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EL MAÍZ VOLVIÓ PARA QUEDARSE

En el centro de la escena

EL CONGRESO DE MAIZAR PUSO EN BLANCO SOBRE NEGRO LOS DESAFÍOS Y LA POTENCIALIDAD DE UN CULTIVO QUE TRIPLICÓ SU PRODUCCIÓN EN LA ÚLTIMA DÉCADA. ES EL PILAR DE LA ROTACIÓN Y UN GRAN ACTOR DE LOS DESARROLLOS LIGADOS A LA BIOECONOMÍA.

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El maíz es el punto de partida de un sinnúmero de actividades. Indispensable además para la salud de la rotación.

La producción de maíz involucra a miles de

agroempresarios y brinda 730.000 em-

pleos en todo el país. Aportará este año USD 14.500 millones al PBI, USD 8.000 millones a las exportaciones (o 20 % de las ventas externas totales, si se considera su contribución a otros bienes) y USD 3.500 millones a las arcas fiscales. Agustín Tejeda Rodríguez, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, destacó que aún existe un gran potencial de mejora de rindes, y ponderó la intervención del cultivo en el cuidado de un activo estratégico como es el suelo. Se sabe, en los últimos años la dinámica de siembra cambió notablemente, con un importante traslado de superficie sembrada hacia noviembre/diciembre. Con disparidades por factores climáticos, el rendimiento promedio ronda los 85 quintales por hectárea. A su turno, Sofía Gayo, analista del Departamento de Investigación y Perspectivas Tecnológicas de la entidad, lo calificó como el cultivo con mayor adopción de tecnología; los dos grandes motores han sido la fertilización y el uso de la biotecnología. “En 7 años cambió la elección del híbrido y el uso de semillas con eventos apilados pasó del 63 % al 92 %, en detrimento de la simiente con eventos simples”, precisó. A su turno, Jorge Domínguez Brando

recordó que el maíz argentino es el más bara-

to del planeta. Agregó que la diversificación de fechas de siembra juega a favor, porque evita concentrar la oferta en unos pocos meses.

CLIENTES DIRECTOS

José Lizzi, líder del área de Ganadería de Aacrea, valoró el aporte del maíz aunque reconoció que transitamos un momento especial, en que el aumento del precio del cereal llevó a que se empezara a sustituir grano por pasto y a alargar los ciclos de producción, lo que determinó una caída en la oferta. Según el experto,

se podría transformar un mayor porcentaje de la producción de maíz en carnes y lácteos,

si hubiera incentivos. Una limitante, señaló, es que entre 70 y 90 % del mercado de carnes es doméstico, con una demanda de poder de compra limitada y en la que siempre se está tratando de desacoplar los precios internos de los internacionales, para tener una oferta abundante y barata. Manuel Ron, de Bio4, puso como ejemplo la situación en Estados Unidos, donde la industria

del etanol absorbe el 40 % de la producción

maicera y es el principal sostén del precio. En la Argentina, en cambio, la demanda de maíz para etanol, menos de 1,5 millones de toneladas, bordea solo el 3 % de la producción. Como cluster destacado, citó el caso de Villa Mercedes, en San Luis, donde la oferta de maíz se acopla con la demanda de la zona y permite que los productores se ahorren el flete de más de 500 kilómetros hasta los puertos de Rosario. En momentos en que se discute una nueva Ley de Biocombustibles, las mayores posibilidades del etanol están en un aumento del corte (del 12 % actual al 15 o 18 %) y el crecimiento de la producción, precios en surtidor más accesibles y la generación de más industrias y empleo en el interior del país. BIOECONOMÍA

Fernando Vilella, director del programa homónimo de la FAUBA, puso de relieve que en 18 de los últimos 20 siglos, salvo los últimos dos, Asia fue más del 55 % del PBI global, y pronto va a recuperar esa presencia traccionando pro-

ductos cada vez más exigentes en calidad y

sistemas productivos. Hay nuevas respuestas a temas históricos como la alimentación, el desarrollo y la equidad territorial, elementos que se van conjugando de distintas maneras. Más tarde, Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa de las Carnes, planteó lo que viene ocurriendo en las cadenas y la reconfiguración que los productores tienen por delante. “Pasamos a producir alimentos y ser parte de la matriz energética del planeta, tanto con biomasa como con maíz y otros cultivos. Debemos tener en claro cómo hemos de convivir los distintos eslabones para dar seguridad alimentaria y descubrir cómo es la nueva normalidad. También qué va a hacer la Argentina con el Mercosur, de qué manera vamos a ir a los distintos mercados, cómo nos vamos a posicionar”. Muchas cosas han cambiado. “Con la pandemia, se percibe una aceleración en la incorporación

y naturalización de procesos de tecnología

Un panel de especialistas ubicó la situación productiva del maíz y su interacción con la ganadería y la industria. CARBONO NEUTRO

Gustavo Idígoras destacó la implementación de dos programas tendientes a mejorar nuestra competitividad a nivel global: el de preservación forestal y el de carbono neutro de maíz y sorgo. Respecto de este último, apunta a medir la totalidad de la emisión y de la captura de carbono, y está ligado a un incentivo económico por mejor acceso a mercados, así como mejores condiciones financieras, locales y externas.

que habría costado mucho más introducirlos”, afirmó Gabriel Delgado, representante del IICA en Brasil. Algunos dicen que la salida de la pandemia es una agenda verde. “Seguramente hay muchas cosas por mejorar, pero tengo algún reparo acerca de que ideas como esta sean utilizadas como barreras al comercio”, explicó el especialista. Para el consultor Marcelo Elizondo, la pandemia ha sido un gran catalizador de seis cambios sustanciales que están ocurriendo en el planeta y que impactan en todos los mecanismos de vinculación, inversión, producción y comercialización. Por un lado un profundo cambio tecnológico que afecta el modo en el que se produce, las estrategias, los instrumentos. También una cre-

ciente influencia de la geopolítica a nivel global y un profun-

do debilitamiento del poder político en Sudamérica y algunos países de Europa. Hay nuevos tipos de acuerdos entre las naciones y se requieren empresas con capacidad de adaptación. Por último, se pierden diferenciaciones como las que separan servicios-industria-agro y hay una creciente interrelación y generación de ecosistemas; se trata de procesos de maduración de productos a través de países, lo que se denomina global innovation network.

MUNDO GLOBALIZADO

Aude Maio-Coliche, embajadora de la Unión Europea en la Argentina, advirtió que hoy la temática ambiental ha tomado gran importancia, y a pesar de que el acuerdo entre Europa y el Mercosur ya tenía un capítulo sobre el tema, da la impresión de que no es suficiente; hay preocupación respecto de temas vinculados con la Amazonia, y es necesario despejar esas dudas. Jorge Argüello, embajador argentino en Estados Unidos, indicó que el freno en el producto bruto global provocado por la pandemia dejó en evidencia la debilidad de las cadenas de valor, ya que los flujos comerciales e inversiones cayeron sobremanera, lo que trae consecuencias negativas, sobre todo en los países más pobres. Vaticinó asimismo que la Argentina será respon-

sable de proveerles alimentos a los países asiáticos y africa-

nos en crecimiento, y subrayó que es necesaria una visión inclusiva de la sostenibilidad, sin dejar a nadie atrás ni afectar la producción de alimentos.

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