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La deidad con tentáculos
Dioses de Lambayeque Este personaje ha sido representado especialmente en objetos de metal. La primera referencia la encontramos en una orejera procedente del cerro Sapamé en la localidad de Túcume (Fig. 188). Esta es una orejera que Antze describe de la siguiente manera:
“Se ha desprendido un pedazo del patillo del arete. En él se ve una figura con parecido humano, cuyas piernas y brazos están doblados en volutas. Encima de los hombros se encuentran asimismo dos pares de tales volutas, debiendo habido pertenecer las superiores al adorno de la cabeza, en tanto que las de abajo salen como delgadas lenguas de lascabezas de un animal. Están
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dispuestas como en la Fig. 31, es decir, unidas entre ambas por debajo del mentón de la figura principal. La figura está rodeada Fig. 188 por una guirnalda dentellada y bruscamente separada del borde sin adornos y algo sobresaliente. Diámetro: 69 mm: altura: cerca de 39 mm. Cerro Sapamé” (Antze, 1965, 32. Fig. 17).
En realidad, si uno ve la figura correspondiente, estará de acuerdo en que se trata de un personaje con rostro humano pero con un cuerpo del cual se brotan tentáculos. Este personaje parece ser el mismo que se ve en un par de orejeras de plata del Museo Larco de Lima (Fig. 189, ML100760), que reproducen al personaje en óptimas condiciones de conservación, luciendo cuatro tentáculos en la cabeza, dos en la posición de los brazos y dos en la posición de las piernas. Es decir, tiene 8 tentáculos, que lo convierten en un Octopus. El marco circular de la orejera está cubierto por representaciones de olas marinas. Como sabemos, formas de pulpo son frecuentes en las civilizaciones de la costa norte, especialmente cuando muestra rasgos propios de una deidad.
Uno de los aspectos más interesantes del pulpo es el de su naturaleza deshuesada, lo que refiere también a la naturaleza de Kon, un dios primordial responsable de la aridez de la costa, pero al mismo tiempo, el que permitió la existencia de agua en los ríos. Este personaje tenía Fig. 189 además notables poderes y fuerza descomunal, fue una deidad helíaca, por lo que pudo haber sido concebido como el sol, que en la forma de una bola de fuego penetra en el mar al atardecer, durante toda la noche, para retornar luego a este mundo con la luz de día, abriéndose paso por las montañas. Así, este dios podía ingresar al mundo de los muertos y sobrevivir en las profundidades del mar. Durante su recorrido nocturno, debía adaptarse a la vida marina, siendo así el pulpo una de las representaciones más notorias, especialmente en la cultura moche (Narváez, 2000). Si esta hipótesis es correcta, el Octopus mítico de Lambayeque tenía en sus ancestros moche la fuente de origen más cercana.Hemos observado cerámica lambayeque en la colección del Museo Larco (ML020455, ML023223) que muestra a una gran cabeza sonriente de la cual emanan cuatro tentáculos serpentiformes con uno de los bordes encrestado, los remates son cabezas de serpientes. El posible se trata del mismo personaje (Fig. 190, 191, ML023223).