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La deidad de los cuerpos ovoides

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Bibliografía

Bibliografía

Dioses de Lambayeque entre ellas, a veces incluyendo medialunas; colas que ascienden o se suspenden; círculos y media luna, o círculos solos.

De la misma forma, a veces el cuerpo de la vasija tiene representaciones de personajes antropomorfos que presentan tocados semicirculares o bipolares, esgrimen diversos objetos con las manos, generalmente cetros de diversas formas. Muchas veces estos personajes están dentro de un campo con piel de ganzo lo que los ubica dentro de un campo celeste.

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Es bastante interesante encontrar este personaje en cerámica de estilo lambayeque como chimú, en gestos bastante similares, sugiriéndonos que fue una deidad femenina de mucha popularidad y arraigo a todo lo largo de la costa norte, sin embargo, no tenemos evidencias de ella en la costa central o el extremo de la costa norte del Perú.

Lamentablemente, no tenemos muchas noticias del hallazgo de este personaje en contextos arqueológicos, de modo que es necesario esperar a fin de verificar expresiones de esta deidad femenina considerando las grandes afinidades culturales y de estilo en las sociedades del Intermedio Tardío.

En resumen sus rasgos más importantes pueden ser resumidos en los siguientes:

 Cuando aparece de cuerpo entero, generalmente está sentada, en muy pocos casos se encuentra de pie.  Puede mostrar los pechos (ML021117).  En otros casos, solamente se representa su cabeza sobre el cuerpo de la vasija y los brazos.  Sujeta una cuna con un niño dentro de ella.  Sostiene un ser antropomorfo cuya espalda se apoya en su rodilla levantada  Está sentada con una sola rodilla levantada sobre la cual coloca una se sus manos, la otra está suspendida a su costado.  A veces coloca ambas manos sobre las rodillas.  Sostiene un ave con ambas manos. Su boca y el pico del ave coinciden.  Tiene una caja con tapa, a veces decorada o con caras simples.  Sostiene un objeto vertical decorado, que pareciera ser una manta textil o un vestido decorado (ML 021316)  Coge un objeto alargado y enrollado con ambas manos.  Tiene una pareja al parecer masculina a su costado.  Tiene un perro que la mira delante de ella.  Se ubica sobre frutos diversos entre los cuales podemos mencionar pepinos, caiguas y loche (Fig. 183, ML022884; Fig. 184, ML022887; Fig. 185, ML020725).  Se coloca una mano pegada a su boca.  Se coge la barbilla apoyando el codo sobre una rodilla y coge la misma rodilla con la otra mano.  Apoya el brazo sobre una rodilla y la mano en la otra. Con la otra mano se lleva un objeto a la boca (¿antara?).  Cruza un brazo sobre las dos rodillas y el otro brazo se prolonga hacia la frente (ML021245).

Su relación con un niño dentro de una cuna, le genera una función maternal, a la que podemos incorporar su relación con tejidos y vestidos, aunque no tengamos registro de su asociación con un telar propiamente dicho. Por lo tanto, podría ser la representación de una deidad-mujer-luna, por su gran tocado, que muchas veces adopta la forma de una luna creciente, su vínculo con peces y rayas, frutos. Su relación con la diosa tejedora mencionada en el capítulo anterior, debe ser cercana. El personaje requiere, sin duda, un trabajo a mucha mayor profundidad.

La deidad de los cuerpos ovoides

Este caso es particularmente interesante por la importancia que tienen los huevos en la cosmovisión andina. No vamos a abundar por ahora en los detalles de conocidos mitos andinos que relacionan a dioses que salen de huevos en particular y la mitología americana en general. Nos basta al momento mencionar los contextos iconográficos moche de Huaca de La Luna y Huaca Cao, que muestran de manera reiterada un conjunto de cuerpos ovoides llanos, pero en

Dioses de Lambayeque otros casos, a personajes antropomorfos dentro de ellos. Como ha sido mencionado, consideramos que son huevos relacionados a mitos de origen.

La orejera de Cerro Sapamé

Este personaje lo identificamos en una orejera de metal registrada en la colección descrita por Antze (Antze 1964: 31, fig. 14), que muestra dibujos bastante esquemáticos de los objetos, pero además, con descripciones poco detalladas (Fig. 186). En este caso específico, se trata de una orejera de plata en cuya lámina circular aparece un personaje que luce un tocado grande, aparentemente en tres niveles, cada uno de los cuales culmina el borde externo con un conjunto de cuerpos ovoides que brotan del tocado. En el primer nivel uno observa cinco cuerpos ovoides sobre una banda horizontal sobre la frente, un segundo nivel con cinco cuerpos ovoides un poco más grandes, desde donde se proyecta el tercer nivel del tocado, de forma arqueada, del que brotan 14 cuerpos ovoides del mismo tamaño y forma. El personaje se representa de pie, de modo frontal, pero se ven Fig. 186 trazos que son propios de cabezas de serpiente dragón a la altura de las orejas. El personaje no tiene cuello y no se observa detalles del vestido. Muestra los brazos semiextendidos a cada lado, con las manos abiertas. Está parado sobre el lomo de un animal de cuerpo alargado, que culmina en una cabeza redondeada, con pico y sin orejas. El ojo es de forma redondeada. Este animal, tiene patas flexionadas, una delante y otra posterior más pequeña, sin detalles. Del extremo posterior de su alargado cuerpo, brotan tres prominencias de forma ovoide. Por debajo de los extremos del tocado se ha representado también a estos cuerpos ovoides, uno a cada lado, casi delante de las manos. Un detalle sumamente interesante de esta escena mítica, es el fondo representado en la forma de una red. Finalmente, el borde exterior de la lámina circular del cuerpo de la orejera, es una banda llana, sin decoración.

Este objeto ha sido descrito como sigue: “En el platillo de plata, una figura humana muy bastantemente reproducida; la que está sobre el lomo de un animal extendido, cuya cola termina en forma de trébol. El adorno de la cabeza debiera asociarse, según su forma principal, con las anteriores5. Diámetro del disco: 80 mm; altura de la cuña del arete: 40 mm Cerro Sapamé” (Antze, 1964: 31).

El textil chancay del Museo de Puruchuco

Aparentemente, el personaje de la orejera de cerro Sapamé no es un caso aislado, existirían varios otros contextos iconográficos en los cuales se expresan atributos semejantes y que pueden enriquecer lo expresado líneas arriba. Uno de ellos está plasmado en una tela pintada de la costa central, que forma parte de la colección del Museo de Sitio de Puruchuco en la ciudad de Lima. Las fotografías de este textil, lo muestran de manera parcial y debemos decir que no hemos accedido al objeto de modo directo (Fig. 187, tomado de Lumbreras y Reid, 1979). Sin embargo, para el tema que nos ocupa, es bastante útil. La descripción que se hace del textil es literalmente la siguiente: “PAÑO, FRAGMENTO. –COSTA CENTRAL, VALLE DE LIMA. – Museo de Sitio, Puruchuco. – Algodón teñido en crema. Pintura ocre marrón. Diseño antropomorfo con aves, peces y crustáceos enmarcados por bandas verticales en forma de ondas y con los mismos diseños. 62 x 223 cms.” (Lumbreras y Reid, 1979: 160-162).

Como se observa, el textil muestra bandas ondulantes, entre las cuales hay espacios que llamaremos “interbandas”, en los que se observa contextos iconográficos muy ricos. Uno de ellos muestra un conjunto de peces, peces con bigote, crustáceos, un árbol bien destacado y en la parte inferior a una deidad ave de perfil, con gran tocado del cual brotan cuerpos ovoides pequeños. En el segundo espacio interbandas, se aprecia a un ave semejante de perfil, con gran tocado que remata en símbolos escalonados. Ella carga un gran cetro sobre el hombro, de modo horizontal y se encuentra dentro de una estructura en forma de “U”. Encima de ella se aprecia una hilera de cangrejos y peces; por debajo una hilera de peces seguida de una hilera de plantas acuáticas y peces.

5Cuando el autor se refiere a “los anteriores” hace referencia a los conocidos tocados de forma semilunar tan conocidos en la iconografía de esta región, que corresponden a varios objetos previos que describe en el texto.

Dioses de Lambayeque El espacio interbanda final, muestra a un personaje antropomorfo de modo frontal, con gran tocado semilunar del cual brotan 7 grandes cuerpos ovoides concéntricos. Este personaje tiene grandes orejeras circulares, los brazos semiextendidos con las manos cogiendo “escudos” de forma cuadrada con punto central, de cuyos bordes superior e inferior brotan 3 cuerpos ovoides por cada borde. Este personaje se encuentra de pié sobre una hilera de aves, tiene peces a su costado y por encima. Los pies están rematados en el símbolo escalonado, sacralizándolo.

En un nivel superior, aparecen tres personajes más pequeños, que lucen cada uno el mismo tocado, de los que brotan los mismos cuerpos ovoides del primer personaje. Sin embargo, el cuerpo de cada uno de ellos, tiene la misma forma que los grandes huevos concéntricos que el personaje anterior muestra en el tocado. Tienen cabeza, brazos y pies humanos. Podríamos decir que son “huevos antropomorfos”, con un tocado del que brotan formas semejantes. En un nivel superior se aprecia una hilera de cangrejos seguidos por una hilera de aves y luego por una hilera de plantas acuáticas. En las tres secciones interbandas, pequeños círculos rellenan los espacios vacíos.

Desde nuestro punto de vista, es evidente, que la tela muestra parte de un discurso mítico, en el cual, el escenario marino, que incluye peces, langostinos, cangrejos, plantas acuáticas y un árbol, incorpora además, a un ave mítica y una deidad vinculada con huevos, que a su vez originan nueva vida. En una de las bandas, este personaje aparece en la forma de un ave de cuyo tocado brotan formas ovoides. Por lo tanto, es posible afirmar que en este mito, los huevos serían generados por un ave sagrada que puede adquirir forma humana. Del mismo modo, es evidente que existe una relación formal con el personaje de la orejera de Cerro Sapamé y tal vez podríamos estar en frente del mismo personaje. Las bandas serpenteantes llenas de peces, reproducen el mito de la serpiente llena de peces del Vaso B de Denver. Finalmente, la corona Vicús del Museo Larco (ML100826) cubierta de círculos, remata con cabezas de personajes cuyo tocado es nuevamente la figura ovoide con círculo central.

Fig. 187

La deidad con tentáculos

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