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Los pueblos jóvenes

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Lima en 1950.

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Consejo Nacional de Urbanismo. Este organismo paraestatal elaboró unos «Lincamientos generales del Plan Piloto de la Gran Lima» que fueron aprobados por resolución suprema, firmada por el general Odría, del 12 de septiembre de 1949. El planteamiento básico de esta propuesta urbana era la de consolidar el área de esa época y que abarcaba desde el Rimac hasta Chorrillos en una franja urbana delimitada por el paseo de la República y la avenida Sucre de Pueblo Libre. Proponiéndose además un eje industrial, conformado por la avenida Argentina, acompañado de una serie de Unidades Vecinales paralelas al eje, sobre la avenida Colonial, supuestamente para los obreros de las industrias. También proponía la construcción de una vía de disuasión, hoy llamada de Circunvalación, al costado del antiguo ferrocarril a Lu- rín. Por lo demás, el plan no tomaba en consideración las barriadas que ya se habían extendido en los alrededores de Lima. C om o solamente se contaba con el censo de 1940, las estimaciones para elaborar el «Plan Piloto» fueron que la ciudad no crecería más. El plan descrito fue reajustado en 1954 con propuestas muy semejantes a las anteriores y sin incluir aún las barriadas que ya ocupaban varios cerros de los alrededores, así como una gran zona del cauce derecho del río Rimac con el nombre de «27 de Octubre», que hoy forma parte del distrito de San Martín de Porres. Entre uno y otro proyecto se halla como realización la vía de circunvalación, con un «trébol» en su intersección con la avenida Nicolás de Arrióla 9. Posteriormente, la Oficina de Planeamiento y Urbanismo pasó a depender del Ministerio de Vivienda y luego, por una temporada, de la Municipalidad de Lima, para regresar al Ministerio en la época del general Velasco y retornar al municipio durante el segundo gobierno de Belaúnde. Durante todos estos periodos, la jefatura de esta necesaria oficina estaba en manos de favoritos de los gobiernos de turno, por lo que con cada cambio del gobierno central o municipal cambiaban también los planes. Actualmente, la Secretaría de Desarrollo Urbano que dirige el Plan de Desarrollo Metropolitano (PLANDEMET) pertenece al municipio y es la encargada de continuar esta labor. El resultado de estos sucesivos cambios en la dirección de los Planos Regula-

9 M. Zolezzi y J. Calderón, V ivienda popu lar: autoconstrucción y lucha p o r el agua, Lima, Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, 1987.

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dores ha sido que únicamente los Planos de Zonificación se hayan convertido en ley para ser acatados por los urbanizadores y constructores de la urbe 10. También lo descrito en el párrafo anterior creó un crecimiento urbano de la ciudad basándose en la especulación de los terrenos y de las parcelaciones. Las compañías urbanizadoras desarrollaron unidades habitacionales en los lugares y con las características que sólo los beneficiaba a ellos. Por esta razón, el crecimiento de las llamadas áreas formales, mientras hubo terrenos disponibles para ello, se hicieron en forma caótica. Hoy, cuando prácticamente no existen más terrenos ur- banizables en el valle del Rimac, se está desarrollando un incremento de la densidad en los barrios residenciales por la escasez de parcelas para la clase media alta. Este nuevo rumbo del crecimiento de la ciudad no deja de traer problemas, ya que los flamantes edificios multifamiliares se están levantando sobre lotes que fueron unifamiliares y, por lo tanto, con líneas de servicios públicos para esa categoría de viviendas. Se está sobrecargando las antiguas redes de agua, de electricidad, de desagües y de teléfonos, creando muchas dificultades a sus usarios y dejando sin estos elementales servicios a otros barrios más populares de la ciudad.

Los PUEBLOS JÓVENES

Los pueblos jóvenes o barriadas, es decir, los asentamientos humanos informales de las clases más desvalidas, han tenido a partir del gobierno del general Odría un crecimiento notable. El primer desarrollo grande, que hoy llamamos San Martín de Porres, se dio durante su gobierno. Quizás fue el general Odría el primero en entender el problema que se estaba desarrollando en las narices de los técnicos. O puede ser también que por ganarse clientela política permitió este gran pueblo joven. En todo caso, como ya se señaló anteriormente, fue esta gran urbanización popular un desahogo para la ciudad, ya que absorbió du

10 J. Díaz Albertini, L a prom oción urbana: balance y desafíos, Lima, Taller Gráfico de Tarea, 1989.

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