DESFIGURACIONES / EDWIN LLUCO
DESFIGURACIONES EDWIN LLUCO
DESFIGURACIONES / EDWIN LLUCO Raúl Pérez Torres Presidente CCE Guido Díaz Director de Museos CCE Carlos Yánez Montaje: Taller de Museografía Imagen de portada: Pregúntame ¿cómo me siento? Técnica mixta sobre tela, 2014
CCE
SALAS KINGMAN Y GUAYASAMÍN Quito, Avs. 6 de Diciembre N16-224 y Patria Frente al parque El Ejido www.casadelacultura.gob.ec Inauguración: 7 de mayo de 2015, 19h00 Clausura: 28 de mayo de 2015 Horario: Martes a sábado de 09h00 a 16h00
Dirección de Publicaciones
Diseño del catálogo: Santiago Ávila S. Impresión: Editorial Pedro Jorge Vera, CCE Hecho en Ecuador
NUESTROS PAISAJES Guido Díaz Navarrete
Comentando la obra de Lluco, Vinicio Bastidas cita de Kafka la siguiente frase: “…no cedas; no bajes el tono, no trates de hacer lo lógico, no edites tu alma de acuerdo a la moda. Mejor sigue sin piedad tus obsesiones más intensas…”, y esto es precisamente lo que nos demuestra en esta exposición: sus obsesiones más intensas. Sus obras toman la forma de “…dolor, desesperación, trauma, frustración, soledad, fracaso…”, según sus propias palabras, con ellas desea hacernos sentir las “…balas que nos persiguen” y demostrarnos que somos “… presas de ambiciones canibalescas…”. Pero por sobre sus intenciones de denuncia y de protesta, podemos reconocer su necesidad de expiación de culpa; sus látigos y sus silicios atormentando su mente y su cuerpo; el barroco religioso mostrando sus imágenes y sus símbolos. Por sobre sus intenciones de sátira y de burla, podemos ver su afán de construir un mundo opuesto. Lluco crece como artista y se expresa con toda la fuerza de su dibujo, de sus formas y colores. Está armando un inmenso puzle que cuando lo concluya, nos mostrará el paisaje en el que todos nos reconoceremos.
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‘PARA NO MORIR, ME MUTILO’ Vinicio Bastidas Artista Plástico
No cedas; no bajes el tono, no trates de hacerlo lógico, no edites tu alma de acuerdo a la moda. Mejor sigue sin piedad tus obsesiones más intensas. Franz Kafka
Es interesante escribir el texto de Kafka como introducción y reencontrarme con la obra de Edwin Lluco. Parecería que ese texto hubiese sido escrito para él y su obra. Serán tal vez ya veinte años de conocer y seguir muy de cerca la búsqueda, evolución y aciertos en la trayectoria creadora del Maestro y constatar gratamente que continúa testarudamente, en lo positivo, en su profunda experiencia interior, la cual le ha permitido mostrar su propia imagen; siendo ésta, a su vez, el reflejo y la manifestación del tiempo en que le ha tocado vivir. Así “el problema que todo artista ha de plantearse en el curso de su evolución y para el cual ha de hallar uno u otro tipo de soluciones, no es cómo adaptarse mejor a la sociedad y sus convenciones, sino por el contrario, cómo librarse de ellas con mayor fortuna”1. Este camino recorrido por Edwin Lluco en una sociedad de cambios vertiginosos, a la cual le cuesta coexistir dentro de una cultura plurinacional y multiétnica; este recorrido, decía, le ha llevado a adentrarse en su yo más profundo, propiciando el regreso y la redefinición de su identidad a partir de la memoria. 1
Fundamento de Sociología y Arte, Arnold Hauser, Ed. Guadarrama, Madrid, 1975. l 5
Pero la identidad sólo se puede medir con referencia a otros y no a sí misma. Uno de estos aspectos en la obra de Lluco es la fijación y permanencia en el lenguaje tradicional y la representación tradicional, la pintura como medio y la figura como tema, reafirmándose de esta manera en la figuración como lenguaje. Esto explica su nula adherencia a los movimientos informalistas abstractos y conceptuales muy de moda desde la segunda mitad del siglo XX, que implican procesos de elucubración puramente idealistas... ...Porque si el mundo es redondo, no sé qué es ir adelante, decía Facundo Cabral en una de sus canciones. De la misma manera para avanzar e ir adelante, Lluco abandona la línea recta, conocida como la distancia más corta entre dos puntos, y sus desplazamientos los realiza en una forma dialéctica, anulando así su regreso al punto de partida. Fuerte, contundente y sin disfraces: una obra comprometida con su tiempo, con lecturas que van desde el amor a la rebeldía y que a través de representaciones visuales nos cuenta la tragedia y la esperanza de vivir en el mundo contemporáneo. Edwin Lluco es un narrador. Epílogo: el artista tiene que sentir su proprio yo, sus vivencias más personales y sus más íntimos sentimientos, como algo separado de él, extraño y opuesto a su voluntad formal, si quiere expresarlos de modo correcto. A. Hauser
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ÂżQuieres verme...? DesnĂşdate... (50 x 80) cm Mixta sobre tela, 2014
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Sobornables
(120 x 130) cm Mixta sobre tela, 2014
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Cicatriz II
(80 x 50) cm Mixta sobre tela, 2014
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Mediocre buscando la quinta pata al cocodrilo (100 x 120) cm Mixta sobre tela, 2015
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Tentaciones y malos pesamientos, fruto de necesidades no bรกsicas (90 x 110) cm Mixta sobre tela, 2015
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Alfiletero, mal de ojo (85 x 95) cm Mixta sobre tela, 2014
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Malos pensamientos (50 x 70) cm Mixta sobre tela, 2014
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Eso de morir con la botas puestas es una farsa (Detalle) (80 x 100) cm Mixta sobre tela, 2014
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CĂrculo no vicioso (28 x 20) cm Mixta sobre tela, 2014
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Tres procesos, tres fracasos
(110 x 150) cm Mixta sobre tela, 2014
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Superpoderes (30 x 30 x 85) cm Escultura, 2012
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Hon ta‌ el chunchi (14 x 20) cm Mixta sobre tela, 2014
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Futuro incierto
(35 x 40) cm Mixta sobre madera, 2014
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Contraste
(50 x 25) cm Mixta sobre canvas, 2012
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Ojo siniestro
(50 x 25) cm Mixta sobre canvas, 2012
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DiecisĂŠis ojos
(32 x 44) cm Mixta sobre MDF, 2012
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Lengua larga y mojigato (50 x 25) cm Mixta sobre canvas, 2012
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EDWIN MIGUEL LLUCO ORTIZ Riobamba, 1972. TelĂŠfonos: 0979189308. E-mail: llucoedwin@hotmail.com
Desfiguraciones / Edwin Lluco se terminó de imprimir en el mes de abril de 2015 en la Editorial Pedro Jorge Vera de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Presidente: Raúl Pérez Torres Director de Publicaciones: Patricio Herrera Crespo
EDWIN LLUCO, OFICIO E IRREVERENCIA En un mundo donde espinas se incrustan en todas las dimensiones del ser humano y el consumo es parte del ceremonial, casi religioso, de una posmodernidad sin conciencia que ha roto todos los equilibrios, las obras plásticas del artista Edwin Lluco se encaminan en la cuerda floja a crear una forma de entender el mundo con la que podamos transformarlo desde colores y filosofías estéticas. Siendo un creador vinculado por la piel y la cosmovisión a los movimientos indígenas, siente en todos sus karmas el dolor del pueblo y lo proyecta con temáticas que rompen el paisaje visual, con realidades donde sus protagonistas crucificados sangran la tierra y los pájaros, con gritos de ocres ensordecedores exigiendo la reivindicación y en algunos casos la venganza. La obra tiene un indigenismo urbano, refleja la necesidad de tener voz y poder usarla. Los colores son alfabetos, con los que levanta el tiempo para que nadie olvide las perspectivas y formas de la crueldad humana. Con fuerza y a veces con violencia, el color rompe con la pasividad, el espectador no puede abstraerse ante una obra que no claudica, que no se sustrae de la realidad con facilismos, con bellas creaciones que en esta ambigüedad no tienen sentido. Lluco es un pintor poseído por la urgencia de entregar, de aportar desde sus lienzos. Poseso en donde el arte duele en la condición humana. Gabriel Cisneros Abedrabbo