cosmópolis (Daenorme en recorrido similar. vid Cronenberg, 2012), Eric Packer se Cuando uno mira a través de los agujeros preguntaba adónde iban las limusinas al en el bonito empapelado de Holy Motors, terminar el día. Triste manera de saber la descubre que no hay nada. Sólo algunas verdad.

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Encuesta El orden natural de las cosas 1 Un reino bajo la luna de Wes Anderson

Las pelíc

ulas más

votadas p

or Pez d

orado

2 Argo de Ben Affleck 3 Los Muppets de James Bobin 4 La araña vampiro de Gabriel Medina 5 La invención de Hugo Cabret de Martin Scorsese 6 Los Vengadores de Joss Whedon 7 Tournée de Mathieu Amalric 8 Un método peligroso de David Cronenberg 9 Misión: Imposible - Protocolo Fantasma de Brad Bird 10 Cosmópolis de David Cronenberg 11 La separación de Asghar Farhadi 12 J. Edgar de Clint Eastwood 13 El puerto de Aki Kaurismäki 14 Frankenweenie de Tim Burton 15 Las aventuras de Tintín de Steven Spielberg 16 Caballo de guerra de Steven Spielberg 17 Peter Capusotto y sus tres dimensiones de Pedro Saborido 18 Drive: Acción a máxima velocidad de Nicolas Winding Refn 19 Elefante blanco de Pablo Trapero 20 Los descendientes de Alexander Payne 21 Batman: El caballero de la noche asciende de Christopher Nolan 22 Essential Killing de Jerzy Skolimowski 23 007: Operación Skyfall de Sam Mendes 24 Los juegos del hambre de Gary Ross

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Prometeo de Ridley Scott El chico de la bicicleta de Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne Infancia clandestina de Benjamín Avila La chica del dragón tatuado de David Fincher

Fueron muy vota

das también

Con menos consenso

Abrir puertas y ventanas de Milagros Mumenthaler Ted de Seth MacFarlane 75 habitantes, 20 casas, 300 vacas de Fernando Domínguez Tierra de los padres de Nicolás Prividera Enter the Void de Gaspar Noé Los tres chiflados de Bobby Farrelly y Peter Farrelly El Topo de Tomas Alfredson Tenemos que hablar de Kevin de Lynne Ramsay La traición de Steven Soderbergh Looper: Asesinos del futuro de Rian Johnson Espejito espejito de Tarsem Singh El último Elvis de Armando Bo Proyecto X de Nima Nourizadeh Comando especial de Phil Lord y Chris Miller Madagascar 3: Los fugitivos de Eric Darnell, Tom McGrath y Conrad Vernon Ruby, la chica de mis sueños de Jonathan Dayton y Valerie Faris El Sorprendente Hombre Araña de Marc Webb Los indestructibles 2 de Simon West El origen de los guardianes de Peter Ramsey Norberto apenas tarde de Daniel Hendler

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What? Where? Who?

Los perpetradores John Lake

50/50 de Jonathan Levine

Aldo Montaño

A Roma con amor de Woody Allen

Felipe González

Buscando un amigo para el fin del mundo de Lorene Scafaria

Francisco Abelenda

Cornelia frente al espejo de Daniel Rosenfeld

Laura Cozzo

Dredd de Pete Travis

Aldo Montaño

El artista de Michael Hazanavicius

Micaela Garuzzo

El campo de Hernán Belón

Oscar Mainieri

El extraño Sr. Horten de Bent Hamer

Luis Polo

El guardia de John Michael McDonagh

Felipe González

El Hobbit: Un viaje inesperado de Peter Jackson

Edgar Piñeiro

El ministro de Pierre Schöller

Martín Stefanelli

El otro fútbol de Federico Peretti

Felipe González

El rascacielos latino de Sebastián Schindel

Laura Cozzo

Gricel, un amor en tiempo de tango de Jorge Leandro Colás

Ana Monsell

Historias cruzadas de Tate Taylor

Felipe González

Hombres de Negro 3 de Barry Sonnenfeld

Germán González Sosa

La carrera del animal de Nicolás Grosso

Jeff Zorrilla

La casa Emak Bakia de Oskar Alegria

Laura Cozzo

La dama de hierro de Phyllida Lloyd

Luis Polo

Las nieves del Kilimanjaro de Robert Guédiguian

Ana Monsell

Los ilegales de John Hillcoat

Laura Cozzo

Los amores imaginarios de Xavier Dolan

Nahuel Rodriguez Acosta

Locos por los votos de Jay Roach

Natalia Cortesi

Marley de Kevin Macdonald

Jeff Zorrilla

Mátalos suavemente de Andrew Dominik

Jeff Zorrilla

Montenegro de Jorge Gaggero

Luis Polo

Néstor Kirchner, la película de Paula de Luque

Germán González Sosa

Novias Madrinas 15 Años de Diego Levy y Pablo Levy

Natalia Cortesi

Parapalos de Ana Poliak

Soledad Bianchi

Secretos de estado de George Clooney

Felipe González

Siete psicópatas de Martin McDonagh

Soledad Bianchi

La fuerza del amor de Luc Besson

Nahuel Rodriguez Acosta

Todo queda en familia de Rajko Grlic

Florencia Polo

Un dios salvaje de Roman Polanski

Oscar Mainieri

Valiente de Mark Andrews y Brenda Chapman

Germán González Sosa

Viaje 2: La isla misteriosa de Brad Peyton

Daniel Alaniz

Recibieron s ólo 1 (un) vo to

35 rhums de Claire Denis

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Short cuts La fugacidad y la memoria La función del cine como arte de la fugacidad y la memoria quedó desplazada desde hace tiempo por avances tecnológicos como el videocassette y más recientemente por Internet y Youtube. En las reuniones cinéfilas se solían hacer listas de películas, filmografías de tal o cual director, pensar en los mejores y peores actores, todo en base a los recuerdos. Pero, sin dudas, lo mejor de esas reuniones era reconstruir escenas que habían quedado grabadas en detalle en la memoria desde lo fugaz del instante cinematográfico. Como si uno las hubiese vivido o tenido el privilegio de estar ahí, en ese momento sublime esculpido en el tiempo. Entonces sólo podíamos apelar a lo que recordábamos. Estuve pensando en qué escenas del 2012 me llegaron más al corazón y se convertirán para siempre en escenas inolvidables. Hubo muchas, claro. Si bien este año pudo no haber sido tan rico en películas extraordinarias, lo fue seguramente en escenas memorables. Desde Ted, el osito, diciendo la mejor frase del año mientras estaba secuestrado por un perverso, hasta un par de momentos solemnes de Freud desmayándose frente a Jung en Un método peligroso, tuvimos de todo. Aquí están, entonces, algunas de las mejores, peores, llamativas y absurdas escenas del año 2012 para los redactores de Pez Dorado.

Short

cuts

Por Francisco Abelenda

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Short cuts

Argo | Director: Ben Affleck | País de origen: EE.UU. | Año: 2012

Mentime que me gusta Por Natalia Cortesi Que el cine es una mentira que nos inventamos para sobrevivir mejor al mundo, ya lo sabemos hace rato. Que en 1980 la CIA haya simulado el rodaje de una película de ciencia ficción en Irán para rescatar a 6 norteamericanos que lograron escapar de una toma de rehenes pero no podían salir del país, le da otra dimensión al asunto. Que esta historia real haya esperado 22 años para convertirse nuevamente en cine es toda una sorpresa, y Affleck la lleva a cabo con gracia. Todo es creíblemente falso en Argo: las barbas y la ropa retro, el vestuario futurista de la falsa película, los clichés sobre la industria del cine y sobre todo el aspecto retro del fílmico, logrado según dicen mediante la técnica de filmar en película normal, cortar los cuadros a la mitad y agrandar esas imágenes al 200% para que se llenen de grano (además de copiar movimientos de cámara de Todos los hombre del presidente y de The Killing of a Chinese Bookie). Gracias por mentirnos, Mr. Affleck. 50/50 | Director: Jonathan Levine | País de origen: EE.UU. | Año: 2011

Sólo Dios sabe cuánto amé Por Luciano Mariconda Anna Kendrick es la ilusión de un futuro ideal. Es la vida que uno desea, la compañía que se sueña en el comienzo de la madurez. Simboliza la estabilidad de una pareja para luego casarse, tener hijos y morir al lado de esa persona que elegimos para siempre. Todo esto escondido en su rostro, su voz, su sonrisa. Y ella es un personaje importante de 50/50, un film que está mejor de lo que se podría suponer. Si es una gran película es porque elimina cualquier posibilidad de ser una historia de Hallmark para contar un relato con honestidad y sin caer en golpes bajos. Hay dos escenas que todavía recuerdo. La primera es la confesión del protagonista (Joseph Gordon-Levitt) a su psicóloga (Kendrick): «Cómo me gustaría que fueras mi novia». Pocas veces el cine ahorró tan bien las palabras para decirlas con sencillez, emoción y sinceridad. Es un momento único, en el que cada letra está articulada con una armonía mágica y perfecta. La otra secuencia es todavía más poderosa. Posiblemente porque no tiene diálogos. En los últimos minutos, ella aparece en la casa del protagonista con una pizza para cenar. Y uno siente que todo está ahí, en el marco de la puerta que encuadra su pequeño físico (1,52 metros). A partir de ese momento sabemos dos cosas: este es el mejor final posible pero también el comienzo de una relación maravillosa. 18 Pez dorado noviembre | enero 2013


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Batman: El caballero de la noche asciende | The Dark Knight Rises | Director: Christopher Nolan País de origen: EE.UU. | Reino Unido | Año: 2012

Un final reaccionario Por Nahuel Rodriguez Acosta Quizás, la mayor decepción del año haya sido Batman: El caballero de la noche asciende, el cierre de la trilogía. En la segunda parte de la saga, la mirada social que trascendía a un personaje y se jugaba a opinar de la realidad en la película de un superhéroe, parecía ser una movida interesante para reformular las bases del género. La incomodidad de ese final, de tener que sacrificarse ante una realidad apabullante, tenía una lectura más difícil que la del simple ocaso de un héroe. Esa caída, esa opresión, le hablaba directamente al espectador y del espectador. Un film realista. El halo de pesimismo, la conciencia del momento y la línea obscura de sus antecesoras, en esta tercera parte se vendieron al sistema. Y se vendieron de la forma más puritana posible. La excelente primera mitad de la película, en la que la construcción de los personajes, la violencia y el planteo de la necesidad social de cambiar el presente estimulaban la parte anarquista del cerebro del ciudadano modelo, se diluye en una decisión. No hay un plano más desconcertante. La idea utópica, transgresora, la de la refundación de la metrópolis desde la base (que era la columna vertebral desde Batman inicia), es tirada a la basura en un sólo plano. Bane. Quizás el más violento de todos los villanos a los que se enfrentó Bruce Wayne. Bane, el líder del movimiento. Bane, el personaje que humanizaba la temática de esta tercera parte. Bane muere fuera de campo. Y esa decisión significa mucho más que una formalidad estética. La soledad autosuficiente (Batman inicia), la ambigüedad (Batman - El caballero de la noche) y la anarquía (Batman: El caballero de la noche asciende), verdades incómodas para el debate que nos debemos, son vencidas por el conservadurismo. El gen nacionalista surge de la nada, el alma del ciudadano americano, correcto, pacato, foco de análisis tácito hasta el momento, revive para aleccionar al espectador. Para evangelizarlo, para decirle que todo va a estar bien. Un optimismo que había estado ausente, un amor a la bandera por sobre todas las cosas, la figura del sacrificio (humano) por el bien general anula y dispara el deshacer en 15 minutos lo que se había tardado 640 en construir. Ese plano que no dura nada, pero que desata la bajada de línea, fue la decepción del año. La revolución fue curada a tiempo.

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Tournée | Director: Mathieu Amalric | País de origen: Francia | Año: 2010

Encuentros que no serán Por Francisco Abelenda En la mejor película del año, Joachim (Mathieu Amalric, que además de protagonizarla también la dirige) viaja a París desde una ciudad francesa del interior para resolver asuntos que conciernen a su compañía de burlesque, la troupe más maravillosa que recuerde el cine (hay otras, es cierto, tal vez mejores incluso, pero ninguna con los ojos y la mirada de Mimi Le Meaux). Joachim hace una parada para cargar nafta en una estación de servicio y somos testigos de un encuentro momentáneo entre dos personas que podrían haberse amado. Detrás del vidrio de la caja de la estación de servicio está la cajera (con todo lo que puede dar Aurélia Petit) y pagando la cuenta, Joachim. Hay miradas, un corto diálogo, seducción mutua, una interrupción y finalmente, coronados por una canción que se corta abruptamente, cada uno se irá por su camino probablemente para no volver a cruzarse jamás: como en la escena de Ojos bien cerrados (Eyes wide shut, Stanley Kubrick, 1999) que jamás vimos porque estará por siempre en fuera de campo, en la que Nicole Kidman y un oficial cruzan miradas para no volver a verse, o alguna mirada furtiva de Anne Hathaway en El casamiento de Raquel (Rachel getting married, Jonathan Demme, 2008). Son pocas las escenas en las que un cineasta nos regala el recuerdo de que la vida es así, una interminable sucesión de encuentros que no serán.

La invención de Hugo Cabret | Hugo | Director: Martin Scorsese | País de origen: EE.UU. | Año: 2012

La mayoría de edad del 3D Por Jeff Zorrilla Bueno, supongo que estaba destinado a suceder pero felicitaciones a Martin Scorsese por llevar su famosa toma de Buenos muchachos (o la toma de Vértigo o la toma de Tiburón, esas en las que la cámara hace zoom al mismo tiempo que se mueve para atrás, creando un efecto extraño en la profundidad de campo) al 3D. La maniobra nos muestra que el 3D no tiene que ser un truco, que se lo puede utilizar de formas innovadoras para la re-conceptualización del espacio en una escena, incorporando múltiples campos en un plano como lo intentó Orson Welles hace ya tantos años. Así que Marty, felicitaciones por tu continua lucha por la innovación técnica. Ahora, si pudieras volver a contar historias cautivantes, sería genial.

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Bel Ami, historia de un seductor | Bel Ami | Director: Declan Donnellan, Nick Ormerod | País de origen: Reino Unido | Francia | Italia | Año: 2012

À nous deux maintenant! 1 Por Laura Cozzo Bel ami, historia de un seductor es la historia de Georges Duroy, un joven arribista que, gracias a su atractivo físico y a su audacia sin límites, conquista las esferas más altas de la sociedad parisina de fines del siglo XIX. En la escena final, Duroy contrae enlace con una riquísima heredera, la hija del propietario de un influyente diario de la capital francesa. La joven luce radiante, felicísima; él, completamente apático, con un dejo de orgullosa soberbia en su mirada. Consagrada la unión, la cámara acompaña a este desleal seductor desde el altar, a su paso, nos encontramos con las tres colaboradoras que lo posicionaron en ese lugar de poder: Virginie Walter, la madre de la novia (de luto, desfalleciendo, como si cada segundo fuera una estocada para su débil corazón ingenuamente seducido y abandonado); la intrigante Madeleine Forestier (que permanece sentada entre todos los presentes de pie, contemplándolo estupefacta, como quien no sale de su asombro); y finalmente la bonita Clotilde de Marelle (al final de la fila, sonriente, sin poder apartar de él sus ojos amantes, en su papel de la que todo lo perdona). Y Duroy deja a las tres bellas atrás, sale del brazo de su flamante fortuna, digo, esposa, a la que la cámara ya olvidó, para concentrarse en el rostro iluminado de él, que sueña con las puertas que no cesarán de abrirse a su paso. Prometeo | Prometheus | Director: Ridley Scott | País de origen: EE.UU. | Año: 2012

Buscando un álter ego Por Rosario Salinas En Prometeo, David, el androide, mira Lawrence de Arabia (Lawrence of Arabia, David Lean, 1962) en una enorme pantalla de TV. Allí, T. E. Lawrence apaga un fósforo entre sus dedos y William Potter trata de imitarlo con resultado adverso. A su quejido de dolor y a la pregunta de cuál es el truco para apagarlo sin que duela, Lawrence responde «El truco, William Potter, está en que no te importe que duela». Encontramos luego a David tiñéndose el pelo para parecerse a T. E. Lawrence y tratando de imitar el tono y la pronunciación de Peter O’Toole mientras repite «The trick, William Potter, is not minding that it hurts». T. E Lawrence y David: dos personajes inadaptados, insolentes y con mucho conocimiento. «¡Ahora nos toca a nosotros dos!»: frase final de la novela Le Père Goriot de Honoré de Balzac.

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Batman: El caballero de la noche asciende | The Dark Knight Rises | Director: Christopher Nolan País de origen: EE.UU. | Reino Unido | Año: 2012

Golpe al corazón Por Luciano Mariconda Película decepcionante si se tiene en cuenta la enorme expectativa que generó. Si no es la obra maestra que muchos esperaban es porque contiene aquello que se le critica siempre a su director: ese maldito afán por excederse en todo. Sin embargo, tiene una secuencia excelente. La primera pelea entre Batman y esa pura maldad –casi sobrenatural– llamada Bane provoca un extremo desconsuelo. Desde el comienzo sabemos que todo va a salir mal. El mérito radica en la genial construcción de la puesta en escena: un héroe literalmente encerrado es obligado a pelear contra un rival mucho más poderoso que él. La ausencia de cualquier acompañamiento musical hace que sólo se escuchen los gritos de impotencia del protagonista, tratando de ser lo que alguna vez fue. Todo esto enmarcado por un ambiente casi expresionista que aterroriza de sólo pensar en él. La brutal caída del ídolo duele tanto porque –según la filosofía de esta saga– podría ser cualquiera de nosotros. Sí, luego Batman asciende y el villano muere: se cumple el orden clásico de la lucha entre el bien y el mal. Pero es una resolución algo pesimista porque la justicia no alcanza para sobreponernos a aquellos oscuros y angustiantes minutos.

El campo | Director: Hernán Belón | País de origen: Argentina | Año: 2012

Vade retro Satán Por Oscar Mainieri Lejos de la intención cómica, la lógica que rige en Elisa (el personaje que interpreta Dolores Fonzi) hace que hasta el clímax del film se la pase rechazando a una mujer mayor, la vecina y ex casera de la casa en el campo a la que va a vivir con su marido (interpretado por Leonardo Sbaraglia) y su hijita. La anciana con buenas intenciones –que son malinterpretadas por el estado de turbación que padece Elisa– primero se introduce en la casa sin avisar, después intenta regalarle un cachorrito a la hija y llevarle una planta de acelga como señal de buena vecindad. En todos los casos, Elisa reacciona desproporcionadamente, como si en esa mujer viera a un súcubo que amenaza la integridad del vínculo que tiene con su hija y su marido. El espectador anticipa, cada vez que ve aparecer a la pobre mujer, que será ahuyentada por la inestable y joven madre, lo que produce un inesperado efecto cómico dada la reiteración de la actitud. 22 Pez dorado noviembre | enero 2013


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El dictador | The Dictator | Director: Larry Charles | País de origen: EE.UU. | Año: 2012

Roundy or Pointy? Por Sebastián Yablon El único comediante que no cayó bajo el efecto Judd Apatow es Sacha Baron Cohen. Por «efecto Apatow» uno se refiere a esas malditas comedias ombliguistas sobre el «coming of age» en treintañeros o en jovencitos demasiado inteligentes, y a su hermano mogólico, el mumblecore; divertidas en principio, insoportablemente pontificadoras en los últimos tramos. Si hasta Seth MacFarlane en Ted (2012) parece Capra. Y el antídoto a Capra, su revés maldito, Preston Sturges, es –salvando muchas infranqueables distancias– Sacha Baron Cohen (y antes de que alguien putee, tenga presente que no dije Lubitsch). Vulgaridad servida con tanta sutileza que parece ejercitar un salto lleno de gracia sobre las convenciones de aquel otro humor «incorrecto» pero profundamente conformista y blando. Hay una escena en la que Cohen (o Sacha o Baron) ejercita el deadpan humor, detiene el ritmo acelerado (y tedioso) del cine hollywoodense para sostener un debate escolástico con su «jefe de programa nuclear y procurador de mujeres» sobre los diferentes efectos de una bomba de uranio dependiendo de si su punta es «redondita» o «puntiaguda», con sesudas y meditadas referencias a films documentales («research films») como los del Professor Bobeye («Popeye») o los efectos de una detonación sobre el maxilar del pato Lucas. Pero como es complicadísimo escribir sobre la comedia, y presuponiendo que estas líneas no convencieron a nadie sobre qué hace a esta escena, aunque sea mínimamente, destacable, transcribo su magnánimo colofón, el reclamo del dictador sobre el desarrollo de su programa nuclear y sobre el estilo informal del actual presidente Iraní Mahmud Ahmadineyad: «¡Hasta Ahmadineyad tiene armas nucleares! ¡Y parece un soplón de División Miami! ¿Se moriría si usara una corbata? ¿Es que todos los días es «Casual Friday» en Irán?». Looper: Asesinos del futuro | Looper | Director: Rian Johnson | País de origen: EE.UU. | China | Año: 2012

Laceraciones en el tiempo Por Bruno Gorgone Si la mutilación lleva implícita la sangre y el dolor, en Looper: Asesinos del futuro se gambetea al gore para instalarse en el padecimiento psicológico. De ese modo, sin una gota de sangre, se alcanza la mejor y más efectiva de las torturas al ver cómo desaparecen partes de tu cuerpo adulto mediante la mutilación de un joven yo del presente. noviembre | enero 2013 Pez dorado 23


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Diario de un seductor | The Rum Diary | Director: Bruce Robinson | País de origen: EE.UU. | Año: 2011

Entre somorgujos y chotacabras Por Rosario Salinas Con reminiscencias de Capusotto (Pizzería Los hijos de puta) y de Eustaquio (el personaje de Tabaré: un paseante solitario de áreas suburbanas que solía ser abordado por unos negrazos enormes de mirada libidinosa y ojos sanguinolentos) se desarrolla la escena en la que dos norteamericanos, Kemp (un periodista) y Sala (su fotógrafo) deciden ir por bebida y comida al «Café de los Cabrones», en un Puerto Rico expoliado por el imperio, donde los lugareños odian justificadamente al invasor. Perseguidos por los parroquianos y la policía, terminan encarcelados después de tratar de huir en un pequeño y destartalado auto, mientras Kemp arroja llamaradas de fuego por su boca producidas por la combustión de un ron mal destilado. Finalmente logran que otro personaje interesado en utilizar la cobertura del periodista para hacer negocios irregulares los libere pagando una fianza. Pero las desventuras con el pequeño auto siguen: ha sido casi desarmado, le faltan las puertas y el asiento delantero, y mostrando «gran imaginación» Sala decide sentarse en el asiento trasero y llevar a Kemp sobre sus piernas para que pueda de este modo manejar el auto, uno sentado sobre el otro. Con problemas de peso sobre el eje, el auto va produciendo un movimiento de sube y baja, una especie de traqueteo que nos hace imaginar lo que la elipsis narrativa nos ahorraba en el caso de Eustaquio. Mientras, Kemp pregunta qué pasa y Sala le responde: «De pronto me di cuenta de cuánto me gustas».

Placenta joven Por Bruno Gorgone Tom Cruise envejece en slow motion y dos películas sirven de muestra. Tanto en La era del Rock (Rock of Ages, Adam Shankman, 2012) como en Misión: Imposible - Protocolo Fantasma (Mission: Impossible - Ghost Protocol, Brad Bird, 2011) se pasea sin camiseta de acá para allá. Pero lo que más jode es que la cancherea, porque a sus declarados 50 años te enrostra los abdominales marcados. ¿Para qué, Tom? Decime para qué. Si yo te banco desde Negocios riesgosos (Risky Business, Paul Brickman, 1983), donde bailabas y te pavoneabas pero con camisa y soquetes puestos. Y ahora, a esta altura del partido, me salís con esto. ¡No había necesidad! Porque al exhibirte gratuitamente en cuero, una vez que mi mujer logró despegar sus ojos de tu esculpido abdomen, luego del suspiro y la mirada de resignación hacia su cónyuge (o sea yo), después de todo eso, siguieron varios meses de dieta que duran hasta ahora. Andá a cagar, Tom. 24 Pez dorado noviembre | enero 2013


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Juegos de muerte | The Collection | Director: Marcus Dunstan | País de origen: EE.UU. | Año: 2012

Un psicólogo, urgente Por Luciano Mariconda Pasan cosas rarísimas en esta secuela de El juego del terror (The Collector, Marcus Dunstan, 2009). Un personaje amenaza a otro con un arma para que entre a un hotel abandonado en busca de una joven que ha sido secuestrada. El hombre apuntado conoce el lugar porque ya ha estado allí y ha podido escapar. Se niega rotundamente a entrar. El otro le retruca que sí, que lo guíe. Y en vez de haber una discusión, un intento de huida o simplemente un mínimo momento de indecisión, el personaje accede y se introduce en el lugar. Extraña rapidez, pero bueno, el otro está con un arma y es quien decide. Pero más adelante pasa algo similar: la chica secuestrada se encuentra con otra cautiva y le dice que tienen que escapar. La chica primero se niega y a los cinco segundos (literalmente) acepta huir. ¿Qué sucede con los personajes de esta película? ¿Realmente no pueden mantener una postura? ¿O es que el director quiere ir siempre a los bifes y no enroscarse en innecesarios minutos de intercambio oral? Posiblemente sea esto último, fundamental para el cine «cabeza», que lleva la cámara a la carne y a la sangre sin importarle nada más. Ah, después vienen los problemas: exceso de gore mal filmado, mal editado y todavía peor fotografiado, pero (admitirlo me da algo de vergüenza) bastante divertido. ¿Si me gustó? Primero, al igual que los personajes de este film, tengo que resolver qué pasa con mi autoestima y después les digo.

Michifuz 2.0 Por Bruno Gorgone Si un amigo suyo se está por casar, si vino su jefe del extranjero o si tan sólo pretende agasajar a un parroquiano, no lo dude más. Ahuyente de sí los pensamientos espurios de conjurar a las meretrices de turno, guarde el rubro 59 en el bajo mesada, busque el celular, llame a Anne Hathaway, dígale que se venga vestida de Gatúbela y asunto resuelto. Es que Hathaway le imprime a Selina Kyle la sexualidad que el personaje amerita y que su antecesora en el rol, Michelle Pfeiffer, no pudo darle. Eso, sumado a su mirada siempre insinuante, que parece invitarnos todo el tiempo a concretar nuestras fantasías, hacen de esta Gatúbela un felino al que dan ganas de domesticar.

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Misión: Imposible - Protocolo Fantasma | Mission: Impossible - Ghost Protocol | Director: Brad Bird | País de origen: EE.UU. | Emiratos Árabes Unidos | República Checa | Año: 2011

Amor y miedo Por Luciano Mariconda La escena más esperada de la película. Y no sólo es la mejor, sino que además funciona como un pequeño ensayo sobre el miedo en el cine. Brad Bird, a fuerza de cámaras que parecen caer al vacío, genera tensión y pánico. Y no sólo muestran la magnitud del edificio que el agente Ethan Hunt debe escalar, sino también el sufrimiento de estos personajes. La sensación de peligro se traslada al otro lado de la pantalla: contagia al espectador de la extraña magia de sentir placer por lo que se está viendo pero también temor por el destino del protagonista. Claro, a Tom Cruise no le pasa nada (se debe salvar, porque así lo requiere la historia y porque así lo deseamos) pero recién estamos seguros de esto cuando lo vemos respirar con alivio. Aunque ahora lo neguemos, por un momento creímos que algo realmente malo podía sucederle. Y ese momento se transforma en una huella que no vamos a poder extirpar con facilidad. El cine nos dio un susto, de esos que no se van con el tiempo.

La araña vampiro | Director: Gabriel Medina | País de origen: Argentina | Año: 2012

No me dejen solo esta noche Por Aldo Montaño Hace unos días, en un entorno familiar, vi Titanic (James Cameron, 1997) de a pedacitos. La escena en la que Leo DiCaprio cuida a Kate Winslet escarchado bajo un cielo lleno de estrellas me hizo acordar al ultra noventoso e hiperestilizado video de «Tonight, Tonight» de los Smashing Pumpkins, y también a una de las escenas del año: Martín Piroyansky, encapuchado y antorcha en mano, espantando a los fantasmas de Jorge Sesán, que tirado a un costado chilla como un nene pidiendo que lo cuiden, que no lo dejen solo. Esta secuencia de La araña vampiro comienza con algunos planos cerrados para luego cambiar a uno general, de ese estoy hablando, en el que, mientras la música aumenta, vemos la imagen partida y hermosa; con el oscuro de la montaña por debajo sosteniendo a los personajes, y arriba, sí, una noche estrellada como telón de todo. Piroyansky se vuelve el ángel de negro de Sesán, viejo sensei que luego de interpretar, hace ya más de una década, en Pizza, birra, faso (Adrián Caetano, 1998) y Okupas a sendos maestros de la calle, ahora yace empantanado en su locura y decadencia, dependiendo de un adolescente que espadea al aire envalentonado por no tener futuro ni nada que perder. Antes y después, mares y montañas, hielo y fuego de dos escenas que se juntan en el brillo de la noche más larga y en el corazón de aquellos a los que no les importa morir. 26 Pez dorado noviembre | enero 2013


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Prometeo | Prometheus | Director: Ridley Scott | País de origen: EE.UU. | Año: 2012

Parirás con dolor Por Natalia Cortesi El sudor corre, el vientre late y el cuerpo se contorsiona, la respiración se agita. El rostro de la mujer reúne todo el pánico posible y transpira la indescriptible sensación de llevar algo vivo en su interior. Y ese algo reclama salir al mundo con urgencia, así que la mujer corre, cayéndose al suelo del dolor, toda inminencia, hacia la sala de operaciones. Todo sucede rápido y sin pausa para el alivio: los gritos, las inyecciones, la incisión que abre la carne y revela el interior del cuerpo, la extracción de ese ser vivo que respira por primera vez y se retuerce berreando desesperado ante el contacto con el mundo exterior. Sólo una cesárea más, si no fuera porque todo transcurre en una nave espacial; la sala de operaciones es una cápsula futurista para auto-cirugías; y lo que finalmente pare la pobre Elizabeth Shaw es un monstruito repulsivo y viscoso, que chorrea fluidos inmundos y no para de crecer, amenazando con matar a su doliente madre. La mejor escena de Prometeo no existiría si en el futuro las chicas recordaran tomar la pastilla del día después.

La chica del dragón tatuado | The Girl with the Dragon Tattoo | Director: David Fincher | País de origen: EE.UU. | Suecia | Noruega | Año: 2011

Los infiernos Por Luciano Mariconda Durante este año hubieron finales excelentes: los últimos minutos fordianos de Caballo de guerra (War Horse, Steven Spielberg, 2011), la secuencia del aeropuerto de Argo (Ben Affleck, 2012), el plano del cerezo de El puerto (Le Havre, Aki Kaurismäki, 2011). Sin embargo, uno de los mejores es el de La chica del dragón tatuado. ¿Por qué? Porque Fincher muestra lo que es realmente este film: un durísimo melodrama. Durante 158 minutos el director nos engaña con un policial intenso, seco y sangriento. Las páginas escritas por Stieg Larsson (el autor de la novela original) son una mera excusa para llegar a esta resolución, llena de tristeza. La de una esperanza que se transforma en dolor. La proyección de una relación trunca es interrumpida. Ese regalo –elegido con atención, detalle y cariño– sostenido con firmes manos que luego se derrumban al igual que sus avergonzados ojos al ver al amado junto con su esposa. Ahora, esa campera de cuero (el gótico símbolo de un compromiso) yace en la basura. Humillada, Lisbeth se sube a su moto y desciende por una calle hasta desaparecer. noviembre | enero 2013 Pez dorado 27


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Los ilegales | Lawless | Director: John Hillcoat | País de origen: EE.UU. | Año: 2012

El amor en los tiempos de la Ley seca Por Laura Cozzo A Nick Cave siempre le sentaron bien las historias de amor y las escenas de violencia excesiva. Podemos encontrar ambas en Los ilegales, y si bien las segundas son únicas, nos quedamos con una de las primeras. 1931, un pueblito de Virginia. En un baile, los hermanos Bondurant aprovechan la ocasión para comercializar (no tan) discretamente su producción casera de alcohol ilegal. Y de repente, Jack, el menor, la ve a ella, a Bertha, la hija del predicador menonita. Tiene lugar el rapto barthesiano: «episodio considerado inicial en el curso del cual el sujeto amoroso se encuentra «raptado» (capturado y encantado) por la imagen del objeto amado». Inmóvil sobre la escalera, el joven queda hechizado ante la visión de esa muchacha que toca tímidamente una mandolina: ese es el cuadro que consagra su amor. Mientras conversa con su hermano Howard sobre la negativa de Forrest, el mayor, a que le permitan el ingreso en el negocio, no puede dejar de mirarla, presa de su sonrisa retraída y de alguna miradita que le dedica sutilmente. Su interlocutor le informa sobre la imposibilidad de la conquista amorosa: «Necesitarás un milagro para acercarte». Él sonríe y se pone bruscamente serio cuando los ojos del reverendo intentan sorprender a los suyos fijos en el objeto de su amor. Pero como los milagros son posibles en el séptimo arte, el audaz Jack conquista el corazón de la tímida Bertha y, una vez que la oveja negra vuelve al rebaño, se casan, forman una preciosa familia y son felices por siempre. Los Muppets | The Muppets | Director: James Bobin | País de origen: EE.UU. | Año: 2011

Alegría Por Bruno Gorgone Saber celebrar es un arte. La celebración aprende a caminar tomándose de las manos de la entrega y del despojo, y así, con ayuda de ambos, comenzará a creer en sí misma después de varias caídas. Confiada, la celebración irá por más, y bajo la forma de cortos pasos firmes, forjados en la ausencia de prejuicio, le propinará un corte de manga a la mirada formadora y continuará su camino. Pero necesitará aún más, y dará todo de sí para alcanzar un modesto trote, fruto de la perseverancia en la magnificación del goce. Finalmente, la celebración tan segura de sí misma, entregada, despojada, gozosa, insistirá en su andar y se esforzará al máximo. Lanzada a la carrera, la celebración, ahora sublimada, se consagra en el primer número de baile de Los Muppets. 28 Pez dorado noviembre | enero 2013


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Los descendientes | The Descendants | Director: Alexander Payne | País de origen: EE.UU. | Año: 2011

El ruido de los pasos resuena en la memoria Por Rosario Salinas A Matt King en Los descendientes, el mundo se le vino abajo de repente. No sólo su mujer está en un coma irreversible después de haber sufrido un accidente, sino que su hija le acaba de decir que su madre, o sea su mujer, le era infiel. Matt va tragando saliva mientras la escucha, mil pensamientos parecen atravesar su cabeza a velocidad ultrasónica, trata de mantenerse tranquilo, equilibrado, cuando seguramente se siente como un cristal a punto de estallar. De pronto se calza unos zapatos y sale corriendo de la casa para increpar a unos amigos que, supone, conocen la infidelidad. La carrera es torpe, los zapatos parecen grandes, hacen ruido como si fueran chancletas aunque son mocasines, el sonido de sus pasos retumba como objetos arrojados con fuerza. Matt es un hombre de mediana edad algo excedido de peso, no corre de modo atlético, sus piernas parecen moverse de la rodilla para abajo, como las de una mujer con una pollera angosta y zapatos de taco. Pero seguramente esta es su forma de exorcizar los demonios que lo acosan, de sobreponerse al dolor por la muerte inminente de su mujer, de enfrentar esta convención social establecida por los hombres de que todas las mujeres son infieles menos sus madres y sus esposas.

Los Vengadores | The Avengers | Director: Joss Whedon | País de origen: EE.UU. | Año: 2012

Rompamos todo Por Santiago Armas 2012 fue un año irregular para el cine mainstream americano. Se pudieron ver desde grandes sorpresas (Comando especial) hasta algunas decepciones (ay John Carter, mirá que te puse todas las fichas). Y también llegaron Los Vengadores. Había ansiedad por su estreno, como también temor por la posible debacle total. ¿Cómo iba a conseguir Joss Whedon controlar semejante circo superhumano? Pero el creador de Buffy, la cazavampiros logró lo impensable con su mezcla perfecta de film de aventuras, escenas de acción perfectas y altas dosis de humor (¡no te mueras nunca Robert Downey Jr.!). Pero si hay un momento particular que quisiera destacar de la película es el breve intercambio entre esos dos monstruos grandes como la vida que son Hulk y Thor. Luego de haber despachado cuanto Chitauri se les venía encima, ambos superhombres se detienen un segundo para tomar aire entre golpiza y golpiza. Es en ese preciso momento en el que el Hombre noviembre | enero 2013 Pez dorado 29


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Increíble decide de la nada propinarle un golpe tal al Dios del Trueno que prácticamente lo desplaza del encuadre. Y en ese breve lapso, cuando se logra que la sala entera estalle a puro aplauso y carcajada, es que abandonamos los temores iniciales y nos dejamos llevar por este genial grupo de Superamigos.

Cosmópolis | Cosmopolis | Director: David Cronenberg | País de origen: EE.UU. | Canadá | Año: 2012

De adioses, balas y aguaceros Por Rosario Salinas La limusina de Eric Packer no puede avanzar porque la avenida está intransitable a causa de un funeral. Desde el interior del vehículo se escucha la música de la calle, un ritmo sincopado, hipnótico («Mecca», interpretada por el cantante somalí K’naan)1. La letra dice algo como «Es fácil que te peguen un tiro / Siete veces lo he intentado» y un estribillo que repite «Viniendo de la calle a La Meca / Muerte / No importa dónde vayas ella vendrá a buscarte». El coche fúnebre lleva un féretro descubierto para que pueda verse el cuerpo rodeado de flores; alrededor algunos bailarines derviches giran y giran al ritmo de esa hipnótica y melancólica melodía. El féretro parece moverse levemente, como si la brisa lo empujara. Se trata de Brutha Fez, el rapero sufí de quien Eric es fan, tanto que su música se escucha en uno de los ascensores de su casa. Todo parece estar claro: un rapero muerto a tiros. Justicia poética. Dentro de la limusina están Eric y Kozmo (el mánager del músico), consternados, se abrazan, lloran. Kozmo está decepcionado porque Brutha Fez tenía problemas cardíacos y para él es un escándalo que no haya muerto como lo merecía: seguramente a tiros, como dice la canción. Después de todo, los héroes, los poetas, los raperos, no pueden morir de un infarto de miocardio. Nooo, «que les den por culo» como dicen los gallegos. Un rapero sufí bien puede poner en consonancia el sonido y el sentido y anticipar su muerte como César Vallejo cuando dice «Me moriré en París con aguacero / un día del cual tengo ya el recuerdo».

http://youtu.be/Cn8O9nOYIXE

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»Luciano Mariconda«

Lo infinito La cabaña del terror The Cabin in the Woods Director: Drew Goddard Intérpretes: Richard Jenkins Chris Hemsworth Kristen Connolly Fran Kranz Bradley Whitford Jesse Williams Anna Hutchison País de origen: EE.UU. Duración: 95’ Año: 2011

«

Hey hey, my my, el rock and roll no morirá jamás», decía Neil Young ya en 1979. Hay algo maravilloso en los versos de esta canción. Es como si a partir de esta sencilla pero segura sentencia todo quedase dicho; uno le cree a Young: el rock and roll es infinito. Por alguna razón recuerdo esto mientras escribo sobre La cabaña del terror (The Cabin in the Woods, Drew Goddard, 2012), dos «cosas» que no tienen mucho que ver entre sí. Posiblemente, el objetivo de esta nota sea encontrarle un sentido a este vínculo tan extraño. En fin, se estrena esta maravilla en Argentina (vista ya por muchos a través de Internet), una película inclasificable que se (re)construye a partir de las ruinas de los clichés. Si es tan interesante es porque el director Drew Goddard y el escritor Joss Whedon toman cualquier lugar común a su favor. Todas las particularidades del género son utilizadas para ser reedificadas, distorsionadas y transformadas en algo nuevo y original. Estas vueltas de tuerca están atravesadas por una mirada tan autorreflexiva que hacía mucho tiempo no se apreciaba. Habría que revisar (y la idea no es nada mala) Scream 4 (Wes Craven, 2011) pero incluso en ese film el realizador estaba más centrado en cuestiones «alejadas» del cine (la alienada adolescencia, los dispositivos tecnológicos, la necesidad del éxito instantáneo). La cabaña… invita noviembre | enero 2013 Pez dorado 31


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no sólo a introducirse en el argumento, sino también a pensar en, ni más ni menos, cómo se crea y se lleva a cabo el cine. Pero para llegar al núcleo temático, hay que traspasar la superficie, que no es otra cosa que la premisa principal: cinco jóvenes (conformados por claros estereotipos) viajan a una cabaña ubicada en medio de un alejado bosque. «Esto ya lo vi» decimos todos al mismo tiempo al reconocer situa-

cado por dos empleados (las figuras del guionista y el director) pero también repleto de gente que descontrola el orden del espacio, se asemeja a un enorme set de filmación. Sin embargo, los encargados de operar las máquinas son meros trabajadores (de ahí la naturalidad casi cotidiana con la que están ejecutadas algunas escenas dentro de ese lugar en el que no parece haber héroes ni villanos) que dependen

ciones, diálogos, expresiones comunes del de una fuerza superior –casi divina– que cine de terror. Sin embargo, detrás de esta decreta los pasos a seguir desde un teléfosimpleza, hay una poderosa sentencia disno. Es la eminencia invisible del productor, cursiva. el verdadero hacedor de la vida y la muerLa verdadera esencia de La cabaña del te: la persona que realmente está en las terror está, justamente, alejada de la cabasombras determinando el destino de todos ña y del terror. El espacio que determinará (y del cine en general). las acciones de los personajes es, en «Titiriteros», dice un personaje (al este caso, una especie de laboratorio El espacio que parecer, el menos «despierto» del con botones, palancas y monitores. determinará las grupo) al ver que un sistema de comDos empleados (los geniales Richard acciones de los plejas cámaras ocultas monitorea los Jenkins y Bradley Whitford) operan personajes es, movimientos de cada uno de ellos. La múltiples dispositivos para que los en este caso, expresión es más que acertada. Como protagonistas se muevan en tal direc- una especie de pocos exponentes en su género, ción o hagan tal cosa. La realización laboratorio con Whedon y Goddard son conscientes de este trabajo es secreta, hasta el botones, palancas de las formas que tiene el arte de prepunto de no entender muy bien qué y monitores. sentarse como tal frente al espectasucede realmente en el film. Sin emdor. Es metaficción en su estado puro. bargo, esto le brinda un misterio irreEs decir, una obra que le recuerda al sistible porque, al contrario de lo que supúblico que está viendo algo ficticio y juecede en este tipo de cine, el director evita ga con ello. Como en el final de Niebla (de cualquier sobreexplicación. Miguel de Unamuno), realidad y ficción se El concepto central de Whedon y Goddard hallan frente a frente, debatiendo sobre la se aleja del género de terror para acerdébil línea que los separa. O, para citar un carse más a ser una película sobre el cine ejemplo digno de la grandeza de esta pelídentro del cine. Aquel laboratorio, verificula, como en En la boca del miedo (In the 32 Pez dorado noviembre | enero 2013


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Mouth of Madness, John Carpenter, 1995), en donde la ficción consume a la realidad o viceversa. Al igual que en Los Vengadores (The Avengers, Joss Whedon, 2012), los últimos treinta minutos son, literalmente, explosivos. Pero si en la película de superhéroes todos los buenos se reunían para evitar una invasión alienígena, en La cabaña… todos los malos se concentran con otro

do es un tercer acto que opera en un nivel sexualmente perverso, orgásmico, de una satisfacción inigualable al ver cómo nuestro plano concreto y material se destruye para siempre. ¿Y Neil Young? Bueno, ya se mencionó su poderosa pero simple afirmación, muy parecida a la sencillez propuesta por Goddard en el argumento de su film. Pero falta algo más, porque la canción termina

propósito y «los malos» no son otros que todos los villanos de la historia del cine de terror. Ver a todas estas manifestaciones infernales no sólo es el sueño húmedo nerd, sino también una reflexión sobre el género. Es probable que este eje del mal se manifieste como una venganza de la propia puesta en escena. Es decir, todos aquellos zombies, fantasmas y monstruos que se introdujeron en la pantalla (en esta y en todas las películas), retroceden para atacar, finalmente, a la realidad. El resulta-

diciendo que «… hay más en el cuadro de lo que el ojo ve…». Justamente, el concepto de la visión alcanza a todos en la película: están quienes pueden ver y eligen no hacerlo, las personas que deben ver porque es su función y los espectadores que observan todo lo que ocurre. Finalmente «Hey hey, my my» y La cabaña del terror se unen: si se atraviesa la simple superficie se podrá ver lo que hay más allá, la genuina esencia del arte. Por eso, el rock and roll y el cine no morirán jamás.

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»Santiago Armas«

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Una carta de amor al terror

eorizar sobre el cine de terror y sus que pudiésemos abrazar esos clichés, ceconvenciones, sus significados y sus lebrarlos y al mismo tiempo llevarlos a un transformaciones a lo largo de la hislugar nuevo e inesperado. Señores, bienvetoria ha sido (y seguirá siendo) uno de los nidos a La cabaña del terror (The Cabin in deportes preferidos de la cinefilia, desde la the Woods, Drew Goddard, 2012). crítica hasta la realización. Es que, de toCinco adolescentes parten en una van hados los géneros cinematográficos, el terror cia una cabaña escondida para pasar un fin siempre fue el que apuntó hacia el instinto de semana de alcohol, drogas y diversión. más primario del espectador, hacia una reEstán todos: la rubia tarada (y primera en acción más física que intelectual. Ya sea un morir seguramente), el deportista arroganmonstruo aterrorizando a un pueblo, una te, el fumón gracioso, el intelectual tímido maldición fantasmal en una mansión y la joven virginal. El plato está servido o un simple asesino con un cuchillo, el Pero hay algo para otra clásica película slasher en terror establece un pacto con el esraro: parece que el donde los muchachitos intentarán sin pectador: las reglas están fijadas y lo deportista tiene un suerte escapar de cualquier monsúnico que queda es nuestro goce de título en sociología truosidad que se encuentre en el lugar ver cómo los cuerpos que aparecen y la supuesta virgen pero hay algo raro: parece que el dedel otro lado de la pantalla son mutuvo un affaire con portista tiene un título en sociología y tilados uno a uno por el malvado de su profesor, entre la supuesta virgen tuvo un affaire con turno. Casi entrados al nuevo milenio, otros detalles. su profesor, entre otros detalles. Pricuando el público ya se había cansa- Primera pista de que mera pista de que aquí no todo es lo do de estas reglas impuestas por el aquí no todo es lo que parece. Al mismo tiempo, se nos terror y la decimocuarta presencia de que parece. muestra un centro de control en el que Jason Voorhes o Michael Myers caudos operarios de una oficina siguen saban más risa que miedo, fue neal grupo con cámaras escondidas y cesaria la aparición de la saga Scream de manipulan tecnológicamente todo lo que Wes Craven para parar la pelota y apuntar sucede en la cabaña y alrededores. Ambos la lupa hacia el propio género, poniéndolo «titiriteros» serán los encargados de que en ridículo y rebelándose contra él. Pero si cada lugar común al que estamos acosbien Craven nos hizo entender que somos tumbrados a ver en esta clase de películas presos de una serie de clichés que se repise cumpla a rajatabla: desde conseguir que ten una y otra vez en cada película y que la rubia muestre las tetas y tenga sexo (eshay que buscar la manera de huir de ellos, parciendo feromonas en el bosque) hasta hacía falta reconstruir el terror de tal forma obligar al grupo a que se separe cuando 34 Pez dorado noviembre | enero 2013


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unidos estarían a salvo de la amenaza externa. No voy a revelarles los verdaderos motivos por los que los oficinistas se dedican a semejante tarea, sólo basta decir que es una de las tantas razones que llevan a que La cabaña del terror trascienda del puro comentario postmoderno sobre el género y se transforme en algo más raro y fascinante aún. Sin entrar en detalles, sabemos

de Buffy, la cazavampiros, Firefly y Los Vengadores) nos intentan explicar es que el terror funciona como una liberación total de nuestros sentidos. Y el desparpajo y el placer con que ambos operarios presencian esas decapitaciones, cuchillazos y chorros de sangre que brotan por la pantalla funcionan como reflejo de los nuestros. Sabemos que está mal que disfrutemos de verlo, pero al mismo tiempo lo

que no es sólo para el divertimento de esta misteriosa organización que el grupo de adolescentes tiene que morir uno por uno, sino que sirve a una necesidad mayor, como si fuera una obligación moral que deben cumplir. Aunque no por esto ambos empleados (uno de ellos interpretado por el magnífico Richard Jenkins, quizás el mejor actor secundario de la actualidad) dejan de hacer comentarios sarcásticos ante los sucesos que ven (como cuando la rubia está por desabrocharse la camisa) o dejan de realizar apuestas sobre qué monstruo los chicos van a despertar involuntariamente para despedazarlos. Lo que el director Drew Goddard junto con el guionista Joss Whedon (sí, el creador

necesitamos como mecanismo de defensa ya que nos permite enfrentar el verdadero mal que existe en la realidad. Whedon y Goddard nos muestran que el terror no sólo es divertido, también es importante. Necesitamos del terror no porque nos guste la sangre y el sufrimiento ajeno sin consecuencias morales (quizás también sea eso, pero es para otro debate), sino porque el terror nos hace ver la muerte en persona para reírnos de ella y escupirle en la cara. Y a juzgar por la felicidad con la que uno presencia el tramo final de La cabaña del terror, con su carnaval de criaturas icónicas, sangre y cuerpos destripados por toda la pantalla, diría que tienen toda la razón.

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»Francisco Abelenda«

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Liberación o dependencia

l analizar una película, muchas vena. El resultado fue que la exitosa e inquieces las cuestiones más interesantes tante película austríaca de 1997 que revoque uno puede tener en cuenta lucionó al Festival de Cannes se convirtió pasan más por el contexto histórico en en un producto olvidable e intrascendente el que fue estrenada y la respuesta de la del género de terror cuando fue producida crítica. Es interesante observar cómo una nuevamente en 2007. misma película obtiene una lectura toCon el estreno en Argentina de La cabaña talmente diferente si está firmada por un del terror (The Cabin in the Woods, Drew director u otro: así Psicosis (Psycho, 1998) Goddard, 2012) podemos hacer un análide Gus Van Sant, fue totalmente diferente sis semejante, pero esta vez no tanto en de Psicosis (Psycho, 1960) de Alfred Hitchrelación a sus directores, productores y cock. El experimento de Van Sant pasó guionistas, sino a la recepción que le ha justamente por demostrar que dos pelícupropiciado la crítica argentina a esta exlas con una puesta en escena y un guión traña película. La cabaña… es una revisita obsesivamente copiados, se convierten al extremadamente transitado subgénero indefectiblemente en dos productos del cine de terror de jóvenes atrapacompletamente distintos. Jorge Luis Todos los clichés dos en una cabaña en un bosque con Borges ya lo había demostrado en del género innumerables peligros sobrenaturala literatura en «Pierre Menárd, autor están utilizados les. A la manera de Scream (de Wes del Quijote», ese aleccionador relato de una manera Craven, 1996) acá también todos los sobre la diferencia que existe entre un autoconsciente y clichés del género están utilizados de mismo enunciado si se presenta con deliberadamente una manera autoconsciente y delibedos sujetos de enunciación diferensubrayados. radamente subrayados, pero ahora tes. Pero hay que decir que no sólo con una vuelta de tuerca sádica y toes importante el autor, sino también talmente irrespetuosa. Se trata de la el contexto histórico e incluso geográfico típica historia de cinco jóvenes que viajan en el que un producto cultural se exhibe para pasar un fin de semana en una cabao es producido. En otro experimento, esta ña perdida en el bosque y cuando llegan vez escalofriante, Michael Haneke volvió a allí son perseguidos hasta la muerte por filmar su película austríaca Horas de terror una familia de zombies asesinos que los (Funny Games, 1997) diez años después, van eliminando uno por uno. Lo novedopero en Estados Unidos, con actores norso es que se nos muestra que todo está teamericanos, respetando también hasta la controlado por una oficina técnica de alexageración el guión y la puesta en escetísimo presupuesto destinada a provocar 36 Pez dorado noviembre | enero 2013


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la muerte de estos jóvenes para aplacar la to y es que fluye plácidamente. Uno puede sed de sangre de unos dioses subterráneos verla incluso con sueño que no se quedará malísimos y, para encabezar el comando de dormido y esto en épocas de «cine en la esta burocracia del terror, el director Drew cama» es algo a valorar. Pero lo que más Goddard pone a los dos actores con la cara me interesa analizar, como decía en el más burlona de la historia del cine (¿cómo principio de la nota, es la extraordinaria e olvidar la risa sarcástica de Richard Jenkins increíble recepción que ha tenido este film: en cada capítulo de Six Feet Under?). La recorrer las opiniones de los críticos arprovocación de Goddard (¡ay, esa letra de gentinos es hacer un paseo por una corte más en su apellido!) pasa por situarse por de fanáticos, lo que obliga a pensar el por arriba (o por debajo) de los personajes y qué de este fenómeno. manipularlos a discreción, sin calentarse Mi teoría, que vale lo que vale, es que las demasiado por darles una existencia con la escuelas de críticos y la cinefilia vernácula que el espectador pueda identificarse. El han quedado algo desfasados de la histoartificio que la película pone en escena es ria, anclados en los 90. Olvidan que estatan descabellado como las risotadas de los mos en Latinoamérica y en un momento empleados de esa multinacional del sacrifihistórico muy particular. Por eso, tal vez en cio que está detrás de todo: la idea es otro momento, La cabaña… tendría mi ingeniosísima (hay que reconocerlo), Ni siquiera asusta. apoyo entusiasta. Pero Hugo Chávez el problema es que tanto artificio ge- La película se está agonizando, América del Sur se nera distancia y, lo que es gravísimo debate en el límite de la consolidación constituye así en en una película de terror, no da abso- una enorme falta de un camino de cierta soberanía y lutamente ningún miedo. Ni siquiera el mundo entero se revuelve en una de respeto al cine asusta. La película se constituye así en que pretende enorme crisis de confianza. Es posible una enorme falta de respeto al cine que esta película tenga un sentido homenajear, la que pretende homenajear, la construc- construcción de político oculto (que a mí se me escación de los personajes es pésima (¡no los personajes pa) pero esto no ha sido resaltado en hay tiempo para eso!), no se estable- es pésima, no ninguna crítica. No quiero que se me cen relaciones de confianza entre na- se establecen malinterprete (lo que será inevitable) die, no hay ni una pequeña compañía relaciones de ya que rescato, por ejemplo, el cine como en las buenas películas de terror confianza entre más reciente de George Romero con o al menos de la lucha en soledad sus revolucionarios zombies, la serie nadie. contra el mal. La aparición final de The Walking Dead e incluso apoyaría Sigourney Weaver es directamente una una eventual reposición de Martes 13 (Fripatada innecesaria. Y todo esto a pesar de day the 13th, S. S. Cunningham, 1980) o que Andrew Goddard (que se hace llamar Pesadilla (A Nightmare on Elm Street, Wes «Drew») dice que su película favorita es La Craven, 1984) pero con La cabaña del tecosa (The Thing de John Carpenter, 1982): rror me detengo, me pongo de pie y grito: su miopía es increíble ya que ese film es un ¡No pasarán! ejemplo de la elaboración mítica, de la vePara finalizar, cordialmente los invito a rosimilitud del relato y de la construcción analizar todas las críticas argentinas de La de un personaje… todo esto ausente en su cabaña… bajo la luz de un esquema que, película. como los zombies, sale de la tumba y ya De todos modos, y pese a lo dicho antees un fantasma que recorre Latinoamérica: riormente, La cabaña… tiene un gran méri«Liberación o dependencia».

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Red de mentiras

»Bruno Gorgone«

Argo

Argo es CINE

Director: Ben Affleck Intérpretes: Ben Affleck Bryan Cranston Alan Arkin John Goodman País de origen: EE.UU. Duración: 120’ Año: 2012

Así, con mayúsculas. Lo es hacia adentro, porque cuenta la historia de una falsa película de ciencia ficción, y hacia afuera, en contexto con otras producciones coetáneas. Tiene elementos clásicos y modernos, es artificio y realidad, elementos que conjugados explotan y potencian una historia sorprendente. Se señala a este artículo1 sobre la des­ clasificación de la misión de la CIA como parte del origen de la película, pero también está basada en el libro The Master of Disguise: My Secret Life in the CIA, una autobiografía de Tony Mendez, el agente que llevó adelante la misión de la Agencia de Inteligencia en Teherán. Es evidente lo fundacional de esa historia en la conformación de una película excelente, pero el único mérito no es el del qué se cuenta, sino que gran parte de los lauros se los lleva el cómo.

Argo es Historia La película cuenta el rescate de seis empleados de la embajada estadounidense en Teherán. Empecemos por el principio. Voz en off y secuencias estilo cómic nos ponen en contexto: sintéticamente y mediante los dibujos se cuenta que en noviembre de 1979, tras la huida de Irán del Shá Mohamed Reza Pahlavi (aliado norteamericano) a causa de la revolución que instaló como http://www.wired.com/magazine/2007/04/feat_cia

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Líder Supremo de Irán al Ayatolá Jomeini, una turba toma las calles y azota la embajada de Estados Unidos en Teherán como modo de protesta ante el intervencionismo estadounidense. Este hecho desencadenó una masiva toma de rehenes dentro de la embajada norteamericana. Sólo seis funcionarios pudieron huir de la embajada y se refugiaron en la residencia del Embajador canadiense. ¿Cómo se los intentó rescatar? Ideando una falsa película que se filmaría en Irán. Esa fue la excusa para entrar a Teherán, camuflar a los seis fugitivos e intentar salir fingiendo ser integrantes del equipo de filmación.

Argo es detalles

caseras recuperadas, y sobre el final de la película se nos muestran fotografías reales del hecho y los escenarios y los personajes de la película, proponiéndosenos la comparación entre ambas. Affleck hace justo alarde de su realismo en la puesta en escena, las similitudes son evidentes. Todo confluye en el engaño sutil y atinado que ayuda a reconstruir y a recrear un clima, constituyendo un deleitante sinfín de ilusiones. Estamos ante un preciosista que utiliza todos los métodos para contarnos su historia; si lo manda el argumento, inocula artificio a la narración con el mismo criterio con el que mantiene un estricto rigor en el verosímil histórico. Actitud rayana a la bipolaridad pero que de modo alguno ofende al espectador en tanto que todo fluye sin obstáculos configurando una narración de excelencia.

La producción de la película es impecable. Desde el vestuario y las locaciones, hasta la reconocida música de la época («Little T&A» de los Rolling Stones o «Sultans of Swing» de Dire Straits), hay una variada Argo es un clásico utilización de guiños para complacerse con El método de Affleck es clásico, apuntalala historia real. «March to the Dead City» e do por el montaje paralelo, preciso y poco imágenes de La conquista del planeta de alocado, bien distinto al de los tiempos los simios son empleadas para retoque corren. Por supuesto que gana ritmar a quien estuvo a cargo del diseño Argo es un hito mo con la progresión dramática pero, del maquillaje, John Chambers, que lejos de la anarquía contemporánea en que confirma que colaboró en la misión original con la Affleck tiene la la intercalación de imágenes (véase a C.I.A. para llevar a cabo el rescate. estatura suficiente modo de ejemplo Sherlock Holmes de Tampoco es arbitraria la secuencia de para pelearle mano Guy Ritchie), el montaje luce acompainicio con estilo cómic ni la relevancia a mano al cine de sado por el guión. que tienen las ilustraciones a lo largo autor. La tensión a lo largo de los 120 mide toda la película: están a modo de nutos cede en contadas ocasiones. reconocimiento a Jack Kirby, cuyos dibujos Abundan esos momentos en los que las se encontraban en el guión de la película uñas ya no alcanzan y se le entra a pellede ciencia ficción que la misión de rescate jos, huesos y cartílagos sin límite. Es una tomó de base. película que se disfruta de principio a fin, También hay algo de found footage en la el punto más alto en la corta carrera cinesecuencia posterior a la del cómic inicial y matográfica de Ben Affleck. que sirve como nexo entre la información Argo es un hito que confirma que tiene la previa suministrada al espectador (estricestatura suficiente para pelearle mano a tamente histórica) y la nueva historia que mano al cine de autor, es mucho más que se está por contar. He aquí otro genuino las relaciones entre Hollywood y la C.I.A., acierto de Affleck, quien reivindica el lugar es un replanteo sobre la idoneidad del aren el que lo puso la crítica después de sus tificio: no es tanto la película dentro de la dos primeras películas: la transición desde película, sino el lugar que le corresponde a las imágenes de archivo a las por él filmala ilusión dentro del universo del cine. das la hace sumando grano a la pantalla Cualquier elogio es poco, los adjetivos para emular el registro histórico, se obserquedan chicos. Ben Affleck lo hizo otra van tomas en Súper 8 a modo de películas vez. noviembre | enero 2013 Pez dorado 39


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Bond a los 50 años

»Oscar Mainieri«

007: Operación Skyfall Skyfall Director: Sam Mendes Intérpretes: Daniel Craig Judy Dench Javier Bardem Ralph Fiennes Naomie Harris Bérénice Marlohe País de origen: Reino Unido | EE.UU. Duración: 143’ Año: 2012

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ara quienes hemos crecido junto a la serie Bond, 007: Operación Skyfall constituye una verdadera revelación: el regreso a las fuentes, con una historia bien desarrollada, sin ser sacrificada por los efectos especiales ni las secuencias de acción, un personaje central al que se le otorga el espesor humano que lo aleja de ser el protagonista de una historieta para transformarse en alguien que nos importa y con el que podemos volver a identificarnos. En manos del director Sam Mendes (Belleza americana, Sólo un sueño), la serie Bond se refunda para poblar las pantallas unas cuantas décadas más. Al ser un thriller de espionaje, la serie nace como un derivado de la estructura que Alfred Hitchcock creara para Los 39 escalones (The 39 Steps, 1935), Corresponsal extranjero (Foreign Correspondent, 1940), Saboteador (Saboteur, 1942) y, más perfeccionada, Intriga internacional (North by Northwest, 1958). En esos casos, el alienado protagonista se veía metido en una historia de espías como excusa para madurar como persona y comprometerse con una mujer con la que terminaría casándose. En el caso de James Bond, al espía del servicio de inteligencia británico se le otorga una misión que debe resolver para salir incólume: cuenta con licencia para matar y una dosis de hedonismo que a los personajes de Hitchcock no les era permitida. Las acompañantes femeninas


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son circunstanciales y los encuentros con ellas son fruto de esa búsqueda del placer que caracteriza al personaje, que siempre se traslada por locaciones exóticas, con un Martini con vodka en las adyacencias y la pistola Beretta en la sobaquera. Quienes hayan leído las novelas de Ian Fleming que dieron origen al personaje sabrán que sus adaptaciones cinematográficas son mucho más entretenidas al estar encerradas

y tras un breve regreso de Connery en Los diamantes son eternos (Diamonds are forever, Guy Hamilton, 1971) hubo que buscarle un sustituto en la madera balsa que ofrecía Roger Moore. Con antecedentes televisivos (fue estrella de las series El santo y Dos tipos audaces) Moore transformó al personaje en un gentleman con mucha ironía y menos sarcasmo, adaptándose más al formato de comedia familiar

en este esquema creado para la pantalla, de aventuras. Muy envejecido ya el actor, donde la única moral estriba en cumplir se lo reemplazó durante dos películas por con los objetivos del servicio secreto de su Timothy Dalton, apolíneo y de raza teatral Majestad. que impregnó los guiones con un aplomo Claro que a lo largo de 50 años la serie ha dramático que no impactó en la taquilla. sufrido varias tribulaciones, mayorSiendo una de las franquicias más mente ligadas al actor que represen- Georges Lazenby lucrativas de todos los tiempos, la tara el papel protagónico. Durante serie Bond debió adaptarse a los desse puso el traje de los años 60 se conformó en torno a Bond en una de las cafeinados años 90, ya sin la Guerra la figura de Sean Connery, quien con mejores películas Fría como telón de fondo y con Pierel tiempo se macerara como actor ce Brosnan como protagonista: tamde la serie en hasta llegar a ganar un Oscar por Los cuanto a su guión: bién de orígenes televisivos, era pura intocables (The Untouchables, Brian Al servicio secreto fachada y escasos recursos actorales, de Palma, 1987). Connery, escocés dones que no desencajaron en las de su majestad. de nacimiento como el personaje, le Desgraciadamente, historietas desbordantes de efectos otorgó una sensualidad y una inteli- un cartón corrugado especiales que se narraron por aquegencia no exentas de cinismo, crean- tenía más charme lla época. Con Casino Royale (Martin do un molde difícil de batir. El primer que Lazenby. Campbell, 2006) y Daniel Craig como recambio vino en 1969 cuando un protagonista, se adivinaba un retorno actor australiano, Georges Lazenby, se al origen en lo bien desarrollado del guión puso el traje de Bond en una de las mey en la aparición de Craig en traje de jores películas de la serie en cuanto a su baño ajustado, emergiendo de las aguas guión: Al servicio secreto de su majestad como lo hiciera la primera chica Bond, (On Her Majesty’s Secret Service, Peter Ursula Andress en El satánico Dr. No (Dr. R. Hunt). Desgraciadamente, un cartón No, Terence Young, 1962). Craig –de antecorrugado tenía más charme que Lazenby cedentes teatrales, televisivos y cinematonoviembre | enero 2013 Pez dorado 41


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gráficos, su primer papel importante fue como el amante y sumiso lacayo del pintor Francis Bacon en El amor es el diablo (John Maybury, 1998)– con un physique du rol en el que se entremezcla el erotismo brutal de una pantera y la locuacidad de un boxeador, impregna al personaje de cierta animalidad y hosquedad que no lucen descaminadas. Tras la olvidable Quantum of Solace (de

sí mismo; las locaciones exóticas son del Japón; y hay una espectacularidad pocas veces vista en el diseño de producción: un volcán en cuyo interior se oculta una base de operaciones de Spectre. En manos de Mendes, 007: Operación Skyfall se eleva del producto comercial bien realizado y de cuño industrial, a la artesanía. Por un lado, la historia cuenta con un Mcguffin atractivo y realista: un

Marc Foster, 2008), en la que una vez más ex compañero de Bond posee las claves se sacrificaba la historia narrada en pos de otros agentes en funciones y planea de los efectos especiales, los productores darlos a conocer a través de Internet. decidieron poner toda la carne en el asaPor otro lado, la chica Bond aquí no es dor y contrataron a Sam Mendes, cuyas otra que M (Judy Dench en un papel provirtudes radican en el cuidado de los tagónico que le permite exhibir sus guiones que elige, la dirección de ac- La presentación del grandes cualidades actorales), que tores y puestas en escena más tea- villano Silva es casi debe hacerse cargo de cuestionables trales que cinematográficas, logran- una introducción decisiones de su pasado y revalidar la do una alquimia más que interesante teatral: filmada en vigencia de la sección a su cargo a los en los resultados. Combinaciones ojos de los políticos. El mismo Bond plano secuencia como estas no eran ajenas a la serie, para pleno es puesto a prueba: «muerto» tras ya se había recurrido en el pasado a lucimiento del actor. la primera secuencia, debe renacer directores del mismo cuño que Meny revalidar sus laureles en un mundo des: Michael Apted (director de La donde se favorece lo joven –relanzahija del minero de 1980) se hizo cargo de miento del personaje de Q en la figura 007, el mundo no basta (The World is Not del actor Ben Whishaw, partícipe de una Enough, 1999), y Lewis Gilbert (director de las escenas más irónicas del film– por de Alfie de 1965, papel que convirtiera en encima de la experiencia. La presentación estrella a Michael Caine) se hizo cargo de del villano Silva –Javier Bardem lo compoSólo se vive dos veces (You Only Live Twine con soltura y un grado de perversión ce, 1967). Esta última es una de las mejopocas veces logrado en la serie– es casi res de la serie por la extraña coagulación una introducción teatral: filmada en plano de elementos donde Bond «muere», llega secuencia para pleno lucimiento del actor. a casarse y enviuda; el villano interpretaLa refundación del personaje conlleva un do por Donald Pleasence tiene peso por mito de retorno al origen: el guión lo plan42 Pez dorado noviembre | enero 2013


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tea como una reunión familiar. Bond vuelve a la casa que lo vio nacer («Skyfall» es el nombre de la mansión, en Escocia) y para garantizar su supervivencia –y la de sus padres simbólicos, M y Kincade (Albert Finney, otro gran actor cuyos orígenes se remontan al Free Cinema)– debe eliminar al «hermano malo» (Silva). El film deja plantadas las semillas para la renovación de M, en manos de Ralph Fiennes, y

do al extremo– se trasluce que el mismo protagonista de la serie podría serlo. La persecución que Bond hace de Silva por los subterráneos londinenses –el villano con el uniforme fetiche de policía– recuerda a parodias como las encarnadas a nivel popular por el grupo Village People, a la vez que también relaciona al film con dos films de William Friedkin: Contacto en Francia (The French Connection, 1971)

finaliza con una sorpresiva regeneración y Cruising (1980). Que Bond se anime a de Miss Moneypenny. meterse en la ducha con la señorita de La promesa de exotismo se cumple con turno después de que ella se haya quitado creces: la secuencia ambientada en el el revólver que llevaba entre las piernas casino de Macao es sencillamente una es otra alusión en el mismo sentido. Y lograda concatenación de diálogos los vínculos que unen a M con sus filosos, ajustadas composiciones No sólo el villano es «hijos», están desbordantes de ecos actorales y lucha física, bañada en la bisexual sino que incestuosos: a Bond le dice que no iluminación ambarina de Roger Dea- en el diálogo de se quedará a dormir en el mismo dekins. Y la de Shanghai, con sus ecos presentación ante partamento que ella; Silva no ahorra a La ventana indiscreta (Rear Win- Bond, desbordante declaraciones acerca del amor por su dow, de Alfred Hitchcock, 1954) y «madre». de doble sentido, el duelo de siluetas contra un fondo se trasluce que el Las secuencias de acción son impecade rascacielos, combina la sencillez mismo protagonista bles y seguramente están realizadas más pura de lo cinematográfico – por un director de segunda unidad, de la serie podría casi como si fueran sombras chines- serlo. un desdoblamiento de tareas más que cas– con la espectacularidad de la habitual en este tipo de productos. modernidad arquitectónica en un estado Los mejores efectos especiales del film más brutal. se relacionan con la mejor tecnología que Para concluir, baste decir que otro subtextienen los ingleses para aportar al mundo to que vuelve atractivo al film es el de la del cine: sus actores. En fin, un verdadero ambigüedad sexual. No sólo el villano es placer, un film comercial para adultos a los bisexual sino que en el diálogo de presenque no subestima. No es poco lo que tietación ante Bond, desbordante de doble ne para dar este personaje que acaba de sentido –otra prueba de un guión cuidacumplir 50 años.

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»Felipe González«

E

Malos de Bond eran los de antes

n mi barrio se escucha siempre lo veces se le cuelga el WiFi. Eso sí, se pone mismo de los viejos que sacan las selectivo cuando alquila una oficina porreposeras a la vereda: «Todo tiempo que va en coche y el centro es un quilompasado fue mejor». «Fútbol era el de antes, bo para estacionar. En esto, Javier Bardem, con dos wines bien abiertos y un centrojás con su abandonada isla de escombros, solo»; «Ravioles eran los que hacía la vieja, intenta innovar. Le damos la derecha. los amasados, no esta comida de astroOtro punto importante es el contrapunto nauta que le echás agua caliente y tenés que el Bond inmaculado tiene con el malo un risotto con setas del bosque». Pero hay espantoso y deforme en esta ensalada esalgo en lo que estos apologistas de la nostética y ética que ya nos es familiar. El Dr. talgia tienen razón: malos de James Bond No no tenía manos, pero eran reemplazaeran los de antes. das por dos armas biónicas asesinas; BloTomemos los últimos 3 malos, los de la feld tenía una cicatriz descomunal que le serie protagonizada por el bueno de cruzaba toda la cara; Renard (Robert Daniel Craig. Atestiguamos cómo El Le Chiffre tiene un Carlyle en 007, el mundo no basta), Malo de Bond (EMdB) pasó de ser el arañón en el ojo que un tiro en la cabeza que le daba resistipo más excéntrico y malévolo del más que una cicatriz tencia superhumana y se agarraba a mundo (una mezcla de Boris Karloff y a lo Blofeld es una trompadas en un reactor nuclear. En Don Corleone), a un ñato que tranqui- cicatriz que se la cambio, Le Chiffre tiene un arañón en lamente puede ser Matías de conta- podría haber hecho el ojo que más que una cicatriz a lo bilidad que insiste con los pantalones el gato de Blofeld. Blofeld es una cicatriz que se la pocaqui, la camisa adentro y en el cintudría haber hecho el gato de Blofeld. rón tiene el estuche del celular y la tarjeta Pero como si no fuese suficiente, tiene una de acceso a la oficina. Digamos las cosas particularidad por lo demás amenazante: como son: un tipo que se lleva al laburo el ASMA. ¡Pero por favor! El único malo con tupper con la milanesa fría que sobró de la asma que nos hacía fruncir los cantos era cena no puede conquistar el mundo. Darth Vader. Si el inhalador fuese al mismo Veamos, por ejemplo, la guarida. Antes, tiempo una pistola de mini misiles seguiEMdB era un tipo extravagante, que vivía dores de James Bonds, por lo menos. Pero en una cueva adentro de una isla que flotano es que cuando lo saca, James Bond, un ba en la lava de un volcán escondido adentipo que corre 100 cuadras en 10 segundos tro de un témpano de hielo. En las nuevas, y mata a piñas a 25 rusos musculosos, va a tiene oficinas en el centro, con bidones de decir «Uy, ¡qué cagazo!, sacó el inhalador». agua mineral, cubículos con escritorios y a Si bien (de nuevo) Bardem intenta volver 44 Pez dorado noviembre | enero 2013


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a las fuentes, su prótesis dental tampoco es la de Mandíbulas que de un tarascón te partía un vagón de subte. Las prótesis de los viejos de las reposeras de mi barrio dan más miedo que las de Bardem. Pero hay una última diferencia y probablemente sea la más importante: el Dr. No quería repartir misiles nucleares a troche y moche y gobernar el mundo; Goldfinger, detonar una bomba nuclear

Pryor en Superman III (R. Lester, 1983) tenía aspiraciones más grandes. ¿Qué podemos esperar si todo sigue así? Rumores indican (¡spoiler alert!) que en la próxima de Bond su ya tradicional cold open consistiría en una persecución en moto a todo trapo por el centro de Shangai porque un pibe del delivery no usaba un casco. Esto llevaría al superagente secreto del recontra espionaje a toparse con una

en Fort Knox dejando al capitalismo mundial sin reserva de valor; Blofeld tenía un rayo láser atado a un satélite con el que extorsionaba al mundo entero. En cambio, Dominic Greene (Mathieu Amalric en 007, Quantum of solace) quería privatizar el agua en Bolivia y cobrarla más cara. ¡A la flauta, qué malvado, qué dramón! Dominic, ¿cuánta plata es eso? El MI6 en vez de mandar a Bond, debería haberle ofrecido por debajo de la mesa un par de millones de dólares, que eso es todo lo que se puede juntar con la tarifa del agua en Bolivia. Este tipo es Pitufo Gruñón al lado de Amalita Fortabat o la industria del cemento en Argentina. Hasta Richard

intrincada mafia de supermercados chinos que coordinarían a nivel mundial el apagado de sus heladeras. Los países desarrollados y, por qué no, el mundo todo, se sumirían en una aterradora serie de productos lácteos en estado dudoso. Los mismos rumores ubicarían a Ken Jeong (Mr. Chow en ¿Qué pasó ayer?) en el personaje de EMdB, el corolario de la maleficencia caracterizado por ser el primer malo oriental sin conocimiento de arte marcial alguno, pero poseedor de un temiblemente atemorizador tartamudeo. Seguramente, en alguna reposera de Escocia, Sean Connery está diciendo «Malosh de Jamesh Bond eran losh de antesh».

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El Hobbit: Un viaje inesperado The Hobbit: An Unexpected Journey Director: Peter Jackson Intérpretes: Martin Freeman Ian McKellen Richard Armitage Ian Holm País de origen: EE.UU. | Nueva Zelanda Duración: 170’ Año: 2012

»Rosario Salinas«

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La comunidad de los osos en la Tierra Media

n montón de enanos se juntan y deciden combatir el mal y recuperar el Reino Enano de Erebor perdido a manos de un dragón llamado Smaug. Recobrar su oro y su hogar es el deseo que los empuja a arriesgar sus vidas. Se les suma un mago (Gandalf, el gris) y un hobbit (Bilbo Bolsón). El objetivo es llegar a la Montaña Solitaria y desterrar al dragón, pero para ello deben atravesar territorios hostiles llenos de orcos, huargos, arañas gigantes y todo tipo de peligros. Estos son los elementos de partida para una película de aventuras, protagonizada por antihéroes. La ingenuidad y simpleza de algunos de sus planteos hacen pensar que está dirigida fundamentalmente a un público infantil ya que el bien y el mal aparecen sin claroscuros y abundan las moralejas. Nuestros niños aprenderán que la unión hace la fuerza: estos seres pequeños y grises, en su individualidad poco peligrosos, se hacen fuertes en la unión y en la solidaridad. O que el peligro acecha lejos del hogar: el hobbit no volverá a ser el mismo después de su encuentro con el anillo y ese personaje subterráneo que es Gollum. Pero ojo con las enseñanzas de El Hobbit: Un viaje inesperado, ya que la película nos muestra una sociedad de hombres que, como todos sabemos, cuando se juntan sin la inclusión de mujeres, lo hacen para tomar cerveza, fumar, eludir los buenos modales en la mesa, planear aventuras y entablar un concurso de eructos. 46 Pez dorado noviembre | enero 2013

También hay dando vueltas una cierta misoginia ya que no hay personajes femeninos. Galadriel, la única mujer que aparece en la película es una mujer idealizada, inalcanzable, con un aspecto asexuado y que, como nuestras madres, todo lo sabe con sólo mirar en nuestros corazones. Esta caracterización de lo femenino fortalece la hipótesis enunciada en el título de la presente nota, así que estén atentos a la identidad sexual de aquellos que sólo preconizan la amistad entre varones. Planteada como una precuela y siguiendo el texto de J. R. R. Tolkien El hobbit, la película nos cuenta parte de los acontecimientos previos a El señor de los anillos pero a esta altura deberíamos estar listos para desenfundar cualquier tipo de arma a nuestro alcance, incluso la de la indiferencia cuando escuchamos la palabra «precuela» o «secuela».


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»Sebastián Yablon«

Derecho viejo Curvas de la vida Trouble with the Curve Director: Robert Lorenz Intérpretes: Clint Eastwood Amy Adams Justin Timberlake País de origen: EE.UU. Duración: 111’ Año: 2012

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La última de Clint». Frase pronunciada cada vez con más cautela ante sus últimas y desiguales películas. Y si esa frase ha atravesado una crisis de fe o simple abandono, ahora y por suerte, se la puede volver a exclamar con la firmeza del que –como el monarquista «Bob, el inglés» de Los imperdonables (Unforgiven, Clint Eastwood, 1992), sin cautela y con desprecio de los tímidos– mantiene aún a su antiguo Dios. Curvas de la vida (solamente en los papeles no dirigida por Clint) nos devuelve al amplio legado de películas pequeñas y eficientes. Relajada pero de pulso firme como buena parte de sus obras hermosamente intrascendentes de los 70 y 80, gracias a esa actitud de «es sólo una película», se deja ver como un acto de comunión humilde y sencilla con la pantalla, aunque (o por eso) de una intensidad que pocas películas actuales pueden reclamar. Pero la cosa empieza mal y amenaza con lo peor: Clint repite con oficio su nuevo viejo rol de veterano antisistema y viene a la memoria el reciente gag de la silla en la conferencia republicana y uno lo supone limitándose a no darnos una gran película pero, al menos, se espera verlo agitar contra la imberbe gerencia de Warner Bros., el cine de ahora en general o la tecnocrática El juego de la fortuna (Moneyball, Bennett Miller, 2011). Y uno ve, decepcionado, a muy buenos actores, actores «eastwoodianos» (Amy Adams hace recordar a Sondra noviembre | enero 2013 Pez dorado 47


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Locke), que prometen gran química con Clint, pero mal dirigidos y con abundancia de plano contra-plano con ese timing automático y ligeramente a destiempo de las telenovelas. Pero la narración encuentra su ritmo, la química entre los actores de a poco se ajusta y, sin la ayuda de «grandes escenas» o cualquier otro paroxismo1, uno pasa la última hora y pico prendado de esos modestos destinos. Clint vuelve a hacer del hecho de ver una película un acto de nobleza. Su mirada ceñuda fue el signo facilitado por el cine de Leone que se trasladó al resto de su carrera: ¿o acaso cualquier Harry, el sucio no tiene que empezar con Callahan comiendo en alguna cafetería de tres al cuarto y detectando hoscamente los signos de algún crimen que nadie más vio? La imagen que uno se lleva de sus películas es el primer plano de su ceño enjuto, Aunque hay que admitir la presencia de un flash-

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back que le agrega, innecesariamente, un dramatismo que ya estaba ahí sin tener que deletrearlo.

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ese que en el espacio desierto del western o en el más reciente y abultado de sus thrillers conspirativos, alcanza a ver la trama oculta del malo, del feo o del sistema2. Acá, con la vista debilitada, Clint percibe el doblez del juego en un lugar secreto: el sonido del impacto del guante al recibir la pelota. Porque como su «hombre sin nombre» o todos esos tipos desinteresados (en los dos sentidos) hasta el dandismo que saben mirar donde para los demás no hay nada, Clint comparte con los espectadores esa cualidad perceptiva que es, al fin y al cabo, la posibilidad de existencia de sus héroes y de la intensidad callada de su cine. Un republicano del ala dura pero, eso sí, inmensamente generoso.

¿Y acaso El engaño (The Beguiled, D. Siegel, 1971) y Ruta suicida (The Gauntlet, C. Eastwood, 1977) (vuelta de tuerca de un Eastwood probablemente hinchado las pelotas de la manía con Harry, el sucio) no son sorprendentes porque Clint no ve la cama que le están tendiendo?

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»Florencia Polo«

Las curvas de los necios

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opiosa lluvia de índigo nocturno y momento fue descubierto por el veterano, ella corre torpemente y se cubre pero que se lesionó y ahora sueña con ser con un arrugadísimo impermeable. locutor. Hija y discípulo se enamoran. A la Las gotas de sudor se mezclan con las ya tensa relación familiar se agrega que el más amargas que caen del cielo y de los sueño de la chica ha sido seguir los pasos ojos. Luego, el auto a través de la niebla de su padre, que no se lo permitió. Altas veraniega que entre aletargados coches cargas de frustración. Situación insosteniavanza como en un sueño. A miles de kible, se pelean todos. Se reconcilian todos. lómetros por hora y a millones de años Fin. luz de distancia. Diez minutos de manejar Podríamos cambiar un nombre por acá escuchando en la radio las malas noticias. y un deporte por allá y un sinfín de otros Tiene una cita pero es muy tarde y ya films iguales nos vendrían a la memodiluvia. Corre calle abajo y luego por Podríamos cambiar ria, probablemente varios en los que el estacionamiento. Y los ve, y tras las un nombre por acá también actuó Eastwood. Pero eso no pesadas cortinas coloradas… ¿Qué y un deporte por es novedad en un Hollywood cada vez hay tras las cortinas? allá y un sinfín de más predecible. En ese contexto, que Aquel día me esperaba Curvas de la otros films iguales la originalidad sea nula no es imperdovida. «Cuando Fortuna hace girar su nos vendrían nable. Pero ya se habrán dado cuenta rueda hacia abajo, vete al cine y dis- a la memoria, de que sí hay algo imperdonable en fruta de la vida» dijo Ignatius Reilly probablemente esta película y de que estoy tratando alguna vez, y yo que siempre lo escu- varios en los que de alargar el momento de la destruccho, obedecí, y aquí va la crónica de también actuó ción, disfrutando de la tregua. los resultados. Eastwood. Gus es un tipo parco y un cabeza dura, Mr. Eastwood interpreta a Gus, un rol que Eastwood interpretó treinviejo cazatalentos del béisbol a quien ta veces. El papel de la hija, primero quieren jubilar a toda costa, con el alicientensa y autosuficiente, luego relajada y te dramático de que se está quedando ciedivertida, también ya lo hemos visto antes. go. Ante esta encrucijada, su hija Mickey John Goodman encarna al mejor amigo de (interpretada por Amy Adams), abogada Gus y es el único que lo defiende pero está exitosa, lo acompaña en su último viaje de pintado. Todo termina bien. También perreclutamiento. Pero la chica tiene ciertas donable. Entonces, ¿y la crítica, Florencia? reticencias porque su padre la abandonó Ahora sí... Sálvese quien pueda. de niña. A su vez, Justin Timberlake interCuestiono la mera existencia de este segpreta a un joven colega de Gus, que en su mento audiovisual. No es olvidable. Ojalá. noviembre | enero 2013 Pez dorado 49


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Creería, tomándome ciertas libertades, que el film quiere transmitir sentimientos de la vida real, los conflictos familiares, los problemas laborales, enamorarse, enfermarse, etc. Pero los diálogos son absolutamente increíbles. Abundan los chistes, algunos hasta con referencias a celebrities que ni yo conozco. Justin Timberlake, que había reivindicado su pasado de boyband con buenas actuaciones y carisma, queda

Hasta en algún momento ve. Segunda oportunidad (la cereza del postre): hacia el final nos enteramos por qué Gus abandonó a Mickey cuando niña. Prepárense. En uno de los viajes de reclutamiento al que ella lo había acompañado, un tipo quiso abusarla. No hay ningún indicio en ningún momento de tal posible tragedia y Mickey no tiene registro del hecho ni le genera algún tipo de conflicto en el presente. ¿La vida real?

aguado. Hay un intento de escena hot más fría que los glaciares que, con el deshielo, seguro están más calientes. Además, los recursos dramáticos están pegados con cinta. Primera oportunidad: Gus se está quedando ciego, la coyuntura para operaciones, llantos, muertes. No pasa nada.

Yo no espero jamás verla en el cine, pero si es lo que me venden, quiero ver alguna emoción genuina. Como Ignatius, el peor (¿o mejor?) cliente del Prytania, debo especialmente ir a ver a esos degenerados que fabrican semejantes abortos. Pero él lo dice mejor.

SIEMPRE LIBRE Francisco Abelenda Clara Abelenda FM 94.7 RADIO PALERMO Martes 21 hs Domingo 12 hs http://www.cienradios.com.ar/argentina/RADIOPALERMO_94.7/home SIEMPRE LIBRE

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Frankenweenie Director: Tim Burton Intérpretes: Winona Ryder Martin Landau Martin Short Catherine O’Hara País de origen: EE.UU. Duración: 87’ Año: 2012

»Luis Polo«

Dr. FrankensTim

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n 1816, como consecuencia de un de tuerca interesante al animalito (después desafío intelectual lanzado por Lord de que el cine nos metió muchos clavos Byron a sus huéspedes en la Villa caninos, como Uggie, el perro de El artista) Diodati (encuentro que es una leyenda y poner nuevamente a prueba su estilo, viva de la cultura de Occidente), Mary Sheque para algunas opiniones ya estaba prolley concibió la idea de Frankenstein o el duciendo cierto grado de saturación. Tal moderno Prometeo. En el cine, las versiovez alertado por esto, su nueva película nes sobre este personaje comenzaron en sigue la línea estética de El cadáver de la el período mudo y las hay olvidables novia (Corpse Bride, 2005) pero es y excelentes (como las de Boris Kar- Quizás el punto más menos oscura y más dinámica. Sparky, loff o Mel Brooks) pero todas tienen interesante para el perro de marras, y su dueño, Victor ese «algo» que las vuelve atractivas pensar el film sea el Frankenstien, inmediatamente geneen algún zapping nocturno. Pensando momento en el que ran empatía, y mucho más aún cuanen su filmografía, faltaba la versión de los niños malvados do Sparky revive lleno de cicatrices. Tim Burton, un director que ha logra- quieren reproducir Quizás el punto más interesante para do algo escaso en el cine de hoy: una el experimento de pensar el film (más allá de vivir la exestética propia. Así como rápidamen- Victor y fracasan periencia en el cine) sea el momento te identificamos una película de Wes por algo que para en el que los niños malvados quieren Anderson, Nanni Moretti, Quentin los alquimistas era reproducir el experimento de Victor Tarantino o Aki Kaurismäki, la «cosa fundamental: la y fracasan por algo que para los alburtoniana» también se distingue. pureza del espíritu quimistas era fundamental: la pureza Y este director se las ingenia para del que lleva a cabo del espíritu del que lleva a cabo la alrecrear o inventar criaturas que son la alquimia. quimia. Lo que estos niños ponen en una combinación entre lo tierno y lo juego no son buenas intenciones, sino siniestro, que atraviesan complejas histouna mezcla de venganza y ambición en la rias fantásticas de tono soft que van desde búsqueda de ganar un premio como sea. el terror a los conflictos familiares y desde La trama entonces resulta previsible pues el gótico a las biografías, desarrollando un recurre mucho a las versiones clásicas conestilo que atrae multitudes. tadas por el cine, pero lo hace ágilmente Si bien en 1984 había filmado el corto y es en la concepción de las imágenes Frankenweenie, la historia de Frankenstein en donde se ve la creatividad del estilo todavía era una cuenta pendiente para Burton, que otras veces ha buceado en la Burton, que ahora tenía un triple riesgo: historieta y ahora lo hace en las viejas imárecurrir a un perro, poder darle una vuelta genes del cine mudo. noviembre | enero 2013 Pez dorado 51


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Quien siembra detalles cosecha grandes películas

»Bruno Gorgone«

Looper: Asesinos del futuro Looper Director: Rian Johnson Intérpretes: Bruce Willis Joseph Gordon-Levitt Emily Blunt Pierce Gagnon País de origen: EE.UU. | China Duración: 118’ Año: 2012

Las cosas por su nombre En un gesto poco usual, la distribuidora argentina decidió conservar el título original en inglés («Looper», a secas) de esta película; desgraciadamente, no pudieron ceder a la tentación de agregarle la innecesaria aclaración «asesinos del futuro». «Looper» es una palabra intraducible. Un loop, dentro del contexto del film, es un circuito, una especie de círculo, un eterno retorno si nos ponemos algo más metafísicos. El acierto fue dejar este término (que encierra el pleno significado de la película) en su idioma original. Es una decisión importante en pos de la honestidad de sentido que le da el nombre a la cosa. De este modo, y parafraseando, si el nombre es arquetipo de la cosa, su representación está dada sólo por la palabra «Looper» y no por la sobreabundante «asesinos del futuro».

Loop En la jerga de la película, un «looper» es un mercenario, un asesino a sueldo, un tipo que labura unos cuantos años para la mafia hasta que lo jubilan obligatoriamente. Los homicidios que lleva a cabo son siempre en el mismo lugar: un «portal» de donde surgen desde el futuro personas encapuchadas y maniatadas a las que debe aniquilar con un disparo letal. En el año 2044 (presente narrativo de la película), la sociedad es menos hospitalaria, las 52 Pez dorado noviembre | enero 2013


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relaciones humanas se han reducido a la conveniencia, y la corrupción moral se halla a la vuelta de la esquina. El futuro será peor, claro está: un mutante telequinético, un ser maligno conocido como «The Rain Maker» (algo así como el líder de la mafia más poderosa del mundo) manda a aniquilar sin más a cualquiera que no le caiga en gracia. Y aquí aparecen los «loopers» para matar a ese excedente y hacerlo

temáticas se tejen mediante una telaraña de detalles que no dejan nada librado al azar. Es un perfecto juego de engranajes donde no hay cabos sueltos. Parte de la crítica fustiga su falta de originalidad, la atacan argumentando que a esta película la vimos una y mil veces (Terminator, 12 monos, Niños del hombre). Y si bien parecería ser más de lo mismo, hay algo que engrandece a

desaparecer varios años antes, evitanLooper… El detalle no es menor e includo de este modo pruebas e indicios, en so atenta contra las consabidas reglas tanto que ese ser humano tal y como ha del subgénero «viajes en el tiempo». Allí muerto en el presente narrativo, no existe. donde otros esquivaban, Looper… reEl «looper» goza de su empleo hasta el flexiona y pone en escena, en un mismo momento en que debe asesinarse a sí momento, las dos realidades de su mismo. De este modo, una vez jubi- Looper… reflexiona y protagonista: la del futuro y la del lado, se le otorgan 30 años para vivir pone en escena, en presente. Esa coexistencia es belilibremente antes de ser atrapado por un mismo momento, gerante y fundacional, el núcleo del la mafia y correr la misma suerte que las dos realidades film es la lucha de uno contra sí misotros: se lo enviará al pasado para de su protagonista: mo. La cantidad de conflictos narramorir ajusticiado por su propia mano la del futuro y tivos que puede generar enfrentar y así cerrar el círculo. Esas son las la del presente. a un personaje con su yo futuro son condiciones a las que estos merceEsa coexistencia solucionados mediante una simple narios se someten a cambio de una es beligerante y línea de diálogo, evidencia del prejugosa remuneración. fundacional, el ciso entramado donde los pequeños núcleo del film es la detalles facilitan un relato a priori Urdiendo su propia historia lucha de uno contra complejo. Looper… es una película sutil y esto sí mismo. Esa simpleza para decodificar y dedebe tomarse como un elogio. La senmarañar posibles complicaciones construcción que propone no ennarrativas subyace durante todo el cuentra correspondencia con el cine hametraje. Nada en Looper… es azar: desde bitual, no sólo por la trama que conjuga un flashback acerca del personaje venido acción, viajes en el tiempo y amor (cardel futuro, que parece innecesario, hasta gando con la mixtura propia del policial el dato del alcance y poder de fuego de melodramático), sino porque todas estas las armas. Todo se incrusta y amalgama a noviembre | enero 2013 Pez dorado 53


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la perfección, para luego ser recuperado y cerrar así los miles de círculos dentro del círculo. Las soluciones son verosímiles para el espectador atento.

Está todo dicho Claro que hay inspiraciones y marcas, tal vez la más destacada sea la de Terminator (The Terminator, James Cameron, 1984): un enviado del futuro que regresa

antes se ha visto. Tal vez su antecedente más parecido en este campo y bajo el mismo género sea Matrix (The Matrix, A. y L. Wachowski, 1999). Ambas son películas de información, donde el espectador, ignoto del acontecimiento que presencia, se va nutriendo de manera inconsciente de gran cantidad de datos útiles que luego se retoman y revelan el horizonte final de la trama.

al pasado para ajustar algunas cuentas 1x2 que, en principio, permitirían cambiar el Joseph Gordon-Levitt y Bruce Willis son el curso de la historia. Pero esa influencia mismo «looper». Uno por primera vez conlejos está de ser una receta seguida paso vence, al otro le sale de taco. Ambos gespor paso. En Looper… el norte del persoticulan del mismo modo y la similitud (con naje venido del futuro es aniquilar a Cid ayuda de un maquillaje que hace algo de (que será «The Rain Maker»), un peruido) resulta bastante natural. Emily queño niño en el tiempo presente. Un niño que Blunt, dejó el traje de recepcionista De aquí el estigma de la película de mediante una de Miss Piggy, se calzó unos jeans y James Cameron. Pero hay una dife- adecuada dirección unas musculosas y sacó a relucir algo rencia radical que distancia a ambas pasa de ser un ángel más que su belleza. Escopeta en mano y es el mensaje subyacente. Miena ser el mismísimo se muestra versátil en su doble rol tras que en Looper… lo que resulta demonio en sólo de guardiana y madre, aterrorizada fundante de toda su trama es el un plano. Sus y aleccionadora. Pero el actor destatriunfo del amor mediante la expia- intervenciones son cado es el pequeño Pierce Gagnon. ción (y con él la ansiada bonhomía espeluznantes y Un niño que mediante una adecuada del futuro), en Terminator la guerra su ternura infantil dirección pasa de ser un ángel a ser el del mañana es insoslayable. En la es absolutamente mismísimo demonio en solo un plano. de Cameron el líder de la resisten- empática. Sus intervenciones son espeluznantes cia debe vivir para librar la batalla y su ternura infantil es absolutamente contra las máquinas, en cambio aquí se empática. apuesta a que el próximo líder cambie su Rian Johnson hizo una de las mejores pelítalante y lo edifique en amor en procura culas del 2012 a pesar de que los números de la paz. en Argentina no lo demuestran. En un futuHay también en esta película una acumuro no muy lejano, portales de tiempo de por lación de datos con sentido como nunca medio, podremos corregir tamaño error. 54 Pez dorado noviembre | enero 2013


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»Nahuel Rodriguez Acosta«

Un final (d)enunciado

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ebo reconocer que cualquier cosa una alegoría sobre el cine, su método de que haga Joseph Gordon-Levitt me producción, la vida de los actores, el antes y llama la atención. Él es como una el después del éxito, el antes y el después de especie de imán, un seductor del que no imla tecnología, las puestas de cámara clásicas porta su apariencia, no importa su papel: loy el virtuosismo modernoso. Pese a algunos gra atraerme pese a cualquier contra que se pecados de sobreexplicación, la película flupresente. Sin dudar de mi sexualidad (pero ye porque, al fin y al cabo, cada palabra pesa, tampoco de mis sentimientos), mi amor por cada escena tiene algo que decir. Quizás pasu arte me vuelve poco objetivo. Mis gustos rezca paranoico, quizás la esté sobrevaloranson claros: me molestan los golpes bajos, la do porque estoy enamorado, pero Looper… moralina y el mensaje evangelizador, creo propone una de las teorías más claras, poque el cine tiene que ser lo más consciente tentes y apocalípticas del cine. Confronta a posible de la realidad. Me gustan las películas dos actores de distintas generaciones, los de entretenimiento, las que tienen algo para pone a charlar en un bar y el personaje del decir, las que me incomodan, las que se futuro cuenta cómo fue su pasado, cómo la juegan, las que confían en el espec- El antes y el seguirá su vida en lo inmediato, los excetador. Y Looper: Asesinos del futuro es después son el sos que padecerá, el encuentro del amor un film que propone algo distinto. después y el antes. de su vida, la posibilidad de evitar el juiEl antes y el después son el después y cio final. Pero la película podría estar hael antes. Joseph Gordon-Levitt, uno de los blando de la utilización del star system hasta actores jóvenes del momento, interpreta en determinado momento, la vida como una la película al pasado de Bruce Willis, actor falsa pertenencia, la caducidad de la fama, del que quizás ya haya pasado «su» momenla necesidad de rescatar el amor propio, la to y, claro, también su juventud. Ambos revaloración de la independencia, la obligación presentan a Joe, un looper: un asesino a suelde la nueva generación de evitar la muerte do que mata a desconocidos enviados desde del cine, un cine que a él ya casi lo desechó. el futuro. El fin de su trabajo, su retiro jubilaY también trasciende barreras con lo explícitorio, es cuando su presente mata a su futuro to de su violencia, que choca con los tabúes, y a partir de ahí tienen 30 años de libertad que mata nenes, que necesita del shock para con todo pago. El conflicto, en teoría, no va despertar el inconsciente, que dice más de lo más allá de eso. Si se mata a sí mismo o no lo que aparenta. Una película que necesita ser hace podría haber sido lo que guiase la tendescifrada para no perderse la idea principal, sión durante el desarrollo de la película. Pero pero que aún solamente valorándola como la idea va más allá. Rian Johnson construye «una de acción» vale la pena ser vista. noviembre | enero 2013 Pez dorado 55


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Jack Reacher Director: Christopher McQuarrie Intérpretes: Tom Cruise Rosamund Pike Richard Jenkins Werner Herzog País de origen: EE.UU. Duración: 130’ Año: 2012

»Santiago Armas«

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Un gran film menor

ficiencia y profesionalismo. TérmiDirigida con un pulso notable por Christo�������� nos que se aplican perfectamente pher McQuarrie, el mismo realizador de la a Jack Reacher, tanto al personaje subvalorada Al calor de las armas (The Way como a la película que lleva su nombre. of the Gun, 2000) y guionista de Los sosAhora bien ¿qué significa que un film se pechosos de siempre (The Usual Suspects, destaque por su profesionalismo? ¿Acaso Bryan Singer, 1995), Jack Reacher se desno es una característica que damos por taca por su minimalismo a la hora de la acdescontada cuando hablamos del cine ción, rasgo que parecía perdido en un conmainstream de Hollywood? Puede ser, texto que privilegia la pirotecnia y el uso pero hay algo particular en la ejecución excesivo de los efectos digitales. Al contrade este policial que logra elevarlo por rio de lo que reflejan los avances, la acción encima de la media del género. Y sí, que en esta película es esporádica, pero no por Tom Cruise sea el protagonista suma eso menos impactante. Ejemplo claro muchísimo en el resultado final. Reacher es una de esto es la persecución automovilísBasado en el personaje creado por el suerte de samurái tica que sucede promediando la mitad escritor británico Lee Child y cuya po- moderno, un lobo del metraje: la precisión de la puesta pularidad se extendió a más de quince solitario que se de escena y su realismo nos permiten novelas, Jack Reacher es lo que podría- mueve de ciudad en entender quién persigue a quién sin mos definir como una cruza entre la in- ciudad resolviendo desentendernos de la acción. teligencia de Sherlock Holmes, la dure- crímenes al margen Pero si bien la dirección aporta solidez za de Harry, el sucio y la capacidad para de la justicia. y está siempre al servicio de la historia, el combate de Jason Bourne. Policía poco habría importado sin la presencia militar ahora retirado, Reacher es una suerte de Tom Cruise en el papel principal. Alejade samurái moderno, un lobo solitario que do de las piruetas ridículas del Ethan Hunt se mueve de ciudad en ciudad resolviendo de Misión: Imposible y sin su característica crímenes al margen de la justicia. Cuando un sonrisa compradora, Cruise le pone el cuerfrancotirador decide tomar cinco vidas apapo a Jack Reacher y se mueve a lo largo del rentemente al azar, en un prólogo impactanrelato con la misma eficacia y dedicación te tanto por su sequedad como por su simicon la que el protagonista decide seguir las litud con los recientes tiroteos en Colorado pistas que lo acercan aún más a la verdad, y Connecticut, Reacher deberá salir de las dejando en claro que para la primera incursombras para investigar a fondo el caso, que sión de este aclamado personaje literario en para la policía ya está cerrado, aunque como la pantalla grande, no se pudo elegir a un espectadores sabemos que no es así. mejor actor para interpretarlo. 56 Pez dorado noviembre | enero 2013


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»Luciano Mariconda«

De aquí a la eternidad Ralph, el demoledor Wreck-it Ralph Director: Rich Moore Intérpretes: John C. Reilly Sarah Silverman Jack McBrayer Jane Lynch País de origen: EE.UU. Duración: 108’ Año: 2012

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n sube y baja: mientras Disney dejó de ser la empresa líder en animación, Pixar se consolidó en este rubro durante los últimos 15 años. Al parecer, los herederos del tío Walt se cansaron de estar un escalón más abajo y ahora están tratando de ocupar de nuevo el trono que les corresponde. Por eso, no es de extrañar que hayan recurrido a un viejo conocido de la casa para recuperar lo que siempre fue de ellos. Aquí es donde aparece el nombre de John Lasseter, miembro fundador de Pixar y que hace ya algunos años es también director artístico de la empresa creadora del ratón Mickey. Su influencia en Ralph, el demoledor (Wreck-It Ralph, Rich Moore, 2012) es clara y contiene una de sus conocidas premisas: es siempre más importante el relato que cualquier chiste o exceso visual. Lo cierto es que desde hace mucho tiempo Disney no creaba personajes inolvidables (sin dudas, uno de sus fuertes a lo largo de toda su historia). Es probable que el último ejemplar de esta generación de creaciones imborrables en el imaginario popular haya sido Simba de El rey león (The lion king, Roger Allers y Rob Minkoff, 1994), delineado de manera tan perfecta como clásica. Construcciones precisas, con metas y motivaciones claras dieron siempre como resultado la identificación inmediata por parte del espectador. Pixar aprendió de esta tradición y creó su noviembre | enero 2013 Pez dorado 57


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propio grupo de eternos protagonistas. embargo, la película nunca deja de estar Salvo en el caso de Bichos, una aventura atada a lo clásico: ahí están los conflictos en miniatura (A bug’s life, John Lasseter, tradicionales descendientes de las mejoAndrew Stanton, 1999) casi no hay persores historias de Disney. Entonces, lo que naje que no sea reconocible y que no se comienza con diferencias y peleas, deriva haya instalado dentro del cine contempoen unión, amistad y amor. Sí, los elementos ráneo. Ahora, con Ralph, el demoledor, la conocidos por todos pero que, por algún herencia que Disney le dejó a Pixar parece código secreto, siempre emocionan. regresar a su lugar de origen. Pero, aunque se llame Ralph, el demoledor, Como en Toy Story (John Lasseter, 1995), el verdadero hallazgo de la película es VaBuscando a Nemo (Finding Nemo, Andrew nellope (con la inconfundible voz de Sarah Stanton, 2003) o WALL-E (Andrew StanSilverman en la versión original): una niña ton, 2008), los espacios funcionan como que vive en el videojuego de carreras Suun micromundo de relaciones y Ralph… gar Rush, mezcla entre el mundo de Hello elige centrarse en el de los videojuegos Kitty y los empalagosos paisajes de Charlie (los clásicos «fichines»). En ese espacio y la fábrica de chocolates. El resto de las se mueven, de forma muy original –como corredoras y el rey (llamado «King Cansi se tratase de una gran ciudad con una dy») de este edulcorado mundo la discriestación central de trenes que se desminan por tener una «falla», es decir, plazan por los cables de electricidad– Pero esta fiesta un problema técnico que la niña lleva los héroes, villanos y extras de cada de colores y consigo desde su creación virtual uno de estos juegos (que van desde sonidos nunca se (pero que luego sabrá usar sabiamenel inocente Pacman al violento Hero’s descontrola: cada te a su favor). Al ser un universo tan Duty). Es, sin dudas, una gran conscosa está ubicada en visual, exultante y de proporciones trucción innovadora y muy divertida su lugar, sin ningún sensoriales –y agotador para los ojos, de observar. Pero esta fiesta de colo- tipo de exceso, hay que decirlo–, la presencia de senres y sonidos nunca se descontrola: comprometida timientos tan concretos y auténticos cada cosa está ubicada en su lugar, con la historia y (como los que hay en la relación entre sin ningún tipo de exceso, comprome- el respeto a los el villano y la niña pero también en la tida con la historia y el respeto a los espectadores. pequeña historia de amor entre Félix espectadores (otra gran enseñanza de y Calhoun) le brinda a la película una Pixar: no «lastimar» visualmente a la intimidad tan cálida como inesperada. audiencia, tratarla siempre con cariño). La lección de Lasseter funciona a la perSi esta película es un gran film es gracias a fección: lo que realmente importa se ensus excelentes protagonistas. Ralph es un cuentra siempre por encima de cualquier villano que quiere ser un héroe; Vanellope impactante entorno visual. es una simpática y alegre niña que quiere Para el Disney de este siglo, el film tiene ser campeona de un juego de carreras; el aura de frescura y renovación de Toy Félix es el noble héroe (y contraparte de Story y no por ser un relato sobre persoRalph); y Calhoun es la soldado del bélico najes utilizados por los niños, sino porque Hero’s Duty. Estos cuatro personajes son, representa algo más importante: aprender sencillamente, irresistibles y se encuentran del propio pasado –pero también del preubicados en la misma línea inaugurada sente– es la mejor forma de pararse frente en Enredados (Tangled, Nathan Greno y a esta nueva época. Es el renacimiento de Bryon Howard, 2010): la autoconsciencia ese prestigio que alguna vez les pertenedictamina que el estilo que mejor se adapció y que, con exponentes como Ralph, el ta a este siglo proviene de la ironía. Sin demoledor, pueden volver a recuperar.

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»Jeff Zorrilla«

Estados Unidos S.A. Mátalos suavemente Killing Them Softly Director: Andrew Dominik Intérpretes: Brad Pitt Ray Liotta James Gandolfini País de origen: EE.UU. Duración: 97’ Año: 2012

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sta película recibe su título del credo profesional del personaje de Brad Pitt (Jackie), un matón de la mafia que sostiene que él sólo asesina a sus víctimas desde lejos, para no tener que lidiar con las emociones que aparecen al hacerlo desde cerca, esto es lo que él llama «matar suavemente». Esta cuestión de mantener las distancias es el gran tema de la película. Jackie nos guía fríamente por las calles de la Nueva Orleans post-Katrina, pobladas por gente desesperada por algún contacto emocional pero que al mismo tiempo hace todo lo que puede para ganar lo suficiente como para mantenerse aislados. La trama de la película es bastante simple. Dos hombres que necesitan dinero hablan con el dueño de una tintorería sobre la posibilidad de un «trabajo». El propietario, cansado pero amable, cuenta la historia de Markie Trattman (Ray Liotta), el capo del garito que impulsa la economía del submundo: algunos años atrás, Markie robó su propio establecimiento y evitó las sospechas manteniéndose en silencio durante los interrogatorios, sólo para revelar todo a sus amigos un año más tarde, después de beber demasiado. Había pasado tanto tiempo ya y Markie era tan querido que todo el asunto desapareció bajo una gran carcajada entre amigos. Sin embargo, añade el melancólico dueño de la tintorería, ahora son tiempos diferentes. Si alguien robara el garito otra vez, no quedaría otra alternativa que culpar a Markie por el asalto. noviembre | enero 2013 Pez dorado 59


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Y el plan, curiosamente, funciona a la perfección. Los dos ladrones de poca monta, llevando escopetas recortadas y usando medias de nylon que deforman sus rostros en imágenes de Rorschach de la desesperación, irrumpen en el juego, encañonan a Markie, roban no sólo el dinero de la caja fuerte sino también el de los bolsillos de cada mafioso en la mesa de juego y luego huyen en su coche.

no pueden disociarse lo suficiente como para sobrevivir en este mundo vicioso. El mejor ejemplo de esta falla es el personaje de Mickey, el matón importado de Maryland que Jackie contrata para asesinar a uno de los ladrones que él mismo no quiere matar por haber compartido un trabajo en el pasado. O, en otras palabras, Jackie no puede «matarlo suavemente». Mickey se nos presenta sacando el máximo

Y es aquí cuando Jackie aparece para perprovecho de su cuenta de gastos, chupanseguir a los responsables del robo y la pelído martinis y acosando a los camareros cula se convierte en un ensayo sobre cómo en un bar local mientras las noticias de la diferentes personajes, que sienten empatía crisis financiera de 2008 centellean en el unos por los otros debido a sus situaciofondo. Mickey es un personaje forzadanes económicas similares, encuentran mente antipático, con su sonrisa de la fuerza para superar sus emociones «Sí, qué vas a hacer, desprecio llena de dientes rotos. Pero y mentir, traicionar y asesinar a sus nada de esta mierda Jackie y Mickey son viejos amigos y iguales. Este intento de monetizar las significa nada de después de poco tiempo y una buena relaciones humanas para evitar el con- todos modos». dosis de gin, Mickey baja la guardia y tacto emocional ya lo vimos en la hisse abre a Jackie. Le cuenta la historia toria del cine norteamericano: fue uno de su tiempo en la cárcel y de cómo de los grandes cambios entre el personaje estuvo a punto de firmar los papeles de del policía en los policiales de los años divorcio de su esposa. De repente vemos a treinta y el detective privado del film noir Mickey como a una persona comprensiva de los años cuarenta y cincuenta. Al recibir y simpática que ama a su mujer a pesar de dinero extra por su trabajo, el detective sus infidelidades y lamenta sinceramente privado trata de evitar involucrarse persolo que ella tuvo que sufrir por su culpa. nalmente con sus clientes pero, paradójiPero cuando Jackie le pregunta si está discamente, este intercambio lo deja más impuesto a aceptar el trabajo y arriesgarse plicado de lo que el policía nunca estuvo. a volver a la cárcel, Mickey responde: «Sí, A medida que el detective aprende más de qué vas a hacer, nada de esta mierda signisus clientes, cuanto más ellos lo traicionan fica nada de todos modos». y estafan, más profundamente se hunde en Pero la única persona en la película que las complejas marañas emocionales. parece saber cómo navegar por las calles La mayoría de los personajes simplemente solitarias es Jackie. Él es la encarnación del 60 Pez dorado noviembre | enero 2013


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nuevo hombre corporativo, un experto en la delgada línea que se debe caminar para sobrevivir en el feroz capitalismo. Mira a su alrededor, a los que están al margen y a los que él fue contratado para matar y empujar al margen, con incredulidad y hasta simpatía. Jackie se siente mal por aquellos que están destinados a sufrir en este sistema, pero como él dice «Estado Unidos no es un país, es un negocio». Y en declaraciones

ya empleó en su anterior película El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford, 2007): la escena está filmada con un ángulo de obturador de 45°, lo que significa que cada cuadro recibe menos de la mitad de luz que cuando es filmada en un ángulo de obturador normal de 180°. El efecto es que cada imagen es capturada en alta calidad mientras al mis-

como estas es donde Mátalos suavemente mo tiempo hay un ligero efecto de parpatiene sus mayores problemas. La película deo a causa del incremento de la cantidad está llena de referencias a la crisis econóde negro entre cada cuadro (la técnica es mica de 2008 para hacer una analogía enconocida por su uso en la secuencia inicial tre las políticas económicas de los Estados de Rescatando al Soldado Ryan de Steven Unidos y los tratos de la mafia. Por Spielberg). En la escena de Mátalos esta razón muchos personajes quedan Mátalos suavemente suavemente, el parpadeo de la imagen poco desarrollados, ya que se ven obli- es una película nos lleva dentro de la caída en stacatto gados a encarnar una analogía social. pequeña, de buen de la lluvia mientras la claridad de La película también falla en su estiliza- diálogo y buenas cada imagen nos permite ver cada ción excesiva: el director Andrew Do- actuaciones, que golpe devastador que los dos gangsminik yuxtapone irónicamente música funciona mejor ters propinan a su víctima. nostálgica con imágenes de violencia cuando lo reconoce Mátalos suavemente es una película al estilo del Martin Scorsese circa Bue- pero tambalea bajo pequeña, de buen diálogo y buenas nos muchachos (Goodfellas, 1990). En el peso de su crítica actuaciones, que funciona mejor una escena, por ejemplo, suena la can- social. cuando lo reconoce pero tambalea ción «Life is like a Bowl of Cherries» bajo el peso de su crítica social. Los de Rudy Vallee después de que alguien ha personajes son tratados como analogías sido violentamente golpeado. Sí, bueno, del gran sistema que se está desmoronanentendemos. do a su alrededor, cuando en realidad ellos Pero hay trucos cinematográficos que, aunson su resultado. El estruendo constante que también son de trazo grueso, funciode las noticias de fondo hace mella cuando nan un poco mejor. Un buen uso de la estilientendemos que esta corriente continua zación está en la escena en la que Markie es de pronósticos de colapso económico es golpeado bajo la lluvia por dos de sus prolo que está llevando a estos personajes a pios amigos. Dominik usa una técnica que semejante desesperación. noviembre | enero 2013 Pez dorado 61


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Otra de género

»Germán González Sosa«

Despedida de soltera Bachelorette Director: Leslye Headland Intérpretes: Kirsten Dunst Rebel Wilson Lizzy Caplan Isla Fisher País de origen: EE.UU. Duración: 81’ Año: 2012

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n los papeles, parecería que una película con atractivas chicas descocadas garparía las molestias de salir de casa, tomarse el bondi, pagar la entrada, hacer una breve cola y disponer 90 minutos de vida al placer recreativo de una comedia básicamente de enredos. Bueno, uno a veces se equivoca, más cuando el género picaresco de chicas para chicas está un poquito quemado. Después de Sex and the City o Damas en guerra (Bridesmaids, Paul Feig, 2011), se vuelve difícil encontrar un producto que sea transgresor o polémico por el solo hecho de «ser» en sí mismo y que apunte a las necesidades de un mercado determinado con sus propios guiños y atendiendo sus necesidades rodeando la maquinaria socio-cultural de una industria machista. Pero lo terriblemente grave del film no es tanto lo burdo o insustancial del contenido sino la perspectiva masculina desde donde se construye, dentro de la historia, el deseo femenino. Exuberantes, desinhibidas, superficiales, estúpidas. Lejos quedaron las heroínas de la screwball, tanto más calculadoras, ingeniosas y capaces de poner en jaque la posición patriarcal dominante. Laura Mulvey se retuerce en su tumba. Estas prototípicas yanquis se muestran bien adaptadas a las necesidades generadas por la febril vida moderna, con sus estándares y exigencias, afirmando así el estereotipo de


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mujer «independiente» aceptado por la del remordimiento como símbolos de la sociedad. Se ven hundidas en la vorágine transgresión cultural que inconscientede llevar un «American Female’s dream», mente no pudieron llevar a cabo. Kirsten pura pose sobreexpuesta que se debe Dunst, la actriz principal y representante sostener para no ser subestimadas por su ideal del estereotipo desarrollado, coquecondición de mujer. Ese éxito les asegura tea con la libre consumación del deseo. Es el respeto. Pero ese éxito no se limita al la única que parece desligada de las concrecimiento personal sino al mantenimienvenciones y concreta una relación ocasioto de una imagen ligada a los cánones de nal con el galancito de la película. Pero en belleza, pura plástica y estética, antes que plena consumación del placer, recibe una a cualquier valor personal. Es el pasaporte llamada que le recuerda sus compromisos que les permite acceder al crecimiento y deberes para lo que queda del resto de profesional, meramente secundario. O la noche. Ella no interrumpe el acto casi si no pueden esperar a casarse con un en un gesto de devota cortesía para con hombre y así sí poder ser alguien. Como su partenaire pero termina disociando el le pasa al personaje de la estereotipadaacto físico (de realización del deseo) con mente gorda Rebel Wilson, que se cansó la actividad consciente, ya que la atención de luchar por esa imagen que puso en se sitúa en los problemas personales. La riesgo su salud, pero que a pesar de todo, escena termina siendo una acción puracomo recompensa la vida le dio una permente mecánica sin rastros de goce para sona rica y apuesta. Esa bendita «justicia ella e indiferente para él. poética» irrita a sus amigas que sufren un Luego de retomar sus obligaciones y sopoco la envidia en carne propia. Ella les portar la neurosis de la novia durante un robó lo que en teoría les corresponlargo rato se roba unos minutos para día a las bien adaptadas. Y esa inco- Así comienza ella en el baño. Este es el momento modidad, insatisfacción y angustia un desenfreno más cargado de la historia porque la proviene de la alarma inconsciente histérico, un vale situación demandaba algún tipo de que se enciende avisando que todo el todo de pulsiones escape. La continua postergación del esfuerzo por encajar fue vacuo, que primarias y básicas ser se vuelve intolerante en la pantalla perseguían quimeras. Lejos de esas que amenaza con para el espectador. La cámara hace cabecitas huecas está la reflexión o estrellarse de lleno un primer plano fetichista de su mano la toma de consciencia de que las con el deseo en que junta sus dedos y en un acto de formas que adoptaron para formarse bruto. íntima soledad, podrían haber estimucomo personas reafirman el problelado sexualmente a la protagonista en ma (la idea de inferioridad de género) una piadosa descarga de placer necesaria en vez de ir en contra del mismo. Así coante tanta castrante frustración. Sin emmienza un desenfreno histérico, un vale bargo sus dedos castigan la garganta intodo de pulsiones primarias y básicas que duciendo al vómito. El escape es el sacrifiamenaza con estrellarse de lleno con el cio patológico en pos de afianzar los estigdeseo en bruto. Pero la capacidad de demas sociales fiscalizados por la mirada de sear parecería haber sido abolida de antelos otros. En ningún momento se intenta mano. Se proyecta el deseo en un objeto: decodificar estos signos terribles, incluso una sustancia elloica, falsamente blanca en la resignificación abyecta del desenlace, y pura, que come la voluntad mientras donde los dedos y el vómito salvan a la euforiza. Y como todo acto consciente ligera junkie pasada de anfetas. Es difícil fuera de la ley, son castigadas con la culcreer que tan nefasto mensaje puede ser pa: tenaz anzuelo de la moral, es el hipógracioso, más allá de los chispazos de hucrita leitmotiv de las peripecias nocturnas mor en donde realmente se siente la mano de las protagonistas. El pobre intento de de Will Ferrell como productor, totalmente exhumación de frustraciones termina en aislados del sexismo, pero tapados por una un vestido de novia mancillado y el terror postura deliberadamente antipática. noviembre | enero 2013 Pez dorado 63


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Magic Mike Director: Steven Soderbergh Intérpretes: Channing Tatum Matthew McConaughey Olivia Munn Alex Pettyfer Cody Horn País de origen: EE.UU. Duración: 110’ Año: 2012

»Luciano Mariconda«

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Vampiros de Steven Soderbergh

ay dos mundos notoriamente borada y llamativa, lúdica y divertida (La opuestos tanto en espacio y tiemgran estafa, por ejemplo). Por el contrapo como en su concepción en Mario, el costado más introspectivo del pergic Mike: uno de ellos (el más visible, más sonaje se asemeja a los proyectos más exultante) es lumínico, colorido, musical; íntimos del director (por ejemplo, Vengar el otro (más escondido, más secreto) se la sangre, Traffic). En este sentido, su últicaracteriza por el silencio, la oscuridad, ma película es una obra consciente de su el rechazo. Son, en definitiva, dos modos armonía: es un film que engloba las divide vida que se enfrentan, tan antagónisiones entre estos dos mundos para crear cos como el día y la noche. Esta «bipoun tercero. laridad» parece contagiar al film, que se Magic Mike se centra en la vida de un debate entre mostrar la desaforada stripper. Sin embargo, el realizador exposición o la delicada intimidad Lo más interesante no parece estar muy interesado en el de su protagonista. surge cuando mundo de los desnudistas. Y si bien No deja de ser interesante que la la cámara de las escenas de baile (bellamente copelícula esté dirigida por Steven Soderbergh espía reografiadas) son muy entretenidas, Soderbergh. La dualidad que surlo que sucede por lo más interesante surge cuando la ge entre ambos estados en la vida fuera del boliche. cámara de Soderbergh espía lo que del protagonista –el musical por sucede por fuera del boliche. Hay dos un lado, el drama por el otro– paescenas fundamentales para entender rece guardar ciertas relaciones con la la verdadera cara de esta película. Ambas intrincada, irregular y prolífica carrera de funcionan para mostrar el reverso de esta este director. No hay muchos cineastas fiesta de luces y brillantina, erecciones y (al menos en la actualidad) que puedan gritos. pasar de proyectos tan disímiles entre En una secuencia, el protagonista llega sí como lo hace el realizador de Sexo, a su casa luego de trabajar. Se sienta y mentiras y video (Sex, lies and videotape, saca los billetes arrugados que decenas 1989), Erin Brockovich, una mujer audaz de mujeres le dejaron en su diminuta (Erin Brockovich, 2000), Un romance ropa de baile. Mike los acomoda, los estimuy peligroso (Out of sight, 1998) y las ra en el borde de la mesa, los apila y luedos partes de Che (Che - El argentino y go los aplasta con un grueso libro. Apaga Che: Guerrilla, ambas de 2008). La faceta la tenue luz de una lámpara y se duerme. desenfrenada de Mike es similar a la proLa serie de pequeñas acciones (miradas ducción mainstream de Soderbergh: elacon evidente comprensión) denota la 64 Pez dorado noviembre | enero 2013


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verdadera esencia temática del film: la existencia inesperada de un personaje encerrado en un mundo del que desea escapar. Por otro lado, se contraponen de forma sutil la diferencia de dinamismo entre las escenas porque mientras que en el boliche el cuerpo es presa del ritmo, del baile y de la excitación, en su casa los movimientos se hacen más lentos, delicados. En el bello y secreto acto de estirar

criaturas de la noche, pero está lejos de la frígida propuesta de Stephanie Mayer. Los seres de Crepúsculo (Twilight, Catherine Hardwicke, 2008) están más cercanos a la frialdad de Entrevista con el vampiro de Ann Rice: contemporáneos, sofisticados, distantes. Por el contrario, es inesperada el aura sobrenatural que presenta Magic Mike a través del drama, la pasión, el horror de la condena hacia

los billetes se vislumbra un intento por el personaje principal. A diferencia de los establecer una vida encarrilada, sujeta a exponentes mencionados, en esta pelícusus deseos personales. la se hallan los componentes clásicos del La segunda escena tiene lugar en un mito: cuerpo, carne y alma. banco. Mike se dirige con su dinero Y ahora algunas consideraciones ahorrado (que pretende invertir en En el bello y secreto sobre Channing Tatum. Si este es un un negocio personal) con la esperan- acto de estirar los actor más que interesante es porque za de obtener un crédito. Lo atiende billetes se vislumbra su físico no está únicamente atado una mujer de aproximadamente 35 un intento por al cine de acción. Por el contrario, años, claramente excitada por su establecer una parece haber una constante apuesta figura: su cuerpo trabajado, macizo, vida encarrilada, de su parte al hacer películas de diy sus lentes que denotan la extraña sujeta a sus deseos ferentes géneros. En Votos de amor pero irresistible combinación entre personales. (The Vow, Michael Sucsy, 2012) es fuerza e inteligencia. Sin embargo, un novio que sufre por su pareja a pesar de no querer hacerlo, ella le con amnesia; en Comando especial niega el préstamo. El éxito parece estar (21 Jump Street, Phil Lord y Chris Miller, sólo presente en aquel mundo que el per2012), un policía que debe volver a la sonaje desea abandonar. De esta forma, secundaria; en Magic Mike, un personaje Mike no puede desligarse de una natuque sufre una terrible soledad. Más allá raleza que ya le es propia, representada del papel que le toque interpretar, Tatum por lo nocturno, lo pasional, pero tamestá tocado por el poder de la soltura, de bién por el horror de una vida que no es la gracia. Sus movimientos son tan natudeseada. Sobre los hombros del protagorales que parecen formar parte de la reanista recae una condena casi vampírica. lidad. Por eso, nos convence y nos resulta El vampiro que ofrece Soderbergh mezmás cotidiano que ficticio. Demasiado cla las vertientes que caracterizan a estas para la actualidad hollywoodense. noviembre | enero 2013 Pez dorado 65


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La vida en subjuntivo

»John Lake«

Tres 3 Director: Tom Tykwer Intérpretes: Sophie Rois Sebastian Schipper Devid Striesow País de origen: Alemania Duración: 119’ Año: 2010

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obre un fondo blanco, una danza metafórica (interpretada por dos bailarines y una bailarina) anticipa los hechos que el espectador presenciará, tal como hizo Pedro Almodóvar en Hable con ella (2002). En este caso, la coreografía es de Sasha Waltz (creadora del ballet Romeo y Julieta en La danse de Frederick Wiseman) y expresa con suma claridad el conflicto de los protagonistas. Hanna (Sophie Rois), una periodista televisiva, vive en pareja desde hace veinte años con Simon (Sebastián Schipper), un organizador de eventos artísticos. Para escapar de la monotonía y la rutina ambos se permiten ciertas concesiones y licencias. El equilibrio se ve resquebrajado cuando ambos, a escondidas, comienzan a frecuentar a un médico especialista en genética. Por otra parte, el amante bisexual, Adam (Devid Striesow), desconoce que sus parejas conviven bajo el mismo techo desde hace mucho tiempo. La idea central se prestaba para una comedia erótica siguiendo los lineamientos de Noël Coward o bien una farsa donde abundasen los portazos al estilo Boeing Boeing (John Rich, 1965, con Jerry Lewis y Tony Curtis). En manos de un director originario de la meca del cine, la experiencia de Hanna y Simon hubiese tenido visos de lección moral con Adam echado a patadas. Por fortuna, el guión y la dirección estuvieron a cargo de Tom Tykwer, el director de Corre Lola corre (Lola rennt, 1998), El perfume (Perfume: The


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Story of a Murderer, 2006) y Agente internacional (The International, 2009), en su retorno a Alemania después de una década. Tres puede ser considerada una comedia negra (el cáncer juega un rol importante), por momentos una comedia de equívocos con un toque romántico pero también un drama, donde la enfermedad, la lucha contra la vejez y el amor son expuestos de manera brutal en el film más provocativo y arriesga-

sus actos y terminan conformando un rompecabezas que se torna incompleto si falta una pieza. Si bien son atractivos no son narcisistas, ni ellos son adonis ni Hanna es una mujer irresistible. Sus pensamientos no pasan por la belleza física sino por las ideas de Hermann Hesse, Erich Fromm, Baruch Spinoza y Jeff Koons en un alarde pseudo-filosófico del film. La biotecnología, el estudio de las células madres (especialidad de Adam), la

do que haya presentado la cinematografía potencialidad y la regeneración sexual están alemana en el circuito comercial argentino. presentes a través del embarazo de Hanna. Experto estilista, Tykwer utiliza el splitIncluso los personajes se comportan como screen (división de la pantalla en cuadros) células madres al autorrenovarse en sus para acelerar la acción, juega con los ritmos afectos. Gran admirador de Kieslowski, la y, como contrapartida, ofrece momentos de oportunidad, el azar, la coincidencia y la concontemplación como en la magnífica escena tingencia replican en los personajes. «La vida en la que Simon y Adam descansan apoes impredecible» dice Hanna. Los números yados en el borde de la piscina que invade tres y nueve se vinculan en el suicidio de la el río, con el marco de una Berlín nocmadre de Simon: posibilidades y casualiturna. La capital alemana bien podría Posibilidades dades acompañan al trío protagónico. ser considerada un cuarto personaje: y casualidades El final, con música de Debussy, remite Tykwer la presenta como una ciudad acompañan al trío nuevamente a la coreógrafa Sacha Waltz que consume cultura en grandes dosis, protagónico. al adoptar el trío una postura similar a la vanguardista, casi futurista, acorde con de los bailarines en su ballet Körper, ima«Space Oddity» de David Bowie que gen que quedó reflejada en el afiche de acompaña la banda sonora. Las transiciones promoción. Tres es una interesante incursión musicales que reflejan las emociones de los en los desvíos inesperados e insospechados protagonistas, las composiciones simétricas, de la vida, en los sorprendentes pliegues del los contrapuntos y el montaje son recursos alma. Tres explora las tentativas de la socieque el director utiliza para hipnotizar al esdad contemporánea para conciliar las formas pectador, pero en ciertas oportunidades el tradicionales de los vínculos sentimentales bombardeo de imágenes es excesivo y se con las aperturas amorales y sugiere dejar torna confuso. de lado la represión para vivir una vida más Cada uno de los personajes (que rondan los libre y feliz al dejar al descubierto la posibilicuarenta años) tiene peso narrativo. Con dad de amar a más de una persona al mismo aciertos y errores, ninguno se arrepiente de tiempo. Tres es la vida en subjuntivo. noviembre | enero 2013 Pez dorado 67


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Demasiada tolerancia crítica

»Germán González Sosa«

Cloud Atlas: La red invisible Cloud Atlas Director: Tom Tykwer Lana y Andy Wachowski Intérpretes: Tom Hanks Halle Berry Hugh Grant País de origen: Alemania | EE.UU. | Hong Kong | Singapur Duración: Como tres horas. 172’ Año: 2013

68 Pez dorado noviembre | enero 2013

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brumado por el frenesí que me generó ver tantos dichos a favor de Cloud Atlas: La red invisible decidí no posponer más mi partida al cine a encontrarme con la tempranera mejor película del inmaduro 2013. La unanimidad de los comentarios me sonaba a relato monocorde y repetitivo pero de una imbatibilidad difícil de superar. Es así que, entre la resignación y el entusiasmo, me dispuse a «dejarme llevar» tal y como me recomendaron. Tanta soberbia y grandilocuencia impostada y tan poca vida a la vez, me hicieron acordar a un cementerio de elefantes. Lejos queda la ambición cinematográfica cuando el objetivo es la representación textual de una obra literaria; la burda imitación del libro sólo es signo de un complejo de inferioridad o la prepotencia de un impotente. Cloud Atlas… retrocede casilleros, casi a la época en donde el cine imitaba al teatro, pero esta vez repitiendo mecánicamente un lenguaje adquirido para competir con lo literario. Muchos críticos usaron como gag que los Wachowski «filmaron una película infilmable», que es como definió su obra David Mitchell por la complejidad de aunar seis historias relacionadas entre sí en tiempos históricos distintos. Vale aclarar que todo es filmable cuando una adaptación se libera de la castrante fidelidad a la verosímil transcripción ajena. Es un


Lo nuevo

dilema platónico. Los mejores films salieron de las novelas berretas (La dama de Shangai fue adquirida por Orson Welles en edición de bolsillo en el shopping de un aeropuerto) mientras que novelas con cierto estatus no cumplieron a nivel cinematográfico (entiéndase: que las películas no fueron superiores a la obra literaria). Volviendo a «lo infilmable», déjenme

de la industria después de que la industria les dio la espalda). No digo que todos, pero muchos articularon su discurso detrás de los folletines que la distribuidora les pasó, contagiándose así un lloroso copy-paste reivindicatorio. Dato al margen (que suma a la insustancial pretenciosidad del film): se intentó recurrir a la vieja escuela de interpretación actoral inglesa, en la que cada actor

recordarles un film de D.W. Griffith, de demuestra lo que vale por la versatilidad 1916, llamado Intolerancia (Intolerance: de los papeles que interpreta. Así vemos Love’s Struggle Throughout the Ages) en deformaciones y travestismos (no olviel que se desarrollan cinco historias en demos citar el cambio de sexo de Larry simultáneo, en cinco contextos históricos a Lana que queda bien como interpretadiferentes, que se relacionan entre sí ción de un mensaje subyacente) que mientras se van radicalizando gracias Dato que suma cual metáfora del huevo o la gallina a un montaje excelso hasta el punto a la insustancial no sabemos si es para naturalizar la donde estalla el dramatismo. Las he- pretenciosidad desnaturalizada cara de Tom Hanks rramientas están desde hace mucho del film: se en contraste con la de sus compañeya inventadas, sólo falta el talento intentó recurrir ros o ponerlos a todos en una gropara ejecutarlas. a la vieja escuela tesca igualdad de condiciones. Por estos dichos me han calificade interpretación Para no perder más tiempo, si usted do de criticucho obsesionado con actoral inglesa, espectador quiere comerse un sánel cine clásico, pero muchos de los en la que cada guche de nudillos, vaya al cine, déjeargumentos que se han utilizado actor demuestra se llevar y disfrute del film de la mapara defender Cloud Atlas… no son lo que vale por nera más primitiva y eficaz posible, meramente cinematográficos sino la versatilidad de no busque mensajes complejos ni un valor adyacente al contenido del los papeles que filosofías de cotillón. No hay mucho libro (las seis historias representan interpreta. más que entender y, si acaso desea seis estilos narrativos fundamentales exigirle un poco más, no se sienta de la literatura inglesa) o la carga ideolóintimidado por la prepotencia con la que gica y outsider que tiene la realización (la se juzga la mirada crítica (incluso dentro contradictoria idea de hacer una película de la película) ya que nadie lo va a tirar anti-industria con todos los mecanismos de un décimo piso.

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Lo nuevo

»Micaela Garuzzo«

L

Truenos encapsulados

a idea de que hay que ser conscienvemos en pantalla pero que estamos contes de las conexiones naturales del vencidos de que sucede. La amplitud de universo está más que clara en Cloud temas tratados por cada personaje hace Atlas: La red invisible, sobre todo en su que las historias sean incompatibles de subrayado título de estreno en Argentina. forma directa, por eso se considera a la La manera de retratar este concepto es puesta en escena, los movimientos de cámediante seis historias que se intercalan y mara y a los objetos como parte de un tejiestán interpretadas por los mismos actodo estructural como en Ciudad de ángeles res: esclavitud en el siglo XIX, periodo en(Short Cuts, Robert Altman, 1993). Cuando tre guerras mundiales, conspiración en los en cada episodio gana la desorientación, años setentas, desidia en un geriátrico del tanto de espacio como de tiempo, el equipresente, un futuro de sumisión genética y, librio parece flaquear pero queda igualpor último, una era post-apocalíptica mente sostenido. Desde las cosas cavernícola. Básicamente se plantea El ritmo, las elipsis hasta los actores, todo se entrecruza que todos estos eventos, aislados en- y los flashbacks y no se nota porque el universo es tre sí por el paso del tiempo, son im- logran un golpeteo así, somos partículas constituyentes prescindibles para la construcción del constante, del mismo pero no lo conocemos en equilibrio natural, demostrando que moderado pero su totalidad y depende de cada uno los dramas vividos por el hombre (en persistente, en descubrirlo. Esta película ambiciona su intención de evolución mediante la la conciencia del la construcción de una esfera cineigualdad de derechos) no fueron sufi- espectador. matográfica, una enorme red que cientes y que sumados a la ambición capture al espectador por sus saltos de poder provocaron consecuencias temporales, dejándolo vulnerable a autodestructivas para la humanidad. Es cualquier penetración ideológica. Y así una película que no se asimila instantáneapasan casi tres horas. Desmotivadora dumente, la necesidad de un segundo visioración, prejuicio del impaciente, excusa del nado no debe considerarse un defecto y es somnoliento. La prioridad de entrelazar las algo a tener en cuenta. historias termina suavizando el drama indiEl ritmo, las elipsis, los flashbacks, logran vidual de cada una de ellas y Cloud Atlas… un golpeteo constante, moderado pero pasa de una enorme acumulación de gases persistente, en la conciencia del espectaatmosféricos en amenaza de una sublime dor. Cloud Atlas… te encapsula en un gran tormenta a la liviandad de las nubes más domo formado por todo aquello que no suaves y frágiles del firmamento.

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Lo nuevo

»John Lake«

Caos en la escuela pública Escuela Normal Director: Celina Murga País de origen: Argentina Duración: 88’ Año: 2012

U

na vez más, la directora argentina Celina Murga retorna a su Entre Ríos natal. En Ana y los otros (2003), una ficción teñida de documental, realizaba un recorrido por la provincia en el que la protagonista buscaba a un novio de su juventud. Luego de Una semana solos (2007), la joven autora encara con Escuela Normal, el género definido por Grierson como «un tratamiento creativo de la realidad». Ciento cuarenta horas de filmación en la Escuela Normal Superior José María Torres de Paraná (primera Escuela Normal creada por Sarmiento y a la cual asistió la directora) se transformaron en dos películas: un mediometraje que será exhibido en la televisión y el largo de reciente estreno. Escuela Normal, si bien registra distintos aspectos del quehacer diario de un inmenso y antiguo colegio secundario, se centra en los alumnos de los dos últimos años con la intención de reflejar el pasaje de la escuela como refugio y segundo hogar, al contacto con el mundo exterior y todo aquello que trae aparejado en materia de independencia y decisiones. La cámara sigue muy de cerca a Macacha, la jefa de preceptores, una verdadera heroína que pone todo su empeño en el correcto funcionamiento del establecimiento. El control de los elementos de aseo en los baños, lidiar con las ausencias de los profesores, observar y reprender a los alumnos, contactarse con el personal de maestranza para solucionar problemas noviembre | enero 2013 Pez dorado 71


Lo nuevo

edilicios, espantar a un perro entrometido que amenaza a un grupo de estudiantes, derrochar cariño y poner parches por todos lados son algunas de las tareas de la incansable colaboradora en su continua recorrida por las aulas y pasillos de la añeja institución. Por otra parte, la película se detiene en el centro de estudiantes, las asambleas, las reuniones en las aulas y en las casas particulares para organizar los comicios y el

escolar con bombitas de agua; las deficitarias instalaciones con persianas que no cierran; las clases de educación cívica con cuestionamientos al Preámbulo de la Constitución Nacional; la fiesta de egresados con los padres como ángeles protectores al descender las largas escaleras del brazo de sus hijos, con un telón de tules de fondo para engalanar y a la vez disimular las deficiencias del edificio.

acto electoral en sí. El tinte político muestra La Escuela Normal de Celina Murga es un a una juventud que toma compromisos a la mundo donde reina el caos debido a demavez que empapela las paredes como siados tiempos libres por las constantes en las universidades. Sus integrantes Es un reflejo de la inasistencias de los docentes, pérdida asumen roles con el fin de mejorar la excelente escuela de horas de cátedra por motivos varios educación pública y dejar un pequeño que ya fue y nunca y alumnos que deambulan por los anlegado a las futuras camadas. más volverá. Es un chos pasillos, todo lo que trae aparejaMurga inspecciona el andar de alumhomenaje a la tiza y do el deterioro de la educación pública. nos, profesores y padres a lo largo de al pizarrón. Tan sólo se rescata la función social de un año escolar. Su mirada seguidora es la escuela de hoy en día: un lugar para equidistante entre el documentalismo tradirelacionarse y hacer amigos. Para el final, la cional y de la docu-ficción sociobiográfica. directora depara una emotiva sorpresa duLa cámara silenciosa observa sin juzgar, rante un acto en el que una ex alumna centeacompaña sin ser cómplice, es partícipe naria recuerda sus memorias escolares. Con en su exploración, evanescente al no ser gran oficio, Murga toca las fibras más íntimas entrometida pero a su vez es catalizadora del espectador con el Himno a Sarmiento de las imágenes. La situaciones se suceque las normalistas reunidas en el encuentro den: el acto del Día de la Independencia cantan de pie. Es un reflejo de la excelente con la entrada de la bandera, el consabido escuela que ya fue y nunca más volverá. Es discurso de la docente de turno y el canto un homenaje a la tiza y al pizarrón. Es una de «Aurora»; las reuniones y talleres de los advertencia a aquellas instituciones que, con profesores en las tradicionales jornadas el afán de seducir al alumnado, ofrecen propedagógicas; la sanción al alumno de mal yectos exóticos y ambiciosos (en el fondo, comportamiento con la correspondiente vacíos de contenido) dejando de lado las advertencia a los padres en el cuaderno de cuatro operaciones básicas de las matemátinotas; los festejos de finalización del ciclo cas y las reglas elementales de ortografía. 72 Pez dorado noviembre | enero 2013


Lo nuevo

Gricel. Un amor en tiempo de tango Director: Jorge Leandro Colás Intérpretes: Pablo Basualdo Soledad de la Rosa Paula Bresci País de origen: Argentina Duración: 67’ Año: 2012

»John Lake«

No todo es pesar en el tango

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n Gricel. Un amor en tiempo de los aires serranos vivifican los males del tango (el segundo largo de Jorge cuerpo y también los del corazón. Con la Leandro Colás), un barítono (insípiexcusa de continuar un tratamiento méda actuación de Pablo Basualdo) interesadico, el autor de «Cristal», se encamina al do en realizar una ópera basada en el vínValle de Punilla no sólo para recuperar su culo entre el compositor de tangos José salud sino también al amor de su vida. Se María Contursi y su amada Gricel, decide suceden a lo largo de cuatro años las idas iniciar una investigación mientras ensaya y venidas, los desencuentros, las separaLas bodas de Fígaro junto a Soledad de la ciones, las reconciliaciones, una tórrida Rosa en el teatro Roma de Avellaneda. Al relación que Contursi pone punto final indagar, los testimonios de Alicia Contursi para salvaguardar a su familia a la que no (hija del poeta), de Gricel Iacobelli podía ni quería abandonar. El tango (nieta de la musa inspiradora) y de La atracción mutua fue el refugio para canalizar el deshombres vinculados a las letras de la es instantánea y consuelo, los pesares y la nostalgia música ciudadana como Oscar Frese- fulminante, un amor de un alma destrozada luego de tando y Ernesto Pierro, descubren la his- al vuelo que dio to desenfreno amoroso. toria de una pasión que bien podría origen a un romance «… Tu ilusión fue de cristal / se haber surgido de la pluma de Gabriel que perduraría a lo rompió cuando partí / pues nunca, García Márquez. largo de cuarenta nunca más volví / ¡Qué amarga fue En 1934, un joven locutor casado años. tu pena!...» escribe Catunga (así lo conoce a una bellísima adolescente conocían los amigos) en el tango venida de Capilla del Monte en el progra«Gricel» y Mariano Mores le pone música. ma de una radio ya desaparecida, Stentor. Gricel inspiró su mejor producción literaLa atracción mutua es instantánea y fulria ya que «En esta tarde gris», «Si de mí minante, un amor al vuelo que dio origen te has olvidado», «Quiero verte una vez a un romance que perduraría a lo largo más», «Cristal» y hasta «Sombras nada de cuarenta años. Gricel (Susana Viganó) más» (expropiada por el bolero), hablan retorna a su provincia y en el lapso de de una misma historia desde distintos un bienio su hermosura es coronada en puntos de vista. «… Qué ganas de llorar en diversas competencias. Mientras tanto, esta tarde gris / en su repiquetear la lluel hijo de Pascual Contursi («Ivette», «Mi via habla de ti / remordimiento de saber noche triste») comienza a engalanar y / que por mi culpa nunca, vida, nunca te enriquecer al tango con su prosa. Como veré…». Sin embargo, el melodrama sentien Boquitas pintadas de Manuel Puig, mental concluyó en el altar. Décadas más noviembre | enero 2013 Pez dorado 73


Lo nuevo

tarde, viudo Contursi y separada Gricel, decidieron retomar el amorío trunco y vivir juntos «forever and ever», remedo de un final de cine clásico donde la felicidad anula lo conflictivo. El director de Parador Retiro (2008) recorre con su cámara legendarios cafés porteños para encausar las entrevistas, intercalando interpretaciones de tangos clásicos («Cosas olvidadas», «Gricel», «Cristal») con momentos líricos. Bellas postales de la ciudad se suman a coloridos paisajes de Capilla del Monte gracias a la muy buena fotografía de Leonel Pazos Scioli. La aparición de Mariano Mores

a través de pantallas televisivas y la representación del romance en la sala Enrique Muiño de la localidad serrana, aportan su grano de melancolía a aquel amor del pecado, plagado de desdichas pero que culminó con la bendición de la Iglesia. Colás revitaliza un género musical popular al traer a la luz aspectos desconocidos del origen de los versos que tantas veces vocalizaron entre otros Alberto Marino, Libertad Lamarque y Julio Sosa. Ella, seducida y abandonada, él obsesionado por el recuerdo llora su desconsuelo a través de la poesía tanguera. Gricel, Gricel, un amor en tiempo de tango.

La Paragráfica Librería de Arte y Diseño

Av. Córdoba 1785 locales 4, 5 y 6 Tel. 54 11 4875 7670 Buenos Aires - Argentina

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Festival de Cine 4+1

Nuevas búsquedas, nuevos lenguajes John Lake

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ntre el 21 y el 25 de noviembre se llevó a cabo el Festival de cine 4 + 1 en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín de Buenos Aires. En simultaneidad con Río de Janeiro, Bogotá, Madrid y México se exhibieron títulos de autores que pese a ser reconocidos por festivales, jurados y crítica, no consiguieron su difusión a través del circuito comercial. Cada año, una de las ciudades se convierte en Sede Central y recibe al Invitado de Honor del certamen. En la presente edición, el Centro Cultural Banco do Brasil en Río de Janeiro acogió al cineasta alemán Werner Herzog para participar en diversos coloquios. Además, el público, preferentemente cinéfilo y entendido, con su voto otorgó un premio de 20.000 euros a la mejor película entre los catorce títulos de la Sección Oficial. En competencia se ofrecieron obras de los ya consagrados Frederick Wiseman, Abel Ferrara, Chantal Akerman y Johnnie To, entremezclados con los emergentes Sylvain George y Mohammad Rasoulof. Fuera de concurso se proyectaron largometrajes de Naomi Kawase y la dupla Óscar Pérez - Mia de Ribot, en tanto que en la Sección del Invitado de Honor se eligieron algunos títulos entre los más significativos de Herzog. La demora, realización uruguaya (que concursará por el Oscar 2013) dirigida por Rodrigo Plá, fue la justa ganadora del festival auspiciado por la Fundación Mapfre. Película gris que por el tono recuerda a Whisky (2004) de Rebella y Stoll, y por los ambientes, estrato social y personajes, al cine de la Cortina de Hierro de los años sesenta. Montevideo, una ciudad que por su fisonomía parece quedada en el tiempo, pone el marco adecuado para un drama con aristas sórdidas y nostálgicas a la vez. Una madre soltera, sus tres hijos y un abuelo octogenario con Alzheimer conviven hacinados en un modesto dos ambientes. La mujer, trabajadora y luchadora incansable, acuciada por la situación económica, toma una decisión drástica y cruel: abandona al anciano en un banco cercano a la rambla que bordea la costa de la capital uruguaya. La solidaridad de los vecinos y la inocencia del abuelo aminoran el registro melodramático que podría haber encausado la trama. Con muchos primeros planos y fuera de foco, Plá construye con sencillez y cariño un mundo de seres anónimos, sufridos y desdichados en un film triste pero también esperanzador. Johnnie To incursionó en un género poco frecuentado por las pantallas cinematográficas: el thriller económico. Y sorprende al remplazar las largas y coreografiadas escenas de acción por una intriga oficinesca que roza el noir. Gangsters de segundo orden, policías, empleados bancarios y clientes tratan de sobrevivir y

Buenos Aires + Río de Janeiro + Bogotá + Madrid + México

La demora de Rodrigo Plá

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Festival de Cine 4+1

Vida sin principios de Johnnie To

4:44 Último día en la Tierra de Abel Ferrara

Les éclats (Ma gueule, ma révolte, mon nom) de Sylvain George

sacar alguna tajada de la crisis europea iniciada en Grecia (y que involucró a gran parte del mundo). Las presiones laborales y financieras a las que se ven sometidos los personajes de las historias cruzadas de Vida sin principios (Dyut meng gam, 2011), se asemejan a la coacción que ejercían los extranjeros en Nuestros amigos de la banca (Nos amis de la banque, Peter Chappell, 2002). La máscara de simpatía, la forzada amabilidad en el trato de los gerentes y empleados y el aura de falsedad que impregna sus acciones, sólo tienen como fin obtener beneficios a costa de incautos clientes para lograr un objetivo numérico y abstracto, sin importarles las consecuencias (en muchos casos nefastas) para aquellos que utilizan sus servicios. No en vano se ha acrecentado el odio al mundo de las finanzas por gran parte de la sociedad actual. La codicia, la ruleta rusa y el azar del mercado bursátil son reflejados con toda crudeza por el director oriundo de Hong Kong. Un tema de actualidad en una historia coral plena de tensión. Otra forma de reflejar la angustia que provoca la crisis económica y de valores de nuestros días es 4:44 Último día en la Tierra (4:44 Last Day on Earth, 2011) de Abel Ferrara. Dos artistas (Willem Dafoe y Shanyn Leigh) deciden pasar en su loft de Nueva York el último día de sus existencias. La pintura, la meditación, practicar el amor y el uso de Skype para despedirse son el refugio de la pareja a la espera de la hora señalada (4:44) en que la vida humana desaparecerá del planeta debido a una hecatombe climática. Comparada con sus primas hermanas Melancolía (Melancholia, Lars von Trier, 2011) y El árbol de la vida (The Tree of Life, Terrence Malick, 2011), el film del director de Un maldito policía (Bad Lieutenant, 1992) es una ópera de cámara, modesta, circunscripta casi a los dos personajes centrales pero tan apocalíptica como las obras de von Trier y Malick. La televisión es una presencia permanente para dar consejos a una población que se presenta extrañamente calma y resignada, con tan solo algunos destellos de rabia e impotencia a cargo de Dafoe. Pesimista, con referencias a la lucha contra el calentamiento global de Al Gore, 4:44 Último día en la Tierra, plantea una serie de interrogantes cuyas respuestas por desgracia no están en manos del ciudadano común. Sylvain George, filósofo y activista, continúa en Les éclats (Ma gueule, ma révolte, mon nom) los pasos de su anterior documental Qu’ils reposent en révolte (Des figures de guerre), ganadora del BAFICI 2011. Los cientos de inmigrantes ilegales que merodean por el puerto de Calais con el propósito de alcanzar las costas inglesas son retratados por el director en sus rutinas diarias. Duermen a la intemperie en interminables hileras o bajo tolderías en medio de pastizales, se higienizan, prenden un fuego para cocinar al aire libre, se dan algún chapuzón en el mar, ponen sus dedos en las brasas o utilizan productos químicos para borrar sus huellas digitales, se refugian en los camiones que aguardan los ferris, deambulan por la ciudad mientras se resguardan de las fuerzas policiales que los acechan. Las imágenes, elocuen-

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Festival de Cine 4+1

tes, remplazan en gran parte del film a los diálogos (que no son traducidos cuando se utiliza algún dialecto africano): importa lo que hacen y no tanto lo que dicen. El blanco y negro, apoyado por una banda sonora que recurre a un solo fuerte de armónica, enfatiza el calvario y la desilusión de los indocumentados. En los escasos momentos en los que los refugiados hablan a cámara, George utiliza primerísimos primeros planos que resaltan las huellas de su sufrimiento, en especial cuando uno de los protagonistas se refiere a las malas influencias de las potencias en Afganistán. Les éclats… es una obra vanguardista, potente y realizada con mucha bronca, parte de la constante lucha de su autor en favor de seres sin patria y sin identidad. Crazy Horse (2011), del célebre documentalista Frederick WiseCrazy Horse de Frederick Wiseman man, tiene asonancias con su anterior obra La Danse (2009) que trataba sobre la compañía de ballet de la Ópera de París. La danza clásica del mítico escenario de la Place de l’Opera y el baile erótico del refinado cabaret tienen las mismas rigurosas exigencias para los intérpretes, igual solemnidad y dignidad en cuanto a la perfección en la actuación. La sonrisa pícara brota en forma más frecuente en Crazy Horse por los comentarios y por el tipo de espectáculo. La cámara del director se introduce, sin ser voyeur, en los camerinos de las bailarinas mientras eligen sus mínimos atuendos y se maquillan; presencia las disputas entre el director Philippe Decoufle, que exige cerrar el showroom por unos días para ensayar su nueva puesta y la gerente que defiende la posición de los accionistas que se oponen; recorre meticulosamente los traseros de «les girls» que giran en forma mecánica en el número «Baby Buns»; asiste al casting para la elección de una nueva bailarina donde se escuchan comentarios ásperos y crueles de los seleccionadores frente a las aspirantes desnudas. Con su estilo paciente, minucioso, discreto, sin crear tensión con el montaje, Wiseman permite que los hechos surjan en forma esCrazy Horse de Frederick Wiseman pontánea, una aproximación funcional al acontecer diario dentro del local en una cristalina representación de la realidad. La película exhala erotismo a través de los distintos números y de los cuerpos de las performers en un claro ejemplo de seducción: provocar y dar rienda suelta a la imaginación sin mostrar todo. Un arte, refinado y rebuscado, que interesa a intelectuales y también La locura de Almayer de Chantal Akerman a las mujeres, según el parecer de la mánager. En forma inteligente se intercalan escenas de exteriores de la ciudad (soleada, gris, lluviosa, nocturna) para interrumpir tanto encierro que podría agobiar. Como colofón, las sombras chinas proyectadas con los dedos de un hombre que abren y cierran el film son la perfecta metáfora del espectáculo como algo tangible e inmaterial que cobra vida sobre la pantalla. La locura, la identidad cultural y el colonialismo tienen como marco la selva camboyana en La locura de Almayer (La folie Almayer, 2011), el nuevo film de Chantal Akerman que traslada a la época actual la novela homónima de Joseph Conrad. La intensa vegetación verde surcada por ríos terrosos y el clima húmedo y lluvioso parecen sofocar a los protagonistas, un comerciante noviembre | enero 2013 Pez dorado 77


Festival de Cine 4+1

La locura de Almayer de Chantal Akerman

The Ballad of Genesis and Lady Jaye de Marie Losier

Terri de Ken Jacobs

europeo casado con una autóctona a la que no ama. Nina, la hija mestiza adorada por el padre, parte a la ciudad para recibir una rigurosa educación francesa en un internado con el fin de prepararse para un hipotético viaje a Occidente. La composición de planos meticulosos y detallistas, los travellings y los lentos paneos son las herramientas características de la directora para adentrarse en el paisaje y en el drama familiar. La muerte no sólo está presente en el principio, generando un largo flashback, sino también a través de los prolongados desplazamientos de las barcas en secuencias nocturnas con la música de «Tristán e Isolda» a modo de presagio. La autora belga retoma los tiempos muertos reflexivos para indagar sobre el lugar de pertenencia de las personas, poniendo gran acento en lo estético al usar los verdes sombríos y los azules resaltados por la luna. La agonía depresiva de Almayer (Stanislas Merhar) desemboca en la locura y la repugnancia por la vida de Nina y se refleja por contraposición en imágenes de una gran belleza plástica. La locura de Almayer es una profunda exploración cultural y étnica en la Vía Dolorosa de Nina y su padre, y cautiva pese a su extensa duración. En cuanto a las otras propuestas, la chilena Verano (2012) de José Luis Torres Leiva es un mero ejercicio estilístico que ronda lo experimental. Atemporal, juega con el agua, los colores, las luces y las lentes para retratar en forma fragmentada a turistas y locales en un centro veraniego de montaña en el sur del país trasandino. The Ballad of Genesis and Lady Jaye (Marie Losier, 2011) no se destaca más allá de su exotismo y extravagancia por las transformaciones físicas de los protagonistas, el cantante de vanguardia Genesis-P-Orridge y su amada Lady Jaye. Por momentos es risible, ya que la versión femenina de Genesis se asemeja al personaje de «la Tota» de Miguel del Sel. Bellflower (2011), del debutante Evan Glodell, se destaca por ser una apuesta arriesgada en cuanto a la fotografía y la forma de narrar una historia de jóvenes fronterizos adictos al sexo y al alcohol que trastocan la ternura por la violencia. Film de culto, el tiempo dirá si se está en presencia de un director a tener en cuenta. Terri (2011), de Azazel Jacobs, es un muestrario de freaks rodeados de personajes escapados de los fotogramas de Christopher Guest. Jacobs, hijo del cineasta de vanguardia Ken Jacobs, se aproxima con delicadeza y emotividad al mundo de los adolescentes que son relegados por sus pares o bien son objeto de bromas; la confraternidad y el consuelo mutuo se imponen a la parodia burda que guía a numerosas producciones de Hollywood. John C. Reilly se destaca como el afectado director de escuela, con un pasado lleno de dificultades para adaptarse socialmente, en tanto que Terri (Jacob Wysocki), el alumno excedido de peso que da título al film, derrocha empatía entre los espectadores mientras se pasea en pijamas por el establecimiento. Así se cerró la cuarta edición de un festival que abre una nueva ventana al cine contemporáneo, acercando nuevas expresiones y que en esta ocasión puso el acento en el efecto de la crisis global en el campo laboral y humano.

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Dossier Leonardo Favio



»Edgar Piñeiro«

La urgencia del poeta, el oficio del artista

Una breve historia

Carril y Leopoldo Torres Ríos, entraba en Leonardo Favio (1938-2012) fue cantauuna fase de crisis en un contexto signado tor, actor y director de cine. En su libro El por profundas transformaciones políticas mantel de hule, en el texto titulado «Nuesy sociales que impactaron en la escueta tro oficio» escribió: «Quien nace cineasta industria cinematográfica nacional. Pero viene con una urgencia: utilizar o fabricar en los años 50 surgieron nuevos directores imágenes para testimoniar la Historia, como Leopoldo Torre Nilsson, Fernando transmitir el asombro, los sueños y la poeAyala, René Mujica, Manuel Antín, Lautaro sía… Este es nuestro oficio, testimoniar el Murúa, José Martínez Suárez, Simón Felllanto, testimoniar la historia, cantarle a la man, Rodolfo Kuhn y David Kohon que, poesía, ser memoria…». influenciados por directores europeos, Favio tuvo una ajetreada infancia y juvendieron un viraje en la manera de hacer cine tud en Mendoza, pasó por un internay ello llevó consigo una diferente condo de niños y jóvenes llamado «Hogar «... Este es nuestro cepción y manera de articular el lenel Alba» del cual se escapó en varias oficio, testimoniar guaje cinematográfico. Pero de todos oportunidades. En esa influyente y el llanto, testimoniar ellos, Leopoldo «Babsy» Torre Nilsson decisiva etapa de su vida es filmado y la historia, cantarle era el director cuyos films (difundidos aparece brevemente en la película de a la poesía, ser en otros países y con premios interCarlos Borcosque Cuando en el cielo memoria..» nacionales) generaron el punto de inpasen lista (1945) junto a Narciso Ibá- Leonardo Favio flexión entre la vieja guardia y los jóñez Menta, ya que Favio formaba parvenes cineastas formados en los cinete del coro del hogar. Ya en Buenos clubes o en la práctica «del aprender Aires, y con sólo 18 años, incursiona en el haciendo» al ayudar a los ya consagrados radioteatro y participa de dos películas: El o de actuar en sus films. Y en estos aspecángel de España (1957) de Enrique Carretos le cabe a Favio un primer lugar. ras y el notable film de Leopoldo Torre Nilsson El secuestrador (1958). Y así es como Memoria, evocación y creación Fuad Jorge Jury (o «Leonardo Favio») Favio comentó en sus memorias (regisingresa, casi sin querer, en el cambiante tradas en el libro de Adriana Schettini mundo del cine argentino de finales de Pasen y vean: La vida de Favio) que fue la década del 50. El lenguaje del cine nacon Nilsson que despertó su pasión por el cional de los años 30 y 40, con directores cine. Convocado por este director (que lo emblemáticos como Lucas Demare, Mario vio actuar en un programa televisivo) FaSoficci, Román Viñoly Barreto, Hugo del vio pasó el casting e integró el elenco de noviembre | enero 2013 Pez dorado 81


El secuestrador compartiendo la escena con Lautaro Murúa y María Vaner. Esto le permitió establecer una entrañable amistad con Nilsson y también poder actuar en sus films y en los de otros directores como Ayala, Martínez Suárez, Mujica, Viñoly Barreto, Tinayre, Cavallotti y Vieyra. Sin embargo, al observar la cronología de películas en las que actuó y dirigió, se evidencia que tempranamente se despertó en

en varias oportunidades el impacto que le causaron diversos films como La Strada (Federico Fellini, 1954), Un condenado a muerte escapa (Un condamné à mort s’est échappé ou Le vent souffle où il veut, Robert Bresson, 1956), Los inundados (Fernando Birri, 1961) como así también los de Kurosawa, Godard y Bergman. Esta sed por beber de las obras de los maestros europeos y redescubrir el cine argentino de

Favio la inquietud por dirigir. Así fue como Soficci y del Carril, tuvo una vital influenen 1960 filmó el cortometraje El amigo y cia, creando desde su primer largometraje cuatro años después el notable y multipreuna particular forma narrativa en donde miado film Crónica de un niño solo. conviven las entrañables imágenes de su Las historias vividas, las historias contadas, niñez y juventud, sus pasiones y sentimienlas del boca en boca, las de la Historia y tos. Favio comentó que «los recuerdos son las que los procesos históricos culturales los que te quedan en el alma y te alegran y (que le tocó vivir) transformaron en mitos entristecen» y su memoria es su principal o leyenda, constituyeron para su espíritu patrimonio para la creación artística. apasionado la fuente de inspiración para sus films. Allí caben el Polín de Crónica de El lenguaje poético de lo popular un niño solo (1967), el Aniceto de Este es En una entrevista, Favio comentó que «el el romance del Aniceto y la Francismontaje es el momento en que podés ca, de cómo quedó trunco, comenzó «El montaje es el elevar o destruir un película» evidenla tristeza y unas pocas cosas más... momento en que ciando así problemas como dónde (1969), el Fernández de El Dependien- podés elevar o alargar o acortar una secuencia o te (1973), el Moreira de Juan Moreira destruir un película» cómo compaginar un plano con otro (1975), El Nazareno de Nazareno Cruz Leonardo Favio para narrar una historia y dotarla de y el Lobo (1974), el Charlie de Soñar, poesía. Entonces conformó un sólido soñar (1976), el Gatica de Gatica, el mono equipo con su hermano Zuhair Jury en los (1993), el Perón de Perón, sinfonía del senguiones y Antonio Ripoll en el montaje y timiento (1999) y su nuevo Aniceto reconscompaginación. Este montajista con quien truido como musical en el film del 2008. trabajó en sus cinco primeros films, supo Como parte de una generación que cocomo ninguno traducir la sensibilidad del menzaba a descubrir un cine diferente en director en los cortes justos: buscaron el las salas de los cineclubes, Favio manifestó equilibrio narrativo para otorgar coheren82 Pez dorado noviembre | enero 2013


cia orgánica en las secuencias, captaron la luz adecuada de las escenografías, registraron la expresión apropiada de los actores y transformaron todo en pura lírica en el íntimo momento de la compaginación. En Crónica de un niño solo, con la fotografía de Ignacio Souto y el manejo de cámara de Enrique Filipelli, se obtuvo un poema visual desde las primeras secuencias: el film se inicia cuando la cámara

es de una poesía abrumadora. Por esto, un aspecto principal en su manera de filmar son los notables movimientos de cámara y travellings a los que se les suman una elaborada composición visual y una estudiada iluminación de parte de los directores de fotografía que supo sumar a su equipo. La labor del director de fotografía Juan José Stagnaro y del cameraman Carmelo Lobótrico para el film Este es el romance

enfoca un paisaje y se mueve hacia el pridel Aniceto… adquiere un inspirado y equimer plano del rígido rostro del celador. La librado resultado. En casi todos los planos siguiente toma muestra en un plano genela luz rasante de puntos luminosos otorga ral cerrado y enfocando en diagonal por potencia visual al resaltar los rústicos redebajo de la línea del horizonte del plano lieves de las superficies de las viviendas de perspectiva, la fila de niños que como vernáculas, de los desgastados objetos, soldados esperan el severo control de los toscos y sudorosos rostros de de la autoridad. Otro corte nos lleva a En Crónica de un sus personajes. Un ejemplo de esta un recorrido por los rostros y manos niño solo se obtuvo habilidad narrativa la encontramos en de los jóvenes y pasa nuevamente al un poema visual la manera en la que la cámara registra pétreo rostro del celador que toca un desde las primeras (¿percibe?) el interior del modesto silbato. La cámara queda quieta y en secuencias. cuarto en que vive la Francisca (Elsa un corto plano secuencia se muestra a Daniel). Mostrando la tosca pared, la los jóvenes que salen y se desplazan por la cámara se mueve hacia la izquierda desizquierda del campo visual, encuadrándocribiendo visualmente los objetos que los con el celador en unas columnatas. La aparecen en su barrido. La cama de hierro, exquisitez compositiva dada por la ilumiel angelito de yeso prendido a esta. La nación se manifiesta en la figura del guarcámara baja un poco hacia la olla de hiedián: su sombra es arrojada hacia la pared, rro con agua caliente apoyada en el piso. ampliando su ferocidad hacia los internaSube hasta llegar al rostro del personaje dos que circulan por el pasillo que da a la tomando el mate cocido en una jarra enloescalera. Cuando todos bajan, la cámara se sada con manchas de óxido en los lugares mueve girando hacia abajo y enfocando, en donde el enlosado saltó. Y, justamente, en picado, a una solitaria figura en la planotro aspecto a destacar es el tratamiento ta baja, en el amplio espacio del salón. Sin de iluminación en las caras de los persopalabras, el significado de esta secuencia najes. Mientras que las asperezas del rosnoviembre | enero 2013 Pez dorado 83


tro herido del Aniceto son acentuadas, se tadas en elipsis», sin la puntuación de los presenta a la Francisca con una tersa luz fundidos encadenados, otorguen unidad de medios tonos casi como reforzando su y síntesis narrativa al obviar los episodios ingenuidad. A la Lucía, en cambio, con su innecesarios y conviertan a El dependiente rostro más blanquecino, mediante el maen una obra de maduración poética. quillaje se le remarca la ferocidad de sus Y es en este film que Favio junto con Aníojos y su mirada. bal Di Salvo en iluminación y Marcelo Pais Desde la presentación de El dependienen cámara logran uno de los travellings te, Favio nos introduce en los parámetros más complejos y poéticos en la historia narrativos de su lenguaje. En un pueblito, del cine argentino: la cámara capta a la una esquina divide el campo visual en dos señorita Plasini y a Fernández sentados en partes: la izquierda es ocupada por la cara la mesa del sótano en donde viven, luego iluminada de una ferretería; la otra cara, se eleva y llega hasta el negocio, se desla derecha, está en sombras. En esa liza hacia la puerta y sale al exterior, cara pasan los títulos del film; en la Esta operación en donde se celebra una kermés. El otra vemos el transcurrir del tiempo de montaje, hace sonido de la desafinada orquesta se con cortes secos mostrando, en cada que las secuencias va apagando a medida que nos alejasalto, diferentes situaciones (una per- «relatadas en mos del negocio. El sol del atardecer sona parada que luego desaparece, elipsis» otorguen pega en la lente creando un reflejo y la puerta que se abre y bruscamente unidad y síntesis mientras la cámara en retroceso toma aparecen objetos en la calle, etc). narrativa. velocidad, deja muy atrás la plaza y Una voz en off cuenta la historia de la ferretería. Esta compleja secuencia don Vila (el dueño de la ferretería) y su final, comenta su director, significó un gran ayudante, el dependiente Fernández. De esfuerzo para sincronizar, con cámara en allí en más se suceden con una sostenida mano, el tiempo justo para captar la luz solvencia narrativa secuencias que muesadecuada y transmitir, metafóricamente, el tran los rituales del cortejo entre Fernández potente deseo de liberación de Fernández. (Walter Vidarte) y la señorita Plasini (GraEn el caso de Juan Moreira, el paisaje por ciela Borges) hilvanadas con su monótono donde transita el gaucho en su soledad es trabajo en la ferretería. En una secuencia, la captado por uno de los grandes directores cámara sigue a Fernández por la calle, llega de fotografía: J. C. Desanzo. El color acá es a la esquina y entra al negocio. La cámara manejado plásticamente en composiciones se queda afuera pero enfoca una ventana. notables como las secuencias de Moreira Se escucha la voz del dueño pidiendo que (Rodolfo Bebán) inmerso en majestuosos abra la ventana para que entre luz. Vemos atardeceres o bajo la única luz del lucero que se abre. El foco de la cámara apunta enjoyando el mortecino crepúsculo. en un plano medio a Fernández que ocupa En el film Soñar, soñar, Favio recurre nueel espacio de la abertura pero con la provamente al cameraman Carmelo Lobótrico fundidad de campo reducida, por lo que y con Rogelio Chomnalez manejando la el fondo queda desenfocado. Un corte nos fotografía, optan por el uso de contraluces pasa a un primer plano. Un gesto sorpresivo demarcando cada figura con un borde de obliga a que nuevamente nos dé la espalda. luz. Después de la secuencia del encuenOtro corte lo toma en un primer plano del tro de Charlie (Carlos Monzón) y «El Rulo» lado opuesto: Fernández mira el interior del (Gian Franco Pagliaro), la cámara toma lugar y una subjetiva nos muestra que ve en el rostro de Charlie de manera oblicua y un patio a un joven retrasado jugando con un poco inclinada hacia arriba con el sol un gato. La sorpresiva elipsis nos posiciona detrás de él. Al estar Charlie sobre una en otro espacio y en otro tiempo. No es la bicicleta, en movimiento él y la cámara, se ferretería ni es de día. Es de noche en el crea un mágico juego de contraluces. Los patio de la señorita Plasini. Esta operación habituales movimientos de cámara esta de montaje, hace que las secuencias «relavez describen un recorrido en «L» cuando 84 Pez dorado noviembre | enero 2013


nos muestran el encuentro de Charlie con su madre en el cementerio. La cámara la sigue desde un plano general, con una extraña y etérea luz y los bordes del campo visual desenfocados, con plantas y una arboleda que enmarcan todo. Esas hojas se entremezclan con el empapelado floral de una pared en un cuidado e imperceptible fundido encadenado. La cámara cambia su trayecto horizontal por el vertical hasta llegar al rostro dormido del Charlie que despierta sobresaltado por el sueño.

La música como entidad unificadora Favio dijo: «La cámara expresa el latido de tu corazón, el sentido musical de tu sangre cuando vas corriendo… Mi cine, como estética y como movimiento, es musical porque yo no puedo escribir cine sin música». Y al comentar cómo el radioteatro (por la relevancia sonora que el género radial maneja) influyó en su cine, se entiende la importancia del sonido y la música en el conjunto de sus obras, utilizados con la misma dedicación y detalle que la composición de la puesta en escena. Las partituras hechas exclusivamente para los films, las que pertenecen al repertorio clásico y las del repertorio popular conviven en todas sus películas como una unidad indisoluble y definitoria en la resolución de las secuencias. En Este es el romance del Aniceto… la música de Vivaldi (con sus armonías apacibles y repetitivas) forma parte del tranquilo pueblito mendocino, pero también está el tango y la música de los Wawancó que definen los ambientes en donde se encuentran sus apasionados personajes. En El dependiente la música de Vico Berti convive con la de J. S. Bach y van describiendo los monótonos rituales de sus ínfimos personajes. En Juan Moreira la música de Pocho Leyes y Luis María Serra se articula con la narración llegando a cotas altas en secuencias de profunda sacralidad. Y en Gatica, el mono la música de Iván Wyszogrod pinta de ampulosidad al prepotente y altanero Gatica mientras que un mambo es usado de manera ocurrente cuando la cámara rodea el ring mostrando al son de la música la brutal lucha.

Los personajes y la reinterpretación de los mitos populares Y además de todo lo que ya se expuso, Favio es un poeta de la iconografía popular: toma del imaginario a su amado Perón, a su personalísimo Moreira y a su bergmaniana Muerte, a la Lechiguana y al singular infierno de Nazareno… Su iconografía se construye a partir de cientos de personas anónimas que transitaron por su movediza vida y que fueron plasmados en la parquedad pueblerina de Aniceto, en los escuetos comentarios de Fernández o los diálogos entre Rulo, Charlie y el enano Polvorita, cargados de ocurrencia y delirio. En Nazareno Cruz y el lobo, para interpretar a Griselda, blanca y de pelo rubio, fue seleccionada Marina Magali porque, según Favio, surgió al escuchar el radioteatro e imaginársela con esos rasgos fisonómicos. Otras iconografías nacieron de su conocimiento de la literatura, como el juego de truco entre la Muerte y Moreira tomado de Fausto de Estanislao del Campo. Los personajes se desenvuelven en ambientes que son evocaciones de los sucesos de su vida pero también parte del mundo interior de sus personajes. En numerosas secuencias de cualquiera de sus films podemos apreciar los pequeños detalles de estos espacios populares, de paredes descascaradas, pisos de tierra, los modestos cuartos, el almacén, las ferias, los pueblitos adormecidos, la lona de boxeo o las representaciones del infierno y el más allá. Favio nos dejó nueve largometrajes que testimonian la urgencia de narrar historias (o Historias) con un incomparable y sólido lenguaje cinematográfico y conforman, en su oficio de creación artística, piezas poéticas únicas.

Fuentes consultadas Manrupe, R. y Portela, M. A. Un diccionario de films argentinos. Buenos Aires, Editorial Corregidor, 1995. Schettini, A. Pasen y vean. La vida de Favio. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1995. Revista Leoplan N° 655. 15 de Noviembre de 1961 Revista Primera Plana Nº 131. Marzo de 1965 Diario Clarín. 10 de junio de 2006.

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El amigo Director: Leonardo Favio Intérpretes: Oscar Orlegui | Horacio Jury País de origen: Argentina Duración: 10’ Año: 1960

»Soledad Bianchi«

E

Diez minutos de premonición

l primer material completo que se vuelve a la realidad de limpiar botas, de sopuede apreciar de Leonardo Favio brevivir ante la adversidad, donde la diveres un cortometraje titulado El amigo. sión parece relegada a unos pocos. En escasa y justa duración, ya manifiesta el Un plano detalle muestra el auto en el piso, mandato vanguardista que alentó toda su se abre y revela al niño del principio, el obra, incluyendo las consignas sociales y verdadero dueño, llorando por la pérdida políticas que lo movilizaron como persona del juguete. Otro plano detalle muestra al y director. Con El amigo expone su buen objeto, ya sin valor alguno, ignorado por la pulso para encontrar el sentido del arte, gente que camina a su alrededor y que, así comenzando así su eterna búsqueda alrecomo en el sueño, queda reducido a lo indedor de la forma cinematográfica. animado y superficial de su verdadera apaEl relato consta de dos instancias en las que riencia. El pequeño limpiabotas vuelve feliz el sueño queda encerrado por la realidad a su hogar, después de su revelador día de y un auto de juguete es el McGuffin que trabajo –algo que el otro niño no pudo suconduce la historia. El deseo de un niño limperar (demostrado por su caprichoso llanpiabotas por tenerlo provoca un intento de to)–, de la mano de su padre. «¿Qué es un robo a su verdadero dueño, otro niño amigo, papá?» pregunta el niño. «“Amicon mejores posibilidades y que debe El autor quiere go”, “compañero”, “hermano”. Todo es tener unos cuantos de esos tirados en reflejar la instancia lo mismo» le responde. su habitación. La frustración del hecho reveladora, el Partiendo de un objeto trivial, Favio delictivo lo lleva al sueño lúcido, en el mensaje oculto que reduce su valor material hasta conque imagina ser un chico común y co- puede encontrar un vertirlo en un valor moral. Implanta un rriente, de esos que van con sus padres niño en un sueño. mensaje que está lejos de ser naif graal parque de diversiones, no para tracias a su hábil representación y elige bajar, sino para disfrutar. Durante el sueño, los procedimientos precisos para narrar su el auto de juguete es fundamental porque cuento. Las tomas y su forma enuncian su decae su valor material a medida que se cocometido: el autor quiere reflejar la instancia noce algo más importante como la amistad: reveladora, el mensaje oculto que puede enal principio se niega a prestarlo, pero al final, contrar un niño en un sueño, más allá de lo cuando no le encuentra sentido al objeto, lo frívolo, a nivel intelectual y social. La lucha deja, entendiendo que mejor que el auto de por conseguir las cosas, el sentido de esa juguete es tener a alguien con quien comlucha y lo vacío que puede resultar lograrlo partir ese juego, una charla, un momento. Al sin esfuerzo. Y por otro lado, el trato que no vivir ese sentimiento es cuando despierta y recibe de los demás, y que merece recibir. 86 Pez dorado noviembre | enero 2013


Crónica de un niño solo | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Diego Puente | Tino Pascali | Cacho Espíndola | María Vaner Leonardo Favio | País de origen: Argentina | Duración: 70’ | Año: 1965

»Luis Polo«

Infancia clandestina

E

scribir sobre Crónica de un niño del encierro; el castigo insensato de la solo es una tarea difícil. No hay disciplina militarizada; la valentía de la nada nuevo para decir ya que, por fuga (por una ventana, como lo desea ejemplo, para muchos directores es la Moreira en su final); la cobardía con el mejor película del cine argentino. Pese amigo, etc. Todo funciona como un reloj, a ello, y «motivado» por la muerte de nada está de más, parece un documental Leonardo Favio, se hizo necesidad verla sobre la vida de un niño llamado Polín. para poder escribir en su honor. La tarea Al analizarla surge el contraste con los tuvo su sorpresa: que otro escriba sobre otros niños del cine argentino de la époFavio (que bien merecido lo tiene), yo lo ca, como el famoso Cebollita, personaje haré sobre la película. Verla después de sobreactuado de porteño del film Pelota muchos años, por tercera o cuarta vez, de trapo (1948) de Leopoldo Torres Ríos, generó el temor de que quizás hubiecuya historia se situaba en un arrase sido un excelente producto de una No creo que el arte bal de Buenos Aires, en el límite poépoca pero que hoy resultase extem- refleje la realidad: bre de la sociedad, el margen desde poránea. creo que el arte crea donde se podía ascender socialmenTal vez lo único decente que pueda realidad, crea una te, trabajando o jugando al fútbol. decir es que Crónica de un niño solo interpretación del El arrabal no era la marginalidad sin es una película que se podría entender mundo. futuro. Crónica… muestra a un niño perfectamente aun si no tuviera diáproducto de otra marginalidad: ya logos, como la exquisita Tabu (Tabu: no hay familia, escuela, sacerdote ni A Story of the South Seas, F.W. Murnau, fútbol. El futuro se avizora como una re1931). Todo es de una simpleza que mapetición del presente: encierro, libertad, ravilla y genera placer, todo es de una encierro… profundidad que produce angustia. Por No creo que el arte refleje la realidad: la simpleza recuerda al mejor cine negro creo que el arte crea realidad, crea una americano, como el de Elia Kazan, y por interpretación del mundo. Así como su complejidad, al mejor cine neorrealista la mafia fue otra a partir de El padrino italiano. La marca en el orillo, dice Favio, (The Godfather, F. F. Coppola, 1972) y los es una marca hecha con hilos de Torre viajes espaciales cambiaron a partir de Nilsson, Soficci, del Carril, Birri. 2001: Odisea del espacio (2001: A Space Insisto, esta película se cuenta con imáOdyssey, S. Kubrick, 1968), mi visión de genes. Las primeras tomas son de antola vida de un niño en un reformatorio fue logía: presenciamos el hastío y el dolor otra a partir de Crónica… noviembre | enero 2013 Pez dorado 87


Para indagar un poco en el cine argentino de aquel entonces volví a ver tres películas en las que actuó Favio: El jefe (F. Ayala, 1958), La mano en la trampa (L. Torre Nilsson, 1962) y Dar la cara (J.A. Martínez Suárez, 1961). Fue una experiencia interesante, pues Crónica... evidencia que Favio se instaló en el nuevo discurso del cine de la época (que hasta entonces giraba alrededor de los gustos cosmopolitas de la clase burguesa, como los autos sport, la vida nocturna de los night clubs, el jazz) diferenciándose al contar la historia de un niño de una villa miseria, con referencias a su infancia. Y así encontró

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su lugar en el cine: con un estilo personal, en un tono cercano al melodrama popular pero no exento de la influencia del cine italiano de posguerra, de las búsquedas existencialistas de la Nouvelle Vague y de lo descarnado y simple del cine negro. Gracias a ello, Crónica de un niño solo es única, irrepetible. Un verdadero clásico en el sentido que Borges daba a este término. Así como sucedió con Brando, Pasolini y Welles, Favio es más que su cine, es el dolor y el éxtasis que se transforman en el movimiento poético de una vida cuando la llevan al cine.


Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más... | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Federico Luppi | Elsa Daniel | María Vaner | País de origen: Argentina | Duración: 75’ | Año: 1967 Aniceto | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Hernán Piquín | Natalia Pelayo | Alejandra Baldoni | País de origen: Argentina | Duración: 82’ | Año: 2008

»Natalia Cortesi«

Vender el gallo

C

onfesión número uno: lloré como es un pueblo indefinido pero que se vuelve una niña el día de la muerte de Leorepresentación de todos los pueblos donde nardo Favio. Confesión número dos: alguna vez un una mujer traicionó a un homdetesto la popular distinción entre «mujeres bre que a su vez traicionó a una mujer. para casarse» y «mujeres para coger». ConLas escenas en el baile en Este es el rofesión número tres: no entiendo nada de mance… incluyen planos generales, tanto ballet y el teatro me repele bastante. exteriores como interiores, que nos remiConclusión de las confesiones: cualquier ten inmediatamente a un contexto definipelícula de Favio me toca hondamente; amdo; en Aniceto están jugadas casi exclubas versiones de Aniceto tienen un motivo sivamente en primeros planos. Las calles central que debería hacerme detestardel pueblo, ya extrañas en Este es el las; la última de ellas tiene el agregado En Aniceto, Favio romance…, se vuelven un laberinto de ejecuta una de algo que no puedo apreciar. paredes encaladas en Aniceto. Pero artificiosidad que Pero no. Este es el romance… y Anisobre todo, el espacio está al servicio no es más que la ceto son mucho más que mis sendel ballet y viceversa, se integran en estilización del timentalismos y prejuicios. Incapaz una forma única que rehúye al teatro de poner en palabras lo que la suma espacio que ya filmado sin por eso renunciar a la artirepresenta para mí, me quedo con las existía en Este es el ficiosidad. Las distancias que recorren romance… llevada al los personajes/bailarines tienen la dipartes. extremo. mensión de sus sentimientos, sean de El espacio enamoramiento, tristeza o furia. Lunas de cartón pintado, acequias de mentirita, colores exasperados, vientos Los gallos imposibles; en Aniceto, Favio ejecuta una Plumas rojas, negras y blancas arremoliartificiosidad que no es más que la estilizanándose, picos afilados que no tienen pieción del espacio que ya existía en Este es dad, ojos cargados de furia, movimientos el romance… llevada al extremo. rápidos y asesinos, sangre que brota rabioLo que todavía era reconocible en Este es el sa; hay algo en una riña de gallos que es romance… se vuelve abstracto en Aniceto. fuertemente cinematográfico, como lo hay Sabemos que la primera transcurre en la en el boxeo. Favio lo captura en cámara Mendoza natal de Favio por los carteles del lenta y planos supercortos, que nos hacen colectivo que deposita a la Francisca en brasentir la inminencia del picotazo, como pozos del Aniceto y por los anuncios que prodíamos sentir la inminencia de la piña que mocionan la obra de teatro; el de la segunda destroza la cara en Gatica, el mono. noviembre | enero 2013 Pez dorado 89


La Lucía

La Francisca

La Lucía es el compendio de la sensualidad femenina como expresión del mal, como invitación a la perdición, como promesa de placer y traición. Sus armas: pelo corto renegrido, mirada llena de provocación y maquillaje, caminar gatuno. Personalmente prefiero la Lucía de María Vaner en Este es el romance…, que tiene un componente extra de sofisticación urbana que contrasta con el entorno y con la Francisca. Pero cuando en Aniceto Alejandra Baldoni desliza un «rajá, rajá» entre los dientes apretados, entendemos la desdicha del Aniceto.

La clave de la Francisca de Este es el romance… está en la vocecita insufrible de Elsa Daniel; la de la Francisca de Aniceto, en los ojos y el pelo de Natalia Pelayo, bellos y castos a la vez. Favio construye un personaje que encarna aquello de «Fragilidad, tu nombre es mujer». Todos (¿debería decir «todas»?) nos morimos un poco con la Francisca cuando se despide del Aniceto con un «Bueno, chau» y una lágrima rodando, sólo para recibir otro escueto «Chau».

El Aniceto Hernán Piquín actúa con la espalda, con el pelo, con los pies, con los dedos; no sólo cuando baila, sino en todo momento. Su Aniceto es la personificación del macho alfa, la versión humana de su gallo, pura pulsión. Enceguecido por la pasión que le ofrece (y luego le escamotea) la Lucía, no sólo traiciona la fidelidad de la Francisca, sino sobre todo la de su gallo. Es decir, la lealtad a sí mismo. Al Aniceto de Luppi se le nota más la tristeza, el cansancio de estar siempre «meta vivir». Ambos se entregan al dolor de estar vivo, a la furia amorosa y a la redención de la muerte. El acto de vender el gallo es la renuncia suprema, la aceptación de la imposibilidad de sobrevivir cuando la pasión nos arranca los ojos a picotazos.

Coda La Francisca y la Lucía son un poco también dos gallos, enfrentados a muerte en la pelea orquestada por la codicia amorosa del Aniceto. Y nosotros somos los espectadores reunidos alrededor del reñidero, esperando morbosamente el resultado. En el amor, como en las riñas, el sacrificado puede ser el menos pensado. En la entrevista que le realizó Lucrecia Martel en 2008, a propósito del estreno de Aniceto, Favio dijo que «…el cine es amor, tenemos una relación amorosa con él. Por eso duele tanto, por eso uno queda tan vacío cuando se termina…». ¿Qué hacemos ahora los enamorados en pena con este vacío que nos dejó Favio? 90 Pez dorado noviembre | enero 2013


Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más... | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Federico Luppi | Elsa Daniel | María Vaner | País de origen: Argentina | Duración: 75’ | Año: 1967

»Joaquín Pedretti«

Este es el romance del Favio y la Eztetyka, de cómo dejó sentencia, comenzó su poética y otras cosas más...

D

ice Wikipedia (a la que a veces le creemos por conveniencia): «… la revista Tres Puntos (Argentina) hizo una encuesta a cien personalidades del ambiente cinematográfico (desde directores y actores hasta reflectoristas y escenógrafos) con la consigna “Elija las cinco mejores películas argentinas de la historia y el mejor director cinematográfico”. La película ganadora resultó ser Este es el romance del Aniceto y la Francisca… y Favio, el elegido como mejor director, ambas distinciones por amplia mayoría». Se dicen demasiadas cosas de su autor y de la obra alrededor, pero muy poco se habla de la obra en sí, de su fuerza, su eztetyka1 y otras cosas más. Llegamos a un pueblo del interior. Un colectivo trae gente de Buenos Aires, por lo que reza el cartel. En la puerta de la «estación» está parado el Aniceto, nuestro protagonista, y no por curiosear, está parado esperando a su «Santita», la Francisca, que ni bien aparece de quién sabe dónde, provoca un movimiento tan contundente alrededor de 1

Eztetyka: Terminología utilizada por Glauber Rocha para distinguir la estética del realismo y el cine clásico, a la del arte revolucionario, que utiliza justamente a la Eztetyka como ritual de la anti-razón, como aproximación al imaginario popular y a su dimensión mágica, con el fin de liberar el inconsciente cultural cristalizado en el mito.

su cara, que la aparta de todos los demás y la fija en la mirada: la del Aniceto, la del autor, la del espectador. Y así empieza el juego que va a establecerse entre ese paisaje y nosotros de aquí en más. Con una coreografía bellísima de movimientos de cámara y el silencio típico de la siesta en un pueblo del interior argentino (nunca tan bien retratado), el autor nos revela no sólo el éter por dónde nos vamos a mover con los personajes, sino su propio y «primitivo» drama y la chocante manera en que esto(s) se va(n) a mirar y tratar. Acompañados ya por Vivaldi, en medio de esa tierra yerma, de ese blanco y negro de montaña y –me permito decir– de esa pobreza, se nos hace pensar en Pasolini y su uso de la música «docta» para ennoblecer al sub-proletariado, esa realidad que es también digna y original para reivindicar una postura (o la política de un autor), consecuente con aquellas teorías del hambre de los cinemanovistas brasileros, muy en boga en esos tiempos. Ya por la noche, nuestro protagonista sufre un navajazo, un «quedáte o andáte», de un modo tan violento que parece que nos lo clavan a nosotros, pa’ ver si queremos seguir viendo esa miseria, esa violencia y otras cosas más. Así se hace evidente que Favio está ahí sufriendo los brutos percances y emociones de sus personajes y los nuestros (si es que nos quisimos quedar) porque empezamos a asistir al mundo innoviembre | enero 2013 Pez dorado 91


terno, a las cartas que nos revelan todo ese tiempo que la Francisca y el Aniceto tienen que aguantar para volver a verse y que el director nos lo hace atravesar en un salto increíblemente sintético pero duro a la vez. Y partir de aquí vamos a asistir a un modo violento (pero único) de ver y narrar, obviamente fuera de lo convencional y lo industrial, pero formalmente acorde con la crudeza del espacio, la cultura y las emociones a las que el autor debe responder por pura ética, porque ellos tampoco viven en un territorio convencional ni industrial. Prueba de ello es esa especie de sainete criollo al que Favio nos somete y donde se adivinan de modo grotesco las miserias, arquetipos, ángeles y demonios, madres y brujas que dan reflejo fiel a los fantasmas de la obra. Y allí se aparece la Lucía, por si este mundo fuera poco. La Femme Fatale, «la puta» que va a hechizar al Aniceto hasta llevarlo adonde su soledad le hará acabar: un muro y su gallo. Pero por suerte, nosotros los brutos (los que nos quedamos a ver) estamos en un pueblito de allá lejos, en Mendoza, dónde se nos permite participar, entre otras cosas, de los cruces y reveses que empieza a sufrir el Aniceto, por amor, por puro deseo y placer ¿Lejos queda Buenos Aires de todo ese bien y todo ese mal?

92 Pez dorado noviembre | enero 2013

Del comienzo de la tristeza... Es preciso hablar de la tristeza, porque aquí, supuestamente, empieza la historia que se desarrolla de un modo necesariamente exagerado mediante símbolos: la Francisca ante el fuego, el ángel en la punta de la cama, la lucha del gallo negro contra el blanco, los encuentros en la cantera de agua (cómo suena el agua) de donde beben todos y donde todo se revela. Y son importantes porque, aunque parezca recargado y contradictorio, esto está apuntado en breves detalles mientras la historia discurre entre los silencios de la siesta y el ruido de las almas que por allí pasean, sobre todo en la oscuridad de las fiestas. Los silencios, decía, son importantísimos en la obra (aunque bien no se escuchen), porque a partir de ellos se mezcla el barullo al que asiste constantemente el Aniceto. Es decir, a partir de aquí entendemos que el silencio de las siestas y las noches son reflejo del personaje.

No puede haber entendimiento entre la mano y la mente a no ser que el corazón medie entre ellos... Metrópolis, Fritz Lang, 1927 Una mano. Una sola mano moviéndose por la espalda del Aniceto después del baile.


Con esa mano Favio nos pone en la cama del engaño, de la confusión, la cama que nos llevará al fin, al embrujo de la Lucía, y de nuevo a los saltos de continuidad. Nunca entendí a los que se atreven a criticarlos: ¿cómo se le va a pedir continuidad a un salto emocional tan fuerte y claro? ¡Saltos merecidos y necesarios! Del pecho a la cabeza, de la cabeza a los pies y a las manos de Aniceto. Emoción en estado puro.

siesta (el silencio de la siesta), al espacio yermo que le refleja. Saberse perdido, vender su vida, vender el gallo, lo único que nuestro Don Juan supo cuidar y lo termina entregando por nada, porque él es nada ya. A la espera, a saber decir en un sólo plano lo que valen 200 pesos, lo que vale el futuro de un nene, de ese nene, el hijo del Gringo, que se queda a esperar la mercancía, sin importarle lo que a nosotros

Como se me dijo alguna vez: movimiento nos importa y no le podemos explicar ¿Se es igual a emoción, es el cine (movimiento) entiende todo lo que acarrea y dice este en su estado puro. plano tan largo? Meterse en un corral entre ¿Cómo se vuelve a la cama del ángel con el silencio de la noche y el cacareo de las tanto claroscuro alrededor? ¿Cómo puegallinas, entre la oscuridad y el fuego de den caber tantos ángeles y demonios en un fósforo que le permita divisar al macho una cama de una sola plaza? No sé si sé que entregó, su única salvación, su animal. señalarlo, pero con este gesto, con Aquí está más que demostrada la esta imagen, se puede adivinar la Saberse perdido, fuerza poética: la razón de la desazón fuerza poética del autor, el manejo de vender su vida, y el hundimiento. los espacios y luces tenues y duras, vender el gallo, lo De más está hablar del final. De un metáforas contundentes, ya no de los único que nuestro hombre contra la pared, sosteniendo personajes, sino del país sentimental Don Juan supo en sus manos la razón de su perdición. y pecador que se retrata, y no cabe cuidar y lo termina La camisa blanca, manchada de todo entero en una sola cama. De entregando por sangre. El grito de otra mujer, de la vuelta a la cantera, al agua, allí donnada, porque él es mujer del gringo roñoso ¡Bellaco! de se adivina la verdad, el anillo de nada ya. ¿Cómo vas a matar al Aniceto? ¿Y la traición y se comprueba (gracias a cómo no? Si de algún modo Favio (y la exposición simbólica) que ya está seguramente todo su equipo técnico, todo dicho, que el anillo no era de un amial que no se ha de olvidar) nos tenía que go, era para la otra. Y así se nos va la pureelevar, junto al Aniceto, hacia el pueblo za, la inocencia, la Francisca... entero, que viene corriendo a hacernos de A la soledad del Aniceto, a los puchos, a espejo, a reconocer lo que ya vimos, y no un gran plano general en medio del basé si a esta altura entendemos. De ahí la rullo, a los viejos amigos tramposos que necesaria elevación en ese amanecer, a la siempre están igual, que no sufrieron lo luz, las montañas y aún más allá: a un más que nosotros. A esperar en la vereda, a la allá. noviembre | enero 2013 Pez dorado 93


94 Pez dorado noviembre | enero 2013


El dependiente | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Walter Vidarte | Graciela Borges | Nora Cullen País de origen: Argentina | Duración: 87’ | Año: 1969

»Oscar Mainieri«

La rueda del hámster

E

l dependiente es una extraña sínteuna rata en busca de comida es asimilasis entre la intuición y el cálculo del da a don Vila comiendo; o a través de los director y entre el poder del deseo elementos de la puesta en escena, como y el fatalismo determinante de los perpor ejemplo cuando el eterno cortejo entre sonajes. Favio nos cuenta una historia de Fernández y la señorita Plasini es obserseres pequeños en un pueblo de provincia vado desde el interior de una habitación, pequeño, encerrados en un círculo del que donde el reflejo de la mujer sobre el vidrio sólo puede escapar su cámara en el code una puerta alude a su condición dual, mentado travelling final. de mujer de dos caras; o el simple cartelito La historia del dependiente Fernández, dentro de un encuadre general nos habla a que trabaja hace 25 años bajo las órdenes gritos del cambio dentro de la constitución de don Vila en la ferretería pueblerina y societaria de la ferretería, dándole la precuyo único sueño es la muerte de su jefe eminencia a don Vila –ya muerto, pero vivo para poder heredarlo, se combina con en la letra, al igual que el padre espila de la señorita Plasini, que sale a la Uno de los ritista de la señorita Plasini, que sigue calle sólo para pescar a un incauto atractivos del film ocupando un espacio en el patio de que la aleje del asfixiante encierro es cómo su director la casa familiar–, seguido por el apefamiliar. Se cumplirá el deseo de Fer- va entretejiendo llido de la mujer y en última instancia, nández pero el malhadado personaje sentidos: a través como último orejón del tarro, el de su descubrirá que no habrá mayor dife- del montaje, como reciente cónyuge. La canción interrencia en su vida: la señorita Plasini en la escena en la pretada por Palito Ortega a través de –ya su esposa– ejercerá el mismo tipo que una rata en la radio cuestiona si es amor lo que de opresión sobre él que el que ejercía busca de comida es une a los personajes. don Vila. El próximo deseo a cumplir asimilada a don Vila Los alterados estados de conciencia será el del aniquilamiento de la propia comiendo. de Fernández son expresados a través pareja; una vez logrado, la ferretería de recursos expresionistas. Los planos –es dable suponer– quedará en manos de muy cercanos a su rostro tiñen de subjeotra pareja que entraña vínculos de detividad todo lo que el personaje ve u oye, pendencia inexorables: la de la madre y el así las voces suben o bajan de volumen de hermano retrasado mental de la señorita acuerdo al nivel de estridencia interna que Plasini. rige su delicado sistema nervioso, alteraUno de los atractivos del film es cómo su do por su percepción. Todo lo antedicho director va entretejiendo sentidos: a través le otorga al film un tono muy particular: del montaje, como en la escena en la que el naturalismo es deformado por la alternoviembre | enero 2013 Pez dorado 95


nancia entre lo estático y los exabruptos de la locura contenida. Fernández puede estar plácidamente sentado en el patio de las Plasini y un gato negro caerle desde un árbol, sobresaltándolo a él y al espectador. La madre puede gritarle desaforadamente a su hija y un segundo más tarde dirigirse al cortejante con la suavidad de un ángel. También puede pensarse a El dependiente como un relato gótico en el que la señorita

manejarlos: en esta película logra composiciones inolvidables de Walter Vidarte como el señor Fernández, que se debate entre el candor del Manolito de Mafalda y la muda desesperación de un ánima en pena; de Graciela Borges como la señorita Plasini, que regala la serena belleza de una estatua de mármol nacida para ser contemplada pero que se agrieta cuando emite las exhortaciones de un militar en el

Plasini es una especie de conde Drácula que captura en su castillo a una virginal doncella (el señor Fernández) y necesita de su sangre para salir a la luz, para mostrar su cara al pueblo. Pero hay un nivel ulterior de lectura en donde todo puede ser visto como una puesta en escena de la madre para asegurarse a través de estos dos personajes desangrados la supervivencia material de la extraña pareja que conforma con su hijo. Al fin y al cabo, ella es la matriarca que le propone al señor Fernández –no una, sino dos veces– que le pida la mano de su hija. Al ser Favio también actor, sabía cómo

campo de batalla; y de Nora Cullen como la madre, tan amplia en su rango actoral como la distancia que recorre la aguja de un sismógrafo. Ejemplo de eclecticismo domesticado donde amasa la pulsión intelectual de lo mejor de la dupla Torre Nilsson-Beatriz Guido (en La mano en la trampa, de 1961, Favio tuvo una participación actoral) con elementos de un mundo poético en el que se combinan cierta ingenuidad y simpleza con las fuerzas de lo siniestro, la textura que Favio logra en El dependiente le otorga al film un espacio radical y único dentro del panteón del cine nacional.

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El dependiente | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Walter Vidarte | Graciela Borges | Nora Cullen País de origen: Argentina | Duración: 87’ | Año: 1969

»Martín Stefanelli«

El cautivo

E

l dependiente es la tercera y última toria trágica de un hombre y sus mujeres en película de ese magistral tríptico de un pueblo mendocino. Y en El dependiente Leonardo Favio que la crítica de la (1969), el cierre de la trilogía, esa economía época enlazó bajo el nombre de «la trilogía de recursos que ya era una marca de estilo, se en blanco y negro». Es significativo que en un repite pero además se acopla con perfección momento en que casi todas las películas se a la languidez y al cautiverio de su protagoestrenaban en colores, este director haya denista, el Sr. Fernández. cidido iniciarse eludiendo esa posibilidad técAl comienzo de la película, una voz en off nos nica. Fue un gesto simple y conciso que deintroduce en la historia como si fuera a contar mostró que desde el principio tuvo en cuenta un cuento, uno chiquito. Dice que hace 25 la importancia de la relación que se establecía años que Fernández es empleado de una feentre la forma y el contenido. En Crónica de rretería. Que el dueño, el viejo Vila, alguna vez un niño solo (1965), su ópera prima, Favio ya le prometió al pasar que cuando muriera todo sabía que para contar historias chiquieso sería suyo. Convertirse en dueño tas, esas de pobres y olvidados de las En las primeras del negocio es su sueño minúsculo y villas o de los pueblos de provincia, imágenes, una pasivo. Nada puede hacer Fernández era necesario evitar cualquier tipo de sucesión de para que se vuelva realidad más que afectación que desviara el camino. Y fundidos marcan esperar que la muerte se lo lleve a don el color podía ser una de ellas. Pero no el paso del tiempo Vila. En las primeras imágenes, una sólo se trataba del color. Dentro de la como si nada sucesión de fundidos marcan el paso trilogía, como para confirmar que cada cambiara más que la del tiempo como si nada cambiara más decisión formaba parte de una volun- edad de estos dos que la edad de estos dos personajes. tad estética, a esa primera supresión le personajes. Los días entre tornillos y herramientas siguieron, por ejemplo, un uso modetranscurren sin demasiados sobresaltos. rado de los diálogos o la escasa información Pero hay algo que inquieta a Fernández: ese que se entregaba de los personajes. día que parece ser igual al anterior, cuando En las dos películas siguientes, que no transsale a entregar un pedido, ve a una mujer pacurren en la agitada villa miseria o el reformarada en la puerta de una casa. torio de Crónica…, el estilo y la forma narrativa Esta es una película estática, repleta de plase profundizan, más acordes a la vida paunos fijos, pero cuando el Sr. Fernández ve a sada de los pueblitos perdidos que retratan. esa mujer desde la camioneta, Favio decide En Este es el romance del Aniceto… (1967), su presentarla con un travelling subjetivo que se segunda película, la cámara se aquieta para repite tres veces para marcar el quiebre de la contar a través de silencios y miradas la hisrutina y la intriga instalada en la cabeza del noviembre | enero 2013 Pez dorado 97


protagonista. Los personajes hablan lo necesario, sabemos acerca de ellos no más que lo ineludible y lo mismo pasa con el uso de la cámara. Por eso ese travelling y los otros dos que van a aparecer en la película tienen una fuerza inusitada. Es un recurso técnico un tanto alejado de la simpleza (y con el que se regodearon varios grandes maestros), pero en este caso también es una forma que pide el contenido. Favio los utiliza para describir el

pietario y casarse con la señorita Plasini, para sacarla de su casa como ella le pide, hay que esperar que muera don Vila. Y don Vila tose y tose pero no se muere. El dependiente es una película que cumple con todos los requisitos para ser una comedia negra: tiene un protagonista impotente que no puede controlar y comprender nada de lo que pasa a su alrededor, tiene una mirada crítica acerca de la familia, de la moral

ánimo atribulado del Sr. Fernández, sus esperanzas, o para cerrar el cuento cuando la cámara se aleja del pueblo al final de la película. Por la noche, cuando vuelva del trabajo, va a conocer a esa mujer. Ella lo va a invitar a pasar a su casa y Fernández va a sumar al mundo diurno, simple y masculino de la ferretería, el mundo nocturno, misterioso y femenino de la casa de la señorita Plasini. Aunque él crea lo contrario, nada de lo que le suceda a partir de ese momento va a ser producto de su voluntad: ni pasar a tomar el té con la señorita Plasini ni conocer a su madre y a su hermano tonto. Mucho menos pedir la mano de esa mujer y casarse. De nada de todo eso está convencido Fernández; sin embargo, unos diálogos repletos de «disculpe», «siéntese» y «faltaba más» lo van a ir conduciendo por la vida como si todo fuera parte de su deseo inevitable. A diferencia del gallero de Este es el romance…, que era derrotado por su propio apetito, por sus ganas de más, en El dependiente, el Sr. Fernández deja librado al destino o a la pretensión de los demás cualquier posibilidad de cambio o ascenso. Para poder cambiar de vida, es decir, convertirse en pro-

pueblerina, y tiene un final trágico. Es fundamentalmente una comedia negra, pero no es sólo eso. Tiene pasajes melodramáticos como cuando narra la relación entre el Sr. Fernández y la Srta. Plasini; hace una pintura social cuando muestra la agitada vida subterránea que puede esconderse en un pueblo de provincia; es un relato introspectivo cuando se mete en la cabeza del protagonista. También es una película de terror. O mejor dicho, que provoca terror, porque con una serie de recursos sencillos (esos planos fijos y distantes de los encuentros en el patio de las Plasini, esos primerísimos primeros planos de la pesadez existencial de sus personajes o las interpretaciones descolocadas de sus actores) logra propagar una sórdida sensación de extrañamiento en el espectador. Como si fuera un paso más allá, en El dependiente, Favio no sólo usa la forma que le pide el contenido, también usa la forma que le pide esa sensación que quiere engendrar en el público. Y no falla. Nunca hace una de más y maneja todas las variables con la solidez y el misterio como sólo puede hacerlo quien ha sido el mejor.

98 Pez dorado noviembre | enero 2013


Juan Moreira | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Rodolfo Bebán | Elcira Olivera Garcés | Edgardo Suárez | Eduardo Rudy | Alba Mugica | País de origen: Argentina | Duración: 105’ | Año: 1973

» Edgar Piñeiro«

Juan Moreira: la épica interior

«

La vida de Juan Moreira en colores, como Laura (la mujer de Moreira), Alba Mucon sonido y todo. A pedido del carigica como la impresionante personificación ñoso público» fue el primer título que de la Muerte y Eduardo Rudy como el tepensó Favio para llevar al cine Juan Moreira. niente Alcalde, entre otros actores que jugaAllá en los años 60 empezó a gestar este ron papeles secundarios pero de relevancia proyecto que apuntaba a dar vida fílmica al en la estructura argumental. radioteatro con ribetes de comedia, tenienJuan Moreira fue estrenada el 24 de mayo do en cuenta que ya existían tres películas de 1973 (en Buenos Aires) con importante anteriores sobre Moreira: una de 1913 (de éxito de taquilla y de crítica. Sin embargo, Mario Gallo), otra de 1936 (de Nelo Cosimi) con una distancia histórica de casi 40 años, y otra de 1948 (de Luis Moglia Barth). Sin este film continúa siendo un hito en la histoembargo, Favio fue cambiando de idea y dio ria del cine argentino. Lejos de la linealidad cuerpo, con su hermano Jorge Zuhair clásica y tomando ciertos conceptos de Jury, a un guión en donde el personaje La ruptura con la Akira Kurosawa en el tratamiento humaestaba signado por la tragedia dentro narrativa clásica no de su héroe y de Ingmar Bergman de una estructura épico-poética que está presente en la interioridad existencial de sus peroscilaba entre lo mágico y lo realista. desde la primera sonajes, Favio (fiel a su propio lenguaje Favio dispuso de un importante equi- secuencia: el título narrativo) se valió de la imaginería gaupo técnico y de recursos financieros del film y el elenco chesca, de la poética y de las represenpara su filmación en la localidad de se presentan con taciones pictóricas argentinas del siglo Lobos en 1972. Contó con Juan Carlos una obertura XIX, logrando una obra excepcional por Desanzo, uno de los mejores directomusical en la que la su dinámica narrativa (fluida y equilires de fotografía del momento; con su sonoridad melódica brada) y por su concepto lingüístico de montajista de siempre, Antonio Ripoll; parece brotar de un sublime belleza visual y musical. con el camarógrafo Carmelo Lobótrialma sufrida. La ruptura con la narrativa clásica está co (el mismo de Este es el romance... presente desde la primera secuencia: el pero acá con la ayuda de Aldo y Lionel título del film y el elenco se presentan Lobótrico); la escenografía, notable por la con una obertura musical en la que la soreconstrucción detallista de época, estuvo a noridad melódica parece brotar de un alma cargo de Miguel Ángel Lumaldo; la música sufrida. Inmediatamente se pasa a una toma recayó en Pocho Leyes y José María Serra. picada que muestra a alguien cavando una En el elenco figuraban Rodolfo Bebán en su fosa. La luz rasante del atardecer proyecta significativo papel de Juan Moreira, Edgaruna larga sombra sobre la dorada superficie do Suárez como «el Cuerudo», Elena Tritek del suelo. Un corte brusco muestra el perfil noviembre | enero 2013 Pez dorado 99


silencioso de una mujer de luto que se pasea por un fondo de figuras entristecidas por la noticia que anuncia una voz en off: la muerte de Moreira. Otro corte nos pasa a la revuelta de personas en un plano general cerrado y de allí un sonido estridente permite situar, en seco y en otro plano, el rostro de perfil de Juan Moreira, cuya composición en la pantalla se ubica de igual manera que el perfil de la mujer enlutada. Esa correspondencia

por tanta desgracia. En el trascendental encuentro de ambos, la secuencia se resuelve con plasticidad excelsa gracias a la puesta en escena y al tema musical «Diálogo con la Muerte y muerte del Angelito». Porque hablar de Juan Moreira y su narrativa es también hablar de su música. Sus dos compositores expresaron: «… Debíamos recorrer un camino grato y sensitivo: asistir a la filmación. Ver a Moreira piel a piel, sangre a

de composición visual permite más adelante sangre, recoger la música de sus silencios, identificar al personaje femenino: era Lausumergirnos en las tremendas vibraciones ra, la pareja del gaucho. Esta operación en de su alma, hacer un canto coral de su trael montaje implica que el tiempo fue hacia gedia, registrar las densidades tonales que atrás, mostrando los hechos que llevaron al surgen de las noches del pasado, fijar mugaucho a delinquir hasta su trágico final. sicalmente el ocre seco de los campos…». Hay una secuencia en el interior de una Al respecto y sobre el trabajo musical, tapera en la que se planta la cámara y se Favio dijo: «… Yo quería para mi Juan Move al gaucho recostarse. El espectador ve reira una música que fuera silencio y color. además el paisaje de fondo, con un traspaCuando llegó a mis manos la obra musical, rente y límpido cielo azul. Sucesivos encontré todo eso y algo más que fundidos encadenados captan al dor- «… Yo quería para no podía definir… Un sentimiento que mido personaje y al cambiante cielo mi Juan Moreira una sólo se puede explicar con un lenguaje que se va tornado cada vez más rojizo música que fuera desconocido y que sólo pertenece al hasta oscurecerse completamente: alma…». Estas palabras iluminadoras silencio y color…» el paso del tiempo en una narrativa manifiestan la expresión del alma, la Leonardo Favio impecable. Otro aspecto a destacar épica interior de la lucha de un persoson las tomas de una pampa nunca vista, naje cuyo campo de batalla es el silencioso de espectaculares atardeceres en una épipaisaje pampeano, extensión de su espíritu, ca visual que, sin mostrar despliegue de en donde cada secuencia, en simbiosis con grandes movimientos de masas, connotan el sonido y el silencio, cobra una dimensión la lucha interior de su personaje contra un de profunda sacralidad. destino implacable. La voz off del propio Moreira opera, en el Fuentes consultadas plano existencial, como su alma, que se preSchettini, A. Pasen y vean. La vida de Favio. Buegunta por su destino o interroga a la Muerte nos Aires, Editorial Sudamericana, 1995. 100 Pez dorado noviembre | enero 2013


Nazareno Cruz y el lobo | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Juan José Camero | Marina Magali | Alfredo Alcón País de origen: Argentina | Duración: 92’ | Año: 1975

A la desaforada esperanza, sucedió, como es natural, una depresión excesiva. Jorge Luis Borges, «La biblioteca de Babel», Ficciones

»Germán González Sosa«

Apología de un sentimiento

A

manece en la quietud de la llanura. En Nazareno Cruz y el lobo somos testigos El peligro de un destino cruel, marde la tragedia y prematuramente adverticado por el signo del infortunio. De dos de un destino ineludible, signado por la mitología profunda, originaria de tierras la desgracia. El séptimo hijo varón llevará la gauchescas, nace el séptimo hijo varón, sombra en su alma, con el prejuicio como un lobizón que acarrea la desgracia como maldición y sus acciones como castigo. La estigma y la injuria en las pieles. Con tal pérdida de su padre y sus seis hermanos dramático panorama, el efímero alivio de suma densidad a la trama de infortunios y alegrías cotidianas socaba los artilugios alimenta la superstición. El solo hecho de de la tragedia que, lejos de amainar, intenque el pobre tipo en su corta edad haya resifican el desenlace. «Nazareno» y «Cruz» vertido su miserable situación, mostrándolo le pusieron, sin pensar que eso iba a ya adaptado y productivo en la comumarcar a fuego su final, el sacrificio a Si algo se ha de nidad que lo estigmatizó, son el fortuimanos de pecadores que no sabrían destacar en Favio to alivio de un placebo circunstancial lo que hicieron o, en todo caso, el mal es lo emocional que se resignificará en el momento que hicieron. más álgido de la acción dramática. Se en función de Si algo se ha de destacar en Favio es lo narrativo, alimenta la esperanza como se engorlo emocional en función de lo narra- es convertir lo da un chancho para las fiestas, con la tivo, es convertir lo dramático en una dramático en una paciencia infinita del degüello seguro. técnica más dentro del film y no que técnica más dentro Y así Nazareno vive su vida inocentesea solamente un género en donde mente. Así se enamora inocentemente, del film y no que hacer pie para contar la historia. Inque es la única manera pura y genuina sea solamente un cluso la mirada más inexperta en la de enamorarse, y con toda la torpeza género en donde materia se develaría en un haz de sus- hacer pie para que eso depara. Es así como Nazareno picacias al momento de evidenciar el contar la historia. pone en movimiento la rueda de su artilugio. destino. Ese manejo tan sensible y tan pragmático Favio exalta el idilio por varias razones. La a la vez (que podría hasta decirse abyecprimera, nos arriesgamos a creer, es como to), lejos de encuadrarse en el confort de recompensa a quien se aventuró a amar sin los límites efectistas, se hunde incisivaespeculación ni planteos, a quien se adenmente en el cráneo del espectador, afetró a ese mundo inseguro y desconocido rrándose a su goce para luego desnucarlo con todas sus fuerzas. La segunda, un poco a sacudidas secas y violentas, en pleno más pesimista y con algo de compasión, fulgor dramático. es que lo exalta para que realmente haya noviembre | enero 2013 Pez dorado 101


valido la pena dar la vida por un amor de juventud. Como Shakespeare, pero criollo. Por eso la música, penetrante, abrazadora, casi abarca un espacio físico dentro de la pantalla, llevando el ritmo y la intensidad creciente de un amor que parecía llevarse al mundo por delante. Los cuerpos desnudos, arremolinados en el éxtasis de la pasión junto a los espacios vírgenes, son espíritus reconciliados por un sentimiento mutuo

a pesar de que se lo haya invocado, nunca mostró algún tipo de injerencia ni redención, siempre fue un oscuro fuera de campo, incluso el mismísimo Diablo reclama la atención de Dios. Finalmente, también aparece la locura diegética, la de personajes con cualidades de reptil (como la madrina de Nazareno) u otros que no respetan la forma, o sus formas mutan de manera indiscriminada. Y a medida que se revo-

que expresa una vitalidad que estos jóvenes luciona la trama, se revoluciona el mundo pudieron haber confundido con eternidad. y el sentido se pierde, al punto de vernos Y como la esperanza es lo último que se inmersos en una marcha guiada en la colina pierde, en el devenir de este Fausto criollo sinuosa por hipnóticos cantos, más parenos aferramos a otra idea abstracta, la de la cido a los trances del Cinema Novo que al justicia divina, o poética, o a algún tipo de confort de la transparencia clásica. justicia que salve a los que demuestran Y es con el alejamiento paulatino del en sus actos algún rasgo de nobleza. Se resignifica orden cuando el director pierde narraLa caída libre es larga y llegamos a pa- la música que tividad y comienza a pisar más fuersearnos por el infierno, más lejos aún transpiraba vida temente en lo simbólico. Por eso en el del ausente Dios padre. Y este signo desenlace de la historia, ya anacrónica, y pasión en el es importante en la película de Favio principio, y se eterna, juega con la ironía de lograr el ya que fue arrancada de raíz cualquier la invierte en un mismo efecto que Hitchcock sin respeidea de orden prestablecido. La muer- descenso sin fin, tar a rajatabla las exigencias narrativas te del padre y la ausencia de toda figu- mientras la cámara del género. Pone de cabeza el vértigo ra masculina de autoridad (el padrino gira y se hunde de la caída de Nazareno. Resignifica la de Nazareno dice estar muerto desde entre los muertos música que transpiraba vida y pasión hace 4 años, por eso se deja postrar en el principio, y la invierte en un descuerpos de los en la cama), psicoanalíticamente hacenso sin fin, mientras la cámara gira y amantes. blando, hace que veamos la locura por se hunde entre los muertos cuerpos de las calles, con enfermos repitiendo frases los amantes. Ya no baila el fuego, no arde, incoherentes, sumado esto a la dualidad del sólo los ilumina una tenue luz que se escamismísimo Nazareno (persona de día, lobulle entre las ramas mientras acaricia los bizón de noche); religiosamente hablando, rostros cansados que parecieran encontrar estamos abandonados en el mundo de la en la muerte el tiempo inmortal en donde superstición, el Dios padre nunca proveyó guardar su amor. 102 Pez dorado noviembre | enero 2013


Gatica, el mono | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Edgardo Nieva | Horacio Taicher | Virginia Innocenti | Cecilia Cenci País de origen: Argentina | Duración: 137’ | Año: 1993

Si me das una criolla, yo te pelo algo, ¿entendés? Es la diferencia entre ser un músico que tiene la música en el corazón, como Mercedes Sosa, “Atua…”, ¿cómo se llama? Atahualpa Yupanqui, o ese que es medio grasa, pero también tiene la música en el corazón, Jaime Torres. A mí dame esos tres y no los tres rockeros que yo te conté antes... Luca Prodan (entrevistado por Néstor Nardella)

»Francisco Abelenda«

Cine en el corazón

«

Tanguera». Así se llama el tema muAdolfo Aristarain, Leonardo Favio, Alejansical de la secuencia final de Gatica, dro Doria, Eliseo Subiela y Raúl de la Torre el mono, la enorme película de Leofueron los últimos que dirigieron películas nardo Favio sobre el legendario boxeador de gran llegada al público, pero a fines de argentino José María Gatica. La fuerza, la los 80 se notaba el agotamiento de sus emotividad y la angustia, contenidas en los recursos. En sus películas, ya entonces, los arreglos y en los acordes de esa canción diálogos sonaban falsos, las actuaciones funcionan como una gran resignificación artificiales y los montajes se percibían tan de todo lo que habíamos visto hasta enrústicos como un auto sin dirección hitonces en las interminables secuencias de dráulica. Hoy estas características se notan la película. Es que Gatica, el mono, es una muchísimo más, lo que produce un efecto película larga y morosa para los ojos acde envejecimiento muy marcado. tuales, acostumbrados a la revolución Gatica, el mono, tiene todos estos de calidad del Nuevo Cine Argentino. La historia, recontra vicios. Los diálogos son subrayados, Leonardo Favio es el gran director conocida, pretende teatrales, retóricos. El plano y contradel que podríamos llamar «Viejo Cine ser una alegoría plano no funciona, aunque sí lo hacen Argentino» que finalizó a mediados del nacimiento, los planos secuencia y los trabajade la década del 90. Muchos factores ascenso y caída dísimos y frecuentes travellings. La contribuyeron a la extinción de esa del peronismo, y dirección de arte es rudimentaria y forma de hacer películas en la Argen- funciona de una la música un tanto repetitiva. Pero a tina. Los cambios tecnológicos, las manera peculiar. pesar de todo esto, la película deja un escuelas de cine y sobre todo la irrupregusto nostálgico muy poderoso. ción de una generación de cineastas La historia, recontra conocida, preque admiraban a la Nouvelle Vague pero tende ser una alegoría del nacimiento, crecieron disfrutando en secreto de las ascenso y caída del peronismo, y funciopelículas americanas, contribuyeron a na de una manera peculiar. Todo parece forjar un cine que tiene muy poca relación estar mal en esta película, con sus elede respeto por la influencia de los direcmentos haciendo equilibrio para no caer tores consagrados de la etapa anterior. La en el ridículo, en la vergüenza ajena, y sin frescura del Nuevo Cine Argentino terminó embargo de todas maneras funciona. No echando por tierra toda esa tradición. La tanto mientras la vemos sino cuando cae barrera es tan impresionante que práctiel telón, cuando esa maravillosa música de camente no se percibe ni un sólo punto de Mariano Mores nos recuerda los grandes contacto. momentos de la película. Funciona, por noviembre | enero 2013 Pez dorado 103


ejemplo, cuando advertimos que detrás de todo hay una hermosa historia de amistad. Cuando vemos a Edgardo Nieva haciendo esfuerzos sobrehumanos por actuar un personaje para el que no parece dar nunca el punto. Tal vez funcione también porque no ignoramos que Nieva se operó la cara para que Favio le diera el protagónico y eso acentúa nuestra piedad por él. Porque no olvidamos que nunca más actuó en una película exitosa y desconocemos qué fue de su vida. Porque su amigo entrañable, el Rusito, interpretado por Horacio Taicher en la actuación de su vida, se murió electrocutado con un micrófono unos meses después del estreno, en el Hotel Bauen, animando un casamiento. Porque sabemos que Favio entraría después en un progresivo descenso y aislamiento. A pesar del aburrimiento de las interminables peleas con ritmo de mambo y de todos los errores de casting, montaje, iluminación y puesta en escena, Gatica, el mono es de todas maneras una película entrañable. La escena de la peluquería en la que el Gatica niño engaña a su amigo por miedo a la soledad, el abrazo interminable entre los dos, y sus lágrimas cuando le dice «andá a cagar» al Rusito que lo deja, demuestran que la película tiene alma y un espíritu enorme que sigue latiendo y nos llena de congoja y nos hace pensar porque, a pesar de todo, grasa y todo, Leonardo Favio lleva el cine en el corazón. Y es capaz de llenar de cine el nuestro para siempre.

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Aniceto | Director: Leonardo Favio | Intérpretes: Hernán Piquín | Natalia Pelayo | Alejandra Baldoni País de origen: Argentina | Duración: 82’ | Año: 2008

»John Lake«

El lenguaje del cuerpo

N

unca me interesó la cinematografía su muerte remeda a los estertores de un de Leonardo Favio. De sus primeras gallo herido. Da perfectamente con el películas de la década del 60 en physique du rôl, además sus giros, glisblanco y negro (El dependiente, Crónica sades y grand jetés son de una potencia de un niño solo) vi algunas escenas cuanimpactante y muy bien acompañados do las pasaban por televisión, pero nunca por la consustanciada música de Iván las veía completas. Tampoco me atrajeron Wyszogrod. Natalia Pelayo, en el rol de sus coloridos desbordes surrealistas de la la Francisca, aporta un rostro inocente y década del 70 (Nazareno Cruz y el lobo, angelical. Su figura etérea, con un perJuan Moreira). La única que presencié fecto port de bras, contrasta con la en un cine fue Gatica, el mono arras- Todas las tomas apostura varonil de su partenaire. fueron filmadas en Favio logra con Pelayo unos primetrado por un amigo que, más que estudios. Se utilizó ros planos muy naturales y de una llevado por el interés personal en el un gran hangar de lenguaje cinematográfico de Favio, gran expresividad. Alejandra Baldoni quería revivir las épocas gloriosas del aviones para recrear (la Lucía) es la rival, la provocadoel pueblo, el campo, ra, la puta. Con sus labios carnosos, boxeador. Por otra parte, los artificios que propusieron tanto Lars von el río y las noches. un andar sinuoso y felino seduce no Trier en Dogville (2003) y Manderlay sólo al protagonista sino también a (2005) como los de Luis Ortega en la platea masculina. Su danza erótica Monobloc (2005) estuvieron lejos de atrajunto a Piquín, ambos con el torso desnuparme. Pero me gusta la danza y disfruté do, es un derroche de sensualidad y buen de la calidad de Hernán Piquín varias veces gusto. en el Ballet Argentino que dirigió Julio Todas las tomas fueron filmadas en estuBocca y en un show en el Maipo que lo dios. Se utilizó un gran hangar de aviotuvo como protagonista. nes para recrear el pueblo, el campo, el Aniceto es una recreación danzada de río y las noches. En este caso el artificio su anterior film Este es el romance del es verosímil gracias al hábil manejo de Aniceto y la Francisca…. Pero no es todo la escenografía y la iluminación. Por otra baile, hay también diálogos y muy bueparte, Favio eligió colores pasteles para nas actuaciones por parte de los tres la casa de Aniceto y plateados y azuprotagónicos (Piquín, Pelayo y Baldoni). lados para la noche, cada uno con un Favio estuvo muy atinado en su elección. encanto particular. Los planos en la casa Piquín tiene el perfil propio de los gallos de Aniceto, reforzados por los colores, de riña cuya pasión los consume. Hasta parecen cuadros de Van Gogh. Los diálonoviembre | enero 2013 Pez dorado 105


gos no abundan pero basta tan sólo una frase en off para plantear una situación y poner al espectador al tanto de todo. Escueta en su duración, el director ejerce un gran poder de síntesis en beneficio de la narración, que se corresponde tanto en la palabra, la imagen y el uso simbólico del color. En este marco minimalista la danza surge y luce en todo su esplendor. Favio se arriesgó con su último largometraje, hizo una apuesta fuerte para un género inédito en la cinematografía local. Planos largos, actores no muy convocantes, predominio de la danza y escasez de diálogos no son una combinación para todos los gustos. Más cercano al ballet Un tranvía llamado deseo que Mauricio Wainrot creó para el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín o a La Strada presentado en el Coliseo hace unos años por una compañía italiana, Aniceto abre la puerta a un género nuevo en el cine nacional cuyos frutos se verán en el tiempo.

106 Pez dorado noviembre | enero 2013



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