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SALUD
Trastornos intestinales en la farmacia comunitaria
Las enfermedades o trastornos intestinales que afectan al sistema digestivo normalmente son a causa de virus, parásitos o bacterias o daños en los intestinos o el colon. Veamos una fotografía general.
Esther Ganado Miguélez
Farmacéutica adjunta de Bizcaia
Las enfermedades intestinales son aquellas que causan daño en el intestino delgado y/o grueso. Las causas más frecuentes de estas lesiones son microorganismos, como parásitos, virus o bacterias, algunos alimentos, como la leche, grasas o ciertas proteínas, e incluso los medicamentos. En otras ocasiones, estas patologías se relacionan con la existencia de diferentes tipos de cáncer y con daños en el colon. Existen distintos trastornos intestinales tan comunes como el estreñimiento, la enfermedad celíaca, la diarrea del viajero, el síndrome de intestino irritable, entre otros. En este artículo se hace una revisión de las características de estas patologías más comunes que, en algunos casos, pueden prevenirse llevando unos hábitos dietéticos adecuados.
Diarrea del viajero
La diarrea del viajero, conocida también como “gripe intestinal” o “diarrea del turista”, es un problema de salud muy frecuente que afecta a las personas que viajan a zonas con condiciones higiénico-sanitarias insalubres. Aparece a los 2 ó 3 días de estancia en el país de destino, y se suele resolver de forma espon-
Grupos de riesgo
Niños/as
Jóvenes entre 15-30 años
Ancianos/as
Embarazadas
Personas inmunodeprimidas (VIH, diabetes)
Pacientes con tratamiento de antiácidos o con cirugía gástrica
Pacientes con enfermedad in amatoria intestinal.
tánea a aproximadamente los 4 días desde su inicio. Se transmite por vía oral, a través del consumo de bebidas contaminadas y/o los alimentos que se manipulan con pocas medidas higiénicas o que se almacenan de forma inadecuada o que se conservan a temperatura ambiente. Existen distintos factores que favorecen este tipo de diarrea, entre ellos: • Tipo de viaje: si es de aventura u organizado. • Estación del año: más frecuente en los meses de verano y en zonas subtropicales. • Lugar de origen: la incidencia es más alta en personas procedentes de países desarrollados. • Destino: cuanta mayor pobreza exista en el país, mayor será la incidencia. • Duración de la estancia: el riesgo aumenta con los días. • Tipo de hotel: dependerá de las condiciones higiénicas del mismo. • Estado clínico de la persona viajera: si presenta alguna enfermedad previa o pertenece a algún factor de riesgo.
Para evitar la diarrea del viajero, mejor evitar cubitos de hielo.
Tratamiento
El tratamiento ha de comenzar en cuanto aparezcan los primeros síntomas. En las diarreas leves será su ciente cambiar la dieta y tomar líquidos con azúcares y sales. En la o cina de farmacia se pueden dispensar las soluciones de rehidratación oral, que ayudan a reponer líquidos y los electrolitos que se pierden durante el proceso diarreico. En las diarreas moderadas puede ser necesario también el uso de un antidiarreico. El más utilizado es la loperamida, pero no ha de utilizarse más de 2 días seguidos, ni con ebre ni sangre en las heces o en menores de 2 años.
Recomendaciones
• Beber bebidas cerradas y embotelladas. No beber agua del grifo. • Lavarse bien las manos y con frecuencia. • Evitar los vegetales crudos y las ensaladas. • Evitar los cubitos de hielo. • Evitar helados, cremas, anes, natillas y derivados lácteos no pasteurizados. • Evitar alimentos crudos o poco cocinados. • Pelar la fruta uno mismo.
Motivos de remisión al médico
• Fiebre alta. • Náuseas y vómitos. • Dolor abdominal que no cesa. • Sangre y moco en las heces. • Duración de más de 5 días. • Signos de deshidratación.
Estreñimiento
El estreñimiento es la disminución del número de deposiciones (menos de 3 a la semana), ya sean poca cantidad y con una consistencia dura que di culta la defecación. Se conocen 2 tipos de estreñimiento: • Estreñimiento funcional: cuya causa se desconoce. • Estreñimiento orgánico: aparece como efecto secundario a la ingesta de medicamentos (tabla 1) o algunas enfermedades de origen metabólico, neurológico, enfermedades del colon e intestinal.
Viene derivada de una lesión de los nervios que controlan los movimientos peristálticos o los músculos de la pared.
Factores predisponentes
• Microbiota. • Poco consumo de bra y/o agua. • Consumo excesivo de laxantes irritantes. • Inhibición voluntaria del re ejo. • Malos hábitos defecatorios.
Motivos de remisión al médico
• Pacientes que llevan más de una semana sin hacer una deposición. • Dolor abdominal persistente. • Anemia. • Pérdida de peso brusca. • Estreñimiento de inicio reciente sin cambios aparentes. • Sangre en las heces. • Náuseas, vómitos, ebre, pérdida del apetito. • Obstrucción intestinal. • Antecedentes familiares de cáncer de colon o enfermedad in amatoria intestinal. • Pacientes con periodos alternos de estreñimiento y diarrea. • Lactantes, niños/as y embarazadas.
Se desconoce la causa orgánica del síndrome de intestino irritable.
Tratamiento no farmacológico
La medida más importante a considerar son los cambios en el estilo de vida, que se consiguen a través de una educación sanitaria adecuada basada en una serie de medidas higiénico-dietéticas. Entre las medidas higiénicos-dietéticas están: • No inhibir la defecación. • Realizar ejercicio físico moderado, como p.ej. caminar 3060 minutos todos los días. • Incluir alimentos ricos en bra en la dieta.
Tabla 1 Grupos de riesgo
Sales de hierro
Opiáceos
Analgésicos
Antidepresivos (IMAO, tricíclicos)
Laxantes (uso crónico)
Antihipertensivos
Antiácidos
Anticolinérgicos
Sales de bismuto Antihistamínicos
Anticonvulsivos
Antipsicóticos
Antiparkinsonianos
Relajantes musculares
Calcio
Anestésicos
Anticonceptivos orales
Diuréticos
Antidiarreicos
• Beber, al menos, entre 1,5 y 2 litros de agua al día. • Ir al baño de forma regular y, a ser posible, siempre a la misma hora. • Defecar en posición de cuclillas, ya que es la forma siológica adecuada.
Tratamiento farmacológico
Se instaura cuando las medidas higiénico-dietéticas no son efectivas. Se basa en el uso de laxantes que permiten que las heces se ablanden y aceleran el tránsito intestinal. Estos fármacos deben de usarse con la mínima dosis e caz y reducir su uso cuando mejoren los síntomas. Existen muchos tipos de laxantes: • Formadores de volumen.
Plantago ovata y metilcelulosa.
Son los más seguros y pueden utilizarse durante periodos largos de tiempo. Pueden utilizarse en el embarazo. • Estimulantes de la motilidad. Antraquinonas, bisacodilo, picosulfato, aceite de ricino. • Osmóticos. Macrogol, glicerina, salinos, lactulosa y lactitol • Emolientes. Para na.
Sindrome de intestino irritable
El síndrome de intestino irritable (SII), también conocido como colon irritable, es un trastorno funcional digestivo crónico frecuente que afecta al intestino grueso y se caracteriza por presentar cólicos, diarrea o estreñimiento, dolor e hinchazón abdominal sin causa orgánica conocida. Estos síntomas son variables y suelen persistir por un periodo largo de tiempo. Aunque afecta a personas de cualquier edad, por lo general aparece en la adolescencia o a comienzos de la vida adulta, sobre todo en las mujeres. Algunos pacientes pueden controlar los síntomas con cambios en el estilo de vida, la dieta y controlando su nivel de estrés. Se conocen 4 subtipos: • Con predominio de estreñimiento. • Con predominio de diarrea. • Tipo mixto: se alternan periodos de estreñimiento y periodos de diarrea. • No clasi cable en los 3 subgrupos anteriores.
Factores de riesgo
• Edad: menores de 50 años. • Sexo: mujeres, en su mayoría. • Antecedentes familiares. • Problemas de salud mental.
Tratamiento
Actualmente no existe ningún tratamiento que cure la enfermedad y los que existen están orientados a reducir la sintomatología. Es conocido que ciertos alimentos, como los FODMAP, pueden desencadenar la sintomatología por lo que deberán de eliminarse o restringirse en la dieta. Es fundamental una buena empatía entre el médico y el paciente, esto hará que mejore la adherencia al tratamiento. El tratamiento con probióticos puede mejorar el dolor abdominal y el meteorismo, aunque existe poca evidencia cientí ca para recomendar su uso. El tratamiento ha de combinar siempre medidas higiénico-dietéticas con el tratamiento farmacológico.
Medidas higiénicodietéticas
• Evitar consumo de alcohol y tabaco. • Realizar 4-5 comidas al día y sin prisa. • Identi car los alimentos que sientan mal y reducirlos o eliminarlos de la dieta. Evitar especias, grasas, cafeína, bebidas gaseosas, café, té. • Evitar el estrés. Hacer ejercicios de relajación. • Realizar ejercicio físico de forma regular, mínimo 30-45 min. al día. • Tomar tiempo para defecar. Ir al baño cuando se tenga ganas y no reprimirlas. • Dieta sana y equilibrada. • Beber 2 litros de agua al día para garantizar la hidratación en los episodios de diarrea.
Tratamiento farmacológico
Existen distintos fármacos que se instaurarán en función de la gravedad y predominio de los síntomas. • Dolor abdominal: anticolinérgicos y antiespasmódicos. Butilescopolamina o mebeverina.
A veces se recurre a antidepresivos tricíclicos o ansiolíticos. • Periodos de diarrea: antidiarreicos. Loperamida. • Estreñimiento: bras, reguladores de la motilidad o laxantes. Plantago ovata, goma guar.
Dietas bajas en FODMAP
Las dietas FODMAP son dietas pobres en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y azúcares polialcoholes fermentables. Esta dieta restringe el consumo de alimentos que contienen lactosa, fructosa, oligosacáridos con fructosa y galactosa y azúcares alcohólicos (xilitol, sorbitol, manitol). Se ha demostrado que una dieta baja en FODMAP, a corto y medio plazo, reduce la sintomatología gastrointestinal en pacientes con SII.
No fumar es positivo para el Síndrome del Intestino Irritable.
Enfermedad celiaca
La enfermedad celíaca es una enfermedad digestiva que modi ca la mucosa del intestino delgado, alterando la absorción de vitaminas, minerales y resto de nutrientes que contienen los alimentos. Los pacientes con esta patología no toleran una proteína llamada gluten, que se encuentra en los cereales (trigo, cebada, centeno y derivados híbridos derivados de estos como el triticale). En cuanto a la avena, no se sabe con exactitud si provoca el mismo daño que los otros cereales, por lo que en la mayoría de las guías se excluye de la dieta ya que es difícil que no esté contaminada con el resto de cereales que contienen gluten. Existe un componente genético en el desencadenamiento de la enfermedad, por lo que hay personas predispuestas a esta enfermedad. Cuando las personas toman algún alimento que contiene gluten, el sistema inmunitario responde provocando daño en la mucosa intestinal y respuesta inmunitaria ya que lo reconoce como “extraño” y, como consecuencia, se produce una alteración en las vellosidades intestinales que afectan a la absorción de nutrientes. Se caracteriza por presentar gran variabilidad en los síntomas que pueden ser de tipo intestinal y/o extraintestinal. Estos síntomas pueden aparecer solos o en combinación. El síntoma más frecuente es la diarrea mantenida con heces blandas y abundantes. Otros síntomas son: pérdida de peso, diarrea crónica, anemia, gases, dolor abdominal, heces abundantes y grasientas, calambres musculares, retraso del crecimiento, cansancio, dolores articulares y óseos.
Algunas personas no presentan ningún síntoma intestinal porque la parte del intestino que no está dañada es capaz de absorber nutrientes para prevenir los síntomas. Las razones que ayudan a desencadenar esta enfermedad son: • La inclusión del gluten en la dieta. • Predisposición genética a esta patología, principalmente relacionada con los antígenos de las histocompatibilidad HLA
DQ2 y DQ8. • Factores ambientales: como infecciones virales u otras infecciones. • Asociación con otras afecciones autoinmunes que también se producen por la combinación de susceptibilidad genética e infecciones.
La enfermedad celiaca se mantiene a lo largo de toda la vida. Una dieta exenta de gluten permite la desaparición de los síntomas clínicos y de la alteración funcional y a la normalización de la mucosa intestinal, aunque la lesión vuelve a aparecer y reaparecen los síntomas al incluir, de nuevo, gluten en la dieta. En cuanto al tratamiento, hay que decir que actualmente el único tratamiento es la dieta exenta de gluten.
Cambios en la dieta
Esta patología es un trastorno permanente, por lo que la retirada de la dieta de todos los productos que contienen gluten ha de ser para toda la vida y lo más estricta posible. Cuando se diagnostica, se aconseja recibir consejo dietético de una persona dietista- nutricionista para evitar posibles dé cits nutricionales, al igual que se recomienda hacer una buena ingesta de bra en la dieta y del resto de micronutrientes, que hayan podido sufrir malabsorción hasta el diagnóstico. Aunque es obligatorio especi car el origen de las harinas, almidones, sémolas, féculas y cualquier derivado de los cereales avena, trigo, centeno y triticale utilizados, se recomienda siempre leer la etiqueta de los productos que se compren. Deben evitarse en la dieta los alimentos elaborados artesanalmente sin que se conozca su composición, los que se compran a granel y los que no estén etiquetados porque no se puede comprobar el listado de ingredientes.
Recomendaciones
• Tener cuidado con la manipulación de alimentos en restaurantes, bares, comedores escolares, etc. • Evitar freír alimentos sin gluten en aceites donde se han frito otros con gluten. • Tener precaución con las harinas de arroz, maíz, etc, que se venden en supermercados y no llevan el certi cado de la ausencia de gluten, ya que podrían estar contaminadas. • Utilizar harinas y pan rallado sin gluten en las casas donde vive una persona celiaca. • Si hay duda de que el alimento contenga gluten, mejor no consumirlo. fv