9 minute read
Configuración general
Configuración general
Hoy en día, Putuni es un patio rectangular de casi 48 por 40 metros, cuyo eje más largo está orientado aproximadamente de este a oeste (figura 2.39). El patio está definido en sus cuatro lados por muros que formaban una plataforma elevada con el muro exterior de Putuni, cerca de 6.5 metros hacia el este, norte y sur, y 12.5 metros en el lado oeste, todos de aproximadamente 1.2 metros de altura. Presumiblemente había una estatua en el centro del patio, que fue encontrada decapitada por Cordero Miranda en la excavación ya mencionada de Putuni.
Advertisement
En el exterior, los muros fueron construidos con una mampostería de grandes bloques, casi todos colocados horizontalmente y espaciados, con los intervalos rellenos con mampostería de hiladas irregulares. La diferencia en la calidad del trabajo entre el muro este y los demás es notable. En el primero, algunas de las piedras más grandes están dispuestas de forma vertical, otras horizontalmente, y todas están muy bien trabajadas en sus ángulos rectos. La mampostería de relleno está engastada
Figura 2.39. Plano de Putuni (Jean-Pierre Protzen, redibujado a partir de Escalante).
de manera muy precisa con juntas apenas visibles (figura 2.40). El muro en su totalidad, o lo que queda de él, está construido exclusivamente de andesita y tiene un acabado muy uniforme de un solo plano. En contraste, los muros externos norte y oeste están construidos principalmente de piedras reutilizadas de andesita y arenisca, que no están ni bien acabadas ni correctamente engastadas (figura 2.41). No se ha conservado suficiente de la mampostería como para juzgar su ejecución. Los muros internos están revestidos por grandes bloques, en su mayoría horizontales, colocados a intervalos aproximadamente regulares. La mampostería que llena los espacios entre las piedras grandes ha desaparecido casi completamente; solo sobreviven hendiduras en los lados de los grandes bloques que permiten inferir la altura y profundidad de las hiladas de mampostería de relleno.
Max Portugal Ortiz (1992, pp. 31-32) estableció que el piso del patio era una mezcla compacta de arena y arcilla, que fue colocada sobre tres pisos más antiguos de construcción similar. Atribuyó el más bajo de estos pisos al asentamiento original del sitio. Desafortunadamente, Portugal no especificó cuál era la relación de estos pisos con la estructura de Putuni ni tampoco si encontró la base de la estatua decapitada excavada por Cordero Miranda. Kolata, cuyo equipo también ha realizado excavaciones en Putuni, es muy claro al afirmar que la plataforma del templo fue construida «sobre estructuras domésticas más tempranas, que fueron arrasadas intencionalmente para acomodar el nuevo esquema de construcción» (1993, p. 153).
Figura 2.40. Mampostería en el muro este de Putuni.
Figura 2.41. Mampostería en el muro norte.
La entrada
El ingreso al patio de Putuni era por el lado este de la estructura, a pocos metros de la Pared Balconera. Como hemos anotado arriba, la entrada fue excavada por primera vez en 1903 por Georges Courty. Al frente, o al este de la entrada, excavó una escalera de tres pasos que descendía desde un estrado frente a la Pared Balconera a una zona pavimentada que pudo haber sido una antesala a Putuni. Posnansky publicó algunas fotografías tomadas poco después de la excavación, que muestran la escalera (1945, vol. 2, figuras 35 y 36)13, que describió como tricolor, aunque no especificó cuál era el esquema de colores (1945, vol. 2, p. 108). Por otro lado, en su reporte de las excavaciones de Courty, Créqui-Montfort menciona que «les pierres de l’entrée portaient encore les traces d’une couleur verte cuivreuse dont elles avaient été enduites
13 Posnansky mencionó que él fotografió el área poco después de que se realizara la excavación (1945, vol. II, figuras 35 y 36) y se quejó de que entre la excavación y sus fotografías, numerosas piedras habían sido removidas y que gran parte de esa área había sido destruida por «aquella miserable gente» (1945, vol. II, pp. 106-110). Existen, sin embargo, algunas dudas sobre la autoría de estas fotografías. Muchas de las mostradas por Posnansky en sus libros fueron tomadas en realidad por un fotógrafo contratado por la Misión Francesa. Debido a que Posnansky no proporciona el crédito correspondiente en las ilustraciones, no se sabe a ciencia cierta cuáles fotografías son en realidad suyas y cuáles fueron tomadas por otra persona.
intentionnelment» 14 (Créqui-Montfort, 1906, p. 541). Dado el contexto, «les pierres de l’entrée» probablemente se refiere a las piedras de los escalones, pero podría también designar otras piedras que formaban la entrada a Putuni. Todavía es un misterio qué estaba pintado y con cuántos colores. La escalera puede haber caído presa de los saqueadores poco después de su excavación o haber sido enviada a París, y la diferencia de nivel que alguna vez existió entre la antesala y el estrado desapareció con la reconstrucción del Kalasasaya.
Cuando fue desenterrada, la entrada ya estaba reducida a una o dos hiladas de mampostería, y ha sido modificada desde entonces. En primer lugar, las piedras de y alrededor de la entrada comenzaron a desaparecer. Un plano realizado probablemente en 1984 y publicado por Arellano (1991, p. 266, figura 14) muestra muchas menos piedras de las que pueden verse en las fotografías mencionadas, pero también revela que el estado de 1984 no es congruente con la situación actual. Desde entonces, algunas piedras han sido añadidas y otras parecen haber sido nuevamente erectas (figura 2.42). En consecuencia, no se puede estar completamente seguro de la configuración y diseño original de la entrada. Lo que se infiere de una comparación de los distintos documentos y las condiciones actuales es una puerta de ingreso doble, una interna y una externa separadas por un espacio de cerca de 70 centímetros de ancho. El ingreso exterior tenía una apertura central ancha de aproximadamente 1.2 metros, flanqueada por dos otras aperturas muy angostas, con un ancho muy impráctico de 50 centímetros, uno a cada lado. Lo que queda hoy de la entrada exterior son los pilares que enmarcan la apertura central y una jamba que define el pasadizo a la izquierda o hacia el sur. De la entrada interior, solo permanece el pilar sur y el contorno del pilar norte, tallado en las losas que sirven de cimiento y que definen la apertura central, también de 1.2 metros de ancho. No es obvio que esta apertura haya estado flanqueada por pasadizos más angostos, como sostuvo Ponce Sanginés (Ponce Sanginés & Mogrovejo, 1995, p. 236). Dos ortostatos, uno hacia el sur y otro hacia el norte del pilar que todavía existe, y alineado con este, sugiere anchas aperturas laterales de aproximadamente 1.4 metros.
Las piedras que en realidad conformaban la apertura central de la entrada exterior, u oriental, indican que esta tenía doble jamba. Sin embargo, los contornos, o zonas ligeramente hundidas talladas en el pavimento del suelo y en que están colocados los pilares, desmienten esta doble jamba: las áreas son cuadradas, no rebajadas. Una piedra recientemente añadida al pilar sur de la entrada interior sugiere que esta también tenía doble jamba. La piedra añadida no se encontraba allí al momento de la primera
14 Las piedras de la entrada aún muestran señas del color verde cobrizo con que fueron intencionalmente recubiertas.
Figura 2.42. Entrada a Putuni.
excavación y también contrasta con el receso claramente cuadrado. Que los pilares que continúan en su lugar estén colocados en las áreas rebajadas sugiere, de hecho, que los contornos fueron utilizados para colocar los muros o los pilares, pero también es evidente la forma de las áreas no necesariamente se corresponde con las piedras que están colocadas en ellas. En otras palabras, «proyectar» los contornos para recrear las estructuras mencionadas, como Ponce Sanginés hizo con la entrada al Kalasasaya y propuso hacer con Putuni (1976, figura 60) podría llevarnos a malinterpretar completamente lo que estuvo alguna vez allí o para lo que se pretendieron las estructuras. Más aún, los pilares colocados en los contornos de Putuni tienen todo tipo de tallados, recesos y bolsillos en sus caras superiores, lo que altera considerablemente la disposición básica, por lo que no hay forma evidente de saber cuál fue la configuración de la entrada sobre las piedras base. Posnansky (1945, vol. 2, pp. 109-110) menciona que, en conexión con los pilares, había delgadas lajas de piedra en su parte superior y que formaban pequeñas cámaras. Es difícil imaginar la configuración de las piedras que vio si nos basamos en esta vaga descripción. Nuestras propias observaciones sugieren que no fueron losas delgadas, sino otras piedras las que se utilizaron en los pilares. Más aún, las secciones inconclusas entre algunos de los contornos nos hacen pensar que el trabajo en estos pilares pudo no haber sido terminado.
Considerando lo poco que permanece de la entrada a Putuni, la escasa información que tenemos sobre su configuración en el momento de la primera excavación y nuestras propias dudas, sería absurdo sugerir siquiera una reconstrucción aproximada. Todo lo que podemos decir al respecto es que no se trataba de un simple ingreso. El acceso al patio interior de Putuni no era inmediato, sino cuidadosamente estructurado en una secuencia: primero estaba la escalera que descendía hacia una antesala pavimentada, seguida por una solemne entrada exterior, posiblemente con doble jamba, un espacio angosto y luego, quizá, una entrada interna más simple, antes de llegar al patio. Esto nos recuerda la observación de Goldstein sobre «portales y escaleras que dirigían el acceso hacia un núcleo ceremonial».
La plataforma La plataforma —creada por muros paralelos y material de relleno— que rodeaba el patio es accesible desde el exterior por dos escaleras angostas construidas en el muro. No sabemos si existían otras escaleras. ¿Qué había sobre la plataforma? Ponce Sanginés creía que eran superestructuras de adobe que contenían recintos para la nobleza construidos sobre la plataforma. Basó su argumento en la cantidad de arcilla que encontró en el patio interior (Ponce Sanginés & Mogrovejo, 1995, p. 235). Kolata, por su parte, imaginó la plataforma como una especie de galería desde la que se podía observar cualquier actividad que estuviera realizando en el patio (1993, p. 152).
Construidas en los muros plataforma y mirando hacia el patio, había una serie de cámaras pequeñas construidas con piedra tallada que fueron saqueadas mucho antes de las excavaciones (Portugal, 1992, pp. 32-33). No sabemos cuál era el propósito de estas cámaras, pero han sido descritas en diversas oportunidades como cámaras funerarias (Escalante, 1993, pp. 233-236; Kolata, 1993, p. 162) o como depósitos de parafernalia ritual (Kolata, 1993, pp. 161-162). Construidos contra el exterior del muro plataforma, se encuentran los contornos de un recinto, así como los restos de un piso cuidadosamente pavimentado, que pueden haber recorrido el largo del muro plataforma. Es posible que hubiera más recintos adjuntos al muro norte. A lo largo de la sección norte del muro plataforma oeste externo, Kolata y su equipo excavaron lo que llamaron el Palacio de los Cuartos Multicolores, viviendas de élite construidas contra la plataforma (Kolata, 1993, pp. 149-155). No sabemos si se construyeron estructuras similares contra el exterior del muro de la plataforma sur, pero el hecho de que la plataforma estuviera rodeada de por lo menos algunos edificios debe haber modificado considerablemente la apariencia de Putuni. Si bien hoy vemos un patio cercado por una plataforma impecable, en la época cumbre de la ocupación de Putuni, aquella estuvo oculta por las estructuras circundantes.