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Las entrevistas de Prado en el Herald de Nueva York El manifiesto de Prado desde Nueva York en junio de 1880

para conseguir los elementos que necesitamos, mucho más no habiéndose conseguido hasta hoy y pudiendo acaso conseguirlos yo, usando de mi alta representación, plenas facultades y relaciones personales. 3°) La oportunidad de poder reunir las personas y recursos para subordinarlos todos a mi voluntad a fin de alcanzar el objeti vo que me propongo. 4°) La de que con mi venida nada se arriesgaba ni perdía gran cosa siendo así que ella podría proporcionarnos lo que hace tiempo buscamos para contrarrestar y vencer al enemigo". La urgencia de entregar a los acreedores el guano y el salitre an tes de que los chilenos se apoderasen de ellos y los explotaran, hacía, en su concep to, pe ren to ria la necesidad de su viaje. En seguida explica la re serva que dio a su decisión para no caer en manos del enemigo y "para evitar discusiones y opiniones cuyo resultado, en la excitación en que los ánimos se encuentran, hubiera podido contrariar mi marcha y originar bullas y escándalos".

LAS ENTREVISTAS DE PRADO EN EL HERALD DE NUEVA YORK.- Al llegar Prado a Nueva

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York en el barco Andes junto con José Gálvez Moreno, Celso Zuleta y Jorge Tezanos Pinto, supo la noticia de la sublevación de Lima por un ejemplar del dia rio Herald que le lle vó el pilo to del buque. Recibieron al presidente depuesto varios amigos entre los que estaba William R. Grace. Un redactor del Herald lo entrevistó. Afirmó que no había creído posible la noticia de su derrocamiento. Insistió, sin embargo, en el ambiente de vacío ante su régimen evidenciado en la negativa de los políticos más prominen tes para cooperar con él. Explicó el moti vo de su viaje en la necesidad de efectuar importantes arreglos financieros para proseguir la guerra. Se negó a entrar en comentarios sobre su sucesor y sobre el Gabinete por él formado, diciendo que no ha ría nada que disminu ye ra las probabilidades de victoria. Reveló, sin embargo, que había ofrecido a Piérola la presidencia del ministerio sin que ella fuera aceptada; y que Piérola le había aconsejado proclamarse dictador, a lo cual se había negado porque sus métodos eran constitucionales. Atribuyó las victorias de los chilenos a la superioridad de su escuadra y expresó la opinión de que la batalla de San Francisco habría sido una gran vic to ria de los aliados si no se hubieran re tirado las tro pas bolivianas.

Días después en una segunda entrevista al He rald, Prado negó la versión de que era un fu gitivo. Para refutarla dio como argumento que, en ese caso, no se hubiese quedado su familia en Lima. Preguntando sobre los duros calificativos dados por el diario El Co mer cio de esa ciudad a su viaje, expre só su convicción de que más tarde se arrepenti rían sus edi to res de ello cuando hubiesen reflexionado suficientemente. En cuanto a los de La Pa tria se limi tó a comentar de qué se trataba del órgano periodístico de Piérola. Se esforzó en explicar que el Congreso le había au to ri zado para salir del país y que había hecho uso de ese permiso cuando lo cre yó oportuno. Negó que la sublevación fuera inminen te en vísperas de su partida pues, según él, el ejérci to la hubiera contenido. Se declaró pobre afirmando que no era propietario ni de una hacienda en el país. Nuevamente se negó a opinar sobre el nuevo Gobierno.

EL MA NI FIES TO DE PRA DO DES DE NUE VA YORK EN JU NIO DE 1880.- Sin embargo,

con fecha 26 de junio de 1880 Prado firmó en Nueva York un manifies to para re futar el tre mendo decreto expedido por Piérola contra él e insertar documentos que, en su opinión, justificaban su conducta. El texto fue muy breve. "Salí del Perú (afirmó allí) en importantísima y patriótica misión, para regresar inmediatamente después de satisfacer las necesidades más apremiantes de la guerra, para obtener y proporcionar los elementos que indispensable y urgentemente necesitábamos, para llevar a buen término combinaciones y arreglos que solo personalmente podía realizar. Salí del Pe rú cumpliendo con to dos los debe res que la ley me imponía, con la co rrespondiente autorización del Congreso nacional, con la aprobación unánime del Consejo de Ministros, y dejando organizado y constituido el Gobierno en la forma que prescribe la Carta fundamental. Salí del Pe rú en servicio de su pro pia causa, me embarqué públicamen te en pleno día LA SALIDA DEL bARCO INgLÉS PAITA FuE DEMORADA DESDE LAS DIEz DE LA MAÑANA HASTA LAS TRES DE LA TARDE PARA quE PuDIESE EMbARCARSE PRADO. SE DIRIgIó ÉL AL CALLAO EN COMPAÑíA DE LOS MINISTROS LA COTERA Y quIROgA Y uTILIzó uNA FALúA OFICIAL CON ESOS MINISTROS, EL COMANDANTE gENERAL DE MARINA, EL CAPITáN DE PuERTO Y uN COMANDANTE DE buquE.

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