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El primer Gabinete de Benavides
la eleccIÓN del Nuevo preSIdeNte
tras el asesinato del presidente Sánchez cerro, el congreso constituyente dispuso una votación para elegir al nuevo mandatario. los resultados fueron los siguientes:
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caNdIdatoS votoS Óscar r. Benavides 81 carlos lópez albújar 4 Manuel Bustamante 1 viciados 2
El general Benavides acompañado por el Consejo de Ministros, se presentó momentos después en el salón de sesiones del Congreso,fue investido con la insignia del mando supremo por el presidente de dicho poder del Estado, hizo el juramento de ley y agradeció con breves palabras su elección haciendo notar que no la había inspirado él, que no pertenecía a partido político alguno y que legaba a la jefatura de Estado sin odios, anheloso de ”la armonía de toda la familia peruana que realmente tenga sentimientos patrióticos”.
La elección del general Benavides no estuvo de acuerdo con el artículo 137 de la Constitución de 1933 según el cual no son elegibles los ministros de Estado y los miembros de las fuerzas armadas que se hallan en servicio sino han renunciado su cargo un año antes de la elección. El general Benavides se hallaba, en esos momentos, en el comando de dichas fuerzas. Alberto Arca Parró y Luciano Castillo plantearon esta tesis incontrovertible en la sesión del 8 de mayo en una moción que fue inserta en el acta del 30 de abril. Erasmo Roca explicó su punto de vista según el cual dicho artículo se refiere solo al procedimiento eleccionario normal y agregó que el mismo Congreso que había dado la Carta Política hallábase facultado para interpretarla. Pero ella en realidad, no hace distingos y el artículo inicialmente aprobado por el Congreso decía: “No pueden ser elegidos presidente de la República ni por el pueblo ni por el Congreso”... La Comisión de Redacción, para ahorrar palabras, puso el texto ya transcrito.
Pero la misma circunstancia de que el general Benavides mandaba las fuerzas de tierra, mar y aire del Perú fue un factor que contribuyó a su elección. Se quiso, en aquella hora de in certidumbre, conseguir las máximas garantías de orden y de normalidad. El ejército no podía poner objeción alguna al nuevo Presidente. La mayoría sanchezcerrista del Congreso, aturdida ante el súbito fallecimiento de su caudillo, no halló entre ella un sustituto para este y recordó, a la vez, la buena amistad iniciada entre ambos militares, el ascenso que poco tiempo antes había propuesto el Poder Ejecutivo para hacer a Benavides general de división y sus sucesivos nombramientos como ministro en Gran Bretaña y como comandante supremo de las tropas, este sin habérsele consultado. El antileguiismo de los sanchezcerristas veía en el nuevo mandatario al enemigo indoblegable del gobernante de 1919 a 1930; y la enérgica actitud de él, desde el destierro, frente al Tratado Salomón-Lozano cobraba actualidad ante el conflicto con Colombia, lo mismo que el recuerdo de la hazaña que fuera el combate de La Pedrera en 1911. A los decisivos votos sanchezcerristas en el Congreso (algunos de ellos arrepentidos más tarde por lo que hicieron en la tarde del 30 de abril de 1933) sumáronse los descentralistas y los independientes, encabezados estos por Víctor Andrés Belaunde que había tenido a Benavides como uno de sus precandidatos en 1931. En realidad faltaron solo siete votos (los socialistas y los supérstites apristas) para la unanimidad. Y así llegó Benavides al poder en 1933 con gran fuerza moral, elegido Presidente por segunda vez, nuevamente gracias a una decisión del Congreso. Por tercera vez, sería ungido en la misma forma parlamentaria en 1936, nunca por el sufragio popular.
el prIMer GaBINete de BeNavIdeS.- Benavides empezó por confirmar en sus funciones a los integrantes del Gabinete Manzanilla, si bien llamó los señores Pablo Ernesto Sánchez Cerro para que ocupase el Ministerio de Fomento y a Luis A. Flores el de Marina. Salieron, pues, del equipo el coronel Manuel E. Rodríguez y Alfredo Benavides Canseco, cuñado del nuevo gobernante. Costó trabajo persuadir a Pablo Ernesto Sánchez Cerro de que aceptase el portafolio, pues ya hallábase resentido y receloso frente al sucesor de su hermano.Quiso él consolidar su recién adquirido poder dando confianza al partido sanchezcerrista, cuyas considerables fuerzas en el ejército y en la administración pública pudieron quizá haberle creado iniciales dificultades. El coronel Rodríguez pasó a la Jefatura de la Defensa Nacional. Benavides empezó así su Gobierno cercado por el sanchezcerrismo.