La
memoria
incompleta
Antonio Muñoz Molina
En primer lugar, tengo que decir que para mí, dar una conferencia que lleva el nombre de Baruch Spinoza es ya conmovedor porque representa dos cosas para mí muy importantes: la defensa de la racionalidad frente al fanatismo y al oscurantismo religioso y de cualquier otro tipo, y representa también la dignidad de las personas perseguidas que se quedan sin país, sin idioma, y que son expulsadas hasta por aquellos que parecían los suyos. Hay un soneto maravilloso de Borges dedicado a él que me aprendí de memoria. Empieza diciendo: Las traslúcidas manos del judío labran en la penumbra los cristales y la tarde que muere es miedo y frío. (Las tardes a las tardes son iguales).
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