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La defección de Hilarión Daza

EN Su "MEMORIA", EL gENERAL EN JEFE DEL EJÉRCITO DEL SuR, JuAN buENDíA NORIEgA, HACE uNA DEFENSA DE Su ACTuACIóN EN SAN FRANCISCO, ACuSANDO A DAzA DE SER EL CuLPAbLE DE Su DERROTA.

"El telegrama (clave) de S. E. el supremo director [Prado], del 14 de noviembre, por el que terminante y perentoriamente ordenaba: 'Ataque usted en el acto y sin trepidar', lo acepté como aviso de encontrarse cerca el general Daza, que por telegrama (clave), del 9 nos hizo saber marchaba con dos divisiones y 15 piezas de artillería a reunírsenos; pues que no podía consentir que, por absoluta que fuese su orden, creyese que, por ningún motivo, había de arrojarme a librar una batalla sin plan, sin métodos; sin previo acuerdo, combinación y arreglo con los comandantes generales y jefes de cuerpo, para en vista y con conocimiento de las posiciones del enemigo y condiciones de los terrenos, arreglase el modo y forma de combatir, lo que se había principiado el día anterior en Dibujo y para lo que debía tenerse en la noche una junta de guerra.

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Si S. E. el supremo director hubiera sido franco, claro, explícito en su despacho, avisándonos la contramarcha de Daza, con conocimiento de la verdadera causa de su telegrama, hubiéramos trabajado en predisponer el ánimo del ejército, para evitar los terribles efectos que produjo tan funesta retirada, muy particularmente en las fuerzas bolivianas, que por todas partes veían aparecer a su capitán general y las divisiones de su mando, y hubiéramos evitado la tremenda explosión que produjo la llegada del joven [mensajero] Prado con la noticia de la contramarcha de Camarones. Si el general Daza se presenta en el campamento, aunque hubiese sido solo, todo hubiera cambiado; por lo que apreciando el telegrama (en clave), del 14 como aviso de su aproximación a nosotros, se puso el ejército el mismo día en movimiento sobre el enemigo […].

En este puerto (Arica) [después de la campaña] dije repetidas veces al señor general Daza: 'La tremenda contramarcha de usted ha causado gravísimos y funestísimos efectos; si usted llega a reunírsenos, como lo esperaba, el día 19, para transmitirle el mando, aunque se hubiese presentado solo, todo hubiera cambiado, destruyendo temores y pretextos, y con su prestigio y dirección, el triunfo hubie ra sido infalible, como el destino, pero su contramarcha nos perdió; usted se comió los camarones, yo sufro la indigestión; pero a usted se ha abierto un horroroso abismo, porque aquí, le hacen a usted la revolución. […] Si el movimiento se realiza con buenos resultados, esté usted cierto que habrá mil y mil que lo celebren en Bolivia'. ¡Este es el mundo! No pasaron muchos días sin que viesen realizados mis conceptos".

De: Juan Buendía. "Memoria del general en jefe del ejército del sur Juan Buendía Noriega sobre sus responsabilidades durante la campaña del sur / Memorándum reservado". En: Carlos Milla Batres, Recopilación de partes y documentos de la guerra del Pacífico. Lima: Editorial Milla Batres, 1980; pp. 2123.

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