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LA VOLUNTAD ENCARCELADA
y emoción: «cuando tirados boca abajo los 250 sobrevivientes, mientras los apaleaban y masacraban, empezaron a cantar nuestras canciones», demostrando así que «sobre los escombros se levanta el orden», que «el optimismo y el espíritu de lucha no nos abandona en ningún momento». Al final, «por la acción del partido» el «revés sufrido se había convertido en un «éxito político». Gracias a que la acción había sido enfrentada con «heroísmo revolucionario», la sangre derramada se convertía en «rojas banderas tremolantes que convocan a proseguir la lucha».15 Guzmán consagró la memoria de la masacre del 4 de octubre de 1985 declarándolo «día del prisionero político», estableciendo a partir de ahí el papel de los caídos en manos de la represión en el desarrollo de la «guerra popular». Que «la actividad política y militar de un comunista» no se acababa «el día que es detenido» era el pilar de su planteamiento. Su responsabilidad, por el contrario, se concretaba en «la transformación de las negras mazmorras reaccionarias en Luminosas Trincheras de Combate», cuyo papel era «politizar y propagandizar en el seno de nuestro pueblo la Guerra Popular y la República Popular del Perú». Al «país y al universo» los presos políticos y prisioneros de guerra demostrarían los inauditos alcances de su «resistencia heroica», la fortaleza tenaz de los mejores hijos de nuestro pueblo, la que nada sino el genocidio podía atraer del «reaccionario gobierno aprista».16 Abimael versus Alan En el horizonte senderista 1985 no podía ser un año cualquiera. Era un año de elecciones generales y el posible triunfador era un líder que, dentro del general desprecio que les inspiraban todos los políticos burgueses, representaba un adversario de fuste. Con Alan García Pérez llegaría al poder la demagogia nacionalista, la posibilidad de arrastrar a las «masas atrasadas» y ponerlas en contra de la «guerra popular», más aún si 15. Cartas del 6 y 10 de octubre de 1985 citadas en «Semblanza de Antonio Díaz Martínez», p. 27. 16. «4 de octubre. Día del prisionero de guerra».