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Las puertas de Pumapunku
y las figuras toscas que miran en dirección opuesta de lo que debería ser el nuevo eje de simetría perturba la lógica y el balance de la sección media. O, como escribió Uhle, «Die unvollendeten endigenden Theile des Reliefs vermehren in keiner Weise den inhaltlich Wert deselben. Man möchte sagen: - sie beuten ihn aus» 13 (Stübel & Uhle, 1892, parte 2, p. 26).
Debería notarse que las partes periféricas, también conocidas como inconclusas, están incompletas, lo que resulta obvio en el lado derecho de las medias figuras. Los autores de las secciones periféricas comprendieron que la Puerta del Sol originalmente iba a ser parte de un muro extendido, como lo sugiere el nicho incompleto en el extremo izquierdo de su parte posterior, y por lo tanto intentaron mantener por lo menos parte de la concepción inicial de la entrada. Esto hace que uno se pregunte cuánto se habrían extendido los nuevos meandros, cuántas figuras habrían abarcado y qué tipo de nueva simetría era pretendida. La clausura formal de la parte central del friso no nos ayuda a responder estas preguntas, lo que podría ser una indicación mayor de discontinuidad entre el diseño original y las adiciones posteriores.
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En la parte posterior de la Puerta del Sol se observa un intento de modificar la chambrana escalonada alrededor de los nichos Tipo 2b en los campos II y DI (figura 3.74). Estas modificaciones también exhiben distintos niveles de técnica, lo que generó que Stübel y Uhle las atribuyeran a las mismas manos sin experiencia que tallaron las secciones periféricas del friso. Es difícil imaginar cuál fue la intención de esta modificación.
Las puertas de Pumapunku
Entre las muchas piedras y fragmentos de piedras desperdigados en los alrededores del Área de la Plataforma de Pumapunku, se encuentran varios fragmentos, igualmente desperdigados que atestiguan la antigua existencia de otras puertas. Stübel identificó los fragmentos de tres puertas adicionales; Posnansky pensó que eran cuatro. Estas puertas en Pumapunku muestran una afinidad distintiva con la Puerta del Sol en su apariencia general. Tienen una moldura escalonada que envuelve la cabecera de la puerta y dividen la parte posterior en cuatro campos (II, DI, IS y DS) con sus respectivos nichos. En la parte frontal, tienen las mismas ranuras en ambos lados de la puerta, pero o carecen de un friso o tienen uno bastante más modesto. También fueron cortadas de losas algo más pequeñas, de aproximadamente 3.3 metros de ancho y 2.45 metros de altura. Como la Puerta del Sol, las Puertas de Pumapunku no fueron terminadas; todas muestran trabajo inconcluso.
13 Los extremos no terminados del derramo no aumentan de ninguna forma el valor del contenido de este último (la parte central). Uno estaría tentado de decir que lo explota.
Figura 3.74. Modificaciones de la chambrana en el lado posterior de la Puerta del Sol.
Puerta III Stübel registró la jamba izquierda de la Puerta III14 (vista desde el frente) con la mayoría de la cabecera todavía adherida (Stübel & Uhle, 1892, placa 29, figura 1). Esta puerta ha sido quebrada dos veces desde entonces. Aun así, más fragmentos de esta puerta están desperdigados alrededor del Área de la Plataforma. Aparte de su umbral, esta puerta rota es la que puede ser reconstruida con más exactitud. El ancho de esta puerta puede ser medido con precisión a 77.4 centímetros en el exterior gracias al meandro grabado que tiene en la parte frontal sobre la puerta (figura 3.75). Las partes que conforman el friso se repiten con tanta regularidad que son fáciles de reensamblar con exactitud a pesar de las secciones dañadas o destruidas. La altura de la apertura de la puerta puede ser medida directamente a partir de las piezas de jambas que todavía se conservan de la cabecera de la puerta a los rastros del umbral roto.
En la parte posterior, la moldura escalonada corona el dintel del portal en forma de un triple escalonado (figura 3.76). La parte posterior de la puerta indica que estas, aunque monolíticas, no eran composiciones completas en sí mismas, como lo demuestra el hecho de que la chambrana del nicho Tipo 2b en el campo II no está completo. Esta chambrana tendría que haber sido complementada con otra piedra de construcción adherida a la puerta. La presencia de las ranuras para grapas rebajadas en forma de T en los lados angostos de la losa de piedra sugiere que otras piedras de construcción iban a ser adheridas a las puertas, para prolongar el monolito en el plano de la puerta. Las ranuras rebajadas rectangulares en la parte frontal de la puerta
14 Nótese que nuestra numeración de las puertas difiere de la de Stübel y Uhle. Nuestra Puerta III es su Thor 2, nuestra Puerta II es su Thor 1, y nuestra Puerta I es su Thor 3.
también tienen ranuras con forma de T acomodadas perpendicularmente al plano principal de la entrada, que indican que más bloques de construcción fueron añadidos a la puerta de forma perpendicular y que flanquearon la entrada a cada lado.
La Puerta III no estuvo terminada. Los rebajos largos sobre el friso solo han sido desbastados y muestran signos de trabajo inconcluso.
Puerta II
Stübel registró dos piezas de la jamba izquierda de esta puerta, nuevamente con parte de la cabecera de la puerta, o dintel, intacta y un fragmento de la jamba derecha (Stübel & Uhle, 1892, placa 28, figuras 1, 1a, 1b y 1c). La parte de la cabecera de la puerta en la jamba izquierda se ha roto desde entonces. Sin embargo, identificamos por lo menos tres piezas más de la Puerta II que las registradas por Stübel. Esta entrada está casi completa, pues lo único que falta es un pedazo del dintel. Un fragmento de piedra en Pumapunku que proviene de un cabecero aumentó nuestras esperanzas de encontrar la pieza perdida. Si bien encajaba con la Puerta II en dimensiones y configuración generales, hay un pequeño, aunque importante, detalle ausente: el fragmento intacto del dintel de la Puerta II muestra que en su parte frontal, justo
Figura 3.75. Puerta III, frente (dibujo por Jean-Pierre Protzen, publicado por primera vez en Journal of the Society of Architectural Historians).
arriba del dintel de la chambrana y definiéndolo, hay una moldura angosta de 3.6 cm de altura y 3 cm de profundidad —el ancho de la chambrana rebajada— que no aparece en la supuesta pieza de dintel. Ya que esta pieza no encaja con ninguna puerta, proponemos la existencia de una cuarta puerta, de diseño distinto, en Pumapunku.
La Puerta II es muy similar a la Puerta III en apariencia general, pero se diferencia en dos aspectos. Primero, tiene íconos-nicho en los derramos de las jambas, una característica que es única a esta puerta (figura 3.77). Segundo, no tiene un friso inciso. En cambio, donde está el friso en la Puerta III, la Puerta II tiene tres cornisas escalonadas (figura 3.78). En estas cornisas uno encuentra pequeñas ranuras para grapas con Forma de T regularmente espaciadas, lo que sugiere que quizá algún tipo de ornamentación estaba adherida en lugar de un friso inciso (figura 3.79). Incidentemente, dichas minúsculas ranuras también se encuentran en las cornisas del fragmento de dintel de la supuesta cuarta puerta. Como en la Puerta III, la cabecera interna de la Puerta II está coronada con una moldura de escalonado triple y, como la Puerta III, la Puerta II tiene ranuras para grapas con forma de T de todo tipo en lugares similares que en la Puerta III, lo que demuestra que pudieron haber estado colocadas en un contexto similar (figura 3.80).
Figura 3.76. Puerta III, espalda (dibujo por Jean-Pierre Protzen, publicado por primera vez en Journal of the Society of Architectural Historians).
Figura 3.77. Puerta II íconos-nicho sobre jambas.
Figura 3.78. Puerta II, frente (dibujo por Jean-Pierre Protzen, publicado por primera vez en Journal of the Society of Architectural Historians).
Figura 3.79. Puerta II, ranuras para grapas minúsculas.
Figura 3.80. Puerta II, espalda (dibujo por Jean-Pierre Protzen, publicado por primera vez en Journal of the Society of Architectural Historians).