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Puerta del Sol

parcialmente trabajadas. A pesar de que esta explicación es plausible, no nos parece satisfactoria. Hay tantos bloques en Pumapunku que muestran trabajo sin terminar que, si el cincelado se hubiese aplicado de forma general, hubiésemos encontrado mayor evidencia de ello. Segundo, uno podría argumentar que el cincelado fue introducido y añadido al proceso estandarizado en un periodo posterior y que por ello uno solo lo encuentra en algunas piedras. De otro lado, también podría especularse que el cincelado no resultó ser tan eficiente y por lo tanto, fue abandonado. Por ello, solo algunas pocas piedras revelan su uso. Tercero, el cincelado pudo haber sido la técnica elegida por algunos de los mamposteros, por lo que se puede haber tratado de un proceso opcional, añadido al proceso estandarizado de trabajar las piedras. El uso de cinceles en la etapa de aplanado es la única distinción en el proceso de cortado de piedras que hemos podido encontrar en el área de Pumapunku, que por lo demás atestigua un proceso altamente estandarizado. Sin embargo, su existencia revela la búsqueda continua de los albañiles por refinar aún más un proceso de tallado de alta calidad.

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La Puerta del Sol ofrece evidencia sobre otro importante cambio en las prácticas de tallado (figura 5.29). Vista en su totalidad, exhibe la misma precisión y calidad del tallado de piedra de Pumapunku. Sin embargo, como mencionamos en el capítulo 3, los tallados periféricos en bajo relieve en la parte frontal del friso revelan un cambio en el uso de herramientas y las técnicas de tallado. Después de mayor escrutinio, resulta evidente que la parte central del friso ha sido creada con las mismas etapas de producción que los frisos expertamente tallados de las puertas de Pumapunku

Figura 5.28. Detalle de las mencionadas marcas de cincel. Figura 5.29. Detalle del friso de la Puerta del Sol. Hacia la derecha está el final de la porción central, que está finamente tallada. Hacia la izquierda está su «imagen reflejo», que ha sido ejecutada con menor precisión.

(y el resto de las piedras finamente talladas de Pumapunku). Pero las secciones laterales a los lados de la parte central difieren dramáticamente en su ejecución, a pesar de que son similares en su iconografía (figuras 5.30 y 5.31).

Sobre la parte central del friso, Stübel y Uhle notaron que «uno no puede evitar la impresión de que el contorno original fue trazado sobre la piedra con ayuda de plantillas o matrices», tal y como sugirió el experimento de Nair (Stübel & Uhle, 1892, parte 1, placa 16). Replicar con la misma exactitud la ubicación de los motivos y sus detalles no hubiese sido posible sin una plantilla o una ayuda similar. Por ello, postular el uso de plantillas por los tiahuanaco no es descabellado. Como notamos antes en este capítulo, hay varios ejemplos de esta práctica en los Andes.

Esta es una de las muchas diferencias entre las porciones centrales y periféricas de los frisos. Las segundas revelan que la ubicación de los elementos individuales es desde irregular hasta completamente distinta, lo que sugiere que los motivos fueron trazados a mano alzada y no con plantillas. Respecto a las partes laterales no terminadas, Stübel y Uhle sostuvieron que:

No puede haber duda de que las figuras sin terminar no fueron trazadas con las mismas plantillas cuidadosamente elaboradas que sí se utilizaron en otros casos. La falta de congruencia es tal que no podría haber sido solucionada con trabajos posteriores […] Las figuras no terminadas no representan más que un plagio de las primeras (1892, parte 1, placa 16).

Como prueba de su argumento, Stübel y Uhle sobrepusieron trazados de los contornos de varios de los tallados en bajo relieve del friso central y los compararon con los trazados correspondientes de las partes periféricas (figura 5.32). Como las imágenes claramente revelan, hay una consistencia increíble entre los motivos del friso central y grandes variaciones entre los motivos periféricos.

Figura 5.30. Detalle de la figura 5.29 que muestra la diferencia entre los dos tallados. Figura 5.31. Detalle de la figura 5.29 que muestra el tallado excesivo y la falta de incisiones.

Figura 5.32. Comparación entre los contornos de las figuras centrales y periféricas, realizada por Stübel y Uhle.

Nuestra evaluación de la parte central del friso sugiere que una vez que las piedras habían sido apropiadamente preparadas y el diseño transferido a la piedra, los contornos de las figuras y otros motivos se trabajaron con percutores y cinceles-martillo, para prevenir cualquier tipo de exceso en el tallado del contorno de los motivos. En las zonas más angostas, solo un cincel-martillo fue utilizado para hundir y aplanar las áreas interiores (figura 5.33). Además, todos los motivos fueron cortados y tallados con gran precisión. La habilidad para grabar líneas interiores limpias y precisas fue un rasgo importante de los motivos del friso central, que se distinguen de las figuras periféricas, pobremente ejecutadas (figura 5.34).

El friso central original fue un diseño complejo que requirió procedimientos adicionales además del tallado de un motivo más grande. Por ejemplo, las delgadas líneas decorativas en la porción elevada del motivo podrían haber sido talladas directamente sobre la superficie preparada. Estas precisas líneas grabadas son evidentes a lo largo de todos los motivos centrales. También se utilizó una técnica de grabado en los relieves más superficiales de los motivos. Protzen ha notado que la línea tallada interior está al mismo nivel que las zonas martilladas o cinceladas. Si se utilizó una técnica de grabado al comienzo, los mamposteros habrían tenido que ser exactos en sus procesos, de forma que no quedaran bordes dañados por un cincelmartillo. Esto no hubiese sido posible con un corte más grande y profundo, que hubiera requerido un martilleo y cincelado excesivo, pero como el relieve aquí es tan superficial, un proceso de martilleo o cincelado mínimo sí habría permitido hacerlo.

Sin embargo, es posible que el trabajo de martilleo y cincelado haya sido ejecutado primero y que el grabado haya sido posterior, como se hizo en el resto del trabajo de tallado. Por ende, necesitamos realizar más experimentos para comprender mejor cómo se tallaron los elementos decorativos del friso.

La precisión que resulta tan evidente en los elementos centrales del friso está completamente ausente de los motivos periféricos (figura 5.34). Una examinación de las secciones periféricas revela solo alguna ocasional huella hundida, que también podría haber sido causada por el resultado de un cincel pequeño. Aquí, todos los contornos parecen haber sido picados con pequeños martillos. A juzgar por las marcas, los martillos eran tan solo ligeramente más grandes que los utilizados en la parte central. Donde sea que uno mire, los motivos han sido excesivamente tallados; es decir, se ha removido una cantidad tan grande de piedra de los motivos que su posterior rectificación, se use la técnica que sea, resulta imposible. Tal y como notaron Stübel y Uhle, la técnica de tallado utilizada en las sección sin terminar genera líneas torcidas, ángulos oblicuos y proporciones inconsistentes en los motivos.

Figura 5.33. Detalle de la figura 5.29, donde la figura de la derecha muestra los bordes interiores rectos. Figura 5.34. Detalle de la figura 5.29, donde la figura de la izquierda muestra interiores martilleados y pobremente cincelados.

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