El Portarró 31 (en castellano)

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invierno - primavera 2012

el portarrĂł 31 boletĂ­n del parque nacional de aigĂźestortes i estany de sant maurici


índice 3 Presentación El Portarró Invierno-primavera 2012 Colaboran en este número: Mercè Aniz i Montes Jaume Comas Ballester Josep Maria Rispa Pifarré Maria Farré Domech Oriol Beltran Costa Ismael Vaccaro Ribó Gerard Giménez Sabina Lapedra Grau Jordi Canut i Bartra Jordi Vicente Canillas Maria Pou Palau Jesús Tartera Orteu Cristina Espinar Mosquera Meritxell Centeno Magí Tragsatec Fotografías, mapas y dibujos: Archivo del Parque Nacional Fototeca CENEAM Fernando Cámara Orgaz Alfons Raspall Campabadal Archivo Fonda Mas Alfons Álvarez Lipkau Gerard Giménez Joan Vila Alturo Toni Llobet François Rober Sánchez García Joaquim Miralles Veciana Colección Antonio Hugués Corrección lingüística: Javier Piqué Alejaldre Parque Nacional Disseño y maquetación: Aran Disseny Dipósito Legal: L-1428-96 Edita:

El Portarró no asume la responsabilidad sobre las opiniones expresadas en los artículos firmadoss o con seudónimo, la cual es exclusiva de sus autores.

4 Estudio de opinión de la población del Parque 7 Paisajes de montaña: gente, parques y animales 11 La entrevista: El Mas, una fonda como las de antaño! 17 Noticiario 21 Conozcamos el Parque: - Fraguetes y martolls - Carbonero garrapinos 23 La esencia de las palabras: Elogio de los Pirineos 26 La Foto 27 Caminemos por el Parque: - De Taüll a Capdella por el puerto del Rus 29 Publicaciones

Casa del Parque Nacional de Boí Ca de Simamet C/ de les Graieres, 2 · E 25528 Boí (Alta Ribagorça) Tel. 973 696 189 · Fax 973 696 154 Casa del Parque Nacional de Espot C/ de Sant Maurici, 5 · E 25597 Espot (Pallars Sobirà) Tel./Fax 973 624 036 Centro de Información de Llessui Ecomuseu dels Pastors de la Vall d’Àssua Antigues escoles, s/n · E 25567 Llessui (Pallars Sobirà) Tel. 973 621 798 · Fax 973 621 803 Centro de Información de Senet La Serradora C/ del Port,10 · E 25553 Senet (Alta Ribagorça) Tel. 973 698 232 · Fax 973 698 229 Páginas web: www.gencat.cat/parcs/aiguestortes http://reddeparquesnacionales.mma.es/parques/aiguestortes Correo electrónico: info.aiguestortes@oapn.es pnaiguestortes@gencat.cat


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presentación Durante 2011 el número de visitantes del Parque ha aumentado, respecto el año anterior, en casi un 10%. Un crecimiento que ha sido bastante uniforme en todas las comarcas y los valles más conocidos. Un volumen muy importante de visitas que evidencia que, pese a la coyuntura social y económica delicada que estamos sufriendo, los espacios naturales protegidos y, en concreto, los Pirineos y el Parque, son uno de los refugios naturales escogidos para evadirnos, en la medida que se puede, de estas situaciones difíciles. La naturaleza protegida, pues, nos ofrece sin recortes la amabilidad paisajística de sus montañas, los lagos, los bosques y de otros valores patrimoniales que gracias a la gestión de todos juntos nos permiten, entre otros objetivos, escapar de los estreses cotidianos. Una naturaleza bien conservada que, para sorpresa de todos, juega últimamente con una meteorología muy cambiante que no deja de sorprendernos: frío cuando tendría que hacer sol, sol cuando tendría que llover, llover cuando tendría que nevar, y ya veremos si nevará cuando toque llover otra vez. Eso sí, el viento ha estado presente durante muchos días de este invierno, sobre todo en la vertiente mediterránea de los Pirineos mientras que en la vertiente atlántica las nevadas han sido espectaculares como pocos años. Y no debemos olvidar los grandes incendios de la Ribagorça y el Pallars que han sido los más importantes de la historia reciente. Para este número os hemos preparado un manojo de ajos de donde podréis ir arrancando a vuestro gusto, en primer

Estany de Llebreta

lugar, dos artículos que nos hablan, uno, de qué valoración hacemos de nuestro Parque los habitantes de los pueblos que están en la zona de influencia y, un segundo, que hace una reflexión muy amena para el uso y el abuso de la patrimonialización de la naturaleza, es decir, cómo a menudo se tematiza en exceso esta naturaleza salvaje para hacerla más cercana a nuestras necesidades humanas. La Entrevista nos lleva esta vez al valle de Barravés, en Vilaller, a una fonda, donde hablaremos con su dueña de gastronomía, costumbres tradicionales, historia y montañas. Después de los hechos que han sido noticia los últimos meses, conoceremos las singularidades de las deseadas fresas silvestres así como sus relaciones con una de las aves más pequeñas de las montañas pirenaicas: el carbonero garrapinos. La Esencia nos invita, esta vez, a vivir un viaje agitado por la historia geológica de los Pirineos mientras que el nuevo apartado de la Foto nos reserva una sorprendente imagen. El camino escogido nos llevará a pie por una ruta clásica durante muchos siglos: de Taüll a Capdella por el altivo collado de Rus. Las últimas novedades bibliográficas cerrarán este número. Sin embargo no queríamos terminar estas líneas sin tener un recuerdo emocionado por el compañero Antonio Cavero que, desgraciadamente, falleció hace unos días víctima de un alud en la Val d’Aran. Las fuerzas de la naturaleza han actuado, de nuevo, con crudeza, rompiendo dramáticamente el difícil equilibrio en que se fundamentan las relaciones de los seres humanos y esta naturaleza que nos rodea. Pausa en patz, Tonet!


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estudio de opinión de la población local del parque El 3 de abril de 2007 se aprobaba la Ley de la Red de Parques Nacionales. Esta ley tiene como objetivo establecer un régimen jurídico básico para la Red los objetivos de la cual se declaran de interés general del Estado. La Red de Parques Nacionales, se define como un sistema dirigido a integrar las muestras más representativas de los sistemas naturales españoles formante un conjunto que sea la síntesis de su patrimonio natural más valioso. Los elementos básicos que la forman son los Parques Nacionales, seleccionados al ser los representantes más característicos de este patrimonio, por lo que su conservación merece una atención especial y tiene que ser declarada de interés prioritario por parte del Estado. Por eso, hay que establecer los mecanismos necesarios que permitan evaluar el grado de mantenimiento o de mejora de las condiciones exigidas en la declaración de Parque Nacional. La Ley establece la necesidad de la existencia de un seguimiento y una evaluación general del grado de cumplimiento de los objetivos de la Red y en particular el grado de consecución de los objetivos perseguidos por los Parques Nacionales. Entre los objetivos de la Ley destaca la necesaria cooperación con el área de influencia socioeconómica de los Parques en la implantación de modelos de desarrollo que sirvan de referencia para el resto del territorio. Esta cooperación no es posible sin conocer cuál es la percepción de la población local, ya que es la más directamente afectada por la existencia de estos espacios protegidos. Su disposición hacia los Parques es la clave que puede facilitar en gran medida la gestión y la conservación de los valores y de los recursos naturales. Por eso es importante conocer esta percepción relacionada, entre otros, con el conocimiento del espacio; la contribución de los parques a la conservación; la efectividad de las ayudas recibidas por los municipios del entorno y el nivel de implicación y participación en las actividades que se organizan. Dentro de este marco, el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) realizó el año 2008 un estudio de opinión dirigido a los habitantes de la zona de influencia de los 14 parques nacionales españoles, entre ellos el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Este estudio se vio complementado con otro, realizado a los visitantes, con el fin de conocer su percepción sobre el Parque y la calidad de los servicios recibidos, aunque

sobre este aspecto el Parque ya cuenta con un gran número de datos, extraídos de las encuestas que realiza cada año a sus visitantes. Aquí analizaremos los resultados obtenidos en el primero de los dos estudios. El método seguido por los autores con el fin de obtener la información, fueron cuatrocientas veinticuatro entrevistas telefónicas hechas a personas residentes en los diferentes municipios que aportan parte de su territorio al Parque. El hecho de que el cuestionario sea común a todos los parques nacionales permite disponer de una información homogénea, con una muestra de consultas suficientes que facilitan la posibilidad de extraer conclusiones y comparaciones a nivel de la Red. Los resultados del trabajo se encuentran divididos en los bloques siguientes: - Perfil de los encuestados. - Conocimiento del Parque y nivel de satisfacción por el hecho de pertenecer a su zona de influencia. - Participación e interacción con el Parque. - Valoración de la contribución del Parque a la conservación de la naturaleza. - Valoración de la contribución del Parque al desarrollo de las comarcas. Perfil de los encuestados Las encuestas nos muestran una población distribuida en diversos intervalos de edad, siendo el más numeroso el que ocupa la franja de los 30 a los 45 años (34,4%), mientras que los jóvenes hasta 30 años representan el 21,4%, las personas entre 45 y 65 años el 28,2% y la gente mayor de 65 años el 16% Un 49,8% son trabajadores por cuenta ajena, un 18,5% jubilados y otro 18,8% trabajadores por cuenta propia. El resto corresponden a la franja de estudiantes, parados y otras personas que no tienen un trabajo remunerado. Conocimiento del Parque y nivel de satisfacción por el hecho de pertenecer a su zona de influencia Casi la totalidad de los encuestados (95,5%) conoce el Parque Nacional, siendo este porcentaje ligeramente superior al resto de la Red (93,3%). La satisfacción de pertenecer a la zona de influencia del Parque es alta o moderada (82,1%) y alcanza valores próximos a la media de la Red (86,7%)


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estudio de opinión de la población local del parque 93,30% 95,50%(PN) Conoce la existencia del Parque 90,00%

Conoce la existencia del Parque (RPPNN)

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Participación e interacción con el Parque La existencia de mecanismos reglados de participación 82,60% por parte de Ayuntamientos, asociaciones y organizaciones vinculadas al Parque es conocida por el 76,2% de las personas, valor muy parecido al resto de los espacios de la Red (77,4%). 17,40% La participación en actividades organizadas por el Parque (exposiciones, salidas, cursos, seminarios, reuniones, preSÍ NO sentaciones, etc. es de un 22,2%, un 10% más que la media. El 82,6% de los habitantes del entorno manifiestan haber visitado el Parque alguna82,60% vez, porcentaje superior a la media (78,5%) Han visitado el Parque (RPPNN)

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estudio de opinión de la población local del parque 50 78,50% 40 Valoración de la contribución del Parque a la conservación de la30,1naturaleza 30 23,8 Los valores naturales del Parque Nacional son conside20 rados de excelencia por un 85% de los residentes. Con un porcentaje muy parecido 23,8 (84,3%), los habitantes locales 10 23,8 23,8 23,8 valoran positivamente el papel del Parque la 23,8 contribu23,8 23,8 en 23,8 0 de ción la conservación del entorno comarcal. muy bien bien regular mal muy mal ns/nc % 58,3 56,6 60 Contribución del Par que a la conservación de la naturalePN RPPNN za del entorno comarcal 50 %

50 40 30 40 20 30 10 20 0

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Conocimiento del programa de subvenciones en la zona de 1,20% influencia socioeconómica (PN) 26,90%

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ns/nc 4,7

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50 44,2 de43,6 La normativa protección establecida PN por el Parque RPPNN se 40,7 considera coherente39con los objetivos de conservación 40 % por un 56,% de los encuestados, mientras que un 24,4% la 50 consideran excesiva y un 9,4% demasiado permisiva. 30 RPPNN

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NS/NC

NO

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Conocimiento del programa de subvenciones en la zona de influencia socioeconómica (RPPNN)

40 37,4 36 Valoración de la contribución del Parque al desarrollo de 20 las comarcas 11,5 30 8,1 El Parque Nacional es considerado un impulsor del desa10 4,7 2,9 de rrollo general de la comarca por un 85% 2,8 2,5 la población, 20 17 superando ligeramente las 14,1 cifras medias de la Red. 0 mucho

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10 Valoración de la contribución al desarrollo general de la 4 3,2 3 2,5 comarca %0 mucho bastante poco nada ns/nc 50 42,8

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Finalmente un 60,5% de los encuestados consideran que el Parque contribuye NS/NC al desarrollo SÍ “mucho” NO o “bastante” sostenible de la zona, valor muy similar a los obtenidos por término medio de la Red.

10 0

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Respecto a la valoración del Parque como impulsor del sector turístico y de la imagen de la zona se obtienen valores próximos SÍ NO a los de la Red (7,32), con un 7,31 sobre 10 de puntuación media. El 27% de los encuestados conocen el programa de subvenciones, un 17,2% más que SÍ la media deNO la Red. A pesar de este conocimiento sólo un 6,4% se manifiestan como beneficiarios del programa que han conocido principalmente a través de los ayuntamientos, familiares, amigos o conocidos.

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nada

2,5

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*Fuente: (Estudio de opinión de la población de las áreas de influencia socioeconómica de los Parques Nacionales. Tragsatec Organismo Autónomo Parques Nacionales. Octubre 2008)


Boí al anochecer

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paisajes de montaña: gente, parques y animales Los paisajes de montaña se nos representan a menudo como territorios vírgenes, unos lugares en los que no se percibe la huella humana. Esto parecería justificar que las regiones montañosas concentren un número tan alto de espacios protegidos: su naturaleza, aparentemente intacta, debe ser preservada. En realidad, sin embargo, la calidad paisajística y ambiental de territorios como los Pirineos es el resultado de una larga interacción entre las poblaciones locales y la naturaleza. En otras palabras: las áreas protegidas de montaña se orientan a conservar unos espacios que, después de siglos de uso, han sido significativamente humanizados y, por tanto, bañados de cultura. El impacto humano sobre el territorio se ha producido de muchas maneras distintas. La cantidad de gente que ha vivido (con una movilidad apreciable), así como su distribución (combinando momentos de concentración y de dispersión), son aspectos importantes para entender las formas que adopta la naturaleza en los Pirineos. El hecho de que una gran parte de estas montañas haya sido gestionada de forma colectiva (por pueblos o por sociedades de propietarios) y destinada a la ganadería o a los aprovechamientos forestales tampoco se puede ignorar. Los bancales hoy abandonados atestiguan los altos niveles de uso y de transformación humana que habían tenido las laderas en el pasado. El paisaje, a la vez, no ha sido tampoco nunca estático. Ha cambiado a medida que se han ido modificando sus condiciones sociales. Momentos de una alta densidad de población han hecho elevar las terrazas por las laderas y retroceder el bosque. El despoblamiento, a su vez, ha reducido el uso de las bordas mientras que los campos más alejados se iban cubriendo primero de hierbas y más adelante de bojes y abedules. El paisaje de montaña no es, por tanto, un fenómeno autónomo y aislado, conformado únicamente como resultado de sus propios procesos: es un producto humano y depende de los objetivos y los valores de aquellos que actúan en él. Cuando la mayor parte de la población pirenaica dependía de las actividades agropecuarias, los pastos y las tierras

cultivables constituían elementos fundamentales. En las últimas décadas, las estaciones de esquí y las viviendas turísticas, con sus ocupaciones y necesidades, se han incorporado en el paisaje y también lo condicionan. Las políticas ambientales Las actuaciones destinadas a la conservación de la naturaleza, como los aprovechamientos tradicionales y la industria del turismo, se inscriben también en el paisaje. La implantación de espacios naturales protegidos, que ha adquirido un gran protagonismo en los últimos 25 años, ha contribuido a modificar los usos sociales del territorio y ha favorecido un significativo proceso de transformación ecológica. En este contexto, la gestión de la fauna salvaje se ha convertido en un aspecto relevante de la administración ambiental, asociado al surgimiento de nuevas demandas sobre el territorio y a la aparición de nuevos actores sociales. En la perspectiva de sus responsables, la calidad, la diversidad y el tamaño de las poblaciones animales evidencian el estado del territorio y son un indicador de la eficacia de sus decisiones de manejo. Para una parte de la población local, no obstante, sobre todo aquella que permanece vinculada al sector primario, la proliferación de la fauna salvaje se convierte en un factor de perturbación por los daños y las amenazas que ésta conlleva a la actividad agropecuaria. En la cuestión de la fauna salvaje se condensan muchas de las actitudes y los argumentos que plantea el debate sobre las políticas conservacionistas en las comarcas de montaña. Las posiciones contrarias son interpretadas a menudo como resistencias basadas en los intereses particulares y el tradicionalismo de algunos vecinos. De hecho, la historia ambiental de estos territorios muestra un esfuerzo continuado por parte de las comunidades locales dirigido, a veces de una forma expresa, a condicionar las poblaciones de animales que se localizan en ellos (muy especialmente los depredadores). El discurso favorable, que hoy tiene un apoyo más amplio por parte de la opinión pública urbana, invoca criterios


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paisajes de montaña: gente, parques y animales básicamente científicos, de necesidad ecológica, para justificar una mayor presencia de la fauna salvaje. Cada una de las especies presentes en este escenario es objeto de actuaciones distintas por parte de la administración ambiental. La reintroducción, el exterminio, la protección, la repoblación, el fomento o la tolerancia, según los casos, no se basan únicamente en las consideraciones de orden técnico y ecológico que a menudo se esgrimen. El examen de las racionalidades implicadas en cada caso muestra cómo tales actuaciones se estructuran igualmente alrededor de una serie de conceptos concretos. Las acciones asociadas a la gestión de la fauna salvaje también responden, de este modo, a unas variables culturales y políticas determinadas. El retorno de los grandes depredadores La reaparición del oso y el lobo, dos especies de grandes depredadores que casi habían desaparecido de los paisajes del Alto Pirineo durante el siglo pasado a raíz de una actuación sistemática dirigida a su exterminio, es probablemente el exponente más destacado de las actuales políticas de fauna. Las medidas que han tenido por objeto una y otra especie son indicativas, no obstante, de la variedad de los criterios aplicados en este ámbito. En el caso del oso (Ursus arctos), y por iniciativa de las autoridades francesas (apoyada más tarde por la Unión Europea), se determinó que su población había alcanzado unas dimensiones demasiado pequeñas para resultar viable y que había que introducir ejemplares de otras procedencias para procurar garantizar su continuidad. Desde 1996 en el Pirineo Central se han liberado ocho individuos procedentes de Eslovenia (seis hembras y dos machos) que, si bien no han evitado la extinción del linaje local, se consideran cercanos genéticamente a los autóctonos y ya han conseguido fijarse en algunos sectores. La suelta de estos ejemplares se justificaría, de acuerdo con sus promotores, como una acción destinada al repoblamiento. La voluntad de restaurar un paisaje determinado sería aquí la idea prevalente.

El lobo (Canis lupus) dejó de tener una población estable en la región pirenaica a finales del siglo XIX. Desde el año 2003, sin embargo, se ha constatado la presencia de algunos individuos solitarios en el Pirineo catalán que parecen provenir de los Apeninos Centrales. La administración ambiental enfatiza la espontaneidad del proceso de recuperación de la especie, la falta de intervención de las instancias gubernamentales en el retorno del lobo, para justificar la su tolerancia. Se limita, como hace también en el caso del oso, a compensar a los ganaderos por los daños ocasionados a raíz de ataques al ganado. Roedores y pequeños carnívoros: acogidos, fomentados, erradicados Algunas especies de roedores y de pequeños carnívoros muestran la diversidad de los argumentos empleados en la gestión de la fauna salvaje. El castor (Castor fiber), aunque responde a una situación muy particular, revela algunos aspectos significativos. En el año 2003 un grupo ambientalista de Europa Central liberó dieciocho castores, que habían sido criados en cautividad, en el río Aragón (Pirineo Occidental), tres siglos después de haberse extinguido. En sólo cuatro años, la población de castores ya era de una cincuentena de individuos y había colonizado 90 kilómetros de río. Las administraciones regionales de Navarra y La Rioja (con el beneplácito del Gobierno español y la UE) diseñaron una campaña para erradicarlos y “evitar precedentes”. Mientras que los ecologistas alegan que el castor es una especie protegida, los funcionarios públicos sostienen que su llegada no se ha producido por un proceso espontáneo sino por una acción “ilegal” y “antinatural”, lo que justifica destinar esfuerzos a evitar que se estabilice. El caso del castor resulta todavía más relevante si se lo compara con la situación de la nutria (Lutra lutra). Desde hace veinte años en Cataluña se han implementado varios programas públicos destinados a proteger y restaurar las poblaciones de nutria, con la creación de algunas reservas naturales y un centro de recuperación.

Gamo (Dama dama)


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Encantats y Sant Maurici

paisajes de montaña: gente, parques y animales Más allá de consolidar su expansión en los Pirineos, la Generalitat aprobó en 2008 un plan para reintroducir la especie en las cuencas hidrográficas internas con ejemplares provenientes de Extremadura y Galicia. El proceso, como en el caso de los castores, no ha sido espontáneo pero ha sido impulsado desde instancias gubernamentales (y no una acción clandestina ejecutada por parte de un grupo anónimo). La distinción no es, pues, ecológica sino que se relaciona con la capacidad política de los actores: es la administración quien tiene la facultad de otorgar legitimidad a una especie como integrante de un entorno recreado. La marmota (Marmota marmota) proporciona otra variante a la cuestión de la recuperación del medio ambiente. Originaria de los Alpes, los gestores públicos introdujeron ejemplares de esta especie en el Pirineo francés a mediados del siglo pasado con el fin de ofrecer una presa fácil a la población amenazada de osos. La marmota no puede considerarse como una especie endémica: desapareció de los Pirineos hace unos 15.000 años, en el curso de la última glaciación. Su reintroducción constituye, por tanto, un proceso de recreación pero no de restauración ambiental. Desde finales de los años sesenta, en el momento en que se extiende hacia la vertiente meridional, su población ha crecido hasta alcanzar unos 10.000 individuos. Al no competir con

ninguna otra especie local y contribuir a incrementar la diversidad, la remodelación del paisaje que implica la marmota no se justifica por criterios de integridad ecológica sino por una valoración concreta de la abundancia de la vida salvaje y de la belleza paisajística. Ungulados salvajes vs. cabras asilvestradas El rebeco (Rupicapra rupicapra), considerado como un animal emblemático de los Pirineos, estuvo amenazado por una excesiva presión cinegética hasta la creación de las reservas nacionales de caza en 1966, cuando su población alcanzaba unos doscientos individuos aislados en diferentes sectores. Desde entonces, las acciones de protección, la falta de depredadores y la reducción de la presencia humana han favorecido una recolonización y una proliferación significativa de los ungulados. Los responsables de su gestión propugnan ahora impulsar la presencia de depredadores para controlar la propagación de enfermedades y el crecimiento mismo de sus poblaciones. A diferencia del rebeco y el jabalí (Sus scrofa), otros ungulados salvajes deben su inclusión en el catálogo de la fauna pirenaica a iniciativas relacionadas con el fomento de las especies cinegéticas. El corzo (Capreolus capreolus), el gamo (Dama dama) y el ciervo (Cervus elaphus) se extinguieron probablemente a finales del siglo

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XVIII o principios del XIX, en el momento de la máxima expansión de la frontera agrícola en los Pirineos. A partir de los años setenta, a raíz de la actividad impulsada por las reservas de caza, se reintroducen varios ejemplares de estas especies procedentes de otras regiones. En las últimas décadas, la recuperación de las masas forestales ha favorecido su proliferación, y se considera que presentan hoy unas poblaciones bien consolidadas y en proceso de expansión. La atención que merecen las especies mencionadas parece relacionarse más con su carisma, una valoración de carácter cultural, que con su biología o con la ecología de la montaña. Un cierto número de cabras domésticas (Capra aegragus), que fueron abandonadas en el momento de emigrar sus propietarios, lograron adaptarse a su libertad y proliferar hasta formar algunas colonias. Para los naturalistas, este fenómeno desafía el orden natural. Las cabras asilvestradas se consideran una distorsión del equilibrio ecológico y son objeto de batidas periódicas destinadas a limitar sus poblaciones. Habría que plantearse si estas cabras, después de siglos de presencia en los rebaños locales y de haberse adaptado a las condiciones de la montaña, no deberían ser consideradas como parte de los ecosistemas pirenaicos. Recreando paisajes Las políticas de fauna en los Pirineos incluyen un número mucho mayor de especies. Al producirse la transición desde el fomento gubernamental de la caza a una política de conservación, la lógica del diseño ambiental también se sustituyó. Los criterios de los biólogos en favor de los depredadores y las aves rapaces se han impuesto, y éstos han pasado de ser perseguidos oficialmente a ser considerados como elementos fundamentales para la regulación de los ecosistemas y a ser objeto, junto con otros integrantes de la llamada fauna pirenaica, de

Oriol Beltran (Universitat de Barcelona) Ismael Vaccaro (McGill University)

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programas específicos de fomento y protección. La gestión de especies de fauna por medio del exterminio, la reintroducción o la protección debe considerarse como un ejercicio de manipulación ambiental, un proceso conducido socialmente. La racionalidad que sostiene este tipo de actuaciones no está siempre limitada por consideraciones ecológicas, científicas y objetivas: la reconstrucción de la naturaleza se relaciona con valores, usos y expectativas sobre cómo, desde la perspectiva de sus responsables, debería ser ésta. Los casos mencionados ponen en evidencia que el trato otorgado a las diferentes especies presentes en el paisaje “natural” no se relaciona exclusivamente con la coherencia ecológica. Factores como la preferencia por los entornos biodiversos (marmotas y osos), los conflictos políticos acerca de la legitimidad (castores y osos), la voluntad de recrear los ambientes del pasado (osos, lobos y ungulados) o las ideas sobre la integridad ecológica (cabras silvestres), tienen una incidencia significativa en el manejo “científico” del medio ambiente. Las relaciones de los grupos humanos con la naturaleza están siempre condicionadas por intereses, valores y objetivos y tienen, de esta manera, un carácter social y cultural. La preocupación contemporánea por la degradación del medio ambiente ha otorgado un gran protagonismo a la gestión ambiental, pero ésta se apoya igualmente en unas preferencias, unas concepciones y unos propósitos específicos. Identificar la existencia de posiciones distintas de acuerdo con la pluralidad misma de los actores sociales es un primer paso en favor de un debate abierto que no se limite a cuestionar la legitimidad de los interlocutores sino que permita aproximar posiciones y favorezca el éxito de las actuaciones.

Huellas de oso pardo


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entrevista

el mas, una fonda como las de antaño! Vilaller es la capital del valle de Barravés, una de las riberas más transitadas –pasa la nacional 230 en dirección a la Val d’Aran y Francia– pero a la vez menos conocidas de la Alta Ribagorça. Un pueblo, Vilaller, que ya aparece documentado en el siglo XII y que conserva una de las ferias ganaderas más antiguas de Cataluña. Una puerta de entrada a uno de los rincones más imponentes de los Pirineos: el valle de Besiberri. Montañas que superan los tres mil metros, una veintena de lagos de origen glaciar y bosques majestuosos como los hayedos que encontramos cerca de la Noguera Ribagorçana convierten este valle en una magnífica representación de la biodiversidad pirenaica. Unos paisajes que, para ir o venir de Francia, había que pisarlos, comer o dormir en ellos. Uno de estos lugares de acogida, de “parada y fonda”, en Vilaller, ha sido desde hace muchas décadas la Fonda del Mas... ¿Cómo empieza la historia de Ca del Mas? Según el escudo que se puede ver bien grande en la fachada norte de la Fonda, la historia se remonta al 1676, ¿no? Decía mi padre, en paz descanse, que esto era una masía apartada del pueblo de Vilaller y aquí donde ahora pasa la carretera era la casa del Mas y que lo de “Mas” venía de masía. El dueño de aquí, el bisabuelo de mi padre, dicen que se marchaba de casa y podía ir a caballo durante media hora o una hora sin salir de su terreno. Más tarde, mi padre y mi abuelo hicieron todo esto, ya que antes era una casa solariega. Se ve que en los años 40 del siglo pasado vino un ingeniero y le dijo a mi madre: “Mira, ¡vamos a echar la casa abajo para hacer pasar la carretera!” Y mi madre le dijo “oye, ¡esto no puede ser!”. Y el ingeniero: “¡es que ahora usted sólo ve pasar vacas, burros y otros

animales, pero por aquí van a pasar también coches!”. Y mi madre: “¿coches?, ¡Usted está loco!”. ¡Claro, mi madre no había visto nunca un coche! ¿Cómo acabó la cosa? Total que al final se debieron entender, hicieron pasar la carretera tirando la fachada delantera de la casa, pero dejando una parte, que es lo que existe hoy en día, reformado, claro. Se ve que la casa original tenía una entrada tan grande que cabían 14 o 15 mulos, que traían el aceite o el vino de Barcelona, de Lleida o de donde fuera... Harina y patatas ya teníamos, pero el resto se traía de fuera. El material tenía que llegar con vehículos grandes a la Pobla de Segur y hasta aquí con mulos. Para ir a la feria de Salàs iban también con los machos, por el camino real, y se estaban allí 8 días. La Fonda la hemos reformado muchas veces, para irla modernizando: el comedor, los baños, las habitaciones... Pero hicimos más dinero cuando no teníamos ni calefacción ni cuartos de baño que ahora. Era la época de los obreros y teníamos mucha gente. Por los días de la Feria, había habitaciones dobles en las que dormían 4 o 5 personas, o en camas de dos dormían tres. Al principio de todo la Fonda era muy diferente, había una sala y dos alcobas. En la sala había una cama grande o dos y en las alcobas dos camas grandes, que en los días de Feria quizá dormían 7 u 8 hombres, ¡con un lavabo de estos de jarra! ¿Los antepasados eran de aquí o venían de algún otro pueblo? ¿Cuál es el origen de la familia? No, mi padre, José, y mi madre, Emilia, eran de aquí de Vilaller: mi padre de casa del Mas y mi madre de casa Calvera. La madre de mi padre, mi abuela, viene de la Val d’Aran, de apellido Moga, creo que de Gausac; y la madre

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el mas, una fonda como las de antaño! de mi madre era de aquí y mi abuelo de Ballabriga, en el valle del Isábena. ¿La Fonda original cuando empieza? Antes de la Fonda, en la casa eran ganaderos, tenían ganado: vacas, cerdos, ovejas, yeguas, ¡de todo! Yo había ido a guardar los cerdos, ¡y no me gustaba mucho! Los llevaba a los prados y a las espigas de la mies que habíamos segado. Después de comer trigo se iban al canal a beber agua, se caían dentro y los teníamos que ir a sacar allá abajo en la reja. ¡Nos hacían hacer unos rodeos que pa qué! ¿Cuántos años tenías? ¡Diez o doce! También iba a guardar corderos, vacas, terneros y cerdos, todos juntos. Para entonces ya hacían de posada. Porque los arrieros que pasaban por Vilaller se quedaban aquí. Más adelante, cuando llega la carretera y empiezan a pasar camiones, pues se quedaban los chóferes: los de la ATAM y todos estos. Esto era el hotel para ellos, aunque todavía fuera sólo la casa solar. En invierno, para ir a Vielha, quizás se quedaban aquí 8 días porque no había máquinas para quitar la nieve y lo hacían a palas, a mano. Mi padre, cuando construían el túnel de Vielha, iba con el ingeniero de las obras a pagar a los trabajadores, cargaban un saco de monedas al caballo y así hasta el túnel. Los trabajadores del túnel o los encargados, ¿dormían aquí? ¡Sí, sí, muchos! Fue un momento importante en la historia de la Fonda. Esto os lo explicaría mejor mi madre, Emilia, en paz descanse. Mi madre llegó en esta casa con 19 años, y Ca del Mas era diferente: aquí donde ahora está la cocina y la despensa, eran dos corrales donde tenían yeguas, y más allá los cerdos. Mi madre era muy buena con la gente, si era necesario se levantaba a las 3 de la madrugada porque aparecía un hombre helado de frío o alguien que necesitaba comer, calentarse o dormir. ¿Por eso es importante el concepto de hospitalidad que viene ligado al hecho de ser una fonda? ¡Sí! Mi madre quería que conservase el nombre de fonda y yo también, pero por las normativas turísticas nos obligaron a cambiarlo por hotel. En la pared de la fachada norte todavía conservamos la palabra “fonda”. ¡Sí, sí, aquello lo quisimos conservar! ¿Ella luchó, pues, para conservar este espíritu de la casa?

¡Sí! Si venía gente a las 6 de la tarde, les daba de comer. Si venía gente a la una de la madrugada, les hacía entrar, les daba calor, les llevaba al fuego, les daba algo caliente. Si estaban mojados les daba ropa de mi padre o de mis hermanos, ¡lo que hiciera falta! Realmente fue una mujer con muy buen corazón. Creo que nunca en la vida seré como ella... Ahora eso ha cambiado, ¡son otros tiempos! Los hijos han querido poner unos horarios y ser más estrictos en este aspecto. ¡Ay, mira que habíamos acogido a gente apurada! ¡Cuéntanos algún caso! Me acuerdo de hace unos 15 años, que mi marido trabajaba en la carretera y marchando un día a las 5 de la mañana se encontró una gente a la puerta con “zapatitos de hacer sufrir”, que querían habitación, con un frío que hacía... Total que el señor resultó ser un médico de Barcelona, amigos de la Hosteria Catalana de Bossòst, que les habían dicho que si alguna vez pasaban por delante de nuestra casa y les hacía falta algo que entraran. Mi marido les dijo que estaba todo lleno pero que si querían podían entrar a la sala de la chimenea. Pasaron, les encendió el fuego, les ofreció un café y allí estuvieron hasta las 8 de la mañana. Como a la hora de irse nos querían pagar y no les queríamos cobrar nada, cada vez que subían venían y nos traían algo en agradecimiento de aquel día. O sea que la fonda comienza con tu madre, ¿no es así? Sí, sí, antes con la casa solariega ya hacían un poco de posada, pero la que puso “lumbre al candil” fue mi madre: ¡era muy trabajadora, muy ahorradora y muy mañosa! Así que mi madre fue la que levantó la casa y nunca le supo mal de hacer cosas. Eso sí, ¡nunca quiso pedir prestado un duro! Nos decía: “Chicos, ¡si no podéis comprar una silla no la compréis!” Y así lo hemos hecho siempre. Si todos lo hiciéramos así, ¡el mundo no estaría como está! ¿Si te parece, cambiamos de tema: como era antes la Feria de Todos los Santos? La Feria de Todos los Santos duraba 8 días: venía gente de Areny, de la Val d’Aran, de todas partes... Mi padre sacaba sus animales de los corrales para poner los de fuera, y mis hermanos y yo nos dormíamos al lado de la chimenea para poder dar camas a los clientes. Para las comidas hacíamos sopas de pan, xirella (embutido de carne de cordero con arroz), freginat de cordero o cabrito (frito de sangre e híga-

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el mas, una fonda como las de antaño! do), oveja estofada, carne a la brasa, vianda o pies de cerdo. ¿Qué negocios se hacían en la Feria? Se compraban y vendían todo tipo de animales: vacas, yeguas, corderos, cerdos. Se vendían turrones que subía el turronero de Graus. Aún me acuerdo, de chiquilla me hacían ir a llevarle la comida. Subía el zapatero de la Pobleta de Bellveí, y otros que hacían sillas. También se pagaba “todo lo del año”: los arrendamientos, los mozos,… Como vendían los animales, de ese dinero pagaban las deudas. Mucha gente compraba cosas para todo el año como azúcar, aceite o judías. ¿Aquí en la Fonda se sentaban a negociar? No, que yo recuerde sólo venían a comer y dormir, pero también puede ser que lo hicieran y no me diera cuenta porque era pequeña. Esto era más cosa de mi padre, que era hombre de negocios. Le gustaba que viniera gente y charlaban y charlaban... ¿Había más ferias aparte de la de Todos los Santos? Sí, estaba la del 3 de mayo, que era la de las Cruces o la Cruz de Mayo y una el 5 de junio, en la que se alquilaban los esquiladores. ¡Ah! Y otra el 21 de diciembre, por santo Tomás, dedicada a las vacas. Por la de las Cruces íbamos a bendecir ramas de avellano, de las que mi madre hacía crucecitas pequeñas, ponía cera de velas bendecidas y las llevábamos a las fincas, clavándolas en el prado mismo para que no se granizase el trigo. En la de los esquiladores, venían y se alquilaban para cada una de las casas del pueblo: tal día en casa de uno, tal día en casa del otro... ¿Qué buenos recuerdos tienes como niña de la Feria? Uno de los recuerdos más bonitos es el baile: había 2 o 3 bailes, y a menudo se apañaban las bodas. Por cierto, mi madre se llevaba 20 años con mi padre. El día que la bautizaron a ella, mi padre, un joven de 20 años, dijo: “esta chica un día será mi mujer”, ¡Y así fue! ¿Qué supuso la llegada de la ENHER aparte de la transformación de la casa por lo que hemos comentado antes de la carretera? Pues cuando llegó la ENHER, yo tenía 7 u 8 años. Primero llegaron los suizos, los ingenieros montadores de las centrales, pero los de ENHER nos sugirieron que para tenerlos alojados teníamos que hacer unas modificaciones en las alcobas: hicimos 4 habitaciones y un cuarto de baño con lavabo y váter, que cambiamos por la comuna. El tema de la luz, pues entonces aquí teníamos la luz del molino, que era como la de un candil, “aunque te comieras una mosca no la veías”, así que con la ENHER nos pusieron la luz y el agua en casa. ¿Recuerdas algún nombre de aquellos ingenieros suizos? Pues por ejemplo uno, que más tarde pasó a ser mi cuña-

do, era Marc Borcard, ya que se casó con mi hermana Carmeta. Claro, llegaron aquí estos suizos con unos coches negros elegantes. ¡Ya te lo puedes imaginar…, nosotros no habíamos visto ninguno antes! ¿Tú habías salido de Vilaller cuando llegó la ENHER? En aquel momento, no. Más tarde sí que fui dos años a estudiar a las monjas en Lleida, cuando tenía 16 años. Para bajar, íbamos en coche de línea, con “La Flamicell”, hasta la Pobla de Segur por Perves y de allí en tren hasta Lleida, ya que la pista de Escales no existía. ¿Quién venía a la Fonda? ¡Todos, todos! Los suizos, los encargados, los obreros, ¡todo el mundo! Victoriano Muñoz también venía a menudo. Nos fue muy bien en la casa. Como los ingenieros suizos ganaban bien, pues se gastaban el dinero. Y la ENHER nos dio aquellas estufas que tenían un alambre en forma de espiral para que las pusiéramos en cada habitación donde durmiera un suizo. A los suizos les gustaban las fiestas y un día prendieron fuego a las escobas: se marcharon con las escobas encendidas hacia el Trébol –donde hacían baile– y con unos serruchos cortaron las patas a las mesas del bar que llevaba Pepita de Xep. ¡Ya ves si les gustaba el vino a los suizos!, un vino que siempre comprábamos a Palmerola de Tremp hasta que cerró. Vivimos unos tiempos en que la televisión o las nuevas tecnologías nos informan prácticamente al minuto de lo que pasa en el mundo. Pero, ¿qué momentos catastróficos has vivido en tu pueblo? ¡La riada del día 3 de agosto de 1963! ¡Fue de golpe, como un volcán! Todo empezó en Senet, que se ve que “hirvió” algo allí y bajó río abajo. ¡Lo echó a perder todo! Cuando bajé de madrugada hacia el río a verlo, el agua ya llegaba a casa Calvera y casa Bringueró. El puente hizo un tapón e hizo subir el nivel del agua y desbordarse tanto, que llegó el agua hasta el Olmo del Trinquet, y entonces fue cuando se llevó el puente románico. El agua que bajaba olía extraño, ¡como a huevos podridos! Hizo destrozos sobre todo en las fincas. Ni personas ni animales murieron. Sí, a nosotros nos han explicado que fue el barranco de la Baixada de Senet que arrastró mucha tierra, rocas y árboles, y al llegar a la Noguera Ribagorçana y depositar allí los materiales hizo como una presa natural. De modo que al romperse esta presa, el río se volvió salvaje. Pues eso mismo debió ser. Por cierto, ¿queréis que os cuente una anécdota de unos holandeses que teníamos alojados en casa? ¡Por supuesto! ¡Adelante! Aquel día en la fonda teníamos una pareja de holandeses que iban en Vespa y por la noche cenando, que ya nos

13 Puente románico de Vilaller

Desayuno de feria


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14 Pili en el puente antiguo

el mas, una fonda como las de antaño! habíamos quedado sin luz, estaban con la luz de la vela y decían “¡Oh, qué bonito!, ¡Aquí faltaría ahora un violín!”, y yo le respondí: “Sí, ahora, ¡un violín!”, ¡mira qué ocurrencias en medio de aquel diluvio! Y el día de partir, les acompañó mi hermano Pepe con un mulo hasta la central de Vilaller, ya que hasta allí no había carretera porque se la había llevado el río y se ve que marchando hacia el Montsant, en las subidas fuertes, como la Vespa no podía, ataba la moto en la cola del macho. Los holandeses le decían “¡Espere Pepe, espere!” Y le iban haciendo fotos… Y bueno, lo de la riada, no todo fueron desgracias, sino que al final dio vida al país, ya que vino una gente del Instituto Nacional de Colonización de Zaragoza a arreglar las fincas destruidas de la orilla del río y estuvieron aquí mucho tiempo trabajando. ¿Y alguna nevada excepcional? ¡Oh, sí! Me acuerdo de un año que se hizo un nevero aquí delante, en casa Minxinqué, ¡de 10 o 12 metros! Y claro, con nevadas así los chóferes estaban aquí tres o cuatro días esperando a que la carretera estuviera en condiciones. Jugaban a las cartas, al siete y medio, y como se jugaban el dinero, luego a la hora de partir no podían pagar. En general, antes nevaba en el mes de noviembre y teníamos nieve hasta el mes de abril. Cada día, para ir al colegio, mi padre o el tío Sisco tenían que pasar al frente con una pala para ir haciendo camino. De hecho, en días así la Fonda actuaba de verdad para la hospitalidad, ¡acogiendo incomunicados y gente helada de frío! ¿Y alguna anécdota relacionada con el Pòrt de Vielha? Sí, recuerdo que el cartero de la Val d’Aran, José de Garòs, venía a pie por el Pòrt a buscar las cartas a Vilaller y también llevaba las películas que intercambiaban el cine de Vilaller y el de Vielha. Por cierto que este cartero murió hace sólo 3 años. Y mucha otra gente también cruzaba el Pòrt, aunque fuera invierno y hubiera nieve, para ir a ver a la familia, hacer negocios en Francia, para lo que fuera... Bueno, cambiando de tema, pasamos a la comida, uno de los puntos fuertes de la casa. ¿Qué nos puedes contar de los platos tradicionales que servís y servíais en la Fonda? Antes se daba todo lo que se podía de casa y de hecho

ahora también. A diferencia que antes se criaban los corderos, cerdos, pollos y conejos, aparte del huerto. Ahora lo único de carne que hemos conservado casero es la matanza: matamos nosotros los cerdos y elaboramos los diferentes productos. ¿Cuántos cerdos matáis al año? Hasta el año pasado matábamos 10, pero este año sólo hemos matado 8. Para la matanza hacemos longanizas, salchichones, jamones, butifarra blanca y negra, coquetes, catalana, paté, cabeza de cerdo, costilla macerada en aceite, chorizo rojo, y este año hemos hecho también sobrasada. ¿Tenéis huerto para abastecer el restaurante? ¡Sí, sí, todo lo que podemos y mientras dure! Ahora mismo tenemos una montaña de coles que recogimos a principios de febrero que serán para hacer la verdura de coles del resto del invierno. ¡Este año tal vez hemos tenido 500 coles en el huerto! Y ahora todavía tenemos escarolas. Durante el verano hay más cosas: tomates, cebollas (que todavía nos duran ahora), acelgas, judías verdes, pimientos, puerros, zanahorias,... Muchas cosas las congelamos y las utilizamos el resto del año, por ejemplo, hoy quiero hacer vianda: cojo unas zanahorias, unos puerros, unas acelgas del congelador y ¡ya está! Pili, por un momento, piensa que de buena mañana venimos a desayunar. ¿Qué nos recomendarías? Pues sopas de pan, un poco de confitat con un par de huevos fritos, y de postre dulce de membrillo o melocotón en almíbar, que también los hacemos nosotros. Cuéntanos un poco en detalle cada uno de estos manjares... El confitat es costilla, longaniza y lomo de cerdo macerados en aceite de oliva, que permite guardarlos durante bastante tiempo. Nuestras sopas de pan llevan pan hervido con agua, trituradas al túrmix y después añado sal, un poco de pastilla, un sofrito de ajo que hierva un poco más y finalmente echo 3 o 4 huevos. Otros postres que hacemos son la compota de manzana, hecha con manzanas de manzanos de Vilaller, flan, crema catalana, cuajada o pasteles como el de queso. ¡Ah, y los crispells!! ¿Cómo los haces? Necesitas 6 huevos –las claras aparte, batidas a punto de

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el mas, una fonda como las de antaño! nieve–, un vaso de leche, un vaso de anís, harina y lo mezclas hasta que haga correa. Después mezclas las claras y a freír en la sartén con aceite; al final pones azúcar por encima. ¡Buenísimos! Después de este buen desayuno, vamos a dar un paseo por el casco antiguo de Vilaller y volvemos a comer. ¿Qué nos ofreces de cocina del país? De primero vianda, de segundo un estofado de ternera o unos pies de cerdo a la cazuela y de postre flan o compota de manzana. Para la vianda, que viene a ser un cocido, hago primero un buen caldo y lo cuelo, pongo acelgas, zanahorias, puerros, patatas, garbanzos y judías. Y cuando la patata está casi cocida echo arroz, fideos y una bolita de manteca. Y ahora que hablas de fideos, ¿no había un fideero aquí en Vilaller? Sí, eran dos, Pepito y Pere Pomer de la Pobla de Segur, que se vinieron a vivir aquí. Primero vivían en casa Menescal, allí hacían los fideos y tú los ibas a buscar. Pero si querías también venían a casa, traían la harina y la maquinilla esa de hacer fideos y macarrones y te hacían la cantidad que quisieras.

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Muy bien! Después de comer hemos ido a dar una vuelta por algunos pueblos del valle de Barravés como Senet o Aneto, y resulta que se nos ha abierto de nuevo el apetito y volvemos a cenar por la noche. ¿Con qué nos rematarías? Pues algo de verdura: coles con tocino, acelgas o unas judías verdes. ¿Y algún licor típico que nos ayude a hacer bajar esto? En nuestra casa tenemos el pacharán, que lo hacemos con endrinas del país. Las vamos a recoger nosotros mismos. ¿Qué me dices de la xirella, el desayuno por excelencia de Ca del Mas el día de la Feria de Todos de Santos? Pues ese es el único día del año que damos xirella en el restaurante, y la hacemos toda nosotros. El día que no nos la podamos hacer, ¡ya no daremos! ¡Deberías ver lo bonito que es ese desayuno! El comedor lleno de gente del país y venga sacar bandejas de xirella... La gente hace cola en la puerta el rato que convenga, eh! Mira, ¡este año dimos 180 desayunos! ¿Qué dais en este desayuno? Primero ensalada de cebolla y col con vinagre, luego xirella, la que quieren, y costilla y longaniza. De postre queso con

Confitat de cerdo en tinajas


Vilaller en 1892

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Sra. Mília

Vilaller a mediados del siglo XX

el mas, una fonda como las de antaño! membrillo, y almendras y avellanas. Bueno, con café y licor. Y hay algunos que luego vuelven a comer, eh! ¿De todos estos platos que nos has recomendado, cuáles son tus favoritos? Difícil de decir.... porque me gusta todo, ¡aunque ahora no puedo comer tanto! Pero de primero vianda, de segundo unos pies de cerdo, y de postre, claro está, unos crispells! En relación con el Parque Nacional, ¿qué opinas? ¿La gente que viene a la fonda te pregunta? ¿Tú ofreces información a los clientes? Pienso que está muy bien que haya un Parque, bueno, dos con el de Posets-Maladeta, ya que cuando la gente sube les gusta tener oferta de posibilidades y aquí, como estamos a medio camino de varios valles, pues les recomendamos un día Aigüestortes y la Vall de Boí, un día Benasque, otro en la Val d’Aran. Muchos de los clientes, si se están tres días, uno van al Parque Nacional. ¿Tú has ido alguna vez? ¡Uy, sí, pero hace muchísimos años! Subimos en coche hasta Aigüestortes y comimos toda la familia allí en un prado. Y hacia Besiberri o Fenerui, ¿habéis subido? No, porque además nosotros los animales los hemos hecho ir siempre a montañas de la Val d’Aran, así que estos vallecitos del valle de Barravés no los conozco. ¿Qué lugares recomendáis del valle de Barravés? Primero el casco antiguo de Vilaller, el pueblo, que es muy bonito, alzado en la colina, con unas callejuelas muy acogedoras. Todos los que van les gusta mucho y ¡dicen que es el más bonito que han visto en la comarca! Después, del valle de Barravés, pues de la zona del Parque Nacional, les

recomendamos el valle de Besiberri y el centro de información de Senet, y de la parte aragonesa pues el centro de información de Aneto y la zona de Llauset, del Parque de Posets-Maladeta. ¿Tenéis muchos montañeros como clientes? ¡Sí, vaya si tenemos! Como este valle tiene muchas posibilidades de excursiones bonitas y montañas emblemáticas, tenemos bastantes clientes de este tipo. Las montañas y los paisajes de Barravés ponen punto y final a nuestra conversación. Una conversación llena de emociones con Pili del Mas y algunos de sus cuatro hijos. Palabras que nos han hecho redescubrir, primero, la famosa hospitalidad de la gente de montaña, segundo, el patrimonio gastronómico extraordinario que se esconde en la mayor parte de los establecimientos pirenaicos y, por último, nos han permitido hacer un viaje entre historias y anécdotas por los últimos cien años de la vida cotidiana de uno de los pueblos más transitados pero menos conocidos del Pirineo Central. Por muchos años que la Fonda del Mas conserve esta filosofía de negocio en el que la acogida y la buena cocina sean sus pilares de futuro. Estamos seguros que Mireia, la hija de Pili, un día hablará de su madre como hoy lo ha hecho su madre, de la señora Emilia, todo un ejemplo de empeño y de humanidad tan necesarios en los tiempos que corren. Josepmaria Rispa Pifarré y Maria Farré Domech Vilaller, un invierno muy ventoso de 2012

16 Detalle de un documento con la firma del notario que dice: “Sig+no mio Fortaner de Artigalupa notario público, con autoridad apostólica e imperial, regente de la escribanía de la notaria pública de la Vall de Barravés por la voluntad y acuerdo del honorable Joan del Mas, lugarteniente del Batlle general de la Vall de Barravés...”(año 1497)


17noticiario

Espot

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El Bus del Parque experimenta un incremento del 37% más de usuarios El número de usuarios del bus de circunvalación del Parque que cubre la ruta de Espot al Pla de la Ermita y viceversa, ha alcanzado en 2011 un incremento de 1.047 usuarios, cifra que supone un 37% más que el año pasado, cuando se puso en marcha por primera vez de forma experimental. Mientras que en 2010 un total de 2.822 usuarios utilizaron este servicio de transporte público en el entorno del Parque Nacional, en 2011 han sido 3.869 los usuarios que lo han aprovechado. Las expectativas de que el Bus del Parque tenga continuidad son altas, aunque todavía no están cerrados y firmados los convenios para 2012, pero no hay perspectivas, de momento, de ampliar el servicio a otros itinerarios. El centro de Toirigo ya tiene nuevos paneles solares gracias a una esponsorización de ‘La Caixa’ Gracias a un nuevo patrocinio de ‘La Caixa’ de 79.000 €, el Centro de Interpretación de Toirigo ya cuenta con paneles solares que suministran electricidad a los diversos edificios. Los paneles fotovoltaicos se han instalado para abastecer electricidad de forma autónoma en las instalaciones de este centro, y poderse desconectar de la red eléctrica. Paralelamente, en el módulo de enfermería se ha instalado una estufa de pellets para aprovechar la biomasa. Además de haber dado un nuevo paso hacia la sostenibilidad del Parque, el conjunto de la instalación permitirá también profundizar en la educación ambiental a los participantes que vienen cada año al campamento, y que son mayormente niños

Paneles solares en Toirigo

y jóvenes. Con el importe del convenio firmado con La Caixa también se han arreglado tramos de caminos y puentes de la Ruta de la Nutria, en la zona de Aigüestortes, en el circuito pequeño del Circo de Colomès, y en un tramo de Caminos Vivos del puerto de la Bonaigua. Los resultados del seguimiento de las aves comunes indican una disminución de la abundancia de especies de los hábitats abiertos del Parque Los últimos análisis realizados sobre las aves en el Parque Nacional y su entorno llevados a cabo por el Instituto Catalán de Ornitología en colaboración con la Generalitat de Cataluña, indican una progresiva disminución del conjunto de poblaciones de aves propias de los ambientes abiertos (se estudian básicamente las especies de los prados subalpinos) y una mayor estabilidad de las aves forestales. Entre estas especies de ambientes abiertos se puede destacar esta tendencia negativa en pájaros como el escribano cerillo (Emberiza citrinella), el bisbita arbóreo (Anthus trivialis), el verdecillo (Serinus serinus) o el escribano montesino (Emberiza cia). Los resultados de este estudio no se alejan de los que se han publicado desde distintas instituciones y entidades de Europa, que también revelan una regresión de estas especies en otros países del viejo continente, y que algunas investigaciones relacionan con la progresión de las masas forestales en detrimento de los espacios abiertos. Sin embargo, los autores del estudio en nuestro espacio y su zona de influencia apuntan a que serán necesarios más años de investigaciones para extraer conclusiones plausibles.

Escribano cerillo (Emberiza citrinella). Dibujo: Toni Llobet


Polyommatus thersites hembra

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noticiario Nueva especie de mariposa detectada en el Parque Gracias a la monitorización de mariposas diurnas en el Parque, incluido en el proyecto de seguimiento en toda Cataluña llamado CBMS (Catalan Butterfly Monitoring Scheme), el Parque cuenta con una nueva especie detectada: Polyommatus thersites. Esta especie se encuentra repartida por toda Cataluña, pero mantiene poblaciones locales y raras, especialmente en zonas de montaña. Sus larvas se alimentan de plantas del género Onobrychis y la mariposa coexiste en su periodo de vuelo con otras especies similares como P.icarus y P.scheri. Después de los 6 años de seguimiento del CMBS, esta cita hace que el número total de especies detectadas actualmente en el itinerario del Parque Nacional ascienda a 98. La importancia del proyecto radica en el marcado carácter bioindicador de estos insectos, ya que sus poblaciones responden rápidamente a cambios del medio tal como las modificaciones en el tipo de gestión, la fragmentación del hábitat y el clima. Otro hecho importante es que las mariposas juegan un papel importante dentro de los ecosistemas, ya que son consumidores primarios y a la vez son la presa de muchos consumidores secundarios, como aves y parasitoides. El quebrantahuesos se consolida dentro del Parque Nacional con tres de los once pollos que han prosperado en Cataluña En el año 2011 el éxito reproductor del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) ha experimentado un repunte en Cataluña y también en el Parque Nacional con tres del total de once pollos que han volado en el conjunto del territorio catalán. Así lo revela el informe del Parque, elaborado dentro del Plan de Recuperación de la especie aprobado en el año 1994, que aporta datos del seguimiento en los nueve territorios que actualmente tiene dentro del espacio protegido. Este parámetro nos indica el número de pollos que llegan a saltar del nido respecto de las parejas que han hecho puesta cada año, nos da una idea del estado de conservación de la población, y desde el año 2006 mostraba unos valores muy bajos, una tendencia que se ha roto este año. Entre los datos aportados por el citado informe, cabe destacar que han sido cinco las parejas reproductoras dentro del territorio del Parque, pero sólo en tres de estos nidos ha prosperado

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el pollo, habiendo fracasado dos parejas. También revela que hace unos cuatro años sólo había dos parejas criando en el ámbito del Parque Nacional, mientras que actualmente ya son ocho las que han incluido nuestro espacio dentro de su territorio de búsqueda de alimento. El informe también detalla las aportaciones de alimentación suplementaria que se realizan en las zonas de cría del quebrantahuesos en este territorio, y el esfuerzo de los voluntarios del Parque y de SEO/Birdlife. El éxito reproductor de 2011 confirma la tendencia estable del lagópodo alpino dentro del Parque El lagópodo alpino (Lagopus muta) ha registrado durante 2011 el mayor número de ejemplares censados dentro del Parque Nacional, y con estos resultados se consolida la tendencia estable de su productividad. Así lo desvela el informe realizado por los técnicos de fauna en 2011, con los datos de los censos realizados durante la primavera y el verano pasados, gracias a la colaboración de los agentes rurales y de voluntarios de SEO/Birdlife. La contabilización de 59 adultos y 36 jóvenes, junto con el seguimiento de 11 polladas, hacen de 2011 un año excepcional desde que se empezó hace doce años el seguimiento de esta especie, prioritaria y amenazada. La explicación de los buenos resultados de este año podría estar en el gran deshielo de abril, más las buenas temperaturas, que han proporcionado buen alimento a las hembras, aunque harán falta aún más años para confirmar esta hipótesis. Este seguimiento se ha realizado dentro del marco del proyecto denominado GALLIPYR, que tiene como objetivo armonizar entre los tres estados que componen la cordillera Pirenaica (España-Francia-Andorra) los métodos de seguimiento y gestión de tres especies de galliformes de montaña: el urogallo (Tetrao urogallus), el lagópodo alpino (Lagopus muta) y la perdiz pardilla (Perdix perdix). Nos visita el instituto ganador del concurso de dibujo Los días 13 y 14 de octubre el Parque invitó a los 24 alumnos y 2 profesores del IES Jaume Almera de Vilassar de Dalt a un fin de semana en el valle de Boí como premio al centro ganador de la VI edición del concurso de dibujo naturalista, dirigida este año


noticiario

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a los alumnos de 3º y 4º de ESO de todos los centros educativos del estado español. Las principales actividades organizadas fueron una visita a dos iglesias románicas del valle y un itinerario de naturaleza por la zona de Aigüestortes.

Boí

pasado. Este descenso es una muestra de la mejora en las actuaciones de los visitantes fruto del incremento de las medidas sensibilizadoras y la sistematización de los trabajos de recogida por parte del personal del Parque.

Éxito de participantes en el curso de Educación Ambiental con Discapacitados organizado por el CENEAM y el Parque El número de inscritos en el Curso Básico de Iniciación al Trabajo con Personas Discapacitadas en el entorno del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, que se hizo en Espot del 25 al 27 de noviembre, superó las plazas destinadas y las expectativas de los organizadores, el CENEAM (Centro Nacional de Educación Ambiental) y el Parque Nacional. Las 20 horas lectivas del curso incluyeron clases teóricas, impartidas por dos expertos de la asociación ARGAREAL, y el trabajo con casos prácticos, aprovechando las pasarelas de madera que hay en el entorno del Estany de Sant Maurici, con la realización de simulaciones con personas con movilidad reducida, invidentes, en silla de ruedas, sordo-mudos, etc. El CENEAM ya había organizado con anterioridad cursos de este tipo en otros parques nacionales, como Cabañeros, Ordesa y Monte Perdido, y en centros como el de Valsaín o el albergue de Sierra de Gredos, y no descarta organizar más en un futuro, si sigue habiendo demanda.

Novedades del Banco de Semillas que el Parque Nacional desarrolla con la Universidad de Barcelona Siguiendo las premisas del PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) del Parque Nacional, de “asegurar la conservación de las especies animales y vegetales silvestres que forman parte de los ecosistemas del Parque”, este año se ha consolidado el banco de germoplasma con 44 especies más. Dentro de un banco de semillas, el establecimiento de los bancos de germoplasma permite reinstaurar especies en hábitats adecuados de los que hayan desaparecido o que estén en una situación crítica, y en el proyecto que el Parque lleva a cabo con el Grupo de Geobotánica y Cartografía de la Vegetación de la UB (Universidad de Barcelona) ya cuenta con un total de 370 especies recolectadas en los últimos 7 años. Entre las especies incluidas en el banco en 2011 cabe destacar alguna de rara, como Arabis soyeri y Festuca alpina, y otras difíciles de localizar, como Subularia aquatica y Leucanthemopsis alpina, según destaca el profesor Josep Maria Ninot, que dirige el trabajo de campo que llevan a cabo los botánicos de la UB Albert Petit y Moisés Guardiola.

Las brigadas recogen 1,2 kg de desechos por cada 1.000 visitantes durante el 2011 Las brigadas de mantenimiento del Parque realizan campañas continuas de retirada de desechos abandonados por los visitantes en los valles principales de las cuatro comarcas. Los resultados de la campaña de este año cifran en 1,2 Kg/1.000 visitantes la media de desechos abandonados en el Parque Nacional, valor que supone una reducción respecto al año

Diecinueve años formando los guías interpretadores La decimonovena edición del curso de guías del Parque celebrado este año en la Torre de Capdella, en el Pallars Jussà, ha contado con 23 inscritos procedentes de las cuatro comarcas de la zona de influencia del Parque y con formación académica de carácter ambiental y relacionada con el medio natural, ya sea de biología, ciencias ambientales, geología o de actividades físico-deportivas en el medio natural.

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noticiario El curso se ha desarrollado entre el 12 de septiembre y 5 de octubre, período en que los alumnos han recibido una completa formación teórica sobre los valores naturales y culturales del Parque, legislación y normativa, entre otros, complementada con una serie de salidas prácticas por los diferentes sectores del Parque para poner en práctica los conocimientos adquiridos y así poderlos aplicar en el campo de la educación ambiental y los guiajes. Resultados del XVIII Concurso de fotografía del Parque Nacional El pasado noviembre de 2011, los miembros del jurado del Concurso de fotografía del Parque Nacional, las señoras Mercè Aniz (directora-conservadora del Parque) y Mercè Gili (fotógrafa de La Vanguardia) y el escritor y fotógrafo pallarés, Sr. Antoni Añó, fallaron el resultado de la edición de 2011 de esta competición fotográfica en la Casa del Parque de Boí. Después de visualizar los 216 trabajos presentados por 84 participantes de toda Cataluña y del resto del estado español, el jurado premió el esfuerzo de un pastor en la obra Baixant el ramat de Llessui (Bajando el rebaño de Llessui), presentado por Jordi Però Enjaume. El segundo premio fue para Miquel Jover Benjumea, que presenta una trilogía poco habitual de la zona de Travessani con la bóveda del cielo estrellada. La flora tiene también representación en estos premios en forma del Desensopiment de una flor de lis de Antonio Carretero González. El mamífero posiblemente más carismático del Parque, el rebeco, fue capturado por el objetivo de Núria Santacana Saldaña en Camí del Portarró (Camino del Portarró). También dos capturas fotográficas de fauna dieron el quinto premio a Oscar Castelao Gorgé por Esquirol (Ardilla) y Un matí plujós (Una mañana lluviosa). El accéssit Els Minairons, dedicado a la mejor fotografía de actividades tradicionales, costumbres y etnografía de la zona de influencia del Parque fue para Tecnología punta, un poderoso retrato ejecutado por Renato López Baldó. Las imágenes ganadoras, así como una selección de las obras presentadas se pueden ver durante el 2012 en las diferentes exposiciones que se celebran en las casas del Parque de Boí y Espot y el centro de información de Senet. 43 rutas del Parque en Wikiloc Desde el pasado mes de agosto 42 rutas a pie por el Parque Nacional y 1 en vehículo 4x4 están disponibles en Wikiloc, el portal gratuito de internet, para descubrir y compartir rutas al aire libre a pie, en bicicleta y de muchas más actividades en todo el mundo. De esta manera, los usuarios pueden disponer de estas 43 rutas y descargárselas para el GPS con la total seguridad y garantía que la información proviene directamente del Parque Nacional. Se puede acceder de una manera fácil a través del enlace directo a wikiloc disponible en la sección de itinerarios de la web del Parque www.gencat.cat/parcs/aiguestortes.

El Parque renueva su adhesión al Registro EMAS y el certificado ISO 14.001 La Asociación Española de Normalización y Renovación, AENOR, ha renovado el Certificado del Sistema de Gestión Medioambiental para el Parque Nacional conforme a la norma reglamentaria Europea CE 1221/2009 EMAS y la Norma UNE-EN ISO 14001:2004. La gestión y administración del Parque está sometida a una auditoría periódica desde el año 2006 y el pasado mes de noviembre de 2011 tuvo lugar la última en que, una vez más, se han superado los controles que demuestran el alto compromiso con la protección del medio ambiente. Ayudas a la investigación y jornadas de investigación en el Parque Pocos días antes de finalizar el año 2011 el Boletín Oficial del Estado anunciaba la resolución por la que se publicaba la concesión de las ayudas para la realización de proyectos de investigación científica en la Red de Parques Nacionales. La concesión, dotada con 1.836.631,65 €, engloba diecinueve proyectos multidisciplinares que ejecutarán los catorce parques nacionales del Estado español. De estos proyectos, dos se centran específicamente en el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici y un tercero se compartirá con el otro parque nacional pirenaico, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Los proyectos en el Parque son: Impactos de la expansión del jabalí sobre comunidades vegetales de pastos, procesos de regeneración natural del arbolado y especies clave forestales en ambientes alpinos y subalpinos con Josep Maria Espelta Morral (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales) como investigador principal y Efecto de la introducción de peces en la conservación y relaciones tróficas de poblaciones de anfibios y crustáceos en lagos de alta montaña bajo la dirección de Marc Ventura Oller (Centro de Estudios Avanzados de Blanes-CSIC). El proyecto compartido con Ordesa y Monte Perdido se titula Reconstruyendo la historia de los bosques pirenaicos para mejorar la gestión y predecir su respuesta al cambio climático, de Jesús Julio Camarero Martínez (Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC). Todos estos proyectos tienen una duración de tres años para su desarrollo. Paralelamente a esta resolución el Parque organizará los días 17, 18 y 19 de octubre de este año la novena edición de las Jornadas sobre investigación en el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici en el valle de Boí. Este certamen reunirá a investigadores que han llevado a cabo proyectos de investigación en el Parque los últimos años, con el objetivo de dar a conocer tanto las líneas de investigación que se están desarrollando como los resultados de los que ya hayan finalizado.


flora

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fraguetes y martolls ¿Habéis encontrado alguna vez alguna fresa de bosque? Qué ilusión hace encontrar, de repente, en una curva del camino, un montón de estos pequeños frutos. ¡Mmmmm, qué buenas que están! En los pueblos de los alrededores del Parque son conocidas como fragues (que viene del nombre latino Fragaria) y también hay quien las llama martolls (nombre que parece originario de una antigua lengua ibero-basca). Los araneses dicen ahragues (con la misma raíz latina). Aunque no está escrito en ningún sitio (ni tenga que ser siempre así) en el rincón naturalista del Portarró intentamos encontrar vínculos que unan a los representantes del mundo vegetal y animal que presentamos en cada número. A veces esta relación es evidente pero en ocasiones las similitudes están bastante escondidas: ¿Qué tienen en común la fresa silvestre y el carbonero garrapinos? Los dos son habitantes del bosque y muy comunes dentro de su área de distribución que, por otra parte, es bastante coincidente en el ámbito europeo. Muchas especies del Parque hacen gran esfuerzo de adaptación para conseguir sobrevivir en algún rincón de la alta montaña. El carbonero garrapinos y la fresa silvestre en cambio, parecen tener el don de la ubicuidad y los encontraremos distribuidos por todo el país (con mayor o menor abundancia y con algunas limitaciones). La fresa silvestre (Fragaria vesca) es una especie propia de los linderos y claros de bosques más o menos húmedos, preferentemente en ambientes no tan cerrados, donde la luz del sol pueda llegar al suelo con cierta facilidad. La encontraremos principalmente en las partes más bajas del Parque, por debajo de los 2.000 m de altitud. Mientras que en los Pirineos prefieren los lugares más o menos soleados, en las áreas más al sur busca refugio en los bosques más frescos y umbríos. Por contra, en torno a Barcelona podremos encontrar fresas ya a mediados del mes de marzo, mientras que en los Pirineos tendremos que esperar hasta julio o mediados de agosto para poder encontrar algunos frutos suficientemente maduros. Si no fuera por estos pequeños y deliciosos frutos, sería una pequeña hierba que pasaría bastante desapercibida: como mucho llega a un palmo de altura, prácticamente no tiene tallo y todas las hojas salen juntas de una roseta basal. La planta se esparce por el suelo emitiendo estolones: una

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especie de brote lateral que va creciendo a ras del suelo y que puede generar nuevas raíces en cada nudo, que darán lugar a nuevos individuos de manera vegetativa (un tipo de reproducción donde no intervienen las semillas). Las hojas tienen un mango largo y la lámina dividida en tres partes, formando un tipo de hoja que se llama trifoliada. Las flores, que en los bosques pirenaicos no suelen aparecer hasta bien entrado el mes de mayo, son pequeñas y con cinco pétalos de color blanco. Lo que conocemos como fresa es un caso extraño, desde el punto de vista botánico, ya que en realidad es un engrosamiento del receptáculo floral sobre el que se insertan los verdaderos frutos de la fresa, que son en realidad cada uno de los puntitos que encontramos en su superficie. Las fresas y otros frutos silvestres han sido recolectados por los seres humanos desde tiempos inmemoriales. La fresa silvestre fue comúnmente cultivada hasta que, a partir en el siglo XVIII, fue substituida gradualmente por la fresa de jardín que todos conocemos. La fresa cultivada (Fragaria × ananassa) no tiene nada a ver con nuestra humilde fresa de bosque: fue creada a partir de la hibridación de dos especies traídas desde América que daban frutos de mayor tamaño. Este híbrido es un poliploide, es decir, que en vez de dos copias de cada cromosoma, las células de la fresa cultivada tienen ocho. Normalmente este hecho, que es bastante normal en el mundo vegetal, se ve reflejado en un aumento del vigor y el tamaño de las plantas. Los frutos del bosque son muy importantes como fuente de alimentación de muchos animales: insectos, pájaros, reptiles y mamíferos recorren el bosque buscando alimento y aprovechan el verano para asegurar el crecimiento de su descendencia. Incluso los mamíferos que acostumbramos a llamar “carnívoros” aprovechan este recurso en las épocas favorables. Así pues, hay que ser prudentes y dejar alguna cosa a estos animales del bosque que son sus legítimos propietarios. Gerard Giménez (Recordad que en el interior del Parque Nacional estricto está prohibido recolectar cualquier parte de cualquier planta, animal o seta)


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fauna el carbonero garrapinos Si entramos en cualquiera de las masas forestales del Parque Nacional, ya sea en el límite superior (en contacto con el medio alpino) o el inferior (donde se mezclan caducifolios y coníferas) oiremos con toda probabilidad unas voces o cantos de pájaros muy característicos. Por poco que nos fijemos, pronto observaremos un pequeño pájaro, nervioso y activo, que probablemente irá acompañado de otros pajaritos muy similares entre ellos. Hablamos del carbonero garrapinos (Parus ater), que junto con los otros carboneros (común y palustre), herrerillos (capuchino y común) y el mito, así como agateadores, reyezuelos y otros, conforman el “gremio” de los paseriformes (o pajaritos) forestales, que controlan las poblaciones de insectos. En efecto, su alimentación, fundamentalmente insectívora a lo largo de gran parte del año, y su relativa abundancia hacen de los carboneros unos perfectos aliados en la lucha contra las enfermedades y plagas forestales. Se alimenta de insectos, de sus larvas y huevos, que busca activamente siguiendo todas las ramas y la corteza de los árboles; completando su dieta, a lo largo del invierno y otoño, con semillas y bayas silvestres. Anida en los huecos de los márgenes, en taludes, en las cepas de árboles e incluso en el suelo. El nido tiene forma de copa y lo construye con musgos, plumón y otros materiales finos. También utiliza las cajas-nido: ¿Quién no ha visto una caja-nido (en general de madera) con un agujero en un lado, colgada de un árbol? Durante muchos años, tanto en los espacios naturales protegidos como fuera de ellos, las administraciones de la época favorecieron la colocación de estas cajas-nido para los pájaros insectívoros y las especies que más las utilizan son los carboneros. En la caja-nido pueden criar, pueden refugiarse durante la época de temperaturas más bajas y han servido para la mejora de las poblaciones. Así, en las áreas donde se realizaron repoblaciones forestales, y por tanto con árboles jóvenes y de pequeño diámetro, la falta de agujeros naturales estuvo en parte suplementada por las cajas-nido. Es uno de los representantes más pequeños entre los car-

boneros y herrerillos y uno de los de su familia con colores menos llamativos y apagados. Como rasgo característico es necesario que nos fijemos en la amplia mancha blanca que tiene en la nuca, dentro de la parte posterior de la coronilla negra, y una doble franja alar blanca. Conocida como cap-nere y picaranha en la Val d’Aran, el carbonero garrapinos es bastante abundante y está bien distribuido a lo largo del espacio natural. De hecho, en el Atlas de las aves nidificantes de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici aparece como la segunda especie con más contactos en los censos (después del acentor común) en el Parque Nacional estricto, y en la Zona Periférica aparece como sexta, dando idea de su abundancia. Sin embargo ha sido confirmada su reproducción en la gran mayoría de las cuadrículas de 1x1 km y en casi todas (menos dos) cuadrículas de 10x10. En cuanto al rango altitudinal alcanza la máxima presencia entre las cotas 1.400 y 2.000 metros de altitud, siendo el medio subalpino su hábitat preferido (en concreto los pinares de pino silvestre y pino negro). En estos ambientes pueden registrarse densidades de hasta 100 parejas por kilómetro cuadrado. Hay dos factores que pueden contribuir en este hecho. Por una parte, su capacidad de almacenar alimento para lo largo del invierno y por la otra, la menor competencia, en estas alturas, con otras especies de su familia (páridos) pues los medios subalpinos son más limitantes para las especies de carboneros y herrerillos propias de climas un poco más cálidos. Cabe destacar que a pesar de estar presente en la práctica totalidad de bosques del Parque Nacional, también está en formaciones caducifolias (avellanares, hayedos, etc.), siempre y cuando haya algunas coníferas (pinos o abetos). Finalmente cabe mencionar que, hoy por hoy, no parece peligrar su población en la zona aunque los grandes incendios forestales podrían hipotecar su futuro a medio y largo plazo. Esperamos que esto no ocurra. Jordi Canut Bartra

Foto: Fernando Cámara Orgaz


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la esencia de las palabras elogio de los pirineos La historia natural de un planeta vagabundo llamado la Tierra es, sencillamente maravillosa. Desde su formación –hace 4.600 millones de años– la superficie de este superorganismo ha evolucionado de forma fascinante. Primeramente fue una especie de magma incandescente donde miríadas de meteoritos se estrellaron durante centenares de millones de años. Al disminuir los impactos y las erupciones volcánicas, su superficie comenzó a enfriarse, generándose entonces las primeras masas continentales hace aproximadamente unos 3.900 millones de años. La aparición de las primeras nubes, las primeras precipitaciones, los primeros océanos y junto a todos ellos, las primeras atmósferas, fueron unas de las muchas llaves que abrieron las puertas a la vida, una verdadera inevitabilidad cósmica, como definen algunos astrónomos. Una nueva etapa comenzó entonces para el joven planeta –capaz de girar a 1.800 kilómetros por hora sobre si mismo– y que durante miles de millones de años ha ido pariendo y devorando océanos y continentes, simplemente moviendo unas piezas muy especiales que forman parte de un rompecabezas llamado corteza terrestre. Hablamos claro está de las placas tectónicas o litosféricas, grandes bloques de roca, con forma de casquetes esféricos, con un grosor variable entre 50 y 150 kilómetros, que encajando perfectamente las unas sobre las otras, al moverse y como consecuencia de la fricción entre ellas transforman periódicamente el aspecto de la superficie terrestre. La piel de la Tierra se compone de una docena de estas grandes placas así como de numerosas microplacas que forman un complejo puzzle responsable, entre otros, de la deriva de los continentes, del nacimiento y de la desaparición de las cuencas oceánicas, de la formación de las principales cordilleras continentales y submarinas del mundo así como de los terremotos y de los fenómenos de vulcanismo que de tanto en tanto sobresaltan nuestras vidas. La odisea que sufren a lo largo del globo terráqueo estas losas de corteza ligera, que se mueven unos pocos centímetros cada año dependiendo del calor generado por el interior de la tierra, es el pretexto geológico perfecto para

invitaros a hacer un paseo por la historia de una de las cordilleras más bonitas del mundo: los Pirineos. Los Pirineos hercinianos La formación de las cordilleras en nuestro planeta es realmente un proceso dinámico que se viene repitiendo desde hace algunos eones. Los expertos hablan ya de la existencia de grandes cadenas de montañas hace unos 3.000 millones de años, a pesar de que uno de los mayores problemas para su estudio continua siendo la falta de restos geológicos. Pero… ¿qué es una montaña? Una montaña es una deformación de la corteza terrestre, una singularidad geográfica de gran fragilidad o en cierto modo una isla en medio de un continente. ¿Y cómo podríamos definir una cordillera? Tal vez, por ejemplo, como un conjunto de cadenas de montañas singulares y frágiles, que de forma más o menos amistosa, tienden a destacar del llano. ¿Cómo se forman? Normalmente al entrar en contacto dos placas tectónicas. ¿Qué tipos de rocas las componen? Rocas ígneas como los granitos o las ofitas; rocas metamórficas, como las pizarras o los mármoles; rocas sedimentarias, como las calizas o las areniscas... ¿Qué longevidad tienen?... Preguntas y respuestas que nos aportan unas primeras definiciones esenciales de las características de una determinada cordillera. Pero en el caso de los Pirineos, nos vamos a remontar a unos cuantos de millones de años atrás. ¿Qué tal unos 500? Las rocas más antiguas de los Pirineos proceden de una gran y arcaica cadena de montañas de extensión planetaria. Sucedió durante el orógeno herciniano nacido de la colisión entre dos viejos continentes, Laurasia y Gondwana. De esta antigua cordillera que unía América con Eurasia –en el contexto de un supercontinente llamado Pangea– forman parte algunos retales de los actuales Apalaches, Alpes, Urales, Cárpatos, Himalaya y como no, de los Pirineos, que entonces parece ser que eran más altos que en la actualidad. ¿Os imagináis vivir al pie de antiguos Anetos, miles de metros más empinados, o correr entre las montañas más gigantescas de la Tierra? Pues así fue realmente el espacio geográfico pirenaico durante

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24 la esencia de las palabras elogio de los pirineos algunos períodos y épocas pasadas aunque no imaginéis demasiado ya que, en aquellos momentos, ¡los mamíferos como nosotros aún estaban camino de llegar a ser tan solo unas miserables ratas terrestres de hábitos nocturnos! Unos Pirineos, los hercinianos, que toman su nombre de la región germánica de Harz y que emergen del fondo de un antiguo mar, gracias a la tectónica de placas, en un momento en el que el océano Atlántico no se había formado todavía. Unos Pirineos, tal y como decíamos, colosalmente dominados por cimas de altitudes parecidas a las que hoy en día podemos hallar en el Himalaya y que formaban parte del supercontinente del cual derivan todos los continentes contemporáneos. Unos Pirineos, una gran parte de los cuales, acabarían arrasados y sedimentados en el interior de un nuevo mar geológico, preludio de nuevas cordilleras formadas durante la orogenia alpina. Los Pirineos alpinos La historia continua y una nueva cordillera nacerá como consecuencia de otra colisión entre dos placas: la africana y la euroasiática, acaecida entre la península ibérica y el sur de Francia. Un choque que comenzó hace unos 80 millones de años –un poco antes de la extinción de los dinosaurios– y que finalizó hace unos 20. Bien, acabar no es la palabra exacta ya que los Pirineos siguen moviéndose aunque digamos que mucho más tranquilamente que unos cuantos millones de años atrás. La orogenia alpina, de hecho, aprovechó, recicló y rejuveneció los restos hercinianos dando lugar a un nuevo edifico montañoso que, con unos pocos retoques, es lo que vemos hoy en día. Podemos destacar tres momentos claves: una primera fase, en la cual una vez la antigua cordillera herciniana de granitos y pizarras ha sido arrasada, aparecen grandes llanuras sometidas a procesos de sedimentación muy intensos. Una segunda fase, en la que los sedimentos escondidos bajo antiguos mares pirenaicos y mediterráneos, se levantaran entre compresión y compresión, formando, por primera vez, unos Pirineos individualizados muy similares a los actuales. Finalmente, una tercera fase, en la que como veremos más adelante, la invasión de los hielos acabará la gran obra geológica. De arquitectura más simple que la de los vecinos Alpes, el edificio pirenaico se extiende desde el Mediterráneo hasta el Cantábrico, a lo largo de cerca de 450 kilómetros, con altitudes que raramente sobrepasan los 3.000 metros

de altitud, localizadas éstas en el núcleo central o axial, y con una anchura norte-sur que supera el centenar de kilómetros. Comparados con otras cordilleras del planeta son sin duda unas montañas modestas, a pesar de que una gran parte de ellas están sumergidas, por el oeste, hasta profundidades insondables del Atlántico, y por el este, hasta el Mediterráneo, donde entran en contacto con los Alpes bajo las cálidas aguas del Golfo de León. En ambos extremos, no debemos olvidar los terrenos más dulces y humanizados que conforman los Prepirineos, en los que los ríos del norte y los ríos del sur tomaron un protagonismo extraordinario: los unos, recogiendo las aguas de la extensa y rica cuenca de Aquitania y, los otros, excavando profundos congostos calizos con la fuerza de unas aguas rabiosas que transportaron sedimentos y más sedimentos camino de las cuencas marinas. Los Pirineos cuaternarios Los últimos golpes de bisturí que padecieron los Pirineos, antes de conocerlos tal y como los conocemos hoy –tal cual como si se tratara de una operación de cirugía estética– fueron consecuencia de las glaciaciones, períodos de la historia de la Tierra en los que una ingente cantidad de hielo descansaba sobre los continentes. Imaginad valles y montañas atrapadas por lenguas de hielo de hasta un kilómetro de grosor. Pensad en glaciares que descendieron por los valles fluviales existentes hasta más abajo de los 900 metros de altitud sobre el nivel del mar. Sorprendeos de su gran fuerza erosiva y de las transformaciones que fueron capaces de generar en un territorio donde las nieves invernales, de forma contraria a lo que hoy sucede, no tenían tiempo de fundirse al llegar la primavera y el verano. Una nieve que se iba acumulando en las cabeceras de los valles y que convertida en hielo deslizaba lenta pero inexorablemente Pirineos abajo. Montañas enérgicas, crestas afiladas, circos glaciales, cubetas de sobreexcavación, ibones de circo y de fondo de valle, valles en forma de U y colgados, perfiles escalonados, rocas aborregadas, estrías, nerviaciones… son algunas de las macroformas y de las microformas que se originaron. No obstante no hay que olvidar que actualmente la Tierra está atravesando un período interglaciar –el hielo retrocede– dentro de la evolución natural de una glaciación que comenzó hace unos cuantos millones de

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años. Un período de deshielo que está a punto de acabar, ¡quién sabe si dentro de unos pocos miles de años! Será entonces cuando una fría noche de unos 100.000 años de duración vuelva a perpetuar el invierno y con ella sucedan nuevos y drásticos cambios en la geografía de los paisajes pirenaicos y de parte del planeta, siempre y cuando el progreso de la ingeniería planetaria no haga imaginable lo que hoy en día es inimaginable: ¡detener las glaciaciones! Pirineos del futuro La esperanza de vida de los Pirineos está limitada en el tiempo. Dicen los geólogos que, las montañas del presente volverán sin duda a quedar arrasadas o colapsadas por la erosión en unos 10 millones de años, tal y como ya sucedió con cordilleras del pasado. Luego no son entonces, el único organismo geológico que tropieza dos veces con la misma piedra, ¡con la misma erosión! Pero, ¿se formarán de nuevo? Nuevas placas tectónicas cruzando por zonas ecuatoriales, tropicales, templadas o polares… se enfadarán otra vez, como una inevitabilidad geológica, subduciendo, abduciendo o simplemente colisionando mientras hacen emerger nuevos edificios de paisaje. Unas montañas que comenzaron en el pasado y que continuarán en el futuro. Grandes cordilleras que se levantaron mucho antes de la aparición de formas de vida compleja y que lo volverán a hacer cuando nosotros, como especie, nos hayamos ya extinguido. ¡Cincuenta, cien o 250 millones de años! El baile de los continentes –motor indiscutible de la evolución– hará emerger los sedimentos depositados por ríos como el Ebro y el Ródano en el mar Mediterráneo. Nacerá entonces una nueva cadena montañosa que quizás se extienda desde el actual estrecho de Gibraltar hasta los contrafuertes de Oriente Medio. Una gran cordillera que se comerá el Mediterráneo para satisfacer la sed de unas montañas ¡que podrían llegar a ser las más altas que jamás hayan existido sobre la faz de la Tierra! Desde las primeras cordilleras hasta las más jóvenes,

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millones de granitos de materia atómica se han ido combinando para formar, deformar y destruir montañas y más montañas. Son los episodios clásicos en la vida de una cadena. ¡Un mar, unos sedimentos, unas compresiones! ¡La formación, la erosión, la desaparición! El ciclo de las rocas. ¡No son estables ni perennes! Nacen, crecen y desaparecen como nosotros. ¡Se mueven centímetros!, pero el movimiento no cesa frente a nuestros ojos. Formas, colores y texturas que esconden acrobacias y movimientos imposibles. Piedras, minerales, cristales, átomos que intentan explicarnos las características más relevantes de esta bola de roca gigante que es la Tierra. Entidades geológicas vivas, formadas por millones de toneladas de rocas, que viajan apasionadamente por el tiempo y el espacio. ¡Bibliotecas de rocas patrimonio de la evolución! Maladetas, anies, mididossaus y viñemales, montesperdidos, posets, besiberris, comalofornos, pegueras, picasdestats y comapedrosas, carlits, puigmales y canigós… son algunos de los atributos toponímicos más genuinos de la energía y de la agresividad de los Pirineos. Castillos orográficos donde centenares de generaciones humanas han dejado y seguiremos dejando trazos y huellas sedimentarias, a pesar de que somos una de las formas de vida que probablemente menos tiempo estaremos habitando el planeta. El vals de la vida continuará y cuando dentro de 100 millones de años todos los continentes se vuelvan a fundir formando una nueva pangea –donde África, América y Europa serán una, Australia y la Antártida otra, donde el Atlántico se volverá a cerrar– entonces, si queréis, volveremos a hablar del irresistible magnetismo de nuestras montañas, de una de las cordilleras más bonitas del mundo. Hablaremos de los secretos que se esconden en el interior de esta bola de roca viva que es Gaia. De un planeta vagabundo y de sus montañas que, desde hace ya muchos eones, se mueve a la deriva entre la construcción y la destrucción. ¡Un bonito y humilde destino! Josepmaria Rispa Pifarré


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Si tenéis fotografías históricas interesantes, curiosidades naturalísticas o algún tema relacionado con el Parque que creáis que pueda ser publicado en próximas ediciones, las podéis enviar a pnaiguestortes@gencat.cat.

julio 1946 Autor: Alfons Álvarez Lipkau

Collado de Monestero, julio de 1946

Vemos al Dr. Álvarez Lipkau, al fondo a la izquierda de la foto (con una boina negra), el Dr. Barraquer, al centro (con gafas y una boina negra) y con un pañuelo en la cabeza, delante a la izquierda, el Dr. Rubió. Los otros dos excursionistas podemos observarlos con material de montaña característico de la época: uno con zapatos de suela claveteada y el otro con un piolet antiguo. Al fondo de la fotografía se divisa el Gran Tuc de Colomèrs.


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caminemos por el parque

de taüll a capdella por el puerto de rus

El difícil acceso al valle de Boí, igual que en la mayor parte del territorio pirenaico, la mantuvo alejada de convulsos cambios hasta los años 50, con la llegada de las hidroeléctricas, que agitaron el territorio y a su gente. Si quisiéramos entrar en el valle en una época anterior, no quedaría otra opción que hacerlo por los caminos de herradura, que tenían una gran vida, y los sorprenderíamos vibrantes de gente, polvo y animales, de caballerías de mercancías, de músicos, de artesanos, de trementinaires... El camino que os recomendamos era una de las principales entradas al valle de Boí; actualmente es un pequeño tramo del GR-11, el sendero que cruza todo el Pirineo por la vertiente sur, balizado en blanco y rojo. Paciente en otoño y callado en invierno, sus muchas historias viven escondidas en las rocas y en los pinos. Las generaciones que tantas veces cruzaron estas montañas unían las relaciones de estos dos pueblos capitanes de valle. La paradoja de hoy es que, una vez construidas las carreteras, los dos valles vecinos están más alejados que nunca. Saldremos del aparcamiento de Sant Climent por el camino del Barranquet, paralelo a la carretera. Es el viejo camino para ir a las tierras del Obac y hacia arriba a la canal de Mulleres. Pasados los primeros prados de siega, protegidos entre muros de piedra, el camino se junta con la pista de Sarnadil. Esta pista se bifurca con el camino viejo en la curva donde estaba la Mola del Sord. Pasado un pequeño desnivel, encontramos el Toll de la Cintella, una charca que hace el río: subiendo, al lado derecho, hay una piedra muy grande que un relámpago partió por la mitad. Continuamos el camino hacia arriba hasta la Riberola de Valentí. El camino gira hacia los edificios del Plano y iremos a buscar la carretera, ya que una vez hecha, los caminos fueron desapareciendo y no quedará otra opción que ir siguiéndola hasta llegar al puente de Sant Martí. A 30 minutos, cogeremos el Camí des Marros que sale por la izquierda del río, ahora desdibujado por la pista que lo pisa, por donde trajinaron camiones de la cantera que encontramos un poco más arriba. Estas obras continuaron hasta finalizar la carretera de la estación de esquí. Ahora es como una herida mal cicatrizada en el terreno, pero bajo la imponente vigilancia del Tuc des Carants de 2.791 metros, donde en invierno les gusta mucho estar a los rebecos, reencontramos el antiguo camino y nos adentramos en el bosque. El camino, que se estrecha, sube tranquilo por un bosque de pinos y rododendros que se atraviesa en 30 minutos y salimos a la Boïga de Sala. Cruzamos el barranco que baja del Pessó y llegaremos al Pitiu des Eqües y a la Cabana des Pastors, donde hay una señal que nos recuerda el camino del Pessó, que sale por la izquierda. Cerca hay un puente de madera que nos devolvería al Pont de Sant Martí o bien al tranquilo valle de Moró. Seguiremos subiendo por el Grauet bajo el Pitiu des Parres, cruzaremos el río que baja del Estany des Crestells y, por poco rato, entraremos otra vez en el bosque, hasta que definitivamente se abre el valle de prados alpinos de la Montanya des Fonts de Sant Martí, y delante nuestro el puerto de Rus. Muy cerca, encontraremos una buena sorpresa y no será la última: un testimonio yace solitario, uno de los muchos tesoros de los que la montaña es guardiana. A la espera que arqueó-

logos suban a descubrir sus secretos, y le vuelvan a dar vida, redescubriéndolo, y despertándolo del sueño, en el rato que lo están estudiando. Y conocer que este conjunto de cercados y cabañas ha pasado como mínimo por tres fases de construcción en épocas y situaciones muy diferentes para el hombre. Un poco más arriba, salvando el altozano, el valle se nos hace más acogedor y abierto. A la derecha del camino y bajo el Tossal de la Mina, hay unos prados donde las vacas pastan en verano, y al fondo de las praderas, a 30 minutos, el Clot del Miner, de donde se ha dicho que se extraía platino e incluso amianto. La presencia de la mina es clara, así como los restos de dos casas que guardan su entrada cerrada y de los dos muros que marcan la salida del material que se extraía. El camino sigue bajo les Raspes Roies de Sant Martí, y en dos hora y media llegamos al puerto de Rus, a 2.622 metros, contemplamos por última vez el Aneto y el valle de Sant Martí, y giramos la vista hacia el Monsent de Pallars y el Montorroio. Desde aquí todo el camino es de bajada por la Coma del Port, y nos quedarán tres horas más de camino relajado por los pastos ahora ya de la Vall Fosca. Cuando el terreno se allana, a unos 2.400 metros de altitud, a la derecha bajando tenemos un prado, a simple vista lleno de rocas, pero si intentamos unir piedra con piedra podemos descubrir antiguos cercados para los animales. Y si no lo vemos claro, un poco más abajo, muy cerca de la señal del parque que indica “zona periférica”, encontraremos un abrigo, es una gran roca rodeada también por cercados y cabañas. Cuando llegamos al final del camino de Rus, encontraremos el camino que sube por el collado de la Font Sobirana hacia el refugio de la Colomina, donde el GR continua por el collado de Saburó hasta Espot. Nosotros tendremos que seguir siempre río abajo, por el valle de Riqüerna, que se nos abre a la derecha, donde al final nos espera el pueblo tranquilo de Capdella. Al iniciar la bajada, la cola blanca de una cascada nos da la entrada al camino, entre prados abancalados con paredes de piedra seca. Todo a nuestro alrededor son piedras que nos hablan de un pasado asfixiado por la modernidad que llevo a sus maestros a abandonarlas al desuso. Son recuerdos de una forma de vida que ha persistido durante miles de años. Y entre estas paredes de piedra entraremos en el bosque caducifolio de avellanos, cerezos, fresnos, y es en este punto donde empezaremos a bajar por el camino gravado, de rocas lisas por los muchos pasos herrados que lo han transitado. Es fácil sentirse transportado por el tiempo. Ya pronto veremos el campanario cuadrado de piedra calcárea de la iglesia románica de Sant Vicenç, del siglo XI, y las casas de Capdella que van apareciendo entre los árboles. Al final del camino, un cartel de Caminos Vivos, el proyecto de recuperación de caminos históricos que hacen la vuelta al Parque Nacional, que incluye el camino que acabamos de hacer. Hasta aquí habremos recorrido unos quince kilómetros en unas seis horas y media de camino, con no mucha dificultad, más que por su duración. Sabina Lapedra Grau Guía interpretadora de Taüll


RI QÜ ER NA DE RI O

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CAPDELLA

GR 11-20

GRAN PIC DEL PESSÓ (2.894m)

PICO DE FILIÀ (2.772m)

EL CASTELL DE RUS PUERTO (2.777m) DE RUS

ESTANYS DEL PESSÓ

TUC DE MORÓ (2.739m)

TUC DES CARANTS (2.791m)

EL CASTELLET DE MORÓ (2.662m)

DE S

ANT

MAR

N

BARRANCO DE MORÓ

RIO

caminemos por el parque

GR 11-20

TAÜLL

Duración: 6 h 30 min. Desnivel de subida: 1.100 m. Desnivel de bajada: -1.200 m. Dificultad: Moderada, por la longitud del recorrido y los desniveles acumulados. Los cambios de tiempo pueden ser repentinos en esta zona. Fijaros en: El marco geológico que nos acompaña es extraordinario y con el predominio de materiales metamórficos como las pizarras y las calcáreas. Los tramos finales del río Riqüerna, antes de llegar a Capdella, son también de una gran belleza.

ITINERARIO CURSO DE AGUA CARRETERA PUENTE PICO POBLACIÓN APARCAMIENTO


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TÍTULO: Actas VI Simposio de espacios naturales protegidos de montaña y calidad EDICIÓN: Generalitat de Catalunya, 2011 FORMATO: 176 p.; 24 cm. Una nueva edición del Simposio de Espacios Naturales Protegidos de Montaña y Calidad celebrada en 2010 ha llevado a la edición de las actas de este encuentro. El Simposio se organiza cada dos años como un encuentro de expertos, estudiantes y los demás actores que participan en la gestión, el desarrollo sostenible y la calidad de los espacios naturales protegidos en zonas de montaña. Esta monografía presenta las diferentes ponencias presentadas, versando principalmente en la planificación y gestión de los espacios naturales. Se pueden encontrar experiencias dirigidas al impacto de las subvenciones en el tejido social de la Red de Parques Nacionales así como nuevos instrumentos financieros para la conservación de la biodiversidad. Asimismo también se recogen las mesas redondas dedicadas a planes de desarrollo y a la participación ciudadana.

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TÍTULO: La Red de Parques Nacionales en la sociedad EDICIÓN: Organismo Autónomo Parques Nacionales, 2011 FORMATO: 71 p.; 29 cm. Primer número de la nueva colección Cuadernos de la Red de Parques Nacionales editada por el Organismo Autónomo Parques Nacionales. Este pequeño estudio explicativo versa sobre la Red de Parques Nacionales. Se muestran los principales resultados de los estudios llevados a cabo por TRAGSATEC de 2008 a 2010 sobre la opinión y la percepción de la Red de Parques Nacionales por la sociedad. Es importante conocer la imagen que proyecta la red y cómo la valora la opinión pública. La información recoge datos facilitados por los equipos gestores, los visitantes y los habitantes del territorio de los parques que permiten obtener una imagen del visitante-tipo así como del habitante de los núcleos poblacionales cercanos a los parques y sintetizar retos y oportunidades de futuro en la interacción parques-sociedad.

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publicaciones

TÍTULO: Proyectos de investigación en parques nacionales: 2007-2010 AUTOR: Organismo Autónomo Parques Nacionales EDICIÓN: Madrid: Organismo Autónomo Parques Nacionales, 2011 FORMATO: 424 p.; 24 cm. Dentro de la serie Investigación en la Red, se presenta el cuarto volumen con el objetivo de difundir los resultados de los proyectos de investigación financiados por el Organismo Autónomo Parques Nacionales. En este caso se presentan los proyectos correspondientes al trienio 2007-2010 que suman un total de 15 líneas de investigación diferentes que abarcan todo el abanico de la Red de Parques Nacionales. En especial dedicación al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici encontramos los proyectos sobre la diversidad bacteriana en lagos de alta montaña, la reforestación natural del dominio del pino negro y los plecópteros y efemerópteros ante el cambio global.


TÍTULO: Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici: guia geològica AUTOR: Roberto Rodríguez Fernández EDICIÓN: Madrid: Instituto Geológico y Minero de España, 2011 FORMATO: 227 p.; 24 cm. Aparece la versión en catalán de la Guía Geológica del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici editada en 2010. Esta guía es la clave para descubrir los secretos de este parque nacional situado en el corazón del Pirineo. La última edad de hielo dio lugar a grandes glaciares que esculpieron las rocas graníticas formando picos salvajes, afiladas aristas y valles profundos. Las rocas desnudas nos muestran una historia tortuosa que se expresa en forma de pliegues imposibles como las calizas de Els Encantats o de cristales que nos revelan el origen magmático del Parque. La huella actual de este periodo gélido son los centenares de lagos esparcidos por todos los rincones, unidos por ríos que discurren por suaves meandros o saltan paredes rocosas formando ruidosas cascadas. Pero esta guía también nos muestra por un lado como el hombre, a lo largo de la historia, ha incidido sobre el paisaje geológico y, por otro, los fenómenos naturales que pueden representar un peligro y como evitarlos. La guía está profusamente ilustrada con imágenes y dibujos que hacen sencilla una especialidad aparentemente complicada como la geología y permite descubrir el factor que hace característico al parque: el paisaje.

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TÍTULO: Pintem i coneguem l’alta muntanya de Cataluña EDICIÓN: [Barcelona]: Zenobita, 2011 FORMATO: 334 p.; 30 cm. La serie Pintem i coneguem... (Pintemos y conozcamos) tiene como objetivo dar a conocer aspectos importantes de nuestro medio natural. Una parte de este medio es la alta montaña, por eso, con el asesoramiento de los tres parques pirenaicos de Catalunya (Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, Alt Pirineu y Cadí-Moixeró) los escolares de educación infantil y primaria pueden descubrir una parte del territorio que presenta unas condiciones muy duras por su climatología pero a su vez fascinante por su paisaje y aislamiento. De forma entretenida los escolares pueden conocer y descubrir los tesoros de fauna, flora y gea que esconde la alta montaña y poner su impresión pictórica de forma que puedan asimilar con mayor intensidad los temas de trabajo.

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TÍTULO: Caminos Naturales de España EDICIÓN: Madrid: Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, 2011 FORMATO: 20 p.; 29 cm. En volumen de gran formato y alta calidad se presenta esta obra que recoge la red de Caminos Naturales de España. Por toda la geografía española se distribuyen estos caminos (aptos para el senderismo y, en algunos casos, para bicicleta o a caballo) que permiten un contacto directo con la naturaleza a la hora de hacer deporte y conocer otros lugares y gentes. Los itinerarios, además de su descripción, están acompañados por muchos detalles que nos podemos encontrar a lo largo del recorrido, uniendo el patrimonio natural al patrimonio cultural. Los caminos se dividen en diferentes categorías como Montañas, Oficios y tradiciones, Vías y antiguos trenes o del Agua. Dentro de este último apartado podemos encontrar el Camino del Agua que pasa por la zona de influencia del Parque en la Alta Ribagorça. Con una longitud de 28 kilómetros y 7 etapas nos lleva de la Fuente de la Mena al Balneario de Caldes de Boí, siguiendo el curso de la Noguera de Tor.


el portarrรณ


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