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Las antaras y quenas

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Bibliografía

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Dioses de Lambayeque escena de creación y las segundas, como parte de un mito relacionado con el tema de la procesión de las aves.

El tambor

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Uno de los personajes de la burbuja 4 de la base del vaso de Denver, tiene un tambor en una mano y con la otra sujeta un lazo de forma circular al borde de la burbuja 4 (Fig.287). Dentro de este lazo se encuentra un crustáceo que parece ser un cangrejo. La relación, entonces, es particularmente importante: durante el proceso de creación, el uso del tambor es necesario. El tambor ha sido ampliamente estudiado y reconocido por su estrecha relación con el mundo mítico, el aparato religioso, el mundo mágico shamánico y la guerra, dentro de la historia de las civilizaciones. Las vibraciones que produce implican la irradiación de ondas de energía con el fin de generar canales de comunicación en distintas esferas. Se consideran como centros de energía muy poderosa. El tambor es el instrumento y la voz de fuerzas espirituales y divinas, de sacerdotes y ancestros. Representaciones de animales salvajes en la forma de un tambor son conocidas en el arte andino y americano en general. Tambores – puma o tambores – zorro, o tambores – venado, son comunes. La vibración que genera este instrumento permite establecer un texto comunicacional en sociedades que consideran a la naturaleza y los objetos en general como seres vivos. El tambor de este modo, puede expresar los latidos de la madre tierra o los latidos del corazón de animales y hombres que van al sacrificio. La acústica y ritmo permiten trances para ingresar en otro mundo, por lo que es un instrumento bastante recurrente en el mundo shamánico universal. Por lo tanto, la presencia de un tambor en el marco de un mito de origen, le da a este instrumento un valor excepcional.

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La forma bidimensional del tambor es la misma que podemos observar en las maquetas chimú que fueron encontradas en Huaca de La Luna (Uceda 2006). En estas maquetas, numerosos personajes relacionados con el uso de espacios arquitectónicos, forman parte de varias acciones, dentro de las cuales se incluyen rituales dedicados a cuerpos momificados de los ancestros. En este contexto, aparecen ofrendas diversas que llevan los personajes en bolsas que se colocan detrás de la cabeza, soportadas desde la frente. En este ceremonial los tambores tienen una forma muy parecida a los que se muestran en el vaso B de Denver. Al mismo tiempo, los músicos se complementan con tañedores de flautas. En el contexto del Templo de la Piedra Sagrada de Túcume, uno de los paquetes de ofrendas fue dedicado a instrumentos musicales, de modo exclusivo (Narváez 1986 a). Dentro de ellos, encontramos también un tambor cilíndrico, que tenía en la parte central un asa (Fig. 288, tomado de Shimada et al, 2009, fig. 183), de modo que se usaban de modo horizontal, tal como se observa en el vaso B de Denver.

Fig. 287 Por su asociación, el tambor está relacionado más específicamente con el mundo de abajo, por ubicarse dentro de una de las burbujas de la deidad serpiente. En este sentido, puede decirse que su uso en este mundo se puede relacionar con el contexto chamánico o con celebraciones que tienen que ver con expresiones de tinkuy, entre mundos opuestos.

Fig. 288

Fig. 289

Las antaras y quenas

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Dioses de Lambayeque Este instrumento procede del contexto de la procesión de aves en la copa del Museo Larco. En este grupo, como hemos visto, una hilera de aves son músicos que acompañan la procesión de un ave cargada dentro de una hamaca. No conocemos antecedentes iconográficos de aves que tocan antaras, lo que las involucra dentro de ambientes festivos que implican además libaciones y danza. Por esta razón, los danzantes del relieve correspondiente a la fase 3 de Huaca de Las Balsas, son una pareja que luce tocados de aves, identificándose con ellas y representándolas. En este contexto, además, aparece un bastonero jorobado que va delante, animales colgados de un poste en forma de “T”, cuerpos extendidos, que pueden representar sacrificios humanos, bastoneros y varias tinajas de chicha de maíz.

A diferencia del tambor, las antaras se relacionan con el mundo de las aves, el mundo de arriba, el complejo celeste. Por lo tanto, su uso en este mundo puede ser entendido como una forma de establecer ese vínculo con el mundo de arriba. El uso de ambos: tambores y instrumentos de viento, podría concebirse como una expresión de relación entre los mundos de arriba y abajo, en este mundo. Este planteamiento tendría su base no solamente en el contexto mítico, sino además, en las connotaciones de cavidad y oscuridad que ofrece el tambor y por el otro el sonido que genera el soplo o el viento, inherente a la esfera celeste.

El tambor es de modo reiterado, un instrumento de uso femenino, tal como se ve en la cerámica lambayecana y chimú, tema que además es común observar en las representaciones festivas que registró Guamán Poma para la época inca.

Son diversas las circunstancias en las encontramos el uso de las quenas, sin embargo, debemos destacar de modo especial su uso en relación al personaje de costado que hace referencia al fruto del maní. Por alguna razón el maní es un hombre que toca la quena, aunque a veces lo hace con una antara.

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