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Ensambles
Figura 3.50. Puerta A en miniatura.
Ensambles
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Muchas piedras estándar pueden ser reconstruidas en ensambles significativos. Como notamos en la lista de tipos de piedras mencionada arriba, muchas piedras fueron ejecutadas en versiones diestra y siniestra. Esta simetría, elementos de diseño y la fragmentación de los motivos como si se tratase de un rompecabezas, que discutimos arriba, y los detalles de construcción como las ranuras para grapas, muescas, muescas de izamiento, canaletes para sogas y perforaciones para izamiento, que se discutirán en el capítulo 6, proveen pistas sobre la orientación y posición de un bloque en el ensamblaje, y sobre la forma y dimensiones de las piedras inmediatamente adyacentes. En analogía con los ascendentes de las chambranas, los rebajos escalonados están orientados de forma vertical, con la grada en la parte superior de la piedra, y como se infiere de la puerta, las molduras escalonadas están orientadas horizontalmente con la grada más ancha sobre la más angosta. Las ranuras para grapas de todas las formas y las muescas se encuentran en la cara superior. Las muescas de izamiento se encuentran en los bordes inferiores de las piedras y los canaletes para sogas están tallados en las caras inferiores y ascendentes de piedras, pero nunca en su cara superior. Las perforaciones para izamiento siempre se encuentran en los bordes más cortos y laterales en la parte superior de las piedras.
Las piedras Tipo 7, o piedras flecha, están fácilmente orientadas gracias a su nicho; la flecha «vuela» horizontalmente, y las perforaciones para izamiento, ranuras para grapas y las muescas se encuentran en la cara superior. Las piedras Tipo 8, o piedras con forma de rombo, son más difíciles de ubicar. Tenemos solo una pista, una ranura de grapa con forma de U, que podría indicar que el motivo romboidal miraba hacia arriba (figura 3.51). El Tipo 2, o piedras aserradas, son igualmente difíciles de orientar.
Solo uno de los tres ejemplos tiene una ranura para grapas con forma de T de la que inferimos que las piedras estaban posicionadas con los bordes prominentes de los dientes colocados de forma horizontal y en la cara superior.
Piedras flecha y piedras nicho Las piedras flecha muy posiblemente encajan juntas con las piedras nicho de los tipos 6.1 y 6.2. Muchas de estas piedras nicho tienen exactamente la misma altura que las piedras flecha, y todos sus nichos, que son Tipo 2a, tienen exactamente las mismas medidas y están abiertas en la parte inferior (figura 3.52). Ambos tipos, piedras nicho o piedras flecha, exhiben las ranuras para grapas adecuadas, lo que sugiere que estaban conectados a otras piedras en el mismo plano que su cara. Como los nichos están abiertos en la parte inferior, suponemos que las piedras estaban colocadas sobre otras piedras que proveían una base para los nichos. En el caso de las piedras flecha, no sabemos cómo pudieron haber sido completados los rebajos triangulares bajo la flecha en las piedras inferiores. Es posible que el rebajo terminado pudiera haber formado un motivo tiahuanaco distinto. Si tenemos razón en nuestra suposición de que las piedras flecha estaban conectadas con las piedras nicho, podemos afirmar, sobre la base de la simetría de las piedras flecha, que la combinación de las piedras nicho y flecha debe haber formado composiciones simétricas.
Ensambles de nichos
Las piedras Tipo 6 son bastante abundantes. Registramos 13 al interior de las ruinas, pero sabemos que existen muchas más en el pueblo de Tiahuanaco, habiendo visto varias de ellas en los patios y casas de las personas. Por analogía con la Puerta del Sol y las piedras Tipo 11, inferimos que los nichos están ocasionalmente colocados en hiladas horizontales. Las diversas piedras nicho que hemos registrado muestran ranuras de grapa colocadas de forma apropiada para conectarse entre sí. Dos piedras nicho en particular son testimonio de que en algunas hiladas de nichos estos estaban separados por dentellones colocados sobre el nivel del transverso de sus chambranas (figura 3.53).
Las piedras jamba de nichos. (Tipo 5), tanto simples en versiones diestra y siniestra (Tipo 5.1) como las de doble cara (Tipo 5.2) sugieren que también hubo hiladas de nichos más grandes (de Tipo 5.2, como discutiremos más adelante). Para completar los nichos formados con estas piedras jamba, había piedras dintel para nicho con y sin dentellones (Tipo 4.2 y Tipo 4.3). Encontramos varias de estas piedras dintel, la mayoría de ellas en pedazos. Las piedras dintel son fácilmente identificables por el transverso de la chambrana y por el rebajo biselado, de forma trapezoidal, tallado en ellas. El rebajo biselado forma el «techo» del nicho (figura 3.54).
Piedras dintel similares sin dentellones completan los nichos de Tipo 2a en piedras con forma de H de Tipo 1.1 o 1.2 (figura 3.55).
Figura 3.51. Piedra rombo (dibujo por Heshang Liang).
Figura 3.52. Reconstrucción hipotética de una combinación de piedras flecha y nicho (dibujo por Jean-Pierre Protzen).
Figura 3.53. Hilera de nichos con dentellones (dibujo por Jean-Pierre Protzen).
Figura 3.54. Piedras jamba con nichos completadas con dinteles y dentellones (dibujo por Jean-Pierre Protzen). Figura 3.55. Dintel con nichos sobre piedras-H (dibujo por Jean-Pierre Protzen, publicado por primera vez en Journal of the Society of Architectural Historians).
Puertas compuestas en miniatura Nuestro «descubrimiento» de la entrada ciega monolítica que discutimos arriba fue crucial para nuestro entendimiento e interpretación de otras piedras en Pumapunku. Hizo evidente el uso de piedras con un panel rebajado (Tipos 4.4 y 4.5) —el panel es el techo del espacio pequeño—. También nos proporcionó pistas sobre la ubicación de la moldura escalonada encontrada en tantas de las piedras. Por ejemplo, las piedras Tipo 3.2 y 3.4, en sus versiones diestras y siniestras, tienen una ranura escalonada en un lado, derramos biselados, una moldura escalonada cerca de un cuarto de su altura y una ranura recta en el lado opuesto, con los rastros de una ranura para grapas con forma de T colocada en un ángulo. Creemos que estas piedras son las piedras jamba de las puertas ciegas en miniatura. Una losa de piedra plana colocada en las ranuras rectas de la «espalda» y anclada hacia las jambas de los lados izquierdo y derecho con grapas, coronada con una piedra dintel de forma adecuada, con paneles rebajados, de Tipo 4.4 y 4.5, respectivamente, se combinan para formar entradas ciegas en miniatura compuestas, lisas o decoradas con cruces simples (figuras 3.56 y 3.57). Una piedra dintel Tipo 4.4 particularmente impresionante se utiliza como banca en el centro de la Plaza de Armas de Tiahuanaco. En su lado frontal, la piedra muestra el transverso completo de la chambrana, incluyendo la grada superior de los ascendentes (figura 3.58).
Figura 3.56. Puerta Ciega en miniatura simple (dibujo por Jean-Pierre Protzen).
Figura 3.57. Puerta Ciega en miniatura con cruces (dibujo por Jean-Pierre Protzen).
Figura 3.58. Dintel en el pueblo.
Las piedras Tipo 1.1 con nichos Tipo 1 y 2a, dentro de las que están tallados los íconos nicho correspondientes, completadas con piedras dintel Tipo 4.2 y 4.4, parecen haber compuesto una hilera completa de entradas ciegas en miniatura. Todos los detalles en las piedras con forma de H concuerdan con esta reconstrucción: derramos de jambas biseladas, molduras escalonadas y rebajos con ranuras para grapas en forma de T para unirse a la parte posterior de una piedra (figura 3.59). Debería notarse que Stübel y Uhle habían anticipado esta misma configuración (1892, parte 2, p. 38), si bien no registraron piedras de dintel. Describiremos más abajo otra versión de esta reconstrucción.
Las piedras y fragmentos de piedras Tipo 3.1, 3.3 y 4.1 nos permiten inferir que también había puertas abiertas compuestas en miniatura para ambos diseños, lisas y decoradas con cruces. Las piedras jamba correspondientes son más delgadas que los ejemplos anteriores, tienen ranuras escalonadas en ambos lados y carecen, típicamente, tanto de la moldura escalonada como de la ranura recta que necesitan para recibir una piedra de fondo. Correspondientemente, las piedras dintel muestran un bisel en su lado inferior en lugar del panel rebajado de las puertas ciegas en miniatura (figura 3.60).
Figura 3.59. Hilera de piedras H (dibujo por Jean-Pierre Protzen).
Piedras tipo 11 Dos fragmentos de piedra, el Fragmento A (figura 3.61) y la Piedra de los Cinco Nichos (figura 3.62) guardan similitud con el Escritorio del Inca (figura 3.13), lo que sugiere que hubo más de una piedra Tipo 11. Las ranuras para grapas en la parte superior de ambas, del Escritorio del Inca y de la Piedra de los Cinco Nichos, indican que estas piedras alguna vez estuvieron conectadas con otras. Las cruces parciales en el Escritorio del Inca están incompletas y, de hecho, en la cara superior de la piedra hay una ranura para grapas con forma de T colocada de una forma que confirma la conexión con otra. En el extremo opuesto, hay otra ranura para grapas con forma de T orientada de manera perpendicular a la cara de la piedra. En la Piedra de los Cinco Nichos, una ranura para grapas con forma de U sugiere que otra piedra fue conectada de forma perpendicular a su lado posterior.
Figura 3.60. Puerta abierta en miniatura (dibujo por Jean-Pierre Protzen).
Figura 3.61. Fragmento A. Figura 3.62. Piedra de los Cinco Nichos.
Piedras círculo
Las piedras Tipo 9, o piedras círculo, están entre las más complicadas de Pumapunku. Al comienzo solo teníamos un ejemplar que estaba tan gravemente mutilado que era imposible hacerse una idea sobre su forma, orientación o uso. No fue sino hasta que se descubrió un segundo ejemplar mejor preservado, que fuimos capaces de reconstruir la apariencia general de las piedras círculo (figura 3.63). Las ranuras escalonadas claramente orientan las piedras con el escalonado ascendente, aunque la ranura para grapas con forma de U contradice esta posición. Los rebajos, derramos biselados y la versión diestra y siniestra de la piedra permitirían identificarlas como piedras jamba. Sin embargo, les hemos asignado un tipo separado ya que no estamos seguros de su identidad. Los tallados y numerosas ranuras para grapas con broches de anclaje a la base o cerca de esta ponen a prueba nuestra imaginación. El uso de las piedras y su contexto inmediato es todavía un misterio.
Piedras tipo 10 Las losas con nichos y los íconos-nicho tienen hombros tallados en la parte superior en ambos extremos. Las ranuras para grapas con forma de T indican que otras piedras
Figura 3.63. Piedra círculo (dibujo por Jean-Pierre Protzen).
descansaban sobre estos hombros, adheridas a las losas (figura 3.39). Es difícil imaginar cómo se utilizaron estas piedras. ¿Estaban alineadas y unidas para formar un muro o había vacíos entre ellas mientras que otros bloques de forma desconocida descansaban sobre sus hombros como si fueran puentes? A menos que se descubran más piedras de este tipo, o piedras que puedan ser encajadas aquí, estas preguntas continuarán sin respuesta.
Piedras tipo 12 Las dos piedras bisecadas (figura 3.40) que descubrimos son muy similares a las dos piedras en una fotografía de Posnansky de un portal construido con piedras reutilizadas en el pueblo de Tiahuanaco (1945, vol. 2, figura 81). La barra divisoria en nuestras piedras es rectangular, mientras que en las piedras de las fotografías, la barra termina en un punto en la parte superior. Una de nuestras piedras tiene una ranura para grapas orientada en la misma dirección que el plano principal de la piedra, lo cual sugiere que era parte de una hilera de piedras similares que formaban una banda o friso. No sabemos cuál era la relación entre dicha franja o friso con el resto de la arquitectura.
Piedras tipo 13 En las dos piedras ícono-nicho simples (Tipo 13.1) descubiertas en la excavación de 1996 de Alexei Vranich, hechas de arenisca, tallado tosco y severamente erosionadas y mutiladas, el ícono consiste solo de un contorno escalonado, sin representación del nicho en sí mismo. Sabemos muy poco sobre estas piedras, pero basándonos en otra piedra aislada, suponemos que algunos íconos-nicho formaban filas horizontales que volteaban en las esquinas. Sabemos incluso menos sobre el Tipo 13.2, las piedras con íconos-nicho con marco en relieve, de las que hemos registrado dos ejemplares. Una de estas piedras tiene dos íconos-nicho alineados verticalmente. El ícono superior es el típico contorno de nicho de escalonado doble tiahuanaco, mientras que el inferior es un rectángulo simple. Ambos íconos están rodeados por un marco doble en altorrelieve. La otra piedra tiene solo un ícono-nicho con el mismo diseño y con dimensiones casi idénticas al ícono inferior de la primera piedra. Piedras exactamente iguales a la segunda aparecen en la misma fotografía de Posnansky que mencionamos antes (1945, vol. 2, figura 81). Allí, uno puede apreciar que las piedras fueron creadas en ambas versiones: diestra y siniestra. Las tres piedras, la nuestra y las dos de Posnansky, tienen marcos empujados hacia un borde de la piedra, ya sea a la izquierda o derecha. Debido a que lo mismo sucede con el marco inferior de nuestra primera piedra, creemos que tuvo, en algún momento, una piedra «reflejo».
En la misma fotografía se pueden ver más piedras ícono-nicho simples. Una, utilizada como dintel sobre la entrada, tiene dos íconos-nicho tallados; otras dos piedras flanquean el «dintel» a cada lado. Todos los íconos-nicho tienen la característica chambrana rebajada de escalonado doble. El portal que Posnansky fotografió originalmente fue posteriormente desmantelado y vuelto a armar siguiendo una configuración distinta, que también fotografió (1945, vol. 2, figura 82). En esta segunda fotografía es posible apreciar otra piedra ícono-nicho asentada en el umbral de la entrada. Nosotros registramos una piedra muy similar a la de la foto, aunque considerablemente más pequeña. Ambas tienen nichos rectangulares con chambranas rectangulares rebajadas.
Piedras tipo 14 El panel decorativo más impresionante de todos presenta el hermoso rostro estilizado de un puma, delicadamente tallado, como pieza central de un elegante patrón geométrico abstracto, de composición balanceada, si bien ligeramente asimétrico (figura 3.64)7. Esta piedra, descubierta en 1933 «unos pocos pasos hacia el oeste del edificio» por Rodas Eguino (Posnansky, 1945, vol. 2, pp. 107, 225) estaba insertada en un muro en el Museo Miraflores de La Paz la última vez que la vimos.
7 Debería notarse que el motivo de esta piedra ha sido drásticamente retrabajado. No sabemos por quién ni cuándo. La razón podría haber sido «resaltar» el diseño.
Figura 3.64. Rostro de Puma de Miraflores. Figura 3.65. Rostro de Puma en el patio del museo.
Según Posnansky, esta piedra alguna vez tuvo una imagen reflejo como compañía (1945, vol. 2, figuras 143 y 145)8. La última, escribió, estaba todavía en perfectas condiciones y había sido incorporada a una casa en Tiahuanaco en 1904, pero fue destruida desde entonces (1945, vol. 2, leyenda a la figura 143). Sin embargo, nos queda la duda, pues en el patio del museo en Tiahuanaco se puede observar un panel en versión siniestra como el que describió Posnansky, aunque muy erosionado (figura 3.65). No podemos estar completamente seguros, pero pareciera que se tratase de la pieza que Posnansky creyó destruida. La erosionada pieza tiene muchas marcas profundas. La foto de Posnansky no es muy nítida, aunque creemos distinguir dos de esas marcas en los mismos lugares.
Otro panel con patrón geométrico similar a la «Cara de Puma» y tallado con la máxima precisión, tiene como pieza central un anillo ovalado achatado, decorado con un meandro tallado y una suerte de «tocado» en la parte superior (figura 3.66). John H. Rowe (comunicación personal en 1997) sugirió que el óvalo podría haber sido colocado para formar una cara similar a las encontradas en el registro inferior del friso en la Puerta del Sol. Debido a una ligera asimetría del panel, similar a la de la «Cara de Puma», suponemos que esta, también, tuvo alguna vez una imagen reflejo. Este panel de origen desconocido se encuentra actualmente en una oficina del museo en Tiahuanaco. El mismo complejo alberga las versiones diestra y siniestra de otro panel ornamental. Solo la versión diestra está completa (figura 3.67), mientras que la siniestra está rota.
8 No sabemos exactamente de dónde vinieron las piedras «Cara de Puma». «Consideramos que estos dos bloques finamente tallados […] cuando discutimos previamente el lugar comúnmente conocido como ‘de los Sarcófagos’, en cuyo lado oeste fueron descubiertos […] Uno había sido traído al pueblo más de cuarenta años atrás […] Con relación a su compañía, fue descubierta […] en el sitio previamente mencionado (Posnansky, 1945, vol. 2, p. 225). Este sitio parece ser Putuni, pero en su «Survey of the Ruins of Tiahuanacu», placa 1, Posnansky marca la ubicación del descubrimiento hacia el extremo oeste del actual Kerikala, cerca de 150 metros al oeste de Putuni.