7 minute read
Puerta del Sol
En cuanto a la pieza que Posnansky imaginó que pertenecía a la cuarta entrada, Stübel y Uhle sospecharon que pertenecía a la Puerta I9 . Partiendo de los fragmentos, que se encuentran agrupados alrededor de las enormes losas de arenisca en Pumapunku, reconstruimos con bastante certeza las mismas tres puertas que Stübel y Uhle: las puertas I, II y III. Sin embargo, como demostraremos, encontramos evidencia de la existencia de una cuarta puerta.
Todas las puertas mencionadas hasta ahora tienen en común que son (o eran) monolíticas, es decir, cortadas de una sola losa de piedra, incluyendo su umbral; que las aperturas de las entradas están colocadas dentro de una chambrana de escalonado doble rebajado en ambos lados; y que los derramos de las jambas y la cabecera de la puerta están biselados, es decir, que se abren hacia un lado, de modo que la apertura es más grande en un lado y más pequeño en el otro. A partir de esto, y por analogía con los nichos, asumimos que el lado con la apertura más pequeña es de hecho la parte frontal o el exterior de las entradas, mientras que el lado con la apertura más grande está en su parte posterior o interior. Además de estas características comunes, cada entrada tiene sus propias características distintivas.
Advertisement
Puerta del Sol
La Puerta del Sol (figura 3.68) no es solo la más conocida de las puertas de Tiahuanaco, sino también la más grande. La losa de piedra de la que fue cortada mide 3.82 metros en ancho y más de 2.85 metros en altura. En la parte frontal, la entrada está coronada con un hermoso friso, que discutiremos más adelante. La puerta está flanqueada en ambos lados por un receso rectangular, o ranura, cuya función explicaremos a continuación (figura I.01). Aparte de eso, el frente es plano.
La parte posterior está dividida por una moldura escalonada a cerca de dos tercios de su altura y que envuelve, o «techa», la cabecera de la entrada (figura 3.69), lo cual define seis campos distintivos: uno a cada lado de la entrada debajo de la moldura (II —izquierda inferior— y DI —derecha inferior—), uno justo encima (IS —izquierda superior— y DS —derecha superior—), un campo en el medio, el área «envolvente» (C) y otro justo encima (D) (figura 3.70). Los campos IS y DS contienen dos nichos Tipo 2b10 cada uno, aunque la chambrana del que está en el extremo izquierdo no está completa; tendría que ser complementada con otra piedra.
9 De Stübel y Uhle, parte I, placa 29, figuras 2c y 2d. La numeración de las puertas corresponde a la de Posnansky. 10 En otro documento, describimos tres tipos de nicho básicos descubiertos en Tiahuanaco: Tipo 1, Tipo 2a y 2b. También establecimos que los nichos Tipo 2a y 2b pueden estar inscritos en rectángulos con proporciones muy específicas: 1:1.03 (…) para Tipo 2a y 1:1.44 (…) para el Tipo 2b. Ver Protzen y Nair (1997).
Figura 3.68. Puerta del Sol, lado frontal (Stübel y Uhle, 1892: Parte I, Placa 7).
Figura 3.69. Puerta del Sol, parte posterior (Stübel y Uhle, 1892: Parte I, Placa 6).
Figura 3.70. Puerta del Sol, parte posterior con campos (dibujo por Jean-Pierre Protzen).
La moldura escalonada se envuelve alrededor de la entrada en escalones dobles y triples. Una curiosidad de esta entrada es la asimetría de su corona en la parte posterior, para la que no tenemos explicación plausible.
La Puerta del Sol nunca fue terminada. Se encuentra trabajo inconcluso especialmente en la parte superior, donde se pueden observar cortes tallados de forma muy tosca. Los dos lados más angostos de la entrada, también, muestran trabajo inacabado. Este último detalle sugiere que no se encajaron las piedras que extenderían el plano principal de la puerta en cualquier dirección y que el nicho Tipo 2 más exterior del campo IS nunca fue terminado. En otras palabras, la Puerta de Sol jamás fue incorporada a un muro, construcción o estructura, lo que nos hace preguntarnos cuál hubiera sido su destino o uso final. Más aún, la puerta muestra señales de modificaciones posteriores que discutiremos a profundidad a continuación.
Lo que destaca a la Puerta del Sol es el elaborado y hermoso friso en su frente y que se concentra en una figura central que sostiene una vara en cada mano (figura 3.71). Sin embargo, como ya han observado Stübel y Uhle, hay discrepancias en la ejecución del friso. La porción central y sus quince campos en tres filas y cinco columnas hacia la izquierda y la derecha de la figura central, y el meandro justo debajo, han sido expertamente tallados con cuidado y precisión. Los nueve campos hacia la izquierda, y los seis y tres medios campos hacia la derecha con su meandro correspondiente, están cortados de forma bastante tosca: «Alle Theile des Reliefs, welche links und rechts darüber hinaus liegen... sind nicht allein unvollendet, sondern
—und dies ist das Wichtigste— technisch mangelhaft und den vollendeten Theilen nicht entsprechend» 11 (Stübel & Uhle, 1892, parte 2, p. 26).
En su detallado e exhaustivo análisis de los distintos motivos del friso, Stübel y Uhle sostuvieron convincentemente que las secciones periféricas no son los contornos de un trabajo más delicado inconcluso, sino que representan el trabajo de imitadores que no tenían la destreza técnica ni el talento estético de sus predecesores (1892, vol. 1, parte 2, placas 8-20). En especial, Stübel y Uhle demostraron que las figuras y ornamentos de las secciones periféricas tienen «errores» que no podrían ser reparados en una supuesta etapa de tallado posterior. En las franjas del meandro en la parte inferior del friso (figuras 3.72 y 3.73), Uhle escribió:
Während die Verzierungen des mittleren Mäanders die schönste Ebenmässigkeit, die genauste Geradigkeit und den saubersten rechtwinkligen Zusammenstoss der geometrischen Linien zeigen, ist bei den Wiederholungen überall das Gegentheil zu bemerken. Schiefe Winkel, krumme Linien und Unglechmässigkeit der Verhälnisse machen sich überall geltend. Der technische Abstand zwischen dem mittleren Mäander und der Seitenstücken ist ein so beträchtlicher, dass es unmöglich scheint, den Verfertigern des erstern auch die Wiederholungen desselben zuzuschreiben12 (1892, parte 1, placa 17).
Posnansky, que consideraba que las secciones periféricas se trataban de un trabajo inconcluso original, no estuvo de acuerdo con la publicación de Stübel y Uhle, Die Ruinenstätte von Tiahuanaco, y desacreditó especialmente los escritos de Uhle:
Repleto de errores como los capítulos que acabo de criticar, está toda la obra de Uhle, así es que en cada página puede uno llevar ad absurdum al incalificable criticón de Uhle (Posnansky, 1912-1913, p. IV).
Los argumentos de Posnansky y toda la controversia podrían ser ignorados si no fuese por el hecho de que sus ideas han influenciado a muchos investigadores. Aun así, comprender si es que las imágenes en bajo relieve de la Puerta del Sol se trataban de un solo diseño o un original al que luego se le agregaron detalles es crucial para entender cómo interpretar la iconografía. Si las imágenes fueron creadas como
11 Todas las partes del friso, que se extienden más allá (de la parte central) hacia la izquierda y la derecha… no solo no están terminadas, sino —y esto es muy importante— que son técnicamente falladas y no son comparables con la parte completa 12 Mientras que los ornamentos del meandro central exhiben las proporciones más bellamente balanceadas, la rectitud más precisa y conexiones con las líneas geométricas en los ángulos rectos más limpios, uno nota lo opuesto en todas las repeticiones. Los ángulos oblicuos, las líneas torcidas y la desigualdad en las proporciones predominan en todas partes. La distancia técnica entre el meandro central y las piezas laterales es tan considerable que parece imposible atribuir las repeticiones a los constructores de la anterior.
Figura 3.71. Friso de la Puerta del Sol.
Figura 3.72. Tallado bueno (Robert Batson). Figura 3.73. Tallado malo (Robert Batson).
creía Posnansky, es decir, que un diseño original único debía cubrir la cara superior del monolito y que el diseño fue ejecutado en fases (y que la última fase fue interrumpida antes de poder ser terminada), se tendría que examinar toda la iconografía junta. Pero, si las imágenes fueron talladas como sostienen Stübel y Uhle, entonces solo la porción central del diseño fue original y los elementos internos fueron agregados posteriormente. Por lo tanto, uno debe leer la porción central como un componente distintivo que primero funcionó como unidad contenida y luego como porción central de un diseño mayor. Lo que se asuma cambia dramáticamente las interpretaciones de la iconografía, ya que la mayoría de argumentos están basados en el número de elementos y sus asociaciones calendario.
En nuestra reexaminación del friso, notamos que no solo hay diferencias en la calidad de la ejecución, sino diferencias significativas en la técnica de tallado, lo que apoya los descubrimientos de Stübel y Uhle. Volveremos a este tema con mayor detalle en el capítulo 5. También notamos incongruencias formales en la composición del friso. Al observar la evidencia vemos que la sección media del friso fue concebida como un todo en sí mismo. Esto está indicado por el meandro en el registro inferior con terminaciones obvias en cada lado, que resaltan la simetría de la sección central indicada por las figuras en los registros superiores que convergen en la figura central. Los meandros adicionales, diestros y siniestros, con sus nuevos comienzos,