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Protegiendo el hábitat del jaguar y el tapir
Las reservas Estatales de Balam Kin y Balam Kú junto con la reserva de la Biosfera Calakmul, es uno de los macizos forestales más grandes al norte del ecuador y el hogar de poblaciones importantes de especies como el jaguar, el tapir, el zopilote rey y el pecarí de labios blancos. La conservación de este sitio está en riesgo debido a distintos factores entre los que se encuentran la demanda de maderas preciosas para el tráfico ilegal internacional es una de las más grandes y complejas.
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La tala ilegal es la punta de lanza de otras actividades ilícitas, junto con los talamontes viene la apertura de caminos en zonas conservadas de la selva, la cacería ilegal de muchas especies y las invasiones. Para poder mitigar el impacto de esto se
PROTEGIENDO EL HÁBITAT DEL JAGUAR Y EL TAPIR: COMBATE DE LA TALA ILEGAL EN LA SELVA MAYA
TEXTO: Anuar Hernández FOTOS: Arturo Balam
lleva a cabo un esfuerzo trinacional (Belice, Guatemala y México) a través del proyecto “Coordinación transfronteriza para reducir el tráfico ilegal de vida silvestre en el Corredor Verde Guatemala-México “; estamos equipando, capacitando y apoyando con insumos para la realización de patrullajes interinstitucionales en la región de Balam Kú-Calakmul. Este es un esfuerzo de 11 organizaciones de los tres países, en la parte mexicana participa la Reserva de la Biosfera Calakmul (RBC), la Secretaria de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático de Campeche (SEMABICC) y Pronatura Península de Yucatán A. C. (PPY). patrullajes, cubriendo más de 900 km y con la participación de 44 personas, incluyendo personal de las reservas, vigilantes comunitarios, PROFEPA, Guardia Nacional y Policías municipales. Con esto se han registrado 39 ilícitos, siendo la tala ilegal el principal de ellos.
Con estas acciones se maximiza la presencia de las autoridades en el campo y se obtiene información para implementar estrategias de conservación de los bosques tropicales al sur de la Península de Yucatán.
Este proyecto es financiado por el Gobierno del Reino Unido a través del Illegal Wildlife Trade Challenge Fund y coordinado por WCS