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AGRICULTURA DE PRECISIÓN

Todo en su medida y armoniosamente

LA FRASE NACIÓ EN LA ANTIGUA GRECIA, Y ES PERFECTAMENTE APLICABLE AL MANEJO QUE LLEVA A LA DIFERENCIACIÓN DE AMBIENTES. HASTA DÓNDE ES REDITUABLE AVANZAR CON ESTE PROCESO.

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El monitor de rendimiento es la primera herramienta que expone crudamente la heterogeneidad de los lotes. El punto es cuántos ambientes limitar.

José Luis Goyenechea

timonea los destinos de Agropecuaria Los Tamarindos, en Canals, provincia de Córdoba, un establecimiento ligado al CREA Santa María. Expone con absoluta convicción los beneficios de adherir a la agricultura de precisión. “En 2007 la empresa adquirió su primer monitor de rendimiento. Me sorprendí cuando comencé a ver los ambientes y su respuesta en kilos por hectárea. Empecé a cuestionarme algunos procedimientos: ¿para qué poner la misma densidad en la loma que en el bajo? Entonces arrancamos con el mapeo de lotes. Al sur de la ruta 8 teníamos lomas muy pronunciadas, arenosas, con un desnivel de 5 m. Fui hallando diferencias de rindes muy significativas, lo que dejó en claro que había que optimizar el uso del espacio físico, los nutrientes y el agua”, sostiene este agroempresario. Lo que observaba Goyenechea en el monitor de rendimientos concordaba con el mapa de nutrientes que empezó a confeccionar. En los bajos se verificaba una mayor extracción y, por ende, menos disponibilidad de nutrientes, en

tanto en las lomas había mucho más fósforo que en los bajos, en ambos casos relacionado con los rindes. Lo que siguió fue comprobar asimismo diferencias en el pH, la relación cal-

cio/magnesio, la capacidad de intercambio

catiónico, la materia orgánica y el zinc. Por si alguna duda quedaba. El haber hallado deficiencias de micronutrientes en determinados ambientes llevó a obtener una rentabilidad diferencial con la aplicación, por ejemplo, de fertilizantes foliares, siempre con una fertilización de base balanceada.

CIBERNÉTICA ALIADA

La segunda oleada de esta movida involucró sumar a la sembradora una pantalla de guía y mapeo de cobertura y aplicación, compatible con sistemas de dirección autopilot, con control de aplicación y monitoreo de semillas, así como tasa variable. Buscó además un tractor que tuviera capacidad hidráulica para los motores hidráulicos variables que se utilizan en estos casos. Goyenechea reconoce que hubo en el medio mucha prueba y error, nada fue fácil. El punto es que comenzó a hacer densidad y fertilización variable hace quince años con una persona que solo había completado la primaria. “Yo tampoco era un nativo digital ni mucho menos. Fuimos aprendiendo juntos. No es

sencillo hallar gente capacitada en estos te-

mas. Además, muchos estaban vendiendo estos equipos, pero en la práctica tenían poca experiencia. Me conecté con un profesional que estaba manejando estos temas en la zona de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires”. La historia siguió con la compra de un piloto automático, y llegaron los ensayos modificando la densidad. En una loma muy pronunciada, donde no obtenía más de 6.000-7.000 kg de maíz, probó con 38 mil plantas. En el bajo fueron 58 mil y en la media loma, 48 mil. Quería comprobar qué rinde podía lograr con bajas densidades, al tiempo que surgió la curiosidad por los materiales prolíficos en maíz. El mapeo ayudó a arrancar, y luego el sistema Ve-

ris y la determinación de la conductividad eléc-

trica permitieron ir superponiendo capas. En los años buenos los mejores ambientes se agrandaban y en los años malos (Niña) era al revés.

La distinta posición en el relieve determina ambientes claramente diferenciados, que durante años se trataron de manera homogénea.

Las asignaciones de insumos dejaron atrás

el uso uniforme para todo el lote. Por caso, la urea fue de 280 kg en los mejores ambientes a 180 kg en los peores. El starter, de 185 kg a 85 kg. La densidad de siembra, de 88 mil a 68 mil plantas. Al cabo, los mapas de rindes indicaron 9.000 kg en los ambientes de menor potencial hasta 14.000 kg en los ambientes de mayor valor.

¿Y LAS CUENTAS?

Luego fue tiempo de hacer márgenes por ambientes. El mayor uso de tasas variables, tanto en nutrición como en semillas, había generado una renta diferencial. Habían ganado 88 USD/

ha más en la media loma y 60 USD/ha más en

el bajo. “Nos quedó absolutamente claro que hay ambientes definidos y una rentabilidad que capturar”. Pero, ¿cuántos ambientes conviene delimitar? En algunos lotes se diferenciaron alrededor de 7, que dieron origen a 7 dosis entre 180 y 310 kg para urea, entre 70 y 125 kg para el starter, y lo mismo con la semilla, entre 68 mil y 92 mil plantas. La cosecha arrojó rendimientos entre 11.510 kg/ha y 14.530 kg/ha. La sorpresa llegó cuando hicieron los márgenes por ambientes. La excesiva subdivisión

hizo que no pudieran pagar el costo marginal en varias de las zonas diferenciadas en el lote, sobre todo en las divisiones del bajo y para la

semilla. Fue toda una enseñanza al respecto. Goyenechea advierte que progresar en la agricultura de precisión involucra un largo camino, en el cual hay mucho por conocer. Los semilleros recién ahora están empezando a trabajar en híbridos por ambiente, pero no es fácil trasladar lo que prescriben en cada caso. También hay trabajo por hacer en las diferentes densidades por año climático y ambiente (se puede jugar más con los años Niño), y la fertilización nitrogenada diferenciada por año climático y ambiente. Otra deuda pendiente pasa por trabajar las curvas de calibración por ambientes en nutrientes móviles, sobre todo en nitrógeno y azufre. Probablemente nunca se termine de ajustar definitivamente esta práctica, pero a esta altura de los acontecimientos el manejo por ambientes está fuera de toda discusión.

Claudio Gianni

Fuente: JAT CREA

Prescripción de urea. En general una excesiva diferenciación de ambientes suele ser negativa a la hora de hacer números. EXPERIMENTACIÓN

En los lotes complicados Goyenechea empezó a probar cultivos de servicio y siembras tardías, chequeando variabilidad, que no es la misma que en el maíz temprano. También testeó tasa variable en trigo; es un diferencial distinto del que se ve en maíz; trabajó con aporte homogéneo de semilla y varió la dosis del starter y el nitrógeno.

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