10 minute read

Paulino Julca Cruz

Cooperación técnica Suiza en la reconstrucción de la Zona de Conchucos

Paulino Julca Cruz 52

Advertisement

Testimonio del Coordinador en Lima

Testimonios de cualquier hecho, por más pequeña que sea, de un catástrofe devastador, ocurrido hace 50 años , es una especie de verificación y promesa de lo que ocurrió con el terremoto alud el 31 de mayo de 1970, en la Región Ancash, siendo el más afectado Yungay , capital de la provincia del mismo nombre.

Ese domingo a horas 3.22 de la tarde, se inauguraba el Campeonato Mundial de futbol “México 70 “ el Perú jugaba con Bulgaria, el país entero se aprestaba ver el partido, igual que en Yungay y todo el Callejón de Huaylas , además las comunidades como de costumbre los domingos, habrían bajado a comprar y vender sus productos. A nadie le ocurrió imaginar que un fuerte latigazo de la naturaleza desaparecería en dos minutos a la hermosa y hospitalaria ciudad de Yungay. Más de 20,000 personas quedaron enterradas, entre los escombros por la avalancha de hielo y barro que produjo por el desprendimiento del casco norte del Huascarán. Hoy que nos aprestamos dar cuenta a la historia de este fatal episodio que enlutó al país, afectando a muchas familias ancashinas, que perdieron a sus seres queridos, también está en nuestra mente y nuestro corazón, la reacción solidaria de los hijos de esta región, desde el lugar que estuvieron, pero en especial quienes ese día estábamos fuera del territorio de nuestra querida Región.

Nosotros de Piscobamba, capital de la Provincia Mariscal Luzuriaga, no podíamos quedarnos con las manos cruzadas, al día siguiente nos constituimos en un Comité de Auxilios, presidida por el profesor Américo Portella Egúsquiza, Secretario el autor de estas líneas y tesorero el abogado Andrés Ocaña, con sede en Club Ancash, ubicado en Horacio Urteaga 660 Jesús María.

52 Paulino Julca Cruz. Natural de Piscobamba, provincia Mariscal Luzuriaga. Empresario dedicado a la publicidad y actividad automotriz. Institucionalista y promotor cultural.

1970 La hecatombe de Áncash 352

Los días venideros fueron momentos de incertidumbre, a pesar de nuestros esfuerzos, nuestra voluntad de coordinar y comprendernos parecía colapsar, porque todos queríamos saber de nuestras familias, no había ninguna señal de radio ni teléfono, la poca noticia que filtraba avisaba, que las carreteras estaban destruidas, no había energía eléctrica y la densa nube gris oscuro no despejaba de todo el Callejón de Huaylas.

El objetivo fundamental de nuestro Comité fue indagar la situación de Piscobamba y demás distritos de la provincia y convertirnos en voceros oficiosos de la colectividad luzuriaguina en Lima, y también acopiar víveres no perecibles y ropa. Mucha gente emprendió viaje con sus ´propias movilidades hasta donde podía avanzar de allí a pie.

A los quince días se tuvo noticias, que a nuestra provincia se podía acceder por la ruta de Huari hasta un centro poblado denominado Huamparán en los límites con la provincia Carlos Fermín Fitzcarrald. Nuestro cometido de recoger víveres y ropa usada fue un éxito, lo que determinó mi viaje a la zona con el directivo don Andrés Ocaña llevando una buena cantidad de víveres entre conservas, arroz, azúcar, fideos, los cuales se depositaban en el Club Ancash y en el domicilio del activo y comprometido piscobambino Félix Ocaña Valverde. Nuestro viaje fue salvando mil dificultades, haciendo transbordo hasta en tres oportunidades llegando a la ciudad de Huari para luego partir a nuestra meta que fue la localidad de Huamparán, hasta donde podían venir autoridades y delegaciones de las provincias de Mariscal Luzuriaga, Pomabamba, Fitzcarrald y Asunción Chacas. Nosotros cumplimos nuestra misión bajo un escrutinio real y leal de nuestra dramática carencia que la hora aciaga exigía para con los afectados de la tierra que nos vio nacer. Entregamos bajo documentos debidamente preparados al subprefecto de nuestra provincia Sr. Felipe Oliveros quien nos esperaba con varias acémilas. Nuestro retorno fue más llevadero porque solo fue con nuestras mochilas y podemos comprobar la dimensión de la tragedia con caminos desaparecidos y poblaciones en escombros. Después de algunos meses, para ser más precisos en el mes de setiembre, llegamos disponer 1000 kilos de sal porque era muy requerido por las poblaciones afectadas, entregamos en Lima a la señora Dalmira Caldas quien, con flete pagado por el comité, se encargó de conducir y distribuir en nuestra provincia en coordinación con las autoridades pertinentes.

Los primeros 6 meses la tarea del comité fue sumamente difícil. Sin embargo, poco a poco, los paisanos y representantes de instituciones iban acercándose al comité como los señores Julio Villanueva Delgado, César Egúsquiza Durand, Miguel Roldán Castillo, Dr. Humberto Oliveros Marques, César Asencios, Adelmo Vidal y otros.

Nuestro comité de alguna manera había implementado una comunicación fluida con más de 20 piscobambinos en Lima, en una de esas llamadas, Miguel Roldán Castillo, un cercano colaborador del Comité quien trabajaba en Inversiones Adela Corporation , me cuenta que la Gerencia General había mandado a fotocopiar una cantidad de documentos donde él había podido leer temas relacionados a la cooperación y ayuda a la zona afectada por el sismo incluso me indica que pudo advertir claramente las palabras Sihuas y Pomabamba.

Inmediatamente, le sugerí a mi amigo Miguel Roldán que solicite una entrevista para mí, en nombre del Comité de Auxilio de nuestra provincia; el 3 de noviembre asistí a la entrevista acompañado por el Dr. Ignacio Tinoco y el propio Miguel Roldán, quien nos recibió fue el Presidente de Directorio de la Compañía Adela Inversiones Corporation, el Dr. Fortunato Quesada; en una reunión por demás abierta, amical, con muestras claras de colaboración, el alto funcionario nos dijo que no eran ellos los que pensaba ayudar, sino unos voluntarios suizos, a través de Cooperación Técnica Suiza que funcionaba en la misma embajada quienes estaban recolectando información para encaminar la ayuda.

Convocamos a asamblea general nuestro Comité a una oficina mía ubicada en Jr. Huancavelica 470 Lima, la oficina estuvo llena de gente, informamos lo acontecido en Adela Inversiones y acordamos renovar la directiva del Comité y cambiar el nombre, así el nuevo comité se llamaría “Comité de Reconstrucción y Rehabilitación de la Provincia Mariscal Luzuriaga”, los nuevos integrantes fueron presidente: el profesor Julio Villanueva delgado, vicepresidente Américo Portella Egúsquiza, secretario Paulino Julca Cruz, tesorero Miguel Roldán Castillo, Relaciones Públicas: Marino Córdova Pardo y vocal Félix Ocaña Valverde.

Nos demoramos una semana en cambiar la papelería el nuevo comité, solicitamos reunión a la Cooperación Técnica Suiza COTESU, el mismo presidente de Adela Inversiones nos ayuda a coordinar esta

reunión; concurro a la reunión acompañado de Miguel Roldán Castillo a las oficinas de COTESU en Las Camelias 780 San Isidro, que era la misma Embajada Suiza. Nos recibió el Sr. Gerold Bauman, y nos dice “este contacto es un milagro, estamos buscando gente de arriba”, nosotros explicamos los pormenores de la tragedia, la realidad de la zona de Conchucos, a esto nos contesta el Sr. Bauman “ya estamos terminando de recopilar datos, mañana regresa un joven voluntario suizo Spycher Peter quien ha viajado a conocer las provincias que pensamos apoyar” agrega “ustedes tienen que ayudarnos, dejen sus datos para reunirnos muchas veces más”. ¿Qué nos quedaba a nosotros? Salimos embriagados de emoción e inmediatamente me pongo en contacto con el Dr. Adolfo Vidal de Pomabamba, otro altruista de kilates para su provincia y él se compromete en coordinar con los amigos de Sihuas.

Mis llamadas y reuniones con la Embajada Suiza se convirtieron cotidianamente; mañana tarde y noche, al mes siguiente regreso a una reunión más formal con el Presidente del Comité Sr. Julio Villanueva Delgado, llevando una serie de necesidades de nuestra provincia, en esta ocasión, nos esperaron el Sr. Gerold Bauman y el arquitecto George Steiner , oportunidad que sirvió para enterarnos casi a detalle de los proyectos que pensaban desarrollar tanto en Sihuas, Pomabamba y Piscobamba, en cada una de estas ciudades construirían un centro base de educación y un centro de salud debidamente equipado, el profesional residente para coordinar la ejecución de estas obras era el Arq., Steiner presente en la reunión. Después de un sin número de reuniones, el profesional asignado en monitorear estas obras se propone viajar a las 3 provincias a confirmar y verificar los terrenos con las características que ellos exigían; es así que el arquitecto Steiner viaja a nuestra zona el 18 de julio de 1971 acompañado de un delegado de nuestro comité, Sr. Paulino Murillo Isidro, quien como anécdota retorna a su tierra después de 25 años de haber emigrado a Lima. El pueblo piscobambino a la cabeza sus autoridades, con su alcalde provincial Sr. Isaac Valverde recibió a esta comitiva declarándolos benefactores y huéspedes ilustres. Aquí es importante destacar la reacción positiva del pueblo en la entrega formal de los terrenos que la comisión exigía, ciudadanos, autoridades, los propietarios de los terrenos en especial el magisterio como pocas veces, se comportaron en consenso; para que en 48 horas pudieran adquirir los terrenos en Manzanapampa para posta médica y Romeropampa para el complejo educativo.

La siguiente etapa de nuestro trabajo consistió en coordinar con los funcionarios de CRYRZA para la firma del convenio con la Embajada Suiza y COTESU; que se llevó a cabo en la ciudad de Huaraz, el 8 de junio de 1972; etapas y tareas de enorme significado para nosotros que estábamos cumpliendo una función de bisagra para viabilizar la reconstrucción, el desarrollo de la infraestructura largamente esperado del estado peruano como es la salud y educación.

El 22 de agosto de 1972 viaja a Piscobamba, Pomabamba y Sihuas, el embajador suizo a completar en el mismo terreno de los hechos cualquier documentación o imponderable que pudiera dificultar las obras filantrópicas con el aporte del pueblo suizo. El 23 de agosto a las 10 am en Piscobamba la población en pleno, los alumnos con las banderas suizas recibieron al embajador William Frei, quien viaja acompañado de una selecta comitiva, el Dr. Kurt Burri de COTESU, el capitán de fragata AP Raúl Parra Meza de CRYRZA entre otros. En esta ocasión dejaron sendos convenios donde se comprometían a ejecutar obras con recursos de PERU HILFE que era un colectivo en Suiza integrado por voluntarios a raíz del sismo del 31 de mayo de 1970. En Piscobamba, en mérito a este convenio se construiría un complejo educativo, con una inversión de 3 millones 450 mil soles, un jardín de infancia con 450 mil soles y un centro de salud con 2 millones de soles y para el uso del centro asistencial, el consejo federal suizo donaría un vehículo por 200 mil soles, en lo que se refiere a Piscobamba todas estas ofertas fueron cumplidas en exceso. Análogas ceremonias se realizaron en Pomabamba y Sihuas, en esta última ciudad el embajador William Frei colocó la primera piedra donde se levantaría el complejo educativo igual con una inversión de 3 millones 850 mil soles, en Pomabamba las partidas asignadas fueron mucho mayores a las destinadas en Sihuas y Piscobamba.

Pasaron un lustro, las obras iban terminándose en distintas fechas en cada provincia sorteando dificultades pueblerinas muchas veces generadas por los trabajadores y algunas veces por nuestras mismas autoridades.

El 25 de setiembre de 1978, vino al Perú el presidente de PERU HILFE, el Sr. Edgar A. Ruckli, quien presidió allá en Suiza al colectivo de voluntarios que se organizaron y juntaron el dinero para financiar las obras que hemos señalado en este comentario. El Sr Ruckli viaja a Piscobamba y a las demás provincias beneficiadas el 29 de setiembre

del mismo año, acompañado del embajador de su país el Sr. Henry Begle, el Sr. Gerold Bauman de COTESU, su esposa y su menor hijo. Las autoridades, Piscobamba un pueblo agradecido le dió una cálida recepción, el distinguido visitante inspeccionó las obras realizadas con el aporte filantrópico de su institución y amigos. Tengo la satisfacción de poseer hermosas cartas cruzadas con este gran personaje de solidaridad mundial, antes que viniera al Perú, como prueba de mi permanente entrega a la causa de la patria chica.

Han pasado 50 años de aquel fatídico 31 de mayo de 1970, los años pasan, las obras quedan, una gran verdad, en las 3 provincias aun la población sigue disfrutando de las infraestructuras que patrocinaron los suizos, quienes trabajaron a brazo partido y nosotros creemos haber cumplido, con la tierra que nos vio nacer, particularmente digo: “Piscobamba yo nunca te fallé, tierra bendita que te llevo en mi corazón”.

El autor junto a los miembros de la Cooperación técnica Suiza en la reconstrucción de la Zona de Conchucos

This article is from: