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El periodismo de avanzada y el proletariado
puntos de vista. Y sin que haga al caso el decir ahora hasta dónde llegamos en nuestro acuerdo, salimos de mi estudio, juntos y acordes, en las cabezas el hervir de comunes pensamientos y de cara a la inclemencia de una de nuestras noches invernales. Lloviznaba, Y fue entonces, al sentir el primer destemple, cortados por la garúa, que te detuviste de pronto para decirme como quien responde a una voz o a una visión interior: -Nada te digo de lo que va a decir El Mosquito y lo peor es que lo va a decir con gracia”.
Sin alcanzar esa virulencia, Don Lunes, que apareció el 8 de mayo de 1917, dirigido por Federico More con colaboraciones de Luis Fernán Cisneros, Leonidas Yerovi, Félix del Valle, Ricardo Chirre Danós y otros, representó el éxito más resonante que periódico alguno de su género obtuvo en Lima por aquellos años. Se debió a la variedad y la accesibilidad de su material, la gracia de sus artículos, poesías y caricaturas, la novedad del personaje que daba su nombre a la revista.
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Carlos Alberto Angelats publicó Don Lunes a comienzos de 1919, queriendo usufructuar del recuerdo del popular semanario. La muerte de este periodista el 21 de marzo de 1919, en circunstancias extrañas, fue un pretexto que la oposición intentó usar, en vano, como arma política.
En los comienzos del Oncenio hubo intentos para revivir el periodismo satírico como en La Paca Paca y Chumbeque aparecidos en 1921; pero pronto se extinguió como símbolo de que la libertad de prensa había desparecido. El Tigre (cuyo nombre aludía a Germán Leguía y Martínez) apareció como semanario político, literario y comercial entre agosto y octubre de 1922.
el peRIodISMo de aVanZada Y el pRoletaRIado.- La Asamblea Tipográfica publicó
durante la huelga de 1896 por lo menos cuatro números de El Tipógrafo. Años antes, la Sociedad Tipográfica de Auxilios Mutuos había editado el quincenario La Prensa (1888-1893). El Libre Pensamiento (1896-1904), órgano masónico y de la liga de Libre Pensadores dirigido por Christian Dam, y La idea Libre (1900-1902) de Glicerio Tassara y Alfredo L. Baldassari exhibieron doctrinas radicales o laicistas. El Diablo Cojuelo fue un semanario radical del Callao en 1898. El Radical de 1899 tuvo entre sus redactores a Alberto Secada. Germinal se llamó en 1903 “órgano del Partido Radical del Perú” y apareció con intermitencias entre 1899 y 1908. Allí también tuvo importante participación Alberto Secada. La circulación de estos voceros debió ser limitada. Adriana González Prada ha narrado en su libro Mi Manuel algunos episodios pintorescos en relación con los apuros económicos de La idea Libre.
En 1901 los redactores de La Idea Libre fueron denunciados por un artículo que elogió el asesinato del presidente de Estados Unidos Mac Kinley. En abril de 1902 entraron en una enojosa polémica con El Comercio. Alfredo L. Baldassari publicó un artículo injurioso contra la familia Miró Quesada, propietaria de este periódico, el 1º de mayo de 1902. Luis Miró Quesada tuvo una riña con Baldassari y este salió golpeado. El 3 de mayo, el mismo Luis Miró Quesada, esta vez acompañado por Luis Pazos Varela y Eustaquio Dávila, se presentó en la imprenta de La Idea Libre y pidió ver a Baldassari, con motivo de un boletín publicado por él, que, según dijo, contenía “falsedades’. Glicerio Tassara le respondió y el diálogo degeneró en una pelea. Agredido, Tassara sacó un revólver y disparó unos tiros al aire para escapar luego por los techos en compañía del tipógrafo Moisés Aguirre. De resultas de estos disparos falleció Luis Pazos Varela y recibieron heridas Pedro Bulnes y José Domingo Sánchez que, según el parte del intendente de policía Juan Miguel del Solar, habían llegado atraídos por el bullicio. Del Solar apresó a Tassara, acusado de homicidio. Esa noche se presentó Miró Quesada y también fue apresado aunque luego salió en libertad bajo fianza. Magullado en la refriega, Tassara quedó libre después de algún tiempo. Su abogado fue Alberto Químper. A la distancia y fríamente (o también bajo el influjo de apasionamientos inmediatos) fluye la crítica ante la actitud de Miró Quesada. Cabe recordar, por otra parte, que era muy joven, que el honor de su familia había sido ofendido, que en su defensa expuso la vida y que el único muerto en este sensible episodio fue un íntimo amigo suyo. don luneS
Semanario popular fundado en 1917. Su edición estuvo a cargo del escritor puneño Federico More y del artista gráfico Julio Málaga Grenet. el primer número apareció el 8 de mayo de ese mismo año. Rápidamente alcanzó gran aceptación popular por la picardía con que eran escritos sus artículos y perfiles, y por el material gráfico con que eran complementados.
víctor raÚl Haya de la torre Fundó en 1923 claridad, relacionado con la obra Que llevaba a cabo la universidad popular GonZÁleZ prada y dentro de un espíritu de aGitación estudiantil. deportado Haya de la torre en 1924 cuando iMpriMía el nÚMero 4 de claridad, JosÉ carlos MariÁteGui asuMió la dirección de la revista
Entre los periódicos radicales de un lado y de otro, La Protesta (1911-1926) dirigida primero por Francisco A. Loayza y Delfín Lévano, aunque Loayza se retiró pronto, y Los Parias (1904-1910) hubo diferencias de ideología pues en estos últimos se perfiló la tendencia anarquista. La Protesta con dos mil ejemplares de tirada, fue un vocero netamente proletario de gran importancia histórica. El dueño de Los Parias fue Pedro Pablo Astete, zambo limeño que vivía como comisionista para vender alhajas, se había convertido al protestantismo y reunía con sus ahorros y el aporte de algunos simpatizantes el dinero para pagar cada edición. Durante mucho tiempo entregó a Manuel González Prada la responsabilidad de escribir los artículos o de seleccionar el resto del material. Después de cinco años se produjo el distanciamiento entre ambos, al temer Astete ser apresado por un artículo muy duro contra el ministro Rafael Villanueva que apareció en 1909. Entonces tuvo como asesor a Alfredo L. Baldassari.
El Trabajo apareció como órgano obrero quincenal sobre artes, oficios, agricultura e industrias en 1902.
La Voz Obrera se publicó como vocero de la Asamblea de Sociedades Unidas.
Las revistas anticlericales ya mencionadas antes fueron a su manera, exponentes de un periodismo de avanzada. Hojas anarquistas, con publicación efímera: Simiente Roja (1904-1907), Redención y El Hambriento (1905-1910) en Lima, La Antorcha (1905-1907), El Zapatero, El Rebelde y El Jornal de Trujillo, Justicia y La Protesta Libre de Chiclayo. Mención especial debe hacerse a propósito de Arequipa, de El Ariete (1901-1903), Juventud (1905), La Bandera Roja (1907), El Volcán (1911).Una historia cuidadosa de la literatura peruana deberá estudiar en detalle el pensamiento arequipeño de avanzada a principios de siglo.
En el periodismo peruano libertario de aquella época hubo influencias de Tierra y Libertad de Madrid, El Productor y El Motín de Barcelona, Tierra de La Habana, Battaglia de Sao Paulo.
El Obrero Peruano se definió como semanario “órgano de los trabajadores” en 1902 y 1903 en Lima.
El periódico de filiación radical Humanidad, publicado en Lima en 1906, acogió como Germinal artículos de carácter anarquista. El Oprimido (1907-1909) fue de tendencia socialista antiautoritaria, órgano del Centro Socialista Primero de Mayo, y luego El Socialista (1908 y 1909) apareció como órgano del Partido Obrero de escasa repercusión.
El Indio, “defensor de los intereses sociales de la raza indígena”, surgió como una publicación eventual que llegó a once números entre 1903 y 1909. Parece que la dirigió Santiago Giraldo. González Prada se queja en el artículo titulado ”La cuestión indígena” reproducido en Prosa menuda, de que en Lima existía indiferencia ante este vocero.
El Centro Racionalista Francisco Ferrer editó en 1910 la revista Páginas Libres que tiene importancia especial dentro del periodismo anarquista peruano, acerca del cual no se ha intentado todavía una investigación aunque ella sea necesaria para una historia de las ideas en el siglo XX.
El Deber Pro-Indígena, Órgano de la Asociación Pro-Indígena fue fundado en octubre de 1912. Tuvo periodicidad mensual y duró hasta diciembre de 1915. Lo dirigieron Dora Mayer y Pedro Zulen. Denunció abusos, demandó reformas, trató de crear conciencia acerca del problema aborigen No fue muy leído en su tiempo; pero, a medida que pasan los años, su valor moral y social crece. El obstáculo más grande con que tropieza quien por él se interesa hoy, es la dificultad para encontrar una colección.
En 1908 Federico Ortiz Rodríguez editó El Obrero, periódico eventual que fue luego semanal, bisemanal y finalmente diario, desde el 8 de octubre de 1910 con el nombre de La Acción Popular.
Este diario, fervientemente billinghurista, cesó de publicarse el 4 de febrero de 1914.
Manuel González Prada y su hijo Alfredo González Prada alcanzaron a publicar solo un número de La Lucha el 6 de junio de 1914. Tuvo carácter panfletario contra el régimen militar de Óscar R. Benavides.
El Motín perteneció al año de 1915. Lo dirigió Carlos del Barzo y ostentó, con menor jerarquía intelectual, también carácter antimilitar.