periódico
“Nuestra palabra en la ciudad y el campo”
GIRA AGROECOLOGICA EN MÁLAGA, SANTANDER. 2014
PRESENTACIÓN Semillando representa la materialización de un esfuerzo por avanzar hacia la comunicación popular del sector urbano-rural de la localidad de Usme. Nace de la necesidad de encontrar puentes de diálogo eficaces entre el quehacer campesino y el otro lado: el barrio, el colegio, la fábrica, el mercado, la universidad, entre otros espacios que hoy no conocen el universo campesino, la cultura, las potencialidades, ni las problemáticas que hoy por hoy nos aquejan, aun cuando estamos a la vuelta de la esquina. Para empezar queremos contarles algunas de las motivaciones que permiten que este medio de comunicación popular hoy encuentre la luz, esa luz que sólo tienen sus ojos, los del lector, en quien está nuestro mayor respaldo y donde sabemos está la ventana hacia la lectura crítica de la realidad, abierta de par en par hacia la problematización de la misma y la proyección de un nuevo horizonte de sentido, que nos permita sumar en esta ardua pero necesaria lucha hacia la liberación. Semillando, es un espacio de comunicación permanente, que nace después de varios encuentros realizados en la Biblioteca Popular el Uval, espacio de formación, lectura, recreación e intercambio entre el saber y la experiencia de los agricultores urbanos, los jóvenes estudiantes y campesinos de la vereda. A partir de allí se conforma el comité de comunicación del Aula Ambiental Agroecológica (AAA), propuesta territorial urbano-rural en defensa y dignificación del territorio y vida campesina en la ciudad. Este comité está integrado por representantes de los núcleos de trabajo del AAA, entre ellos, la Mesa Distrital de Agricultores Urbanos, jóvenes y mujeres de la Biblioteca Popular El Uval el Comité Ambiental del Colegio Eduardo Umaña, y se han sumado a esta propuesta, Giancarlo Niampira , quien desarrolla trabajo comunitario en el barrio Uval I, Yulith Martínez y la Biblioteca Comunitaria La Huerta. Con este acumulado intergeneracional emprendemos este camino hacia la reconstrucción de los vínculos comunitarios, hacia el empoderamiento de nuestra voz y letra, caminando de la mano de mujeres, jóvenes y campesinos en los barrios y colegios del sector, quienes son nuestra primera fuente de construcción, sin desconocer que la proyección del presente es generar movimiento e inquietud en la ciudad , en las calles populares, en las universidades, en las fábricas, en las bibliotecas comunitarias, en la siembra, en la casa, en la cocina, en todo rincón de la inconformidad, porque allí se ha gestado “semillando” nuestra palabra en el campo >>CAROLINA HERNANDEZ
EQUIPO EDITORIAL OTILIA SANABRIA GUSTAVO APONTE ANDRÉS GONZÁLEZ CATALINA APONTE CAROLINA HERNÁNDEZ YULITH MARTÍNEZ EDWIN HERNÁNDEZ
EDITORIAL “Semillando nuestra palabra en la ciudad y el campo” De la misma forma como germina, crece y se reproduce en frutos las semillas, “Semillando” es un esfuerzo que se materializa y se reproduce en sus manos, en nuestras manos, en este caminar por cultivos, veredas, edificios, ciudades atiborradas de gris y humo, pero arboladas de sueños, ritmos, libros y esperanzas. Por lo mismo hemos querido llamar a si a ésta experiencia de comunicación popular, pues a través de la semilla de la palabra, de la voz, de las danzas, los colores y sabores de la ciudad y el campo, como de nuestras reivindicaciones, luchas y apuestas de transformación se une a esta carretera de esperanza y compromiso con quines son nuestras y nuestros lectores. >>CAROLINA HERNANDEZ
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El proceso de la Mesa Distrital nace en septiembre del 2011 con la reunión de agricultoras y agricultores de Kennedy y Fontibón en la cual las compañeras de Kennedy presentan un documento pensado para esta localidad; las compañeras de Fontibón le aportan algunos puntos donde se resaltan algunas reivindicaciones para quienes hacen el trabajo de agricultura urbana (como las rebajas en las tarifas de aseo porque los y las agricultoras reciclan los residuos sólidos orgánicos para la fabricación de compost y la reutilización del agua lluvia) .Este documento inicial es socializado con agricultores y agricultoras de varias localidades que hacíamos un curso en el Jardín Botánico y se propone una reunión en Fontibón para seguir discutiendo y elaborando el documento. Esta reunión es aceptada, posteriormente se organizan varias reuniones con asistencia de agricultoras de diferentes localidades y algunos técnicos del Jardín Botánico que simpatizan con la propuesta “SEMBRANDO SEMILLAS, SOBERANIA Y ORGANIZACIÓN”, el cual se ha venido nutriendo con discusiones y aportes conjuntos de nuestros quereres, sueños y necesidades. En el transcurso de estas reuniones se ha venido fortaleciendo la mesa con mingas, venta, trueque, además de otras dinámicas como el estudio y el intercambio de saberes que nos han permitido consolidar una propuesta frente a la agricultura urbana en Bogotá.
“Recordemos que un país que no es soberano en la producción de su alimento está condenado a someterse a los designios de quienes controlan los alimentos” CISERÓN PROPUESTAS 1Afianzar los postulados de Soberanía, Seguridad y Autonomía Alimentaria y medicinal desde nuestras comunidades y que estos postulados estén articulados a las luchas que libran los campesinos, indígenas y diversas comunidades a lo largo y ancho de la geografía nacional. En este sentido, el llamado y la invitación es de construcción de organización y de una agenda común dirigida por las comunidades y las organizaciones sociales. 2Hacemos un llamado a agricultores, agricultoras, campesinos, campesinas, jóvenes, indígenas, niñas y niños a que defendamos nuestras semillas nativas y rechazar la injerencia de multinacionales que quieren monopolizar la comercialización y distribución de las semillas lo cual conlleva a perder nuestra soberanía alimentaria y criminalizar el derecho a sembrar nuestros propios alimentos. 3Reivindicar a las mujeres como principales actoras de la agricultura urbana, lo cual debe llevar a fortalecer la defensa de sus derechos. 4Reivindicar la capacidad productiva y el mejoramiento de su salud mental y física de los y las adultas mayores mediante el oficio de la agricultura urbana. 5Fortalecer y/o instalar mínimo 20 reservorios de semillas nativas en Bogotá, como centros de capacitación, difusión y multiplicación de las semillas orgánicas en cada uno de nuestros territorios. . 6Capacitar líderes de las organizaciones de agricultura urbana de la ciudad, en farmacología vegetal, Fito medicina, con base en el conocimiento ancestral de las diferentes comunidades indígenas, campesinas, afro descendiente, etc., para la instalación a mediano plazo de mínimo 20 boticas comunitarias que estén al servicio de sus habitantes, en cada una de las localidades de Bogotá. 7Los agricultores y las agricultoras construiremos mecanismos de certificación autónomos y propios que hagan parte también del proceso de comercialización justa. 8Desarrollar espacios de micro procesamiento de compostaje y biodigestor de material orgánico los cuales sean dirigidos por los y las Agriculturas Urbanas para la producción de abono y fuentes energéticas alternativas como el gas metano. Esto contribuiría a disminuir el impacto ambiental y económico del manejo de los residuos sólidos orgánicos en la ciudad. 9Generar proyectos pedagógicos de agricultura urbana que nazcan desde las organizaciones y personas que la practican, con el fin de divulgar y ampliar la propuesta en colegios, jardines, universidades, entre otras; lo cual garantizaría un relevo generacional de esta actividad y sería el primer paso para construir una escuela popular de Agricultura urbana. Con esto iríamos sembrando un modelo y concepción diferente de ciudad desde el equilibrio dinámico entre Sociedad y naturaleza.
>>OTILIA SANABRIA Y GUSTAVO APONTE
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“CENTROS DESDE DONDE LA COMUNIDAD SUEÑA Y SE CONSTRUYE” >>EDWIN HERNANDEZ
Don Belisario:
Semillando: ¿Y cómo le daban de comer a Bogotá?
La comida se sacaba po´aquí… para en ese tiempo la plaza era aquí en la once con décima, ahí era la plaza de mercado. De ahí pa´riba habían carritos, así encerados, a uno lo llamaban de por aquí y uno bajaba en para allá. Claro que más antes-eso si no alcance a conocer yo-, llevaban en bestias, caballos, mulas, en burros y ahí en la once donde es la estación de la policía-la que ahora queda sobre la Av. Caracas, al lado de la estación de Av. Jiménez- habían unos corrales grandes, donde se dejaban los animales y los aparejos, eso llegaban mulas de todo lado po´allá de la Sevillana , eso aquí del oriente del Ato, de todos lados, eso era grandísima esa vaina, bajaban las cargas ahí en la once y la vendían y dejaban los animales amarraos, a lo que vendían la carga los dueños llegaban y hacían sus mercados, ahí montaban sus mulas y vámonos.
¿Y ahora cómo ve a Bogotá? ¿Qué ha cambiado aquí en la vereda y en la ciudad? Eso Bogotá era muy pequeñito eso,¡ahora es mucho lo que está de grande! Ah… Virgen Santísima, ha avanzado mucho, lo que mucha delincuencia, mucha cosa eso es lo que nos tiene aterrados, por ejemplo como aquí esos campos, un tiempo tan tranquilo que vivía uno, esto era sano, se dejaban los animales y todo por ahí.
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Ahorita no, esta delicado, Ahora toca los animales adentro y uno afuera. A lomo de mula, a pie, cuando la Caracas era una trocha más, cuando esa Bogotá chiquita tenía hambre, fue el campesino el que le llevó la comida a la boca, esa Bogotá chiquita en sus primeros años recibió las proteínas, las vitaminas, de la mano que sujeta el azadón. Hoy no existiría Las Américas, los museos, el SUPERCADE, los ministerios, porque ¿qué comían los ministros, los obreros, las secretarías, etc.? El campesino no ha nacido y crecido lejos de la ciudad, sino en ella y para ella, ¿la ciudad ha crecido con y para ellos? Al sur oriente de Bogotá está Usme, con sus vientos que vienen del Páramo y del Llano, fríos, bajando rápido, envolviéndolo todo. Ese mismo Usme es el que se debate entre el verde y el gris, es un lugar que encierra una historia en otra, mezcladas. Sólo los que se mantienen entre esas historias, entre el antes y el después, los que entrevén desde ese “limbo” de tiempos, son los que nos pueden traer las noticias del pasado.
>>CATALINA APONTE Y ANDRÉS GONZÁLEZ
Esta entrevista fue lograda gracias a los niños-reporteros, habitantes de la vereda el Uval en un proceso de memoria que se ha ido desarrollando, juntando manos y voces de la biblioteca popular y de la gente que le da sentido a la misma.
Históricamente las bibliotecas populares, comunitarias, han sido embriones de organización social, en comunidades donde el Estado no ha hecho presencia. Estas se han ubicado en las barriadas y veredas donde las injusticias sociales son el pan diario de cada día, convirtiéndose en verdaderas alternativas sociales a problemáticas comunitarias, baluartes de la educación e investigación popular, la cultura propia, la autogestión, la comunicación alternativa. Es decir, en centros desde donde la comunidad sueña y se construye. Un buen número de ellas ha logrado mantenerse por décadas, a pesar de la falta de apoyo de las instituciones, haciendo de su práctica una expresión de solidaridad, compromiso, trabajo voluntario; demostrando capacidad de autogestión, creatividad, rigurosidad y coherencia. Es grato contarles que en la actualidad las bibliotecas populares y comunitarias, nos hemos decidido de manera conjunta y organizada a asumir un papel más protagónico en la ciudad, canalizando nuestros reclamos justos, nuestras potencias y propuestas, forjadas en el crisol del trabajo diario con nuestra gente. Es así como hemos decidido construir un espacio propio de encuentro de las diferencias y de lo que nos une, el amor profundo por nuestros territorios para luchar por nuestros derechos. A este espacio de articulación hemos decidido parcialmente llamarlo
RED DISTRITAL DE BIBLIOTECAS POPULARES y COMUNITARIAS.
Esta es nuestra primera gran victoria, habernos convencido de la idea de juntarnos para luchar, obteniendo como fruto el programa piloto de apoyo a bibliotecas populares y comunitarias, concertado con la Secretaria Distrital de Cultura, quedandó nuevamente demostrado que cuando nos unimos con propósitos e intereses comunes podemos conquistar nuestros propósitos, lo que para nosotros significa aportar a la construcción de vida digna en nuestras comunidades. Asumimos hoy los retos que se nos presenta en este camino que nos hemos decidido echar a andar, entendiendo que en muchos casos nos tocará abrir trochas indescifrables, construyendo certezas y aprendizajes, como es lo que estamos asumiendo en el
actual momento, es decir la exigencia y construcción con el Estado -sin perder nunca nuestra autonomía, convicción y esperanza de transformarlo-, pues es la única forma de construir la nueva Nación que merecemos todas y todos. Otro de los retos fundamentales es fortalecer nuestra red local de bibliotecas populares y comunitarias de Usme, la cual a principios de este año inició su trabajo con el objetivo de articular las diversas experiencias para fortalecer el tejido comunitario de nuestros barrios y veredas.
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En estos momentos es donde se ve realizado el gran sueño de la Biblioteca Popular El Uval -que inició con el nombre de ¨Hilos y Semillas¨- donde se mostró la importancia de renacer, de aprender nueva cosas y mostrar que fuera del colegio también se enseña y se aprende. Nosotros los jóvenes empezamos siendo participes de Hilos y Semillas, un colectivo de 10 a 15, jóvenes donde aprendimos a tejer manillas, a darle importancia a la tierra, a los cultivos y a valorar lo que tenemos en la ruralidad y que es mucho más valioso que todo el dinero del mundo pues es nuestra tierra, nuestro campo. Gracias a todo lo aprendido en este colectivo empezó el gran proyecto de la biblioteca, se empezó desde abajo y cada paso que dábamos y avanzábamos era un logro, era cultivar día a día ese sueño. Aunque han habido obstáculos e infinidad de cosas, hemos sabido dar la lucha y continuar construyendo nuestro gran sueño porque no es un sueño individual, es un sueño colectivo de muchos jóvenes que estamos haciendo la diferencia y demostrando que sí podemos y que todo lo que se propone, se cumple; que a pesar de que hoy en día hemos construido mucho esperamos que en el futuro se pueda construir mucho más. Hoy podemos dar las gracias a muchas personas que han aportado para que todo esto se haga realidad y sobre todo a las que no se han rendido, porque gracias a esto hoy estamos cumpliendo nuestro gran sueño de ser la Biblioteca Popular El Uval. Esperamos seguir contando con su apoyo. Muchas gracias.
>>TATIANA BERNAT
Históricamente, los carnavales han sido expresiones del pueblo que han surgido en momentos de represión , con el fin de evitar el total sometimiento cultural de la mujer y el hombre a sistemas sociales injustos y excluyentes; a través de los carnavales se ha difundido la alegría, creatividad y la resistencia innata que poseen los pueblos. Basta reconocer la existencia de los carnavales de Blancos y Negros en el sur de Colombia, el Carnaval de Barranquilla en el norte del país y el de Rio de Janeiro Brasil, los cuales dan muestra de esta historia de confrontación cultural y social por parte de negros, indígenas y mestizos. En Bogotá podríamos reconocer el legado del Carnaval por la Vida que surge en el territorio de Britania hace 40 años con la intención de reivindicar la vida en momentos de violencia generalizada por parte del Estado en contra de los proyectos organizativos de las comunidades. En Usme, el primer ¨Carnaval por La Defensa Del Territorio¨ surge en el año 2013 como una iniciativa de la Biblioteca Popular el Uval, el cual busca generar múltiples reflexiones entre las comunidades y organizaciones de la localidad de Usme en torno a las problemáticas que agobian al territorio campesino y urbano como totalidad, así como la necesidad de organizarnos y juntarnos para transfórmarlo partiendo de la construcción de planes de vida digna en el territorio que con la voluntad y el arrojo de las comunidades, construya día a día las propuestas de nueva ciudad y país.
Se le da este nombre porque aquí se conoce mucho la uva camarona y en honor a ésta se le dio el nombre. Es una gran vereda, una de las mejores de Bogotá siendo una de las pocas zonas rurales en la ciudad. Nos sentimos orgullosos de ser parte de ella. Hoy en día producimos papa, alverja, cebolla, cilantro ,habas zanahoria entre otras. Por esto somos reconocidos. Además, hay una grandiosa vista hacia la ciudad. Esperamos que con el tiempo nuestra vereda permanezca y que no sea devorada por la expansión urbana, ya que esta es la preocupación más grande que tenemos los campesinos.
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LA VEREDA EL UVAL
Tatiana Bernard
RECREA el TIEMPO y PUBLICA TU
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HOMENAJE
Fallece poeta y luchador obrero El 22 de junio del año 2015 a las 4:30 de la madrugada, ARMANDO CAMINOS sufrió un accidente rodando por unas escaleras afectándose el cerebro, lo que posteriormente produjo su deceso. Armando Caminos fue su nombre adoptado para fungir como poeta en recitales y talleres literarios. Fundó el taller literario Pablo Neruda el cual dirigió durante 15 años hasta que la muerte lo sorprendió. La poesía fue su arma predilecta para seguir combatiendo la injusticia social y soñar con un mundo mejor, que había anhelado en sus luchas como líder obrero en el sindicato de Ferroviarios, perseguido, encarcelado y torturado por el Estado. Jamás claudicó en sus ideales. Fue en palabras de Bertola Brech “un líder imprescindible”, de los que nunca fallan. El mejor homenaje es mantenerlo en nuestra memoria ¡Así Armando Caminos seguirá vivo!
El 23 de febrero del año 2010 nace la huerta BUENA SEMILLA en Aldeas S.O.S, creada y orientada por el Jardín Botánico en un área aproximada de 2400 metros cuadrados y con la participación de 40 agricultoras y agricultores. Isabel Albarracín agricultora, líder y fundadora de esta huerta dice que “por este lugar pasaron muchos agricultores, agricultoras, técnicos, agrónomos y demás profesionales del Jardín Botánico. Acá se creó un centro de investigación para recuperar semillas criollas el cual fue continuado por las compañeras que aprendieron a seleccionar semillas y no abandonaron la huerta cuando fue retirado el apoyo del Jardín Botánico”. Desde hace dos años se ha venido presentando la deserción de agricultoras y agricultores debido a la actitud hostil del nuevo director de aldeas S.O.S y de la beneficencia de Cundinamarca, dueña del lote donde funciona la huerta, al anunciar que este lote está en venta a una firma constructora de apartamentos para familias de estratos altos; para acometer dicha obra desplazarán a las compañeras que aún permanecen activas en la huerta: Silvina, Hilda, Rita. Así mismo se generaría un arboricidio en este pequeño nicho de biodiversidad; de no ser trasladados se talarían árboles de feijoas, papayuelos, cerezos, tomates de árbol, además de plantas aromáticas, entre otros. En su reemplazo aparecerán torres verticales de más de 15 apartamentos. Como podemos ver el instinto de ganancias de los grandes capitalistas pisotea y destruye la vida en su afán de lucro. ¿Hasta cuándo seguirá esta demencial práctica? El miércoles 8 de abril se adelantó una minga para reinstalar la huerta en Plaza de los Artesanos.