N°1
La proyección 100 años de del FA en el la Revolución nuevo escenario Rusa político
El carácter del Desafíos y Estado en un estrategias desde gobierno la izquierda frenteamplista 1
Escriben: Cristián Cuevas, Pablo Sepúlveda, María Graciela López, Lucas Cifuentes, Oscar Menares y Felipe Cáceres Merello
“Con la idea de política salvaje me propongo pensar un conjunto diverso de prácticas que no se realizan para organizar y reproducir la dominación, sino que más bien se despliegan para cuestionarla, atacarla y desmontarla” Luis Tapia Mealla
Comité editorial Felipe Cáceres Merello Cristián Rojas Cortés María Graciela López Sheers Tamara Ortega Uribe
Una publicación de Fundación Emerge Diciembre 2017
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ÍNDICE Editorial
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Revolución Rusa: la referencia ya cumple un siglo Felipe Cáceres Merello
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Pensar y proyectar la izquierda en el Chile de hoy: desafíos en el corto y mediano plazo Cristián Cuevas
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Cambio de ciclo y la emergencia del Frente Amplio: ¿Cambio en la línea o cambio de línea? Pablo Sepúlveda
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De la emergencia a la consolidación del proyecto alternativo María Graciela López
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Un gobierno frenteamplista, notas sobre una hipótesis necesaria Lucas Cifuentes
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EDITORIAL Estamos siendo parte de un proceso de construcción política que puede marcar un antes y un después para las pretensiones y anhelos de cambio de muchos y muchas. Como hace mucho tiempo no ocurría -tal vez demasiado-, se vislumbra una ventana para empujar las necesarias transformaciones estructurales del actual modelo político y económico chileno. El Frente Amplio (FA) en ese sentido representa el surgimiento de una nueva fuerza política que reconfigura el escenario político nacional y abre la posibilidad de poner en cuestión la hegemonía neoliberal que ha dominado por más de 40 años el curso de los acontecimientos en el país. Desde su conformación como organización política y social, Nueva Democracia se declara frenteamplista, siendo pieza fundamental en la construcción política y programática del FA, siempre desde la izquierda como referencia política y con un horizonte claramente anticapitalista y socialista. Desde esa posición buscamos jalar el devenir del FA hacia una profundización de las demandas de cambio y en vinculación con el mundo del trabajo y el mundo popular. La primera vuelta y el éxito electoral obtenido por el FA culmina esta primera etapa de construcción. Tales resultados nos hacen soñar en grande y nos plantean enormes perspectivas y mucho más grandes desafíos y responsabilidades. Ello nos obliga estar a la altura de las circunstancias, lo que implica antes que todo desarrollar una profunda reflexión política que nos entregue bases sólidas para consolidar una línea de trabajo de incidencia efectiva tanto dentro de la izquierda como dentro del FA. En esa línea, el debate debe ser franco y abierto, partiendo por lo que se ha hecho y dejado de hacer y, luego, lo que se debe llevar a cabo para proyectar un horizonte de construcción y de disputa por la hegemonía. La presente publicación busca ser un espacio de análisis político, discusión e intercambio de ideas, abierto a todos/as aquellos/as que aspiran a rebelarse frente a la asfixiante domesticidad que se nos impone y, por tanto, se sienten convocados a responder al incontrolable impulso de pensar una sociedad futura emancipada. Ante el binarismo que opone civilización y barbarie, aspiramos a una rebeldía salvaje que, sin melancolía o nostalgia por el pasado, busque pensar un nuevo horizonte civilizatorio. A afilar colmillos y garras.
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100 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA
REVOLUCIÓN RUSA: LA REFERENCIA YA CUMPLE UN SIGLO Felipe Cáceres Merello Militante Nueva Democracia
¿Por qué recordar un evento que sucedió hace 100 años, cuyo rastro hoy ya no existe y que incluso en el país donde ocurrió ni siquiera se le celebra? Básicamente porque la Revolución Rusa es uno de esos momentos únicos que marcan la historia y la reconducen. Más aún, esa reconducción fue realizada desde la perspectiva de los/as trabajadores/as, de la gente sencilla, de los humildes. Vale por tanto no olvidar algunas de sus lecciones. Para ello quisiera en esta breve columna detenerme en tres elementos básicos.
perfilando el camino para quienes soñaban con otro mundo posible. La Revolución Rusa entregó esperanza, marcó una épica y transformó la forma de ver el mundo hasta entonces. Tuvo tal impacto que dividió el mundo en dos no sólo geopolíticamente, sino también ideológicamente, culturalmente, simbólicamente y emocionalmente. De ahí en más la política se separaba básicamente entre los que hablaban de que una sociedad capitalista era el camino normal e ineludible de la humanidad y los que hablaban de otra sociedad, de otro tipo de Estado, de otra educación, de otras pautas de convivencia, de otro tipo de organización
En primer lugar, la revolución rusa fue ante todo un acontecimiento político que marcó la trayectoria del siglo XX, y lo hizo
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social. Esta escisión marcó también el octubre será de esta manera un rumbo de la mayoría de los países de momento, un corolario de una victoria este lado del mundo, abriendo una época ideológica, política y cultural entre la de rebeliones y permitiendo, desde población movilizada. lógicas de contención de la revolución En tercer lugar, la Revolución Rusa por parte de los sectores hegemónicos, demuestra la capacidad bolchevique de avanzar en demandas populares a partir asumir la historia como viene y no como del surgimiento de los Estados de debería ser. El proceso revolucionario Compromiso (a la usanza de los Estados estalla en 1917, contra teoría, en la de Bienestar en Europa) y los regímenes periferia del capitalismo, en un país nacional-populares, con alta incidencia atrasado, semi-feudal, con de las organizaciones de poca clase obrera e incluso trabajadores/as. “La Revolución con poca cultura política. La Rusa demuestra la En segundo lugar, la revolución rusa es por ello Revolución Rusa es una ruptura con los dogmas, capacidad de igualmente ejemplo de la así como también una asumir la historia culminación de una voluntad lección de creatividad de poder, de la capacidad de transformadora, adaptando como viene y no incidir y lograr instalar una categorías, cuadros y formas como debería ser” idea o un imaginario que organizativas a las pueda expandirse e irradiar a necesidades históricas. toda una sociedad y, con ello, articular Actualmente avanzamos hacia una una coalición, ampliándola a otras situación de incertidumbre, donde la organizaciones y partidos. Recordar que globalización y su relato totalizante los bolcheviques, a pesar de su nombre parecen en entredicho (las grandes —en ruso, mayoritarios—, eran potencias mundiales tienden al inicialmente una minoría dentro de los proteccionismo), donde la crisis ecológica sóviets. Sin embargo, al llegar octubre los se hace cada vez más evidente y donde, bolcheviques no sólo eran mayoría, sino al menos en América Latina, se asiste a que además sus consignas las debatían una fase tardía del neoliberalismo en los soldados en el frente, las dueñas de clave de restauración conservadora casa, los obreros y los estudiantes. Los (aunque sin capacidad hegemónica). En bolcheviques tienen la capacidad de ese contexto, en el que se abren flancos convertir una línea política en una línea para correr el cerco, resulta fundamental hegemónica y de establecer alianzas para una izquierda anticapitalista donde no eran mayoría (como en el considerar estos elementos campesinado). El estallido final de concatenados que nos deja la Revolución
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Rusa, a saber: a) cuajar un nuevo momento épico de la acción colectiva, una nueva narrativa, por medio de la formulación de ideas-fuerza que logren disputar el sentido común (considerar en serio la disputa de los medios de comunicación); b) mantener una vocación de poder, ampliando las alianzas que permitan ganar incidencia en el escenario político nacional; c) fortalecer el compromiso con el/la otro/a, asumiendo nuevas formas de participación que renueven la mística militante; y d) dar cabida a la audacia,
para que las decisiones políticas no estén marcadas permanentemente por las mismas recetas. Ante nuevos escenarios, nuevas respuestas. ¿Será posible que el siglo XXI nos depare una escisión como la que produjo la revolución rusa? ¿Será posible que, en condiciones distintas, esos entusiasmos, esos sueños por otro mundo vuelvan a levantarse y transformarse en referente para el resto? Al menos algo sí parece claro: el mundo del siglo XXI necesita revoluciones.
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DESAFÍOS Y ESTRATEGIAS DESDE LA IZQUIERDA
PENSAR Y PROYECTAR LA IZQUIERDA EN EL CHILE DE HOY: DESAFÍOS EN EL CORTO Y MEDIANO PLAZO Cristián Cuevas Integrante Mesa Ejecutiva Nueva Democracia
En estas semanas posteriores a las elecciones del 19 noviembre y ad-portas de la segunda vuelta, se ha instalado un escenario convulso, de gran incertidumbre, en que las fuerzas hegemónicas han caído presas de la ansiedad y sus contradicciones. Sin duda, ello responde a lo sorprendente de los resultados, que han dejado al Frente Amplio como una tercera fuerza con capacidad real de disputar de acá en adelante el curso del país, producto de su alta votación presidencial, de una
bancada considerable y de un programa que se atreve a cuestionar abiertamente el modelo social, económico y político instaurado en dictadura. Después del 19 de noviembre, es posible decir que ha habido un cambio en la historia y que de manera muy tenue aún, quizás, se ha resquebrajado el orden neoliberal en Chile que ya crujía desde hace una década. Sin embargo, como fuerzas emergentes no estamos lamentablemente exentos de
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ese cuadro de ansiedad. En el Frente Amplio, lo repentino de los resultados nos han sorprendido con la realidad de que muchas de nuestras organizaciones aún poseen precarias y débiles formas orgánicas y están en sus propias batallas por sostenerse y responder a los desafíos que se abren.
destacada del mismo. En esta ocasión, la emergencia del Frente Amplio pareciera haber socavado y desestabilizado el pacto consensual neoliberal, por lo que su actuación ante la segunda vuelta requiere considerar de manera distinta los elementos del juego político.
Si antes bastaba simplemente con Este domingo viviremos la segunda marginarse o sólo actuar con tímidos vuelta electoral disputada entre las dos gestos, el nuevo escenario que se abrió coaliciones que han nos puso como administrado estos 27 años de protagonistas, pero sin “De ganar la la soñolienta democracia que poseamos un libreto chilena. Es una disputa al que nos indique cómo derecha, arriesgamos interior del bloque actuar, de modo que nos indiferenciarnos en gobernante, entre quienes hemos visto atravesados una sola oposición, buscan suavizar el por la pregunta de qué neoliberalismo, otorgarle hacer y qué papel jugar. compitiendo el lugar legitimidad al modelo El Frente Amplio viene interpelador con las suavizando sus efectos, y con el frescor de lo quienes aspiran a su fuerzas de la Nueva nuevo pero bajo la restauración y profundización. amenaza de la mala Mayoría” Esta vez, sin embargo, se trata política que muchas de una segunda vuelta distinta. Si bien el veces no nos deja ver el horizonte o que sistema político chileno ya había asumido nos paraliza ante la indefinición y nuestra la existencia de una segunda vuelta en falta de práctica en las grandes lides de la que se medían ambas coaliciones, esta política. La discusión actual, que se vez se da en un escenario distinto. Hasta resume en votar por el candidato de la ahora las fuerzas duopólicas actuaban Nueva Mayoría o bien marginarse (ya sea siempre en el marco del consenso anulando, votando en blanco o no yendo establecido a fines de los 80’, asegurando a votar), es una situación que la izquierda la estabilidad del modelo y los esfuerzos ya ha vivido en las últimas cuatro críticos no pasaban de ser un gesto. segundas vueltas presidenciales. Esta vez, no obstante, la situación ventajosa Si bien el Frente Amplio no es parte de la del Frente Amplio genera una dinámica segunda vuelta, no es un observador distinta donde, más allá de la ajeno al cuadro, sino que parte candidatura de la NM, son las
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proyecciones de crecimiento del Frente Amplio las que se ponen en juego.
logrado. Sin dejar de lado nuestros principios éticos, nos vemos en la necesidad de votar por el candidato de la Nueva Mayoría porque en términos políticos es la alternativa que más nos asegura que podamos proyectarnos como fuerza emergente y afianzar nuestras aún incipientes conquistas. De ganar el candidato de la derecha, arriesgamos disgregarnos e indiferenciarnos en una sola oposición, compitiendo el lugar interpelador con las fuerzas de la Nueva Mayoría. Por el contrario, de ganar la Nueva Mayoría, nos aseguramos fortalecer nuestro rol de impugnadores de la coalición contando, además, con una bancada parlamentaria que deberá confrontar al Gobierno con sus promesas y a evidenciar sus contradicciones, buscando la proyección de nuestra influencia en sectores progresistas y de izquierda de la Nueva Mayoría descontentos con el más que probable traslado de esta hacia posiciones moderadas.
En otras ocasiones, en la izquierda apelábamos a un voto ético, debido a que no teníamos la fuerza suficiente para generar presión real en el escenario político. Lo que justificaba nuestro comportamiento en segunda vuelta eran nuestros principios éticos, de modo que votar o no se revestía de un carácter político en función de los principios que defendíamos y que nos llevaban a rechazar al carácter falseador de la Concertación que, revestida de progresismo, finalmente defendía posiciones conservadoras como administradores del modelo. Se trataba de un gesto o testimonio político justificado en nuestra perspectiva ética. Esa, a mi modo de ver, es una situación totalmente distinta a la que tenemos hoy, pues no sólo es un gesto o testimonio lo que está en juego, sino la afirmación política de lo que hemos
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Ahora bien, para el futuro ¿Qué nos falta para que las ideas de la izquierda avancen en este siglo XXI y no se diluyan en la cooptación eficiente que el neoliberalismo ha logrado en las mayorías con su industria cultural, política y económica? Creo que debemos volver con más fuerza e inteligencia a disputar el sentido común no sólo en términos discursivos; debemos volcarnos al mundo popular y mostrarles que podemos representar una mayor consistencia con la defensa de sus necesidades e intereses. Se trata de ir a disputar la influencia sobre aquellos sectores que hoy producto de esta devastación y desesperanza producida por el neoliberalismo están secuestrados por la ultra derecha, el fundamentalismo religioso y el clientelismo. Debemos, sin duda, asentarnos también en las capas medias, aquellas que producto del endeudamiento y el desmantelamiento de sus derechos, viven el agobio del
sistema, evidenciándoles que su situación e intereses no son muy distintos de la de los más pobres. Debemos también mirar y pujar por un nuevo sindicalismo que lea los cambios del mundo del trabajo y los modos de explotación actual. En esto, debemos estar alertas ante la robotización en amplios rubros productivos que amenaza la continuidad de miles de puestos de trabajo, precarizando aún más las condiciones de vida de millones. Todo esto lo debemos construir desde las experiencias de luchas del movimiento social y popular chileno y latinoamericano, de sus victorias y sus fracasos, formando una militancia critica, vigorosa, que asumiendo la riqueza del conocimiento académico, sea autónoma de los intereses de las elites, produciendo un conocimiento teórico y práctico que sea fiel reflejo de las necesidades de las mayorías.
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LA PROYECCIÓN DEL FA EN EL NUEVO ESCENARIO POLÍTICO
CAMBIO DE CICLO Y LA EMERGENCIA DEL FRENTE AMPLIO: ¿CAMBIO EN LA LÍNEA O CAMBIO DE LÍNEA? Pablo Sepúlveda Militante Nueva Democracia
Notas para la discusión
disputa dicha hegemonía) y cómo esta construcción político programática es capaz de proyectar un horizonte (no sólo ideológico declarativo) socialista.
La emergencia del Frente Amplio (FA) como expresión política antineoliberal en el campo político, nos sitúa en un escenario nuevo, donde se impone como desafío principal la construcción político programática capaz de disputar la hegemonía neoliberal en el nuevo escenario político (para esto es menester caracterizar el nuevo escenario político y a quienes se les
El nuevo ciclo político A) La emergencia. El consenso del Chile post-dictatorial es un consenso entre las elites políticas y el empresariado, que delimita la política
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como espacio de administración de las la acumulación neoliberal. Esta consecuencias del modelo de emergencia se produce en gran medida a acumulación neoliberal. Así, la política se pesar de las estrategias de la izquierda subordina a la primacía del mercado anti-neoliberal. El estallido, sin embargo, como verdad técnica y como proyecto de no altera de modo significativo la sociedad. La destrucción (por la vía física, conformación orgánica ni programática, de la cooptación de dirigencias, y de la ni la alianza de clases organizada detrás disputa ideológica) de las organizaciones del sistema de partidos post-dictatorial. y sectores anti-capitalistas fue Como única excepción se produce el prácticamente completa, lo que configuró fortalecimiento relativo del PC, un espacio político atrofiado rápidamente cooptada “El proceso de al que la izquierda sólo podía mediante la creación de la acceder desde posiciones de Nueva Mayoría (NM). Valparaíso es marginalidad y testimonio. En términos electorales, el resultado de un Por décadas, las reducidas año 2013 se produce una expresiones políticas de la quiebre con la tesis traducción política del izquierda quedaron naciente bloque antidel incidir acuñada encerradas en lo identitario, neoliberal, la que está aislada de los sectores desde el 2006 por fuertemente limitada por la populares, aferrada a una Izquierda Autónoma” falta de un desarrollo suerte de suma de minorías, orgánico y político previo. intentando infructuosamente conducir un El bloque se expresa de forma nítida en malestar que era real, pero que más que las candidaturas de Todos a la Moneda construir hegemonía, se enfocaba en (TALM), Igualdad, Boric y Jackson. Un denostar a sus adversarios políticos y a sector de la NM, por otra parte, esas mismas bases sociales que debía incorpora dentro de su oferta electoral conducir. pública demandas instaladas por los Los procesos del 2006 y el 2011 (por actores antineoliberales, incorporando dotarnos de referencias temporales también a su esfera a algunos de estos generales) anunciaron, como síntesis mismos actores (fundamentalmente a provisorias, la emergencia política del sectores de Revolución Democrática). malestar social con las consecuencias de
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La elección de Sharp en Valparaíso, corresponde a una iniciativa política que logra romper con la clausura electoral de sectores antineoliberales, en base a un esfuerzo autónomo de acumulación en disputa con ambas expresiones del duopolio. Es imprescindible señalar que el proceso de Valparaíso es resultado de una ruptura en el autonomismo, la que en síntesis quiebra con la tesis del incidir acuñada desde el 2006 por Izquierda Autónoma y, en el mismo proceso, realiza la tesis alternativa de construcción y disputa desde la fuerza propia.
dotaron de legitimidad a las fuerzas que convocaron la fundación del FA, como conglomerado político en disputa contra las fuerzas administradoras del neoliberalismo. El cambio de ciclo que comienza a gestarse el año 2006, se expresa el año 2017 en la irrupción del Frente Amplio en el campo político nacional, la creciente legitimidad social de las demandas instaladas desde el 2006, y en un cambio importante en el comportamiento del electorado. No se expresa en un cambio en las orientaciones estratégicas de las dos grandes coaliciones, que dado su consenso básico (carácter del estado, exclusión política y dispersión orgánica de los sectores populares, entre otras) hemos denominado duopolio.
En el caso de Valparaíso, el desgaste de la NM como alternativa cualitativamente distinta de la derecha, la reducción del padrón electoral disponible para que la NM reprodujera inmediatamente sus posiciones en el aparato estatal, la legitimidad social del malestar anti-neoliberal y la maduración orgánica de las fuerzas antineoliberales,
B) Un eje diferenciador en la coyuntura política: cambio de línea y cambio en la línea.
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Sin caricaturizar, es razonable afirmar asociados a la izquierda antineoliberal que la NM (Concertación, Fuerza de como proyecto político. Sin embargo, el Mayoría, el gobierno actual) ha operado anti o post-neoliberalismo es aún un en los hechos como fuerza horizonte brumoso e indeterminado, conservadora, en oposición que ninguna fuerza dentro o fuera del programática a los proyectos postFA actualmente ha logrado dotar de neoliberales. Si bien la imagen de suficiente profundidad ideológica ni centro-izquierda de la Concertación se programática –aunque en este último revitalizó incorporando al PC, su aspecto el Frente Amplio sí haya confrontación política desarrollado más “El cambio en la línea directa con el Frente avances. Amplio ha permitido que significa incorporarse en La irrupción del FA se este posicionamiento relaciona claramente un bloque pre-existente profundo de la coalición entonces con la quede expuesto con más para disputar politización de un claridad ante la malestar social con el internamente su dirección. población. neoliberalismo, donde El cambio de línea En contraste, el FA vino a el desarrollo de su apuesta a la destrucción ocupar y al tiempo a proyecto como fuerza intentar construir un pasará necesariamente política de este bloque espacio de disidencia por la elaboración de un mediante la formación de política respecto del proyecto político postconsenso básico que neoliberal, existiendo uno nuevo que socave su organizó la política en la diferentes alternativas capacidad de dirección” post-dictadura. estratégicas en la realización de tal De lo anterior resulta más o menos proyecto. En particular, identificamos la evidente que el rendimiento electoral y distinción entre un cambio de línea o un el carácter novedoso del Frente Amplio cambio en la línea del modelo políticoradica precisamente en su distancia social como una distinción crucial que respecto de esta política postparte aguas actualmente entre las dictatorial. La relevancia del carácter fuerzas del nuevo bloque. anti-neoliberal del Frente Amplio en el fenómeno de su irrupción, también se En términos sintéticos, el FA como refleja en la disputa por apropiarse de cambio en la línea designa la estrategia esta bandera que actualmente comienza de transformación en la que el cambio a entregar réditos políticos concretos se expresa en la integración de una por otros actores, no necesariamente nueva fuerza a la política real tal como
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ya está configurada. De acuerdo a esta obsolecencia de los equilibros políticos tesis, el FA debe lograr la representación de la post-dictadura. de actores hasta ahora excluidos de la El cambio en la línea significa, entonces, lucha político-institucional, realizando incorporarse en un bloque hegemónico con el apoyo de dicha base un pre-existente (la centro-izquierda) para despliegue parlamentario y social disputar internamente la dirección y (desde la movilización) que le permita temporalidad de su proyecto político incidir de manera decisiva en las mediante la fuerza acumulada hasta definiciones del estado sin aquí. El cambio de línea en tanto necesariamente socavar, como paso apuesta a la destrucción (política) de previo, la capacidad de este bloque mediante la representación (meramente “La capacidad del formación de uno nuevo formal, en nuestra visión) que socave sus bases Frente Amplio de que la NM aún ejerce sobre sociales y capacidad de sectores importantes de la convocar a esta nueva dirección, bloque nuevo clase trabajadora y las (por al que deberán sumarse base social de apoyo ahora, y a falta de una eventualmente sectores discusión más profunda de está mediada por su específicos de la NM y momento) nuevas capas sólo mediante el quiebre capacidad de medias. orgánico efectivo con la diferenciarse con La idea de la irrupción del alianza de clases y de Frente Amplio como cambio elites políticas que hasta claridad de la Nueva de línea, en cambio, postula aquí ha representado, Mayoría” que los resultados políticos además de otros (electorales, pero también sectores antineoliberales en su vinculación orgánica con distintas y/o abiertamente anticapitalistas hoy organizaciones sociales) se explican por, fuera del FA. Se trata en último término y sólo son sostenibles y proyectables de una disyuntiva entre profundizar en mediante, un cambio cualitativo en el la tesis de la emergencia y subsecuente campo político donde se inserta un proceso de construcción o capitalizar nuevo eje de diferenciación radical rápidamente el fenómeno a través de la entre fuerzas anti-neoliberales y fuerzas tesis de la incidencia. continuistas. Así, el proyecto político del Ambas estrategias, si bien han podido bloque anti-neoliberal no puede pasar coexistir de manera más o menos por tensionar el equilibrio político en la funcional hasta el momento, entrarán dirección de las reformas propuestas, en conflicto cada vez más explícito en la sino en cambio por producir la medida que el nuevo escenario político
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–con la irrupción del Frente Amplio como fuerza parlamentaria como elemento clave– se despliegue.
clientelizado por la NM, sino que mayoritariamente incorporando electores que ya se habían marginado del mapa político que se ofrecía desde el consenso neoliberal. De esto se deriva una conclusión pesimista y una optimista. Por una parte, la capacidad del Frente Amplio de disputar los nichos de la NM sigue siendo muy limitada, por lo que las estrategias de acercamiento simbólico u orgánico parecen destinadas a un rendimiento político limitado. Por otra parte, la incorporación de un nuevo electorado, más joven y de carácter más popular que el vaticinado, permite pensar en que las condiciones para la formación de una fuerza propia real son más propicias de lo que imaginamos a inicios del 2017.
C) Las bases de apoyo del bloque antineoliberal. Si bien la tesis de la emergencia política, se mostró acertada, es cierto también que otras tesis más específicas sobre la forma de la emergencia han resultado equívocas. Una de las más claras, era la idea de que la base de apoyo clave para el fenómeno político que se buscaba eran los electores desencantados de la NM. Conocidos ya los resultados electorales, vale la pena detenerse no sólo en cuántas personas votaron por el FA sino también en quiénes lo hicieron. Lo que observamos es que el 78% de la votación de Beatriz Sánchez provino de mesas nuevas (mesas conformadas por votantes inscritos de forma obligatoria): es decir, principalmente de electores que no habían participado de las elecciones anteriores. Este resultado se reafirma cuando observamos que, si bien la abstención no varió de manera sustancial, el traslape entre el padrón activo este año y en las elecciones anteriores es claramente parcial.
Por supuesto, las diferencias territoriales permiten argumentar sobre la relevancia relativa de esta observación en distintos contextos. Sin embargo, es necesario observar que las dos estrategias electorales, acercarse al nicho clientelizado por la NM y construir una base de apoyo político propia, son en gran medida (y sobretodo en el mediano plazo) excluyentes: la capacidad del (y de cada una de las fuerzas en el) Frente Amplio de convocar a esta nueva base social de apoyo está mediada por su capacidad de rechazar la política post-dictatorial y diferenciarse con claridad de la NM.
Esto tiene varias implicancias políticas de gran relevancia. Por una parte, indica que el crecimiento electoral del Frente Amplio no se produce mayoritariamente disputando el histórico padrón
El escenario respecto,
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y las discusiones al están abiertas.
LA PROYECCIÓN DEL FA EN EL NUEVO ESCENARIO POLÍTICO
DE LA EMERGENCIA A LA CONSOLIDACIÓN DEL PROYECTO ALTERNATIVO María Graciela López Militante Nueva Democracia Coordinadora Mesa de Programa Frente Amplio
El desafío del Frente Amplio luego de recibir un 20,3% de respaldo ciudadano, compuesto en un 78% por inscritos nuevos (DecideChile, La Tercera 10 de diciembre de 2017), será construir y densificar aquellas ideas/propuestas con las que se logró encantar a más de un millón de adherentes y militantes frenteamplistas que apostaron por impulsar la instalación de una tercera fuerza política en el espacio institucional. El diagnóstico impulsado
por lo sectores dominantes (respecto a que el acceso al consumo no había dado espacio a la emergencia de un malestar social) resultó ser hegemónico por mucho tiempo, mientras que la izquierda no había logrado hasta ahora emerger con un discurso con capacidad de disputar esa hegemonía. En este contexto, el Frente Amplio logró dar cuerpo a un programa de gobierno a través de un proceso inédito en Chile,
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pues entregó la responsabilidad de proceso programático y que resultó ser elaborar este programa a la propia una considerable fortaleza, como fue la ciudadanía, la que se comprometió a construir desde los territorios y en dar cuerpo colectivo a sus ideas de país alianza directa con la gente, con las a través de la conformación de equipos organizaciones y movimientos sociales, (metodológico, web, en los Grupos de algunos de estos niveles de acción en los Apoyo Programático y audiovisual); de que tendremos que construir y disputar la participación en encuentros el sentido común hegemónico, al menos programáticos territoriales y/o deberían ser: autoconvocados en todas las regiones i. En la interna, como una invitación a del país; de la definición de los disensos construir un cuerpo teórico-políticomediante plebiscito; y transversalmente ideológico extenso, no a través de su participación exento de matices y “Debemos ser capaces en los comunales del Frente énfasis propios a cada Amplio, que lograron situar de construir una organización, que en los territorios el desarrolle de cara al país complicidad estratégica proyecto emergente de la lo que significan en la coalición, al menos en casi que garantice los práctica los principios un tercio de las comunas que hemos levantado necesarios mecanismos del país. como coalición y con que de expresión y de No obstante, este hemos convocado a Programa de Muchas/os, miles a salir de la presión desde la calle, no constituye aún el pasividad, esperando ver ante la tentación de proyecto político en qué se traduce esta caer en una política alternativo que nos nueva forma de hacer permitirá salir del política. excesivamente neoliberalismo y avizorar, ii. En el espacio institucionalizada” aunque sea muy institucional del lejanamente, la emergencia parlamento, en la instalación de de un nuevo modelo civilizatorio que correlaciones de fuerza que habiliten las ponga en tensión al propio capitalismo posibilidades de transformación que como modelo de organización pretendemos como coalición, en el económica y social. corto, mediano y largo plazo Esta tarea está aún pendiente y nos (impulsando la Asamblea Constituyente, interpela a dar la batalla de las ideas en como un ejemplo de ello) y que todos los niveles de acción del Frente permitan seguir resquebrajando al Amplio, reforzando lo aprendido en el bloque conservador dentro de la NM.
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iii. En la relación con los movimientos sociales, debemos ser capaces de construir una complicidad estratégica que garantice los necesarios mecanismos de expresión y de presión desde la calle, ante la tentación de caer en una política excesivamente institucionalizada. En esta relación, debemos redoblar los esfuerzos en ser una herramienta útil para el impulso de sus demandas y el despliegue de sus estrategias y en colaboración constituirnos en mayoría.
Los últimos debates presidenciales, ad portas a la segunda vuelta, han mostrado justamente un vacío de proyecto que el Frente Amplio supo llenar en primera vuelta con una campaña programática, captando el descontento y la indignación diseminada de norte a sur. Si bien no ganamos las elecciones, sí ganamos la oportunidad de construir esta tercera fuerza y romper el mapa político con el que iniciamos nuestra apuesta como conglomerado; nuestro programa perdió en los números, pero sin embargo fue cualitativamente el que más discusión produjo, incluso logrando mover el cerco de la discusión en primera y segunda vuelta.
iv. Por último, también se debe dar la batalla de las ideas de cara al país, desde un ejercicio fértil de apertura de la reflexión en torno a los problemas y demandas que nos planteamos como sociedad, desde la riqueza de la diversidad, y en donde las reflexiones sobre los posibles caminos de salida al neoliberalismo logren hacer sentido en poblaciones, universidades, ferias, canchas de futbol, juntas de vecinos, escuelas, a modo de retratar la transversalidad que requerimos lograr para constatar que hemos sido capaces de construir un proyecto alternativo y que este proyecto tiene verdadera capacidad hegemónica. Es desde el enclave territorial y en una alianza de clase que entienda la heterogeneidad de nuestra clase subordinada, la base de sustentación del proyecto alternativo a elaborar y consolidar.
En ese contexto, tenemos una gran oportunidad en nuestras manos en estos cuatro años, que puede contribuir a darnos la fuerza para llevar a cabo las trasformaciones planteadas en estas elecciones para y con la ciudadanía, pero ciertamente esa oportunidad depende de nuestra capacidad como orgánicas, como coalición y como instrumento(s) de articulación políticosocial, de elaborar y consolidar el proyecto político alternativo que impulsará esta tercera fuerza y dar la batalla de las ideas en todos los espacios de inserción, siempre con los pies en la tierra.
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EL CARÁCTER DEL ESTADO EN UN GOBIERNO FRENTEAMPLISTA
UN GOBIERNO FRENTEAMPLISTA, NOTAS SOBRE UNA HIPÓTESIS NECESARIA Lucas Cifuentes y Oscar Menares Militantes Izquierda Libertaria
Los resultados del 19N dan pábulo a pensar que, de mantenerse abierto en los próximos cuatro años el ciclo político inaugurado el 2011, las posibilidades de que el Frente Amplio (FA) acceda al gobierno son serias.
resguardar las debidas proporciones, sería muy similar a la acaecida hace 47 años, cuando la Unidad Popular accedió al gobierno con un tercio de los votos y un tercio del parlamento. Aunque el contexto es distinto, el fondo refiere a una situación histórica que tiene similitudes en cuanto a la existencia de un proyecto que emerge en el agotamiento de un patrón de acumulación y un sistema político en franca descomposición, proyecto que, dicho sea de paso, esta vez no cuenta
Con la misma seriedad entonces resulta necesario proyectar el contexto y posibilidades de un gobierno del Frente Amplio, el cual podría acceder con un tercio de los votos y una posición minoritaria en ambas cámaras, si es que asimismo obtuviera un tercio del Congreso. Esta situación, no obstante
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con masas movilizadas en defensa de un proceso socialista.
En este marco un gobierno del FA debe consolidar lo avanzado en el campo electoral, y en su gestión superar las Lo anterior nos llama a abordar lógicas neoliberales en la elaboración de cuestiones claves como la necesaria las políticas públicas, enmarcar los caracterización de un proyecto de proyectos de reforma hacia una desarrollo que abandone las lógicas sociedad de derechos y alterar el marco neoliberales, el problema de la de representación política de clase en democracia sustantiva en las sociedades las instituciones del país, de mercado, con particular atención a particularmente las más impermeables las amarras constitucionales que a la voluntad ciudadana tales como la impiden transformaciones estructurales, Contraloría, el Tribunal y finalmente la Constitucional, la Corte “El FA tiene la tarea de recomposición de un sujeto Suprema y las Fuerzas movilizado en función de consolidar una alianza Armadas. Lo anterior dichos cambios profundos. apoyándose en el con el mundo social que carácter presidencialista Claramente todo parece sea capaz de defender el del régimen vigente. indicar que estos nudos gordianos de una larga proceso de Abordar estas tareas estrategia de acumulación implica reconocer un transformaciones” de fuerzas de la izquierda arco mayor al propio son imposibles de desatar en estos 4 que haga posibles tales años de oposición al gobierno que salió transformaciones. El FA tiene la tarea de de las urnas el pasado 17 de diciembre. conducir la construcción de un bloque Es más, no existen posibilidades de por los cambios con otras fuerzas alterar el cuadro en términos progresistas del país y consolidar una estratégicos en el corto plazo, sea alianza con el mundo social que porque la estrategia de la izquierda potencie el arraigo y la territorialización involucra una larga fase de de una fuerza política capaz de defender recomposición político institucional que el proceso de transformaciones. Esas marcha a la cadencia de los plazos y son las tareas presentes para un condiciones del marco jurídicoconglomerado que debe primero darse constitucional, sea porque no se una institucionalidad interna y vislumbra un mayor desarrollo de aumentar sus niveles de densidad factores disruptivos de orden subjetivos política, porque para ser gobierno claves para una nueva recomposición primero se debe madurar. del arco de fuerzas políticas progresistas y sociales.
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