ANEXO 11 «CON MARÍA COMO MODELO » - Como María de la Anunciación (Lucas 1, 26 -38), estamos abiertos a la acción de Dios en nuestras vidas. A pesar de nuestras dudas y miedos, aceptamos su invitación a participar en la labor de proclamar la Buena Noticia. En este tiempo de autosuficiencia, hacemos sitio a Dios. - Como María de la Visitación (Lucas 1, 39- 45), salimos de nuestro encuentro con el Señor llenos de fe y esperanza. Vamos al encuentro de los jóvenes allí donde nos necesitan, ofreciéndoles nuestra amistad. En este tiempo de individualismo, ponemos primero a los demás. 126
- Como María del Magnificat (Lucas 1, 46 - 55), alabamos al Señor por el don de la vida. En este tiempo de ética ambiental, nos ponemos del lado de los pequeños. - Como María de Belén (Lucas 2, 1-20), hacemos que Jesús nazca en el corazón de los demás. Estamos dispuestos a trabajar por ello en los lugares más inhóspitos. En este tiempo de consumismo, nos conformamos con poco. - Como María de Nazaret (Lucas 2, 39-52), atendemos, orientamos y cuidados de los jóvenes, haciendo crecer en ellos el conocimiento y el amor de Dios que actúa en sus vidas, y en el respeto por todo lo que Él ha creado. Como María, los aceptamos tal como son, incluso cuando no entendemos del todo sus actitudes. En este tiempo de gratificación personal, ofrecemos amor con generosidad. - Como María de Caná (Lucas 2, 1-11), somos sensibles a las necesidades de los demás. Invitamos a los jóvenes a hacer lo que Jesús quiere que hagamos. En este tiempo en que reina el egocentrismo, nos preocupamos por los demás. - Como María del Calvario (Juan 19, 25-27), reconocemos a Jesús en el rostro de los que sufren, padecemos con ellos con corazón de madre, y creemos en ellos con pasión de madre. En este tiempo en que la esperanza lucha contra la desesperanza, nosotros nos mantenemos al lado de los que están sufriendo, o mueren. - Como María del Cenáculo (Hechos 1, 12; 2, 4), construimos comunidad en torno nuestro. En este tiempo de desorientación espiritual, creemos en una Iglesia nueva, llena del Espíritu Santo.
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María de Nazaret. Fuiste madre, mujer y discípula. Desde muy temprano fuiste enseñando a Jesús a tener un corazón sincero, abierto, y con lugar para que quepan todos los varones y mujeres del mundo. Tu forma de mirar el mundo, y de anunciar la Buena Noticia, inspiraron a Marcelino, que intentó imitar tus virtudes para dar a conocer a Jesús y hacerlo amar. Te pedimos, Buena Madre, que guardes en tu corazón los nombres de estas
ORACIÓN A NUESTRA BUENA MADRE
personas a las que queremos. Sabemos que ellos necesitan de tu fortaleza, y tu ternura. Te pedimos, también, que nos ayudes a nosotros a estar cada vez más atentos a lo que el mundo nos está pidiendo, para dar respuestas sinceras y efectivas. Que aprendamos a guardar en nuestro corazón lo que vemos y vivimos, que despleguemos nuestra ternura y cercanía con aquellos que lo necesitan y que seamos cada vez más inquietos en nuestra manera de salir al encuentro de los demás. Te lo pedimos a vos, María, nuestra Buena Madre, Amén.
• Preparar algún lugar que nos sirva para este espacio de encuentro y oración. Sería importante ubicar la imagen de María sobre algún mantel o tapete, encender la vela y cuidar que no haya alrededor elementos que puedan distraernos (radio, TV, etc). • Los invitamos a elegir algún relato del Evangelio en el que aparezca María, y quedarse, como familia, con alguna frase que por alguna razón nos parezca significativa.Podemos, también, dialogar algunos minutos acerca de lo que nos haya llamado la atención de este relato. • Luego los invitamos a escribir en un papel el nombre de alguna persona que nos parezca que en este tiempo está necesitando especialmente que María lo guarde en su corazón. • Dejamos estos nombres a los pies de la imagen de María, y rezamos juntos la “Oración a nuestra Buena Madre” • Se puede finalizar con alguna canción referida a María.
Queremos invitarlos a que, como familia, puedan tener un pequeño espacio de encuentro y oración este 15 de Agosto. Será un momento sencillo pero profundo. Para poder llevarlo a cabo, tendremos que contar con alguna imagen de María (no importa si es una estatua, una lámina, una tarjeta), una vela, lapiceras y hojas en blanco, y un Evangelio. Luego, los invitamos a seguir los pasos que se mencionan a continuación.
UN MOMENTO DE ENCUENTRO Y ORACIÓN .................................
Nuestro nombre de MARISTAS, fue dado por el Fundador de los Hermanos Maristas, Marcelino Champagnat. Este nombre, significa “de María”, y de este modo, Marcelino quiso expresar que toda su obrase había inspirado en María. Por eso también para nosotros, los maristas, es María quien nos inspira en nuestra forma de ser y de actuar: como ella, compañera de camino que conoce las satisfacciones y dificultades de la vida de todo hombre y mujer, escuchamos atentamente a Dios, somos sensibles a las necesidades de los demás, llevamos una vida sobria, servicial y laboriosa y establecemos relaciones sencillas y transparentes con Dios.
El día 15 de Agosto celebramos la Fiesta Patronal del Instituto Marista.
María estuvo al lado de Marcelino en los primeros días de la vida marista; ella estuvo al lado de nuestros hermanos durante la crisis de 1903; y, con sólo pedírselo, ella estará a nuestro lado en estos omentos, como guía y compañera.
Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María
15 de agosto
MARÍA EN LOS EVANGELIOS ........................................................................
No es casual que Marcelino haya elegido a María como su inspiración para crear al Instituto. Él formaba parte de un grupo de seminaristas que, poco tiempo después de finalizada la Revolución Francesa y una vez ordenados sacerdotes,se deciden a fundar lo que llamarán la “Sociedad de María” conformada por sacerdotes, hermanos y hermanas. Tenían la intención de ser sacerdotes misioneros y pasar por los pueblos para llevar la buena noticia de Jesús, en una Francia aún golpeada por las consecuencias de la guerra. Marcelino, como miembro de este grupo, insistirá en formar hermanos catequistas para acompañar la educación cristiana de los niños.
ALGO DE HISTORIA: MARCELINO Y SU DEVOCIÓN A MARÍA
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Instalado ya en la Parroquia del pueblito de La Valla, Marcelino muy sensibilizado por el abandono en que vivían los niños y jóvenes del lugar. Luego de acompañar a un joven que se encontraba cerca de la muerte y no conocía nada sobre Dios, se decide a concretar su proyecto reuniendo a un grupo pequeño de jóvenespara formarlos como maestros y catequistas. Nacía así, un frío 2 de enero de 1817, su tan querida y soñada obra a la que denominó inicia su proyecto tan este grupo de Hermanos educadores. Como venía poniendo todo su trabajo en manos de la Buena Madre, decidió que esta sociedad tuviera el nombre de“Pequeños Hermanos de María”. María fue, desde entonces, la Buena Madre que los acompañaría, iluminaría y asistiría en su tarea como Hermanos Educadores de aquellos niños y jóvenes tan necesitados de formación humana y espiritual. Hoy, a casi 200 años de aquel humilde inicio en Francia, María y Marcelino siguen inspirando y acompañando a hermanos y laicos maristas de todo el mundo en su misión educativa y evangelizadora. Nosotros también desde la Argentina y el Uruguay sentimos la urgencia de acompañar a nuestros pibes y guríses con la misma pasión de los maristas que nos precedieron. Sus textos son fiel reflejo de esta profunda devoción a María que Marcelino tenía. En una de sus cartas, dirigida a un Hermano, Marcelino plantea: “Diga a sus niños que María y Jesús los aman mucho a todos”. Es habitual, también, que las cartas que escribía a sus Hermanos terminaran con un saludo que incluyera a María… “Les dejo a todos en los Sagrados Corazones de Jesús y María. ¡Son tan buenos lugares! ¡Se está tan bien en ellos!”. María se le ofrece a Marcelino como una nueva perspectiva… como modelo de acción. La imitación de María como un pedido de Marcelino es también frecuente en sus escritos y en otros testimonios.
María es madre y discípula de Jesús. Además es mujer sencilla y humilde de pueblo que se abre al misterio de Dios quien transforma su vida al expresar su disponibilidad y apertura. La palabra Evangelio proviene de un vocablo griego, y significa “buena noticia”. Los relatos que aparecen expresados en los Evangelios son, por lo tanto, la “Buena Noticia” de Jesús que sus primeros discípulos querían dar a conocer. En los Evangelios, María aparece mencionada en los momentos claves de la vida de Jesús. Por ello a través de este testimonio de los discípulos de Jesús podemos saber cómo era, qué actitudes tenía, y porqué ha sido tan valiosa para nuestra historia como comunidad creyente:
- María es una mujer profundamente creyente, que acepta la voluntad de Dios en la Anunciación, y que permite que el Espíritu obre en ella.
- Presente y tierna ante su el sufrimiento de su Hijo, permanece fiel junto a la cruz y es aquella en torno a quien siguen reuniéndose los discípulos tras la Pascua de Jesús hasta recibir el Espíritu Santo.
- Es una mujer servicial y atenta a las necesidades de los demás. En Caná de Galilea, cuando los novios se quedaban sin vino para celebrar su boda, fue ella quien alertó a Jesús de la situación.
- Es una mujer de silencio y oración. Cuando Jesús se pierde y es encontrado en el templo, los Evangelios destacan que María “guardaba todo esto en su corazón”.
- María es una mujer de encuentro. Sale en busca de su prima Isabel al saber que estaba embarazada.
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