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PREPARARSE PARA LA COSECHA
A la hora de trillar el maíz
EN ALGO MÁS DE UN MES LOS EQUIPOS COMENZARÁN A HACER SU TRABAJO PARA SACAR EL GRANO DEL LOTE. VAYA TOMANDO MEDIDAS RESPECTO DE LAS REGULACIONES QUE NECESITARÁ PARA CERRAR EL CÍRCULO.
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No es suficiente con un buen manejo del cultivo. Necesariamente debe tratar de capturar todo el rinde que supo conseguir. Prepare el equipo para ello.
Campaña difícil, con resultados productivos esmerilados por el trabajo implacable de La Niña. Las últimas lluvias seguramente habrán aliviado la situación de muchos lotes, pero para otros será tarde. Como fuere, pronto habrá que levantar aquellos maíces sembrados tempranamente. Aquí algunos consejos para tratar de llevarse del lote todo el grano posible, recomendaciones que también van a servirle cuando deba trillar el tardío.
Edgar Garetto es especialista en Maquinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto, provincia de Córdoba, y comienza por el principio. Imaginemos la cosechadora ya dentro del lote. Una vez que los puntones llevan las plantas hacia el centro del módulo maicero, estas se encuentran con los rolos espigadores, que las empujan hacia abajo. La es-
piga choca con las placas
espigadoras y se desprende. Las cadenas recolectoras la recogen y la llevan hacia el sinfín. De ahí al acarreador y luego al embocador. “Es muy importante que las chapas espigadoras estén bien reguladas. Recolectamos unas 10 a 20 espigas, las ponemos arriba de las placas espigadoras y vemos que las mismas no
pasen hacia abajo. Esto nos va a dar una idea
del espacio que tenemos que dejarle a estas
placas. Hoy en día es fácil de regular (darle más o menos luz) desde arriba de la máquina. Lo mismo hacemos con los tallos del maíz. Buscamos 10 o 20 de ellos, medimos y obtenemos la distancia que tenemos que dejarle a las placas espigadoras; es bueno lograr que la mayoría de la planta pase sin rozarlas, no así la espiga, de lo contrario la tomarían los rolos y la romperían”. ¿Qué otras regulaciones podemos hacer? La
velocidad de avance de la cosechadora versus la velocidad de los rolos de tracción, la
altura y el ángulo del cabezal, entre otras. En principio, cuando una cosechadora está trabajando a mucha velocidad encontraremos que los rolos van a tirar la planta hacia abajo, las placas espigadoras van a separar las espigas y todos los tallos de maíz van a quedar hacia delante. Cuando la velocidad de avance coincide con la velocidad de las cadenas, la planta va a quedar perpendicular al suelo. A su vez, cuando tenemos una velocidad alta para las cadenas e intermedia para la cosechadora veremos que la planta queda inclinada en el sentido que venía la máquina.
Interesa sobremanera el lugar donde debe producirse el espigue. De la mitad de los rolos
Regulación del cabezal maicero
De la mitad de los rolos espigadores hacia atrás se obtienen los mejores resultados en cuanto al desprendimiento de la espiga.
la espiga. Si se produce delante de ese punto, crecerán las pérdidas de espigas por el cabezal; si lo hace después, estaremos introduciendo parte de la planta dentro de la cosechadora, lo que dificulta la trilla. En cuanto a las regulaciones del sistema de trilla, siempre se recomienda para un equipo convencional poner las chapas cubrecilindros. Se refiere a “forrar” el cilindro para que los marlos no se metan ahí adentro y dificulten la trilla. Esto hará que las espigas pasen únicamente por el espacio entre el cóncavo y el cilindro.
SINTONÍA FINA
Yendo a los detalles, si trabajamos con una cosechadora convencional y el maíz está seco, y además tenemos una espiga de unos 60 mm de diámetro, lo que vamos a hacer es calcular el 80% de ese número (48 mm) y darle la luz adelante, en tanto la parte trasera va al 50 % (30 mm). Si se trata de maíz húmedo, vamos a darle menos luz: 36 mm delante y 18 mm atrás, y tendremos que aplicar más rpm para que se produzca la trilla. Por otro lado, si vamos a utilizar una cosechadora axial, para rotor centrífugo optaremos por dar más luz y menos rpm, y para rotor por fricción es exactamente al revés. Lo que sigue son las regulaciones de las cha-
MAICEROS
“Hoy en día tenemos cabezales a 42 cm y la tendencia es a achicar la entrelínea, si bien no es fácil fabricar un maicero por debajo de este distanciamiento. Interesa contar con el cabezal a 42, ya que permite sembrar soja y maíz con la misma máquina, pero además está demostrado que cuando se reduce la distancia entre surcos, la planta de maíz presenta una mejor distribución en la línea y rinde más”. (Garetto)
pas deflectoras de granos ubicadas debajo
de la camisa del cóncavo. El objetivo es que se encarguen de distribuir bien el material trillado y separado para que no atore después el sistema de limpieza. Este incluye la bandeja recolectora de granos, donde se junta el material que viene del cilindro/cóncavo y del sacapaja, o bien lo que viene de la parte de adelante en una máquina axial. El zarandón y la zaranda son los encargados de producir la limpieza junto con el ventilador. Los sistemas nuevos de limpieza tienen un flujo de aire que va entre la bandeja de granos y el zarandón, que empuja el material hacia afuera y expulsa todo lo que no es grano.
PUNTOS CRÍTICOS
Rubén Roskopf, especialista del INTA Paraná, pone el acento en los lotes desuniformes. En este caso, los ro-
los y las placas espigadoras
son los dos elementos del cabezal de la cosechadora responsables de elevadas pérdidas en kilos por hectárea cuando están mal regulados o bien gastados. “Existen evidencias de que por
lo menos el 70 % de la merma en la cosecha
de maíz se da en el cabezal. Es posible visualizar en el lote las pérdidas del conjunto placas espigadoras-rolos del cabezal cuando aparecen ‘nidos de granos’ en la línea de plantación del cultivo. Esto ocurre cuando el diámetro de una espiga es menor, en comparación con el promedio, y se asemeja al diámetro del tallo. De ese modo, no es arrancada por las placas y cae directamente a los rolos del cabezal, que la desgranan y provocan elevadas pérdidas”. Así, es fundamental la renovación y el mantenimiento de las placas espigadoras y los rolos. Es importante que antes del inicio de campaña el maquinista regule las placas espigadoras,
mediante los actuadores hidráulicos o eléc-
tricos. “Si el lote de maíz presenta espigas desuniformes, hay que regular para una situación promedio, sin descartar ajustes finos diferenciando por zonas dentro del lote”, señaló el especialista del INTA.
Claudio Gianni
Fuente: INTA-UNRC
DIFERENCIACIÓN
“En un sector del lote donde el cultivo se presente con tallos y espigas de mayor diámetro, se deberá regular con mayor separación entre las placas espigadoras para diferenciar de un sitio de menor fertilidad, con espigas y tallos de menor diámetro, donde la regulación será a la inversa”. (Roskopf)
Las placas espigadoras deben ser reguladas adecuadamente para que la espiga se desprenda limpia y los tallos y hojas queden fuera de la máquina.