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Manuel Beingolea

Clemente Palma en la sección “De jueves a jueves” semanalmente en Variedades son una fuente para la historia de aquellos veintidós intensos años.

Después del colapso del leguiismo en 1930, Clemente Palma defendió hidalgamente a este régimen. Fue el suyo un caso de honrosa consecuencia. Afrontó el destierro en 1932.

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[ IV ]

Manuel BeInGolea.- La generación de fines de siglo XIX aportó a la literatura peruana el cuento como género literario moderno. Para comprobar este aserto no solo pueden invocarse los nombres de Enrique López Albújar y Clemente Palma sino también el de Manuel Beingolea.

Nacido en Lima en 1875, Manuel Beingolea fue un funcionario público sin llegar a posiciones prominentes y un periodista ocasional. Buena parte de su vida transcurrió en Barranco. No tuvo a su alrededor cenáculos ni camarillas y su prestigio tampoco fue voceado bajo el amparo de un periódico, de una institución, de una clase social. Dispersa su obra en periódicos y revistas, solo publicó en 1923 Bajo las lilas, una novela corta de ambiente barranquino, y tardíamente Cuentos pretéritos, en 1933.

En este libro, que no ha sido valorizado debidamente, hay narraciones sobre la selva (“Los yacu-runas”, “Los tigres”, “Tántalo de selva”, “El varadero”, “El niño huitoto”),otras cuyo filón es la historia republicana (“En capilla” sobre la época de Santa Cruz; “El Punyán”, acerca de la batalla de Ingavi; “El montonero”, relacionado con la guerra civil de 1895), una evocación limeña (“Mercaderes y Espaderos”), algunas de ambiente marino (“Hacia Mollendo”, “Descubrimiento del guano”), otros relatos de carácter cosmopolita con escenario en Praga, París, Japón y hasta tres cuyo personaje es Jesús. Pero Beingolea pareció preferir los cuentos psicológicos y de ambiente social, irónicos y melancólicos. “Un apuro” presenta magistralmente la pasión del juego. “El telegrafista” es como un canto a las vidas monótonas y oscuras. El bizcochero místico de “Levitación” que por un milagro de su fervor se elevaba y se elevaba hacia el cielo hasta que tocó con su cabeza el techo de la habitación y, creyendo que tenía encima la tabla cotidiana, empezó a pregonar: “Pan de Guatemala”, pertenece a las antologías. Manuel BeInGolea (1881-1953)

en 1901 el escritor chorrillano empezó a trabajar como profesor de gramática castellana, geografía, historia del perú y francés en el liceo Internacional. poco después emprendió un viaje por el sur peruano, chile y argentina. en Buenos aires trabajó como funcionario público y periodista. a su regreso se incorporó a la redacción del diario el tiempo. Fue secretario del concejo distrital de Surco (1910-1930) y jefe de la biblioteca de la cámara de Senadores (1930-1946). publicó los concejos barranquinos (1921), Bajo las filas (1923) y cuentos pretéritos (1933)

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[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

capítulo 7 ● I Azucenas quechuas ● II Leonidas Yerovi ● III José María Eguren ● IV José Gálvez ● V Ventura García Calderón ● VI Abraham Valdelomar ● VII César Vallejo ● VIII Martín Adán.

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