CAPÍTULO XVI
EL PENSAMIENTO CRÍTICO A LA REVOLUCIÓN FRANCESA SUMARIO:
16.1. Burke.
16.1.BURKE Edmundo BURKE nació en Dublín (Irlanda) el 12 de enero de 1729. En 1743 ingresó en el Trinity College de su ciudad natal, donde recibió el grado de Bachiller. Más tarde pasó a Londres con la intención de estudiar Derecho. Durante muchos años sirvió en la Cámara de los Comunes, representando al partido Whing. Se distinguió en 1785, en la averiguación instruida en contra de Warren HASTINGS en el curso dela_cual líticó duramente la administración inglesa en la India. La Revolución Francesa provocó un cambio notable en su ideología política. Los hechos sangrientos del 5 al 16 de octubre de 1789, influyeron de tal manera en su ánimo, que le inspiraron sus célebres "Reflexiones sobre la Revolución Francesa", obra publicada en 1790 Con la que se afilió resueltamente a la contrarrevolución. Es el pensador más representativo de ésta. Para fundar su pensamiento contrarrevolucionario, al igual que Montesquieu hizo para fundar su opuesto, sigue el método histórico. Para él, la política, que no alcanza a concebir más que como arte de gobierno, es evidentemente práctica y sus problemas están, en todo momento, condicionados por la realidad. Su pensamiento, puede resumirse, de la siguiente manera: Rechaza, en primer término, el jusnaturalismo de la libertad, sustentado por la Revolución. La libertad política no es, como lo era para la filosofía de la Revolución, un concepto abstracto, sino concreto. Debe basarse en el predominio de los intereses de la comunidad sobre los del individuo y debe estar limitado por el orden y la moralidad. BURKE, al concepto revolucionario de libertad individual, opone el tradicional de libertad social. Acepta, en principio, la tesis contractualista, pero afirma que el contrato que justifica el Estado particular, no es sino "una cláusula del gran contrato primario de la sociedad eterna, que liga las natu209
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MIGUEL GAI.INDO CAMACHO
ralezas inferiores con las superiores, conectando el mundo visible con el invisible, según un pacto fijo, sancionado por el juramento inviolable que mantiene en sus aspectos apropiados a todas las naturalezas físicas y morales". El gobierno se ejerce representativamente, pero el pueblo, al que considera como un grupo organizado artificialmente con personalidad política propia, no debe ejercer la autoridad, sino controlarla, pues, para el autor, gobierno y control son funciones incompatibles. La representación no debe tener base numérica, sino orgánica. En este sentido, BURKE puede ser considerado como un precursor del Estado corporativo. Finalmente, el nombre de BURKE suele ir ligado al conservatismo moderno. Pero eTconservatismo de BURKE, no es estático, sino dinámico. Para él, un Estado que no tenga medios de reforma, tampoco los tiene de conservación. Su tradicionalismo, señalado por sus comentaristas como una nota distintiva de su doctrina política, es netamente evolucionista. BURKE propone el gobierno de una "aristocracia natural" la cual debería estar iluminada por la práctica de virtudes severas y restrictivas de la libertad. En consecuencia, el autor elogia las sujeciones del matrimonio, la frugalidad y la religión. Esta tesis de BURKE es la consecuencia de su especial modo de ver el contrato social, pues según él, la sociedad civil, nacida de este contrato, debe proteger el único derecho que concede al hombre, que es el de lograr la felicidad, por medio del triunfo de la virtud sobre las pasiones. En general, la crítica al pensamiento de BURKE ha sido severa. Los autores franceses jamás vieron con buenos ojos sus juicios desfavorables sobre la Revolución. Por otra parte, su "Providencialismo", que se aproxima mucho al de San Agustín lo clasifica como uno de los máximos exponentes del internacionalismo político. BADWIN, para refutar a BURKE escribió una obra titulada "Investigación acerca de la Justicia Política" publicada en 1793, en la cual se advierte la influencia de ROUSSEAU y otros.