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DAÑOS COLATERALES

Carryover: EL ENEMIGO OCULTO

EL ABANICO DE PRODUCTOS UTILIZADO HA CRECIDO SENSIBLEMENTE CON LA APARICIÓN DE MALEZAS RESISTENTES Y TOLERANTES. Y CON ÉL AUMENTAN LOS RIESGOS DE AFECTAR LOS CULTIVOS QUE SIGUEN EN LA ROTACIÓN.

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El cambio operado en el manejo de herbicidas obliga a tener en claro qué se usó en cada lote, con detalle de fechas y dosis.

Se sabe. El glifosato ha dejado de ser la herramienta excluyente que conocimos en los 90’. La irrupción de malezas tolerantes y resistentes obliga a utilizar una mezcla

de herbicidas que creíamos que ya no íba-

mos a volver a emplear. Agroquímicos que se van acumulando y generan fitotoxicidad en-

tre campañas e incluso dentro de una misma

temporada. Por caso, el diclosulam aplicado en soja por escape de rama negra en diciembre puede traer problemas en un trigo que siga detrás. O aplicar tardíamente picloram en un maíz sembrado en diciembre puede complicarle la vida a la soja que continúa en la rotación. Se va volviendo indispensa-

ble saber qué se hizo en el

lote el año anterior, sobre todo si estamos en un campo alquilado. Registrar todos los detalles. Producto, dosis y momento de aplicación. ¿Con qué herbicidas se sospecha que existe riesgo de carryover? De acuerdo con Jorgelina Montoya, especialista de la EEA INTA Anguil, provincia de La Pampa, los sindicados en dis-

tintas consultas a los productores son fundamentalmente los inhibidores de la ALS (65 %),

PPO y los hormonales. Veamos.

Impacto del fomesafen sobre el cultivo de gramíneas que sigue en la rotación. El efecto fitotóxico crece con la dosis.

INHIBIDORES DE LA ALS

Los integrantes de este grupo están en la mira. Incluye sulfonilureas, triazolpirimidinas e imidazolinonas, especialmente. Hay poca información local, en especial sobre la vida media de estos productos. La materia orgánica (MO) es responsable casi totalmente de la retención en el perfil. Cuando hay dudas con esta familia hay que analizar el tipo de suelo, pH, MO y las precipitaciones, que van a ser determinantes tanto en la degradación química como microbiana. Montoya hace foco en una triazolpirimidina, el diclosulam. “Sabemos que no podemos sembrar girasol en la temporada siguiente a haberlo usado en soja. Maíz, sorgo y trigo tienen tolerancia moderada, pero puede haber algún problema también en estos cultivos de acuerdo con la condición del año o el tipo de suelo, por ejemplo en un año seco”. El diclosulam se degrada únicamente por actividad microbiana, con lo cual suelos con alta

MO, buena condición hídrica y temperatura

deberían lograr una degradación tal que se pueda llegar a sembrar con tranquilidad cualquiera de estos cultivos. Eso sí, la bibliografía indica que el diclosulam tiene una fuerte degradación inicial (vida media corta), pero una

parte importante queda como residuo ligado

al suelo y se va degradando lentamente (una caja negra nada fácil de explicar). FACTORES QUE CONTRIBUYEN AL CARRYOVER

• Sensibilidad de los cultivos de la rotación. • Estructura química y vida media de los herbicidas. • Dosis y frecuencia de aplicación. • Días desde la última aplicación. • Propiedades edáficas (MO, pH, textura). • Distribución y cantidad de lluvias acumuladas. • Condiciones ambientales (temperatura).

Por su parte, las sulfonilureas son ácidos débiles que encontramos en forma aniónica, de vida media variable y degradación por hidrólisis química y microbiana. Cabe destacar que por encima de un pH 7 la primera se detiene y quedamos a expensas de la segunda. No menos cierto es que la presencia del herbicida se va

a alargar en suelos con ese pH (posible carryover).

Respecto de las imidazolinonas, tienen una degradación exclusivamente de tipo microbiano. Cuentan con larga vida media por ser moléculas muy complejas; los microorganismos tardan en reconocer las formas para degradarlas. Se trata de ácidos débiles, de muy baja adsorción; siempre las vamos a encontrar muy disponibles. En años secos podemos esperar que se alargue la persistencia de estos herbicidas.

INHIBIDORES DE LA PPO

Cobijan otro sospechoso: el fomesafen, que se está usando mucho asociado al control de yuyo colorado. Tiene un tiempo de vida media relativamente largo, un coeficiente de adsorción medio a alto y elevada solubilidad. Han hecho ensayos aplicándolo en una soja seguida por un trigo. A medida que aumentaron las dosis utilizadas, se incrementaron los síntomas de fitotoxicidad, pero no se vio afectado el número de plántulas establecidas. Es de hacer notar

que a pesar de ser un año seco, en las menores dosis (1250 cc/ha) no hubo impacto en los rindes. Por cierto, el trigo tiene bastante tolerancia a residuos de Fomesafen. Otros ensayos con el producto aplicado sobre lotes que iban a girasol demostraron que

existe fitotoxicidad en dosis bajas de 1.250

cc, pero con 2500 y 5000 cc es mucho peor. El número de plantas se vio afectado más que en maíz.

INHIBIDORES DE HPPD

La lupa recae sobre la biciclopirona, recientemente aparecida en el mercado. Utilizada en maíz, tiene coeficientes de adsorción bastante moderados y tiempos de vida media relativamente largos (200 días). Ensayos sobre lotes que iban a sorgo y girasol no han observado que los rendimientos se vean afectados. En casos extremos, con superposición de dosis, daña principalmente la síntesis de carotenoides. “Sí hemos notado una mayor sensibilidad por

parte de la soja a los residuos de biciclopiro-

na, pero siempre hablando de dosis más elevadas que la convencional. Esta no debería acarrear mayores daños salvo que sea un año excepcionalmente seco”. Respecto de Topramezone, cuenta con un coeficiente de adsorción moderado, vida media en torno de los 200 días y alta solubilidad en agua. Se ha encontrado susceptibilidad en soja a los

residuos de este herbicida, no así en el caso

de sorgo. En trigo no se vieron problemas de establecimiento de plantas asociadas a las dosis de este herbicida, pero a cosecha, en el caso de un año seco, hubo una significativa reducción de los rindes. En girasol se observó alguna pérdida de plántulas con el incremento de dosis. No se hallaron mermas de rendimiento con los residuos del herbicida en el suelo.

QUÉ MIRAR

Los efectos del carryover los vamos a ver en el lote como un cultivo desuniforme. Las lomas y los bajos en un mismo lote pueden tener comportamientos diferentes, siguiendo las propiedades edáficas y las características del compuesto. En un bajo salino una sulfonilurea persiste más; la loma retiene menos y hay procesos de lixiviación. Si sospechamos de un determinado herbicida en el suelo de un lote debemos optar por un cultivo que no sea sensible a él. Lo peor que podemos hacer es dejar el suelo desnudo. Fomentar la actividad microbiana lleva a detoxificar parte del herbicida. Por cierto, el uso de los cultivos de cobertura puede hacer un aporte interesante.

Claudio Gianni

Fuente: INTA

BIOACTIVOS

Condición de los herbicidas en el suelo. Dos de las cuatro opciones implican un producto bioactivo.

CULTIVOS DE SERVICIO

Respecto de vicia, avena, centeno y raigrás, los tratamientos de herbicidas en soja que resultaron más fitotóxicos fueron fomesafen, pyroxasulfone, imazetapir, acetoclor y sulfentrazone. En cuanto a los tratamientos en maíz con similares consecuencias: topramezone, mesotrione, clopyralid, isoxaflutole y nicosulfuron.

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