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Otras medidas punitivas del Dictador con motivo del contrato con el Crédito Industrial y los reclamos de Dreyfus. La clausura

EL COMERCIO SObREvIvIó A LA DICTADuRA. CONTINuó CERRADO DuRANTE LA OCuPACIóN CHILENA DE LIMA; PERO REAPARECIó APENAS SE ALEJó EL INvASOR, CIRCuLANDO EL PRIMER NúMERO, DESPuÉS DE DOS AÑOS Y MEDIO DE SILENCIO, EL 22 DE OCTubRE DE 1883.

¿Daba este convenio los recursos para la guerra? Piérola afirmaba que tal esperanza era ilusoria pues sus artículos 7 y 30 decían expre samen te que, en el caso de que el salitre o el guano no pudieran ser exportados, importados o vendidos por cualquier causa independiente del contratista, la entre ga de dine ro por es te cesa ría de ser pagada. En su carta a A. Guillaume el 14 de abril de 1880 afirmó: "No hay (conveniencia) en contratar sobre cosa que necesitamos previamente recuperar por medio de las armas". Pero de todos modos el Crédito Industrial prometía este dinero y abría así una expectativa cuyas condiciones hubieran podido mejorarse en nuevos tratos con la misma entidad aun cuando hubiesen sido cancelados los poderes de Rosas y Goyeneche. Y aun suponiendo que el Crédito Industrial se hubiese eximido a última hora del compromiso que adquirió en el convenio reservado, se habría sentido estimulado a vincular sus intereses a los del Perú contribuyendo a buscar la mediación norteamericana o europea en la guerra o a vigori zar las resistencias ante la demanda que hiciera Chile para poner un precio a su victoria.

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Para Rosas, el convenio, según manifestó en una carta particular (publicada en La Opinión Nacional del 23 de mar zo de 1880), "es lo mejor posible atendidas las circunstancias en que ha sido negociado". Y agregaba: "La cuestión estaba reducida a saber si nosotros o los chilenos celebrarían el contra to. En los últimos días nos hemos disputado el te rreno palmo a palmo. La prensa de Londres y de Pa rís les ayudaba, la ma yor par te de los tenedo res de bonos ingleses y aun el mismo Gobierno inglés. Yo he tenido conmigo a los tenedores de bonos de Francia, Bélgica y Holanda y la justicia de la causa que de fendía; y al fin he triunfado. Tal situación, como us ted ve, era para hacer un contrato a todo trance, no ya para sacar ventajas sino para impedir que el enemigo pudiese sacarlas. ¡Qué vergüenza para nosotros si los chilenos hubiesen podido continuar haciéndonos la guerra con los recursos que les hubiera proporcionado nuestro salitre y nuestro guano!... Se ha estipulado que se nos adelantarán dos libras por cada to nelada de guano que se expor te; pe ro además de es te adelan to he ajustado otro de £ 800.000 en un tratado secre to; pues no con ve nía que los chilenos llegaran a saberlo para que se suscitasen dificultades. Este adelanto no ha podido conseguirse a descubier to. En el estado de descré di to en que se encuentra el Pe rú por falta de exactitud en los pagos y por sus de rrotas, es to era imposible. Se ha con ve nido, pues, en que se hará sobre la par te en que nos co rrespondía en el guano que tiene la Pe ruvian Company y sobre los conocimien tos de los buques que están cargando en Lo bos para ella".

Pié ro la, por decre to de 23 de febre ro de 1880, decla ró sin efec to los ac tos de Rosas y Go yeneche, los sometió a juicio y decla ró que sus bienes, de re chos y acciones estaban afec tos a responsabilidad fiscal y embargados. Se basó en que no habían hecho caso de las órdenes expedidas por el Go bierno y en que habían trans gredido sus pode res.

OTRAS ME DI DAS PU NI TI VAS DEL DIC TA DOR CO MO MO TI VO DEL CON TRA TO CON EL CRÉ DI TO IN DUS TRIAL Y LOS RE CLA MOS DE DREY FUS. LA CLAU SU RA DE EL

CO MER CIO.- El Co mer cio publicó el 10 de ene ro de 1880 una co rrespondencia fe chada en Pa rís que traía un comentario favorable al contrato firmado por Rosas con el Crédito Industrial. En su edi to rial del mismo día ase ve ró que un año atrás Dreyfus había ofre cido una transacción en los reclamos por él pre sentados disminu yendo en un 60% el mon to de ellos.

Pié ro la di ri gió el 12 de ene ro una carta pública a su secre ta rio de Gobierno y allí afirmó que la correspondencia había sido forjada en Lima y que no había tal ofrecimiento de rebaja. Le ordenó tomar las disposiciones necesarias para que el prefecto del departamento se constituyera personalmente en la imprenta y exigiese la inmediata entrega del original enviado desde París y, a la vez, pidiera comprobantes sobre la revelación hecha en el editorial. Decía en seguida: "La prensa de Lima en su mayoría, y muy especialmente El Comercio, ha sido hasta hoy el principal cooperador del abuso político y administrativo que hemos venido a destruir, de la tiranía y la explotación pública de los últimos sie te años, de la farsa y del engaño sis te mático que ha traído al país al

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