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“El embarazo en adolescentes” PRAXIS CAPITAL INTRODUCCIÓN Varios países han adoptado la acción de prevenir el embarazo en adolescentes, en forma general, por medio de medidas direccionadas a modificar el comportamiento de las mujeres y no por la vinculación de medios anticonceptivos que demanda las actuales circunstancias globales, donde la problemática como elemento de salud pública ya está instaurada. En esas intervenciones está implícita la creencia de “(…) que la adolescente es responsable de prevenir el embarazo y la presunción social de que, si queda embarazada es ella la culpable” (Vásquez Á. , 2007, pág. 89). Dicha forma de entender el tema es errónea y grave porque no tiene en cuenta las circunstancias y las presiones sociales que conspiran contra las adolescentes y hacen que la maternidad sea un desenlace probable de su transición entre la niñez y la adolescencia reestructurada por las diferentes problemáticas sociales que asumen sin mayor entendimiento o guía paternal. Pero también es relevante mencionar que la intervención para prevenir el embarazo, mediante una campaña o programa de distribución de preservativos, es irrelevante para una adolescente que no tiene el poder de tomar ninguna decisión significativa, sobre todo en varios países en vías de desarrollo donde aún se obliga cuando son niñas a casarse sin su consentimiento (Zequeira, 2009), o en niveles similares existe una estigmatización de conversar entre las familias sobre sexo y métodos anticonceptivos. Lo que se necesita hoy en día es una nueva forma de pensar en el desafío del embarazo en adolescentes desde una nueva corriente. 2
Para lo cual, en vez de idealizar el embarazo de la adolescente como el problema y cambiar su comportamiento como solución, “(…) los gobiernos, los GAD´S, las familias y las unidades educativas deben comprender que los auténticos desafíos son la pobreza, la desigualdad de género, la discriminación y las opiniones negativas sobre las mujeres” (Camejo, Embarazo en los adolescentes, 2015, pág. 18), y que “la búsqueda de justicia social, el desarrollo equitativo y la ampliación de los medios de acción de las adolescentes” (Chávez, 2009, pág. 28) son el verdadero camino para disminuir los embarazos en adolescentes, es decir ya no solo generar una meta preventiva a nivel sexual sino político, cultural y social. Mayormente, los esfuerzos y recursos para prevenir el embarazo en adolescentes se suelen enfocar entre los 15 a 19 años, dentro de las diferentes campañas de concientización. Sin embargo, las adolescentes más vulnerables y las que tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones o morir por el embarazo y el parto, tienen 14 años o menos de acuerdo a las últimas estadísticas de la (ONU, 2017). Dicho grupo de adolescentes más jóvenes “(…) no se suele tener en cuenta en las instituciones nacionales de salud, educación y desarrollo, o suele quedar fuera del alcance de estas instituciones, en general, porque estas fuera del rango tradicional del estudio sobre embarazo precoz” (Climent, 2009, pág. 42). Por tanto, la comunidad internacional debe hacer mucho más para protegerlas y acompañarlas en una transición segura y sana de la niñez y la adolescencia hacia la vida adulta. Al afrontar el embarazo en adolescentes, la verdadera medida del éxito o fracaso de los gobiernos, GAD´S, la sociedad civil y las comunidades es “(…) si logramos satisfacer las necesidades de este grupo desatendido” (Muñoz, 2005, pág. 72). Dado, que el
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embarazo en adolescentes “está entrelazado con problemas de derechos humanos” (Genolet, 2005, pág. 71). Dentro de este contexto (Climent, 2009) expone: A una adolescente embarazada presionada o forzada a dejar la escuela o colegio, por ejemplo, se le niega su derecho a la educación. A una adolescente a la que se le prohíbe acceder a métodos anticonceptivos o incluso a información sobre la prevención de embarazos se le niega su derecho a la salud. A la inversa, una adolescente que puede gozar de su derecho a la educación y permanecer en la escuela o colegio es menos proclive a quedar embarazada que las que abandonan u obligan a abandonar. Gozar un derecho, por lo tanto, la coloca en una mejor posición para gozar otros (Pág. 92).
Desde una visión de derechos humanos, una adolescente que queda embarazada, independientemente de las circunstancias o razones, es una persona cuyos derechos quedan menoscabados. Dentro de lo cual, el Estado y las inversiones en capital humano son esenciales para proteger estos derechos. No solo ayudan a las adolescentes a desarrollar su potencial, sino: (…) que también forman parte de la responsabilidad del gobierno de proteger los derechos de las adolescentes y cumplir los tratados e instrumentos sobre derechos humanos, como la Convención sobre los Derechos del Niño, y los acuerdos internacionales, como el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (1994) (Henao, 2009, pág. 84).
Dentro del contexto nacional, el gobierno ecuatoriano enfocado a reducir la cantidad de embarazos en adolescentes también debe comprometerse “a asegurar que se tengan en cuenta en forma completa las necesidades, los desafíos, las aspiraciones, las vulnerabilidades y los derechos de los adolescentes, en particular, de las adolescentes,
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en esta nueva agenda de desarrollo que se enfoca dentro de la Constitución Nacional del Ecuador y el Plan Nacional del Buen Vivir (PNBV) ” (Vásquez G. , 2015, pág. 59). MÉTODO El tipo de estudio es de orden cuantitativo – descriptivo; dado que toma un grupo etáreo de edades entre 12 y 19 años que se desarrolla dentro de la problemática y descriptivo porque “(…) se basa en la observación de los hechos sin explicarlos” (Capitano, 2015, pág. 49). Además, mantendrá una base retrospectiva dado que estudia las variables tal cual surgieron en el momento de la investigación. Las técnicas e instrumentos de recolección de datos se sustentarán en la recolección de datos de datos estadísticas de los hospitales públicos de la ciudad de Quito; además de la aplicación de una encuesta anónima, a adolescentes entre 12 y 19 años de los colegios de la misma ciudad. Para un complemento investigativo se referenciará los datos emitidos por el INEC (Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censo) en función del Censo Nacional de Población y Vivienda. 2010 y sus estimaciones al 2017. El procesamiento, presentación y análisis de datos se lo ejecutará por medio del sistema operativo SPSS 22, que permite la tabulación y gráfica de los indicadores referenciados dentro de las encuestas anónimas recolectadas en la población estudiada. Para una correcta investigación se debe determinar los grupos poblacionales con mayor nivel de incidencia dentro de dicha problemática referenciando tanto los rangos de edad dentro de la adolescencia como a los sectores donde viven, permitiendo una focalización sectorial de los grupos emergentes. En consideración del impacto de esta condición, es importante en primera instancia disminuir la incidencia del embarazo en
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adolescentes, tomando medidas de prevención a través de campañas que proporcionen información calificada y veraz sobre educación y salud sexual y reproductiva que incluya el uso adecuado de los anticonceptivos dentro de un entorno de la política pública, pero al mismo tiempo el Estado debe buscar garantizar los derechos básicos de los adolescentes como técnica al mediano plazo para reducir la problemática. Estas campañas de prevención deben promover entre los adolescentes una reflexión sincera e informada, que les permita descubrir sus miedos y sus deseos inconscientes; además, de traerlos a la conciencia para poder trabajarlos desde la objetividad que les ofrece la información sobre sus consecuencias y riesgos. En segunda instancia, se debe insistir en una atención temprana del embarazo de los adolescentes mediante un control prenatal adecuado, llevado a cabo por personal profesional entrenado en la atención de adolescentes para disminuir los riesgos biológicos, tanto para la madre como para el niño. Como tercer punto, es esencial el abordaje integral que incluya la atención psicológica a la adolescente, al padre y madre del recién nacido, a la familia de ambos, durante y después del embarazo, con el objetivo de atenuar el impacto de esta situación en todos ellos, ya que puede considerarse también de alto riesgo biospisocosocial. Se puede decir que “el embarazo en las adolescentes es un problema de salud pública de origen multifactorial, que como tal amerita una atención especializada de estrategias preventivas, que lo aborden de manera interdisciplinaria e intersectorial” (Garrido, 2016, pág. 107). Por lo tanto, al contemplar el grave problema que representa el embarazo adolescente en Ecuador, es fundamental que los responsables de tomar las
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decisiones “(…) promuevan e impulsen políticas públicas de salud, que incluyan el tema de la educación sexual y reproductiva” (Climent, 2009, pág. 123). RESULTADOS Con referencia a una investigación preliminar por (Vásquez G. , 2015) se logran determinar los siguientes datos: Por medio de una investigación realizada en la ciudad de Quito, sobre embarazo adolescente, se tomó como universo a ciento treinta adolescentes comprendidas en edades de 12 años a 19 años, de las cuales se obtuvo información con técnica de encuestas anónimas, arrojando como resultado: El 81% corresponde a inicio de su actividad sexual a temprana edad, (el 40% a edades entre 14 años y 15 años de edad, mientras que el 36% a edades entre12 años y 13 años). Se obtuvo como respuesta el 46,20%, haber utilizado algún método anticonceptivo (preservativo) en su primera relación sexual. Mientras el 41% respondió no haber utilizado método de anticoncepción Del 49,20% de las jóvenes encuestadas, respondieron haber recibido información sobre salud reproductiva en los establecimientos educativos a los que concurren y el 18% en su seno familiar. En la tabulación correspondiente al conocimiento que poseen las jóvenes adolescentes sobre embarazo y sus riesgos, el 91,50% se observó tener un buen nivel de percepción (Vásquez Á. , 2007, pág. 190).
Por su parte (Rionaula, 2014) dentro de su investigación referencia los siguientes hallazgos: En el presente estudio se encontró una prevalencia de embarazos en adolescentes de 10,52%, esto si se considera el número total de adolescentes del cantón Quito. Este porcentaje es muy parecido al valor encontrado en el estudio de prevalencia de embarazos en adolescentes y factores psicosociales asociados realizado en una población de adolescentes de Cuenca - Ecuador en el que se determinó una prevalencia de 11,62%. El embarazo en la adolescencia es considerado actualmente como un problema de Salud Pública en muchos de los países latinoamericanos y el Ecuador tiene una de las
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tasas más altas de América Latina, pues, más del 22% de las adolescentes a nivel nacional son madres o están embarazadas. El embarazo en la adolescencia es una condición multifactorial, lo que ha sido demostrado por varios autores, en dicho estudio se obtuvo una razón de probabilidades de 14,6 para el inicio precoz de la vida sexual activa, con significancia estadística, lo que coincide con el estudio previo de (Genolet, 2005) y (Zequeira, 2009), realizado en una población muy similar a la de Quito que encontró que el 94% de las mujeres entre 12 y 17 años ya han sido madres al momento de su participación en el estudio. El antecedente de abuso sexual en el estudio no resultó ser un factor que incremente la posibilidad de un embarazo en la adolescencia, pues solo una paciente reconoció este antecedente, lo que no permitió determinar un riesgo estadísticamente significativo; sin embargo, es importante mencionar que éste dato no siempre es recopilado en la historia clínica por la falta de aceptación de este hecho por parte de las adolescentes. El consumo habitual tanto de alcohol como tabaco resultó ser de riesgo estadísticamente significativo, incrementando al riesgo a más del doble de padecer un embarazo en la adolescencia, resultados similares los encontró por (Camejo, Embarazo en los adolescentes, 2015) y determinó un riego relativo de 1.75 mientras este estudio tuvo valores de riesgo relativo de 1,04 y 1,3. Con respecto al estado civil y el nivel de escolaridad, en el presente estudio no se demostró una diferencia significativa que represente un riesgo para la variable de estudio, no obstante, varios estudios como los expuestos por (Genolet, 2005); si encuentran una asociación positiva entre estas variables, quizá, esto se vea afectado por el hecho de que en las historias clínicas no se detallan adecuadamente estos datos de filiación o las pacientes tienen resistencia para manifestar ciertos antecedentes, muchas veces influenciado por la falta de confidencialidad en el momento de realizar la recopilación de la información (Rionaula, 2014, pág. 227).
Además, dentro de esta línea investigativa (Barcia, 2015) expone los siguientes resultados dentro de la investigación ejecutada pero desde una perspectiva de los docentes:
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Los docentes manifestaron que las mayores dificultades que tienen las estudiantes embarazadas es la asistencia a clases debido a su estado de ánimo y malestares que sienten especialmente en las mañanas que son propios del embarazo como nauseas, desgano, sueño entre otros, hecho que a su vez repercute en su rendimiento académico. Otro hallazgo importante en cuanto a la actitud de los docentes frente a la situación de embarazo de las estudiantes, lo constituye la actitud quienes mantienen una actitudes positivas que muestran los docentes en su rol de orientador, incluso algunas de las docentes comparten sus experiencias como madre (Barcia, 2015, pág. 194).
DISCUSIÓN Posterior a lo revisado de diferentes fuentes indexadas en relación al tema del embarazo adolescente, se puede comprobar que efectivamente ha ocurrido un incremento y una mayor precocidad del inicio de la actividad sexual juvenil, cuya consecuencia principal ha sido un aumento del embarazo adolescente. Dentro de este análisis preliminar, es importante poder identificar cuáles son los principales factores de riesgo que aumentan la prevalencia de dicha condición, para así tanto a nivel social como estatal desarrollar estrategias destinadas abordar la situación, tanto con medidas de prevención primaria, como secundarias. En opinión de los diferentes investigadores recopilados, los efectos adversos del embarazo adolescente son lo suficientemente importantes como para promover medidas de prevención dirigidas a evitar este problema de salud de pública. Estas acciones deben incentivar una educación sexual que no deje incógnitas en la población de riesgo, es decir, que los adolescentes tengan pleno conocimiento de los riesgos de iniciar una vida sexual activa a temprana edad.
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En Ecuador se han desarrollado programas destinados a mejorar la educación sexual de los jóvenes, sin embargo, la gran mayoría de autores referenciados consideran importante la realización de un mayor número de programas y de masificar su difusión e implementación para así poder lograr avances en la problemática actual del tema sin dejar de lado los derechos humanos de los adolescentes como un eje principal del trabajo educacional, social, cultural y político.
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REFERENCIAS Barcia, A. (2015). El embarazo precoz en adolescentes de los colegios de la ciudad de Quito, 2015. Quito - Ecuador: UTE publicaciones. Biblioteca digital UDLA. (2017). Biblioteca digital UDLA. Quito - Ecuador: UDLA. Camejo, R. (2015). Embarazo en los adolescentes. México D.F.: El Cid Editor. Camejo, R. (2016). Intervención educativa sobre los factores de riesgos del embarazo en adolescentes en los consultorios médicos populares. México D.F.: El Cid Editor. Capitano, F. (2015). Manejo metodológico de investigaciones sociales. Argentina Buenos Aires: Planeta ediciones. Chávez, A. (2009). Antecedentes psicosociales que influyen en la ocurrencia del embarazo en las adolescentes. México : Universidad de Guanajuato. Climent, G. (2009). La maternidad adolecente, una expresión de la cuestión social: el interjuego entre la exclusión social, la construcción de la subjetividad y las públicas. Argentina: Red Revista Argentina de Sociología. Garrido, E. (2016). Embarazo en adolescentes: intervención educativa. Argentina: El Cid Editor. Genolet, A. (2005). La experiencia del embarazo en el tránsito de la adolescencia. Argentina: Red Ciencia, Docencia y Tecnología.
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González, H. (2006). Aspectos teóricos para el estudio sociodemográfico del embarazo adolescente. México D.F.: Red Frontera Norte. Henao, J. (2009). Fecundidad adolescente, género y desarrollo: evidencias de la investigación. Colombia: Universidad de los Andes Colombia. Muñoz, B. (2005). Una perspectiva integradora del embarazo adolescente: la visita domiciliaria como estrategia de intervención. Santiago de Chile: Red Revista de Psicología. ONU. (2017). Indicadores de adolescentes embarazadas. Estados Unidos: ONU publicaciones. Rionaula, M. (2014). Prevalencia y factores de riesgo asociado al embarazo adolescente. Quito - Ecuador: Universidad de Cuenca. Vásquez, Á. (2007). Repercusión materna del embarazo precoz. Cuba: Scielo Cuba. Vásquez, G. (2015). Trabajo protegido de adolescentes: un reto para la política pública del Ecuador. Ecuador: CLACSO. Zequeira, J. (2009). Precocidad sexual: causas y consecuencias. México D.F.: El Cid Editor | apuntes.
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