1 Introducción Virtualmente, la única manera de hablar directamente con Sendero es en prisión. Robin Kirk (1991)1
Dos DE MARZO DE 1982. Caía la noche en Huamanga cuando los pelotones guerrilleros comenzaron el ataque. No les tomó mucho tiempo controlar la ciudad. La cárcel departamental era su objetivo. Al final de la jornada 78, «camaradas» habían sido liberados y 168 presos comunes habían aprovechado la oportunidad para huir. No muy lejos de ahí en el cuartel Los Cabitos, las fuerzas del Ejército se limitaban a reforzar la vigilancia. esperando que en Lima, el alto mando decidiera si debían o no intervenir.2 Desdeñada por un presidente de la República de talante aristocrático. Enigmática o indefinible para sus primos hermanos izquierdistas, la insurgencia había avanzado con insospechada fuerza a largo de las serranías ayacuchanas. Se había iniciado el 18 de mayo de 1980 -con la ya célebre quema de ánforas electorales en el pueblo de Chuschi- el día en que se celebraban comicios presidenciales luego de 17 años de gobierno militar. El asalto a la cárcel de Ayacucho la pre 1. Robin Kirk, Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso, Lima, IEP, 1993, p. 54. 2. Para una reconstrucción del ataque a la cárcel de Ayacucho, véase Gustavo Gorriti, Sendero. Historia de la guerra milenaria en el Perú, Lima, Editorial Apoyo, 199°, pp. 253266.