5 minute read
COSECHA DE TRIGO
Del campo a la tolva y de ahí a la bolsa
CUÁNDO COMENZAR CON LA TAREA. REGULACIONES RECOMENDADAS PARA EL CABEZAL Y LOS ÓRGANOS DE TRILLA. PLANIFICACIÓN DEL LUGAR DE EMBOLSADO Y MANEJO DE LOS TIEMPOS DEL ALMACENAMIENTO DEL CEREAL.
Advertisement
Las pérdidas se reparten entre el cabezal y los sistemas de trilla y limpieza. Todo debe estar convenientemente regulado si aspira a un buen resultado.
Es hora de prepararse para retirar del lote el fruto de muchos meses de esfuerzo en pos de altos rindes en trigo. En principio tenga en cuenta que el momento oportuno para levantar el cereal no solo tiene que ver con su humedad. Juegan además cuestiones como la disponibilidad de equipos de cosecha, los
riesgos climáticos, la posibilidad de embolsar el grano o no, y la necesidad de evitar pérdi-
das de precosecha (por caso, espigas quebradas por desgrane natural), entre otras cosas. ¿Conviene adelantar la tarea? A criterio de los técnicos de INTA, todo lo posible siempre y cuando no vaya a terminar la trilla con humedades por debajo del 13 %. Recuerde que se logra alta eficiencia de trilla y separación cuando se cosecha con 16-17 % de humedad, concordante con el mínimo desgrane por cabezal y mínimo triturado del material no grano. Sin embargo, cosechar con estos niveles de humedad no es seguro para el almacenamiento del grano y requerirá un proceso de secado y acondicionamiento con un costo alto. Ante estos impedimentos, el IPNI recomienda comenzar la cosecha con 14 % de humedad del grano, ya
que en las horas centrales del día el contenido de humedad disminuirá y las partidas de trigo presentarán un nivel inferior al del inicio. Desde luego el equipo debe evitar generar huellas
o compactación, y desparramar la paja de
modo uniforme; la siembra siguiente estará a la vuelta de la esquina. Es importante trabajar con el contratista para lograr la regulación del cabezal de la cosechadora de modo de evitar pérdidas por caída de espigas voleadas por el molinete, por desgrane del propio molinete, y por falta de captación de espigas a raíz de la altura de corte. La mitad de las mermas se dan en el cabezal del equipo. La velocidad de avance cuenta. Se puede estimar mediante el Índice de Alimentación de Grano (IAG). Un IAG óptimo se vincula con las
t/h que la máquina puede procesar sin que
se superen las pérdidas tolerables; es posible regularlo con el monitor de rendimiento de la cosechadora y la determinación de pérdidas durante la tarea.
IMPORTANTE
Una vez corregidos todos los aspectos básicos, se debe procurar que el grano que ingresa a la tolva esté libre de impurezas y no presente dañado por acción de la cosechadora; estos dos aspectos desmejoran el valor del cereal y dificultan el almacenaje, cualquiera sea el sistema utilizado.
La tarea puede mejorar si se recurre al empleo de cabezales con lona en reemplazo del sinfín, que asimismo proveen al embocador el material dispuesto en su mismo sentido.
CORTE NETO
La tolerancia de pérdidas para la fina está en
torno de los 80 kg. Si las mediciones nos indican que estamos por encima de ese umbral, podría deberse a plantas caídas, trigo volcado o una mala regulación de la cosechadora; resulta fundamental detener la tarea y abocarse a las regulaciones adecuadas para revertir el escenario de pérdidas. Es muy importante que la barra de corte muestre sus cuchillas con los bordes afilados y los dientes no gastados ni soldados, de lo contrario acabará desgarrando o empujando la planta. Así, la espiga cae al piso fuera de la zona de captación del cabezal y aumentan severamente las pérdidas. Considere que las cuchillas raras veces se desgastan de manera pareja, por lo cual debería prestarse atención a los diferentes sectores de la barra de corte para ir reponiendo aquellas que ya no estén en condiciones adecuadas. La situación puede mejorar si se recurre al em-
pleo de cabezales con lona en reemplazo del
aumenta el rendimiento de la cosechadora en
hasta un 15 %. Estos cabezales cuentan con un chasis, una barra de corte con sistema de copiado del terreno flexible/flotante y un molinete especial orbital. Se los considera ideales para cultivos con alto índice de cosecha como el trigo.
Esquema demostrativo de la determinación de pérdidas por cola y cabezal para trigo. Los círculos llenos representan los aros ciegos utilizados.
PROCESAMIENTO
Si el cabezal cuenta, no menos relevantes son los sistemas de trilla y los de separación y limpieza, que determinan las pérdidas por la cola de la máquina (la otra mitad de las mermas posibles). Buena parte del éxito de la cosecha se juega allí. Calibrarlos es indispensable, pero lo primero que debe hacer es tomarse muy en serio el mantenimiento de los órganos de trilla, tanto muelas o barras como los cóncavos. Los técnicos aseguran que la utilización de cóncavos de mayor colado juega a favor de la calidad y del IAG, en especial por una velocidad de avance superior. Obedece a la mayor eficiencia del sistema de limpieza dado que se recibe de la trilla una menor carga de material no grano de pequeño tamaño. En el fondo lo que debe buscarse es disminuir la rotura del material no grano en pequeñas partículas para favorecer el colado y la limpieza del sistema de zarandas y ventilación, sin sobrecargar el sistema de retorno (no más de 5 % del rendimiento).
CÓMO GUARDARLO
Conviene planificar el lugar donde se va a colocar la bolsa. Debe ser alto, firme, cerca de caminos de acceso, lejos de montes para evitar el riesgo de que caiga una rama y rompa la bolsa.
Si el grano está húmedo, el periodo de alma-
cenamiento se reduce notablemente. Un trigo embolsado con 16 % de humedad va a ver afectada rápidamente su calidad panadera; el consejo es no tenerlo ahí por más de 30 días. La base para decidir la extracción es el monitoreo y, en función de lo que nos indique, veremos si podemos continuar con el almacenamiento o no. A veces se comete el error de estirar los monitoreos y las pérdidas se tornan importantes.
Fuente: INTA/IPNI