LA ÉTICA EN LA INVESTIGACIÓN
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LA ÉTICA EN LA INVESTIGACIÓN PRAXIS, Consulting consultaspraxis@gmail.com INTRODUCCIÓN La ciencia como actividad está direccionada a la comprobación de una hipótesis que permita extraer una conclusión que contribuya al conocimiento en general de la humanidad. El accionar científico incluye experimentos y expresa su conocimiento en leyes integradas a teorías científicas, validándose u oponiéndose a conocimientos previos. Además, la ciencia permite “observar, describir y medir un determinado objeto, para comprender los mecanismos y funciones que explican lo observado” (Higuera, 2015, pág. 21). Así, la investigación no es un acto o serie de actos sencillos y neutrales sino un proceso complejo, sustentado en supuestos que reflejan valores tanto intelectuales como morales de quien busca conocer o saber sobre algo. Cuando se refiere sobre los conceptos de ética y ciencia se debe relacionar dichos términos con los valores para demostrar que algo es justo, bueno y adecuado o que; por el contrario, es improcedente dentro de su estudio o verificación. La ciencia se basa en una serie de postulados que luego la llevan a una supuesta verdad, por tal motivo, el hombre está llamado a la búsqueda del saber por medio de la ciencia, pero de la mano de los valores éticos que lleven a la humanidad a un crecimiento científico sin que dichos nuevos saberes perjudique su bienestar común. La investigación científica es una actividad reconocida y con altas vinculaciones hacia las ciencias sociales en el proceso de desarrollo de carreras afines como son: educación,
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sociología, economía, estadística, ciencia política, medicina, etc. Cuyo manejo es la base de cualquier accionar humano en sociedad y sobre todo en la relación Estado – ciudadano – conocimiento. Así, se propone una actuación ética dentro de dichas carreras, la misma que debe penetrar en todos los elementos del proceso de producción del conocimiento y ante todo, que sea responsable de sus propias situaciones o hechos determinados. La ética de la investigación ya no se limita a defender la integridad y el bienestar de los sujetos, a fin de protegerles frente a eventuales malas prácticas, sino que pretende definir un marco completo de actuación. Sin olvidar que la difusión y aplicación de estándares o de buenas prácticas científicas no sólo beneficiarán a los sujetos de la investigación, sino a toda la humanidad hacia donde se aplicará los nuevos conocimientos obtenidos. Para que la investigación pueda comprenderse como científica, se debe sustentar en una serie de valores que surgen del mismo carácter de la ciencia, cuyo fin es la búsqueda de la verdad objetiva. Algunos principios que hay que tener en cuenta para llevar a cabo una investigación éticamente desarrollada son el conocimiento, el placer y el bienestar que la misma pueda generar. Por ende, la ciencia moderna aplicada a la investigación, da como resultado mayores logros a la humanidad y teniendo en cuenta que se vive en un mundo basado en la investigación y gobernado por ideologías fundamentadas en la ciencia y en el uso de instrumentos creados por la misma, es necesario ser conscientes de que dichas ideologías e instrumentos pueden ser utilizados de forma objetiva o subjetiva, o correcta e incorrectamente, es decir, de un modo ético o no. Por este motivo, es importante hablar de una ética de la investigación, es decir, de una investigación con conciencia. Una investigación cuyos resultados sean correctamente
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utilizados. Sin olvidar que la investigación es la esencia del desarrollo, pero también de la destrucción y aniquilamiento (los principales descubrimientos investigativos se han dado en períodos bélicos) (Segarra, 2014, pág. 63); por tanto, surgen los siguientes cuestionamientos analizar dentro del presente ensayo: ¿qué tan ético puede ser un investigador ante un nuevo descubrimiento?, ¿cuánto influye el financiamiento hacia los investigadores en el uso del conocimiento generado?, ¿El conocimiento nuevo, mantiene un alcance global o está limitado a ciertos grupos económicos?. Por lo expuesto, en forma general los criterios éticos que deben regir en una investigación son: la búsqueda de la verdad y la honestidad para que la presentación de los resultados de la investigación correspondan a los que se obtuvieron en el proceso, sin distorsionar los fenómenos hallados para beneficio personal o de intereses de terceros. DESARROLLO Los primeros deslices entre la ética y la ciencia La ciencia no siempre se ha practicado de una forma que se ajuste a la concepción actual de la ética científica, especialmente en relación con la experimentación en humanos. Es a partir de hechos referenciados por Edward Jenner 1, quien observó que entre las ordeñadoras que entraban en contacto diario con las vacas se presentaban menos
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Médico y científico nacido en 1749, en Berkeley, Inglaterra, quien notó que las mujeres que ordeñaban
vacas desarrollaban con menos frecuencia la viruela, una de las enfermedades más temidas: mataba a millones por igual, sin distinción por edad o condición social. El médico inglés planteó la hipótesis que la secreción de vesículas de viruela de la vaca era lo que protegía a las mujeres que ordeñaban. En mayo de 1796, probó su hipótesis, inoculando a un niño de 8 años. El efecto fue fiebre y malestar, pero no enfermedad grave. Meses después, el niño tampoco presentó la enfermedad, quedó inmunizado. Jenner hizo la prueba luego con otras 23 personas, con igual resultado.
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casos de viruela, dicho investigador formuló la hipótesis de que la viruela vacuna, semejante a la viruela humana afectaba únicamente a las vacas, pero les confería a los humanos expuestos una resistencia a la afección. Si bien, dicho aporte contribuido a prevenir enfermedades, salvando y mejorando la calidad de vida; el empleo de sujetos humanos en diferentes experimentos comprobó su hipótesis, pero conllevó a diferentes violaciones éticas. Por medio de la exposición del virus de forma predeterminada a varias ordeñadoras, siendo uno de los primeros casos con carácter científico en la violación de Derechos Humano para comprobar un desarrollo de la ciencia no ética para ese momento. Otro de los casos de la violación ética investigativa se enfoca en el referido dentro de los tribunales en Núremberg que, durante la Segunda Guerra Mundial presidió el juicio de los médicos nazis, quienes fueron procesados por crímenes contra la humanidad por la realización de experimentos con prisioneros de los campos de concentración, muchos de los cuales fueron mortales o dejaron lesiones permanentes en los participantes. En estos juicios, los médicos argumentaron su defensa de muchas formas; apelaban a una eutanasia humanitaria o la falta de normas que rigieran la experimentación en seres humanos. A pesar de que en algunos casos se alcanzaron resultados científicos importantes, veinte y seis médicos fueron condenados. A partir de dicho juzgamiento el tribunal de Núremberg emitió el primer código ético sobre el ejercicio de la ciencia y los límites sobre el ejercicio de una conducta apropiada, especialmente cuando se utilizaban sujetos humanos; esta decisión constituye la base de la ética aplicada moderna y hoy reformulada como la correcta praxis profesional.
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Los valores morales en la ciencia Los valores morales necesarios en el diario vivir de las personas, están vinculados de modo indirecto al conocimiento científico. Si bien, las virtudes morales no se derivan por deducción analítica de los valores intelectuales son un punto de partida es las personas que realizan actividades científicas, quienes son responsables de cultivar las disposiciones morales y saber discernir lo bueno y lo malo por medio de la observancia previa de deberes y derechos que fomenten el quehacer científico de forma oportuna para el desarrollo humano. Las virtudes morales como la honestidad, paciencia, justicia, fortaleza, entre otros, sirven de base para lograr la coherencia, claridad y verdad dentro de la ciencia. Más aún, cuando el principio de justicia regula la selección de personas como sujeto de investigación. Según (Zamora, 2014, pág. 103), esta debe ser “(…) equitativa, sin discriminación contra minorías o incapacitados, de modo tal que quienes corran algún riesgo, aún mínimo, sean los que también se beneficien sustancialmente”. El hecho de que una persona se haya dedicado a la ciencia responde, en el mejor de los casos, a una decisión reflexiva y voluntaria, pero que sobre todo desea aportar con sus saberes a mejorar el buen vivir de la sociedad. En muchos científicos se pone en evidencia una finalidad humanística y de utilidad social. En este sentido el científico aplica los logros del saber por vía de la técnica. Además, que el científico es también “un educador del público en cuanto al uso responsable de la ciencia y técnica, con mira a promover la dignidad e integridad de la persona a nivel individual y comunitario”. (Sevilla, 2015, pág. 73)
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En resumen, la ética en cuanto al estudio filosófico de la moral planteado desde un perfil científico sobre la responsabilidad del conocimiento debe cultivar virtudes, autorregularse por principios y orientar su actividad hacia los valores integrales de ser persona por la influencia de aportar ante otras personas. La tergiversación de la ética dentro de la ciencia Según, autores como (Fonseca, 2014, pág. 65), la mala praxis y otras violaciones de las virtudes, principios y valores o bienes son problemáticas actuales dentro de la investigación científica. Entre las causas posibles que explican, si bien no justifican dichas violaciones se pueden denotar las siguientes:
El factor político, interviene en la selección de las áreas de investigación de acuerdo al direccionamiento que desea un Estado.
El factor económico, influye en la restricción de la divulgación del conocimiento científico y la selección de áreas de investigación que prometen réditos o una utilidad financiera.
La diversidad, aspecto que influye sobre el quehacer científico y exige una atención individual y complementaria para mantener la integridad del conocimiento que se obtiene. Además, que exige igualmente una reflexión sobre la responsabilidad por las expectativas y demandas de confiabilidad que la sociedad tiene y plantea legítimamente a la ciencia.
Lo anteriormente expuesto plantea la necesidad de una mayor o mejor autorregulación, a tono con las diversas modalidades y estrategias del área científica concreta. El ambiente de la investigación científica interdependiente o interdisciplinaria hace aún más urgente la honestidad, la integridad y la solidaridad. 7
En la medida en que el ambiente de trabajo científico se torne tenso y se susciten sospechas y desconfianza en el plano comunitario, cederá el autocontrol, el equilibrio interno perderá estabilidad, surgirán disputas por los fondos, se incrementará el resentimiento y la competencia desleal. Así pues, se desintegra la ciencia; como expone (Garrido, 2015, pág. 71); “(…) se socava la confianza y la interdependencia inherentes a la calidad intelectual y moral de la ciencia; se socava la confianza de las agencias públicas, las cuales dependen de la ciencia para una tecnología de servicio al bien común”. Para lo cual, es pertinente mantener la conceptualización de varios lineamientos dentro de la carente ética actual de la investigación. Elementos de la carencia de ética dentro de la investigación. Existen diferentes niveles de gravedad de las faltas contra la integridad científica, lo que a su vez genera desconfianza, injusticia y, aún peor, indiferencia. Tales faltas o infracciones pueden afectar los distintos niveles de la investigación científica: propuesta, ejecución o realización, informe y revisión de la investigación. La mala praxis contiene los siguientes elementos falentes sobre la ética investigativa:
Plagio: Se comprende cómo “(…) la presentación de ideas de otras personas como si fuesen propios sin señalar la fuente. Es una falta grave contra la virtud de la honestidad y solidaridad, y contra el principio de justicia en particular, que lesiona la integridad misma de la persona y del científico que promete buscar la verdad” (Barreiro, 2012, pág. 29)
Falsificación de datos: Consiste en “la presentación de datos o interpretación de éstos sin evidencia empírica o según las reglas de verificación científica, constituyendo fraude”. (Restrepo, 2010, pág. 12) 8
Violaciones de confidencialidad: Se entiende como “el uso de información previamente clasificada como privada, íntima o restringida, para fines no previstos o acordados al establecer el deber de confidencialidad. Este tipo de violación, es muy posible en el área de investigación biomédica y en ciencias sociales” (Zamora, 2014, pág. 26)
Interferencia:
“Sin
la
debida
autorización,
un
investigador
toma
intencionalmente información y busca dañar o destruir propiedad vinculada a la investigación de otro” (Higuera, 2015, pág. 34).
Mala presentación: “Consiste en el mal planteo de información e interpretaciones falsas u omitir un aspecto de los datos obtenidos, por motivos de precipitación o impaciencia”. (Fonseca, 2014, pág. 14)
Problemas éticos en los trabajos estudiantiles A continuación, se distingues las etapas, intenciones y resultados generados por una mala ética investigativa en los estudiantes:
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Tabla 1: Problemas ĂŠticos en los trabajos estudiantiles.
Fuente: (Keplerson, 2015, pĂĄg. 75)
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CONCLUSIONES
Las faltas éticas en la investigación científica constituyen un grave problema, pues representa una disminución de la calidad de la contribución científica de un trabajo a cambio de un aumento de los beneficios de quienes las generan; perjudicando a los lectores, quienes pueden ser influenciados por información no confiable.
Tanta importancia ha sido reconocida al aspecto ético de las investigaciones científicas, que desde hace años se han venido desarrollando una gran cantidad de instituciones y dependencias encargadas de velar por su cumplimiento e incluso, por la autorización y publicación de una investigación. Sin embargo, dichas instituciones en ocasiones se encuentran limitados en su rango de acción, puesto que apenas pueden evaluar una mínima cantidad de proyectos; mientras que el resto queda en la conciencia de los autores y en la capacidad de los editores de las revistas indexadas para detectar irregularidades que atentan contra la ética y el nivel de viabilidad de los proyectos.
A pesar de los esfuerzos en la lucha para la detección y prevención de estas infracciones, en ocasiones llegan a publicarse documentos con algunas de ellas, quedando en manos de los lectores y editores la responsabilidad de denunciar y corregir la falta mediante comunicados y eliminación del artículo en cuestión. Pero, que a su vez la carencia de mantener una criticidad de denuncia permite que las malas investigaciones se sigan manteniendo en diferentes medios y así considerarse como aportes investigativos de relevancia.
Si bien, en varias ocasiones, las faltas éticas son cometidas por desconocimiento e inexperiencia, la mayoría se refieren a malas intenciones de los autores;
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especialmente, por los más novatos en la materia. Por ello, es debe en primera instancia que las universidades y centros de investigación reconozcan la importancia de establecer un ambiente de diálogo educativo - científico estudiantil al momento de detectar faltas éticas sin hallazgos de intencionalidad, orientando al autor hacia un sistema para solventar el incidente y lograr mejorar la calidad de su trabajo con la finalidad de alcanzar la meta de su publicación. No obstante, la mayoría de docente universitarios, no guían dichas correcciones y prefieren mantener un sistema sancionador que limita el desarrollo investigativo de los estudiantes universitarios.
Por todo lo anterior, es deber de las universidades y centro de investigación evaluar dichos aspectos éticos para reformar sus instructivos y manuales internos, con la finalidad de precisar en mejor forma el modo de investigar y como emitir documentos con mayor valor académico.
El presente ensayo, es apenas un intento adicional por difundir información sobre los principales tipos de faltas éticas en la publicación científica, especialmente en la comunidad estudiantil, donde, por encontrarse en inicios de su carrera y por una carente guía estudiantil investigativa comenten múltiples errores, que precisamente no buscan plagiar información, sino que caen en un mal uso de la información y la no separación entre sus aportes y los de otros autores.
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BIBLIOGRAFÍA Barreiro, L. (2012). La falsedad académica. Quito - Ecuador: UDLA publicaciones. Fonseca, D. (2014). La mala praxis profesional. México D.F.: Atenea publicaciones. Garrido, F. (2015). Mal manejo investigativo estatal. Perú: Galeón ediciones. Higuera, C. (2015). Desarrollo de la Ciencia en el campo investigativo. México D.F.: Atlas 2000 ediciones. Keplerson, R. (2015). Manejo investigativo educativo. Estados Unidos: Star ediciones. Restrepo, E. (2010). La praxis profesional. Bogotá - Colombia: Atlas ediciones. Segarra, M. (2014). La revolución de la ciencia. México D.F.: Palenque ediciones. Sevilla, A. (2015). El accionar del investigador. México D.F.: Amperio ediciones. Zamora, C. (2014). La ética de la ciencia. Buenos Aires - Argentina: Flacso Argentina.
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