Pasión Cofrade 2012

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Edición Número 8 • 2.ª Época. Semana Santa 2012

Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo Iglesia del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita Oficinas: C/ Isidro Polo, n.º 2 • 47003 Valladolid Tlf. 983 38 04 43 http://www.sagradapasion.com sagradapasion@sagradapasion.com

Dirección Manuel de la Peña Valverde José Ángel Carreño Pérez

Consejo de Redacción Manuel Ángel Centeno Morillo Santiago González Pérez Luis José Lázaro Giménez

Fotografía Portada: Rubén Olmedo Tomillo Santísimo Cristo del Perdón. Solemne traslado con motivo de la reciente restauración de la imagen. 17 de septiembre de 2011

Contraportada: Pedro José Muñoz Rojo Santo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Soledad. Pregón de la Semana Santa de Valladolid, en la S.I. Catedral Metropolitana. 8 de abril de 2011

Interior: Varios autores

Imprime Gráficas VALOP, S.L. C/ Cobalto, n.º 8, nave 11 (Pol. San Cristóbal) Depósito Legal: VA-383/98

La Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo no comparte necesariamente las opiniones vertidas en las colaboraciones


Í Editorial

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Carta del Alcalde

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pág. 4 pág. 6

Pregón de Pasión 2011: "Perdón, oh Dios mío" ............................................................................. pág. 7 Momentos del Quinario ..................................................................................................................................................... pág. 19 Sonetos de Pasión ........................................................................................................................................................................ pág. 24 Acerca de nuestra historia:

El Cristo del Perdón, obra de Bernardo del Rincón ......................................... pág. 25 Sobre la capilla de Ntra. Sra. de la Pasión y el cementerio de los ajusticiados del convento de San Francisco de Valladolid ....... pág. 30 La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte) .............................................. pág. 36 Nuestra historia en crónicas y documentos ................................................................ pág. 47 Restauración de nuestro patrimonio

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pág. 50

Solemne traslado del Stmo. Cristo del Perdón ........................................................................... pág. 55 Noticias 2011

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pág. 58

Compromiso con la caridad:

Amanece en África, O.N.G.D.

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pág. 64

Jornada Mundial de la Juventud (Madrid 2011):

Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe

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pág. 66

Un joven cofrade en la JMJ ..................................................................................................................... pág. 69 Beatificación de Juan Pablo II ................................................................................................................................... pág. 70 San Rafael: rasgos de su espiritualidad (1ª parte)

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pág. 73


E A

y del amor entre los hermanos, la función de una autoridad ejercida como un servicio de amor por parte de los padres, la dedicación preferente a los miembros más débiles -a los pequeños, a los ancianos, a los que están enfermos-, la disponibilidad siempre solícita para ayudarse mutuamente los miembros de la familia entre sí y en cualquier necesidad, dispuestos siempre para acoger al otro, para perdonarlo... ¡todo ello cuaja como fruto cotidiano de la familia fundada y vivida según Dios! Frente a la ignorancia premeditada de algunos al ensalzar una “familia moderna”, en la que el hombre es dueño de sí sin límites, exaltado por una soledad llamada libertad, nosotros debemos apostar por una “familia tradicional”, para algunos antigua y superada, que debe convertirse en la casa de todos, pero que preferentemente dé cobijo a los más débiles.

provechamos de nuevo estas líneas del editorial para reflexionar sobre el valor de la familia y su función vital en la sociedad y en la cofradía, aspectos que nos parecen fundamentales ante la crisis de valores de la sociedad actual, ante la desvirtuación de la familia tradicional y el arrinconamiento de la religión católica en general. Jesús de Nazaret nació en una familia galilea e hizo de la misma una célula vital del nuevo pueblo de Dios. Cuando el autor sagrado quiso manifestar la fidelidad del amor de Dios hacia el pueblo elegido, se sirvió de símbolos o analogías familiares. Cuando Jesús se encarnó se rodeó de una familia y cuando comenzó su misión en Caná estaba en las bodas de una nueva familia. Son sencillas constataciones que revelan lo importante y valiosa que es la familia en el pensamiento de Dios. Para Jesús la familia ha sido comunidad de vida y de amor, comunidad que anuncia y educa en la fe y comunidad que ora. Esta es la familia cristiana. Además, la familia cristiana debe ser, hoy y siempre, una institución de inmensa e insustituible eficacia social; ámbito privilegiado de paz y de oración en el que la vida es acogida desde su inicio hasta su fin natural; capaz de crear por sí misma verdadero amor, diálogo, perdón, esperanza, respeto, acogimiento, ayuda al necesitado; núcleo en el que se fragua la maduración de las nuevas generaciones, la atención a las personas mayores y la madurez responsable de todos nosotros.

Es cierto que vivimos tiempos no fáciles para las familias. La institución familiar se ha convertido en blanco de contradicción: por una parte es la institución social más valorada en los sondeos de opinión y, por otra, está siendo sacudida en sus cimientos por graves amenazas claras y sutiles, incluso con legislaciones inicuas. Frente a los poderes públicos que socavan los fundamentos de protección y defensa de la familia, es a vosotros, padres, a quienes corresponden el irrenunciable derecho y la responsabilidad de educar a vuestros hijos en la tradición moral y religiosa católica, en la fe y en los valores que dignifiquen la existencia humana, con la pretensión de hacerlos felices y posibilitarles ser buenas personas.

La familia, que surge del matrimonio entre un hombre y una mujer, es el lugar primero y fundamental donde se aprenden las iniciales y más básicas lecciones de humanidad y de sociabilidad; más aun, las eternas lecciones del amor verdadero. La vivencia de la justicia

Es en este momento cuando desearíamos abrir un pequeño paréntesis para hablar de esa otra “familia” a la que voluntariamente pertenecemos, la que formamos todos los hermanos cofrades de esta penitencial. 4


Editorial

es ahora cuando debemos dar testimonio constante y decidido de nuestra fe. Por eso os pedimos un pequeño esfuerzo a todos, matrimonios recientemente constituidos, abuelos, ¡jóvenes!, todos, acercaos de nuevo -o más- a la cofradía, acercad a vuestros hijos o nietos -sois vosotros los que debéis guiarlos y educarlos-, comprometeos con ella, buscad en ella una forma de vivir vuestra fe católica, participad en la eucaristía dominical, en los distintos cultos y procesiones, en definitiva, haced COFRADÍA, haced Iglesia.

Es clara, en los últimos años, la disminución en el número de cofrades, tanto por un número decreciente de altas como por el aumento de las bajas. Más preocupante aun es la cada vez más reducida participación en todos los actos, cultos y procesiones de la hermandad. Llama poderosamente la atención la justificación variopinta que dan los cofrades a la hora de solicitar la baja: desencanto -en cofrades con escasos años de pertenencia a la cofradía-, desencuentro personal con algún cofrade, traslado del domicilio fuera de la ciudad, no participación en las procesiones de Semana Santa, “elevado” coste de la cuota anual…, y también los hay que no participan en la vida ordinaria de la cofradía porque les es más cómodo dedicar su tiempo libre a aficiones lúdicas o a grabar videos y sacar fotografías cuando nuestras procesiones están en la calle. Estas y otras muchas “disculpas”, tan incongruentes en algunos casos, nos hacen preguntarnos: ¿sabemos qué es una cofradía?; ¿sabemos qué es ser cofrade y a qué nos compromete?; ¿sabemos distinguir lo importante y lo sustancial de lo superfluo en una cofradía?; ¿sabemos por qué somos cofrades de esta cofradía? Si fue el sentimiento, la devoción, el compromiso, una idea de hacer y de formar cofradía..., y el amor desinteresado a nuestro Señor Jesucristo y a su Santísima Madre, ¿qué es lo que desapareció de nuestras vidas?; ¿qué dejó de aportarte la cofradía -si alguna vez te aportó algo-?

Ciertamente la familia debe ser hacedora de nuevos cofrades y estar comprometida en la educación religiosa, gracias a la cual la familia crece como “iglesia doméstica”. La educación religiosa y la catequesis de los hijos sitúan a la familia en el ámbito de la Iglesia como un verdadero sujeto de evangelización y de apostolado. Se trata de un derecho relacionado íntimamente con el principio de la libertad religiosa. Las familias, y más concretamente los padres, tienen la libre facultad de escoger para sus hijos un determinado modelo de educación religiosa y moral, de acuerdo con las propias convicciones. Incluso cuando confían estos cometidos a instituciones eclesiásticas o a escuelas dirigidas por personal religioso, es necesario que su presencia educativa siga siendo constante y activa. Aun en medio de las dificultades de la acción educativa, los padres deben formar a los hijos con confianza y valentía en los valores esenciales de la vida humana. Los hijos deben crecer en una justa libertad ante los bienes materiales, adoptando un estilo de vida sencillo y austero, convencidos de que el hombre vale más por lo que es que por lo que tiene.

Pertenecemos a una cofradía casi cinco veces centenaria que, con el esfuerzo de todos, ha logrado recuperar gran parte de su patrimonio en estos últimos años; que ha estado continuamente trabajando en la formación y en el ejercicio del compromiso de todos sus miembros, con un cuidado extraordinario de todo lo relativo al culto; que se ha esforzado por dar a la labor de caridad un lugar preferente en nuestro quehacer diario; etc. ¡Es tan fácil perder todo o gran parte de lo conseguido! Sabemos que el tipo de sociedad actual no ayuda, pero

El Cabildo de Gobierno

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que aspiran a unos valores más altos, porque advierten que la sociedad y la vida modernas no son sostenibles a largo plazo girando en torno a valores de progreso material y tecnológico cuyos efectos positivos son cada vez menores, en tanto que se notan cada vez más sus efectos negativos, tales como el derroche de recursos energéticos y la destrucción progresiva de la naturaleza, la distribución desigual de la riqueza, la imposición de una cultura global uniforme y el debilitamiento de los lazos humanos profundos -sobre todo los familiares-.

os grandes acontecimientos marcaron el pasado año la vida de la Iglesia y de todos los católicos, la beatificación del papa Juan Pablo II y la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid. El papa Juan Pablo II fue una personalidad tanto religiosa como política de primer orden en todo el mundo. El nuevo beato popularizó el papado y lo hizo cercano a los católicos comunes y corrientes, mejoró las relaciones del Vaticano con Iglesias de otras confesiones del cristianismo, además de establecer con claridad la validez de opinar y de actuar de acuerdo con criterios que permitan la libertad humana.

La JMJ nos ha enseñado que la destructiva crisis de valores sólo anida en los que se centran en lo material, han olvidado pensar por sí mismos o no admiten que las ideas, como decía Juan Pablo II, no se imponen, se proponen. Para los demás, para quienes colman su espíritu con el amor a Dios y a los otros, para quienes viven sus creencias en el seno de una Iglesia abierta al mundo y a su tiempo, no puede haber crisis de valores. Es más, se convierten en un referente de tolerancia, certidumbre e ilusión de las que tan necesitada se encuentra nuestra época.

Esta beatificación significa que se ha contemplado la vida de Juan Pablo II como una respuesta muy clara a la forma como él entendió su servicio, su ministerio para toda la Iglesia como mensajero del Evangelio, mensajero de Jesucristo y de la Buena Nueva. Con su vida, Juan Pablo II nos manifestó y nos entregó una herencia espiritual muy fuerte: Cristo ayer, hoy y siempre como única esperanza de todo el mundo, de todos los que buscamos una vida que sea una vida de fe.

En su mensaje con ocasión de la XVIII Jornada Mundial de la Juventud, en el año 2003, el Santo Padre recordó el papel que los jóvenes pueden desarrollar: “La humanidad tiene necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a caminar contra corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo la propia fe en Dios, Señor y Salvador”.

El pasado mes de agosto se celebró en nuestro país la Jornada Mundial de la Juventud, jornadas que aparecen íntimamente ligadas a la figura de Juan Pablo II, que las instituyó en 1986. La JMJ ha sido un éxito de participación sin precedentes. Cerca de dos millones de jóvenes peregrinos procedentes de países, razas, culturas e idiomas diferentes, unidos por la misma fe, han puesto de manifiesto la universalidad de la Iglesia católica y que ningún acto organizado en el contexto de la cultura moderna atrae a tantos jóvenes, ni despierta tanto entusiasmo, como los convocados por el Papa. Los adolescentes y jóvenes, impulsados por el Espíritu Santo, han mostrado su apoyo a Benedicto XVI para decirnos

Para finalizar, y en referencia a nuestra cofradía, deseo dar las gracias a todos los cofrades y devotos que con su generosa aportación han hecho posible una exhaustiva y necesaria restauración del Santísimo Cristo del Perdón, seña de nuestro rico y amplio patrimonio. Luis José Lázaro Giménez ALCALDE DE LA COFRADÍA

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"Perdón, oh Dios mío"

uy digno y distinguido Señor Alcalde y miembros del Cabildo de Gobierno de esta Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo.

- Reverenda Madre Abadesa y comunidad cisterciense de este Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita. - Ilustres representantes de las Juntas de Gobierno de las diferentes Cofradías y Hermandades de esta noble ciudad de Valladolid. - Ilustrísima Señora Teniente de Alcalde del Excelentísimo Ayuntamiento de Valladolid. - Dignos e ilustres hermanos de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo. - Queridos hermanos y amigos en el Santísimo Cristo del Perdón y en su Santísima y amada madre, Nuestra Señora de la Pasión. - Señoras y señores, cofrades, amigos y simpatizantes de esta Cofradía penitencial, que en esta tarde-noche os habéis acercado hasta este templo monasterial con el ánimo encendido, deseosos de escuchar este Pregón de Pasión, a través de mis humildes palabras, vaya para todos mi más sincera y profunda gratitud por vuestra presencia hoy aquí.

las pretéritas como las actuales, glorias que no son otras que las sentidas vivencias, arraigadas en el día a día, de ir paso a paso tras la senda de ese Cristo que invita al perdón y a la misericordia.

Agradecimiento, hondo y sentido, en primer lugar al Alcalde de esta Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión, Don Luis José Lázaro Giménez, y a los miembros del Cabildo de Gobierno de esta Cofradía, por haberme cursado tan gran invitación, de ser éste vuestro servidor, el indigno pregonero de tan insigne Cofradía. Ilustres pregoneros me han precedido con disertaciones magistrales, con pregones repletos de erudición y de ciencia, de palabra y de sabiduría. No sé si estaré a la altura de vuestras demandas y si podré satisfacer del todo vuestros deseos. Perdonad mis carencias. Mi doble condición, de religioso y de sacerdote, acaso me hagan más predicador que pregonero, pero de una cosa podéis estar bien seguros: pondré todo mi empeño y afán, toda mi ilusión y entrega, por pregonar vuestras glorias, tanto

Cuando regresé de nuevo a vivir a esta ciudad de Valladolid en la que estudié, hace ya unos cuantos años, mi último año de bachillerato e inicié mi preparación y orientación universitaria, con el corazón lleno de recuerdos me adentré por su casco histórico, recorrí los vericuetos de sus calles, gozando del arte de, en muchos casos, remozados monumentos; visité iglesias y conventos, y ¡Oh maravilla! Al llegar a la plaza de la Trinidad vi una puerta abierta, la de este Real monasterio que yo recordaba siempre cerrado en mis años estudiantiles. Pero, si sorprendente 7


Pregón de Pasión 2011: "Perdón, oh Dios mío"

que desata. Arrodillado y amoratado, anhelante y suplicante, nuestro Cristo es fuente de consuelo inagotable y de perdón permanente. Impresionante el momento, no hay palabras, el instante en que se entona el “Perdón, Oh Dios mío”. Voces potentes y vigorosas, repletas de reciedumbre castellana, llenaban aquella noche oscura y anticipaban el silencio sonoro que resonaba con eco en lo más recóndito del alma.

fue el hallazgo de la entrada despejada más sorprendente aún fue lo que hallé en su interior: una imagen de Nuestro Señor, el Santísimo Cristo del Perdón, que rápidamente me robó el corazón; descubrí una cofradía, la de la Sagrada Pasión; me encontré con un grupo de hombres, sus cofrades, muchos de ellos jóvenes, que rápidamente supieron acogerme en el templo, que es casa de Dios, casa de todos. Ellos me mostraron la existencia de una cofradía viva, afanosa, con pasado y con presente, con muchas ganas de trabajar y obrar. Me acogieron de par en par, hasta hacerme sentirme muy a gusto junto a ellos, ¡Gracias, muchas gracias! Me invitaron amablemente, un buen día, a predicar el quinario del Cristo del Perdón, entonces pude ver y comprobar la fe que despierta, la pasión

Hoy, aquí y ahora, al iniciar mi pregón, quiero invocar a nuestro Dios. “Señor, ábreme los labios, y mi boca pregonará tu perdón”. Resuene a los cuatro vientos, en todas las esquinas, este pregón que anuncia la mejor de las noticias: que Dios nos sigue amando y perdonando, y lo hace sin cuento, con corazón de padre.

I. UNA HISTORIA SIEMPRE VIVA documento, con lenguaje muy de época, que os vincula en origen a la Parroquia de Santiago Apóstol. Lo que parece cierto es que, ya desde el primer momento, vuestras procesiones aparecen vinculadas al Convento de la Santísima Trinidad de frailes trinitarios, que tras la reforma tridentina pasaron a denominarse calzados. Dicho convento estaba en la calle Boariza en él ingresó San Simón de Rojas, trinitario vallisoletano, llamado “El Apóstol del Ave María”; y hoy ¡Oh avatares y paradojas de la historia! tras un peregrinar sufrido por diversas iglesias y sedes, en las que habéis soportado vuestro particular camino del Calvario, estáis en este Real Monasterio del Císter, precisamente en la Plaza de la Trinidad a la vera de otro convento trinitario, en este caso de trinitarios descalzos, cuyo templo funciona ahora como Parroquia de San Nicolás, en él se veneran los restos y reliquias de otro santo, el trinitario descalzo San Miguel de los Santos, conocido como “El Extático”.

Permitidme y perdonarme, todos los que estáis en esta noche aquí, que llegado este preciso momento del pregón, me dirija más especialmente a los hermanos cofrades de la Sagrada Pasión de Cristo. Hermanos, si de verdad queréis sentir la Semana Santa, si aspiráis a vivir en hermandad a lo largo de todo el año, si anheláis un poco de espiritualidad en medio de la secularización que arrecia en la sociedad actual, si deseáis construir la historia según el designio de Dios y si pretendéis encontrar cual es vuestro verdadero lugar en la Iglesia. Si todo eso deseáis, sed fieles a vuestros orígenes, conoced vuestros principios fundacionales, aprended de vuestro pasado, estudiad vuestra historia, vivid en profundidad los rasgos que caracterizan vuestra propia espiritualidad, valorad vuestro patrimonio histórico-artístico, y haced todo lo posible por beber en las fuentes seguras de donde surgisteis, y de las que brota el inagotable manantial del que se surte la cofradía, haciendo que tengáis una historia siempre activa.

Para mejor comprender vuestro espíritu hemos de ahondar en vuestros antecedentes más remotos y viajar en el tiempo hasta la Edad Media, momento en el que surgen las Órdenes redentoras, ellas van a tener un papel

La historia más segura nos dice que Don Alonso Enríquez, Abad de Valladolid, aprobó en el año de 1531 lo que seguramente será vuestra primera regla. Existe un bello y esclarecedor 8


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pasión, llamaban poderosamente mi atención. En aquel entonces mis dudas no fueron disipadas, obtuve la callada por respuesta, nadie supo dar un por qué a mi asombro ante tanto sentimiento profundo y recio, en medio de una Andalucía que exterioriza apasionadamente la fe, y la reviste de incienso y azahar, de canto desgarrado y de saeta popular.

muy determinante a la hora de fijar vuestro verdadero ser y esencia, y tratar de discernir qué misión debéis desempeñar en la Iglesia dentro del conjunto de hermandades y cofradías. Esta identidad vuestra, que os marca y os define como redentores desde los orígenes, la tenéis muy clara y la habéis llevado allí donde habéis ido. Consentidme que os cuente una vivencia personal. Hará aproximadamente una década tuve la gran suerte de estar en Sevilla y participar de su Semana Santa, llegando a desfilar en alguna de sus procesiones. El Jueves Santo por la tarde me allegué hasta la iglesia de El Salvador, actual sede de la Hermandad de Pasión, mercedaria desde sus orígenes, pues fue fundada en el antiguo Convento de la Merced de Sevilla, destinado hoy a Museo de Bellas Artes. Desde el primer momento percibí un algo especial que no coincidía con el resto de hermandades sevillanas. “Pasión es Pasión” suelen afirmar allí con rotundidad y firmeza. Silencio en sus filas, prestancia en el porte, señorío en la compostura, expresiones y formas, modos y maneras, que la alejaban bastante de esa otra Semana Santa que cada primavera inunda de luz y sonido, de algarabía y fiesta, las calles de la capital andaluza.

Pero la vida continúa, el mundo sigue girando, va dando sus vueltas. Quiso el destino que pasados los años regresase a Castilla, a Valladolid, como ya les indiqué. Quiso el Señor que uno de los sábados que visité a los hermanos de la Cofradía de la Pasión vallisoletana en su sede, hallase en ellos la respuesta a mis interrogantes, rápidamente se despejaron mis dudas. La Pasión de Valladolid fue quien dio nombre y espíritu a la Pasión de Sevilla, ¡qué legado más grande, qué impronta más señera, qué herencia la vuestra! En el convento mercedario sevillano dejasteis las huellas más profundas, las señas de vuestra identidad castellana, de esta Castilla nuestra, de tez terrosa, en ocasiones presa de un horizonte aparentemente sin luz. La Trinidad y La Merced, La Merced y La Trinidad, tanto monta, monta tanto, ambas Órdenes surgieron con un mismo fin, redimir al cautivo. Ambas trabajaron conjuntamente, y aunque también tuvieron sus encontronazos, como pasa a veces con los hermanos de sangre, fueron más numerosos los encuentros.

Personalmente no paraba de interrogarme interiormente acerca del por qué de una cofradía tan serena en Sevilla, ¿por qué sus desfiles procesionales eran mezcla de silencio y recogimiento? Grandiosidad y divinidad, dolor y

II. HEREDEROS DE UN SANO HUMANISMO El archivo de la Cofradía es fuente veraz, posee documentación esclarecedora para poder conocer mejor el pasado confuso de la sociedad vallisoletana, testimonia episodios que son espejo de aquella realidad. Gracias a la labor investigadora de la profesora Lourdes Amigo hoy conocemos brillantes episodios de vuestra historia asistencial para con los ajusticiados y condenados a muerte, páginas dignas de pasar a los Anales históricos de la

Sois, queridos hermanos de La Sagrada Pasión de Cristo, privilegiados, sois herederos de ese sano y rico humanismo que caracterizó a la primitivas Órdenes de redención de cautivos. Lleváis, en vuestro bagaje histórico de siglos, el espíritu caballeresco de deshacer entuertos. Vuestra historia está repleta de páginas de caridad preponderante, se ve que los primeros hermanos de la Cofradía tenían contacto frecuente y constante con la auténtica realidad de la vida y estaban alejados de falsos misticismos alienantes. 9


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En aquella sociedad, marcadamente religiosa, el ofrecer sepultura era algo que se hacía con mucha pompa y solemnidad, ceremonias y rituales eran acentuados por una teatralidad piadosa que ayudaba al cristiano a interiorizar su fe y a exteriorizar sus sentimientos. Los lugares de enterramiento eran variados: iglesia de San Nicolás, parroquia de Santiago, convento de San Francisco; quiero detenerme especialmente en el Humilladero del Cristo de la Pasión, situado al otro lado del Puente Mayor, donde se recogían los huesos de los descuartizados, aquellos que habían sido despedazados, expuestos sus “cuartos” en las cuatro puertas de la ciudad como muestra pública ejemplarizante e intimidatoria. Allí se montaba un gran túmulo y de allí salía un gran cortejo fúnebre, gente montada a lomos de caballos, que era todo un espectáculo.

ciudad, argumento perfecto para una película histórica, sucesos merecedores de protagonizar una novela negra o de intriga, ¡lástima que la desaparecida pluma de nuestro recordado Don Miguel Delibes no haya ahondado, en alguna sus innumerables obras, en el tema! Las actividades llevadas a cabo por nuestra cofradía hubieran dado lugar a una buena novela al más puro estilo de El Hereje. Lo vuestro era estar junto a los sentenciados a la horca, aquellos que con soga al cuello iban a perecer en el patíbulo. Allí estaba la cofradía con el ánimo de reconfortar su alma y enterrar su cuerpo. La Inquisición y la Chancillería eran los dos tribunales que condenaban. Al lado de sentencias mínimas, había otras más severas; condenaban y lo hacían distinguiendo clases sociales y sexos, las mujeres iban a la cárcel, en ocasiones con castigos corporales, los hombres a trabajos forzados o de servicio militar. La pena de muerte era reservada para aquellos que cometían delitos más graves. La Cofradía de La Pasión practicaba también una de las siete Obras de Misericordia corporales que era enterrar a los muertos. La Iglesia nos enseña que los cadáveres deben ser tratados con respeto y caridad en la fe y la esperanza de la resurrección. Enterrar a los muertos es una obra que honra a los hijos de Dios, templos del Espíritu Santo.

Este Humilladero, junto a vuestra primitiva sede, la iglesia de la Pasión, eran los dos edificios que mejor os definían en la ciudad. Lástima que fuera abandonado en el siglo XIX como consecuencia de la invasión napoleónica, y lo que es más grave aún, fue mandado derribar en 1815 como resultado de la Desamortización del infelizmente recordado Juan Álvarez Mendizábal.

III. UN ARTE RESCATADO, PUESTO AL SERVICIO DE LA EVANGELIZACIÓN para la atención a pobres y marginados, o para la visita a enfermos, por poner solo unos ejemplos, deberían también hacer todo lo posible para dar palabra a las imágenes, retablos y monumentos artísticos que poseen. Para muchos, estas piezas sagradas son solo parte de un pasado, a lo sumo un adorno más, siempre al margen de la comunidad creyente de hoy, cuando la realidad es muy otra, las imágenes de nuestros titulares son fe tallada en cálida madera, una fe que sigue siendo válida para este siglo XXI; son libro abierto y catequético que todos pueden ver y entender, y no lo que ocurre en ocasiones, que son porción

Llegados al punto de este Pregón, me gustaría pasar página e ir al capítulo del arte que atesoráis. Porque está claro que la fe cristiana necesita expresarse en imágenes ya que la cercanía entre el arte y la religión es mucho más grande de lo que a primera vista podemos vislumbrar. Personalmente no me canso de recordarlo y de repetirlo, pienso que muchas de las Cofradías, de las Parroquias, de las Órdenes religiosas y demás grupos de la Iglesia, no acaban de comprender que del mismo modo que ponen en marcha grupos para la evangelización y catequesis, o 10


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de un mudo y frío museo que “no dice nada” o dice muy poco.

en poder de los sarracenos pagando por su rescate, y trayéndolas a España para restituir su culto público. En señal de imágenes redimidas portaban el escapulario trinitario o mercedario, según los casos, al pecho, y con muchas de ellas se fundaron nuevas cofradías con nuevas advocaciones y espiritualidades tales como la de Jesús Cautivo, Cristo Rescatado, Jesús del Rescate, etc.

Mirad, hay un episodio de la Historia del Arte que no he visto reflejado en ninguno de los innumerables manuales consultados. Las Órdenes redentoras de cautivos no solo redimían personas, humanos de carne y hueso, también liberaban imágenes sagradas que habían caído

Martirio de San Quirce y Santa Julita (Luciano Sánchez Santarén, 1911) con el Santísimo Cristo del Perdón en primer plano. Semana Santa 2010. Foto: Pedro J. Muñoz Rojo.

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cree pasó a llamarse Cristo del Perdón, en alusión a la aceptación de su sacrificio como redención del género humano, según las primeras palabras expresadas desde la cruz, “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lc. 23,34). Mención especial merece su espalda, dolorida, rasgada al máximo a fuerza de látigo, y por ello totalmente amoratada, aparentando formar un todo con su cabellera, su visión estremece a más no poder.

Pocas cofradías conozco que se hayan aprendido la lección del rescate de imágenes tan bien como la de la Pasión. Sé de vuestro empeño, trabajo y esfuerzo por rescatar vuestro patrimonio artístico, aquello que os pertenece por derecho propio. Los vientos de la historia no siempre han soplado propicios para el arte: la invasión napoleónica, las desamortizaciones decimonónicas, la guerra civil española y una malentendida reforma litúrgica postconciliar, han propiciado que el arte en España haya sido destruido, dispersado, malvendido o maltratado.

Anualmente se celebra en su honor un quinario durante la tercera semana de Cuaresma, finalizando con un solemne y concurrido besapié. De nuevo, una vez más, viene a mi mente el canto que asocio irremediablemente con esta imagen, y es que todos los domingos del año, salvo los del tiempo de Navidad, los cofrades y devotos entonan ante la imagen el Himno “Perdón, Oh, Dios Mío”. He de confesar públicamente que la voz, ronca y grave, de hombres curtidos entonando esas estrofas es momento cumbre que a mí siempre me ha impresionado y emocionado.

La Cofradía de la Sagrada Pasión es ejemplar a la hora de rescatar su patrimonio escultórico y pictórico disperso, y todavía no ha acabado de reunir el arte que le perteneció en el pasado y que le fue arrebatado y puesto en “depósito” en el siglo XIX. ¡Ánimo, no cejéis en vuestro empeño! La sociedad y la cultura vallisoletana están en deuda con vosotros, lo repito: ¡la sociedad y la cultura vallisoletana están en deuda con vosotros!, habéis logrado lo que nadie ha conseguido, ya que habéis sido capaces de rescatar imágenes de la frialdad de un museo, del mutismo de unas salas, para traerlas al templo, lugar del que jamás debieron salir; las habéis rescatado para dedicarles sus cultos, sus quinarios o triduos; para procesionarlas en las calles, para restaurarlas con mimo; sois, en verdad, redentores del arte en el sentido más pleno de este término. Enhorabuena.

Ante Él quiero proclamar en estos momentos tan especiales este himno tomado de la Liturgia de las Horas de la Iglesia:

¿Quién es este que viene, recién atardecido, cubierto con su sangre como varón que pisa los racimos?

Me gustaría ahora, contando con vuestro beneplácito, hacer un repaso, aunque sea muy somero, a las principales imágenes que en la actualidad tiene la cofradía:

Este es Cristo, el Señor, convocado a la muerte, glorificado en la resurrección.

- Santísimo Cristo del Perdón. En la cofradía es el todo, es un gran referente de la Semana Santa de Valladolid. Obra de Bernardo del Rincón, del año 1656. Su título primitivo era Cristo de la Humildad. Representa a Cristo flagelado y coronado de espinas, de rodillas sobre un peñasco, con los brazos abiertos y una mirada única, anhelante, suplicando clemencia en el momento previo a su crucifixión, motivo por el que se

¿Quién es este que vuelve, glorioso y malherido, y, a precio de su muerte, compra la paz y libra a los cautivos? Este es Cristo, el Señor, convocado a la muerte, glorificado en la resurrección. 12


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la pintura de José Gutiérrez Solana titulada Procesión de noche, cuadro datado en 1917 y perteneciente a la Colección Fundación Cultural Mapfre. Un lienzo que evidencia la influencia de las pinturas negras de Goya y que pone de manifiesto, en el rostro de los personajes populares y humildes que aparecen, una visión subjetiva, pesimista, y degradada de España, similar a la que tenía la Generación del 98.

Se durmió con los muertos, y reina entre los vivos; no le venció la fosa, porque el Señor sostuvo a su Elegido. Este es Cristo, el Señor, convocado a la muerte, glorificado en la resurrección. Anunciad a los pueblos que habéis visto y oído; aclamad al que viene como la Paz, bajo un clamor de olivos.

Interesantes son también las tres representaciones de Cristo enclavado en la Cruz que poseéis:

- Nuestro Padre Jesús Flagelado. Obra castellana de mediados del siglo XVII atribuible a Francisco Díez de Tudanca o a Antonio de Ribera, con policromía de Pedro de Antecha. Formó parte, junto a otra serie de figuras, del paso del Azotamiento. Distintos críticos de arte han identificado a este Cristo con el que sale a la izquierda de

- Cristo del Calvario. Considerado una obra de mediados del siglo XVII y sin clara autoría. Recientemente restaurado y expuesto al culto, este año volverá a ser de nuevo procesionado por la Cofradía, tras haber salido en épocas pasadas con otras cofradías de Valladolid. Representa un Cristo vivo en la Cruz, con mucha naturalidad y dulzura en el rostro. Fue conocido como

Nuestro Padre Jesús Flagelado. Procesión de Oración y Sacrificio 2010. Foto: Marcos Valdespino Salazar.

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Pregón de Pasión 2011: "Perdón, oh Dios mío"

Santo Cristo del Calvario. Foto: Luis Joaquín Fernández López.

y desaparecido Humilladero, ya referido, que la cofradía tenía a la entrada del actual barrio de la Victoria. Tras ser rescatado del museo, donde estaba depositado, la Cofradía lo trajo hasta San Quirce donde cada lunes recibe las oraciones y visitas de gran cantidad de devotos. Me gustaría resaltar que con él se realiza, cada sábado de pasión, un ejercicio de piedad que recorre las callejuelas y plazas de este singular barrio, “El Ejercicio Público de las Cinco Llagas”, deteniéndose en cinco monasterios femeninos de monjas contemplativas que existen en las cercanías. Pocas Cofradías habrá, como la de la Pasión, que manifiesten una sensibilidad, una cercanía, y un trato tan próximo para con las Órdenes religiosas; y tanto de vida contemplativa como activa, tanto femenina como masculina. Esto dice mucho y bueno de esta cofradía, de vuestro saber estar, acoger y compartir, sin duda que ello os enriquece y vuestra espiritualidad se agranda. Seguid así y ojalá seáis siempre bien correspondidos. Os lo merecéis.

Cristo de la Agonía y algunos han llegado a pensar erróneamente que era la figura central del paso la Elevación de la Cruz, procesionado con María y San Juan. - Cristo de la Elevación. Obra de Francisco del Rincón en 1604, conservado en la clausura de este Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Formó parte del paso de la Elevación con un conjunto de figuras que en la actualidad están en el Museo Nacional Colegio de San Gregorio. La importancia histórica de esta obra estriba en ser el primer paso vallisoletano confeccionado con varias figuras de tamaño natural, talladas todas ellas en madera policromada, material que sustituyó al llamando papelón. Atrás quedaban los simulacros de imágenes ligeras logrados con la combinación de cartón y paño de lino enyesado. - Cristo de las Cinco Llagas. El profesor Jesús María Parrado del Olmo lo atribuye al escultor Manuel Álvarez, de mediados del siglo XVI. Recibió culto en el antiguo 14


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en su figura principal, con una talla de bulto redondo, siendo muy probable que las restantes fuesen de papelón. Su fiesta litúrgica tiene lugar cada 29 de agosto.

Tras reseñar las tres representaciones del crucificado, me gustaría ahora recordar a vuestros tres santos patronos: - San Juan Bautista Degollado. Representado por la Cabeza y Cuerpo del Bautista arrodillado y degollado, realizado por Andrés de Rada y policromado por Juan Díez, en el año 1579. La cabeza depositada en bandeja circular, representa al Bautista boquiabierto con cabellos expandidos y curvilíneos, y barba poblada con mechones tupidos. El cuerpo decapitado, postrado de hinojos y con las manos recogidas en actitud orante, muestra una anatomía muy bien tratada, propia del manierismo. Fue el primer paso que contó, al menos

- María Santísima de la Pasión. La Madre de la cofradía, a mí personalmente me agrada sobremanera contemplarla en el grabado dieciochesco de Diego Pérez Martínez, del año 1772, en el que cuatro ángeles izan a la Madre de la Pasión en su pena y la sostienen en el peso de su dolor. Bello grabado en el que se observa a la Virgen coronada y llevando un manto abierto en la parte inferior, formando vuelo. Tras ella se aprecia una pequeña cruz con remates de orfebrería y al fondo el camarín de la Virgen

Santo Cristo de las Cinco Llagas. Procesión del Ejercicio Público de las Cinco Llagas 2011. Foto: José Mª Pérez Concellón.

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en el retablo mayor del primitivo templo de la cofradía. En lo alto, dos ángeles portan insignias de la pasión: la santa faz y los clavos, símbolos que se complementan con otros dos reflejados en sendas cartelas: los dados y la corona de espinas.

¿Cómo se puede creer en este Dios humanado? Sólo es un cuerpo doblado, ¿quién lo podrá sostener? Lo quisiera comprender.

La talla es obra de Francisco Giralte, escultor que trabajó en el taller de Alonso Berruguete, aparece citada por vez primera en 1535 y se puede encuadrar en el estilo manierista. Desde antiguo se venera con manto y con corona, su rostro huye de la frontalidad, lo mismo que el conjunto de la obra, para ello el escultor situó la pierna derecha de la Virgen en una posición más alta, al tiempo que adelantó la izquierda; la escultura, inclinada hacia la derecha, recae con la mirada materna en el cuerpo curvado del Hijo, logrando que el conjunto tenga un efecto conmovedor.

Cuatro ángeles junto a Ti… Cuatro ángeles le acompañaron y fue así que izaron la razón de tu existir. Y yo quise estar allí, en ese Descendimiento, y poner mi santo escapulario, el de mi hábito mercedario, junto a ese blanco sudario que sirvió a su enterramiento. ¡Dios mío, cuánto tormento! ¡Madre mía, cuan cruento es este dolor sin cuento!

No quisiera proseguir sin antes dedicar versos y sentimientos a la Madre de la Pasión, con la sencillez del poeta humilde proclamo:

- San Rafael Arnaiz, nuestro querido Hermano Rafael, el tercero de los patrones de la Cofradía. Quiero traer a colocación aquí su figura humana y religiosa, no porque esté representado en valiosa obra de arte; tenéis, eso sí, un digno lienzo del santo trapense. Pero ahora quiero referirme a él, no como un tesoro artístico, si no más bien como un tesoro en el cielo que tiene la Cofradía al gozar de su patrocinio. Tenéis mucha suerte, poseéis un poderoso valedor ante el Altísimo, que ora y vela por vosotros.

Ya no resiste la cruz el peso de tanta muerte… Ya ni la sangre se vierte, porque ya todo lo ha dado. ¡Ya todo se ha consumado!. Cristo del Perdón, mira a tu Madre deshecha, Dolor, con otra brecha abierta en su corazón. ¡Madre de la Pasión!. 16


Nuestra Madre y Señora María Santísima de la Pasión. Procesión de Nuestra Señora de la Pasión. 2 de octubre de 2011. Foto: Rubén Olmedo Tomillo.

IV. PALABRAS FINALES. MIREMOS CÓMO EL CRISTO DEL PERDÓN NOS ESTÁ MIRANDO Mis distinguidos y apreciados: Alcalde de la Cofradía y Cabildo de Gobierno, reverenda Madre Abadesa y comunidad, componentes de las Juntas de Gobierno de las distintas Cofradías de Valladolid, Señora Teniente de Alcalde,

cofrades, devotos, y amigos en general. Al acercarse el momento final del Pregón, quiero expresaros mi más profundo agradecimiento por vuestra paciente escucha y por la atención que me habéis prestado. Especialmente quiero volver a expresar 17


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mi más sincera gratitud al Alcalde y Cabildo de esta Cofradía Penitencial, por la confianza que pusieron en mí al designarme para el honroso cargo de ser el pregonero de Pasión de este 2011, perdonad las carencias que hayáis podido observar en este humilde mercedario, y tened por bien seguro que pretendí poner de relieve todo aquello que os identifica y define, e hice todo cuanto pude por pregonar vuestro ser y esencia más plena. Y ya para terminar, sin abusar de vuestra confianza, me vais a permitir que haga con vosotros un pequeño ejercicio de piedad: Miremos en esta noche cómo Cristo nos está mirando. ¡Y siempre con amor y perdón! Dándonos, en cada momento, la oportunidad de enderezar el rumbo de nuestras vidas. Con unos ojos llenos de ternura, te mira a ti, me mira a mí, nos mira a todos y cada uno de nosotros. ¿Cómo tenemos que corresponder? Dejándonos mirar por Él con su mirada amorosa. Hoy te mira Cristo, hoy me mira Cristo. ¿Cómo le vamos a corresponder? Él cambió la vida de muchas personas que le miraron vivo y muerto. Santo Cristo de las Cinco Llagas. Procesión del Ejercicio Público de las Cinco Llagas 2011.

Si verdaderamente queremos mirar como el Cristo del Perdón, tenemos que pedirle que nos conceda un corazón nuevo, porque sólo se ve bien con el corazón limpio. Como Él mismo nos dijo: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.”

Foto: Marcos Valdespino Salazar.

He dicho. En Valladolid, en la iglesia del Real Monasterio de San Quince y Santa Julita, a 13 de marzo de 2011, en las II Vísperas del primer domingo de Cuaresma. Rvdo. P. Fray Mario ALONSO AGUADO, O. de M. REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES Y CIENCIAS HISTÓRICAS DE TOLEDO

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M C

Cena con sus Apóstoles, donde Jesús expresó de forma suprema la ofrenda libre de sí mismo. Sabiendo que quizá no se entendería su muerte como ofrenda de amor, y que no iba a podérselo explicar él a sus Apóstoles, se lo dejó claro en la última Cena: “Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros” (Lc 22, 19); “Esta es mi sangre de la Alianza que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados” (Mt 26, 28). Son palabras de Cristo que se renuevan durante la consagración de la Misa. La Pasión de Cristo es la Eucaristía, la redención de Cristo es la Eucaristía, la entrega de Cristo es la Eucaristía, el amor de Cristo es la Eucaristía. No seamos miopes, hermanos cofrades y devotos: una imagen, una procesión, es un escenificar la Pasión, y es algo bueno; la Misa es vivir la pasión junto a Cristo, tomar parte en su pasión, acompañarle, ser redimidos por él. Por eso te digo, hermano cofrade, que no haya procesión sin Misa, sin Eucaristía. Que la prueba de entrega, de amor, de obediencia, de sacrificio que hagas en tu procesión, no caiga en saco roto; ofrécela junto a Cristo en una Misa. Que Dios la reciba unida a lo que Cristo sufrió por ti. Recuerda, ni un solo sacrificio sin Misa; ni una sola procesión sin Misa. Todos sabemos que puede ser más entretenida una procesión, que uno es más protagonista en una procesión, porque sale con su hábito, ocupa un lugar, va descalzo que no deja de ser algo que le enorgullece, lleva a hombros el paso y ya parece que hay algo que le tienen que agradecer, o lleva una cruz a cuestas,… En la Eucaristía el protagonista es él, el Cristo que te acepta tu ofrenda y tu sacrificio, pero en la Misa, unida a su ofrenda, unida a su dolor, a su entrega. Lleva a la Misa tus sacrificios, para que tengan el sello auténtico de la verdadera ofrenda que Cristo realizó por ti, y a la que tú te unes. La Eucaristía llega al cielo, no lo dudes, porque es Jesucristo el que la ofrece, y tu procesión y tu penitencia también tienen como meta el cielo, donde te esperarán para testificar en tu favor en el día del juicio. Por ello, envíalas al cielo por la vía segura.

on la venia del Santísimo Cristo del Perdón, doy comienzo, en este viernes penitencial, a esta predicación dentro del Quinario que esta cofradía de la Sagrada Pasión celebra cada año, heredado de sus mayores. Queridos cofrades y devotos del Cristo del Perdón. Durante este quinario hemos venido recorriendo las profundidades del Misterio de Dios, siempre a través de Jesucristo, porque los cristianos encontramos a Dios siempre a través de Jesucristo. Y a Jesucristo lo encontramos siempre de la mano de la Santa Madre Iglesia, que nos conduce hasta él. Hemos querido entrar, como os digo, en estos días pasados en lo íntimo de Dios, en lo que el Señor Jesucristo tenía en la mente en el momento de ser crucificado y morir. Todo este recorrido de la conciencia que tenía Jesucristo de morir por todos para que se perdonasen nuestros pecados lo expresa, en una sola imagen, nuestro Cristo del Perdón, custodiado desde hace siglos por esta cofradía. De rodillas ante Dios, mirando al cielo, pide perdón con sus labios señalando a Dios con la mano izquierda, mientras que con la derecha nos señala a nosotros, que debemos recibir el amor de Dios en forma de perdón. Pero, por muy bella y sugerente que sea nuestra preciosa imagen, siempre será algo fuera de cada uno de nosotros, y no podremos llevarnos la imagen a nuestra casa para que vigile nuestro sueño. En una palabra, esta imagen nunca será nuestra. Como señal de esta entrega, y para que no se desvirtúe su sacrificio, ni se olvide; para que nosotros, que no vimos a Jesucristo sufrir la pasión, tengamos parte en ella, el Señor nos dejó algo más que un simple recuerdo, como pueda ser esta imagen. Se trata de la Eucaristía, del santo sacrificio de la Misa. Una vez preguntado un niño en la catequesis que dónde estaba Jesús, respondió señalando un crucifijo: “Ahí parece que está, pero no es”; y luego, señalando al sagrario: “Ahí parece que no está pero sí es”. Extraordinaria la intuición del niño. Porque fue en la última 19


Presentación de la nueva custodia de la cofradía, al fondo detalle del Santísimo Cristo del Perdón. Quinario del Santísimo Cristo del Perdón 2011. Foto: Manuel Centeno Morillo.


Momentos del Quinario

aunque sea cosa de todos los días. Fomentad entre vosotros estas muestras de fe en la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. No paséis delante del sagrario donde se guarda, sin hacer la genuflexión. Poneos de rodillas en el momento de la consagración de la Misa, tocad las esquililllas en el momento de las elevaciones, cuando se produce la transubstanciación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Programad entre los actos de vuestra cofradía frecuentes exposiciones del Santísimo Sacramento y acudid a ellas, a lo que os ayudará, sin duda, la nueva custodia, señal de la auténtica fe católica en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, que profesa esta cofradía. No se os olvide esto que os digo con todo el cariño: Nunca está el hombre más alto que cuando se arrodilla ante Dios.

Hacer sacrificios por libre puede servir más al orgullo personal que a la salvación del que los hace y la gloria de Dios. Me alegra ver que vuestra cofradía, aún sin tener templo propio, como lo tienen otras, sostiene la Eucaristía de los domingos, dando lugar a los cofrades a vivir el precepto dominical sin desvincularse de sus imágenes de devoción, y de su vida común con la cofradía. Así como es un gran acierto haber entrado en el apostolado conjunto de la Diócesis en cercanía, apertura y colaboración con la parroquia. Permitidme que os recuerde una cosa. Dios nos ve a todos. Nosotros pensamos que si un domingo no vamos a Misa, no se nota, va más gente, no importa que haya uno menos. ¿No pensamos así? Pero Dios esto lo ve. Y le duele que, habiéndonos invitado una vez a la semana, faltemos a la cita. Él, por el contrario, no falla nunca. Y, si nadie te echa de menos en la Eucaristía, él, que te ha invitado, sí te echa de menos. Cuidad, entonces la Eucaristía del domingo, cuidad el día del Señor, participad en esta vuestra Misa, en las lecturas, en la oración de los fieles, en la colecta, en los cantos, en el servicio al altar y al sacerdote, en la limpieza. No tengáis miedo al compromiso, si alguna vez os cansáis. Esto sostiene vuestra vida cristiana, en la vocación cofrade que habéis recibido. La Eucaristía es un sacrificio, el de Cristo, al cual unes tú tu propio sacrificio, pero también es un banquete, en el que hay que tomar parte. Quien mejor participa en la Eucaristía, no es el que más se mueve ni al que más se le ve, sino el que comulga. El que comulga es el que mejor ofrece la Misa. Por ello, esforzaos, os animo, a participar en la Eucaristía llevándoosla a casa en vuestro pecho. No os podéis llevar a casa la imagen del Cristo del Perdón, pero esto es todavía mejor, es a Jesucristo mismo al que te llevas dentro si lo comulgas. Él, desde su última Cena ha querido estar presente en el pan eucarístico en cuerpo, sangre, alma y divinidad, con la misma gloria con que reside resucitado en el cielo a la derecha de Dios. El Cristo al que tú rezas, se te regala, se te da en la comunión. Es su presencia sacramental, es Él en persona, es Dios hecho pan, mejor, es pan hecho Dios. No nos acostumbremos a esto,

Alguno de vosotros me dirá que comulgar es algo muy serio, y que no se puede recibir la sagrada Comunión de cualquier manera, sin haber hecho examen de conciencia primero para evitar siempre comulgar con pecados graves en la conciencia. Pues, sí, señor. Tenéis razón. Para comulgar también hay que estar preparado, y que comulgar con pecados pendientes de confesar es un sacrilegio. Habéis hecho bien en recordármelo. Porque ya lo dice San Pablo: “Quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del cuerpo y la sangre del Señor. Examínese cada uno a sí mismo, y después coma del pan y beba de la copa, pues el que come y bebe sin discernir ese Cuerpo, come y bebe su propia condenación” (I Cor 11, 27-29). Para comulgar hay que estar en gracia de Dios, es decir, sin pecados pendientes. Si tienes pecados graves, contra alguno de los diez mandamientos, sin confesar, debes arrepentirte primero, confesarlos y una vez renovado por el perdón de Dios, ya puedes comulgar con la doble alegría de estar limpio y de recibir a Jesucristo, que dará nuevos bríos a tu vida. Hemos dado muchas vueltas alrededor del perdón de los pecados, estos días, como no podía ser de otra manera, en este Quinario del Cristo del Perdón. Porque de ese perdón se trata en esta imagen, del perdón de nuestros pecados. 21


Momentos del Quinario

se le llama reconciliación. Dios te perdona y volvéis a ser amigos los dos, como al principio. ¿A quién no le gusta ser amigo de Dios? La vuelta a la amistad es para Dios el mayor motivo de fiesta. Es lo que ha estado esperando siempre de nosotros. Por eso “hay más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”. No privemos a Dios de esa fiesta y de esa gran alegría que surge de la confesión de un pecador. La gran fiesta preparada por el padre del hijo pródigo tras la vuelta de éste nos espera también a nosotros, si volvemos a Dios, si nos reconciliamos con él. Perded el miedo a la confesión. ¿No salen a contar en público sus vergüenzas tanta gente en la televisión? ¿Por qué no acudir a la sanación discreta del pecado que es este sacramento? Realmente, confesarse es la fiesta de la amistad recuperada.

Y he aquí otro sacramento del amor de Dios: el sacramento de la confesión de nuestros pecados. Es cierto que Dios nos perdona por la obediencia y la ofrenda de Cristo en la cruz. Pero eso no nos debe llevar a pensar que, como está pagada la deuda, ahora ¡barra libre! para nuestros pecados. Tenemos asegurado el perdón de Dios, es verdad. Pero la Pasión de Cristo también nos ha mostrado el dolor que le causa a Dios el pecado. Y no entramos aquí a distinguir pecados más grandes y más pequeños, porque todos los pecados son feos, y hacen daño a Dios, sea más o sea menos. Este sacramento de la confesión nos hace ver con los ojos el perdón de Dios. Necesitamos una señal de que Dios nos perdona. Y nos lo tiene que recordar cada vez que pecamos, para que no se nos olvide el daño que hacemos a Dios y a los demás con nuestro pecado, pero también para que no se nos olvide que Dios celebra la vuelta del pecador y le da la gracia para renovar su vida.

Otro nombre que recibe este sacramento es el de penitencia. Las cofradías penitenciales, como es el caso de la vuestra, sabéis bien lo que es la penitencia. Es un plus que se ofrece a Dios por habernos ofrecido su perdón. Es cierto que Cristo ya se ofreció en nuestro lugar, pero por nuestra parte queremos ofrecer algo a Dios, como señal de buena voluntad, para no olvidarnos del valor de su perdón. De este sentimiento de unirnos a la pasión de Cristo surgen las obras penitenciales, que tienen este objetivo de padecer con Cristo, o, como dice San Pablo: “Completar en mí lo que falta a la pasión de Cristo”. Un buen lema para un cofrade de la Pasión. La penitencia por los pecados es, pues, un empujón hacia la conversión.

Hoy hemos oído decir a Jesús, en el evangelio que hemos escuchado, el resumen de los diez mandamientos: “Amarás al Señor, tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. Y amarás al prójimo como a ti mismo”. ¿Veis? Dios espera de los que creen en él, de sus hijos, una vida con un cierto orden. No vale cualquier cosa. Si Dios confía en nosotros, será porque espera algo de nosotros. No nos considera tontos, nos considera capaces de vivir como él espera de nosotros, y si queremos vivir como él quiere, no cabe duda de que él nos ayudará. Una prueba del interés que tiene en que vivamos una vida nueva es el perdón que nos ofrece y que se hace concreto y personal para cada uno en el sacramento de la reconciliación o confesión. Os preguntaréis por qué se llama vida nueva a la vida que Cristo nos enseñó a vivir, en obediencia a Dios, si la Iglesia la lleva predicando casi dos mil años. Algo de tantos años muy nuevo no puede ser. Pues precisamente por eso hemos de llamarla nueva, porque después de tantos años, quizá todavía muy pocos la hayan estrenado.

La confesión sacramental de los pecados, exige el cumplimiento de una penitencia, que el sacerdote juzga oportuna para el penitente. Tiene este mismo sentido: una especie de medicina que cambia la orientación de nuestra vida, para volverla hacia Dios con una iniciativa concreta. Aparte de esto, cada uno se puede procurar sus propias penitencias o sacrificios, que colaboran a restaurar la inclinación al bien que destruye nuestro pecado. Y así se logran lo que conocemos como las indulgencias. Lo digo para que, como

Lo que más renueva nuestra vida es el perdón de Dios. A este sacramento, además de confesión, 22


Momentos del Quinario

uno mismo, o para una persona difunta, un alma del purgatorio, si queréis el término clásico. Queridos cofrades: estáis en una situación inmejorable para aprovechar estas cosas que Dios y la Iglesia ponen a vuestro alcance. Ojalá colaboréis a enseñar a este mundo el camino de la purificación, descubriéndolo vosotros primero.

cofradía penitencial que sois, no desaprovechéis estas ocasiones en que hacéis penitencia, para vivirlo en este espíritu. La indulgencia no libra del infierno, sino que colabora con el purgatorio. La amistad con Dios se recupera, como sabemos, pero el pecado deja en nosotros un desajuste, un daño al orden justo creado por Dios. Y es preciso arreglarlo mediante la purificación. Es como la recuperación después de una operación. Con ese fin se pueden realizar actos de oración, penitencia y caridad, con que colaborar a restablecer ese daño que nos hacemos pecando y que es preciso purificar. Conseguirlo es lo que conocemos como indulgencias, y que se pueden conseguir por

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l final de las homilías del solemne Quinario, D. Francisco José García García nos obsequió con unos bellísimos sonetos en honor del Santísimo Cristo del

Perdón. Queremos agradecer desde estas líneas esos versos nacidos del sentimiento de su corazón con el fin de invitarnos a profundizar en el mensaje de sus palabras.

SONETO AL CRISTO DEL PERDÓN De rodillas hincado en dura roca, esperas acoger la cruz pesada, mientras alzas al cielo tu mirada y sale una plegaria de tu boca. Ante esa faz, de lágrimas lavada, toda compasión se volverá poca. El corazón de quien te mira toca la piedad de tu imagen lacerada. Tu carne, de vestido despojada, da cuenta de que todo nos lo has dado: la vida, el amor ¡No tienes ya nada! Los que te miran ven a un condenado, y me digo con alma emocionada: “Sigo en pie, ante un Dios arrodillado”. A quien sea la gloria, la bendición y la alabanza, ahora y por los siglos de los siglos.

D. Francisco José García García PÁRROCO DE FRESNO EL VIEJO QUINARIO DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL PERDÓN CUARTA PREDICACIÓN: VIERNES III DE CUARESMA (1 DE ABRIL DE 2011)

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El Cristo del Perdón, obra de Bernardo del Rincón

Hace escasos meses se concluyó la restauración del Santísimo Cristo del Perdón, sobre cuya importancia devocional e histórico-artística nada nuevo hemos de añadir. Aprovechando esta ocasión deseamos reproducir el trabajo en el que, por primera vez, se desveló la anteriormente discutida autoría de la imagen. Es bien sabido que dicho hallazgo se debe a una investigadora de la Universidad de Valladolid de merecido prestigio, la Dra. Dª. María Antonia Fernández del Hoyo, a quien agradecemos muy sinceramente la autorización para reproducir su estudio, que además sirvió para aportar datos de enorme interés sobre la biografía personal y artística de Bernardo del Rincón. Dado que se trata de una transcripción del texto original, lógicamente se respetan las referencias a la parroquial de la Magdalena, al entonces Museo de Pintura -sito en nuestro antiguo templo penitencial- y a la participación de la cofradía y de la imagen en la procesión de Penitencia y Caridad, todas ellas ajustadas a la realidad del momento de la publicación.

EL CRISTO DEL PERDÓN, OBRA DE BERNARDO DEL RINCÓN

E

que hizo para el convento dominico del Rosario, de Madrid, calurosamente elogiada por Palomino3. Desaparecido tristemente el original en 1936, su tipo iconográfico se conoce gracias a la escultura conservada hasta hace poco en el oratorio del palacio de Comillas (Santander), considerada por M. E. Gómez Moreno como réplica del propio Pereira4, y a las que Luis Salvador Carmona realizó en el siglo XVIII para La Granja, Atienza y Nava del Rey, al parecer siguiendo muy de cerca el modelo del escultor portugués5.

s de sobra conocida la extraordinaria riqueza iconográfica que ofrece el arte barroco español en la representación de los temas de la pasión de Cristo. Dentro de ella, quizás una de sus creaciones más originales sea el llamado Cristo del Perdón. Derivado probablemente del Cristo Varón de Dolores con los brazos extendidos grabado por Durero1, es en España donde se configura con rasgos particulares. El tema fue tratado por los pintores, pudiendo recordar aquí el Cristo caído después de la flagelación dibujado por Antonio del Castillo2, pero dentro de la escultura es donde se encuentran los ejemplos más señeros, propiciados, sin duda, por el mayor patetismo que la imagen de bulto, más cercana al sentir popular, permite desarrollar.

En la parroquia de la Magdalena, de Valladolid se conserva una escultura muy interesante del Cristo del Perdón, datable en la segunda mitad del siglo XVII. Martín González ha señalado anteriormente su alta calidad, considerándola como una de las más expresivas creaciones del barroco español por su carácter fuertemente

Se considera a Manuel Pereira como creador de la iconografía del Cristo del Perdón por la escultura

1. J. HERNÁNDEZ PERERA, “Iconografía española. El Cristo de los Dolores”, Archivo Español de Arte, 1954, p. 42. 2. J.J. MARTÍN GONZÁLEZ, Escultura Barroca Castellana, I, Madrid, 1959, p. 119. Significado parecido tiene una pintura del siglo XVII, conservada en la clausura del convento vallisoletano de Corpus Christi, en la que Cristo, arrodillado sobre la cruz, con manos juntas, implora al Padre. Cfr. J. J. MARTÍN GONZÁLEZ y F. J. DE LA PLAZA, Catálogo de la Exposición. El Arte en las clausuras de los conventos de monjas de Valladolid, Valladolid, 1983, n.º cat. 25. 3. J. HERNÁNDEZ PERERA, ob. cit., p. 53. M. E. GÓMEZ MORENO, Escultura del siglo XVII. Ars. Hispaniae, XVI, Madrid, 1963, p. 114. R. OTERO TÚNEZ, “Escultura”, en El Barroco y el Rococó. Historia del Arte Hispánico, IV, p. 149. J. J. MARTÍN GONZÁLEZ, Escultura Barroca en España, 1660-1770, Madrid, 1983, p. 262. 4. M. E. GÓMEZ MORENO, ob. cit., p. 114. 5. Cfr. E. A. LORD, “Luis Salvador Carmona en el Real sitio de San Ildefonso (La Granja)”, A. E. A., 953, p. 11.

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Acerca de nuestra historia: El Cristo del Perdón, obra de Bernardo del Rincón

las obras de Carmona sobre un globo terráqueo en el que están pintadas las figuras de Adán y Eva, símbolo del pecado original, presenta las señales de la pasión ya consumada: llagas de las manos y el costado, lo que le convierte en un Cristo que ha superado, ha trascendido la muerte, cerrándose así el ciclo de la Redención. Por su parte, el Cristo vallisoletano, con la espalda profundamente lacerada por las señales de la flagelación, arrodillado sobre un peñasco del Calvario, implorando al cielo con la mirada y los brazos abiertos el perdón de sus verdugos

patético6. Presumiblemente el Cristo, de Pereira sería cronológicamente anterior a la escultura vallisoletana, pero ésta presenta unas características que la diferencian de aquél y de las creadas por Carmona. Efectivamente, los Cristos realizados por éstos últimos ofrecen en común un carácter marcadamente simbólico que hace de ellos una representación casi abstracta de la Redención. Cristo, que aparece semiarrodillado en el caso de la réplica de Comillas y completamente en

Solemne besapié al Santísimo Cristo del Perdón. 4 de abril de 2011. Foto: Manuel Centeno Morillo.

6. J. J. MARTÍN GONZÁLEZ, Escultura Barroca Castellana, p. 117-119.

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Acerca de nuestra historia: El Cristo del Perdón, obra de Bernardo del Rincón

Perdón y le ponen en el Campo Grande, quando ay quemados”12.

y, por extensión, de todos los hombres, ocupa un lugar preciso en la sucesión historiada de la pasión7. Este mayor realismo concuerda perfectamente con el hecho de que la escultura fuera concebida como paso procesional.

La imagen se veneraba en su iglesia penitencial de la Pasión hasta el año de 1926 en que, ante la inminente ruina del templo, fue trasladada, la tarde del viernes santo, a la iglesia de San Felipe Neri13. Con posterioridad, el Cristo fue llevado a la iglesia del Santuario Nacional para, finalmente, instalarlo en la parroquial de la Magdalena.

Ha sido ya resaltada la importancia de la escultura procesional en el concierto de la escultura barroca española, singularmente en las escuelas castellana y andaluzas, y el papel decisivo que las Cofradías de Penitencia tuvieron como clientes de los artistas8. Las penitenciales rivalizaban entre sí para enriquecer sus propios desfiles con obras de los mejores maestros locales que motivaran, por su fuerte realismo, el ánimo del espectador9.

Si es bien conocida la historia del Cristo del Perdón, la identificación de su autor ha presentado hasta ahora problemas. Agapito y Revilla la adscribió a la escuela de Gregorio Fernández, reconociendo el estilo del maestro aunque sin considerarla obra personal y sospechando la autoría de alguno de sus oficiales14. Martín González la estimó como obra de un seguidor de Fernández y apuntó una proximidad estilística con el escultor Juan Antonio de la Peña, inclinándose, sin embargo, por considerarla obra de Francisco Díez de Tudanca, del que se sabía que, en 1664, había contratado, para Pamplona, un Cristo de rodillas semejante al que existía en el convento de Trinitarios Descalzos de Valladolid, presumiblemente obra suya15. Posteriormente, el conocimiento de esta última escultura (conservada hoy en el Museo Diocesano de Valladolid), cuya calidad es notablemente inferior al Cristo del Perdón de la Magdalena, le inclinó a desechar la anterior atribución apuntando

En este contexto hay que encuadrar este Cristo del Perdón que, con el nombre de “Paso de la humildad de Cristo nuestro Señor”10, figura ya en el año 1661 en el desfile procesional organizado en Valladolid por la Cofradía de la Pasión, que efectuaba su salida el jueves santo a primera hora de la tarde11. Desde entonces son varias las ocasiones en que se menciona la escultura en los desfiles procesionales. El historiador Canesi, al referir, a mediados del siglo XVIII, el recorrido que la Cofradía efectuaba por las calles vallisoletanas, reseña entre otros pasos el de “Cristo orando a su eterno Padre”, precisando que “a este señor llaman el del

7. Hay que hacer notar que en el contrato de la escultura se habla de incluir tambi én la representación del mundo, bajo las rodillas de Cristo o en sus manos, lo que la relacionaría más directamente con la iconografía de Pereira, pero este aditamento no llegó a realizarse. En la actualidad lleva corona de espinas postiza aunque en el documento no se menciona. 8. El tema ha sido tratado en profundidad por Martín González refiriéndose a la escuela castellana. Cfr. J. J. MARTÍN GONZÁLEZ, ob. cit., p. 105-131. 9. Acerca de las cofradías penitenciales y los desfiles de la Semana Santa vallisoletana es esencial el trabajo de J. AGAPITO REVILLA, “Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid”, Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, 1925-26. 10. Mart ín Gonz ález ha hecho notar la imprecisi ón de la denominaci ón de este tipo iconogr áfico que, en ocasiones, es llamado tambi én Ecce Homo . J. J. MAR TÍN GONZÁLEZ, ob. cit., p 117. Ciertamente, es también un Cristo del Perdón la variante de Ecce Homo de rodillas creada por los hermanos García, como el conservado en las capuchinas de San Ant ón, de Granada. MARTÍN GONZÁLEZ, Escultura Barroca Española, p. 189. Parecido significado tiene también el Cristo de la Caridad de Pedro Roldán, en el sevillano Hospital de la Caridad. Cfr. M. E. GÓMEZ MORENO, ob. cit., p. 305. J. HERNÁNDEZ DÍAZ, Escultura Andaluza del siglo XVII. Summa Artis, XXVI, Madrid, 1982, p. 127, MARTÍN GONZÁLEZ, ob. cit., p. 175. 11. J. AGAPITO Y REVILLA, ob. cit., p. 35. La Cofrad ía de la Pasi ón, probablemente la segunda en antig üedad entre las penitenciales vallisoletanas, ten ía la misi ón de enterrar a los ajusticiados y su advocaci ón era la de San Juan Bautista Degollado, en cuya festividad, 29 de agosto, celebraba sus fiestas. Desde 1581 tuvo iglesia propia en el Pasadizo de don Alonso (actual calle de la Pasi ón), pero en la segunda mitad del XVII construy ó su nuevo edi ficio, que hoy subsiste como Museo de Pintura. Tuvo también su hospital y una ermita. Entre sus cofrades figuraban muchos artistas -pintores y escultores fundamentalmente- y desde comienzos del siglo XVII poseía ya pasos de talla, sustitutos de los antiguos de papelón, habiendo trabajado en ellos Francisco Rincón y Gregorio Fernández. 12. M. CAN ESI ACEVEDO, Historia secular y eclesi ástica de la muy noble ciudad de V alladolid, (Manuscrito in édito, conser vado en la biblioteca de la Diputaci ón de Vizcaya), Lib. 3, cap. 2, fol. 77vº. Pese a la decadencia que las procesiones vallisoletanas experimentaron en el siglo XIX, el Cristo sigui ó desfilando con su cofradía. Actualmente forma parte de dos procesiones: la de Penitencia y Caridad, en la tarde del jueves santo y la General de la Sagrad a Pasión del Salvador, en el anochecer del viernes. 13. J. AGAPITO Y REVILLA, ob. cit., p. 131. 14. Ibídem, p. 79. 15. J. J. MARTÍN GONZÁLEZ, Escultura barroca castellana, p. 118-287.

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Acerca de nuestra historia: El Cristo del Perdón, obra de Bernardo del Rincón

Todavía conocemos mal su trayectoria artística y humana pero queremos reunir aquí las noticias que poseemos. En 1639, fallecido ya su padre y contando únicamente 18 años, contrató la hechura de una Virgen de Guadalupe “de madera toda ella hueca de pino seco de alto de 5 palmos… conforme al modelo, adorno y disposición que tiene el que me entrega el dho Diego Díez” 19. En 1643 contrajo matrimonio con María Sánchez de Quiñones 20. En septiembre de 1646 concertó con la hermandad de tejedores de lienzos “que tenía su adbocación de la Natividad de la Virgen… una ymagen de la dha adbocación… el alto… a de ser de bara y tercia y la cabeza y manos a de ser de escultura solamente y la cabeza a de ser a lo natural y la a de poner ojos de cristal la peana y cuerpo y brazos a de ser de jugar con sus goznes”, cobrando por su trabajo 145 reales 21. En noviembre de 1647 actuó como fiador en el contrato que su hermano menor Felipe Rincón “oficial de escultor” hizo para trabajar con Francisco Díez de Tudanca 22.

como posible autor a Francisco Alonso de los Ríos, seguidor de Fernández16. La aparición de un documento parece desvelar la incógnita ya que permite identificarla con la obra contratada por el escultor vallisoletano Bernardo del Rincón, el 15 de octubre de 1656, para la Cofradía de la Pasión a quien la debería entregar para que desfilase en la procesión del jueves santo de 165717. Los términos del concierto no parecen dejar lugar a dudas sobre su identificación. El comitente, la iconografía, su carácter procesional coinciden plenamente. La escultura había de realizarse conforme a un modelo hecho por el artista pero algunos detalles y las medidas definitivas se sometían al criterio del pintor Diego Valentín Díaz que, según se verá, ejerció en otras ocasiones una especial tutela artística sobre este escultor. Se desconocía todo acerca del estilo de Bernardo del Rincón puesto que ésta es, hasta el momento, la primera obra conservada que se logra reconocer. Su dependencia artística con Gregorio Fernández no ofrece dudas, mostrándose como digno seguidor. Por razones familiares y afectivas tuvo que estar muy ligado al arte del gran maestro. Nieto de Francisco Rincón e hijo de Manuel, discípulo éste de Fernández, Bernardo tuvo por padrinos de bautismo, el 1 de junio de 1621, al propio escultor gallego y a su esposa18. En el taller paterno realizaría su formación pero la presencia cercana del padrino, de quien, por razones puramente cronológicas (contaba 14 años al morir Fernández), no pudo ser discípulo directo, reforzaría su vocación artística.

Un silencio en su actividad artística se produce en los años siguientes hasta 1655 en que recibe “del Sr. Diego Valentín Díaz 500 rs. por un rostro y manos de Ntra. Sra. que he hecho para vestir de escultura” 23. La cuantía mucho más crecida del pago que recibe en esta ocasión hace pensar que también habían aumentado su prestigio y cotización. Poco más puede añadirse a su biografía. En 1657 su nombre aparece entre los miembros

16. J. J. MARTÍN GONZÁLEZ, Escultura barroca en España, p. 75 y 540. El Cristo del Perdón de los Trinitarios aparece arrodillado sobre el globo del mund o, siguiendo la iconografía de Pereira. Cfr. J. J. MARTÍN GONZÁLEZ, “Arquitectura, Urbanismo y Escultura del siglo XVII ” en Valladolid en el siglo XVII. Historia de V alladolid, IV, Valladolid, 1982, p. 146-7. 17. Archivo Histórico Provincial de Valladolid, Leg. 1848, fol. 68. Ver apéndice documental. 18. Sobre la familia Rinc ón Cfr. J. MAR TÍ Y MONS Ó, Estudios Histórico-Artísticos relativos principalmente a V alladolid, Valladolid, 1898-1901, p. 404, J. URREA, “El escultor Francisco Rincón”, BSAA, 1973, p. 492; M. A. FERNÁNDEZ DEL HOYO, Los oficiales del taller de Gregorio Fernández y ensambladores que trabajaron con él, en este mismo Boletín. 19. J. MARTÍ Y MONSÓ, ob. cit., p. 404. 20. Las capitulaciones matrimoniales se firmaron el 24 de julio, fijándose el matrimonio para diez días más tarde. La esposa aportó como dote 300 ducados mientras que el escultor ofreció en arras 200 ducados “que confiesa caver en la décima parte de sus ves”. A. H. P. V., Leg. 1968, fol. 247. Debo este documento y los siguientes a la amistad del Dr. Urrea. 21. Ibídem., fol. 1.080. 22. A. H. P. V., Leg. 15.311, s. f. Resulta extra ño que Felipe Rinc ón hubiese de ejer cer su o ficio con un extra ño en lugar de trabajar con su hermano. Ello podr ía ser indicativo de una escasa actividad de Bernardo. 23. J. MARTÍ Y MONSÓ, ob. cit., p. 404.

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Acerca de nuestra historia: El Cristo del Perdón, obra de Bernardo del Rincón

de la Cofradía de San Lucas, que agrupaba a pintores y escultores 24. Falleció el día 3 de enero de 1660, al parecer en precarias condiciones económicas 25.

La calidad de la obra estudiada abre grandes interrogantes sobre la personalidad artística de Bernardo Rincón, sin lugar a dudas uno de los más interesantes epígonos de Fernández.

APÉNDICE DOCUMENTAL Sepasse por esta carta de obligación como yo vernardo del rrincón escultor vecino desta ciudad de vd =otorgo por esta carta que me obligo con mi perª y vienes avidos y por aver de acer y que aré en toda perffeción un santo cristo de madera de tierra de ontalvilla de seis pies y medio o siete lo que más convenga desnudo con su pañete yncado de rodillas ssobre un ovalo que seniffique al mundo y sse un peñasco grande en que anvas rodillas estén el qual dho santo cristo he de dar hecho y acavado con el dho ovalo y peñasco en toda perffición para mediado el mes de henº venidero de seiscientos y cinquenta y siete para que se pinte y salga en la processon de jueves santo del dho año todo ello en prescio de cien ducados de vellón pagados luego de contado trescientos rreales= y trescientos el día de navidad venidera deste año de cinquenta y seis y lo rrestante el día que entregare el dho santo cristo y demás refferido echo y acavado en toda perffeción puesta la dha cantidad en esta ciudad y en mi cassa y poder llanamente y sin pto. alguno y declaro que el dho santo cristo a de ser según el modelo que tengo echo y en la forma que a de ser más largo o menos de lo que va dho y si a de tener el mundo en la rodilla o en las manos a de ser a eleción de diego balentín díez pintor vecino desta ciudad y este se a de executar y no cumpliendo con entregar dha echura dho día pagaré de pena para cera de la virxen de la passon para darles quatro arrovas de zera en que desde luego me doy por condenado y por ello seré ejecutado en virtud desta escriptura… =yo barme de palacios scvº de su magd y mayordomo de nuestra señora

de la passon desta dha ciudad la aceto y me obligo de pagar los dhos cien ducados a los plazos dhos al dho vernardo del rrincón y a quien su poder hubiere… en la ciudad de vd a quince de otubre de mil y seiscientos y zinquenta y seis años siendo testigos andres cassado y blas ruiz de navamuel y lucas de varme vecinos desta ciudad de vd y los otorgtes que doy fe que conozco e firmaro. Bernardo Del rincon

Barme de Palacios

A. H. P. V., Leg. 1.848, fol. 68. María Antonia Fernández del Hoyo PROFESORA TITULAR DE HISTORIA DEL ARTE UNIVERSIDAD DE VALLADOLID ACADÉMICA DE NÚMERO DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN VALLADOLID

Publicado en el Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, XLIX, Valladolid, Universidad de Valladolid, 1983, pp. 476-481.

24. Ibídem., p. 15. 25. ARCHIVO GENERAL DIOCESANO. V ALLADOLID. SN. LORENZO. Difunto s, fol. 316: “En 3 de enero de 1660 muri ó Bernardo del Rinc ón escultor en cassas de D. Antonio Terán en la calle de la passión hico testamento ante Gabriel Canseco scvº Rl y del n.º no a pagado la sepultura por no haver vienes de qué enterróle la cofradía de la passión enterróse en esta ygla junto a la sepultura de las ánimas recivió todos los sacramentos quedó esta sepultura a pagar por Juan Sánchez de Quiñones (su cuñado) por orden de D. Simón de Roxas mayordomo de fábrica al presente, era pobre”. Entre los legajos del escribano Canseco no aparece el testamento del escultor. Casi dos años después, el 5 de octubre de 1661, la viuda del escultor asentaba a su hijo, también llamado Bernardo, con Francisco Díez de Tudanca, continuándose así la tradición artística familiar. A. H. P. V., Leg. 2.108, fol. 305. Redactado este artículo, hemos reunido nuevos datos biogr áficos que añadimos. Del matrimonio de Bernardo del Rinc ón, celebrado exactamente el 2 de agosto de 1643 (cfr. A. G. D. V. Santiago. Casados. (1607-1673), fol. 131 v.º), nacieron al menos tres hijos, Bernardo Antonio, bautizado el 29 de junio de 1644 y las gemelas Juana María y María Antonia, que lo fueron el 2 de julio de 1646 (Ibídem. Bautizados (1643-1667), fols. 21 y 58).

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Sobre la capilla de Ntra. Sra. de la Pasión y el cementerio de los ajusticiados del convento de San Francisco de Valladolid

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representado gracias a la presencia de tribunales como la Chancillería y la Inquisición. De ello da buena cuenta la temprana agregación de esta penitencial a la archicofradía romana de San Juan Degollado (1576). Estas prácticas caritativas -tan sugerentes desde una mirada contemporánea-, repetidas incluso en momentos en los que habían sido abandonadas por otras penitenciales, vienen a señalar la importancia que tenían para sus miembros. Todo ello ha sido analizado recientemente3.

l papel esencial jugado por las cofradías, y en concreto por las penitenciales, en el marco cronológico y cultural del Antiguo Régimen, ha centrado la atención de los historiadores. Cada vez con mayor interés se ha intentado desmenuzar la riqueza caleidoscópica que encierra su evolución, sus manifestaciones rituales, las actividades caritativas que desarrollaban a lo largo del año, su composición jerárquica, los lazos de unión entre sus miembros, sus medios económicos o el patrimonio artístico que promovieron. El caso de Valladolid fue (y en cierto modo, sigue siendo), paradigmático1.

En este campo de estudio tan amplio, condicionados por las características de esta colaboración, nuestra intención es la de dar a conocer un grupo de documentos que arrojan algo más de luz sobre la actividad asistencial de la penitencial de la Pasión, concretamente sobre la creación de un nuevo ámbito funerario en el desaparecido convento de San Francisco, a través de los estatutos que sobre su uso se firmaron con la comunidad franciscana y con la parroquia de Santiago.

Nada nuevo descubrimos al señalar que, desde su fundación en 1531, la cofradía de la Pasión, una de las cinco penitenciales con las que contó la ciudad, tuvo como “principal ynstituto (...) dar sepultura sagrada a los que mueren en caminos, dentro del término de esta mencionada ciudad, sus arravales, arquerías, a los que mueren aogados y afrentosamente en sitios públicos por mandado de la Real Justicia, recogiendo los quartos de los que se ponen en caminos, dándoles ygual y onrroso enterramiento a expensas de la limosna que sus diputados piden públicamente por las calles, exercitando acto de piedad”2. Otras actividades caritativas de la Pasión fueron las de recoger a niños perdidos o a pobres enfermos y mantener en sus orígenes un pequeño hospital. Sin embargo, conforme avanzó el tiempo, la cofradía terminó centrando sus esfuerzos en la atención a los condenados, en su entierro y en procurar la salvación de sus almas. Las ejecuciones públicas en la ciudad eran una actividad ceremonial y un “espectáculo” constantemente

Tradicionalmente, la cofradía enterraba los restos de los ajusticiados en la iglesia parroquial de Santiago, colación en la que se fundó la penitencial. Sin embargo, en 1752, a raíz de un desencuentro con su párroco, la tradición hubo de cambiar sustancialmente. El suceso ya fue noticiado por Ventura Pérez en su imprescindible Diario4. El 29 de mayo de 1752 se consumó la ejecución en la horca de tres individuos por los delitos de robo y homicidio5. Siguiendo la costumbre, los delegados de la penitencial iniciaron los trámites para enterrar sus restos en

1. Entre las obras generales dedicadas a la evolución de la Semana Santa vallisoletana cabe destacar AGAPITO Y REVILLA, J., Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid, Valladolid, 1925 (ed. facs. Máxtor, 2007); o m ás recientemente, BURRIEZA S ÁNCHEZ, J., Cinco siglos de cofrad ías y procesiones, Valladolid, 2004. 2. Archivo de los PP. Franciscanos de Valladolid (en adelante APFV), carp. 38, doc. 9 3. Para ello remitimos a AMIGO V ÁZQUEZ, L., “Del patíbulo al cielo: la labor asistencial de la Cofrad ía de la Pasión en el Valladolid del Antiguo Régimen”, en La iglesia española y las instituciones de caridad (CAMPOS Y FERN ÁN DEZ DE SEVILLA, F. J., coord.), San Lorenzo de El Escorial, 2006, pp. 511-542; o también AMIGO VÁZQUEZ, L., “La labor asistencial de la cofrad ía de la Pasi ón en el V alladolid moderno”, Pasión cofrade, nº 7, 2011, pp. 36-46. Agradecemos a la autora la ayuda prestada. 4. P ÉREZ, V., Diario de Valladolid, Valladolid, 1885, pp. 287-288. 5. Se trataba de Fernando García, Miguel Pérez y Antonio Losada “por ladrones, homicidas y salteadores de caminos”, PÉREZ, V., Ibídem.

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Acerca de nuestra historia: Sobre la capilla de Ntra. Sra. de la Pasión y el cementerio de los ajusticiados del convento de San Francisco de Valladolid

las sepulturas ubicadas a los pies de la iglesia de Santiago. En esta ocasión se toparon con la férrea oposición del párroco. D. José Ventura Escobedo justificaba su negativa con razones prácticas tales como la ausencia de espacio pero también con otras cualitativas como que “aquellas sepulturas sólo eran para los hombres que topan muertos por los caminos y ahogados, y que los reos se enterraban antiguamente a las goteras de la iglesia”. Otra fuente insiste en que el párroco consideraba injusto que “los cuerpos de los ajusticiados estuviesen mezclados con los de los feligreses pobres” que se enterraban de limosna en esa parte del templo. En el otro lado de la cuerda, los miembros de la penitencial recurrían a su “imbeterada costumbre”, que hacían remontar al nacimiento mismo de la cofradía y que costaba a la cofradía veintidós reales por cada cuerpo que allí se sepultaba.

celebraban la mayor parte de las ejecuciones. Además, a la cofradía y al convento les unían lazos muy estrechos, ya que en San Francisco se encontraba la capilla de los Ajusticiados, también denominada de los Descuartizados. En ella se enterraban exclusivamente los huesos de los reos que, tras haber sido ejecutados, eran hechos cuartos y sus restos expuestos a las entradas de la ciudad. Conocemos la existencia de este espacio regentado por la Pasión al menos desde 1578. Se encontraba en el lado derecho del patio principal del convento, nada más acceder a él desde la Plaza Mayor (aproximadamente por el actual Teatro Zorrilla). En 1598 se construyó una capilla, cubierta con un sencillo tejaroz que albergaba un pequeño altar donde se veneraba a un Crucificado, acompañado por las tallas de la Virgen y San Juan. También se encontraba allí una imagen de San Juan Degollado. Este espacio fue renovado a comienzos del siglo XVIII, momento en el que se construyeron dos muros que cerraban el cuadrado de su planta, dos arcos de medio punto para el acceso a su interior y una cubierta de media naranja sobre pechinas8. En el Domingo de Lázaro (el anterior al Domingo de Ramos), la cofradía hacía celebrar una ceremonia por los ajusticiados. Este era, además, el día señalado para realizar las solemnes traslaciones públicas y el entierro de los huesos de los descuartizados desde el humilladero del Cristo de la Pasión (junto al Puente Mayor) hasta dicha capilla9.

El debate fue acalorado y concluyó avanzada la noche con los huesos de los infelices enterrados en el exterior del templo, en la “plazeta que sale a la calle de Zúñiga”. Los directivos de la Pasión mostraron el dolor que les provocaba “perder su regalía” y dejar “espuestos dichos cuerpos a ser comidos de animales por no tener dicha iglesia de aquella parte zementerio ni otro resguardo que lo impida”6. Con este precedente, en el mes de julio de ese mismo año se reunió el cabildo de la penitencial para intentar buscar una solución que evitara futuros desaires. Se confió el asunto al cofrade Don Nicolás Blasco de Orozco, caballero de Calatrava y que entonces ocupaba el cargo de Oidor y Juez Protector de los Pobres de la Real Cárcel7. Éste se puso en contacto con los frailes del convento de San Francisco, dada su vecindad a la plaza mayor, lugar donde se

Con estos precedentes, Don Nicolás Blasco pretendía lograr la cesión por parte de los franciscanos del “sitio que ay desde la rinconada y parez de mano derecha como se entra en él por sus puertas principales hasta la capilla (de los Ajusticiados) que sirva de enterramiento de cuerpos aorcados y desquartizados y confina con la nave de Santa Juana”. El Oidor consiguió la

6. APFV, carp. 38, doc. 9. 7. La escritura original en Archivo Histórico Provincial de Valladolid (AHPVA), Prot. 3636, s. fol., 23-VII-1752. Los cofrades señalaron que este “acto de piedad y virtud, aparato y pompa con que se executa es aplaudido no tan óslo en esta ciudad sino en todos estos reinos y señoríos”. En su discurso laudatorio indican que la penitencial tenía una antigüedad de cuatrocientos años. El poder dado a Don Nicolás Blasco lo facultaba para solicitar las confirmaciones papal y regia de las bulas y privilegios que poseía la cofradía, tales como el jubileo del d ía de San Juan Degollado o la potestad para liberar a los reos en su octava y que eran presentados al santo en la iglesia penitencial. Del mismo modo se le otorgó el poder para “libertar a esta cofradia del yugo en que se halla constituida con el señor cura de la parroquial de San Lorenzo, bajo de cuya campana se halla nuestra iglesia, hasta conseguir que nuestro capellán pueda por si celebrar todas las funciones“. 8. Sobre esta capilla, recogiendo la bibliografía anterior y añadiendo nuevas noticias ver FERNÁNDEZ DEL HOYO, Mª. A., Patrimonio perdido. Conventos desaparecidos de Valladolid, Valladolid, 1998, pp. 86-88, que incluye un diseño con planta y alzado del conjunto (p. 99). 9. AMIGO VÁZQUEZ, L., “Del patíbulo…”, pp. 534-536.

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Acerca de nuestra historia: Sobre la capilla de Ntra. Sra. de la Pasión y el cementerio de los ajusticiados del convento de San Francisco de Valladolid

Plano del convento de San Francisco, según D. Francisco Benavides (1830) (tomado de Mª. A. Fernández del Hoyo, Patrimonio perdido. Conventos desaparecidos de Valladolid, Valladolid, 1998). Se señala el espacio ocupado en el patio del convento por la capilla de los Descuartizados, la capilla de Nª. Sª. de la Pasión y el rectangular cementerio de ajusticiados.

la penitencial y a la derecha las de la orden seráfica, además de un rótulo, todo ello “a similitud del que ay en la capilla de los Descuartizados”. En el espacio rectangular que mediaba entre ambas capillas se planteó la construcción de un cementerio, cerrado con un pretil de cantería y con rejas de hierro, jalonado por bolas de piedra “para que se evite que los muchachos y otras personas entren en él y le echen a perder”. La puerta de acceso debería tener dos llaves, custodiadas una por el convento y otra por la cofradía. Ese cementerio ya estaba prácticamente concluido en octubre de 1753, momento en el que los cuerpos de dos ahorcados tuvieron el dudoso honor de estrenar ese ámbito10. La elección de su emplazamiento a la entrada de la iglesia conventual, a la manera de los osarios parroquiales, nos indica que además de una finalidad práctica, se buscó transmitir

licencia del Provincial franciscano y concertó con el Síndico del convento las condiciones de uso y disfrute de ese espacio, que fueron presentadas y aprobadas por el resto de la comunidad (17-VIII-1752). Inmediatamente comenzó la construcción de una nueva capilla, justo en frente de la de los Descuartizados, en el lado opuesto del muro que cerraba el lado derecho del patio conventual. En 1754 la obra ya estaba concluida y alojaba en su interior dos altares que habían sido sufragados con las limosnas aportadas por los diputados de la penitencial y otros devotos. El nuevo recinto se puso bajo la advocación de Nuestra Señora de la Pasión y en uno de los retablos se colocó una imagen con esta iconografía. Decoraban sus muros sendos escudos: a la izquierda las armas de

10. P ÉREZ, V., op. cit. p. 292. El autor indica que la construcción comenzó el 24 de julio de 1752, si bien sabemos que la comunidad no ratificó el acuerdo de cesión hasta mediados del mes de agosto. A partir de 1753, las noticias que proporciona sobre los ajusticiamientos suelen ir acompa ñadas de una referencia a su enterramiento en San Francisco.

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Acerca de nuestra historia: Sobre la capilla de Ntra. Sra. de la Pasión y el cementerio de los ajusticiados del convento de San Francisco de Valladolid

cadáveres se pudiesen enterrar en la nueva necrópolis habilitada en San Francisco. Ahora bien, al entierro acudirían el párroco de Santiago y sus beneficiados portando la cruz parroquial hasta el interior del patio conventual, donde se debía colocar el féretro. Entonces, el sacerdote dirigiría un responso sin encontrar impedimento por parte de los franciscanos “saliendo la cruz y ministros de la comunidad (de San Francisco) hasta la puerta que mira a la plaza mayor a recibir y despedir”13. Además, si en algún momento el convento revocase la cesión de ese espacio para destinarlo a otro fin, la parroquia tendría derecho a elegir el lugar de enterramiento del difunto, bien en su iglesia -si hubiese alguna sepultura desocupada- o bien en el “zementerio antiguo y si se enterrasen en este el referido cura y beneficiados asistirán de balde y sin estipendio alguno aziendo el entierro de misericordia”.

una intencionalidad doctrinal, evidentemente ejemplarizante. Conocemos el contenido de las capitulaciones que firmaron en 1752 la cofradía (y en concreto su apoderado, el Oidor y Juez Protector de Pobres D. Nicolás Blasco de Orozco) y el monasterio de San Francisco gracias a varias copias conservadas en el Archivo de los PP. Franciscanos11. Dos años después, los mismos firmantes ratificaron el acuerdo y lo ampliaron al sumarse la parroquia de Santiago12. Las partes reconocieron que la iglesia de Santiago seguía manteniendo el derecho parroquial sobre todos aquellos que eran ajusticiados en los límites de su jurisdicción, dentro de la cual estaba la Plaza Mayor. Este derecho incluía el poder “llevarlos a enterrar a su iglesia en las sepulturas que tiene destinadas la Piedad y Misericordia para ello según se ha practicado de tiempo inmemorial a esta parte”, precisamente la causa que había desencadenado el conflicto. De ese modo, el párroco hizo valer su autoridad, aunque no parece que pretendiera tan arraigada costumbre. Algo distinto ocurría si el condenado era caballero o persona distinguida, pues se aclara que entonces la parroquia tenía “arbitrio a enterrarle si quisiere en su iglesia”. En este caso, la parroquia daría aviso a la cofradía en el segundo día en el que el reo estuviese en capilla para que se notificara al Padre Guardián de San Francisco que en esa ocasión el entierro no se realizaría en su convento. En uno u otro caso, la Pasión debía asistir con sus insignias y cera, pagando por cada cuerpo los derechos de un entierro simple y dos ducados a la parroquia por la sepultura, como se había venido haciendo.

No faltaron otros aspectos económicos: la penitencial se comprometió a entregar a la parroquia de Santiago la cuarta parte del dinero recaudado en las peticiones de limosnas públicas para convertirlas en misas a celebrar en su templo. Otros capítulos puntualizan determinados detalles secundarios14. Por último, aunque a mediados del XVIII la cofradía de la Pasión se ocupaba especialmente de la asistencia a los sentenciados a muerte, no se olvidaron que tradicionalmente se había encargado de enterrar los cadáveres que se encontraran en el término de la ciudad y sus arrabales, así como los ahogados de identidad desconocida (y por ello sin parroquia). La concordia indica que sus cuerpos se seguirían trayendo a la plaza mayor y se continuarían enterrando en el templo de Santiago, asistiendo su cura gratuitamente “como de pobres de misericordia”. Si la cofradía quisiere costear el

Una vez revalidados sus derechos, D. José Ventura concedió el permiso para que los 11. APFV, carp. 38, docs. 11 y 12.

12. APFV, carp. 38, doc. 10. El acuerdo fue firmado en nombre de la iglesia por su párroco, que seguía siendo el Doctor D. José Ventura Escobedo, Catedrático jubilado de Prima en Sagrada Teología de la Universidad de Valladolid. 13. M ás adelante, el Síndico de San Francisco señaló que la comunidad debía asistir con su cruz y preste“hasta la esquina de la pared de la puerta que da a la plaza may or”, como había hecho en marzo de 1754 con el cadáver de Agustín Recio, del que Ventura Pérez dice que fue ajusticiado por ladrón asaltante de caminos. 14. Por ejemplo, si la cofradía quería que asistiera algún otro sacerdote al entierro con sobrepelliz, deber ía pagar dos reales a cada uno, m ás otros dos al sacristán que portaba la cruz de Santiago. Además, la penitencial estaba obligada a pagar 33 reales al párroco en concepto de asistencia y limosna de una misa y vigilia “que se ha de celebrar con ministros por el alma de cada ajusticiado”.

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Acerca de nuestra historia: Sobre la capilla de Ntra. Sra. de la Pasión y el cementerio de los ajusticiados del convento de San Francisco de Valladolid

Vista del convento de San Francisco en el plano de Ventura Seco (1738) (tomado de Mª. A. Fernández del Hoyo, Patrimonio perdido. Conventos desaparecidos de Valladolid, Valladolid, 1998). Se señala el espacio que ocuparía la capilla de los Descuartizados y posteriormente también la capilla de Nª. Sª. de la Pasión y el cementerio de ajusticiados

puntualización, quedaba clara la “especialización” de la cofradía en los ajusticiados, ya que por entonces era menos frecuente la asistencia a los otros casos.

entierro y hacerlo en el convento de San Francisco, debería pagar a la de Santiago treinta y tres reales por su asistencia y por una misa con ministros. El resto de los capítulos acordados afectaban directamente a la relación entre la cofradía de la Pasión y el convento de San Francisco. En ellos se establecía que el espacio destinado a la nueva capilla y entierro había sido cedido por los frailes voluntaria y gratuitamente, y que los religiosos se reservaron el derecho de propiedad “por el tiempo de la voluntad del síndico y comunidad”.

Una vez más podemos comprobar cómo el sistema jerárquico imperante en la sociedad del Antiguo Régimen llegaba a traspasar las fronteras de la muerte. En las concordias se hizo especial hincapié en que debía existir una diferenciación espacial entre la zona destinada a albergar los cuerpos dados a garrote y aquella otra donde se enterrasen los muertos ahorcados, al ser éste un suplicio que se consideraba mucho más indecoroso e infame. Según Ventura Pérez, el ámbito de la nueva capilla de Nuestra Señora de la Pasión se utilizó para el entierro de los nobles y de los dados a garrote, mientras que el resto de ejecutados no descuartizados se alojaron en

Mientras que en los acuerdos de 1752 se había estipulado que sólo se podría enterrar en el nuevo ámbito de San Francisco a los ajusticiados en horca o en garrote, en el de 1754 se admitieron también los cuerpos de los ahogados y de los muertos desconocidos. A pesar de la 34


Acerca de nuestra historia: Sobre la capilla de Ntra. Sra. de la Pasión y el cementerio de los ajusticiados del convento de San Francisco de Valladolid

puntillosidad hacia los aspectos económicos y especialmente contra cualquier tipo de fraude, algo que no se evidencia tanto en el documento firmado dos años antes entre el convento y la cofradía. Esta desconfianza seguramente es la consecuencia de alguna mala experiencia anterior. Yendo más allá, se añadió que a la hora de hacer efectivo el pago de la cuarta parte de las limosnas a la parroquia de Santiago y de la otra cuarta parte que le correspondía al convento de San Francisco17 se debía dar “certificación del escribano de fechos de la cofradía de la cantidad que importase dicha cuarta parte para que no quede duda de si se ha sacado más o menos” y “que no la toca más”.

el cementerio intermedio15. Por supuesto, los descuartizados se siguieron sepultando en la antigua capilla dispuesta al otro extremo. Buena parte de los acuerdos entre la cofradía y el convento de San Francisco se refieren a la celebración de los oficios por los ajusticiados. La comunidad franciscana se comprometió a hacer los enterramientos y los sufragios en la misma manera que lo habían practicado hasta entonces con los descuartizados. Por cada oficio que se hiciese por ellos, la penitencial debía pagar 33 reales (lo correspondiente a un oficio semidoble), corriendo por cuenta de la misma el gasto de vino, hostias y cera que se consumían en las misas que se celebraban en las dos capillas (Nª. Sª. de la Pasión y Descuartizados)16.

Por último, la cofradía de la Pasión, el convento de San Francisco y la parroquia de Santiago señalaron que en el caso de surgir en el futuro alguna disensión entre ellos quedaba designado Don Nicolás Blasco de Orozco y quien le sucediese en el cargo de Juez Protector de los Pobres de la Real Cárcel “como juez privativo (…) para que este decida y aclare la duda”.

La Pasión se encargó de mantener las capillas siempre reparadas y decentes, con sus aras, sábanas y frontales. Para ello se la permitió poner un cepo limosnero permanente en el convento, junto al cementerio, y se dio permiso para que cada año dos mayordomos (o en su caso dos diputados) pidieran por su patio en los días de fiesta o de grandes celebraciones “para que por este medio no se pierda la debozion y se pueda dezir alguna misa”.

El desarrollo posterior de este espacio funerario se escapa de los límites de este trabajo. A comienzos del siglo XIX, coincidiendo con el aumento significativo de las ejecuciones y con la aplicación de una política de sanidad pública, surgieron los primeros intentos de trasladar aquel cementerio de ajusticiados, comenzando “el largo peregrinaje de la cofradía con sus muertos”18 que concluyó con la apertura del Cementerio General de Valladolid (1833).

Estas limosnas se sumaban a las que la cofradía recaudaba por las calles, que también quedan reguladas en la concordia: el día que hubiese ejecución, la penitencial debía disponer cuatro cuadrillas compuestas por cuatro personas cada una. Sus miembros serían los “hombres de la mayor distinción que tiene la cofradía”, sus alcaldes y diputados, llegando a anotarse en el interlineado “y en cada una un sacerdote”, para que “por este medio no se disipe la limosna”. En este acuerdo a tres bandas de 1754 aparece una especial

Ramón Pérez de Castro DEPARTAMENTO DE HISTORIA DEL ARTE UNIVERSIDAD DE VALLADOLID

15. P ÉREZ, V., op. cit., p. 288. El primer dado al garrote que se enterró en el nuevo espacio funerario de San Francisco fue un carpintero en 1757, ejecutado por la muerte de una mujer y “fue el que estrenó la nueva capilla que se hizo en el patio de San Francisco para enterrar a los nobles ajusticiados” (Ídem, p. 310-311). 16. En 1752 el convento dej ó claro que no se permitir ía a ning ún clérigo celebrar misa en las dos capillas que la cofrad ía mantendría en el convento “salvo que fuese persona de distinción como prevendados de la catedral o catedrales de esta ciudad ofuera de ella”. Este capítulo se reformó en el convenio de 1754, pudiendo a partir de entonces celebrar cualquier sacerdote, dando recado previamente y pagando la cofradía el importe de la oblata. 17. En el acuerdo de 1752 la Pasión se obligó a dar la mitad del importe total de las limosnas al convento d e San Francisco para decir las misas que cupieran en ambas capillas. Sin embargo en el de 1754, al incluir a la parroquia de Santiago, se estipuló que fuese una cuarta parte para cada una. En el caso del cenobio franciscano, las misas se realizaban a tres reales cada una. 18. Al respecto ver AMIGO VÁZQUEZ, L., “La labor…”, p. 45. También, Archivo de la Real Chancillería (ARCHVa), causas secretas, caja 34, nº 10.

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A

La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)

U

n apartado especialmente importante en el patrimonio de la Pasión fueron sus retablos y pinturas, de las

que algunas notables han llegado a nuestros días, no así de sus retablos de los que no queda ningún resto.

Retablos En el primer tercio del s.XVII tenemos noticia de un retablo colateral a la entrada de la Sacristía. Concretamente se trata del concertado en 1629 por el escultor Juan de Carrión, discípulo de los Velázquez, familia conocida de ensambladores como Cristóbal y Francisco, colaboradores ambos de Francisco del Rincón y Gregorio Fernández. El documento señala que el retablo a realizar se ubicaba “en el hospital de la dha cofradía donde está un Cristo a la entrada de la Sacristía” (se refiere a la antigua sacristía ubicada en la actual escalera, no a la posterior, del s.XVIII). Suponemos que pudiera ser éste el Cristo del Calvario o Cristo vivo o de la Agonía, de gran veneración en la Cofradía, pues el otro existente en el templo era el Nazareno (ahora en el Carmen Extramuros) y el Cristo de las Cinco Llagas se encontraba por entonces en el Humilladero del Puente Mayor. Debía ser un retablo para decir misa con cierta frecuencia pues es estipula en las condiciones que llevara en la predela un cuadro de gallones y piedras con las palabras de la consagración: “Accipite… Hoc est enim corpus meum…” y una caja u hornacina cuadrada de casetones para albergar al Cristo, flanqueado por sendas pilastras y columnas de orden corintio con su entablamento y friso corrido y un frontón partido de remate o frontispicio. Todo debía estar conforme a las reglas de la buena arquitectura del Vignola3. Lo que nos indica la importancia que se daba a las proporciones clásicas propuestas en los tratados como el del arquitecto romano.

En cuanto a los retablos que debió tener, según Martín González, existió un primer retablo -suponemos de estilo renacentista- que estaba dedicado a la degollación de San Juan Bautista, pues la titularidad del templo así lo manifestaba, y que ocuparía el primitivo testero de la iglesia del s.XVI. La talla actual conservada es obra del último tercio del s.XVI, cuerpo sin cabeza, ésta en un plato o bandeja, atribuida a Andrés de Rada1. Este motivo, del martirio del santo profeta, se repetirá en sendos relieves, uno de ellos de la segunda mitad del s.XVII y conservado en la Cofradía. La talla del santo degollado fue paso procesional durante el s.XVI y XVII con motivo de las fiestas del patrono de la Cofradía. Se tiene constancia al menos desde 1579. Es con motivo de éstas en las que la Cofradía organice toros como consta en 1659 y 1737. En esta última ocasión la Cofradía solicitará la cesión de la portada y balcón de una casa sita en la Plaza Mayor propiedad del Hospital de Esgueva, para celebrar toros en la fiesta de San Juan Bautista2. Junto al retablo de San Juan o inserto en éste en un cuerpo superior debió existir lugar para la imagen de Ntra. Sra. de la Pasión, del s.XVI. ésta presidirá definitivamente el retablo mayor de la iglesia en el s.XVII y XVIII, como conocemos por un grabado realizado en 1772 por Diego Pérez, y en el que aparece la Virgen con Cristo muerto en su regazo a manera de piedad, de rica y ornamentada talla. 1. Parrado del Olmo, J.M., Esculturas del s.XVI de la Cofradía… ; p.20. 2. AMVa. C.347,37; AMVa. C.1-24.

3. AHPVa. Protocolo nº1956, f.25; Gar cía Chico, E., Documentos para el estudio del Arte en Castilla. T.II. Escultores. Valladolid, 1941; pp.273-274.

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Acerca de nuestra historia: La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)

dada, con adornos de hoja de parra, racimos y pajaritos que piquen en ellos… con sus capiteles compuestos y bien tallados…; los pedestales con sus bichas… y en las entrecalles de las pilastras festones de frutas…; con un arco de artesones cada uno con su florón… y en la clave del arco una cartela con su serafín… y “además de lo contenido en la traça se a de hacer una peana muy airosa que sirva de andas para la Virgen con cuatro ángeles muy airosos que la tengan en hombros… y la planta a de ser ochavada…que an de estar en su plinto”5. Recientemente se ha hecho una reconstrucción del mismo por parte de Blanca García Vega, gracias a un grabado francés del s.XVII.

El retablo mayor se concierta en 1657, dando trazas Cristóbal Ruiz de Andino, y actuando como escultores Alonso de Villota y Francisco Díaz de Tudanca, además de Antonio de Villota, éste como ensamblador. Al parecer, este Villota o Bellota, según la documentación, fue el primero en Valladolid, que utilizó la columna salomónica, al copiar la traza de Pedro de la Torre para la iglesia madrileña del Buen Suceso. El pago del retablo se estipulaba en 1400 reales4. En el contrato publicado por Garcia Chico se especifican las condiciones del retablo de nuestra señora de la Pasión en el sitio de su altar mayor: “a de llevar seis columnas salomónicas” conforme a la traza

Fig. 1 a, b, c y d. Ubicación de pinturas de la vida de S. Juan Bautista y vida de la Virgen en el templo de la Pasión. Ntra. Sra. de la Pasión en un documento de 1675. Grabado de Ntra. Sra. de la Pasión por Diego Pérez en 1772. Altar en ruinas de Ntra. Sra. de la Pasión. 4. Urrea, J., Guía Artística…; pp.112-114. 5. AHPVa. Protocolo nº 2297, f.65; Gar cía Chico, E., Idem…op.cit.; pp.300-301.

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Acerca de nuestra historia: La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)

Pinturas Degollación del Bautista y Salomé presentando la cabeza del Bautista.

Por último, entre otras muchas obras que se podrían reseñar destaca la composición de imágenes y pinturas de la antigua iglesia de la Pasión y su ubicación a fines del s.XIX y primer tercio del s.XX según la reconstrucción hecha por Luis Luna y lo recordado por Agapito y Revilla y C. Alvarez Terán. En particular la situación del conjunto de lienzos de la vida del Bautista y de la vida de la Virgen, todos con marco de gallones del s.XVII, y también de algunas tallas ya comentadas y otras pinturas6. Los primeros ocupaban las paredes de la nave siguiendo un orden iconográfico mientras que los segundos se situaban encima, en los lunetos, en total cinco a cada lado. Así en el lado del Evangelio, desde los pies hacia la cabecera, tendríamos: El ángel se aparece a Zacarías, Nacimiento del Bautista, talla del Cristo de la Agonía en su altar y retablo; San Juan Niño (sobre la puerta de acceso a las dependencias de la Cofradía dada su forma en U invertida con marco de gallones) y el Bautismo de Jesús. Enfrente en el lado de la Epístola siguiendo la cronología de su vida en sentido contrario desde el altar a los pies: Predicación de San Juan Bautista, San Juan en prisión, talla de Jesús Nazareno, de vestir, en su hornacina y altar;

La colección de los ocho lienzos de gran formato, realizados hacia 1675, y que representan su vida y muerte (actualmente depositados en la iglesia parroquial de San Juan Bautista) son obra de diferentes pintores vallisoletanos como: - Diego Díaz Ferreras: El ángel se aparece a Zacarías y San Juan Niño (el primero quizás el de más bella factura de los ocho); - Agustín Bara: Nacimiento del Bautista, Predicación de S. Juan Bautista y el Bautismo de Jesús; - y Amaro Alonso: Degollación del Bautista y Salomé presentando la cabeza del Bautista. Posiblemente le pertenezca a éste último artista el San Juan en prisión. La conservación de la mayoría de los lienzos es deplorable y necesitarían una pronta restauración. Uno de ellos se situaba sobre la puerta de ahí que falte en el centro del cuadro su tercio inferior.

El ángel y Zacarías. El abrazo en la puerta dorada de Joaquín y Ana. Pinturas de Díaz Ferreras, s.XVII. 6. Luna, L., Notas sobre la iglesia de la Pasi ón. Boletín Informativo Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasi ón de Cristo, nº9, dic.1995; pp.8-10; Mart ín González, J.J.; Plaza, J. de la, Monumentos religiosos de la ciudad de V alladolid. Catálogo Monumental de la Provincia de V alladolid. T.XIV, 1. Valladolid, 1985; p.75; lám.LXXVIII y LXXIX.

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Nacimiento del Bautista de Agustín Bara. La dedicación de la Virgen en el templo de Díaz Ferreras, s.XVII.

San Juan Bautista Niño. Los desposorios de María y José. Pinturas de Díaz Ferreras, s.XVII.

Predicación de San Juan Bautista de Agustín Bara. La Anunciación de Díaz Ferreras, s.XVII.

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Bautismo de Jesús de Agustín Bara. La Visitación de Díaz Ferreras, s.XVII.

Prisión de San Juan de Amaro Alonso. La Presentación en el templo (las candelas) de Díaz Ferreras, s.XVII.

Degollación del Bautista de Amaro Alonso. La Dormición de la Virgen de Díaz Ferreras, s.XVII.

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Salomé presentando la cabeza del Bautista de Amaro Alonso, s.XVII. Relieve con la degollación del Bautista.

yesería que han desaparecido. Aún se mantienen las puntas de anclaje de las que colgaban. En la Sacristía se citan otros tres cuadros que representaban a la Soledad, Cristo en el sepulcro, y el Bautismo de Cristo, actualmente en paradero desconocido. No sabemos si se debe a un error de transcripción y debería decir Juan el Bautista, pues existe un lienzo de San Juan Bautista del s.XVII, en el Santuario Nacional del Sagrado Corazón, y de procedencia desconocida. Lo mismo ocurre con un Descendimiento de Cristo de factura manierista del s.XVI de Jerónimo Vázquez y algún otro. Hay que tener en cuenta que hasta la reciente devolución de la imagen de Ntra. Sra. de la Pasión, ésta se ubicaba en un retablo del Santuario.

Los lienzos menores de la vida de la Virgen llevaban similar cronología y disposición (ocho en total, uno desaparecido, y actualmente en la clausura del monasterio de San Quirce y Santa Julita). Atribuidos a Díaz Ferreras entre otras manos posibles representan: El abrazo en la puerta dorada (el mejor sin duda de toda la serie), la dedicación de la Virgen en el templo, la Anunciación, la Visitación, los desposorios de María y José, la presentación del Niño Jesús (las candelas) y la muerte de la Virgen. El que falta debería ser la Natividad de la Virgen, pero además existen dos lunetos sobre las hornacinas de los Cristos que quedan vacíos, lo que nos hace aventurar que existían otros dos cuadros posibles: el Nacimiento de Jesús y la Adoración de los Magos.

Finalmente en la Sala de Cabildos colgaban dos lienzos de los dos patronos de la Cofradía: la Virgen de la Pasión y la Degollación del Bautista.

Además los lunetos a ambos lados del crucero llevaban sendos cuadros con marcos de

La iglesia de la Pasión en 1928: su declaración como monumento histórico-artístico Según Agapito y Revilla el edificio mereció ser clasificado como monumento arquitectónico histórico-artístico por Real orden de 10 de marzo de 1928, y según sus propias palabras:

“cabiéndome la suerte de ser el primero en informar al respecto sobre su declaración como miembro de la Comisión de Monumentos de la provincia”7.

7. Agapito y Revilla, Las Calles de Valladolid (1937)…; p.329.

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templo hace algunos años y se inició su ruina. No pudiendo conservarlo trata de demolerlo para enajenar el solar y salvarse y permanecer como hermandad aún a costa de ésta su obra mejor”. Esta opinión parece que no se corresponde con la realidad pues la cofradía insistió al prelado de la diócesis, monseñor Cos y luego Gandásegui, de que se arreglara el templo para el culto en varias ocasiones y especialmente en torno a la Semana Santa, desoyendo éstos la petición de la Cofradía. Así reafirma nuestro interlocutor que “la autoridad eclesiástica, ante el peligro de hundimiento, repartió entre otros lugares religiosos cuadros y esculturas y con elementos de aquellos magníficos retablos, se han compuesto otros monstruosos, y todo desaparecerá si no acude el Estado a protegerlo”9. No sabemos si en las parroquias de San Lorenzo y Santiago, próximas al templo de la Pasión, se recibieron bienes de la Cofradía, pero sí es cierto que llegó la lotería a parroquias como San Juan Bautista, el Carmen Extramuros, y San Esteban, luego Santuario Nacional de la Gran Promesa, y finalmente al monasterio de San Quirce. Otros se llevaron directamente al Museo Provincial de Bellas Artes (por obra de Agapito y Revilla) luego Nacional de Escultura en los años 40.

La verdad, es que el ponente encargado de incoar tal resolución al Dr. General de Bellas Artes, fue D. Modesto López Otero, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a propuesta de la Comisión de Monumentos como refiere el Boletín de la Comisión de Monumentos Histórico-Artísticos de la Provincia de Valladolid de 19288. En el informe de declaración, de 4 de abril de 1927, se expone equivocadamente que la iglesia penitencial de la Pasión, comenzó a edificarse en 1667 encargándose al arquitecto Felipe Berrojo (como seguidor de Alonso Cano y Sebastián Herrera). A continuación describe el templo: “con pequeña planta rectangular y alargada, una nave para el culto, de escasa altura, y sobre ésta, una sala para el capítulo de la Cofradía y otro espacio al fondo, abarcando las dos alturas y cubierto con cúpula, que cobija el altar mayor”. Comenta además, que “la disposición es ya, por sí sola, interesante, y el conjunto del interior debería ofrecer, si no magnificencia, cierta ostentación, por sus retablos y esculturas -alguna del mismo Gregorio Fernández- y por su rica decoración” en bóvedas y cúpula. A continuación López Otero nos da la clave de lo sucedido con el templo: “la cofradía perdió su prestigio y sus recursos; abandonó el

Se iniciaba así un incierto y poco conocido episodio del intento primero de demolición

8. L ópez Otero, M., “Informe acerca de declaración de Monumento arquitectónico-artístico a favor de la Iglesia de la Pasión, de Valladolid”. Boletín de la Real Academia de Bellas de San Fernando, Madrid, 30 sept. 1927. En AHPVa. S.H. Comisión de Monumentos. V. además: Anónimo, “La Iglesia de la Pasión de Valladolid, monumento histórico-artístico”. Boletín de la Comisión de Monumentos Histórico-Artísticos de la Provincia de Valladolid, nº 7, 1928, p. 5-8. En AHPVa. S.H. Comisión de Monumentos. Posiblemente este informe sea del propio Agapito y Revilla. 9. L ópez Otero, “Informe acerca de declaración de Monumento… de la Iglesia de la Pasión…” op.cit.

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de progreso, como demuestran los estudios de Virgili10, a instancias del ilustrado Miguel Iscar (que en esto no se merece un homenaje) y sus sucesores. Este plan ha continuado hasta fechas recientes: desde la República con García Quintana hasta en época franquista con la reedición del plan Cort y la creación de la calle Felipe II, que para más Inri, estaba destinada a destruir una iglesia de cofradía que se creó con la aprobación del rey en 1582.

del templo, y de venta después, apropiándose equívocamente, de la titularidad de los bienes de la Cofradía, la curia diocesana, pleito que ha llegado hasta nuestros días, al descubrirse las oscuras razones de desprotección de una de las cofradías más antiguas de la ciudad. Por esos años se había intentado similar estrategia con la Vera Cruz -tanto odio la tienen-, con su venta y demolición, porque estorbaba a los planes municipales desamortizadores so capa

Fig. 2 a y b. Solar con el derribo de la iglesia y casas colindantes, la calle Pasión se sitúa a la derecha (vista aérea de 1956). La fachada al parecer continúa en la casa anexa con patio. Foto de la portada vallada h. 1926.

Finaliza el señor López Otero: “la iglesia de la Pasión debe subsistir íntegramente, aunque la fachada es trozo artísticamente superior al resto, el conjunto mutilado perdería todo interés. Además, de enajenar el solar, no se encontraría su utilización permaneciendo en pie la fachada, de costosa consolidación, precisamente por su propio aislamiento”. Por tanto, y esto le honra al autor del escrito de declaración: “debe conservarse y restaurarse el templo totalmente, reintegrándose los retablos y esculturas en todo lo posible para

conservar su ambiente y carácter”11. Por lo tanto, procede, a juicio de esta Real Academia, de acuerdo con el informe de la Comisión de Monumentos de Valladolid, la declaración de monumento arquitectónico-artístico a favor de la iglesia de la Pasión de Valladolid, con arreglo a la ley de 9 de agosto de 1926. “lo merece su singularidad dentro del estilo, su originalidad de disposición, su calidad de obra personal, su carácter de acentuadísimo modelo barroco y aun su valor afectivo para nosotros los artistas,

10. Virgili Blanquet, MªA., Arquitectura y urbanismo de Valladolid, 1870-1936. Ayuntamiento de Valladolid, 1979; p. 11. Idem., “Informe acerca de declaración de Monumento…” op.cit.

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cuyos antepasados vallisoletanos fundaron tan bella iglesia que debe salvarse”. La declaración se completa con la publicación de una Real Orden en la Gaceta de Madrid, el 16 de marzo de 1928, en donde se da noticia de manera oficial de algo que aún no había sucedido, ni podía suceder, y por tanto era falso, la adscripción de pertenencia de la iglesia a la Diócesis, y no a la propietaria real: la Cofradía penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, lo que tendría sus consecuencias años más tarde.

de Monumentos de dicha ciudad informó… aplicándose a tal efecto los artículos 11 y 12 del Real decreto ley de 9 de agosto de 1926… y resultando que la Junta de Conservación de la riqueza artística nacional, en cumplimiento del art.19 del citado Real decreto… acordó proponer a la superioridad la pretendida declaración… S.M. el Rey ha tenido a bien declarar Monumento arquitectónico-artístico, adscrito al Tesoro Artístico nacional, la Iglesia de la Pasión de Valladolid, la que debe conservarse y restaurarse, reintegrándola los retablos y esculturas que de ella se han sacado, quedando la referida iglesia desde el momento de esta declaración, bajo la tutela del Estado como tal Monumento y la inmediata inspección y vigilancia de la Comisión de Monumentos de Valladolid…” Madrid, 10 de marzo de 192812.

Dice así: “Incoado expediente sobre declaración de Monumento… resultando que la Real Academia de San Fernando manifestó a este Ministerio que interesaba la conservación de la ruinosa iglesia de la Pasión, propiedad de la Diócesis, y sobre todo de su fachada, notable ejemplar barroco: resultando que la Comisión

Fig. 3 a y b. Sacristía y nave principal del templo de la Pasión transformadas en salas del Museo de Pintura (1968).

Un comentario merece todo esto que hemos reseñado: Aquí subyace la mentalidad típica decimonónica e ilustrada de que el Estado sea el garante del patrimonio. En unos casos es cierto, es valedor de la cultura propia, en otros se inmiscuye en lo privado, o ambas cosas a la vez, y más si pertenece el bien objeto de reintegración a la Iglesia, con más razón, aunque quizá no era en realidad en esa época tanto esto como garantizar que pasase al ámbito desacralizado de los museos, en donde

se congela la historia como en una probeta para su estudio científico y su disección analítica (la disección es muerte dirá Gaudí hablando del arte), desgajado así de su contexto original (que es vida) y por tanto de su explicación histórica más plena, y siempre con la disculpa de que no se sostiene en el lugar de origen se acaba con la función de “pietas” religiosa de una colectividad. Los museos siempre serán un sucedáneo, nada más, nunca la suplantación de la vida que fluye por la historia de cada

12. Idem., “Informe acerca de declaración de Monumento…” op.cit.

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Muñoz en 1991 (la fachada) y Salvador Polo y Gabriel Gallegos en 1994 (su interior)13.

obra de arte en su momento y lugar histórico. Por eso cuando se encuentra “un conjunto intacto” a pesar del paso del tiempo, es una dicha para la investigación y el conocimiento, por el hallazgo que supone, pues no se puede explicar con palabras, caso del conjunto de iglesia-oratorio de San Felipe Neri, que cumple también e intrínsecamente unido al patrimonio una función social y religiosa fundamental. Es de reconocer como la Iglesia como institución, en comparación con los bienes de propiedad civil, es la que mejor ha conservado el legado de la Historia a través de su patrimonio, muchas veces intacto –hasta tiempos recientes- en su lugar y para su función. Las cofradías penitenciales con su rico patrimonio han tenido en ello una participación esencial y definitiva para entender la Semana Santa de Valladolid. ¿Qué sería de ésta sin el patrimonio que atesoran cofradías como las Vera Cruz, las Angustias, la Pasión o Jesús Nazareno? Piensen por un momento, no existiría como Bien de Interés Cultural, y aunque bien lo merece aún no ha sido declarada –¿esperan a que se congele en un Museo?- ni existiría como de Interés Turístico Internacional, ni como negocio para el turismo, el municipio y la hostelería… ¿A qué se espera desde la Dirección General de Patrimonio para promoverlo como Patrimonio de la Humanidad?

No acertamos a saber la causa del mutismo sobre el templo de la Pasión durante años en los catálogos monumentales pues ni Martín González ni Urrea, tanto en el Inventario Histórico-Artístico (1973) como en el Catálogo Monumental de la Provincia (1985) lo mencionan, posiblemente por pertenecer en cesión entonces al Museo de Escultura de San Gregorio, que curiosamente tampoco se menciona. En el Inventario sólo se le nombra entre los edificios civiles ¿cómo es posible?. ¿No estaba clara su propiedad y era improcedente hablar de ello o existía un mal presagio para anteriores poseedores esperando a que pasase pronto a propiedad municipal? El caso es que de forma sesgada se hace referencia al templo, primero en la Arquitectura barroca vallisoletana (1977) de Martín González con la publicación de la planta y alzado antes de su restauración (sobre lo publicado por Alvarez Terán en el BSAA), y mucho más tarde por J. Urrea en la Guía Artística de Valladolid (1991) donde hace una descripción de su historia y del Museo de Pintura allí instalado. Hay que llegar a nuestra época cuando se describe en el Catálogo Monumental de Castilla y León (1995) y en la Guía de Arquitectura de Valladolid (1996).

Y termino, el templo penitencial de la Pasión es un ejemplo de lo que venimos diciendo: tras su ruina y abandono pasó indebidamente a la Diócesis vallisoletana, convirtiéndose en 1968 en Museo de Pintura, tras su cesión al Museo Nacional de Escultura Policromada que tuvo aquí su Sección de Pintura. La restauración se hizo a cargo de Arenillas, arquitecto que intervenía a la vez por esos años en las obras de la Catedral. Al pasar por compra al Ayuntamiento éste lo convierte en Sala de Exposiciones. La restauración de su fachada y de su interior se hace esta vez por los arquitectos Fernández

En definitiva, la Cofradía de la Pasión ha poseído un rico patrimonio desde su templo penitencial a los pasos procesionales, además de tallas, retablos y pinturas de gran valor, que por causas de todos conocidas y la incuria del tiempo terminaron por perderse en todo o en parte. Por fortuna, se han recuperado obras que son ahora emblema y orgullo de la cofradía en sus actos y desfiles procesionales como Ntra. Sra. de la Pasión, el Cristo de los Arrepentidos (de las Cinco Llagas) o el Cristo del Perdón que siguen teniendo cobijo en esta iglesia

13. Rivera, J., “Iglesia de la Pasi ón”. En Arnuncio, J.C., Guía de Arquitectura de V alladolid… op.cit.; p.102. Idem., Catálogo Monumental de Castilla y Le ón, T.II. Salamanca, 1995. V éase tb. García de Wattemberg, E., Museo de Pintura. Valladolid. Valladolid, 1969. Urrea, J., Guía Artística de Valladolid, Valladolid, 1991; pp.112-114.

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Acerca de nuestra historia: La iglesia de la Pasión y su patrimonio (3ª parte)

monasterio de San Quirce y Santa Julita. Pero en la actualidad la Cofradía, con motivo de la doble conmemoración: 470 y 350 aniversario, no puede sentirse ya satisfecha con lo logrado, es preciso idear y conseguir algo más en el futuro: llevar a cabo la muestra y exposición de todos aquellos bienes de la Cofradía en

su antigua sede de la calle Pasión, con ello se cumpliría un sueño y un deber de justicia. © Alejandro Rebollo Matías DOCTOR EN HISTORIA DEL ARTE

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A

Nuestra historia en crónicas y documentos

E

Más adelante se reproduce el texto de un documento conservado en el Archivo Histórico Provincial de Valladolid, del que tuvimos noticia por la cita y la transcripción parcial que ofrece Anastasio Rojo Vega en su Fiestas y comedias en Valladolid. Siglos XVI-XVII (Valladolid, Ayuntamiento de Valladolid, 1999, p. 169). Nos referimos al contrato asentado en 1598 para el “arreglo del paso de la cruz a cuestas”, es decir, el precedente del grupo homónimo que Gregorio Fernández hizo para esta penitencial en 1614.

n el presente número recordaremos algunos de los párrafos que un conocido historiador del Valladolid dieciochesco, Manuel Canesi Acevedo, dedica a nuestra hermandad en su famosa Historia de Valladolid, escrita al mediar aquella centuria. Concretamente se trata en ellos de las reformas llevadas a cabo en nuestro templo en el siglo XVII, de la devoción que cofradía y ciudad tenían a María Santísima de la Pasión y de las celebraciones que rodearon la colocación del Santísimo Sacramento en nuestra penitencial en 1707.

De la fundación de la ermita y cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo sagradas fiestas, con una solemnísima procesión y riquísimos altares, fuegos, toros, cañas, sortija, danzas y otras invenciones de gran primor, gusto y recreación.

(…) y en esta inteligencia pasaré a tratar lo demás que pertenece a esta ermita y cofradía, y es que muchos años celebró sus cabildos en el convento de la Santísima Trinidad de religiosos calzados, de donde salía su procesión de la Semana Santa, siendo su grande bienhechor D. Gregorio Gabilanes, relator de la Chancillería, que, con su favor, al ver que esta ermita por muchos años estuvo en una estrechez muy limitada se esforzó esta cofradía a comprar una casas inmediatas a ella por los años de 1652 y la [sic] dio mucho más fondo, reedificándola desde sus primeros cimientos y adornándola con una preciosa portada, y en su piedras grabadas sus armas, y puso retablo nuevo, dedicando tan magnífica obra a la degollación del precursor de Cristo, S. Juan Bautista, y en su día se gana indulgencia plenaria en esta casa, y toda su vida misteriosa y sin ejemplar está repartida por la iglesia (que está toda pintada con varias molduras y labores y en ellas compartidos todos los misterios y atributos de Cristo) en cuadros grandes con marcos dorados, de mano de diestros como fueron Agustín Vara y Amaro, celebérrimos en este arte, el más noble de los mecánicos, y todas estas admirables obras se concluyeron el año de 1671, en que hubo muchas

En medio del retablo dorado de este templo está la imagen de María Santísima con el título de la Pasión, dádiva de Diego Sánchez Pintado, uno de los más celosos diputados de la cofradía; la materia de que fue formada esta celestial Señora ningún artífice lo ha podido distinguir. Toda la ciudad tiene con esta Madre amorosa especial devoción, así por sus continuados milagros, como por su hermosa hechura, y al parecer está sentada y con su hijo amado en el regazo, ya difunto como en esta estampa se ve; ríndela [sic] repetidos cultos esta cofradía, que se celebran con salves muy solemnes iluminada toda la iglesia los cuatro días desde el sábado de Pascua de Resurrección, y en otros que los devotos la [sic] ofrecen afectuosamente y en la Cuaresma, como las demás cofradías, tiene esta los miércoles sermón y miserere por la tarde con gran concurso. Con esta magnífica reverencia se ha portado esta cofradía hasta nuestra edad y, solícita de sus 47


Acerca de nuestra historia: Nuestra historia en crónicas y documentos

mayores aumentos, consiguió el año de 1707 se colocase el santísimo Sacramento en su iglesia; para que fuese ayuda de la parroquia de S. Lorenzo, y para su renovación algunos diputados fundaron una liberal perpetua memoria. Las fiestas fueron en el mes de agosto y de las mayores que se han visto en Valladolid. Formose la procesión sacando a su divina Majestad de la parroquia de S. Lorenzo y subiendo al convento de Sta. Ana, en que había un altar muy curioso y exquisitas colgaduras; pasó a la calle de Zúñiga y

la de Santiago; entró en la Plaza Mayor, que estaba toda ricamente colgada en sus 3 altos, uno de tapicerías, otro de damascos y otro de tafetanes; y la cofradía de la Cruz a la puerta de S. Francisco erigió un altar muy suntuoso, y la de las Angustias, otro al rincón de los roperos de nuevo; la de Jesús Nazareno, otro en el consistorio y en el Caballo de Troya, otro la de la Piedad. Ocupó la procesión toda la circunferencia de la Plaza y, entrando en la calle de la Pasión, tuvo su cofradía (que se compone de lo más lucido de los escribanos del

Nuestro Padre Jesús Flagelado. Procesión de Oración y Sacrificio 2010. Foto: Pedro J. Muñoz Rojo.

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Acerca de nuestra historia: Nuestra historia en crónicas y documentos

número, mercaderes y otras personas de oficios muy decentes) un altar en el frontis de su templo con preciosísimas pinturas; y se cerró el día, y los 3 siguientes, con generales regocijos, oradores famosos en su iglesia, fuegos y festejo de toros en que presidió el marqués del Arco, como decano de la Real chancillería, por estar la presidencia vaca, y aumentó el gozo la noticia que llegó por posta, la víspera de la procesión, de que ya

España tenía sucesor en su corona, que había 46 años que la [sic] faltaba… Tomado de Manuel Canesi Acevedo: Historia secular y eclesiástica de la muy noble y muy leal ciudad de Valladolid (1750). Ed. Grupo Pinciano, Caja España, Ayuntamiento de Valladolid, Consorcio IV Centenario Ciudad de Valladolid, Valladolid, 1996, tomo II, pp. 33-34.

Arreglo del paso de la cruz a cuestas (1598) que lo haga y acave a mi costa, y me obligo de pagar la demasía, costas o daños que en razón dello se siguieren y recrecieren. E yo, el dicho Juan Pérez, que presente estoy, en nombre de la dicha cofradía azeto esta escritura y se obligó en nombre de la dicha cofradía con sus vienes y rentas de dar y pagar al dicho Matheo Martínez, pintor, o a quien su poder hoviere por razón de la obra arriva declarada, haciéndola según y como está dicho, doze ducados en reales, pagaderos la mitad oy día de la fecha desta en librança que le a de dar sobre el depósito de la dicha cofradía, y los otros seis ducados luego como aya acavado la dicha obra y la aya dado y entregado acavada en toda perfeción, sin que falte cossa alguna. Y cada uno por lo que le toca se obliga con sus personas e bienes, y el dicho Juan Pérez los de la dicha cofradía havidos y por haver, y para su cunplimiento dieron poder a las justicias de su magestad destos sus reinos y señoríos, a cuya jurisdicción se sometieron… Y lo otorgaron ansí ante mí, el scrivano, siendo testigos Andrés Álvarez y Cristhoval de Cantavrana y Marcos de Trigueros, vezinos de Valladolid. Y los otorgantes, que yo el scrivano conozco, lo firmaron de sus nonbres.

En la ciudad de Valladolid, a catorze días del mes de hebrero de mill y quinientos y noventa y ocho años ante mí, el escrivano, e testigos paresçió pressente Matheo Martínez, pintor vezino de esta çiudad, y dixo que por quanto él se a conçertado con la cofradía y cofrades de la Sagrada Pasión de esta ciudad y con Juan Pérez, alcalde de la dicha cofradía en su nombre, de aderezar un paso que la dicha cofradía tiene para sus prozisiones, ques el de la crus a questas, por precio de doze ducados y para efeto de que lo cumpliré se me a pedido haga escritura de obligación. Por ende, cumpliendo con lo susodicho, por la presente me obligo con mi persona e bienes muebles y raízes, havidos y por haver, de que para el domingo de Lázaro primero venidero de este presente año y quaresma daré acavado, hecho y aderezado el dicho paso. El Christo y cruz que lleva a cuestas renovaré de todas las colores y aderezo que tenga nezesidad, y el Simón renovado y aderezado el rostro y manos y el vestido y morrión [ilegible] nuevo flamante, y la muger Verónica renovado el rostro y manos y un paño de ruan blanco con tres verónicas del rostro del Cristo, y un judío todo nuevo de rostro y manos y vestido, y las andas del dicho passo renovadas todas de negro al olio; y hechas las dichas figuras las tengo de poner asentadas en el dicho passo todo hello a mi costa por los dichos doze ducados, menos los tornillos y el paño en que an de yr las verónicas, que esto me lo a de dar la dicha cofradía, con lo qual me obligo de lo dar acavado el dicho día a contento de los alcaldes y mayordomos de la dicha cofradía y ofiziales que lo entiendan, so pena que la dicha cofradía pueda buscar una persona

Firmas rubricadas: Mateo Martínez Juan Pérez Josseph de Cantavrana Archivo Histórico Provincial de Valladolid, Protocolos, leg. 810, fol. 43. 49


R MEMORIA DE PROCESOS REALIZADOS DATOS DE LA OBRA: NOMBRE

Santísimo Cristo del Perdón

AUTOR

Bernardo del Rincón

CRONOLOGÍA

1656

MATERIAL

Talla de madera, tallada y policromada al óleo

DIMENSIONES

(165 x 100 x 118) cm.

E. CONSERVACIÓN

Malo

OBSERVACIONES

Última restauración en el año 1987

CONSIDERACIONES PREVIAS

L

a restauración del Cristo del Perdón, se realiza siguiendo los criterios de intervención, que se recogen en el artículo 39 de la Ley 6/1985 de Patrimonio Histórico Artístico y de desarrollo parcial de la misma contemplado en el Real Decreto 11/1986.

- Tanto el material como los productos utilizados cumplirán con los requisitos exigidos en materia de conservación y restauración dictados por organismos oficiales como ICOM y UNESCO. Todos los tratamientos y los productos utilizados serán de probada calidad y eficacia y de fácil reversibilidad, para evitar la posibilidad de alteración del agente introducido y hacer posible su reemplazo en un futuro por otro de mejor calidad.

- Acondicionamiento del entorno de trabajo siguiendo las medidas de seguridad exigidas. - Se darán prioridad a los tratamientos característicos de una intervención de conservación. Los tratamientos de conservación serán los estrictamente necesarios para la comprensión de la obra.

- Las limpiezas quedarán perfectamente documentadas y justificadas, procurando actuar de forma limitada, buscando la unidad de actuación y utilizando los disolventes menos agresivos para la obra.

- Los procesos realizados se basaran en el total respeto al original, evitando en todo momento cualquier tipo de agresión física, química o estética.

- Las reintegraciones estructurales y de soporte, buscarán la estabilidad de la obra. Los materiales que se utilicen se seleccionarán por su calidad y su afinidad a los materiales originales.

Cada una de las intervenciones, se justificarán en función del estado de conservación, características artísticas, devenir histórico, y uso religioso, en especial los tratamientos de reintegración. Respetando las huellas del tiempo, pátinas, deformaciones intencionadas originales, dimensiones originales, etc.

- Las reintegraciones cromáticas, se realizarán siempre y cuando sean perfectamente reconstruibles. 50


Restauración de nuestro patrimonio

Debido a su importancia histórica, las reintegraciones cromáticas se realizarán de forma reversible y discernible. En todo caso, toda reintegración será perfectamente documentada, devolviendo la unidad de contemplación perdida por las interferencias que provocan las lagunas, en las zonas que esto es posible.

TRABAJOS PREVIOS REALIZADOS Proceso de restauración del Santísimo Cristo del Perdón. Cara y hombros antes de la intervención.

* Acondicionamiento del taller: Preparamos nuestro taller para recibir la imagen, asegurando un ambiente seguro, con buena luz y ventilación adecuada. * Control de las condiciones ambientales con termo-higrómetros: Es importante realizar las mediciones oportunas de humedad ambiental, para controlar que no haya cambios bruscos de temperatura, ni humedades que pudieran deteriorar más el estado actual de la escultura. * Revisión y estudio fotográfico del estado de la escultura: Realizamos un estudio exhaustivo de la pieza, analizando cuidadosamente los diferentes estratos que la componen: Soporte de madera, estuco preparatorio para recibir el color, la

Proceso de restauración del Santísimo Cristo del Perdón. Cara y hombros después de la intervención.

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Restauración de nuestro patrimonio

policromía y por último la capa de barniz. Todo el estudio va acompañado de fotografías y gráficos. * Tratamiento preventivo de desinsectación: Tratamiento contra los ataques biológicos mediante el aislamiento de la pieza y emanación de gases. Se ha realizado de modo preventivo para evitar futuros ataques, ya que no hay marcas evidentes de un ataque activo.

PROCESOS DE RESTAURACIÓN REALIZADOS Después de estudiar detenidamente la imagen a través de fuentes documentales y fotográficas, y analizar aquellos aspectos relativos a la composición material del objeto, se han realizado los ensayos prácticos destinados a elaborar una metodología que nos permita acometer las labores de conservación restauración en las condiciones más ventajosas, tanto para la salud de la obra como para los técnicos que han intervenido en ella, la fase practica se ha desarrollado de acuerdo al siguiente programa de trabajo:

Proceso de restauración del Santísimo Cristo del Perdón. Piernas antes de la intervención.

* Protección temporal: Con papel japonés y cola animal de zonas puntuales susceptibles de sufrir pérdidas durante los procesos iniciales. * Limpieza superficial: De polvo y otros depósitos utilizando aspiración y brochas de pelo suave. * Consolidación y fijación de capas de preparación y policromía: Realizado puntualmente en zonas como cara y piernas donde encontramos una leve falta de adherencia entre estratos (policromía y soporte). Realizado por inyección de un adhesivo natural (cola animal) con ayuda de presión y calor mediante utilización de espátulas térmicas. Previa a la inyección del adhesivo se favorece su penetración con la aplicación de agua y alcohol como agente tensoactivo, en proporción de mezcla 1:1.

Proceso de restauración del Santísimo Cristo del Perdón. Piernas después de la intervención.

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Restauración de nuestro patrimonio

* Consolidación del soporte: El soporte se encontraba en muy buen estado, únicamente ha sido necesario rellenar con resina bicomponente algunos orificios encontrados en la cabeza y un gran agujero central en la misma. Además se ha reforzado, en la mano derecha, la unión entre dedo anular y mano, dedo falso que seguramente se colocó en una intervención anterior y que hoy en día se encontraba con peligro de desprendimiento. Se decide la conservación de este dedo, dada la buena ejecución de la talla y perfecta integración en el conjunto. * Limpieza de estratos superficiales: Se han eliminado depósitos de suciedad, concreciones y manchas superficiales, además de barnices oxidados y patinas indeseables de intervenciones anteriores. La retirada del barniz oscurecido y envejecido se ha realizado a través de mezcla química, eligiendo después de varias pruebas, la menos agresiva.

Proceso de restauración del Santísimo Cristo del Perdón. Espalda y paño de pureza antes de la intervención.

* Eliminación de repintes y reintegraciones desafortunadas: Definidas ambas alteraciones con mayor exactitud tras la limpieza, procedemos a la eliminación de estas reintegraciones practicadas en la intervención de los años 70. Su naturaleza, su deficiente aplicación y el virado de tono de los retoques, han sido razones suficientes para avalar la intervención. Al tratarse de repintes de corta existencia se han removido fácilmente con una mezcla de metiletilcetona: etanol: Disolución amoniaco 10% (4:2:1). El levantamiento de estos retoques ha necesitado de la ayuda mecánica del bisturí. Los retoques eliminados de mayor importancia y extensión, se encontraban localizados en hombros y piernas. Pero el más comprometido, ocupaba media cara con el agravante de que bajo dicho repinte no existe policromía original, dando lugar a la aparición de una gran laguna en el lado izquierdo de la cara. Esto nos obliga a realizar una reintegración cromática exquisita y de gran

Proceso de restauración del Santísimo Cristo del Perdón. Espalda y paño de pureza después de la intervención.

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Restauración de nuestro patrimonio

calidad que integre perfectamente esta laguna en una zona tan importante como es la cara, sin perder de vista los criterios de discernibilidad y reversibilidad, que rigen hoy en día cualquier intervención de restauración. Pero consiguiendo una perfecta integración y armonía en el conjunto. * Estucado y reintegración de lagunas: El estucado se ha realizado de la manera tradicional, con yeso mate y cola animal, limitándose a la pérdida de la capa de preparación y respetando en su totalidad las zonas originales circundantes. Para la reintegración cromática de estas zonas aparejadas se ha utilizado la técnica del regattino, que consiste en aplicar rayas de color paralelas que unifican el tono por aproximación cromática. Esta intervención se identifica al acercarnos visualmente a la obra. Los materiales empleados son de primera calidad (acuarelas Windsor & Newton y pigmentos Maimeri). Proceso de restauración del Santísimo Cristo del Perdón. Imagen vista de frente antes de la intervención.

Algunas zonas de desgaste donde aparecía la preparación original, se han retocado igualmente empleando la técnica del regattino. * Protección Final: Con el fin de proteger la policromía una vez terminado el proceso de estucado y antes de comenzar con la reintegración cromática, aplicamos a brocha una primera capa de barniz titán disuelto al 50% en White Spirit. Como protección final del conjunto (policromía original y retoques de reintegración cromática) aplicamos en varias capas, barniz pulverizado alternando brillo y mate hasta conseguir el acabado deseado. Cristina Parrado Parrado (DIRECCIÓN TÉCNICA)

Ruth Calderón Pérez (RESTAURADORA) Proceso de restauración del Santísimo Cristo del Perdón. Imagen vista de frente final.

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S C

de su hechura y del 475 aniversario de la fundación de la cofradía, un día especial para todos, en el que por primera vez el Cristo, desde que yo tengo uso de razón, salía con la luz del sol de nuestra sede camino de la catedral. Cada jueves santo, en nuestra procesión de Oración y Sacrificio, también tengo la posibilidad, como decimos tradicionalmente, de “cargarlo”, pero el poder llevarlo de vuelta a casa tras su restauración era algo que me hacía mucha ilusión porque íbamos a tenerlo de nuevo en nuestra iglesia, tras unos meses fuera.

uando me propusieron que escribiera un artículo sobre el traslado por la reciente restauración del Cristo del Perdón, lo primero que pensé fue que era una responsabilidad y un compromiso para un chico de 21 años, que lleva toda la vida en la cofradía ¿Qué podía decir que no se hubiera dicho ya sobre nuestro Cristo? Al volver a verlo ese día lo primero que piensas es orientar estas líneas dándole las gracias por todo, porque sabes que siempre está a nuestro lado protegiéndonos. Yo he tenido la suerte y también el privilegio de poder llevarlo sobre mis hombros en la procesión conmemorativa del 350 aniversario

En la tarde del sábado 17 de septiembre cuando entré en la iglesia de San Nicolás, desde

Solemne traslado del Santísimo Cristo del Perdón. 17 de septiembre de 2011.

Solemne traslado del Santísimo Cristo del Perdón. 17 de septiembre de 2011.

Foto: Rubén Olmedo Tomillo.

Foto: Rubén Olmedo Tomillo.

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Solemne traslado del Stmo. Cristo del Perdón

Solemne traslado del Santísimo Cristo del Perdón. 17 de septiembre de 2011. Foto: Marcos Valdespino Salazar.

donde debía partir el traslado, y lo vi colocado en las andas volvió a sorprenderme: tan limpio, tan brillante, ¡su espalda todavía estremece más!, aun es más realista. Lo único que yo quería en ese momento era ponerme debajo del varal y volver a llevarlo en mi hombro.

empezaba a dejarse ver por el umbral de San Nicolás. Coincidiendo con el repique de las campanas de San Quirce empezamos a caminar para cruzar la plaza de la Trinidad y llevarlo de vuelta a casa. Durante el recorrido iba meditando en lo afortunado que era, por poder llevar al Señor, y pensaba por qué el trayecto no era más largo para seguir disfrutando de la ocasión. Tu mente se va también a todos los fieles que nos acompañan y a la gran devoción que tiene nuestro Cristo en la ciudad.

El momento se acercaba, y era perceptible, porque la iglesia de San Nicolás iba llenándose poco a poco de cofrades y de las distintas representaciones de otras cofradías que venían a acompañarnos. Quiéraslo o no, al ver a todos ellos te das cuenta de lo importante que es el acto para la cofradía.

Tras casi media hora llegamos a San Quirce. Las monjas esperaban nuestra llegada asomadas al otro lado de la reja que separa la iglesia del coro. Para que pudieran contemplar mejor la imagen la acercamos hacia ellas y sus caras de alegría fueron motivo de satisfacción para todos. Seguimos avanzando por el pasillo

Al fin el templo quedó en silencio y, tras una oración, se abrieron las puertas. En perfecto orden aparecieron sucesivamente la cruz de guía y los faroles, la bandera y el libro de reglas con sus respectivas escoltas y, después de que saliera el último cofrade, el Cristo del Perdón 56


Solemne traslado del Stmo. Cristo del Perdón

central del templo hasta llegar a los pies del presbiterio, donde dimos por concluido el traslado. Aunque había sabido a poco, el gozo de haber podido llevar al Señor de vuelta a casa era enorme. A continuación tuvo lugar una solemne eucaristía en acción de gracias presidida por D. Javier Carlos Gómez, párroco de la unidad pastoral San Miguel - San Nicolás y delegado diocesano de misiones, y concelebrada por el R. P. José El Busto, agustino recoleto, el R. P. Mario Alonso, mercedario, el R. P. Bernardino Román, franciscano conventual, D. José Cuadrado, capellán del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita, y D. José Andrés Cabrerizo, canónigo de la S.I.M. Catedral de Valladolid y delegado diocesano de religiosidad popular. Juan José Blanco Suárez HERMANO COFRADE

Solemne traslado del Santísimo Cristo del Perdón. 17 de septiembre de 2011. Foto: Rubén Olmedo Tomillo.

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47008 Valladolid


N A

de las cofradías penitenciales de la unidad pastoral San Miguel y San Julián-San Nicolás, y organizamos una jornada de oración y reflexión en torno a la figura de San Rafael Arnaiz Barón, patrón de nuestra hermandad, que tuvo lugar en el monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas (Palencia). En las actividades de Cuaresma contamos con la colaboración de varios sacerdotes: D. Julio de Pablos de la Esperanza, párroco de Valdestillas (Valladolid), que ofició el triduo dedicado a Nuestro Padre Jesús Flagelado; el padre José El Busto Gómez de Segura, agustino recoleto, que celebró el triduo al Santo Cristo de las Cinco Llagas, y D. Francisco José García García, párroco de Fresno El Viejo (Valladolid), que predicó durante el quinario al Santísimo Cristo del Perdón e igualmente nos acompañó en el besapié a nuestro sagrado titular.

lo largo del pasado año, la cofradía ha mantenido su palpitar diario esforzándose por cimentar sus actividades sobre los pilares de la penitencia, el compromiso con la caridad y, sobre todo, con la vivencia interna y con la profesión pública de la fe, sin dejar de incidir también en otros aspectos importantes como la conservación y ampliación del patrimonio de la hermandad. A continuación exponemos un resumen de lo acontecido en nuestra vida corporativa durante el pasado 2011. Por lo que se refiere, en primer lugar, a los actos de culto, señalaremos la celebración de las misas dominicales y de los días de precepto, además de una solemne eucaristía en acción de gracias por la beatificación de Juan Pablo II, oficiada por nuestro capellán. Asimismo fuimos los anfitriones de un acto de oración conjunto

Eucaristía en la capilla de San Rafael Arnaiz. Jornada de oración en el Monasterio de San Isidro de Dueñas (La Trapa). 25 de junio de 2011. Foto: Manuel Centeno Morillo.

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Noticias 2011

del viernes motivaron la realización, en su lugar, de sendos actos de oración en el interior de una abarrotada iglesia de San Quirce y Santa Julita. Además debemos reseñar que el viernes santo se hizo entrega a cada uno de los cinco miembros del benemérito instituto que en la procesión general del año 2010 escoltaron la imagen del Santísimo Cristo del Perdón -y que este año habrían vuelto a hacerlo de no haberlo evitado la lluvia- de sendos cuadros en señal de agradecimiento. En ellos una foto mostraba un instante de la procesión del año pasado, con el Santísimo Cristo del Perdón acompañado por la escolta. Asimismo la cofradía recibió como recuerdo una estatuilla que representa a un guardia civil. Las adversas condiciones meteorológicas que sufrimos durante gran parte de la semana también impidieron que recibiéramos el miércoles santo y el jueves santo, respectivamente, a las cofradías de Nuestro Padre Jesús Resucitado y de El Descendimiento.

En el preludio de la Semana Santa, el Santo Cristo del Calvario presidió, junto con la Virgen de la Soledad alumbrada por la cofradía de la Orden Franciscana Seglar-La Santa Cruz Desnuda, el altar mayor de la catedral durante el Pregón de Semana Santa de la ciudad. Desgraciadamente las procesiones de la Semana Santa se vieron afectadas por la lluvia, de modo que únicamente pudimos salir el Sábado de Pasión, en el Ejercicio Público de las Cinco Llagas, durante el que -como ya es habitualnos recibieron los hermanos de la cofradía de El Descendimiento, a nuestro paso por su sede canónica, y los de la Orden Franciscana Seglar al llegar al monasterio de Santa Isabel, en el ejercicio de la cuarta llaga. Como el año anterior, se concluyó realizando la última de las estaciones ante la parroquial de San Nicolás. La lluvia frustró, finalmente, la esperada vuelta a las calles del Santo Cristo del Calvario, que iba a integrarse en la procesión de Oración y Sacrificio. Las obligadas suspensiones de esta procesión y de la general

Poco después de finalizada la Semana Santa, recordamos el 26 de abril la festividad de nuestro

Acto de oración ante el Santísimo reservado el Jueves Santo, tras la suspensión de la procesión de Oración y Sacrificio. Foto: Juan Miguel Lostau Ull (publicada el 22 de abril de 2011 en el Diario de Valladolid – El Mundo).

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Noticias 2011

de la hermandad. Igualmente la imagen del Niño fue cedida por un cofrade.

patrón San Rafael Arnaiz, celebrando la santa misa el párroco de la unidad pastoral San MiguelSan Nicolás, D. Javier Carlos Gómez Gómez.

Al margen de los cultos, actos ya tradicionales en nuestra Cuaresma, como Música y Versos de la Pasión y el Concierto Benéfico, llegaron a su XII edición. En el primero pudimos escuchar un interesante y muy sentido pregón del Padre Mario Alonso Aguado, mercedario, capellán del centro penitenciario "La Moraleja" de Dueñas (Palencia), que fue reconocido con una fuerte ovación del público asistente. De la misma manera vimos por primera vez en público los carteles de nuestras procesiones, con fotografías de D. Pedro J. Muñoz Rojo. Para el nuevo concierto benéfico, celebrado en el colegio de La Salle y cuya recaudación se destinó a los proyectos de Manos Unidas, actuaron de forma totalmente altruista la banda de cornetas y tambores de la Cofradía del Calvario, de Medina del Campo (Valladolid), la compañía flamenca "Arte y Compás", de Valladolid, y nuestra banda de cornetas y tambores “Santísimo Cristo del Perdón”.

Durante las misas de todo el mes de mayo permaneció montado en el presbiterio el ya tradicional altar en honor de Nuestra Señora. En el verano llegaron las festividades del 29 de agosto -Degollación de San Juan Bautista, con la función litúrgica oficiada por el capellán de la hermandad, D. José Luis López Zubillaga- y del 15 de septiembre, con la eucaristía en honor de Nuestra Señora de la Pasión, también celebrada por nuestro capellán. Un año más, octubre nos trajo diversos cultos y otros actos que, en definitiva, estaban encaminados a dar realce a un mes dedicado a nuestra patrona María Santísima de la Pasión. El triduo que le consagramos fue oficiado por D. Manuel Fernández Narros, párroco de San Martín y San Benito el Viejo. La procesión, que el año pasado hubo de acortarse por la lluvia, transcurrió con completa normalidad, siendo recibidos por los hermanos de la Orden Franciscana Seglar-La Santa Cruz Desnuda y por la Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cuyos hermanos arrojaron una lluvia de pétalos al paso de Nuestra Señora por delante de la iglesia de Jesús.

Por lo que se refiere a las relaciones institucionales de la hermandad, más allá de las procesiones penitenciales, podemos recordar la asistencia a cultos de otras cofradías y la presencia de sus representantes en nuestros actos a lo largo del año. Fuera de la Cuaresma y de la Semana Santa se asistió a las ya tradicionales procesiones de gloria de las penitenciales de la Santa VeraCruz y de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Además, los oficiales del Cabildo de Gobierno acudieron en representación de nuestra cofradía a diversas celebraciones, como la procesión y posterior eucaristía con las que la Cofradía de las Siete Palabras conmemoró la festividad de su patrona; la función eucarística con la que la cofradía hermana de Nuestro Padre Jesús Resucitado vivió la festividad de la Cátedra de San Pedro; el triduo de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz en honor del “Lignum Crucis”; la misa y posterior procesión con la Virgen de la Alegría, organizada por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado; la solemne eucaristía y posterior procesión por las calles de nuestra ciudad del Corpus Christi; la función de la

Por tercer año se celebró, en el mismo mes dedicado a la Señora, la consagración de los niños de la hermandad a la Virgen de la Pasión, acercando con ello a los más pequeños a la vida diaria de la cofradía. Las últimas semanas del año nos brindaron la oportunidad de ofrecer la misa por los cofrades difuntos en noviembre; montar el altar en honor de la Inmaculada Concepción de María, y preparar, como anticipo de las solemnidades litúrgicas de la Navidad, el belén monumental -cuyos donativos fueron destinados a las Obras Misionales Pontificias- y la cuna del Niño Jesús sobre el presbiterio. Este año la representación de María Inmaculada, bella imagen de vestir del siglo XVII, ha sido cedida por un devoto y amigo 60


Noticias 2011

Intercambio de obsequios entre los miembros de la Guardia Civil que realizan la escolta del Stmo. Cristo del Perdón en la Procesión General de la Sagrada Pasión y la cofradía, representada por el alcalde y el vicealcalde primero. Viernes Santo 2011. Foto: Luis Joaquín Fernández López.

tambores, que fue gentilmente invitada por diversas instituciones. De esta forma, antes de comenzar la Semana Santa, el sábado 19 de marzo nuestra banda "Santísimo Cristo del Perdón" cerró con su música el Pregón Cofrade 2011 de la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna. Ya inmersos en la semana de Pasión, en la tarde del domingo de ramos y el lunes santo acompañó a la cofradía vallisoletana de las Siete Palabras en el Traslado del Santo Cristo de los Trabajos y en el Rosario del Dolor, siendo imposible por la lluvia que lo hiciera también en el Sermón de la Siete Palabras. La lluvia impidió igualmente su participación en la procesión de la Peregrinación de la Promesa, a la que había sido invitada por los hermanos de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna. La banda finalizó la Semana Santa, como ya es tradicional, tocando en la procesión del Encuentro de Nuestro Padre Jesús Resucitado y María Santísima de la Alegría, a instancias de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado.

festividad de la Preciosa Sangre, organizada por la cofradía homónima; la santa misa que tuvo lugar con motivo de la novena a Nuestra Señora la Virgen de San Lorenzo, patrona de Valladolid; las distintas celebraciones litúrgicas en la festividad de la Exaltación de la Cruz, oficiadas en el seno de las cofradías de la Santa Vera-Cruz y de la O.F.S.-La Santa Cruz Desnuda, y la santa misa organizada por la Venerable Cofradía del Discípulo Amado y Jesús de Medinaceli, en la ocasión de su hermanamiento con otras cofradías de la misma advocación. No ha de olvidarse nuestra presencia en la toma de posesión de D. Manuel Fernández Narros como párroco de San Martín y San Benito el Viejo, y en las celebraciones con que se honró a los titulares de la unidad pastoral, San Miguel y San Nicolás de Bari. En otras ocasiones la cofradía estuvo representada por su banda de cornetas y 61


Noticias 2011

cofrades regalaron varios objetos litúrgicos y que la cofradía adquirió doce nuevos bancos para la iglesia y un armario-cajonera, donde guardar debidamente todos los enseres y ornamentos litúrgicos.

Aprovechando las fiestas navideñas, hemos vuelto a preparar un taller de manualidades para los niños en los salones generosamente cedidos por la parroquia. Nuestros hermanos más pequeños han aprendido, se han relacionado más estrechamente con otros cofrades de su edad y, por supuesto, se han divertido compartiendo ilusiones y viviendo de ese modo más intensamente la cofradía a su manera.

Ahora bien, si ha habido algo que ha marcado especialmente este año para nuestra cofradía, ha sido la restauración de nuestra imagen titular, el Santísimo Cristo del Perdón. Para ser breves, dado que en otro lugar se informa más cumplidamente del hecho, diremos que el Señor fue retirado del culto para su restauración el 17 de junio, volviendo a nuestra sede exactamente tres meses después, el día 17 de septiembre, tras un solemne traslado a hombros de sus cofrades desde la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari. El acto concluyó con una solemne eucaristía en acción de gracias por la restauración, que fue concelebrada por seis sacerdotes, seculares y religiosos, que mantienen con nuestra hermandad una relación especialmente fraterna: el padre José El Busto Gómez de Segura (O.S.A.R.), el padre Mario Alonso Aguado (O. de M.), el padre Bernardino Román Martín (O.F.M. Conventual), D. José Cuadrado Aguado, capellán del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita, D. José Andrés Cabrerizo Manchado, canónigo de la S.I.M. Catedral de Valladolid y Delegado Diocesano de Religiosidad Popular, y D. Javier Carlos Gómez Gómez, párroco de la unidad pastoral San Miguel y San Julián-San Nicolás y Delegado Diocesano de Misiones.

En cuanto a las obras de caridad llevadas a cabo por la penitencial, sin querer extendernos en exceso puesto que otras páginas se dedican al tema, recordaremos que se ha mantenido la colaboración con varios organismos: la ONG Red Madre, el Banco de Alimentos -al que se han entregado más de 600 kilos-, Manos Unidas, Cáritas, Amanece en África, las Hermanitas de la Cruz y las Esclavas del Sagrado Corazón en Filipinas. Además de las cuestaciones diocesanas para el seminario y el DOMUND, se realizó una campaña extraordinaria durante el mes de octubre para recabar fondos con destino a la lucha contra la hambruna que asoló el llamado “Cuerno de África”. Otra actuación importante dentro de las enmarcadas en el ámbito de la “acción social” de la cofradía, fue la colaboración iniciada con CIDEVIDA, proyecto en el que informan sobre la realidad de lo que supone el aborto y que hoy es posible conocer de forma explícita por los avances técnicos de la medicina en los últimos años. También dan a conocer las alternativas reales y positivas para ayudar a las mujeres con problemas ante el embarazo.

Consejo de Redacción Junto a cuanto se ha expuesto, merecen una mención las actuaciones encaminadas a conservar y ampliar el patrimonio de la cofradía. Así pues, hemos de reseñar que en el pasado año este patrimonio se ha visto incrementado con la donación por parte de unos hermanos cofrades de un copón esmaltado a mano y de una custodia labrada en plata por el prestigioso taller hispalense "Orfebrería Triana", de D. Juan Borrero, que fue bendecida y estrenada el tercer día del quinario en honor del Santísimo Cristo del Perdón. Añadiremos que otros hermanos 62


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ompromiso con la caridad


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Amanece en África, O.N.G.D.

PRESENTACIÓN

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esponsabilidad es la semilla de la que nace la ONGD Amanece en África. Muchos de los miembros que la componen, ya habían participado con otras ONG en campañas de vacunación y en proyectos sobre el terreno, pero había algo que rondaba en su cabeza y que les decía que con eso no bastaba. Tenían la posibilidad de mirar para otro lado y olvidarse de los “colectivos desfavorecidos” o por el contrario podían llenarse de coraje y lanzarse a un nuevo proyecto: crear una nueva ONG, con todas las dificultades que ello conlleva.

Cuando uno se acerca a los colectivos desfavorecidos en los países en vías de desarrollo, uno percibe lo afortunado que es y la suerte que ha tenido por nacer en la familia a la que pertenece y la ciudad en la que vive. La precariedad es mucha y el trabajo por hacer es grande y los recursos son escasos, y en muchas ocasiones no es fácil hacérselos llegar. Lo que la ONGD Amanece en África tiene claro es que su objetivo es “enseñar a pescar”, esto no hace que en situaciones particulares “dé peces”, pero ese no es su objetivo. La ONGD Amanece en África, considera que todos los seres humanos son completos, creativos y llenos de recursos, por lo que es una ONGD que apoya a aquellos que desean buscarse un porvenir poniendo todo su esfuerzo en el proyecto. Maximizar los recursos que se aportan a los proyectos es la seña de responsabilidad. Los proyectos que asumimos deben ser sostenibles en el tiempo, con capacidad para generar recursos por sí mismos y generar valor en las comunidades. La generosidad social es un aspecto muy valorado.

Esta nueva ONG tendría que ser diferente de otras, porque sino no tendría sentido. Todos los miembros tenían claro que debería de ser sería y eficiente, trabajar de forma directa, con transparencia, promoviendo el voluntariado y empleando la sensibilización como camino básico para erradicar la pobreza. Compromiso, respeto, trabajo en equipo, transparencia y la eficiencia son los valores con los que los voluntarios realizan sus funciones. La ONGD Amanece en África, apoyándose en su valor de eficiencia ha elegido a la mujer y a la infancia como áreas críticas de máximo impacto en las que trabajar. La mujer es el gran motor de cambio social, impulsar su desarrollo y autonomía hace que sea necesario tenerla en cuenta como actor primario. Son luchadoras por ellas y por su prole, los proyectos con los que trabajamos están encaminados a desarrollar una cultura sanitaria y de alimentación que permita una disminución de la mortalidad infantil y una mejora de la salud materna. La infancia es vital, porque es el futuro, la educación y la mejora sanitaria, serán los pilares que sirvan para generar la mejora social necesaria para el progreso económico.

En breve comenzará una campaña de sensibilización, compuesta por talleres, actividades culturales, presencia de mercadillos, etc. bajo el lema “Respeto: la semilla de la cooperación al desarrollo”. Responsabilidad, Escucha, Solidaridad, Paciencia, Empatía, Tolerancia y Ocupación son los temas de trabajo. Está basada en la experiencia como medio de aprendizaje para concienciar sobre la importancia de la cooperación al desarrollo como medio para un mundo más justo. De ella se esperan obtener voluntarios que se responsabilicen y conciencien de la importancia de la solidaridad entre los pueblos. 64


Compromiso con la caridad: Amanece en África, O.N.G.D.

REFLEXIÓN Permitidme que comparta con vosotros mi idea de que las ONG´s tienen que evolucionar y primar a aquellas personas que tienen el coraje de arriesgar todo lo que tienen por lograr sacar adelante a sus familias y a las que una pequeña ayuda les permite generar su propio negocio y vivir de él. Es con las mujeres, que son verdaderos ejemplos de responsabilidad, abnegación y honestidad, con las que hay que trabajar, para que desde la dignidad recuperada como seres humanos, sean capaces de generar un cambio social en sus hijos y por extensión en toda la sociedad. Hay que primar la solidaridad entre diferentes colectivos de forma que ellos mismos sean capaces de ayudarse entre ellos y la intervención externa tienda a ser mínima.

Queridos hermanos, permitidme reflexionar con vosotros el tema de la solidaridad en estos días tan especiales para mirar en nuestro corazón y aprender de la gran sabiduría que llevamos dentro. La gran mayoría de nosotros, hombres y mujeres de bien, somos generosos en mayor o menor medida con aquellos que lo necesitan. ¿Quién no colabora generosamente con el DOMUND, entrega ropa a Cáritas Diocesana o ayuda con unas monedas a un necesitado que se encuentra en la calle? Muchos habréis colaborado con ONG´s y habréis aportado parte de vuestros ahorrillos para los damnificados de alguna catástrofe natural. Esto es algo que llevamos impreso en nuestro corazón cristiano y que dice mucho de nosotros. Pero yo os pregunto ¿es esto suficiente?. O mejor dicho ¿con entregar nuestro dinero y olvidarnos de su destino es suficiente?

Hoy disponemos de medios que les permiten acceder a una vida digna, debemos de enseñarles “a pescar sus propios peces”, para que ellos se labren su propio futuro desde el convencimiento que todos los seres humanos somos iguales y nadie es superior a nadie. Una amiga mía dice que todos los seres humanos somos completos, creativos y llenos de recursos y eso nos permite una relación de igual a igual en la que el respeto por la diversidad encuentra su camino con la responsabilidad personal y social.

Si echamos una mirada al siglo pasado, podemos ver como los Estados con sus programas de Cooperación al Desarrollo, la ONU, el Banco Mundial y un sinfín de organizaciones y millones de particulares han enviado cantidades ingentes de dinero sin que se haya logrado paliar el hambre en el mundo. Las diferencias cada vez son mayores entre los países desarrollados y los en vías de desarrollo. Yo pienso que algo debemos estar haciendo mal, aunque no nos guste oírlo.

Ahora me preguntaréis, qué puedo hacer yo desde Valladolid. Pues es muy sencillo, llevar este mensaje, tenemos que confiar que el mundo en desarrollo puede, debe y logrará salir adelante si le damos una oportunidad desde el respeto y la comprensión y no desde la protección paternalista y bobalicona que llevamos años haciendo. También podemos apoyar aquellas organizaciones que tienen estos principios como forma de trabajo. O quizá podemos seguir como hasta ahora y no pensar en ello ¡De ti depende que las cosas sean diferentes!

Por supuesto que es necesaria una atención primaria y de urgencia en las zonas desfavorecidas allí donde se encuentren, pero las ONG´s no pueden seguir siendo lo que yo llamo “vacas de leche” que llegan a un país y regalan leche de forma indiscriminada, porque si que es cierto que las necesidades son grandes y la forma de acceder a la población es escasa y mal gestionada. Esto ha provocado que muchos intermediarios se lucren con las ONG´s e incluso que los hombres dejen de trabajar las tierras porque la ONG le proporciona el alimento. Entiendo que esto no es lo que en nuestro fuero interno queremos hacer cada vez que damos dinero o nos comprometemos con alguna ONG.

Ildefonso Sánchez Ferrero PRESIDENTE NACIONAL O.N.G.D. AMANECE EN ÁFRICA

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MADRID 2011

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Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe

Vía Crucis con Benedicto XVI. Foto: www.intereconomia.com/especiales/JMJ-2011.

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inauguración de estas jornadas el cardenalarzobispo de Madrid, Monseñor Rouco Varela, hizo hincapié en que la juventud es el futuro y la esperanza de la Iglesia, resaltando el carácter transformador de las jornadas para los jóvenes, desde la de Roma a mediados de los 80 hasta esta en Madrid. Podemos destacar la mención por parte del cardenal a uno de los patronos de nuestra penitencial, San Rafael Arnaiz, que fue a su vez erigido como uno de los patronos de las jornadas. El día siguiente, miércoles 17, fue una fecha marcada por los eventos culturales en espera de lo que había de venir.

l pasado mes de agosto se celebró en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, un encuentro de cientos de miles de jóvenes de todo el mundo, unidos por su amor a Cristo. En los días previos peregrinos de todo el mundo fueron llegando a nuestro país. En la diócesis de Valladolid se alojaron unos 900 peregrinos, desde el día 11 de agosto hasta el día 15. Con tal motivo fueron celebrándose durante esos días diversos actos culturales y ceremonias religiosas, destacando entre todas ellas la eucaristía que tuvo lugar en la catedral, presidida por el arzobispo de Valladolid, D. Ricardo Blázquez.

Por fin llegó el día esperado. Benedicto XVI aterrizaba en España a mediodía del jueves 18 de agosto. El papa fue recibido por los reyes y por el presidente del Gobierno, entre otras autoridades de las administraciones

A partir del 16 de agosto los peregrinos fueron llegando a Madrid. En la misa de 66


Jornada Mundial de la Juventud: Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe

vida consagrada a Dios. Posteriormente se reunió con jóvenes profesores universitarios, ante los cuales subrayó la gran responsabilidad que tienen los docentes a la hora de transmitir el ideal universitario a los estudiantes frente la “visión utilitarista” que se aprecia hoy en la educación.

central y autonómica madrileña, y por una representación del Ayuntamiento de la capital. En su discurso, en el mismo aeropuerto de Barajas, quiso mostrar su agradecimiento a todas aquellas personas e instituciones que habían hecho posibles estos días y pidió a los jóvenes que no se avergonzaran del Señor. Después de un recorrido en el que tuvo la compañía de miles de personas, el papa se retiró a descansar en la nunciatura. Ya por la tarde se produjo unos de los momentos más emotivos: Benedicto XVI cruzó el arco central de la puerta de Alcalá acompañado por 50 jóvenes peregrinos de todo el mundo que, emocionados, tuvieron la oportunidad de saludarle. Antes Su Santidad recibió de manos del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, las llaves de oro de la ciudad. Después el papa se dirigió a la plaza de Cibeles, donde miles de personas llevaban horas esperando impacientes su aparición. El acto comenzó con el saludo del Cardenal Rouco, seguido por el discurso de bienvenida de cinco jóvenes.

Ya por la tarde se celebró el mencionado vía crucis. Las imágenes procesionales habían llegado desde Madrid, Málaga, Sevilla, Úbeda (Jaén), Jerez de la Frontera (Cádiz), Orihuela (Alicante), Granada, Murcia, León, Zamora, Segovia, Cuenca y, ¡cómo no!, Valladolid. Miles de peregrinos abarrotaban el paseo de Recoletos desde primera hora de la tarde, a pesar del intenso calor. Este vía crucis posibilitó el acercamiento de católicos de todas las latitudes a los ecos de la Semana Santa española, quizás insuperable desde el punto de vista iconográfico. El vía crucis fue celebrado con la Cruz de los Jóvenes. Al finalizar Benedicto XVI dejó un claro mensaje: “No paséis de largo ante el sufrimiento humano. Las diversas formas de sufrimiento que, a lo largo del vía crucis, han desfilado ante nuestros ojos son llamadas del Señor para edificar nuestras vidas siguiendo sus huellas y hacer de nosotros signos de su consuelo y salvación”. Acabado el rezo, Su Santidad se retiró a descansar, pero fue el principio de una larga noche, pues comenzaba la procesión de traslado de los pasos hasta sus sedes provisionales. Rodeados por millares de personas, estuvieron por las calles madrileñas hasta altas horas de la madrugada.

El viernes 19 estuvo signado por un acto muy cercano al mundo de las cofradías y de la Semana Santa: la celebración de un vía crucis con quince conjuntos procesionales llegados desde todos los puntos de España. Durante la madrugada del jueves al viernes fue posible admirar los pasos, mientras eran trasladados desde las distintas iglesias y sedes donde habían sido acogidos en los días previos hasta el lugar correspondiente en el recorrido del vía crucis, de la plaza de Colón al paseo de Recoletos. La Semana Santa de Valladolid estuvo representada por la Quinta Angustia de la parroquia de San Martín, acompañada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, que se encarga del culto y la alumbra durante la Semana Santa.

En la mañana del sábado 20 se celebró la llamada “fiesta del perdón”, durante la cual, en los 200 confesionarios preparados para el evento, miles de jóvenes acudieron al sacramento de la penitencia; cuatro de ellos, ante el propio Benedicto XVI. A lo largo de todo el día cientos de miles de jóvenes fueron desplazándose hasta el aeródromo de Cuatro Vientos, donde iba a celebrarse una noche de vigilia ante el Santísimo Sacramento. Una inoportuna tormenta no hizo mella en el ánimo del papa, quien ante más de un millón de personas dio

Durante la mañana de ese día Su Santidad tuvo un encuentro con 1.664 monjas en El Escorial. Religiosas tanto de vida activa como de clausura, que en España suman más de 54.000, fueron puestas por el papa como un ejemplo de amor total y radical a Dios. Benedicto XVI propuso a San Rafael Arnaiz como modelo de 67


Jornada Mundial de la Juventud: Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe

El Papa en la homilía de la misa de clausura, ante multitud de jóvenes en Cuatro Vientos. Foto: EFE (http://www.rtve.es/noticias/jmj/las-mejores-fotos/).

a la carta. Por ello exhortó a los jóvenes a “que vayan a misa los domingos, que comulguen, que se confiesen con frecuencia y que recen.”

muestras de su fortaleza y oró ante la custodia labrada por Enrique de Arfe para Toledo, dando comienzo así a una intensa noche de adoración eucarística en las más de 30 capillas habilitadas a tal efecto.

Benedicto XVI abandonó nuestro país en la tarde del domingo, después de mantener un encuentro con voluntarios de la JMJ y con un claro deseo: que España progrese sin renunciar a su alma católica.

Se acercaban los últimos instantes. La misa de despedida de esta JMJ 2011, el domingo día 21 por la mañana, obligó a la organización a habilitar más espacio del inicialmente previsto debido a la inmensa marea humana que se concentró en el aeródromo. Se estima que los presentes superaban el millón y medio de personas. Ante ellos en un escenario pensado en forma de cinco colinas, para evocar el pasaje evangélico de las Bienaventuranzas, Su Santidad quiso hacer hincapié en un mensaje: Jesús es el Hijo de Dios vivo, la fe es un don que Dios concede y no es posible separar a Cristo de la Iglesia; no es posible ser católico por libre y

Fue el final… Poco a poco los peregrinos iban abandonando la ciudad de Madrid con la satisfacción de haber vivido unos días de gran intensidad, fiesta y oración junto al Santo Padre, esperando las próximas jornadas, que se celebrarán en Río de Janeiro. David Sanz Tejedor OFICIAL DEL CABILDO DE GOBIERNO VOCAL ADJUNTO A TESORERÍA

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MADRID 2011

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Un joven cofrade en la J.M.J.

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El tiempo se esfumó rápido, llegando la hora de la Vigilia, acto principal del día, y con ella la entrada del Santo Padre en Cuatro Vientos. Como anécdota, a mitad de celebración se desató una fuerte tormenta, pero a pesar de las dificultades el papa continuó oficiando y los fieles congregados aguantamos el temporal de la mejor manera que pudimos. Esa noche los más agotados descansaron, pero otros muchos permanecimos en vela, a la espera de la misa de clausura que se celebraría en la mañana del domingo, adorando al Santísimo en las capillas habilitadas para la JMJ o compartiendo vivencias junto a otros o cantando canciones alrededor de una guitarra. Puede decirse que fue una “fiesta”, no en el sentido en el que suele entenderse actualmente.

l sábado 22 de octubre de 2010 nuestra cofradía participó en el viacrucis organizado en Valladolid con motivo de la llegada de la Cruz de la Juventud, cubriendo la IX estación junto a la catedral. Para nuestra ciudad ese acto significó el anuncio y la preparación para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), convocada para el mes de agosto de 2011 en Madrid. Creo que en ese momento nadie se esperaba la repercusión que iba a tener dicha celebración. Como breve descripción, la JMJ es un evento instituido por el papa Juan Pablo II en el año 1986 con el fin de reunir a jóvenes católicos de todo el mundo. La JMJ ha ido ganando fuerza edición tras edición, teniendo su momento cumbre en la última, que es ya la XXVI.

A la mañana siguiente y antes de la misa, el papamóvil discurrió entre la multitud para que esta notase la cercanía del Santo Padre. Tuve la suerte de verle a pocos metros de distancia. Posteriormente los peregrinos seguimos la eucaristía con verdadera devoción, viviéndose momentos muy especiales. De esa manera se clausuraron los actos de la JMJ. Todos abandonamos las instalaciones del aeródromo con rostros de felicidad y con ganas de repetir. La JMJ es un evento que marca al católico y que todo el que lo ha vivido recomienda abiertamente.

Desde estas líneas me gustaría compartir con mis hermanos cofrades la experiencia vivida allí esos días de agosto. La JMJ echaba a andar el día 16, peros unos amigos y yo decidimos acudir solamente durante el fin de semana, días 20 y 21, para centrarnos así en los actos principales. Cierto es que al término de los actos nos arrepentimos por no haber asistido la semana completa. Llegamos al aeródromo de Cuatro Vientos el sábado por la mañana y, tras inscribirnos y recibir el “pack del peregrino”, nos dispusimos a pasar un día en común con el resto de asistentes. La extensión preparada para la estancia de los peregrinos era enorme, sin embargo el espacio pronto empezó a escasear, ya que no dejaba de llegar gente, por cierto, de muy diferentes culturas y nacionalidades. Éramos miles pero pronto superamos el millón y medio.

Sinceramente, antes de la JMJ pensaba que era uno de los pocos jóvenes que en estos tiempos nos consideramos católicos ¡Qué equivocado estaba! Somos muchos, más de los que alguno quiere hacer ver o le gustaría que fuéramos. Por eso animo a los cofrades, especialmente a los jóvenes, a que no se avergüencen de su fe y la vivan con intensidad, centrándose en una de las mejores formas que conozco, las actividades de nuestra hermandad.

Como no podía ser de otra manera, una reunión tan grande no iba a producirse a causa de un evento deportivo, un concierto de música o un “meeting” político, sino sólo por y para Jesús, cabeza de la Iglesia católica.

Gracias a todas las personas que lo han hecho posible. César Pérez Bermejo HERMANO COFRADE

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B “¡Dichoso tú, amado Papa Juan Pablo, porque has creído! Te rogamos que continúes sosteniendo desde el Cielo la fe del Pueblo de Dios. Desde el Palacio nos has bendecido muchas veces en esta Plaza. Hoy te rogamos: Santo Padre: bendícenos. Amén” (Benedicto XVI).

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l 1 de mayo del pasado año 2011, cumpliendo el ya conocido anuncio, se beatificó al que para muchos católicos era un santo en vida, Karol Wojtyla, es decir, Su Santidad Juan Pablo II.

vicario del Santo Padre para la diócesis de Roma. El Papa Benedicto XVI se unió espiritualmente al evento por medio de una conexión en video. El segundo momento fue la ceremonia de beatificación en sí, presidida por el Papa Benedicto XVI, que se celebró el domingo 1 de mayo en la Plaza de San Pedro en Roma, donde se agolpó un millón de feligreses venidos de todos los rincones del mundo. La ceremonia comenzó a las 9:55 horas y estuvo precedida de una hora de preparación en la que se rezó, se leyeron pasajes de la Biblia y se entonaron himnos y cantos.

Cinco fueron los momentos en los que se desarrolló la beatificación del Papa Juan Pablo II. El primero fue la vigilia de preparación, el 30 de abril, que se realizó en el Circo Máximo de Roma y que fue presidida por el cardenal Agostino Vallini,

Se trataba de la primera ocasión, en más de mil años, en la que un Papa es beatificado por su inmediato sucesor. Aunque Ratzinger estableció, al poco de ser elegido Pontífice, que sólo celebraría canonizaciones, decidió hacer una excepción con su predecesor, al que proclamó beato vistiendo su casulla y su mitra. El cardenal Vallini inició la homilía de beatificación con una breve biografía de Juan Pablo II y posteriormente solicitó al Papa que le hiciera beato. Con estas palabras pronunciadas en latín Benedicto elevó a los altares a su inmediato antecesor: “Nosotros, acogiendo el deseo de nuestro hermano Agostino Cardenal Vallini, nuestro vicario general para la diócesis de Roma, de muchos otros hermanos en el Episcopado y de muchos fieles, después de haber recibido el parecer de la congregación de la causa de los Santos, con nuestra autoridad apostólica, concedemos que el venerable siervo de Dios Juan Pablo II, Papa, de ahora en adelante sea llamado beato y que se pueda celebrar su fiesta en los lugares y según las reglas establecidas por el derecho, todos los años el 22 de octubre”.

Un tapiz con la imagen del fallecido Papa Juan Pablo II se descubrió al inicio de la solemne ceremonia en la que el Papa Benedicto XVI proclamó beato a su antecesor, en la plaza de San Pedro del Vaticano. Foto: EFE/Jacek Bednarczyk (www.rtve.es).

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Beatificación de Juan Pablo II

En ese instante fue descubierto un tapiz con la imagen de Karol Wojtyla, tomada de una fotografía realizada en 1995. En el tercer momento de la beatificación todos los fieles pudieron venerar los restos del nuevo beato ante el altar de la Confesión, en la Basílica de San Pedro, el mismo domingo 1 de mayo una vez que terminó la ceremonia. El cuarto paso fue la misa en acción de gracias por la beatificación, el lunes 2 de mayo en la Plaza de San Pedro, presidida por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado Vaticano. Para finalizar faltaba la sepultura de los restos de Juan Pablo II, que se realizó de forma privada en la Basílica de San Pedro, en la capilla de San Sebastián. Para llegar a la beatificación ha tenido que probarse un milagro, sometido a una serie de juicios y exámenes tanto en el arzobispado local como en la congregación de Roma. El milagro probado fue el siguiente:

El Papa besa la reliquia de su antecesor durante su beatificación. La reliquia es una pequeña ampolla con sangre del Papa Wojtyla colocada en un artístico relicario fabricado para la ocasión.

En Aix-en-Provence, Francia, en una comunidad de religiosas de Maternidades Católicas ejerce su labor la hermana Marie SimonPerrie, protagonista de este primer milagro hecho por Juan Pablo II.

Foto: www.intereconomia.com.

Según cuentan las religiosas, después de la novena no ocurrió nada. Marie seguía experimentando paralizaciones en el brazo y en la pierna izquierdos, lo cual no desmoralizó a la madre superiora, al decir la propia hermana Simon-Perrie: “me pidió que escribiese su nombre, a pesar de que yo ya no era capaz de escribir. Como siguió insistiendo, a la tercera escribí el nombre de Juan Pablo II. Ante mi caligrafía, apenas legible, nos quedamos las dos mirando un largo rato y rezando”. Después de esto, sobre las nueve de la noche Marie pasó por su oficina y una voz interior le dijo “Toma la pluma y escribe…”. Con gran sorpresa se dio cuenta de que pudo escribir el nombre del futuro beato, marchándose a la cama llena de gozo. Sobre las 4:30 a.m. se levantó y descubrió que era capaz de algo que hacía mucho tiempo no conseguía, dormir. De acuerdo con sus mismas palabras: “me levanté de un salto y bajé al oratorio para rezar ante el Santísimo Sacramento. Me había

Esta religiosa al parecer sufría ya durante largo tiempo parkinson. Hasta tal punto tenía avanzada la enfermedad que llego a presentar a la superiora su dimisión como matrona. Aquella, oponiéndose rotundamente, invitó a Marie a acudir a Juan Pablo II, ya que también él había padecido de esa enfermedad. La comunidad tomó la iniciativa de rezar una novena a Juan Pablo II con la esperanza de que intermediara para curar el parkinson a Marie. Además la ocasión coincidía con el plazo de cinco años, abierto por Su Santidad Benedicto XVI, para avalar un milagro que pudiera hacer beato a Juan Pablo II. El milagro no tardó mucho en llegar. 71


Beatificación de Juan Pablo II

“quedó curada de la enfermedad que padeció el mismo Papa y, tras su restablecimiento, ha podido seguir entregando su vida en las maternidades a la batalla por la dignidad de la vida, que también libró el pontífice con su magisterio y ministerio”.

invadido una gran paz, una sensación de bienestar. Continué rezando hasta las seis y después me dirigí a la Capilla, que está a unos cincuenta metros. Al caminar me di cuenta de que mi brazo izquierdo, que estaba como muerto a causa de la enfermedad, comenzaba de nuevo a moverse. Al mismo tiempo notaba una ligereza en todo el cuerpo, una agilidad que no experimentaba desde hacía mucho tiempo”.

Sirvan para terminar estas palabras del nuevo beato, que bien pueden resumir los motivos por los que la Iglesia lo ha propuesto como ejemplo para todos sus hijos: “La persona humana tiene una necesidad que es aun más profunda, un hambre que es mayor que aquella que el pan puede saciar, es el hambre que posee el corazón humano de la inmensidad de Dios” (Juan Pablo II).

El 7 de junio fue al neurólogo que llevaba cuato años tratándola, el cual aún no ha dado una razón médica de cómo ha podido superar esta enfermedad sin ningún tipo de fármaco. Después de esto y de la pertinente investigación en 2007, el postulador para la causa de beatificación de Karol Wojtyla, el sacerdote Slawomir Oder, ha dicho que el caso de la hermana Marie fue escogido por dos razones:

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S L

una experiencia tan corta de la vida monástica haya podido tener un experiencia de Dios tan profunda, y el don tan grande que le concedió el Señor al darle una pluma tan fácil y tan fecunda para expresar todo lo que vivió en lo hondo de su corazón y que hoy edifica a tantas almas. Nadie puede dudar de su facilidad para escribir, y sobre todo para expresar su experiencia de Dios. Cuando comienza a escribir su cuaderno titulado “Meditaciones de un trapense”, él mismo nos escribe:

a figura de Rafael, es una de esas figuras que con el paso del tiempo parece que se va agrandando, en la medida que se profundiza en sus escritos, y en la medida en que va saliendo del ámbito reducido de sus monasterio y se va extendiendo, a lo largo de la Iglesia universal, el conocimiento de su santidad, a través de sus escritos y de la devoción de tantas personas que se encomiendan a su intercesión. Para nuestra comunidad ha sido siempre una figura entrañable, diría que doméstica, como que casi parece que fue ayer cuando se le veía caminar por nuestros claustros, o estar confinado en la enfermería. Y, sin embargo, en la medida que su figura va tomando nuevos contornos, y se va dando a conocer más y más, al menos yo, tengo la impresión que se nos va escapando. Nuevos estudios, nuevos libros sobre el Beato, nuevas canciones…, va perdiendo algo de su íntima sencillez de oblato de San Isidro, para irse convirtiendo poco a poco en un gran santo de la Iglesia universal, en el orante, el escritor delicado y perspicaz de su experiencia de Dios, amante de María Santísima, y, en fin, en el seguidor incansable, del Señor Jesús que le llamó a su seguimiento, y al que amó con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas.

Comienzo este cuaderno donde pretendo dejar algo de la mucha “verborrea” que el Señor me ha dado. Efectivamente, no hay momento en que cogiendo la pluma en mis manos, no se me ocurra algo que decir, algo que contar… Hoy podemos agradecer a esa divina verborrea que el Señor le concedió las más de 900 páginas que ocupan sus escritos en las “obras completas”, y que nos transmiten de modo inigualable su experiencia de Dios, que junto con la devoción tan intensa que profesó a la Santísima Virgen, y el modo como aceptó la enfermedad y los sufrimientos que le acarreó, serán sin duda los aspectos principales de su espiritualidad.

Siempre he manifestado mi admiración y mi sorpresa por este joven de 26 de años, que con

Buscar a Dios pies de María, sólo puede exclamar ¡Qué grande es Dios!"

Cuando quiere expresar sus sentimientos, y su vivencia de Dios, lo primero que le sale del hondo del corazón es la exclamación de ¡Qué grande es Dios! Cuando ve el mundo que le rodea, las criaturas obra de Dios, sus flaqueza, su esfuerzo en el trabajo, “cuando el silencio de los claustros espera con fe y con rostro sereno a que el señor le llame, y cuando por último se va ocultando el sol y acabando el día y se postra a los

Y ese Dios es tan grande que sacia plenamente las ansías de cielo del monje, como tantas veces lo expresará Rafael. “El mundo dice al monje: estás loco, lo dejas todo y hallas tu contento en nada. 73


San Rafael: rasgos de su espiritualidad (1ª parte)

Yo buscaba a Dios, pero también buscaba a las criaturas y me buscaba a mí mismo, y Dios me quiere para Él sólo… mi vocación era de Dios, y es de Dios, pero había que purificarla, había que limar asperezas. Me di al Señor, con generosidad, pero todavía no se lo daba todo; le di mi persona, mi alma, mi carrera, mi familia…, pero aún me quedaba una cosa, que eran las ilusiones y los deseos, las esperanzas de ser trapense, hacer mis votos y cantar Misa. Eso me sostenía en la Trapa, pero Dios quiere más, quiere siempre más; tenía que “transformarme”, quería que solamente su amor me bastara.

Pero el monje le dice al mundo: no es así, sino todo lo contrario… dejo lo que es nada, para tenerlo todo. Verdad es que aquí nada tengo, ni aun voluntad, ni libertad, pero tengo en cambio a Dios…, a ese Dios que tú no puedes darme”. A ese Dios que el mundo no le puede dar, Rafael lo buscará con pasión y en esa búsqueda apasionada poco a poco se le irá revelando: “Busca el Corazón de Dios, que ése es insondable. Húndete en Él, y no mires ni busques otra cosa” le dirá a la Duquesa de Maqueda. “Sólo en Dios encuentro lo que busco… Busqué la ‘Verdad’ y no la hallé. Busqué la ‘caridad’ y sólo vi en los hombres chispitas… Busqué la paz y vi que no hay paz en la tierra… ¿Qué buscas entre los hombres, me dice? ¿Qué buscas en la tierra en la que eres peregrino?” dice en sus notas de conciencia.

Y esa transformación le fue llegando de manos de la enfermedad, a través de la cual llegó a la plenitud de la búsqueda de Dios encontrándolo poco a poco en todos sus atributos. Por supuesto que en el amor y caridad será en donde más se detendrá y del que escribirá páginas bellísimas, pero también nos hablará del temor de Dios y de su misericordia, abnegación y mansedumbre, de su sabiduría y su Providencia..., tantos aspectos de su intimidad con Dios, que es imposible recordarlos todos.

Y ese Dios que con tanta sinceridad buscaba lo llegará a encontrar con toda verdad, a través de la purificación que será para él la enfermedad. Lo reconoce y así se lo manifestará en carta a Dom Félix Alonso:

Amor con frenesí Dios? ¡No sabéis lo que es amar a Dios! No me compadezcáis, no lloréis, no os apuréis aunque me muera… Mil veces lo haría si mil vidas tuviera (559).

El amor irrefrenable a Jesús, será el motor que le ayudará a despedirse de sus padres, y a pedir el ingreso en el monasterio. Un amor que no lo puede callar, como se lo expresa en carta del 27 de diciembre de 1935 a su tía la Duquesa de Maqueda:

Se siente urgido por dejarlo todo para seguir a Jesús en la vocación, que le ha manifestado. Había estado en el Santuario de Sonsoles, en Ávila con su tía María, y allí leyó la conocida frase de San Juan de la Cruz: ”Ni cogeré las flores, ni temeré las fieras...”, frase que se le quedó en su corazón y que no paraba de rumiar, por ello le escribe a su tía:

¡Qué contento estoy me voy a la Trapa…! Cuánto te quiero, Señor, qué feliz soy, el mundo no lo sabe, a veces me dan ganas de saltar y brincar, te lo aseguro… Si vieras la cara de pena que ponen algunas personas al saber que me voy a la Trapa… No lo conciben, creen que estoy chiflado. Me dan ganas de gritar: pero almas de cántaro, no veis que es que quiero mucho a Jesús? ¿No veis que es

Con ese pensamiento y con la ayuda de María, hice todo el camino… Veía pasar pueblos, personas y paisajes, y con el volante muy apretado en las manos y 74


San Rafael: rasgos de su espiritualidad (1ª parte)

renunciar para obtener un tesoro en el cielo. Por ello, de una manera preciosa comenta el encuentro de Jesús con el Joven rico y dice: Si aquel joven que se acercó a Jesús para seguirle, no se hubiese asustado con el salto que tenía que dar por encima de sus padres, de su hacienda, y se hubiese decidido y tenido el coraje para saltar por todo… Jesús, seguramente no se hubiese entristecido. Por tanto, si a algunos les parece cobardía, dejar el mundo y sus criaturas, por seguir a Jesús, también a veces es cobardía y mucha mayor, el no atreverse a dar el salto. Por otra parte, yo se por experiencia propia, que un renunciamiento a todo no es cosa fácil. Este amor purificador, como el fuego en el crisol, será el que le irá purificando, y dándole ese brillo, ese esplendor, que le dejará totalmente purificado de ganga, para estar ya dispuesto a la entrega total y solo aspirar al encuentro definitivo con Jesús, como lo deseó san Juan de la Cruz, y tantos santos. En su cuaderno “Dios y mi alma”, escribe:

Vidriera de la capilla de San Rafael Arnaiz. Jornada de oración en el Monasterio de San Isidro de Dueñas (La Trapa). 25 de junio de 2011. Foto: Manuel Centeno Morillo.

¿por qué no?, con muchas ganas de llorar, seguía, seguía la carretera sin detenerme.

Vivo sediento de Ti… lloro mi destierro… mi alma suspira por Jesús en quien ve su tesoro, su vida, su único amor… Nada espero de los hombres…, te amo con locura ¡Jesús mío! Y sin embargo, como, río, duermo, hablo y estudio y vivo entre los hombres, sin hacer locuras, Toma mi vida, empléala en lo que quieras…, abre, raja despedaza, une y desune…, haz trizas de mí… haz lo que quieras… Ya nada quiero más que amarte con frenesí, con locura… adorar tu voluntad, que es la mía… Veo lo que me quieres, veo lo que soy y sin atreverme ni mirar al suelo… no se si reír o llorar, sólo quisiera morirme de amor (1155-6).

El Señor me pide seguir y no detenerme. ¿Qué hacer?, pues lo de siempre: mirar arriba, mirar muy alto… y seguir sin detenerme…El barro es siempre barro y no nos podemos mudar. Lo importante es que ese barro sea de Dios, que Él haga lo que quiera, y que todo nos lleve a Él. Esta expresión de Rafael de “seguir sin detenerme” ha sido una constante en su vida, y la cumplió con fidelidad hasta la muerte. No se podía expresar mejor ese deseo del alma de seguir a Jesucristo, y de mostrar su fidelidad a la gracia recibida en el seguimiento de Jesucristo a través de la vocación monástica como él lo hizo, sin detenerse a coger las flores del camino, que la vida le ofrecía de una manera tan gratificante y con tantas opciones. Opciones que Rafael supo

Este amor con frenesí será el que dará el último golpe a Rafael, a través de la enfermedad 75


San Rafael: rasgos de su espiritualidad (1ª parte)

más te amaré. Más feliz seré, cuanto mayor sea mi dolor. Mayor será mi consuelo, tanto más carezca de él. Cuanto más solo esté, mayor será tu ayuda. Todo lo que Tú quieras seré. Mi vida quisiera que fuera un solo acto de amor…, un suspiro prolongado de ansias de Ti. Quisiera que mi pobre y enferma vida, fuera una llama en la que se fueran consumiendo por amor… todos los sacrificios, todos los dolores, todas las renuncias, todas las soledades. Quisiera que tu vida, fuera mi única Regla… Tu amor, mi única razón de vivir. Quisiera dejar de vivir, si vivir pudiera sin amarte. Quisiera morir de amor, ya que sólo de amor vivir no puedo. (1020-21).

para llevar a término el fin de su vida, que es como decir su consumación en el amor, pues cuando ya solo se desea la presencia del amado: “Porque la dolencia de amor no se cura, sino con la presencia y la figura” como diría san Juan de la Cruz, la tela del dulce encuentra se rasga enseguida. Así lo expresa Rafael en su cuaderno de conciencia “Dios y mi alma” ¡Silencio pides!... Señor, silencio te ofrezco. ¡Vida oculta!... Señor, sea la Trapa mi escondrijo. ¡Silencio!... Señor, ¿qué diré?, todo por Ti lo di. ¡renuncia!… Mi voluntad es tuya Señor ¿Qué queréis Señor, de mí? ¡¡Amor!! ¡Ah! Señor, eso quisiera poseer a raudales. Quisiera, Señor, amarte como nadie… Quisiera Jesús mío, morir abrasado en amor y en ansías de Ti. ¿Qué importa mi soledad entre los hombres? Bendito Jesús, cuanto más sufra…,

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