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La deidad bifronte y de los cuatro rostros
La deidad bifronte y de los cuatro rostros
Fig. 204
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mundo delante y detrás de él (Fig. 206). En la iconografía norteña, son conocidas varias representaciones de personajes que comparten algunos elementos del rostro, especialmente los ojos, para generar finalmente un objeto que muestra cuatro rostros, cada uno de los cuales debe ser observado de frente para tener la imagen completa (Fig. 204/205, ML020206, ML020268). Esta tradición es muy conocida en la cerámica moche, chimú y lambayeque, no solamente en objetos de cerámica, sino también en objetos de metal.
En las excavaciones del Proyecto San José de Moro, este tipo de vasijas ha sido bautizada como las vasijas “Jano”, debido a que hacer recordar a este personaje de la mitología griega, que tenía una cabeza con dos rostros, permitiéndole observar el
En realidad estas vasijas generan un objeto de cuatro rostros, que pueden tener algunas variaciones:
Representan rostros solo antropomorfos (Fig. 207, tomado de Shimada et al 2009, fig. 31). Representan rostros zoomorfos. Representan una combinación de ambos.
Fig. 205
Fig. 206 No hay duda que se trata de animales mamíferos, con rasgos un tanto felínicos en algunos casos o de zorros en otros casos. En este último caso, es notable la forma bastante alargada de la mandíbula, que contrasta con la de los felinos, que generalmente se representa de una forma mucho más corta. Las características fauces abiertas del personaje antropomorfo, con cuatro largos dientes entrecruzados, hacen referencia a la vieja tradición moche de representación del orden felínico. En el caso de las representaciones mixtas, pareciera que el rostro humano es felínico y los animales son cabezas de zorros. En el caso de la copa del Museo Larco, el personaje tiene cuerpo, cola, garras y rostro de felino. Zorros y pumas son inseparables en la tradición oral andina en su conjunto y de modo particular en la tradición oral costeña y norteña.
Si esto es correcto, entonces podríamos decir que el personaje tiene el poder de ver en las cuatro direcciones del mundo al mismo tiempo. En segundo lugar, esta mirada del mundo, tiene expresiones distintas, pero evidentemente complementarias.
Debemos afirmar además que también existen personajes bifrontes, con dos rostros idénticos opuestos, que son sin duda representaciones de