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Las deidades navegantes

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Bibliografía

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Fig. 120

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Fig. 121

Las deidades navegantes

Los relieves de Huacas Las Balsas, como la iconografía de los vasos A y B de Denver muestran varias representaciones de embarcaciones de totora con navegantes antropomorfos en la parte superior. Hacemos esta atingencia puesto que también hay animales sobrenaturales que como veremos, también navegan sobre estas embarcaciones.

A partir de las diferencias en los tocados, en los relieves de Huaca Las Balsas, hemos sugerido la presencia de una pareja mítica de navegantes, tema que es recurrente (Fig. 122, redibujado de Kauffmann 1989). A veces esta pareja es de pares idénticos, en otros casos, las diferencias sugieren una pareja de sexos diferentes (Fig. 123, ML 021161).

En el caso del vaso B de Denver, las embarcaciones tienen a un solo personaje

Las embarcaciones propiamente dichas constituyen un elemento de rasgos míticos pues, como hemos dicho antes, tiene cuerpo y cabeza de serpiente, una serpiente mítica, con una cabeza de “dragón”, tal como se la percibía también en tiempos moche. En este sentido, estamos tentados a sugerir que las representaciones de bolsas de redes por debajo de la embarcación, puede entonces ser una metáfora

Fig. 122 con remos.

Dioses de Lambayeque relacionada con la deidad serpiente que genera vida dentro de las burbujas que emanan de su cuerpo, tal como se aprecia en el vaso B de Denver.

Uno de los navegantes más interesantes, es el ave mítica propiamente dicha (Fig. 124, tomado de Kauffmann, 1989), que veremos más adelante, también gusta de viajar sobre una embarcación de totora, sola o en pareja, esta pareja puede ser otra ave, o un personaje antropomorfo. De la misma forma, un ser complejo, que podría encarnar al amaru lambayecano, tiene cuerpo de mamífero, cola de ave y le brotan serpientes de la cabeza (Fig. 125). Este monstruo puede expresar así, una forma de ver la conjunción de diversos órdenes totémicos que expresan los misterios del mar, un medio tenebroso por naturaleza, al que se debe acceder protegido de modos diversos. Entre ellos, el concebir a las embarcaciones como expresiones de la deidad serpiente que puede ser una garantía en un medio tan difícil y peligroso.

En el grupo de las deidades navegantes del vaso B de Denver, los dioses relacionados con el mar están juntos. Entre los navegantes, la Deidad de los Spondylus se relaciona expresamente con los buzos y una balsa de madera, mientras que los navegantes mellizos, van en caballitos de totora en direcciones opuestas, partiendo de un centro en donde la deidad del mar, tiene pies de ola antropomorfa y su tocado luce las clásicas olas continuas. Los mellizos tienen redes sobre la balsa, pero además, un cetro de doble pala en un caso y una lanza en el otro (Fig. 126). Entre ellos, aparecen varias aves que ocupan los espacios vacíos. La deidad del mar en el centro también tiene un cetro simple en una de las manos y de su cabeza, a la altura de las orejas, salen cabezas de serpiente dragón. Este detalle podría estar estableciendo una expresión genética de origen –en el plano mítico- con la deidad serpiente, como sucede con varias de las deidades reconocidas.

Fig. 126

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