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Casa del Escribano del Rey

Las casas pintadas y blasonadas de los encomenderos

1. CASA DEL ESCRIBANO DEL REY

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Una de las más destacadas mansiones de la vieja parroquia de Santiago el Mayor, especialmente por el programa iconográfico que tiene en la sala principal del segundo piso, en la cual se representan varias escenas de grabados manieristas y grutescos como la caza de los elefantes, el rinoceronte, Júpiter, Minerva y Diana la Cazadora y el grifo; y en el almizate, el monograma de la Virgen María, con Cristo y José en las jaldetas. En la antecámara se aprecian figuras grutescas y dos salvajes peludoscon maza, como los que se encuentran desde la baja Edad Media en España y, desde la conquista, en la Nueva España (México), que protegen el escudo central coronado y lleno de armiños de los Quesada, con la divisa Potius mori quam foedari, que traduce: Antes morir que deshonrarse.

Para Sebastián, la decoración pictórica de la casa tunjana es la más interesante de los siglos XVI y XVII en toda Hispanoamérica. Una composición libre y colorida, basada en los grabados

manieristas llenos de grutescos de René Boyvin, artista perteneciente a la escuela francesa de Fontainebleau, influenciada por el manierismo italiano. Al igual que el poema épico Elegías de Varones Ilustres de Indias es la obra cumbre de la literatura, y la portada de la Catedral es la obra máxima de la arquitectura y la escultura, los techos de la casa del Escribano constituyen “el ejemplo pictórico más importante de esta verdadera edad de oro de la ciudad de Tunja”, sostiene Morales Folguera. Esta obra maestra del arte colonial colombiano no se hubiera podido realizar sin el ambiente humanista que envolvía a la Tunja encomendera de fínales del XVI y primeras décadas del XVII.

La casa colonial de estructura mudéjar, perteneció a Juan de Vargas Matajudíos, quien llega a Tunja en 1585, con 41 años, al adquirir el oficio de escribano público.

El patio está claustreado en un solo costado con arcos de medio punto y columnas con capiteles decorados con elementos góticos. En el primer piso se encuentran varias pinturas provenientes de las iglesias de la ciudad. Así mismo, la puerta que da acceso al patio, fue la portada original rescatada de la casa del capitán García Arias Maldonado.

Salvó esta casa de la ruina y la restauró con el apoyo del Instituto de Cultura Hispánica, a mediados del siglo XX, el maestro Bachué Luis Alberto Acuña.

En esta casa funciona el museo colonial Casa del Escribano Juan Vargas, miembro de la Red de Museos de Tunja y es sede del Fondo Mixto de Cultura.

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