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Noticia preliminar
Luego de leer algunas reseñas sobre la monumental antología 200 años de poesía argentina, publicada por Alfaguara (selección y prólogo del reconocido académico argentino Jorge Monteleone), no deja de embargarnos alguna aprensión al cerrar el presente trabajo. Sin embargo, nos alientan las razones que el poeta y profesor universitario, también argentino, Osvaldo Picardo nos brinda en el prólogo general de este Panorama de la poesía argentina actual, obra publicada por la revista de poesía Ulrika con motivo del Festival Internacional de Poesía de Bogotá, cuyo país invitado de honor en 2021 es precisamente Argentina. Picardo, para justificar la riesgosa empresa emprendida sin posibilidad de dar vuelta atrás, empieza por aclarar que no se trata de una antología, sino más bien de una decantada muestra de
textos de buena parte de los autores argentinos invitados al Festival Internacional de Poesía de Bogotá, desde 1992 hasta nuestros días, signada por la impronta no desdeñable de que en el mismo certamen, según se apresura a anotar también, han participado autores iberoamericanos de la talla de José Emilio Pacheco, Gabriel Zaid, Fabio Morábito, José Agustín Goytisolo, Blanca Andreu, Ana Rossetti, Jordi Virallonga, Eugenio Montejo, Luis Miguel Madrid, Alberto Rodríguez Tosca, Gonzalo Rojas, Teresa Calderón, Lêdo Ivo, Affonso Romano de Sant’Anna o José Paulo Paes… en compañía de grandes y queridos poetas y escritores colombianos como María Mercedes Carranza, Fernando Charry Lara, Mario Rivero, Matilde Espinosa, Darío Jaramillo Agudelo, Juan Gustavo Cobo Borda, Samuel Jaramillo, Jotamario Arbeláez, Luz Mary Giraldo, Fernando Linero y Evelio José Rosero… mencionando sólo algunos.
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Todo emprendimiento en torno a la cultura y el arte exige de suyo la configuración de una especie de entramado sostenido por eso que ya es un lugar común llamar vasos comunicantes, y este emprendimiento en particular, la revista de poesía Ulrika y todos los eventos y publicaciones que
de ella se derivan, no podría sustraerse de dicha dinámica enriquecedora. Desde esta perspectiva se hace necesaria una breve relación de los poetas incluidos en el primer Tomo, dado su vínculo evidente y necesario con los que integran el segundo. Ulrika inicia su labor de promoción y conocimiento de la poesía iberoamericana a partir de octubre de 1981 con el estímulo y la generosidad de colaboradores que empezaron a sumársenos, año tras año, desde diversos países y ámbitos generacionales, conformando, por derecho propio la avanzada de poetas que asistieron a las primeras ediciones del Festival (y a quienes no podemos menos que considerar ‘Fundadores’). En lo que toca a Argentina, la mayoría de ellos hacen parte del primer Tomo de este Panorama, siendo sus sugerencias los insumos irrefutables para tejer el entramado cultural y poético que hoy presentamos no como un corpus cerrado sino más bien, tal como corresponde a toda empresa del espíritu humano, como un organismo vivo y dialéctico.
Por razones obvias, en su prólogo al presente Panorama, Picardo no hace referencia puntual a su escritura, lo que nos permite apelar a la apreciación sobre su trabajo que nos
entrega Joaquín Giannuzzi, uno de los más destacados poetas argentinos del siglo xx. Dice Giannuzzi:
El mundo como realidad y ficción: esta es la visión que depara, como discurso disparador, la poética de Osvaldo Picardo. Su lectura nos entrega el ejercicio y el resultado de una mirada de vasto espectro sobre las cosas que nos rodean y nos habitan, las visibles y las escondidas, las evidentes y las secretas...
Sin duda alguna hay aquí un eco o una suerte de plática con las propias palabras de Picardo cuando anotaba en otra parte a propósito de su propia obra:
“Todo está dicho y llegamos demasiado tarde. De ahí que hablemos por boca de otros y sobre-escribamos un poema infinito que nadie alcanzará a leer sino de a pedazos. No es esa la primera limitación que debemos asumir? Lo nuestro es escribir entre comillas, citar, aun no sabiendo que citamos”.
Osvaldo Picardo (Mar del Plata, 1955) es una de las figuras destacadas de la “poesía de pensamiento” que se dio
en el período de la postdictadura argentina a finales del siglo xx. Activo promotor y difusor de la creación literaria como director editorial de la Universidad de Mar del Plata o como codirector de la revista La pecera, junto con el poeta y crítico literario y de cine Héctor Freire, a su vez incluido en el primer Tomo de esta muestra, Picardo ha colaborado con la revista Ulrika y con su Festival desde hace ya casi una década.
Otro recurso para tener en cuenta a la hora de acercarse a las expresiones poéticas de un país dado es el de abarcar, en la medida de lo posible (y de su validez concreta), la mayor cantidad de regiones, matices culturales y generacionales, sobre la base de los más definidos. Pudiéndose ir así en nuestra lectura, por ejemplo, de Julio Salgado (Frías, Santiago del Estero, 1944) a Carlos Aldazábal (Salta,1974), sin olvidar rasgos particulares entre uno y otro como serían la vocación pictórica en el primero, al lado de la musical en el segundo. Desde este mismo ángulo podrían mirarse los casos de Mariana Suozzo (Buenos Aires, 1982), Mónica Muñoz (Santa Fe, 1957), Kato Molinari (Córdoba, 1944) y Francisco Madariaga (Corrientes 1927-2000).
Siguiendo nuestra verificación de ese entramado tejido entre los dos Tomos que conforman este libro, de la lectura de Jorge Boccanera se vislumbran las líneas trazadas por sus afinidades estilísticas, que van de un cierto coloquialismo a un lirismo traspasado por el compromiso social y humano vía Gelman (y César Vallejo), para llegar así a las apuestas particulares de Laura Yasan (1960) y Guillermo Bianchi (1970), desde Buenos Aires.
Diario de poesía, el magnífico periódico literario dirigido por Daniel Samoilovich entre 1986 y 2011, sirve de inmejorable carta de presentación a tres poetas que, en su aplicación al espíritu de exploración y difusión de las diversas propuestas estéticas contemporáneas de occidente, delinearon sus voces desde una misma generación: Daniel García Helder (Rosario, 1961), Martín Prieto (Rosario, 1961) y Fabián Casas (Buenos Aires, 1965), animador este último de la mítica, aunque efímera, revista 18 whiskys.
De Santa Fe y centrados en el ejercicio del periodismo y el activismo cultural tenemos a los poetas Raúl Bigote Acosta (Rosario, 1944), Héctor Berenguer (Rosario, 1948) y Néstor Fenoglio (Santa Fe, 1964). Y desde la diáspora
resuena la palabra de Carlos Vitale (Buenos Aires, 1953), poeta y traductor radicado en Barcelona; Rodrigo Eduardo Galarza (Corrientes, 1972), quien actualmente se desempeña como editor del sello Amargord, dirige la revista de estudios poéticos y la colección de poesía latinoamericana así como el ciclo de poetas en vivo de la misma casa; Luis Thenon (Buenos Aires, 1955), vinculado a la docencia universitaria en Montreal, y Ana Wajszczuk (Buenos Aires, 1975) quien profesó el periodismo desde Buenos Aires y Costa Rica y actualmente trabaja como editora.
Por último, y como parte de las alternativas que no sólo nos permitió el Festival como tal para la elaboración de este libro, volvemos a nuestra revista (Ulrika), en cuyo número 56 dedicado a hacer un rastreo en torno a las Nuevas voces de la poesía iberoamericana, Osvaldo Picardo, en el apartado correspondiente a Argentina, publicó un artículo titulado “Poesía argentina del siglo xxi: Qué hay de nuevo, viejo?” en el cual nos propone una serie de autores entre los que se cuentan Valeria Cervero (Buenos Aires, 1972) y Laura López Morales (Córdoba, 1976), con quienes continuamos el encuentro con la poesía argentina en la certeza de que más
temprano que tarde podremos presentar el Tomo tres de un Panorama cambiante y rico, tras un horizonte sustentado en “este maldito goce de cantar...”.
Los eDitores Bogotá, 1 de mayo de 2021