3 minute read
El templo de los siete recintos
Fig. 284
2 En general, parece tratarse de una escena ritual compleja presidida por un personaje principal que tiene detrás a uno pequeño a su lado. Además, ostenta el poder de las serpientes, que no solamente se muestran saliendo del interior del recinto sacro, sino que los muros del recinto están decorados con serpientes bicéfalas. Esta pareja, no es un tema ajeno a la iconografía costeña, pues ha sido expresada también en un bastón ceremonial moche procedente de Huaca La Cruz en el valle de Virú. En este caso el personaje tiene cola de serpientes y un bastón que remata en cabeza de serpiente, pero además está acompañado por un personaje pequeño, que carga una bolsa (Strong, 1947).
Advertisement
2
Otra estructura individual se puede observar en la base del vaso B de Denver. En este caso, la estructura es sencilla, de forma rectangular, ornamentada con símbolos escalonados simples. En su interior se encuentran plantas de maíz, incluyendo la raíz e inflorescencia, al lado de un grupo de 3 animales trabajadores que portan una pala (Fig. 285). Esta estructura tiene orígenes míticos ya que el vano se comunica directamente con una de las burbujas que pertenecen a la deidad serpiente. Este recinto puede ser entendido como un campo de maíz, en un tiempo mítico en que los animales contribuían con su producción.
Este tiempo mítico está íntimamente relacionado con la participación de un hombre que tiene los emblemas de la deidad serpiente, en la forma de líneas quebradas simples o dobles, que penetra en la burbuja y emite aliento o sopla. En este propósito una iguana mítica ingresa su cabeza dentro de la burbuja. En el interior de esta cavidad aparece una mujer con tocado bipolar de serpientes y un ser extendido decúbito ventral, con grandes ojos redondos y cabeza redonda sin cabello. Su cuerpo está cubierto por un pañal y un cinturón sencillo. Una gran cantidad de peces rellenan el espacio en el que interactúan estos personajes. Al exterior de la burbuja y la estructura, se ven numerosas aves trabajadoras, con un bastón sobre el hombro, pero además, un loro comiendo una mazorca de maíz al lado de una figura humana sonriente con un cetro, que tiene cabeza redonda con cabello. Este personaje parece identificarse con el que aparece sin cabello dentro de la burbuja. Los elementos comunes entre ellos son los siguientes: cabeza redonda, ojos redondos, ambos sonríen y ambos tienen el mismo pañal con el mismo cinturón. Da la impresión que se trata del mismo personaje en diferentes momentos del mismo discurso mítico.
Fig. 285
El Templo de los Siete Recintos
Podemos dividir este conjunto en dos secciones: la primera tiene dos niveles, ambos de forma cuadrada. Este primer conjunto se adosa a la segunda sección que tiene 3 niveles, todos de forma rectangular. En ambos casos, es notoria la presencia de un sistema de acceso inicial (Fig.286).
El primer recinto de la primera sección, responde a los rasgos conocidos de la arquitectura regional. Está expresado por lo menos en dos niveles, el primero decorado con el símbolo escalonado simple y los vanos definidos por una mocheta que termina en la forma de una borla redonda con los flecos hacia arriba. En su interior se aprecian banquetas laterales interiores, sobre las cuales aparecen dos personajes idénticos, uno frente al otro. Al final del recinto, se aprecia un recinto pequeño con un personaje sentado y recostado en uno de sus lados. Este recinto coincide detrás con un vano de acceso que luce una portada que remata con el símbolo de alas y cola. El recinto posterior, debe estar en un plano más elevado y luce personajes sobre una plataforma techada, en actitud ceremonial.