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Protuberancias, muescas de izamiento y canaletes para sogas
Como vimos antes, los muros de Putuni fueron hechos principalmente con piedras reutilizadas, algunas de las cuales tenían muescas en las esquinas. Las piedras pequeñas simplemente encajan en estas muescas. Si por algo son impresionantes es por su exquisita ejecución, más no por constituir algún tipo de innovación estructural. Portugal escribió sobre el estereóbato de Pumapunku que «su acomodo y encaje era por presión o cuña» (1992, p. 35). No hemos podido verificar esta afirmación, pero incluso si se utilizaron piedras cuña en la construcción del estereóbato, estas no habrían ejercido presión. Portugal probablemente pensó en la analogía de la piedra clave en un arco, pero un arco está sujeto a fuerzas muy distintas a las de una hilera simple y horizontal de piedras. La compresión horizontal o lateral en un muro no es ni necesaria ni deseable. Imaginemos un muro hecho de tres piedras, una en cada lado y una piedra «cuña» entre ambas. Empujar la cuña entre las dos piedras solo las aleja y las coloca más allá de las esquinas del muro. Más aún, a diferencia de lo que sucede con una cuña de madera, una de piedra no puede ser introducida en un ensamblaje sin quebrarlo en el proceso. Si existieron piedras cuñas en Pumapunku —y podrían no haber existido, ya que en la mampostería de hiladas regulares, con sus bloques rectangulares perfectos, no hay necesidad de ellas— entonces deben haber cumplido la misma función que las piedras cuña incaicas, es decir, llenar un vacío en el que ya no quedaba espacio para un engastado individual o para maniobrar la piedra.
Protuberancias, muescas de izamiento y canaletes para sogas
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Los constructores del mundo antiguo recurrían a diversas estrategias para levantar, manipular y colocar piedras cuando construían un muro de mampostería de piedra tallada. Algunas de las características más comunes de las piedras de construcción que se utilizaban para este propósito son las protuberancias o tachones, muescas, canales y orificios de distintas configuraciones. La gama entera de estas características puede apreciarse en Tiahuanaco, aunque ninguna gozó de aplicación universal.
En el Viejo Mundo, las protuberancias se utilizaron para amarrar sogas con el fin de levantar o mover las piedras o para servir como puntos de apoyo para palancas. En Tiahuanaco, estas no son comunes y por lo general están tan gravemente erosionadas que ya no es posible percibir su forma original (figura 6.13). Por lo tanto, resulta difícil juzgar exactamente cómo es que fueron utilizadas. También se utilizaron muescas como puntos de apoyo para palancas, excavadas en el lado o bordes traseros de una piedra tallada, preferiblemente en su base (figura 6.14). Las palancas aplicadas en las muescas resultaban útiles para empujar una piedra hasta su posición deseada. Al igual que las protuberancias, las muescas tampoco se encuentran con frecuencia en Tiahuanaco, pero sí, y de forma sistemática, en las grandes losas de arenisca de Pumapunku (ver capítulo 2).
Figura 6.13. Protuberancias para manejar las piedras.
Figura 6.14. Muescas que sirven como puntos de apoyo para palancas.