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Montero en Arequipa
Pié ro la le pre gun tó en tonces si el viaje que él pro yectaba al Pe rú contra riaba o no a la política de Estados Unidos. La respuesta fue que tampoco cabía declaración alguna sobre este punto. Frelinghuysen aclaró que, como Piérola tenía una posición política especial, quería evitar cualquier malentendido en sus respuestas.
Todo esto fue narrado por Piérola en su importante carta al presidente Arthur (Nueva York, 30 de noviembre de 1882). Su obje to pa re ce haber sido pre sentar su pun to de vista sobre el curso seguido por las negociaciones para la paz desde 1881 y hacer ver las contradicciones de la política de Estados Unidos, así como la gra ve dad moral de la actuación de Lo gan.
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[ VI ]
MoN tE Ro EN aRE QuI pa.- Montero, primer vicepresidente de la República, encargado del Poder Ejecutivo, viajó de Huaraz a Arequipa. Entró a esta ciudad solemnemente el 31 de agosto de 1882 y fue recibido con todos los honores correspondientes al jefe del Estado. Informaciones oficiales ase ve ra ron que la formación del ejérci to y de la guardia nacional llegó a sumar diez mil hombres. La tónica de los discursos pronunciados entonces fue de respeto a García Calderón, invocaciones al valor y al patriotismo y promesas de salvar el honor y el territorio nacional. El 4 de setiembre fue aceptada la renuncia del Gabinete Arbayza y quedó nombrado primer ministro a cargo de la cartera de Gobierno, el capitán de navío Camilo N. Carrillo. Lo acompañaron Manuel María del Valle (Relaciones Exteriores), Epifanio Serpa (Justicia e Instrucción), Juan Francisco Oviedo (Hacienda), el coronel Manuel Velarde (Guerra y Marina). El coronel Belisario Suárez fue nombrado comandan te en je fe del ejérci to del sur; y el general Cé sar Ca neva ro, je fe de la guardia nacional. Una circular al cuerpo diplomático residente en Lima dirigida por el canciller interino Epifanio Serpa hizo notar el éxito del viaje de Montero desde Cajamarca hasta Arequipa y las vic to rias en el centro y en el nor te de la República, así como la continuidad de la alianza con Bolivia. En cuan to a la paz, mani fes tó una voluntad pro picia a ella siempre que Chile quitara las condiciones depresivas de la honra para aceptar "términos recíprocamente honrosos" (15 de setiembre de 1882).
En octubre de 1882, Nicolás Valcárcel reemplazó al canciller Del Valle y José Miguel Vélez a Serpa. Este Gabinete convocó a elecciones de diputados y senadores para el 9 de diciembre; LA TÓNICA DE LOS DISCURSOS PRONUNCIADOS ENTONCES fUE DE RESPETO A GARCíA CALDERÓN, INvOCACIONES AL vALOR y AL PATRIOTISMO y PROMESAS DE SALvAR EL hONOR y EL TERRITORIO NACIONAL.
quien lo nombró ministro de Guerra y Marina. Iglesias participó luego en la batalla de San Juan, donde fue hecho prisionero. Fue liberado por las tropas chilenas a condición de que transmitiese las condiciones del enemigo a las autoridades peruanas. Tras la ocupación de Lima, regresó a Cajamarca. En 1882, se enfrentó a las tropas chilenas en las cercanías de su hacienda, en lo que se conoce como la batalla de San Pablo. La victoria, sin embargo, solo fue momentánea, pues pronto los chilenos se reorganizaron y saquearon la ciudad. Más adelante asumió el mando de los departamentos del norte, y estableció un Gobierno en Trujillo en julio de ese mismo año. Una vez firmado el Tratado de Ancón, el 20 de octubre de 1883, marchó hacia Lima para asumir el gobierno del país. En 1885 renunció a la presidencia, dando paso a una transición constitucional.